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Obama presenta plan estímulo económico |
El presidente electo de EEUU, Barack Obama, presentó el día 8 su plan de estímulo económico, diseñado para ayudar a sacar a la economía de una profunda recesión, y exhortó al Congreso a aprobarlo tan pronto como sea posible.
"No creo que sea demasiado tarde para cambiar el rumbo, pero lo será si no tomamos acción drástica tan pronto como sea posible", advirtió Obama en un discurso pronunciado en la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia, en las afueras de Washington.
La actual crisis "puede durar años" si no se dan soluciones, señaló.
Como parte de una serie de propuestas de estímulo para reanimar la economía, Obama prometió duplicar la producción de energía alternativa de EEUU en tres años.
Además, ofreció "modernizar más de 75 por ciento de los edificios federales y mejorar el uso eficiente de energía en dos millones de hogares estadounidenses, ahorrando a los consumidores y contribuyentes millones de dólares en nuestros proyectos energéticos".
El presidente electo, que asumirá el cargo el 20 de enero, también estableció como objetivos tener registros médicos electrónicos, ampliar la red de banda ancha y modernizar escuelas y universidades.
Sin embargo, sus declaraciones dan pocos detalles de su plan, que podría costar hasta 775.000 millones de dólares USA en los próximos dos años en reducciones de impuestos y gastos para tratar de reanimar la economía y crear nuevos empleos.
Se reportó que el plan de estímulo de Obama, diseñado para salvar o crear tres millones de empleos, incluirá dinero para la construcción de carreteras, puentes y escuelas, así como dinero para promover las energías renovables. Podría incluir también más de 300.000 millones de dólares en reducciones de impuestos.
La esperanza inicial era tener un nuevo paquete de estímulo aprobado por el Congreso a tiempo para que Obama lo firme después de asumir el poder al próximo 20 de enero. Sin embargo, ese límite de tiempo se ha deslizado considerablemente hasta por lo menos mediados de febrero si no es que más tarde, según reportes noticiosos.
No hay duda alguna de que el plan de estímulo de Obama se agregará al ya creciente déficit presupuestario federal.
Este miércoles, la no partidista Oficina del Presupuesto Congresional (OPC) proyectó que el déficit presupuestario federal de Estados Unidos alcanzará la cifra alta récord de todos los tiempos de 1,2 billones de dólares en el año fiscal 2009, que comenzó el 1 de octubre de 2008.
Xinhua
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Obama, advirtió hoy que la recesión "puede persistir durante años" si no se toman "acciones dramáticas", y defendió el papel del estado en la reactivación económica.
Obama pronunció hoy un discurso en la George Mason University, en Fairfax, en las afueras de Washington, según un despacho de la agencia de noticias Ansa.
El mensaje había sido anunciado por su equipo de transición como la "presentación" de su programa económico, pero incluyó pocas novedades respecto de los detalles señalados en sus declaraciones previas.
Tuvo sí, en cambio, un tono de alerta. "No creo que sea demasiado tarde para cambiar de dirección, pero lo será si no tomamos acciones dramáticas lo antes posible", dijo Obama.
"Si no se hace nada, esta recesión puede persistir por años", añadió el presidente electo, "y nuestro país puede perder el filo competitivo que sirvió como cimiento para nuestra fortaleza y posición en el mundo".
"Un mundo que depende de la fortaleza de nuestra economía -profundizó Obama-, está ahora observando y esperando que Estados Unidos lidere una vez más, y eso es lo que vamos a hacer".
Según Obama, la actual es "una situación mala que se puede dramáticamente empeorar".
El discurso tuvo por objetivo seguir convenciendo a los norteamericanos de la necesidad de poner en marcha un nuevo paquete de reactivación económica, que -en el caso de Obama, quien asume el poder el 20 de enero-, podría llegar hasta los 775.000 millones de dólares.
Con ese dinero, Obama pretende poner en marcha un masivo plan de obras públicas para generar empleo. También quiere activar un paquete de recortes impositivos por unos 300.000 millones.
"No hay dudas de que el costo de este plan será considerable", admitió Obama, y "ciertamente agregará al déficit presupuestario en el corto plazo".
"Pero es igualmente cierto que las consecuencias de hacer poco o hacer nada nos llevarán a un déficit todavía mayor en términos de puestos de trabajo, ingresos y confianza en nuestra economía", indicó el presidente electo.
También "es cierto que no podemos depender solamente del gobierno para crear empleo o crecimiento a largo plazo -siguió Obama-, pero en este particular momento, solamente el gobierno puede proveer el empujón de corto plazo necesario para sacarnos de una recesión tan profunda y severa".
Obama llega a la Casa Blanca con un índice de desempleo del 6,7% y un déficit presupuestario de 1,2 billones de dólares. A su favor cuenta con un Congreso con mayoría demócrata en ambas cámaras, dispuestas a votar en favor del nuevo plan de rescate económico, que será puesto en marcha pocos meses después del paquete de estímulo lanzado por el presidente saliente, George W.
Bush, por 700.000 millones de dólares.
"Para construir una economía que nos pueda llevar al futuro, vamos a empezar por reconstruir Estados Unidos", prometió Obama.
"Pondremos gente a trabajar reparando carreteras, puentes y escuelas", reiteró el presidente electo.
Según los datos que maneja la oficina económica del presidente electo, el plan estará valorado ente unos 675.000 millones y 775.000 millones de dólares, pero Obama ha dejado claro que "no se tratará de un programa de obras públicas".
Obama ha señalado que el plan que recoge la paradoja y la promesa de que "hay millones de estadounidenses que quieren encontrar trabajo al tiempo que hay mucho trabajo por hacer". El futuro jefe del ejecutivo estadounidense ha prometido que las inversiones recaerán en áreas tan importantes como la energía o la educación.
El líder demócrata ha asegurado que "el coste de este plan será considerable" y que no cabe duda que aumentará aún más el déficit público a corto plazo. Pero Obama ha valorado que las consecuencias de no hacer nada serían más negativas que disparar aún más los números rojos de la administración estadounidense.
En este sentido, el que será primer presidente afroamericano de la historia de Estados Unidos ha apuntado que "sólo el Gobierno puede aportar el impulso necesario a corto plazo para sacarnos de una recesión así de profunda y de grave". Para ello, ha destacado que su administración "invertirá en aquello en lo que funciona" sin escatimar en fondos, a la par que instaba al Congreso a acelerar todos los trámites necesarios para aprobar unas medidas que recuperen la confianza de los ciudadanos y devuelvan el crecimiento económico.
"Si somos capaces de ayudarnos los unos a los otros, y de escucharnos, y de cumplir cada uno nuestra parte en favor de la nación y la posteridad, no me cabe duda de que en el futuro veremos a 2009 como uno de los años que marcaron un nuevo comienzo esperanzador para EEUU", ha finalizado su discurso el próximo presidente de la mayor potencia mundial.
"Usemos todo el arsenal"
"La manufactura está en sus niveles más bajos en los últimos 28 años, podemos perder una generación de potenciales empleados y nuestra nación puede perder su ventaja competitiva mundial. Esta crisis podría tornarse mucho peor y durar años. La tasa de desempleo podría llegar a los dos dígitos", recalcó.
En su discurso, Obama volvió a mencionar que su cuantioso plan de estímulo económico implicará gastos para crear empleos y estimular la economía creando una base para el crecimiento a largo plazo y tomando decisiones transparentes.
"Debemos usar todo nuestro arsenal para reactivar el crédito de familias y negocios, evitar las fallas catastróficas de los bancos cuyo colapso amenaza a la economía. También duplicar la producción de energías alternativas en tres años y mejorar la eficacia energética de dos millones de viviendas".
Retos más urgentes
Es un nuevo enfoque para batallar contra los retos más urgentes, Obama asumió que no hay duda que el costo de este plan será alto, sin embargo "en este momento sólo el gobierno puede romper con los ciclos que están estancando nuestra economía".
Para revivir la mayor economía del mundo, el equipo económico Obama espera crear tres millones de puestos de trabajo, 80 por ciento de ellos en el sector privado, para restablecer el ciclo económico.
"Este plan de estímulo no es un programa de obras públicas, queremos invertir en infraestructura de energía y educación del siglo XXI, con más tecnología. Tenemos que invertir en la salud para que los servicios estén computarizados, y se reduzcan errores médicos predecibles. Reeconstruir el país, reparar la infraestructura", añadió.
Reducción impositiva para familias
Para reactivar el gasto de los estadounidenses Obama prometió este jueves que 95 por ciento de las familias del país se beneficiarán con un recorte impositivo de $1,000 en el marco de su plan de recuperación de la economía.
Será "la primera etapa de una reducción impositiva para la clase media que prometí durante la campaña y que se incluirá en nuestro próximo presupuesto", dijo Obama durante un discurso en el que bosquejó su plan para recuperar la economía estadounidense.
También habló de una mayor ayuda en el subsidio de desempleo, mayor acceso a la banda ancha en todo el país, prometió duplicar la producción de energías alternativas en tres años y mejorar la eficacia energética de dos millones de viviendas.
"Red eléctrica inteligente, que lleve energía limpia y alternativa a todo el país. Hacer más eficientes el uso de la energía en millones de casas, construyendo un planeta más seguro", dijo.
El plan de recuperación económica "debe comenzar hoy mismo", sostuvo el presidente electo, quien asumirá el poder el próximo 20 de enero.
El equipo de Obama valora este plan, que debe ser aprobado por el Congreso, entre los $675 mil y los $775 mil millones. Según el presidente electo, "no cabe duda de que el coste de este plan será considerable" y "desde luego aumentará el déficit presupuestario a corto plazo", pero las consecuencias de no hacer nada serían aún peores.
"Solo el Gobierno puede romper los círculos viciosos que están devastando nuestra economía, donde una falta de gasto lleva a la pérdida de empleos, que, a su vez, lleva a una reducción aún mayor del gasto; donde la incapacidad de prestar y recibir crédito detiene el crecimiento y conduce a una reducción aún mayor del crédito", aseguró.
"No se desperdiciarán fondos"
Tras reconocer que el Gobierno actual ya ha gastado ingentes cantidades de dinero sin que ello haya generado resultados, Obama afirmó que su plan "invertirá en lo que funciona" y no desperdiciará los fondos.
"Debemos mantener un debate abierto y honesto sobre este plan en los días venideros, pero insto al Congreso a moverse lo más rápido posible en beneficio de los estadounidenses", agregó.
"Si somos capaces de ayudarnos los unos a los otros, y de escucharnos, y de cumplir cada uno nuestra parte en favor de la nación y la posteridad, no me cabe duda de que en el futuro veremos a 2009 como uno de los años que marcaron un nuevo comienzo esperanzador para EU".
Pero las propuestas de créditos fiscales de Obama se toparon con la oposición de varios senadores de su propio partido, según los cuales no servirán de mucho para estimular la economía o crear puestos de trabajo.
Los senadores de ambos partidos acordaron que el Congreso debería hacer algo para estimular la economía. Empero, los legisladores demócratas que asistieron a una reunión privada de la Comisión de Hacienda de la cámara alta criticaron las reducciones fiscales a empresas e individuos contenidas en el plan de Obama.
En particular se opusieron a la idea de otorgar un crédito fiscal de $3 mil a las empresas que contraten o recapaciten laboralmente a sus obreros.
"Si fuera un empresario, dudo que contrate personal si me dan varios miles de dólares en créditos y no puedo vender lo que producen", dijo el senador Kent Conrad, miembro de la comisión.
"Creo que es un error", insistió Conrad.
El senador demócrata John Kerry indicó que "preferiría gastar el dinero en infraestructura, o inversiones directas, en la conservación de energía, en otro tipo de cosas que crean un verdadero puesto de trabajo más directa, más rápidamente y con mayor certeza".
Unos $300 mil millones del plan de Obama serán destinados a reducciones o créditos fiscales para personas y empresas.
El senador demócrata Ron Wyden puso en duda que una reducción tan modesta cambie los hábitos de gasto de los consumidores.
"En tiempos difíciles, la gente no responde bien a los cambios marginales, como una pequeña cantidad de dinero agregada a las nóminas", indicó Wyden.
El senador demócrata Max Baucus, presidente de la Comisión de Hacienda, dijo esperar someter a votación el plan de estímulo económico en unas dos semanas, lo que podría coincidir con la semana en que Obama juramente el cargo presidencial. Muchos senadores esperan aprobar el plan para mediados de febrero.
"Si no se hace nada, esta recesión podría durar años. La tasa de desempleo podría llegar a los dos dígitos", agregó.
En esa línea, pidió al Congreso que trabaje "día y noche" para aprobar pronto el plan de recortes impositivos y gasto en obras públicas que podría totalizar casi 800.000 millones de dólares. Pero los estratosféricos déficit podrían hacer que la propuesta se convierta en una reñida lucha con los legisladores.
Mientras se prepara para suceder al presidente George W. Bush en menos de dos semanas, Obama heredará una economía que ha estado en recesión por más de un año.
El presidente electo y sus asesores han estado trabajando con el Congreso para definir un plan de dos años y ahora buscan apoyo de los dos partidos para el plan.
El paquete incluiría un alivio fiscal para la clase media y dinero para la construcción de caminos y nuevas escuelas. Cubrirá también proyectos de energía renovable, asistencia a los gobiernos estatales escasos de dinero y aumento de los beneficios por desempleo.
Obama y sus asesores han dicho antes que están discutiendo una cantidad para el plan en torno a los 775.000 millones de dólares o más, pero no dio una cifra específica en el discurso.
El demócrata mencionó los recortes impositivos de 1.000 dólares para las familias de clase media como uno de los elementos del paquete.
Obama espera conseguir la aprobación del plan económico para mediados de febrero.
"Por cada día que esperamos o apuntamos con los dedos o arrastramos nuestros pies, más estadounidenses perderán sus empleos", dijo. "Más familias perderán sus ahorros", indicó.
Economistas privados advierten que tanto los legisladores demócratas como los republicanos se han unido a las peticiones de un masivo plan de estímulo fiscal.
Pero el miércoles, un débil reporte sobre el panorama del presupuesto se sumó a los desafíos que enfrenta Obama para aprobar pronto el plan.
DEFICIT RECORD
El déficit presupuestario para el año fiscal 2009 en curso, que termina el 30 de septiembre, casi se triplicaría alrededor de 1,2 billones de dólares, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés).
Una brecha fiscal de ese rango equivaldría a alrededor del 8,3 por ciento del producto interno bruto (PIB), superando el anterior récord en toda la era de la posguerra registrado en 1983, de 6 por ciento.
Obama ha reconocido esta semana que el país podría enfrentar déficit del orden de 1 billón de dólares durante varios años. El próximo jefe de Estado ha prometido que tratará de librar al Gobierno de gastos superfluos y que buscará la manera de abordar los programas sociales costosos como la Seguridad Social y el plan de salud Medicare.
Pero el pronóstico de 1,2 billones de dólares de déficit en el presupuesto de este año fiscal podría quedarse corto. La cifra de la CBO no tiene en cuenta el costo del plan de estímulo propuesto por Obama.
Algunos republicanos y demócratas conservadores han expresado preocupaciones acerca de que el plan de estímulo pudiera recargar el presupuesto con nuevos programas que requerirán financiamiento en los años venideros.
Obama dijo que el costo del plan de recortes impositivos y medidas de gasto que propone sería "considerable", pero que era necesario para evitar que la economía se hundiese en un ciclo vicioso de poco gasto del consumidor, pérdida de trabajos y más contracción de los mercados de crédito.
Además del plan fiscal, Obama pidió más medidas para elevar la confianza en el sistema financiero y restaurar el funcionamiento expedito de los congelados mercados de crédito.
Prometió actuar rápidamente para supervisar el sistema regulatorio de Wall Street y tomar medidas drásticas contra los "malhechores" que realicen estafas, en una referencia velada al escándalo de fraude de 50.000 millones de dólares en el que está involucrado Bernard Madoff.
Obama dijo que su administración usaría el arsenal completo de herramientas para hacer que los créditos fluyan nuevamente.
También pidió hacer un esfuerzo para evitar más ejecuciones hipotecarias.
"Si no se hace nada, esta recesión podría durar años".
"Esta crisis es diferente a cualquier otra que hayamos visto en nuestras vidas", dijo el demócrata en el estado de Virginia.
Advertencia
"Un mundo que depende de la fuerza de nuestra economía nos observa y espera que Estados Unidos vuelva a llevar la delantera, y eso es lo que haremos", aseguró.
Obama dijo que, con las tasas de interés en EE.UU. cerca de cero, y con la actividad económica y los préstamos todavía en contracción, le incumbe al gobierno actuar.
"Solamente el gobierno puede proporcionar el estímulo necesario a corto plazo para sacarnos de una recesión tan profunda y severa", dijo.
"Cada día que esperemos, o nos pongamos a hacer acusaciones, o nos crucemos de brazos, más estadounidenses perderán sus empleos, más familias perderán sus ahorros, más sueños se pospondrán o se verán frustrados, y nuestra nación se hundirá cada vez más en una crisis que quizás en algún momento ya no podamos revertir", advirtió.
"Insto al Congreso a actuar lo antes posible en nombre del pueblo estadounidense", añadió.
Batalla política
Obama, quien juramentará el 20 de enero, ha pasado su primera semana en Washington centrándose en su plan para revivir la economía de EE.UU., que está entrando en su peor recesión desde los años 30.
Su fuerte advertencia tiene lugar en momentos en que se teme que las pérdidas de puestos de trabajo en el país en 2008 puedan haber sido de 2,5 millones, lo que podría confirmarse este viernes cuando se publiquen las cifras correspondientes a diciembre.
Obama dijo que su plan crearía tres millones de empleos antes de 2011.
Pero, a fin de obtener apoyo bipartidista para su plan, también está incluyendo reducciones de impuestos substanciales tanto para los particulares como para las empresas, así como un enorme programa de gastos infraestructurales, en áreas como las carreteras y las escuelas.
"Estupefacto"
Su tarea se ha visto todavía más dificultada por las proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, publicadas el miércoles, de que el déficit presupuestario alcanzará los US$1,2 billones este año, antes de la adopción de cualquier plan de estímulo adicional.
Incluso el presidente de la Comisión Presupuestaria de la Cámara de Representantes, el demócrata John Spratt, dijo que se quedó estupefacto cuando vio la cifra.
El tamaño del paquete implica que a Obama le quedan muy pocas esperanzas de que el Congreso apruebe el plan antes de que él asuma la presidencia. Se cree que los congresistas no podrán tomar ninguna decisión antes de mediados de febrero.
Obama reconoció que hay un gran escepticismo en el público estadounidense respecto a la intervención del gobierno en la economía.
"Entiendo que algunos se puedan mostrar escépticos sobre este plan. Nuestro gobierno ya ha gastado muchísimo dinero, pero todavía no hemos visto que eso se traduzca en más empleos o en ingresos más altos o en una confianza renovada en nuestra economía", dijo el presidente electo.
Transparencia
Obama aseguró que cualquier decisión sobre los gastos se hará de forma transparente y tomando en consideración las opiniones de "expertos independientes", a la vez que él pondrá en marcha un "esfuerzo sin precedentes" para "eliminar los gastos imprudentes e innecesarios".
El discurso de Obama pareció surtir un efecto positivo sobre algunos mercados de valores de Europa.
"El mensaje está cayendo bien. Existe la percepción de que detrás de este hombre y de este plan hay algo serio", dijo Howard Wheeldon, jefe de estrategia de la firma BGC Partners en Londres, Reino Unido.
Pero las bolsas de EE.UU. seguían reflejando las nada halagüeñas cifras del balance comercial de muchas compañías durante la Navidad.
Regular a Wall Street
Obama dijo que la crisis fue causada por "una era de profunda irresponsabilidad que se extendía desde las salas de reuniones corporativas hasta los pasillos del poder en Washington".
Añadió que es necesario un "esfuerzo radical" para hacer frente a la crisis de las ejecuciones hipotecarias y para mantener al sistema financiero en funcionamiento.
El presidente electo se comprometió a reformar un sistema regulador "débil y anticuado", para proteger a los consumidores y a los inversionistas de la "avaricia y la asunción de riesgos imprudentes" que "nunca deberían volver a poner en peligro nuestra prosperidad".
"No podemos seguir permitiendo que malhechores de Wall Street se deslicen a través de las grietas reguladoras. No podemos seguir permitiendo que intereses especiales pongan sus pulgares sobre las balanzas económicas", dijo.
También se comprometió a esforzarse por ayudar a las familias que fueron golpeadas directamente por la crisis, incluidas las que enfrentan ejecuciones hipotecarias.
En una muestra concreta de que Wall Street ahora está dispuesto a ayudar a esas familias, se dio a conocer que algunos importantes banqueros retiraron su oposición a permitir que los jueces especializados en bancarrotas modifiquen los términos de las hipotecas que tienen pagos atrasados, para evitar sus ejecuciones.
Según un informe del periódico Wall Street Journal, el enorme banco estadounidense Citigroup está negociando con comités clave del Congreso un acuerdo que les otorgaría a los jueces poderes sin precedentes, algo a lo que durante mucho tiempo se oponían los servicios financieros.
Reducciones de impuestos
Alrededor del 40% del paquete de estímulo de Obama consistirá en recortes de impuestos, incluyendo reembolsos para quienes ganen menos de US$200.000 al año, así como créditos fiscales para las compañías que contraten personal adicional.
Además de recortes fiscales por un monto de US$500 para la mayoría de los trabajadores y de US$1.000 para las parejas, las propuestas podían incluir rebajas impositivas por más de US$100.000 millones para las empresas.
El plan podría permitir que las empresas que incurrieron en pérdidas el año pasado tomen un crédito contra los beneficios por un período previo de cinco años, en lugar de los dos años autorizados en la actualidad.
Otra disposición les concedería un crédito fiscal de entre US$40.000 millones y US$50.000 millones, por un año, a las compañías que contraten a nuevos trabajadores, y ofrecería otros incentivos para la inversión empresarial en nuevos equipos.
Planes de gastos
El plan de recuperación económica de Obama depende de que se inyecte con rapidez centenares de miles de millones de dólares federales a la economía, para crear empleos.
El foco estará en las reducciones de impuestos y en los gastos públicos que le puedan proporcionar un estímulo inmediato a la economía.
Sin embargo, las propuestas también parecen contener dinero que tal vez no se pueda gastar durante varios años, por ejemplo los planes para reconstruir la red de suministro eléctrico y para invertir miles de millones de dólares en la adquisición de computadoras y programas informáticos para el sector de la salud pública, así como en la renovación de las escuelas públicas.
Obama presentó al Congreso un plan de estímulo económico que podría acercarse a los US$800.000 millones en dos años, que incluye recortes tributarios por unos US$300.000 millones.
Dijo que desea que su propuesta sea aprobada poco después de su juramentación el próximo 20 de enero.
"La economía está muy enferma", declaró Obama. "Tenemos que actuar y hacerlo ahora para interrumpir el proceso que sigue esta recesión".
Agregó que "tenemos un extraordinario desafío por delante, esperamos un preocupante informe sobre el empleo al final de esta semana".
El Departamento de Trabajo divulgará este viernes su informe sobre cifras sobre desempleo durante el mes de diciembre y muchos economistas esperan que aumenten en 500.000, lo que significaría una pérdida de puestos de trabajo de 2,5 millones para 2008.
"Los economistas a través del espectro político están de acuerdo con que si no actuamos de forma inmediata y acertada, podríamos ver una recesión económica mucho más aguda que podría significar un desempleo de dos dígitos y el desvanecimiento del sueño estadounidense", indicó Obama.
Obras públicas
El corresponsal de la BBC en Washington, Rajini Vaidyanathan, explicó que el plan económico de Obama incluye la inyección de suficiente capital en la economía estadounidense para la creación de tres millones de empleos.
Obama piensa revivir la economía de su país con la inversión en un ambicioso programa de obras públicas, que incluiría la reparación y construcción de carreteras y puentes.
El paquete de Obama ofrece recortes tributarios para familias de clase media cuyos ingresos sean menores de US$200.000 al año como también créditos impositivos para compañías que aumenten su personal.
Además, su propuesta incluye recortes tributarios de US$500 para la mayoría de los trabajadores y de US$1.000 para las parejas.
El presidente electo indicó a los periodistas que espera poder promulgar la ley de su paquete de estímulo económico para finales de enero o a principios de febrero.
Resistencia republicana
Con ese objetivo, ha estado buscando el apoyo de los líderes del Congreso, pero ya algunos legisladores republicanos expresaron su preocupación de que el programa de gastos implique un cheque en blanco si no es administrado adecuadamente.
A pesar de que los demócratas controlan ambas cámaras del Congreso, el presidente del Senado, Harry Reid, señaló que espera que cualquier plan de estímulo cuente con el apoyo de los republicanos.
Muchos de ellos, sin embargo, rechazan un mayor involucramiento del gobierno en la economía.
Algunas partes del paquete son especialmente criticadas por los republicanos, porque incrementarían el gran déficit fiscal con el que ya cuenta EE.UU.
Otras medidas tienen más apoyo, como el alivio fiscal para la clase media.
Las compañías estadounidenses están eliminando puestos de trabajo mientras los consumidores reducen sus gastos, en medio de una preocupación generalizada sobre el tiempo que le llevará a la economía más grande del mundo salir de la recesión.
Este jueves, el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, hizo un llamado para que se tomaran medidas drásticas con el fin de prevenir el deterioro de la economía.
Sector golpeado
Obama instó al Congreso a actuar con rapidez para aprobar su plan de estímulo, por un monto de US$800.000 millones.
"No creo que sea demasiado tarde para cambiar de curso, pero lo será si no tomamos medidas drásticas cuanto antes", dijo el presidente electo.
La mayoría de los recortes registrados en diciembre se ubicaron en el sector de servicios, que eliminó 273.000 empleos.
Los puestos de trabajo en el sector manufacturero cayeron en 149.000 mientras que los empleos en el área de la construcción disminuyeron en 101.000.
Algunos de los que por suerte no perdieron sus empleos vieron sus horas de trabajo reducirse.
El número total de horas trabajadas cayó en 0,2 para ubicarse en 33,3 horas, el nivel más bajo desde que comenzaron los registros en 1964.
Según el analista de temas económicos la BBC, Andrew Walker, la mayoría de los economistas esperan que continúe el deterioro del mercado laboral en los próximos meses.
Si no se hace nada pronto esta recesión puede durar años, la tasa de desempleo puede llegar a los dos dígitos, advirtió.
Según sus estimaciones, la capacidad productiva quedará inutilizada en tres mil millones de dólares.
Asimismo temió que la nación pierda su ventaja competitiva, fundamento de nuestra fuerza y nuestra posición en el mundo, indicó.
Para el próximo mandatario la situación de hoy se debe a una era de profunda irresponsabilidad cuyo resultado se materializa ahora en una perdida de confianza en el gobierno y en la economía.
Eso no significa, sin embargo, que no podamos resolver la crisis, va a tomar quizás muchos años, pero podemos restablecerla, advirtió.
El plan de recuperación y reinversión estimulará el empleo y el crecimiento a largo plazo. El costo será alto y se añadirá al déficit presupuestario a corto plazo, pero es inevitable, puntualizó.
La prensa alertó esta mañana sobre el impacto de este paquete en el déficit fiscal de la nación que heredará del mandato anterior, el mayor desde la Segunda Guerra Mundial.
Obama está convencido de que es más probable que los inversionistas internacionales financien al gobierno si ven medidas drásticas para salir de la recesión, consideró The Wall Street Journal.
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