«« | »» |
Heredar un imperio |
Cuando Barack Hussein Obama tome el juramento al cargo de Presidente de Estados Unidos, recibirá no sólo las riendas de las oficinas ejecutivas del gobierno norteamericano, si no también heredará el dominio de un imperio, uno por el cual ningún norteamericano conscientemente votó.
Como si no fuera suficiente la más alta oficina política de una nación con más de 300 millones de habitantes, capitales alrededor del mundo son inmediatamente afectadas por lo que pasa en Washington.
Hasta cierto punto, Estados Unidos heredó el papel imperial con la decadencia del débil Imperio Británico al terminar lo que se llama, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Fué el resultado lógico de las pérdidas de la guerra, así como de las rebeliones de las colonias británicas en Africa y Asia que luchaban por su independencia nacional.
En muchos de los lugares de los que Gran Bretaña se retiró, Estados Unidos avanzó.
Como la guerra generalmente se luchó fuera del territorio continental norteamericano, Estados Unidos estuvo libre para usar los recursos excedentes, y de ese modo surgir de las cenizas de la guerra como el más fuerte y el más rico sobreviviente.
Hoy Estados Unidos libremente interfiere en los asuntos de otras naciones, en todo el mundo. Mediante sus servicios de inteligencia, su dominio del Banco Mundial y su poderío militar, elimina a unos líderes y compra otros, seduce a sus críticos en el extranjero y, usando los medios de comunicación como lo hizo en Irak, desata a su capricho guerras injustas.
Parte de ésto es una forma de programa de administración global que dice beneficia a Estados Unidos; parte es también el abuso de su gran poder para conseguir los fines deseados, generalmente estos fines son los del sector de las grandes corporaciones.
Esto ha llevado a líderes norteamericanos a hablar de democracia mientras apoyan y mantienen una tira de dictadores de un lado del mundo, al otro.
Este es el sistema que Obama va a heredar. Va a tratar de cambiarlo, o lo va a hacer más fuerte?
El tiempo lo dirá.
Hace más de 2,000 años, un africano tomó el trono del Imperio Romano. Gobernó por unos 18 años, y desató guerras en nombre de Roma.
Su nombre fué, Séptimo Severo, y había nacido en lo que es hoy, Libya, en Africa del Norte. Y si su reino trajo riqueza, poder y honor a su familia y a su provincia natal, él no cambió a Roma tanto como Roma lo cambió a él.
Su poder lo llevó a extender el Imperio, pero no ha cambiarlo.
Su hijo, Caracalla, gobernó el Imperio después que él y dió la ciudadanía romana a los liberados de las provincias, pero también es recordado por un reinado de crueldad.
Lo que Roma nos enseñó es que para que nazca un imperio, una república tiene que morir.
¿Qué forma tomará el siguiente cambio, cuando llegue?
Mumía Abú-Jamal

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, sabiduria.
"Éste fue un año excepcional para las noticias nacionales. La pregunta es si la información internacional se reduce en un año con mucha información local o si los resultados del estudio marcan un punto de inflexión real en la insularidad de los medios dominantes", dijo a IPS el fundador y director del informe, Andrew Tyndall.
"Las noticias internacionales podrían regresar a los informativos cuando no haya comicios importantes ni problemas económicos", agregó. "O que cada vez haya más interesados en la información internacional conectados a Internet, y que las cadenas piensen: 'Bueno, que la consigan en línea'."
Unos 23 millones de residentes en Estados Unidos ven los noticieros vespertinos en alguna de las tres redes en un día de semana promedio. Las cadenas por cable, como CNN, Fox News y MSNBC avanzaron mucho, pero los canales abiertos tienen un público 10 veces mayor.
El último informe del Centro de Investigaciones Pew para el Público y la Prensa, publicado en diciembre, concluyó que 70 por ciento del público dependió de la televisión como una de las principales fuentes de información nacional e internacional el año pasado.
Internet sobrepasó por primera vez a los diarios como principal fuente informativa de noticias estadounidenses y mundiales, una tendencia que se constató especialmente entre los adultos jóvenes, según el estudio de Pew.
Las tres cadenas de televisión abierta -ABC, CBS y NBC- dedicaron en total 15.000 minutos a noticias nacionales e internacionales, es decir 22 de sus 30 minutos de duración.
En 2008, el acontecimiento más cubierto fue la campaña electoral estadounidense, que concentró casi 3.700 minutos. Fue la mayor cobertura dedicada a una carrera presidencial al menos desde 1988, según el estudio de Tyndall.
Los aspectos nacionales de la crisis económica -que abarcaban desde el encarecimiento del combustible hasta la crisis crediticia y el rescate dispuesto por el gobierno- concentraron casi 2.800 minutos.
Fue la mayor cobertura dedicada a cuestiones económicas en los últimos 21 años, y superó casi en 1.000 las realizadas a propósito de las recesiones de 1990 y 2001.
La cobertura de información internacional representó poco más de 1.900 minutos, cerca de los niveles de mediados de los años 90, cuando el Congreso legislativo, de mayoría republicana, contuvo la política exterior multilateralista del entonces presidente Bill Clinton, del Partido Demócrata.
"Todos decían luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que (los medios de comunicación) cometieron graves errores al concentrar su cobertura en la información nacional sin una perspectiva mundial", dijo Tyndall.
Luego hubo "un enorme intento de las cadenas para cubrir el resto del mundo, en especial el área islámica, pero el año pasado fue la menor cobertura internacional de cualquier año desde 2001", agregó.
Entre las 20 principales coberturas de 2008, la guerra de Iraq, donde están desplegados 130.000 soldados estadounidenses, mereció 224 minutos de las tres cadenas y se ubicó en séptimo lugar.
Antes figuran en la lista la campaña electoral, las primarias para determinar las candidaturas de los partidos, el rescate financiero a las firmas a punto de quebrar, los precios del combustible, la caída de la bolsa y los Juegos Olímpicos en Beijing.
Esos 224 minutos fueron apenas una fracción de los 1.200 dedicados por las cadenas a la guerra de Iraq en 2007. Tyndall remontó la caída en la información al respecto a septiembre de ese año, cuando el entonces comandante estadounidense en ese país, David Petraeus, logró elevar la cantidad de tropas allí apostadas.
Entre 2003 y 2007, las tres cadenas dedicaron en promedio 31 minutos semanales a la guerra. El año pasado, ese promedio cayó a seis minutos.
El diario The New York Times informó la semana pasada que las cadenas dejaron de enviar corresponsales de tiempo completo a Bagdad. Apenas 88 de los 244 minutos dedicados a la guerra se componían de despachos desde el terreno.
Jim Lobe
Estados Unidos perdió 524.000 puestos de trabajo en el mes de diciembre, algo menos de lo previsto, y cerró el peor año en lo que a destrucción de empleo se refiere desde 1945 (desde que terminó la Segunda Guerra Mundial) según los datos que acaba de hacer público el Departamento de Trabajo americano.
En el conjunto de 2008 se destruyeron 2,6 millones de puestos de trabajo, de los cuales 1,9 millones se perdieron en los cuatro últimos meses. Este dato ha sido, incluso, ligeramente peor de los 2,4 millones de desempleados que habían previsto los 73 expertos consultados por Bloomberg.
El dato de hoy se aproxima a la destrucción de 2,75 millones de empleos que se produjo en 1945. La siguiente referencia que precedería al conocido hoy lo encontraríamos en 1982, un año que se saldó con 2,1 millones de parados. Este colapso en el mercado de trabajo en plena crisis financiera contrasta con la creación de 1,1 millones de puestos de trabajo que se realizó en 2007.
La mayor tasa de desempleo en 16 años
Como consecuencia de este deterioro del mercado laboral, la tasa de desempleo se elevó al 7,2%, la mayor desde enero de 1993, es decir, de cerca de 16 años. Este dato ha estado ligeramente por encima del incremento del 7% que esperaban los analistas de Bloomberg y contrasta con la subida del 6,8% del mes anterior.
Sólo en el mes de diciembre podrían haberse destruido entre 350.000 y 750.000 puestos de trabajo, según las estimaciones iniciales de los analistas de Bloomberg. Pero la media de los expertos esperaba que el dato se situara cerca de los 550.000 puestos de trabajo. Este mes ha sido además, el duodécimo consecutivo en el que se ha destruido empleo. En noviembre se registró un aumento del paro de 533.000 personas, el mayor en tres décadas.
Por sectores, el sector servicios fue el que más acusó el desempleo con 243.000 perdidas de puestos de trabajo, seguido del sector manufacturero que restó 149.000 y de la construcción con 101.000 pérdidas de empleo.
A estos datos habría que sumar otro que arroja más luces que sombras sobre el mercado de trabajo americano: el número de trabajadores que han sido obligados a reducir sus horas laborales debido a la ralentización económica. En noviembre se contabilizaron 7,3 millones de personas, 1,6 millones más que tres meses antes.
Esta referencia macroeconómica llega, además, en la antesala de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, que será el próximo 20 de enero. Será indudablemente una forma más de presionar a Obama que ya ha propuesto un plan de estímulo fiscal de hasta 775.000 millones de dólares para evitar que continúe incrementando el paro o crear 3 millones de puestos de trabajo.
El dato que ha recibido hoy el mercado llega dos días después de conocerse que las empresas de EEUU batieron un nuevo récord de despidos. Sólo en diciembre las empresas estadounidenses del sector privado destruyeron 693.000 empleos. Otra de las notas positivas la puso ayer el dato de paro semanal que relajó en parte los temores sobre la magnitud del deterioro del mercado laboral al anunciar que las peticiones de subsidio por desempleo bajaron hasta las 467.000.
José Luis Martínez, estratega de Citi señala que es un "buen" dato. El Gobierno contrató a 7.000 personas durante el último mes del año, frente a los 3.000 despidos un mes antes.
M.L.Verbo
«« | Inicio | »» |