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España privatizará minas de uranio |
La compañía australiana Berkeley Resources, aliada con la francesa Areva, consigue vía libre para comprar el 90% de los yacimientos de la empresa estatal Enusa en Salamanca.
Una empresa australiana es la nueva estrella de la Bolsa de Londres, ante la posibilidad de hacerse con el control de la explotación de las minas estatales de uranio de Salamanca. Berkeley Resources ha triplicado su valor bursátil durante 2009, gracias a un acuerdo con el Gobierno español para resucitar Mina Fe, cerca de Ciudad Rodrigo, con el fin de abastecer de combustible a las centrales nucleares españolas. El 24 de abril, el Consejo de Ministros autorizó la creación de un consorcio entre la empresa estatal Enusa y Berkeley Resources para volver a explotar Mina Fe, que fue abandonada en 2000 por su baja rentabilidad. Más que la formación de un consorcio, lo que permite el Gobierno es la venta por parte de Enusa del 90% del derecho para explotar los yacimientos de uranio.
Los inversores han acogido con entusiasmo ese proyecto. Desde enero de 2009, cuando Berkeley comunicó el preacuerdo con Enusa (pendiente entonces del permiso del Gobierno), su cotización ha subido un 236%, pese a la caída del precio del uranio en ese periodo. La revalorización fue especialmente aguda en los días previos a la autorización del Gobierno español, por lo que los reguladores bursátiles han pedido explicaciones a la empresa, que niega tener conocimiento sobre cualquier tipo de operación turbia o de utilización de información privilegiada en el mercado.
Previsiones
Según los analistas, la subida bursátil se debe a las buenas condiciones para Berkeley de su acuerdo con el Gobierno español. Si todo sale como está previsto, la empresa se hará con el 90% de la producción de uranio de Mina Fe durante 30 años mediante el pago de sólo 25 millones de euros a Enusa. A los precios actuales de mercado, los 65 millones de libras de uranio (29.000 toneladas) que quiere producir en la zona valen 2.860 millones de euros.
Fuentes del sector energético dudan del proyecto. Históricamente, las minas españolas (básicamente las de Salamanca) han producido 5.000 toneladas de uranio.
El Consejo de Ministros y Enusa no han detallado el pacto al público, limitándose a decir que el citado consorcio con Berkeley Resources investigará los depósitos que quedan en Mina Fe, y si los resultados son positivos, procederá a su explotación. Fuentes cercanas al Gobierno indican que la propiedad del uranio sigue siendo del Estado, y que sólo se cede el derecho a su explotación.
Los accionistas de Berkeley, que el 6 de mayo autorizaron el acuerdo en una junta general, han recibido la información completa sobre el pacto, que básicamente supone la privatización de la concesión para explotar la mina.
Primero, Berkeley entregará a Enusa un pago inicial de 5 millones de euros por la base de datos que contiene la información histórica de la explotación de la mina. Luego, analizará durante 18 meses las reservas del yacimiento y sus posibilidades de explotación. Berkeley y Enusa se repartirán al 50% el coste de esa investigación, que puede rondar los 750.000 euros. Un directivo de RBC Capital Markets, la entidad que asesora a Berkeley ante los inversores londinenses, indica que “lo más destacado del acuerdo con Enusa es la posibilidad de acceder a la información histórica de la mina”.
Si el resultado es positivo y hay posibilidades de producir el uranio de forma viable, Berkeley pagará 20 millones de euros a Enusa para tener el 90% de los activos asociados a la mina, que incluyen los derechos de explotación durante treinta años y una planta para procesar el uranio tras su producción. La empresa estatal se guarda el derecho a quedarse con el 49% de la sociedad conjunta, en lugar del 10%, lo que reduciría proporcionalmente el precio pactado. Además, Enusa recibirá un 2,5% del valor de la producción anual de la mina.
La idea de Berkeley es integrar la gestión de esa mina con otras prospecciones que realiza en Salamanca, utilizando la citada planta de Enusa para tratar hasta 950 toneladas anuales de uranio. La empresa admite que construir una nueva planta le hubiera costado varias decenas de millones de euros. Las centrales nucleares españolas consumen anualmente 1.500 millones de uranio, que Enusa importa de varios países.
Accionariado
Berkeley Resources cuenta como accionista minoritario y socio tecnológico con Areva, el grupo estatal francés de tecnología nuclear. El resto del accionariado está repartido en su mayor parte entre fondos de inversión. Uno de los consejeros de la compañía es José Ramón Esteruelas, que fue director general de Correos. El valor bursátil del grupo, que centra su negocio en el proyecto español, ronda los 60 millones de euros.
El precio del uranio ha caído con fuerza en el último año, como el resto de materias primas, por el temor a una bajada de su demanda por la crisis. El uranio, que llegó a estar en los 138 dólares por libra, ronda ahora los 44 dólares. Berkeley espera que sus costes en España sean inferiores a esa cifra, de alrededor de 25 dólares por libra. Una libra equivale a 0,45 kilogramos.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
En 1994 Hifrensa (la empresa franco-española propietaria de Vandellòs I) firmó con la francesa Cogema (el centro de reprocesamiento donde están depositados los desechos radiactivos de alta actividad de la desmantelada Vandellòs I) el pago (actualizado en euros) de casi 250 millones para que albergara los residuos de la planta clausurada hasta el año 2010. El contrato establecía la vuelta a España de parte de este combustible antes del 2011, cuando se preveía que España ya tendría listo su ATC. Sin embargo, el Gobierno todavía no ha establecido su ubicación y el retraso en su construcción obligará a mantener el combustible en la planta francesa algunos años más. Y a precio de oro.
Según la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), la penalización establecida inicialmente por cada año más a partir del 2010 era de 18 millones de euros al año (según la revisión de 2001). Una cifra que en el 2005 ya había ascendido a casi 21,5 millones, los 60.000 euros al día. Y que será mayor cuando vuelva a actualizarse, antes del 2010. Un alquiler de lujo que Enresa paga con su Fondo, que ahora procede de la aplicación de una tarifa sobre la recaudación por venta de energía eléctrica. Lo que indirectamente costean los ciudadanos con el recibo eléctrico.
Vandellòs I, ahora desmantelada, era la única central nuclear española que enviaba el combustible gastado a Francia para su reelaboración. A la espera de la construcción del ATC, el resto almacena su combustible irradiado en las piscinas que hay en cada complejo nuclear. Desde que el 12 de enero de 1974 salió el primer tren nuclear, se realizaron hasta 1994, 149 viajes, lo que supuso el transporte de 186.700 elementos combustibles. Según Enresa, el protocolo de acuerdo revisado en 1998 contempla el pago por parte de Hifrensa (subrogado a Enresa) de 36, 5 millones para los deshechos del Núcleo 2 de la central. Para estos residuos no se contemplaba su vuelta España; no en vano, la propiedad de Vandellòs I era compartida por empresas españolas y francesas.
Sin embargo, sí que tendrán que regresar - de lo contrario se mantendrá la penalización establecida por contrato- los desechos del Núcleo 3, para los que, según la misma fuente, se estableció un precio de 177,32 millones de euros para su acondicionamiento y otros 38,1 para los gastos de vuelta. En total, los 250 millones de euros que se pagarán hasta el 31 de diciembre del 2010, a razón de 42.808 euros al día que se ampliarán a 60.000.
MAS: 250.000 euros al año al Reino Unido
Nuclenor (España) y BNFL (Reino Unido) firmaron un contrato que establece el pago de entre 200.000 y 300.000 euros al año por el envío de combustible gastado de Garoña a aquel país. El contrato no prevé el retorno de los residuos, pero sí de materiales fisiles (plutonio y uranio) que debían volver a España entre el 2008 y el 2011. El contrato es prorrogable.
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