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Putin: es peligroso imprimir más dinero |
El jefe del Gobierno ruso, Vladímir Putin, señaló hoy que es poco razonable y hasta peligroso imprimir más dinero para cubrir el déficit presupuestario.
Se calcula que el déficit presupuestario en 2009 alcance casi 3 billones de rublos ($86.000 millones), lo que representa el 7,4% del PIB.
"El problema se debe resolverlo con métodos civilizados aprobados en el mundo entero, como por ejemplo, aprovechando las reservas acumuladas en los años anteriores o tomando préstamos en condiciones de mercado, aunque esta última medida no la necesitamos por ahora", comentó Putin en la reunión el Gobierno.
"El Ministerio de Finanzas considera que es posible tomar préstamos en el mercado interno, pero en los mercados externos no, y tampoco pensamos imprimir más dinero porque es una medida poco razonable y hasta peligrosa", subrayó el jefe del Gobierno ruso.
(continue: Putin anuncia paquete anticrisis)
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Vladímir Mau, rector de la Academia de Economía anexa al Gobierno, considera que Rusia está en un período de "estanflación clásica" (inflación y estancamiento). Lo testimonian el creciente desempleo y una inflación de dos dígitos. Por tanto, es necesario combatir la crisis con métodos diferentes a los que usan naciones industrializadas.
A diferencia de EEUU que inyecta dinero en la economía y trata de espolear la demanda interna, Rusia debería optar por una política drástica en materia crediticia, monetaria y de presupuesto, opina el experto.
Evgueni Nadorshin, economista jefe de Trust Bank, está de acuerdo con él. Critica los intentos de "inyectar dinero barato en la economía" y piensa que, en realidad, Rusia atraviesa actualmente por "una crisis de sobreproducción". "No tiene ningún sentido ahora otorgar créditos directos a las empresas porque reducen la actividad inversionista y usarían este dinero para incrementar las existencias en los depósitos", señaló. El Estado, a juicio de Nadorshin, debería apoyar a las empresas de forma indirecta, a través de concursos y en ningún caso a fondo perdido. Es la única manera de preservar un entorno competitivo.
Oleg Viuguin, presidente de MDM Bank y miembro de la directiva de la Asociación rusa de empresarios y directores industriales, sugiere al Gobierno actuar con prudencia, para que la comunidad empresarial tenga una especie de "ancla de estabilidad". El tipo de cambio del rublo y el ritmo de la inflación han de ser estables; los compromisos sociales deben tener suficiente financiación; y la asistencia directa a las empresas ha de ser puntual y limitarse a sectores realmente estratégicos.
En general, los expertos son bastante optimistas en cuanto al efecto de las medidas anticrisis y consideran que Rusia ha resistido ya el mayor impacto en plano macroeconómico.
El Gobierno ruso tiene previsto examinar hoy dos documentos que van a determinar la situación económica del país a corto plazo: una versión revisada de los presupuestos de 2009 y el programa anticrisis.
Gazeta.Ru
"Nuestra recién formada clase media se adapta mal a la crisis. Surge un gran desnivel entre sus esperanzas y la severa realidad. Le falta la estrategia de cómo disminuir los riesgos y los gastos", señaló.
Según Fiódorov, la clase media rusa agotará rápido los recursos acumulados, porque no está acostumbrada a vivir con arreglo a sus medios.
El director del Centro Analítico Yuri Levada, Lev Gudkov, comparte esa opinión.
"Los estudios que realizamos en febrero último muestran que la crisis preocupa especialmente a los grupos que se vieron favorecidos por los cambios que se operan en el país. Es la llamada clase media, a la que corresponde un 15% de la población", dijo Gudkov entrevistado por RIA Novosti.
La versión completa de las entrevistas concedidas puede leerse aqui.
Parece que existe un consenso dentro del gobierno ruso sobre la delicada situación interna y de los pronósticos poco alentadores a mediano plazo.
Con claridad y sin rodeos, el vicepresidente del ejecutivo Igor Shuvalov afirmó en declaraciones a la televisión este sábado que la economía rusa había tocado fondo o estaba a punto de hacerlo.
Estoy de acuerdo con aquellos expertos que aseguran que llegamos al fondo o nos encontramos en un punto cercano, comentó en una extensa entrevista sobre la crisis y las recientes medidas anunciadas por el gobierno.
Dijo que la administración hará cuanto sea posible para suavizar el impacto de los cataclismos en la economía y recalcó el compromiso de materializar el programa social prometido.
Pese al período complejo, el comportamiento del mercado bursátil y la estabilidad que cobra el rublo suman votos para los partidarios de una recuperación en el horizonte de las turbulencias financieras.
En la semana que recién concluye el dólar estadounidense se abarató en más de un 4,0 por ciento, frente a un rublo en espiral creciente. La inflación, sin embargo, sigue en el blanco de las preocupaciones gubernamentales y en el centro de las pesadillas del ruso de a pie. En casi tres meses el índice inflacionario subió en poco más de 4,5 por ciento, superior a lo plantificado.
En el nuevo plan anticrisis, la administración se propone mantener la inflación en el umbral de los 13 o 14 puntos porcentuales (13,3 en 2008), como registro anual, aunque existen riesgos para un escenario negativo en cuanto al indicador.
La crisis impuso al gobierno ruso una revisión de los parámetros fundamentales del presupuesto para el actual período fiscal, marcado por un balance negativo entre gastos e ingresos, un problema que había quedado en el pasado hace casi una década.
Se calcula que el déficit presupuestario ascienda a unos tres trillones de rublos, equivalentes a más de 85 mil millones de dólares y a un 7,4 por ciento aproximadamente del Producto Interno Bruto (PIB).
Con una merma de casi un 40 por ciento de las entradas, el ejecutivo proyecta erogaciones superiores a los nueve trillones de rublos (poco más de 281 mil 810 millones de dólares).
Al presentar la versión del proyecto de Presupuesto, el primer ministro, Vladimir Putin, admitió que la era de los “petrodólares” había terminado y vaticinó un déficit en las cuentas para varios años en adelante.
En adición, el blindaje anticrisis estará sustentado financieramente con un desembolso de 1,6 trillones de rublos (más de 46 mil millones de dólares).
Putin consideró prudente aplicar una política responsable mediante una estrategia presupuestaria conservadora a fin de preservar la confianza en el sistema financiero nacional.
El borrador del programa anticrisis, sometido hoy a un amplio debate público, incluye siete prioridades del Gobierno, con el epicentro en las garantías de financiamiento a la política de cobertura social.
Al mencionar las áreas beneficiadas como la demografía, educación y salud, el jefe de gabinete recordó que son “nuestras prioridades y no tenemos la intención de revisarlas”.
Con las terceras reservas internacionales más grandes, Rusia afronta otro de los peores estragos de la crisis como la reducción de sus arcas a ritmos inauditos.
Sólo en la semana del 6 al 13 de marzo, las reservas bajaron en cuatro mil 400 millones de dólares, al disminuir de 380 mil 500 a 376 mil 100 millones de dólares, considerada así una de las sangrías más grandes de los últimos tiempos.
El alza del desempleo, contracción del PIB y de la producción industrial se suman al balance negativo de este primer trimestre en tiempos de crisis.
Los aires de confianza soplan en la dirección del Ministerio de Desarrollo Económico, cartera que a su vez lleva las riendas de las proyecciones de los parámetros fundamentales.
En la más reciente reunión del equipo económico su titular, Elvira Nabuillina, mostró convicción de que ocurrirá una recuperación a finales de año, aunque bajo algunas condiciones, precisó.
Para la ministra existen factores que pueden propiciar una coyuntura favorable como un proyectado crecimiento de los ingresos por concepto de exportación y la sustitución de importaciones ante la devaluación del rublo.
De momento, según Nabuillina, deben resolverse ante todo los problemas relacionados con el estancamiento bancario-crediticio y la brecha entre el tipo de interés y la norma de beneficio (ganancias) en la economía.
La demanda externa sobre los productos rusos decayó durante el primer trimestre de 2009 en 45,4 por ciento. Se requerirá asimismo restituir la demanda de consumo interno y la inversionista.
En esa dirección el gobierno estimula con su paquete de medidas anticrisis los subsidios sociales, compensaciones y reajustes de pensiones y salarios.
Otro de los obstáculos mayúsculos por vencer es la inflación que solo al cierre del trimestre acumuló un alza de 5,4 por ciento, mientras el ejecutivo prevé "frenar" el indicador en el umbral del 13,0 por ciento.
En 2008 el registro fue de 13,3 puntos porcentuales, el máximo alcanzado desde 2002, cuando la inflación se igualó a 15,1.
Con todos los aires optimistas, tampoco el escenario externo dibuja perspectivas favorables a una recuperación en los próximos 10 años, quizás 20.
En opinión del ministro ruso de Finanzas, Alexei Kudrin, Rusia no contará con las mismas condiciones que existieron entre 2000 y 2004, cuando se produjo el despegue de la economía.
Rusia deberá prepararse para una salida de la crisis no tan rápida como en 1999-2000, tras las turbulencias financieras y económicas de 1998, alertó Kudrin.
De cumplirse los pronósticos sobre una caída del Producto Interno Bruto entre 2,2 y 5,5 por ciento, el país sufrirá la primera recesión del siglo XXI, después de un crecimiento sostenido en casi ocho años.
Odalys Buscarón Ochoa
PL para RIA Novosti
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