¿Cuánto nos dicen que se está reduciendo el PIB?
En el Informe Trimestral de la Economía Española publicado en el Boletín Económico del Banco de España (BEBE) del pasado abril se estima que el PIB de la economía en el primer trimestre se redujo el 1,9% respecto al trimestre anterior y el 2,9% respecto al primer trimestre de 2008.
En la estimación avance de la Contabilidad Nacional del INE hecha pública el 14 de mayo, se reproducen ambas magnitudes sin más explicaciones y habrá que esperar hasta el 20 de mayo para conocer el desglose de las mismas que presenta el INE, tanto desde la óptica del gasto (consumo privado y público, formación bruta de capital y exportaciones menos importaciones) como desde la oferta (valor añadido generado en los principales sectores).
Según el Banco de España, la contracción de la producción interior se explica por una reducción del 4,9% de la demanda nacional compensada parcialmente por una aportación positiva de la demanda exterior que cifra en 2,2 puntos porcentuales. Incluso dando por buenas estas estimaciones avances de la contabilidad nacional trimestral, se puede afirmar que estamos ante la contracción más severa que ha registrado el PIB desde que tenemos registros medianamente fiables de la economía española, esto es, desde mediados de los años cincuenta, y entre las más duras desde 1850 en períodos de paz.
En el Informe del BEBE se avanzan algunas cifras sobre la evolución de los distintos componentes de la demanda nacional y externa. En cuanto a la evolución del consumo privado de los hogares y las instituciones sin fines de lucro, el banco emisor muestra tres gráficos. En el primero, el indicador sintético de consumo privado en bienes y servicios registra una caída del 5%. En el segundo, el índice de ventas de comercio al por menor presenta una caída del 7%, una cifra, por cierto, muy inferior a la caída del 9,7% que proporciona el INE en los dos primeros meses del año. Y en el tercero, la reducción del índice sintético de bienes de consumo duradero se sitúa en el 25%. En cuanto a la evolución del consumo público, el Informe se limita a indicar que “habría continuado mostrando un avance sustancial en el primer trimestre de 2009, si bien inferior al del período precedente”, que según el INE fue del 5,6%.
Caída de la inversión
En relación al segundo componente de la demanda nacional, la formación bruta de capital, los gráficos que aparecen en el Informe del BEBE muestran una caída de la formación bruta de capital del 20% en bienes de equipo y del 14% en construcción, unas reducciones muy notables que se achacan a la contracción de la demanda nacional e internacional y a las dificultades que encuentran las sociedades no financieras para financiar sus proyectos de inversión a causa de las restricciones de liquidez que ha ocasionado la crisis financiera. Aunque no se especifica, la magnitud de las caídas en bienes de equipo y construcción apunta a una contracción de la demanda de la formación bruta de capital fijo superior al 15%.
Pues bien, si todos los indicadores del consumo privado registran caídas superiores al 5% y alguno como el índice de bienes duraderos quintuplica esa cifra, y si los índices de formación bruta de capital registraron contracciones superiores al 14%, ¿cómo es posible que la demanda nacional haya registrado una reducción de tan sólo el 4,9%?
Ya hemos dicho que el Informe menciona la aportación positiva del consumo público, aunque resulta difícil creer que este componente que supone el 18,06% de la demanda nacional haya podido contrarrestar caídas tan importantes en otros componentes.
En cuanto a la aportación de 2,2 puntos porcentuales atribuida a la demanda exterior, el propio Informe indica que “las significativas caídas del comercio mundial, que han afectado considerablemente a los flujos de exportaciones e importaciones, dificultan enormemente esa estimación”, una forma oblicua de reconocer que hay un amplio margen de incertidumbre sobre la aportación del sector exterior y, por tanto, sobre la estimación del PIB.
La aportación del sector exterior se obtiene a partir de unas cifras estimadas de reducción de las exportaciones e importaciones de bienes y servicios del 16 y 20 por ciento, respectivamente.
¿De dónde se obtienen a su vez estas cifras?
No lo sabemos con exactitud.
De acuerdo con los datos de Aduanas, el Informe estima que la caída de las exportaciones e importaciones de bienes en términos reales fue del 22,2% y 25,1%, respectivamente.
Por otra parte, el Informe indica que “la Balanza de Pagos … muestra descensos de dos dígitos de las exportaciones reales de servicios turísticos y no turísticos”.
De nuevo, resulta llamativo que siendo las exportaciones de bienes aproximadamente el doble que las de servicios en 2008, la tasa de caída de las exportaciones de bienes y servicios (16%) sea 6 puntos inferior a la de bienes (22,2%).
¿Qué conclusión podemos sacar de este análisis del avance estimación de la Contabilidad Nacional Trimestral tal y como aparece reflejada en el Informe del BEBE?
Pues que hay dudas razonables sobre las estimaciones de algunas macromagnitudes y, en particular, sobre la caída del PIB.
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