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El descalabro económico de Europa |
Los datos fueron publicados ayer y merecen entrar con todos los honores en el museo de los horrores. Eurostat -la oficina estadística de la UE- reveló que la economía europea se contrajo en el primer de este año un 2,5% respecto del trimestre anterior. O un 4,6% si se compara con el mismo periodo del año pasado.
No se trata sólo del peor dato desde el fin de la II Guerra Mundial, sino que un análisis más cualitativo pone de relieve de qué manera la crisis del sistema financiero se ha trasladado con toda crudeza al aparato productivo. Hasta el punto de que la recesión en Europea es ya más intensa que en EEUU. La producción industrial, una variable clave para entender el momento económico, está cayendo a un increíble ritmo del 20,2% en la eurozona, lo que pone de relieve la intensidad del ajuste. Mientras que el comercio al por menor -que es el mejor termómetro para conocer la evolución del consumo de las familias- cae un 4,2% en el área del euro. Incluso el desempleo, que hasta ahora se había mantenido prácticamente estable, se ha situado ya en el 8,9% en marzo una vez corregido de variaciones estacionales.
Ningún país se salva de la quema, pero lo más preocupante es el caso de Alemania, donde el PIB cayó un 3,8% intertrimestral, y nada menos que un 6,9% en términos anuales. La causa de este desplome del primer exportador del planeta tiene que ver con el hundimiento del comercio mundial, que está pasando factura a la industria germana. Francia, Reino Unido o Italia están en la misma situación. Y, por supuesto, España, cuya economía se contrajo un 1,8% en términos intertrimestrales o un 2,9% si se compara con el PIB de hace un año.
El dato español es llamativo habida cuenta de que los indicadores parciales (producción industrial, comercio minorista o empleo) son sensiblemente peores que en la eurozona, pero la metodología que utiliza el Instituto Nacional de Estadística (INE) para elaborar la Contabilidad Nacional hace que el ajuste económico no se refleje con tanta intensidad. La producción industrial, por ejemplo, está cayendo en España un 24,7%, cuatro puntos y medio porcentuales más que en la eurozona; mientras que el comercio minorista retrocede un 8,2%, el doble que en Europa. Y el empleo, como se sabe, se está comportando de manera sensiblemente peor que en la UE, hasta el punto de que la tasa de paro española duplica a la europea.
Un forma peculiar de medir el PIB
Esta aparente contradicción (España decrece menos que la UE pese a tener datos parciales peores) se explica porque los técnicos del INE calculan la evolución del PIB con modelos econométricos realizados a partir de estadísticas estructurales, y éstas se publican una vez al año. Por lo tanto los indicadores más recientes no se incorporan a la Contabilidad Nacional trimestral, lo que provoca un desfase coyuntural. En el caso de la producción industrial, los datos definitivos correspondientes al año 2008 se cerrarán durante las próximas semanas, pero hasta finales de agosto no se corregirá el avance del PIB para incorporar las nuevas cifras. Será entonces cuando se conozca realmente lo que ha sucedido en 2008.
La ventaja de este sistema es que elimina erraticidad en las cifras (el PIB muestra un perfil más estable), pero el inconveniente es que los datos trimestrales del INE de Contabilidad Nacional no reflejan realmente el momento económico. Y de ahí la evidente paradoja entre los datos parciales y los globales.
En el caso europeo, lo más relevante es que la intensificación de la crisis se produce cuando las autoridades económicas han gastado ya casi todo el arsenal del que disponen para combatir la recesión. Por un lado, el Banco Central Europeo ha situado ya el precio oficial del dinero en un histórico 1%, lo que significa que su margen de actuación en política monetaria es ya extremadamente escaso.
Por su parte, los gobiernos han gastado ya buena parte de su munición presupuestaria en los planes de salvamento de la banca y en la recuperación del crédito, pero a las vista de la intensidad del ajuste no parece que esas ingentes cantidades de dinero hayan servido para reorientar la situación. Y así se explica que ayer la canciller Angela Merkel y su ministro de Finanzas, Peer Steinbrück (SPD, socialdemócrata) descartaran un descenso de impuestos para los ciudadanos alemanes en los próximos meses por no decir años.
En teoría, y a la luz de las estimaciones del FMI y de la Comisión Europea, el primer trimestre de este año debe marcar el suelo de la recesión, aunque eso no quiere decir que la recuperación esté a la vuelta de la esquina.
Esto quiere decir que en los próximos meses la caída trimestral del PIB no será tan pronunciada, pero eso no significa que la actividad económica vaya a dar datos positivos, sino que las cifras no van a ser tan malas. Habrá que esperar hasta el último trimestre de 2009 o el primero de 2010 para volver a tasas positivas de crecimiento de la actividad económica. Como se ve, pasará mucho tiempo hasta que las economías europeas puedan digerir el enorme desapalancamiento crediticio que ha provocado el pinchazo de la burbuja financiera. Y que explica el hundimiento de la economía.
(continue)
Carlos Sánchez

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La recesión se agrava en la Unión Europea, debido a la caída en picado de las grandes economías y, en particular, a la crisis que sufre Alemania, que representa el 30% del Producto Interior Bruto (PIB) continental.
Nunca la economía alemana se había derrumbado a tanta velocidad: de enero a marzo se contrajo un 3,8%; y un 6,9% si se compara con el primer trimestre de 2008. La caída trimestral del 3,8% es la cuarta consecutiva frente a un trimestre anterior, la mayor con diferencia desde que en 1970 se registra la estadística, y el peor entre las grandes economías de la UE.
El derrumbe de la economía mundial ha terminado por apuntillar a la locomotora europea, primera potencia exportadora del mundo. Sólo el consumo privado y público, que no se ha resentido porque el paro todavía no es muy elevado, con un 7,6% de la población activa, según Eurostat, evitó una caída mayor del PIB.
Los alemanes ven con angustia que lo peor está por llegar: temen que el millón largo de personas que trabajan con expedientes de regulación de empleo (ERE) acabe en el paro si la economía no empieza a remontar. “La economía sufrió en el primer trimestre el golpe de inseguridad que asoló a la actividad mundial tras la quiebra de Lehman Brothers”, manifestó Jörg Krämer, economista jefe de Commerzbank.
Lo más impresionante es la caída en picado que refleja la estadística, un 6,7%, que baja hasta el 6,9% si se eliminan los efectos de calendario que sólo se puede entender si se compara con la serie de 2008. En el primer trimestre, el PIB del ejercicio pasado de la mayor economía del euro, que venía de una fase de crecimiento robusta propiciada por fuertes reformas estructurales, aumentó un 2,2% y en el segundo, un 3,4% en términos interanuales.
El tercer trimestre creció todavía un 1,4% y el último de 2008 ya cayó un 1,7%. En comparaciones trimestrales el salto no es mucho menos brusco: los dos primeros trimestres de 2008 fueron con un incremento del 2% y estancamiento, respectivamente, y -0,3% y -1,3% de los dos últimos, para empeorarse hasta del -3,8% del primero de 2009.
Los economistas reaccionaron alarmados a los datos alemanes. “Las cifras son peores de lo que pensábamos, habrá que corregir a la baja el conjunto de los datos de la eurozona”, escribió Unicredit en un comunicado que, a continuación añadió su convencimiento de que “se ha alcanzado ya el suelo de la recesión”. Carsten Brzeski, de ING, opinó también que “pese a lo impresionante de las cifras, la economía alemana ha pasado lo peor”.
Alemania encabeza el hundimiento de las grandes economías de la UE, que también están padeciendo duras correcciones.
Descenso italiano
En términos anuales, la caída del PIB en Italia fue del 5,9%; del 4,1%, en el Reino Unido, y del 3,2% en Francia, mientras que en España la economía descendió un 2,9%, pese a duplicar en paro a la UE.
En consecuencia, la zona euro sufrió una contracción económica histórica en el primer trimestre de 2009, del 2,5% respecto a los tres meses anteriores; similar a la que sucedió en los Veintisiete. En términos anuales, el descenso del PIB en la eurozona en el primer trimestre de 2009 fue del 4,6%, dos décimas más que en el conjunto de la Unión Europea, según informó ayer la Oficina de Estadística de la UE, Eurostat.
En definitiva, Europa atraviesa la mayor recesión económica desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Incluso, en algunos países el recorte de la economía ha alcanzado los dos dígitos, por su dependencia de la economía continental y su escaso tamaño respecto a las grandes potencias. Así, los tres países bálticos, Estonia, Letonia y Lituania cayeron en el primer trimestre del año, y en tasa interanual, un 15,6%; un 10,9%, y un 18,6%, respectivamente.
Por comparación con la UE, Estados Unidos descendió un 1,6% en el primer trimestre de 2009, respecto al trimestre anterior, y un 2,6% en términos anuales.
C.Vela (Berlín) y R.R.Lavín (Bruselas)
La intensidad del deterioro del mercado laboral español, que con una tasa de paro disparada hasta el 17,4% ya duplica tanto la media de la zona euro como de la Unión Eeuropea, está condicionando la evolución del desempleo en toda Europa. De hecho, le ha bastado apenas un mes para aumentar el porcentaje de parados que aporta al conjunto de la eurozona. Así, si en febrero la mitad de los nuevos parados registrados en el último año residían en España, los datos de marzo elevan esa proporción a dos de cada tres.
Ante este panorama, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha anunciado hoy que el próximo miércoles, justo un día después de conocer los datos del paro del mes de abril, se celebrará un Consejo de Ministros de carácter extraordinario en el que se hablará sobre la situación del empleo y se evaluarán las medidas contenidas en el llamado Plan E. Además, De la Vega ha revelado que el Gobierno ha aprobado la prórroga durante dos años de la contratación para los 1.500 orientadores que prestan servicios de refuerzo en las oficinas de empleo para facilitar la colocación de los desempleados y que ya han atendido a un millón de personas.
Según los últimos datos de la oficina estadística europea, Eurostat, el paro en la eurozona ha aumentado en 2,8 millones de personas en el último año al pasar de una tasa de desempleo del 7,2% al 8,9% en este periodo, con lo que el total de europeos sin empleo entre los países que comparten la divisa única ha aumentado hasta los 14,1 millones. Del total, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), España es la responsable de más de 4 millones de desocupados, de los cuales 1.836.500 millones se han incorporado a las listas de los servicios públicos de empleo en el último año, algo menos de un tercio del conjunto de la eurozona.
Por su parte, en la Unión Europea, 4,06 millones de personas han perdido su empleo en el último año tras aumentar en 626.000 sólo en marzo, con lo que el total de desempleados en los países miembros sube hasta los 20,154 millones de parados.
Además, a medida que pasan los meses de la crisis, España se consolida a la cabeza de los países europeos en términos de paro, frente a la media del 8,9% de la zona del euro y del 8,3% en el conjunto de la UE. Concretamente, el desempleo aumentó en España el mes pasado nueve décimas, frente a las dos décimas de subida registradas tanto en el área de euro como en los Veintisiete.
En el último año, el paro ha pasado en España del 9,5% al 17,4%, un incremento que en la UE solo superan Letonia y Lituania, donde ha crecido más de 10 puntos. En el extremo contrario se sitúan Holanda, donde sólo el 2,8% de la población activa está desempleada, Austria (4,5%) y Chipre (4,9%). Por su parte, entre las grandes economías para las que hay información reciente, el paro en Francia está en el 8,8% tras subir dos décimas, mientras en Alemania, que esquivó en un primer momento los envites de la crisis, está en el 7,6% tras cinco meses al alza. Además, los datos de abril que aún no recoge Eurostat muestran un nuevo incremento de 58.000 parados a pesar de los subsidios del Gobierno destinados a evitar despidos masivos antes de las elecciones de septiembre.
Aunque ahí no se acaban las malas noticias para España, ya que el mercado laboral español también ostenta el triste liderato en cuanto al paro femenino con una tasa del 17,9% del total de mujeres en condiciones de trabajar y entre los menores de 25 años, con un 35,4%. En cuanto al paro masculino, la tasa del 17,1% es la tercer más alta de la UE. Frente a ello, el desempleo entre los hombres ha pasado en un año del 6,5% al 8,6% en el área del euro y del 6,2% al 8,3% en toda la UE, del 7,3% al 8,3% entre las mujeres y del 18,3% para los jóvenes.
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