«« | »» |
Nuevo mundo nuevo capitalismo |
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, presentaron este jueves en París propuestas para salvar el capitalismo, cuestionado por la crisis, en un coloquio convocado en París bajo el lema "Nuevo mundo, nuevo capitalismo".
Hablando en el acto inaugural de este encuentro, Merkel lanzó la idea de crear un "consejo económico" mundial del mismo tipo que el Consejo de Seguridad de la ONU. "Es posible que junto al Consejo de Seguridad, tengamos también un Consejo Económico que tenga un papel diferente que el ECOSOC", el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, que coordina políticas en estas áreas entre las agencias de la ONU.
Merkel también propuso redactar una Carta mundial "para una economía sustentable a largo plazo", tal como la Carta de la ONU sobre derechos humanos.
Por otra parte, señaló que aunque los países afectados por la crisis, incluida Alemania, están acumulando "montañas de deudas" con sus planes de estímulo, ésta es "la única posibilidad" de luchar contra las consecuencias de la tormenta en los mercados y en la economía.
Sarkozy estimó que la crisis del capitalismo financiero ha determinado la necesidad de que el Estado asuma plenamente su papel y sus responsabilidades. "He aquí el Estado enfrentado a la plenitud de su papel y a sus responsabilidades", dijo Sarkozy antes de advertir de que no se trata de nacionalizar toda la economía mundial, ni de crear un capitalismo de Estado. "Se trata de equilibrar los respectivos papeles, el del Estado y el del mercado", señaló, e insistió en que "en el capitalismo del siglo XXI hay un lugar para el Estado".
Criticando implícitamente la especulación, el presidente francés precisó su punto de vista sobre lo que debe volver a ser el capitalismo: "un capitalismo de empresarios" que el Estado debe "animar, impulsar". Pero la falta de regulación del sistema no debe ser reemplazada por un exceso de reglas, advirtió.
Insistiendo en la necesidad de reformas, desestimó las alternativas al sistema capitalista, y afirmó que "el anticapitalismo es un callejón sin salida, es la negación de todo lo que ha permitido fundar la idea de progreso". "Se debe moralizar el capitalismo y no destruirlo (...) no hay que romper con el capitalismo, hay que volver a fundarlo", prosiguió Sarkozy.
El ex primer ministro británico Tony Blair, también participante en el encuentro, se pronunció por un "gobierno" mundial para "regular" el sistema financiero frente a la crisis internacional, en declaraciones a una redioemisora poco antes del coloquio.
Blair criticó severamente las normas de las actuales estructuras económicas internacionales, en particular el G7, calificándolas de "algo absurdo". "Tenemos instituciones internacionales de mediados del siglo XX dirigiendo un mundo del siglo XXI", explicó Blair, y llamó a que en dichas instancias participen países emergentes como China, India y Brasil, además de representantes de África y de Oriente Medio.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) Jean-Claude Trichet; el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy;, el ministro indio de Comercio, Kamal Nath; y el ministro italiano de Economía Giulio Tremonti; figuran también entre los participantes.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
El Palacio del Elíseo avanzó hoy en un comunicado que el presidente francés pronunciará un discurso en la apertura de este foro, en presencia de Blair y Merkel, y antes del encuentro bilateral y el almuerzo de trabajo que tiene previsto celebrar con la canciller alemana.
Tras la inauguración, la Conferencia, que se prolongará hasta el viernes, se desarrollará en tres mesas redondas: "los valores del nuevo capitalismo", "¿mundialización y justicia social?" y "¿cómo se puede regular el capitalismo?".
Esta última estará presidida por Pascal Lamy, quien adelantó hoy su posición a favor de la búsqueda de alternativas al capitalismo, un sistema que consideró "injusto", al tiempo que pidió una mayor regulación de la economía mundial.
"Mi principio es que no hay que renunciar a alternativas al capitalismo. Que no hayamos encontrado hasta el momento otro sistema (...) no quiere decir que no tengamos que seguir buscando, porque este sistema es muy injusto", dijo el director de la OMC en un coloquio con oyentes de la radio francesa "France Inter".
Lamy se mostró partidario de una "regulación a nivel mundial" del sistema financiero similar a la que existe en los intercambios comerciales, una iniciativa que precisará de "cinco o seis años" para estar en marcha.
Por eso, apoyó los planes de salvamento lanzados por los diferentes países como una solución "a corto plazo", aunque insistió en que éstos no solucionan el problema de fondo.
El tema del encuentro, que finaliza hoy con otros participantes, se antojaba peliagudo: Nuevo mundo, nuevo capitalismo.
La ciudad que lo acogía, un París nevado que soporta desde hace días una espantosa ola de frío.
El lugar, un anfiteatro enclavado en la vieja Escuela Militar, a un paso de la torre Eiffel, donde el mismísimo Napoleón estudió cuando era un adolescente, con una beca, a fin de convertirse en suboficial de artillería.
La segunda en salir a la palestra fue Angela Merkel, la canciller alemana. No sonrió en ningún momento. Habló en alemán sin gesticular apenas. Con la expresión en la cara venía a decir que no está el horno para bollos. Efectivamente: "Los Estados tienen ahora una montaña de deudas, pero era la única manera posible de afrontar esta crisis".
Merkel criticó los alegres excesos económicos de estos últimos años y exigió un nuevo orden que los ataje, que limite su riesgo y que, a la postre, impida la destrucción total del sistema financiero, arrastrando consigo toda la economía.
Luego propuso algo un poco más concreto: de la misma forma que existe un Consejo de Seguridad en la ONU, que exista una suerte de consejo económico mundial que vele por la estabilidad del sistema, o una "declaración universal para una economía razonable" similar a la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
No precisó más.
Sí que se remontó a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando Europa se reconstruyó gracias a la creación de un nuevo orden, de un nuevo sistema internacional político y económico.
Afirmó que la situación actual es parecida.
Que las viejas instituciones que entonces sirvieron ya no sirven.
Que las actuales tampoco: "El G-8 [el grupo de países más poderosos del mundo] ya no es suficiente", dijo.
Pidió que se cuente con China, Brasil e India, entre otros, sin mencionar a España.
Después saltó (literalmente) a la tribuna Nicolas Sarkozy. Fiel a su estilo inquieto gesticuló, hizo chistecillos, sonrió, guiñó el ojo, moduló los tonos de voz, se movió a derecha e izquierda y adquirió a veces una seriedad teatral.
Se dirigió varias veces a Merkel llamándola "Angela" y a Blair llamándolo "Tony".
Aseguró que el mundo cambia y que ellos, los dirigentes, deben exigir un cambio en las políticas de todos. "Porque nadie lo va a hacer por nosotros".
Describió la mundialización como un fenómeno positivo, pero luego aseguró que acarrea un "vacío de valores" que genera, a la postre, que la gente se aferre a lo más próximo.
Luego encaró de frente el tema del congreso: "El capitalismo puramente financiero es amoral. No creo en otro capitalismo que el del esfuerzo y el trabajo. Debemos moralizar el capitalismo. Refundarlo. Eso no quiere decir destruirlo. Destruirlo es dar un paso atrás, renunciar a todo lo hecho. Pero, o lo refundamos, o se destruirá".
Luego se inclinó en la tribuna y añadió, en un tono algo desafiante: "El 2 de abril, nos reuniremos en Londres los integrantes del G-20 para arbitrar las nuevas reglas financieras. Yo me considero un gran amigo de Estados Unidos. Sé que junto a Estados Unidos cambiaremos el mundo. Pero todo ha cambiado. Ya no hay ningún país, tampoco EE UU, que pueda decir a los otros lo que hay que hacer, cómo hay que actuar".
Y prosiguió: "Después de la Segunda Guerra Mundial sólo existía una moneda en el mundo [refiriéndose al dólar] pero ahora existen varias y todos podemos utilizarlas y utilizar nuestros tipos de interés".
Añadió que Francia apostará por la acción, por el movimiento, y terminó su discurso tras mencionar (otra vez) a "Angela" y a "Tony".
Después, los tres líderes políticos se separaron. Merkel y Sarkozy se reunieron en el palacio del Elíseo.
Después anunciaron que en unas semanas se celebrará en Berlín una reunión preparatoria de los miembros europeos del G-20 para que en la cumbre de abril Europa tenga una voz clara.
Tony Blair, por su parte, se quedó en la Escuela Militar, participando en un debate sobre nuevo capitalismo.
En el pasillo, un periodista le recordó que en julio de 2007 fue nombrado enviado especial a Oriente Medio del Cuarteto (Rusia, ONU, Unión Europea y Estados Unidos).
Luego le preguntó si no se sentía decepcionado por lo que ocurre en Gaza. Blair miró para otro lado, siguió andando por el pasillo y no contestó.
«« | Inicio | »» |