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Guerra contra los paraísos fiscales |
Ahora tercia el Europarlamento, que enfila los cañones hacia Austria, Luxemburgo, Suiza, Liechtenstein, Man, Guernsey (ambas son feudos de la corona inglesa), Mónaco, Andorra y San Marino. Estados Unidos llevará el asunto al G-20.
En realidad, lo nuevo es que los legisladores de la Unión Europea pongan en la lista a Luxemburgo. Este ducado –lo inventó el congreso de Viena, 1815- es el refugio fiscal más grande fuera de Suiza. Es miembro de la Eurozona y lo fue del Benelux (junto con Bélgica y Holanda).
Pese a su pequeñez, Luxemburgo tiene un operador al frente del Eurogrupo –ministros financieros de la Eurozona-, Jean-Claude Junker, que aspira a encabezar el Banco Central Europeo. Nada menos. Ahora, Washington y Estrasburgo (Europarlamento) convergen en los ataques contra aguantaderos extraterritoriales.
Tanto EE.UU. como el parlamento europeo –con apoyo de Alemania y Francia- presionan para definir “acciones definitivas” contra paraísos fiscales en la región. El gobierno de Barack Obama se centra en Suiza-Liechtenstein, en tanto los legisladores de Estrasburgo apuntan a Luxemburgo.
En todos los casos, la herramienta más sujeta a embates es el secreto bancario. Además hay tres villanos de película: el citado Junker, la dinastía Grimaldi (Mónaco) y Alois II, príncipe heredero de Liechtenstein. Austria había salido de la lista en 2003, pero tal vez regrese por falta de colaboración con las autoridades alemanas. Por ejemplo, en el caso Siemens.
Como las papas queman, de pronto Andorra, Liechtenstein y Austria reducirían los alcances del secreto al estilo suizo. Pero Luxemburgo y Holanda (sus Antillas fueron pioneras en lavado de dinero) no quieren saber nada. En la otra punta, un bloques de europarlamentarios exige directamente eliminar los “off shore” existentes en toda la UE.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
¿Por qué?
¿Por qué si hasta ayer mismo como quién dice, antes del estallido de la crisis financiera, a nadie en su sano juicio neoliberal se le ocurría cuestionar la existencia de esas lavanderías de dinero sucio, ahora se las quiere dinamitar?
¿Por qué razón que nada tiene que ver con la ética es ahora indispensable suprimirlas?
No es por razones morales, generalmente reñidas con las siempre triunfantes razones pragmáticas. Luego si no es por razones morales, que siempre estuvieron claras aunque fueran ignoradas y aún despreciadas olímpicamente por la razón neoliberal, tendrá que ser por algún motivo que los inesperados dinamiteros consideren esencial. Y el motivo, aunque no lo confiesen abiertamente, es que los paraísos fiscales se han convertido ahora en un obstáculo para la refundación del sistema financiero internacional, porque con ellos escapa del sistema una parte considerable de la riqueza que es absolutamente incontrolable.
Esa situación resultaba tolerable y de hecho era permitida por los Estados durante el auge de la globalización neoliberal, pero ahora cuando la crisis golpea cada día con mayor fuerza al sistema y quiebran las empresas y crece el desempleo y el Estado no puede seguir mirando hacia otra parte como hacía hasta ahora, también ha llegado la hora de que los Estados, en una situación de emergencia del sistema, obliguen a los capitales fugados, evadidos, escondidos en las indecentes madrigueras fiscales a aflorar. Y si no es por las buenas, con benevolentes amnistías fiscales, por las malas, usando la dinamita de la presión política y económica que siempre tuvieron y nunca quisieron emplear.
En definitiva, los paraísos fiscales son una licencia, un lujo que hoy el sistema no se puede permitir. Cuando la falta de liquidez del enloquecido sistema financiero neoliberal agrava lo que ya se ha convertido en una crisis productiva, es necesario rescatar la riqueza que permanece oculta en los paraísos fiscales.
Es indispensable si se quiere instaurar un modelo de arquitectura financiera regulada sin excepciones. Es indispensable si los Estados quieren recuperar unos recursos sin los que difícilmente podrán tratar de reanimar la decaída actividad productiva. Es indispensable si se quiere contener la rabia, la cólera creciente de quienes desempleados, empobrecidos contemplan con indignación la insolidaridad de aquellos que cobijan sus inconfesables fortunas en los santuarios consentidos de los paraísos fiscales.
Francisco Morote Costa
Ayer habían comunicado lo propio Andorra y Liechtenstein. Tras la crisis y las demandas de la opinión pública, los gobernantes de los países reunidos en el G20 decidieron un vuelco, pidiéndole a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) trazar una lista negra de los países que no colaboran en temas de evasión fiscal.
Según analistas, temiendo repercusiones no sólo sobre el sistema bancario sino sobre toda la economía, Suiza, Luxemburgo y Austria explicaron que quieren cooperar y adherir a las normas de la OCDE, aunque su legislación no será modificada.
En Suiza, un cambio de normas sobre secreto bancario tendría fuertes polémicas políticas internas.
Las normas sobre secreto bancario suizo no cubren actividades delictivas como el fraude fiscal, sino sólo la evasión simple.
Según los observadores, la vía que las autoridades suizas podrían seguir sería la de recibir, evaluando caso por caso, los pedidos provenientes del exterior respecto de delitos punibles.
En Austria, el secreto bancario está previsto por una norma constitucional y sólo modificable con una mayoría política calificada.
El ministro de Finanzas austríaco, Josef Proll, ha aceptado proveer información bancaria en casos de sospechas "justificadas y argumentadas".
En cuanto a Luxemburgo, el ministro del Tesoro, Luc Frieden, se dijo listo a redimensionar el campo de aplicación del secreto bancario y proceder al intercambio de información en el marco de la lucha contra los fraudes fiscales, pero a condición de que este principio sea respetado también en países extra Unión Europea, para evitar fugas de capitales.
En la práctica, habrá acuerdos que eviten la doble imposición conforme al modelo OCDE.
En cambio, Bélgica abolirá en 2010 toda norma sobre el secretario bancario.
Los grandes países que sufren evasión fiscal ahora esperan que a las declaraciones sigan conductas realmente colaborativas.
Según el ministro de Economía francés, Christine Lagarde, "el diablo se oculta en las particularidades".
Si Europa parece moverse, más difícil, según expertos, son las presiones sobre países extra Unión Europea.
De momento, sólo Singapur, Hong Kong y las Islas Cayman han expresado intención de participar en intercambio de información fiscal.
(ANSA)
Asimismo, Suiza señaló que cumplirá con los estándares exigidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para la ayuda en procesos fiscales internacionales, a los que el gobierno de Berna se había opuesto hasta ahora.
Con ello, según observadores, el Ejecutivo helvético quiere evitar formar parte de una "lista negra" oficial de la OCDE, en la que se nombrará a los Estados que "no cooperen" en la investigación de delitos fiscales. El jueves se estimaba además que los ministros de Finanzas del G20 también elaborarán próximamente una lista similar.
La creciente presión de las principales economías del mundo -que pierden fuertes sumas de dinero cada año por evasión de impuestos- forzó también a Luxemburgo a un paso similar hoy. El Ejecutivo del pequeño país europeo anunció hoy que está dispuesto a dar información cuando haya suficientes indicios de un delito fiscal.
Pero Luxemburgo seguirá sin aceptar peticiones generales o "preventivas" del extranjero, agregó el ministro de Finanzas, Luc Frieden, que destacó que su país quiere evitar que cualquier autoridad fiscal de otro país pida "datos de manera general, sin una sospecha concreta".
Con esta concesión, el Gran Ducado de Luxemburgo espera no pasar a formar parte de la "lista negra" del G20. Frieden señaló que la secretaría de la OCDE le había confirmado que "Luxemburgo no es un paraíso fiscal", después de que su gobierno anunciara que respetará también los estándares fiscales internacionales de la organización.
También Austria siguió hoy por el mismo camino, iniciado ayer por Liechtenstein y Andorra. Esta mañana, el ministro de Finanzas austriaco, Josef Pröll, informó que los bancos del país brindarán informaciones a autoridades extranjeras en casos en los que haya una "sospecha fundada", incluso si todavía no se ha empezado un proceso judicial. Pröll agregó sin embargo que no se cambiarán para ello las leyes fiscales del país.
También Suiza dejó claro que las concesiones no implican un levantamiento total del secreto bancario. Para los contribuyentes que tengan que realizar sus pagos al fisco suizo, señaló Merz, las medidas no implicarán sin embargo cambio alguno, ya que Suiza no prevé cambios legales respecto al secreto bancario.
Antes de implementar la nueva regulación, apuntó por otro lado el ministro, será necesario alcanzar nuevos acuerdos bilaterales con otros países.
El gobierno rechaza también un "intercambio automático de informaciones (fiscales)" como el que es habitual entre los países de la Unión Europa, agregó Merz. En Suiza, el Estado brinda hasta ahora ayuda en procesos fiscales sólo en casos de fraude, por ejemplo cuando se falsifican documentos.
"El secreto bancario no protege contra los delitos fiscales", dijo ahora Merz al respecto. Recientemente habían surgido fuertes críticas contra Suiza por la diferenciación entre los conceptos de evasión de impuestos, por un lado, y de fraude fiscal, por otro, sobre todo por parte de Estados Unidos.
La entrega de los datos confidenciales de presuntos evasores fiscales estadunidenses por parte del banco helvético UBS a las autoridades del país norteamericano había sido considerado previamente como una primera ruptura del secreto bancario, en vigor en Suiza desde los años 30.
Sólo Andorra había ido este jueves más allá que el resto de países al anunciar que levantará el secreto bancario de forma íntegra. El primer ministro Albert Pintat informó que su Ejecutivo firmó una declaración en París para aprobar una ley que permita la supresión del mismo hasta el próximo noviembre.
Esta modificación de la regulación permitirá ampliar el intercambio de información con otros países "en determinados casos".
Asimismo, el Consejo Federal anunció que está dispuesto a revisar los acuerdos de doble imposición.
No obstante, el gobierno suizo dejó muy claro que el secreto bancario continúa existiendo, y que la adaptación a los estándares de la OCDE en materia administrativa no modifica las reglas para los contribuyentes domiciliados en Suiza.
La decisión del gobierno suizo se enmarca en la intención del G-20 -que se reunirá en Londres el 2 de abril próximo- de incluir en una "lista negra" a los países considerados paraísos fiscales y a los que no colaboran con los miembros de la OCDE en la lucha contra la evasión y el fraude fiscal.
Las normas de la OCDE contemplan el intercambio de informaciones a petición de las autoridades fiscales de los países para llevar a cabo investigaciones específicas sobre personas sospechosas de fraude fiscal.
En esta línea, el ministro de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, ha subrayado que la privacidad de los clientes debe seguir siendo protegida contra la consulta "injustificada" de informaciones relativas a su situación patrimonial, "sin que ello signifique que el secreto bancario proteja a los autores de delitos fiscales".
También Austria, que tiene uno de los secretos bancarios más restrictivos de Europa, ha anunciado hoy que permitirá abrir las cuentas bancarias de ciudadanos extranjeros en caso de sospechas de autoridades fiscales de otros países.
El ministro Finanzas, Josef Pröll, ha recordado que esas sospechas deberán estar "bien documentadas y justificadas" para que las autoridades bancarias accedan a abrir las cuentas de un cliente extranjero.
Andorra, Liechtenstein y Luxemburgo han asumido los estándares de transparencia en materia fiscal de la OCDE, y Bélgica anunció ayer que pondrá en marcha un nuevo sistema de intercambio de información.
La Comisión Europea ha acogido "con satisfacción" estas inicitivas, que se producen cuando se aproxima la cumbre del G-20 de Londres y ante las perspectivas de revisión de la lista de países no cooperadores en materia fiscal que fue solicitada por Francia y Alemania con el apoyo de otros países.
En este sentido, la Autoridad de los Mercados Financieros de Francia (AMF) ha asegurado que HSC Worldwide (HSC) contactó con inversores franceses por teléfono para ofrecerles acciones en empresas estadounidenses en mercados no regulados.
Por su parte, la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero (FMA) de Austria ha emitido un comunicado en el que afirma que Gaz Fin y HSBC Dubai Trade no poseen la licencia requerida para realizar transacciones bancarias en el país alpino.
La CNMV publica puntualmente este tipo de avisos en el apartado de "advertencias" que aparece en su página de Internet, www.cnmv.es, con el objetivo de mejorar la protección a los inversores, teniendo en cuenta la creciente internacionalización de los mercados de valores.
El ministro subrayó que "Luxemburgo no es un paraíso fiscal según los criterios de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico"), lo que le fue confirmado ayer por el propio secretario general, Ángel Gurría, durante la visita que Frieden realizó a París, agrega la nota.
Además, de acuerdo con la interpretación luxemburguesa, "el secreto bancario no es incompatible con las normas de la OCDE", por lo que el Gran Ducado "mantendrá su secreto bancario como instrumento de protección de la vida privada".
Ahora bien, "el secreto bancario -y ésa ha sido siempre nuestra posición, añadió Frieden- no protege contra las violaciones de la ley".
Tras estas decisiones, Luxemburgo "exige" que el intercambio de información conforme a las reglas de la OCDE "se convierta en el único principio de aplicación en la Unión Europea".
"Ésa va a ser nuestra posición en las negociaciones futuras en torno a cierto número de proyectos de directiva que ha propuesto la Comisión Europea y que serán discutidos en el Consejo de la UE", concluye el comunicado.
En su comunicado, la ABA –que agrupa a Andbanc, Crèdit Andorrà, BIBM, Banca Privada d’Andorra y Banc Sabadell d’Andorra– afirma que los futuros acuerdos bilaterales que Andorra firmará con países terceros como España, Francia o Portugal, y que darán lugar a cláusulas de intercambio de información, “garantizarán la protección de los datos de los clientes con carácter general y, por lo tanto, la confidencialidad de la banca andorrana que asegura el secreto bancario”.
Según la patronal bancaria, “el intercambio de información que prevé la declaración solo será efectivo bajo demanda justificada y fundamentada, sin que esto suponga facilitar, en ningún caso, listados de personas, es decir solicitudes colectivas y generalizadas de información, lo que se conoce como fishing expeditions”.
La ABA destacó ayer que, tras la firma de la Declaración de París, Andorra “no se encontrará en peor situación que cualquiera de los países cooperadores” de la OCDE, y subrayó que el compromiso adoptado por el Gobierno “no altera la estabilidad del sistema financiero andorrano”.
Porque, más allá de la nula o baja fiscalidad, constituyen un sector de los mercados financieros globales, con la ventaja competitiva de la opacidad, y forman parte de la banca en la sombra que los gobiernos han respetado al concederles ayudas y avales a los bancos en dificultades.
Y es que la supresión de los paraísos fiscales requerirá tocar la libertad de los movimientos de capitales y otros aspectos del actual orden internacional.
Eso se vio claramente en febrero de 2008 en el debate de la Cámara de los Comunes británica sobre si la nacionalización del Northern Rock Bank abarcaba o no también a la entidad Granite, domiciliada en la isla de Jersey y ligada al banco, pero propiedad de un fideicomiso benéfico registrado en otro paraíso fiscal.
Esta empresa se había empleado para la emisión de bonos respaldados por el banco hasta que estalló la crisis en el verano de 2007 y quebró el negocio porque ya no podía refinanciar los préstamos.
El neoliberalismo aún dominante niega el papel de los mecanismos offshore en la crisis financiera, que ya se reveló en verano de 2007 con la quiebra de los dos fondos de alto riesgo o hedge funds del entonces quinto banco de inversiones, Bear Stearns.
Dichos fondos estaban registrados en las Islas Caimán como simples letterbox companies (buzones de correos), a los cuales se les concedían préstamos apalancados, es decir, con un endeudamiento superior a su capital, para que especularan con valores respaldados por hipotecas subprimes.
Operativas similares fueron utilizadas por los Landenbanken –los bancos regionales alemanes rescatados luego con dinero público–, por el franco belga Dexia, el conglomerado asegurador AIG de EEUU y los hedge funds de Madoff (véase www.laeuropaopacadelasfinanzas.com)
Los llamados paraísos fiscales son parte del denominado shadow banking system (sistema bancario en la sombra), como se denomina a un sector subalterno de la gran banca surgido para atraer a los grandes inversores con los fondos de alto riesgo y los instrumentos estructurados (ABS, SIV, etc)
La llamada “ingeniería financiera” desarrolló la titulización o conversión de créditos/deudas en activos financieros comercializables en los mercados mundiales, gracias a la libertad de los movimientos internacionales de capitales con escasa supervisión.
Como en noviembre de 2007 denunciaba el fundador de la firma financiera estadounidense Pimco, Bill Gross, ese sistema bancario desregulado y oculto era “libre para crear mágica y místicamente préstamos hipotecarios subprime y luego empaquetar en una caterva de conductos (conduits) de tres letras que únicamente podían explicar los magos de Wall Street”.
En la larga etapa de crecimiento económico y finanzas globalizadas, esta operativa paralela permitía, en primer lugar, desvincular del banco matriz la propiedad de los activos financieros negociados mediante vehículos en los paraísos fiscales offshore.
Así se gestionaba toda clase de operaciones opacas fuera de la contabilidad oficial de la banca con el fin de sortear la supervisión de los bancos centrales, con el catastrófico resultado final.
En segundo lugar, se diseminan los riesgos en las operaciones de compraventa de activos financieros encadenando transacciones que pasan por diversos centros offshore; facilitadas por el espacio financiero europeo sin fronteras para los fondos y sin supervisor comunitario.
De modo que los impagos de deudas hipotecarias en Michigan, convertidas en títulos adquiridos por otros bancos, se convirtieron en pérdidas para ahorradores españoles.
En tercer lugar, para las grandes operaciones se practica, desde entidades en paraísos fiscales offshore, el denominado arbitraje regulatorio o legislativo, que designa la posibilidad de optar o de combinar diferencias entre las diversas legislaciones nacionales o jurisdiccionales, tanto en fiscalidad como en la regulación y el grado de control y supervisión financiera.
La banca en la sombra, responsable de la especulación y de las burbujas financieras e inmobiliarias en los años anteriores a la crisis, según los analistas críticos, habría producido la mitad del nuevo crédito generado en los EEUU; y la financiación de esos instrumentos innovadores ligados a centros offshore, que obtenían efectivo barato a corto plazo, alcanzaba el pico de los 1,2 billones de dólares en el verano de 2007, mientras que en años anteriores había oscilado entre los 600 y los 700.000 millones (Financial Times, 16-12-2007).
Obviamente, la crisis financiera produjo el progresivo desmantelamiento parcial de esa operativa bancaria offshore, reflejado en la contabilidad de los bancos matrices con pérdidas millonarias y reduciendo al mismo tiempo su volumen. Pero sin llegar a la desaparición de sus instrumentos bancarios opacos, porque ni las nacionalizaciones sui géneris ni las ayudas ni avales de los gobiernos de la Unión Europea han exigido a la banca la supresión de filiales y sociedades instrumentales en paraísos fiscales –como solicitó Attac-España al Gobierno en 2005– y que el G-20 tendrá que abordar en serio para superar la crisis del sistema.
Juan Hdez. Vigueras
Autor de ‘La Europa opaca de las finanzas y sus paraísos fiscales ‘offshore’.
Además de Santander, Chile demandará a Banco de Chile, Espirito Santo de Portugal, y al PNC Financial Services Group Inc., que absorbió al Banco Riggs en 2005.
De acuerdo con el gobierno chileno, Pinochet amasó una fortuna de 26 millones de dólares de los cuales 20 millones son ilegales.
La demanda contra Santander y otras instituciones bancarias recalca que muchas de las cuentas secretas del dictador chileno habrían quedado expuestas si los bancos a los que involucra el procedimiento hubieran acatado las normas sobre lavado de dinero.
En la demanda se establece que "aún más trágico, algunas de esas instituciones financieras fueron más allá de la simple negligencia y optaron por ayudar a Pinochet (...) a ocultar la fuente y verdadera propiedad de fondos substanciales que fueron depositados en sus instituciones".
En México el lavado de dinero prácticamente no se investiga, dio a conocer en octubre de 2008 el diario The Washington Post.
De acuerdo con la revista Forbes, el narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, amasa una fortuna de mil millones de dólares producto del lavado de dinero del narco.
De acuerdo con el Washington Post, en México la Comisión Nacional Bancaria y de Valores no tiene en su portal de internet información de ninguna sanción a alguna institución bancaria por lavado de dinero pese a que está obligada por ley a reportar esta información.
Calderón se refirió así un día después de que Forbes incluyera en su lista de los hombres más ricos del mundo a Joaquín "El Chapo" Guzmán, capo del cártel de Sinaloa, uno de los más grandes y violentos del país.
Según la revista estadounidense, el capo mexicano ocupa el sitio 701 de los millonarios del mundo con una fortuna calculada en 1.000 millones de dólares.
El gobernante mexicano destacó que de los asesinatos atribuidos al crimen organizado el año pasado en México, 6.500, el 93 por ciento está vinculado "directa o indirectamente a alguna de las bandas del crimen organizado".
Calderón preguntó cómo se explica un mercado tan grande de drogas, el mercado más grande del mundo, en Estados Unidos, sin la corrupción de ciertas autoridades estadounidenses.
(Xinhua)
Por su parte, el fiscal general Eduardo Medina Mora sí critico sin tapujos a Forbes por hacer "apología del delito y de un criminal". A su juicio, es "deplorable" equiparar la actividad de Guzmán con la de empresarios honestos. "Jamás aceptaré que un criminal pueda ser reconocido como alguien destacado, aunque sea por una revista como Forbes", lamentó Medina Mora.
La publicación estadounidense calcula que el narcotráfico en México y Colombia movió 18.000 y 39.000 millones de dólares durante el año pasado. 'El Chapo', cuyo apodo se debe a su escasa altura, habría ganado el 20 por ciento de esa cantidad, lo suficiente como para almacenar una fortuna de 1.000 millones de dólares.
El convenio más adelantado es el de Andorra con Francia, que está previsto para antes del 15 de noviembre, y por el que Andorra facilitará información administrativa, fiscal y bancaria de personas que estén siendo investigadas por fraude. A cambio, Francia eliminará la retención del 33,3% que aplica a las exportaciones andorranas. España aplica el 25%.
Pintat defendió que actualmente Andorra ya lucha contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, y que mantendrá el secreto bancario en las mismas condiciones que lo hacen Luxemburgo o Suiza. Calculó que las reformas para ganar transparencia internacional deberán completarse en 12 meses para adaptarse al nuevo contexto económico que surgirá tras la crisis.
El ministro mencionó las condiciones establecidas para compartir información sobre clientes, las cuales, dijo, "mantendrán en principio el secreto bancario".
"En mi opinión, estas declaraciones son inaceptables, pues resultan desdeñosas y agresivas en cuanto a su sustancia y su forma", dijo el lunes la ministra de Relaciones Exteriores de Suiza, Micheline Calmy-Rey, citada por Swissinfo.
El embajador alemán Alex Berg dijo que tomó nota de las inquietudes de Suiza durante el encuentro de hoy con el secretario del Estado de Asuntos Exteriores de Suiza, Michael Ambuhl, informó Swissinfo.
El gobierno suizo anunció la semana pasada que cooperaría en los casos sobre evasión fiscal internacional tras las presiones de importantes potencias para que se tomen medidas enérgicas contra los llamados paraísos fiscales.
(Xinhua)
Un comentario de Karl Zawadzky.
Para los evasores de impuestos la situación se pone cada vez más difícil. A las declaraciones de Austria, Liechtenstein y Andorra asegurando su cooperación en la lucha contra las evasiones de impuestos, se unen ahora las de Luxemburgo, Bélgica y Suiza en el mismo sentido. Incluso Singapur y Hong Kong quieren dejar de ser los oasis a donde van a parar las fortunas de los que evaden sus pagos al fisco. Cabe resaltar que este cambio de postura no tiene que ver con rectificaciones morales, sino más bien con intereses de supervivencia económica.
Los hasta ahora paraísos fiscales quieren evitar que se los incluya en la “lista negra” que será elaborada durante la próxima cumbre del G-20 en Londres, que comenzará el 2 de abril.
Está claro que el que conste en esa lista no sólo será mal visto sino que no será tomado en cuenta para negocios serios.
Para los grandes bancos suizos ello representaría la exclusión de los flujos internacionales; en el caso de Luxemburgo, los bancos podrían cerrar sus oficinas. Para ambos, la lista negra sería sinónimo de catástrofe.
Más fundaciones que habitantes
Por muchos años, Suiza ha sido famosa por cuidar con celo el secreto bancario, algo que ha atraído hacia el país alpino dinero de todo el mundo. Por su parte, los bancos en Liechtenstein fueron siempre muy solícitos cuando se trataba de crear fundaciones, cuyo único fin era evitar el pago de impuestos de las rentas de capital. De estos métodos no sólo se sirvieron los ricos del mundo, sino también los asalariados de alto nivel.
Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –que coordina la política económica de los grandes países industrializados- unos 5,5 billones de euros han ido a parar a diversos paraísos fiscales. En Liechtenstein hay más fundaciones para evadir impuestos que habitantes.
Evasores grandes y pequeños
En el pequeño Luxemburgo hay un barrio entero lleno de filiales de bancos de todo el mundo. En Suiza están emplazados grandes bancos de relevancia internacional para captar los capitales que huyen de otros países. Los clientes son millonarios estadounidenses, grandes industriales alemanes, déspotas del Tercer Mundo y traficantes de armas. También mucho pequeño empresario alemán ha cedido a la tentación de pasar –con ayuda de bancos alemanes- dinero hacia Luxemburgo.
¿Qué hacer con la fortuna?
A todo esto, como resultado de las últimas investigaciones, se quiere poner fin. Lichtenstein estaba en la mira del fisco alemán desde hacía tiempo, pero cayó sólo cuando un infiel empleado de banco puso al servicio de los Servicios Secretos Alemanes los datos de cuatro mil evasores. La “víctima” más prominente de esta acción fue el gerente de Deutsche Post, Klaus Zumwinkel.
Estados Unidos amenazó al tambaleante banco suizo UBS la licencia y consiguió los nombres de 300 grandes evasores; en pocos meses 260 mil millones de dólares han sido retirados de ese banco, uno de los administradores de fortunas más grandes del mundo.
Sin duda se plantea la pregunta: ¿a dónde llevar el dinero si se cierra un paraíso fiscal tras otro? Las fortunas que aparecen de la mañana a la noche despiertan las sospechas de los ministerios de Finanzas. Por eso, los bancos de Suiza y Liechtenstein -antes de responder o notificar a las instituciones pertinentes- quieren ofrecerles a sus clientes la posibilidad de una transición ordenada, una especie de amnistía.
Los ministros de Finanzas de los países industrializados no tienen por qué ceder en este punto, pues en realidad tienen la sartén por el mando. La evasión de impuestos ya no se ve como un delito caballeresco, sino como un acto criminal. Perseguirlo no será difícil una vez que se abran orificios en el firme muro del secreto bancario.
Es mejor confesar a tiempo
Para ciudadanos de los países industrializados que hayan guardado su dinero en el extranjero y que hasta el momento no hayan pagado impuestos sobre los rendimientos de su capital, la situación no pinta mal. La mayoría de países les tiende un puente, ofreciéndoles la posibilidad de declarar voluntariamente y pagar sus impuestos, también la consiguiente multa – se libran sin embargo de ser enjuiciados. Quien, por el contrario, no actúe en consecuencia, corre el gran riesgo de que un buen día la Fiscalía toque a la puerta y el peso de la ley caiga sobre él.
Karl Zawadzky
Deutsche Welle
Según quienes han delatado anónimamente al banco, Barclays puede haberse beneficiado en hasta 1.000 millones de libras (1.100 millones de euros) al año gracias a las complejas estratagemas utilizadas para burlar al fisco. Barclays niega, sin embargo, las acusaciones y esta semana logró que un juez obligara al periódico a retirar de su portal de internet una serie de documentos internos que contenían información confidencial.
El portavoz liberal demócrata para asuntos económicos, Vince Cable, comentó a ese propósito: "Es un día triste para la democracia. La publicación de esos documentos que muestran cómo Barclays utilizó paraísos fiscales para evitar el pago de impuestos es en interés del público".
Barclays negocia actualmente con el Tesoro británico un plan capaz de asegurarle frente a eventuales pérdidas, que se financiaría con dinero público.
Según The Guardian, los bancos están sometidos actualmente a fuertes presiones para que renuncien a sus mecanismos de evasión de impuestos ya que resulta escandaloso que recurran a ellos mientras tienen que acudir al dinero público para superar la crisis.
El Royal Bank of Scotland, en el que el Gobierno ha adquirido una participación del 70% para evitar su quiebra, ha disuelto el departamento que se ocupaba de idear estratagemas para burlar al fisco. "Sería totalmente equivocado pedir con una mano dinero al Tesoro y robarle con la otra", dijo una fuente del banco.
Según explicaron al diario británico fuentes próximas de la división de mercados de capital estructurados de Barclays, la principal tarea que tienen encomendada es lucrarse con las operaciones de comercio fiscal.
“Algunos bancos ya han tomado dichas precauciones. Si hoy voy a Alemania a visitar a otras dos entidades con las que puedo intentar llegar a un acuerdo, podrían detenerme para interrogarme”, asegura.
El máximo responsable de esta entidad, que guarda su identidad, y que no se ha visto sometido a estas restricciones asegura al diario económico que “Hoy si eres un banquero de Suiza que va a Estados Unidos tienes miedo de que te retengan para interrogarte. Me lo pienso dos veces antes de ir a América”, señala.
Las prohibiciones para viajar se han centrado principalmente en los viajes con destino Estados Unidos, después de la detención el año pasado de un antiguo banquero de UBS, el mayor banco suizo, como parte de una investigación federal sobre evasión de impuestos.
Las prohibiciones y la cautela no sólo también afectan a los viajes con destino Europa. “Los banqueros no están viajando ni siquiera a Francia. No están saliendo de Ginebra”, comenta otro banquero a Financial Times.
Estas restricciones se producen antes de la reunión, la próxima semana, del G-20 donde se discutirá la adopción de medidas drásticas en torno a los paraísos fiscales. Bajo presión de otros países, Suiza, que se estima que tiene cerca de un tercio de la riqueza mundial situada en paraísos fiscales, acordó este mes relajar sus leyes respecto al secreto bancario así como aceptar los estándares internacionales de transparencia en lo que a impuestos se refiere.
Esta semana los paraísos fiscales salieron nuevamente a flote ante un pedido a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de hacer una evaluación de cómo operan los diferentes centros financieros globales respecto a los mecanismos existentes para combatir el fraude fiscal.
Tal solicitud, fue realizada por los organizadores de la Cumbre del G-20 (los siete países más ricos y los emergentes) que se efectuará el 2 de abril venidero, en la que el tema de la arquitectura financiera es parte fundamental de la agenda.
El primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, afirmó que en la lista del G-20 debían figurar los territorios dependientes de la corona británica.
Juncker se quejó en una entrevista de que las islas británicas de Jersey, Guernesey o la de Man no están siendo sometidas a la misma presión que Luxemburgo, Suiza o Liechtenstein por su comportamiento como paraísos fiscales.
Consideró que la voluntad de esa agrupación de buscar un mayor control sobre la crisis financiera mediante una reglamentación más rigurosa para una regulación monetaria efectiva, choca con esos intereses.
El gobernante fundamentó su argumentación en el hecho de que no se pueden reglamentar los mercados financieros en una parte del globo y en la otra no.
Entretanto, el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrck, calificó de inaceptables y desproporcionadas las diatribas lanzadas desde Suiza contra él a raíz de su crítica a la falta de cooperación por parte de ese país en cuanto a la eliminación de los lugares ideales para la evasión fiscal.
La norma de la OCDE exige que se proporcione la información en casos simples de tributación, apuntó el titular, para quien el acceso a la información bancaria debe concederse independientemente de si existe o no una sospecha de evasión fiscal.
A la sazón, la ministra suiza de Exteriores, Michelena Calmy –Rey, manifestó esta semana el enojo de su país tras haber sido señalado como paraíso fiscal por la OCDE, y calificó de no transparente la lista elaborada por ese organismo.
Luego de aseverar que Suiza no clasifica en esa categoría, también negó que la nación no coopera al respecto, y aseguró que podría figurar, si existiera, en una relación de quienes luchan contra el blanqueo de dinero.
Son comparables a los prostíbulos en aquellas ciudades del interior: indispensables para que los casamientos pudiesen ser eternos, indecentes para mantener la moral vigente.
Es así que funcionan los llamados “paraísos fiscales”, según la definición eufemística de la OCDE: impuestos insignificantes o inexistentes, ausencia de transparencia en materia fiscal, refugio fácil de empresas fantasmas que tienen actividades locales ficticias.
Los recursos depositados en ellos son calculados en 10 billones de dólares, en 4 mil bancos y 2 millones de sociedades naranjas*.
El G 20 dice que va a discutir el tema, tomando medidas contra los paraísos fiscales. No se trata de un súbito ataque de moralidad, sino de la necesidad de conseguir el regreso de capitales hacia la economía formal.
No será fácil.
Suiza, por ejemplo, defiende con uñas y dientes una de las mayores fuentes de atracción de capitales ilegales en el mundo.
Un tercio de las fortunas mundiales individuales son captadas por los bancos suizos, con la promesa del manto del secreto bancario.
Un ministro de economía de Suiza llegó a declarar que el secreto bancario forma parte de la identidad nacional y por eso no podría ser tocado.
Por ese motivo, “El secreto bancario es innegociable”, dijo el ministro de las finanzas suizo.
Una de las tantas dificultades para que el G 20 tome medidas contra los paraísos fiscales, que superen la simple retórica, es que las grandes empresas son las primeras en apelar a la evasión fiscal sistemática.
Los paraísos fiscales no son frecuentados solo por firmas exóticas para hacer pequeños negocios ocultos.
Los paraísos fiscales son destinados antes que nada a las grandes multinacionales.
“Los bancos van a buscar en los territorios offshore una clientela que no existe en otros lugares”, dice el diario francés Libération. “Las empresas industriales son atraídas por una fiscalización laxa”.
A partir del momento en que los bancos trabajan con fortunas, éstos alegan que no pueden dejar de trabajar en esos territorios.
El banco suizo BNP Paribas afirma, en sus publicidades:
“Suiza, su sistema jurídico incuestionable y su secreto bancario, inscrito en la ley, garantizan a la clientela privada el respeto a los derechos individuales dando una dimensión legal a la confidencialidad tradicional de los bancos suizos”.
Todo para confirmar el titulo del famoso libró de Jean Ziegler:
“Suiza lava más blanco”.
Un de los mayores bancos brasileros pagó publicidad de apertura de la revista británica The Economist, la de mayor influencia en el mundo, anunciando en el pié de página que, entre otras localidades, tiene sede en un famoso paraíso fiscal.
¿Que sistema económico es ese que necesita prostíbulos, de lugares recónditos, por donde pasa gran parte del dinero producido por el comercio de drogas, de armamentos clandestinos que, fabricados por empresas de las grandes potencias mundiales, aquellas que dominan el Consejo de Seguridad, supuestamente preocupado de velar por la paz mundial, producen la gran mayoría de las armas que alimentan los conflictos que ellos deberían combatir?
La propia impotencia en combatir los paraísos fiscales, situados algunos de ellos en el propio corazón de Europa occidental, demuestra como estos son funcionales al capitalismo.
Un capitalismo que abriga en su seno negocios ocultos, pero esenciales para su proceso de reproducción.
* Se dice de las empresas que ejecutan o elaboran artificios fraudulentos para evadir impuestos y estafar al fisco.
El G-20 aprobará en la esperada cumbre de Londres una serie de medidas para aumentar la supervisión de los paraísos fiscales. Según ha anunciado el consejero estadounidense de seguridad nacional para asuntos económicos internacionales, Michael Froman, al diario 'The Wall Street Journal', las principales economías mundiales fijarán un 'código de circulación' que se incluirá en el comunicado que se emitirá al finalizar la cumbre.
La supervisión de los paraísos fiscales se convertirá así en uno de los principales objetivos del G-20 y se sumará al paquete de medidas para el estímulo económico global y para la mejor coordinación de las principales economías del mundo y de los países emergentes, como Brasil, la India o China.
Froman ha explicado que los líderes políticos que participarán en la cumbre de Londres ya han mantenido "una serie de conversaciones" sobre los paraísos fiscales, que se verá reflejada en la 'hoja de ruta' que se aprobará para restringir la actividad de todos aquellos que aprovechan los países del Caribe y de otros lugares para no pagar impuestos.
No obstante, Estados Unidos mantiene discrepancias con países como Alemania o Francia, que están decididos a emplear la mano dura y pretenden incluir en la lista negra de paraísos fiscales a todas aquellas naciones que no acaten las decisiones del G-20.
"El presidente de EEUU abrazará la llamada europea de combatir los hedge funds", adelantó Froman.
El periódico señala que Myners ha usado un fideicomiso ciego (mecanismo que permite ceder la administración de los bienes a un tercero sin conocer de su manejo posterior, usado con frecuencia por cargos públicos para evitar conflictos de interés), para ocultar 250.000 libras (unos 270.000 euros) en un paraíso fiscal.
'The Sunday Times', que asegura haber visto detalles de la operación, señala que aunque no es ilegal, evidencia la hipocresía del político, que, pese a hacer uso de esos refugios, debe proponer medidas contra ellos de cara a la próxima cumbre del G-20 en Londres.
"Flagrante hipocresía"
Cuando accedió al Gobierno el pasado octubre, Myners transfirió sus acciones en el fondo de inversión alternativa Ermitage, radicado en el paraíso fiscal de Jersey, a un fideicomiso ciego, con lo que eludió el escrutinio público, según explica el rotativo. Diputados consultados por el periódico describen las actividades financieras de Myners como una "flagrante hipocresía" que socavará la credibilidad de Brown, que ha hecho de la lucha contra los paraísos fiscales uno de los puntos centrales de su plan para afrontar la crisis económica.
Myners ya estuvo en el centro de la polémica hace unas semanas al conocerse que había participado en la firma del acuerdo que permitía al ex consejero delegado del Royal Bank of Scotland, Fred Goodwin, forzado a dimitir tras el descalabro financiero de la entidad, cobrar una pensión millonaria vitalicia.
Ese banquero añadió: “Si hoy voy a Alemania a visitar dos entidades con las que trabajo, en la aduana alemana pueden pararme e interrogarme”.
Las prohibiciones para los banqueros suizos de viajar al extranjero se han incrementado después de que en 2008 un ejecutivo senior de UBS, el mayor banco de Suiza, fuera arrestado en Estados Unidos.
“Los bancos privados no están viajando a Francia. Los socios no están saliendo de Ginebra para nada”, dijo al Financial Times el banquero suizo que les dio la información.
Sin embargo, "no hay bases para clasificar a las Regiones Administrativas Especiales chinas de Hong Kong y Macao como paraísos fiscales, por lo cual China expresa su firme oposición", señaló.
En la cumbre del G20, algunos países propusieron una lista negra de áreas consideradas paraísos fiscales, con el fin de tomar medidas en contra de las zonas que se considera que no cooperan con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Como un país responsable, China propuso desde los primeros momentos de la crisis financiera global que la comunidad internacional debería impulsar la cooperación y enfrentar unida la crisis financiera, comentó Qin.
"China desempeña un papel activo y constructivo en la discusión de la comunidad internacional sobre cómo enfrentar la crisis financiera internacional, cómo reformar el sistema financiero y monetario internacional, y cómo intensificar los controles financieros", explicó.
(Xinhua)
En una rueda de prensa, Bergara se rehusó a comentar específicamente la nómina divulgada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
No obstante, el funcionario destacó que "Uruguay no es un paraíso fiscal" porque su contexto "bancario y tributario" no configura esa denominación.
Bergara precisó que Uruguay cuenta con un sistema financiero "serio" y que es la Justicia de su país la encargada de determinar cuándo puede levantarse el secreto bancario.
El sistema judicial puede actuar por sospechas o denuncias de depósitos con dinero proveniente de evasión fiscal, terrorismo o narcotráfico, destacó.
Recordó que con la aprobación de la Reforma Tributaria, en 2007, se eliminaron las Sociedades Anónimas Financieras de Inversión (SAFI) , como forma de adecuarse a la normativa internacional.
La autoridad del Banco Central aseguró que el secreto bancario "es un tema muy complejo" y que "no hay países con sistemas financieros serios que no tengan alguna forma de secreto bancario".
(Xinhua)
Luxemburgo figura en el documento como un país que no ha puesto hasta ahora en marcha medidas para cooperar en el intercambio de información en asuntos fiscales, aunque ya ha anunciado su disposición a hacerlo.
La implementación del intercambio de información demanda tiempo, destacó Juncker, ya que su país tiene que firmar acuerdos bilaterales con otros países. Luxemburgo tiene en marcha conversaciones con Francia y Alemania, agregó el primer ministro.
En la lista publicada hoy por la OCDE, dividida en tres categorías, figuran países como Costa Rica y Uruguay como países que no colaboran con las autoridades fiscales, en la categoría más estricta. En la tercera, de "centros financieros no cooperativos", están Chile y Guatemala, entre otros.
(continue: Extraño comportamiento OCDE)
Son los llamados paraísos fiscales, que no cuentan con impuestos sobre la renta y que no ejercen control sobre las inversiones. La lista oficial está dividida en colores según el nivel en que los países cooperan en investigaciones de evasión de impuestos (negro, gris oscuro y gris claro). La OCDE castiga con el dedo a cuatro países, Uruguay, Costa Rica, Filipinas y Malasia. Sin embargo, deja fuera de ella a Suiza, que se incorpora a la gris claro.
Discrepancias entre los países
Como era de esperar, la lista de la OCDE no ha hecho ninguna gracia a los líderes políticos de los países que han sido incluidos. Si bien el organismo afirma que se trata de una "lista informativa" y que las eventuales sanciones serán decisión de cada país, el formar parte de ella es un mal indicio y muestra una imagen negativa del país.
Para Suiza, que no se considera un paraíso fiscal, aparecer en el listado es "deplorable", en palabras del presidente y ministro de Finanzas suizo, Hans Rudolph Merz. De hecho, después de enfrentar severas críticas por permitir al banco UBS revelar la identidad de 300 clientes estadounidenses y así evitar cargos criminales, varios países han presionado para incluir a Suiza en la lista negra.
A pesar de esta clasificación, el país alpino ha cooperado en casos de evasión fiscal internacional y lavado de dinero, poniendo fin a una larga tradición de proteger a extranjeros acaudalados sospechosos de esconder sus fortunas. Si bien Suiza está abierta al diálogo en ciertas materias, como la de la doble imposición, seguirá manteniendo la protección de su secreto bancario y la confidencialidad de sus clientes, a menos que los gobiernos extranjeros aporten pruebas fehacientes en casos de evasión fiscal.
El secreto bancario es la principal condición para formar parte de la lista. Así países como Austria, Bélgica y Luxemburgo, al igual que Suiza considerados "centros financieros", se clasifican en el gris-claro. Estos países han expuesto su compromiso por respetar los estándares internacionales, aunque sus promesas aún no se han visto materializadas en medidas concretas.
Austria plantea mayores esfuerzos para compartir información con otros países sobre presuntos delincuentes impositivos. Bélgica planea salir de la lista en los próximos meses y aplicar a partir del 2010 un sistema automático de intercambio de información financiera con los demás miembros de la Unión Europea.
Ambos critican a la OCDE por dejar fuera de la lista a otros paraísos fiscales como las Islas Anglonormandas, dependientes de la corona británica, o las Islas Vírgenes americanas. El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, lamentó que en la lista no se incluyera a algunos Estados de EE.UU. como Delaware.
Países como Andorra y Liechtenstein, que aparecen en gris-oscuro, aseguran que van a cooperar, pero que mantendrán el secreto bancario. En el caso de Liechtenstein, Alemania ha presionado para que haya más transparencia en el sector financiero, después de que en febrero se descubrieran casos de evasión fiscal masiva por parte de ciudadanos alemanes.
Desde Montevideo, se rechaza enfáticamente la clasificación de la OCDE, argumentando que el secreto bancario es un factor de estabilidad para el sistema financiero uruguayo. La categoría otorgada se debe a que antes los no residentes no pagaban impuestos, aspecto que fue eliminado por el nuevo sistema tributario.
Por su parte Malasia rechazó la inclusión de la isla de Labuan como un territorio que no facilita información bancaria, a pesar de haber dado pasos en materia de cooperación en la materia. Otro afectado, Filipinas, aseguró que dará los pasos necesarios para cumplir las expectativas de la OCDE.
(la lista completa)
Luchando contra los «paraísos fiscales» que la provocaron, afirman la canciller Angela Merkel y el presidente Barack Obama.
Pero, ¿no se trata más bien de empujar los capitales disponibles hacia la Unión Europea y los Estados Unidos para contrarrestar así, con el dinero de los particulares, la bancarrota de esos Estados, esclavos de la finanza internacional?
«Desde el momento que la mayoría de la gente entiende a fondo los engranajes de la estrategia de choque, se hace más difícil tomar desprevenidas a las colectividades locales y desorientarlas. En pocas palabras, resisten a los choques» Naomi Klein, in La stratégie du choc. La montée d’un capitalisme du désastre.
El 22 de febrero, durante la conferencia de prensa que se desarrolló en Berlín después de la preparación del G20 para la cumbre de la Unión Europea, el primer ministro británico Gordon Brown hizo una sorprendente observación:
«Necesitamos un “New Deal” mundial […]»
Y, concretamente:
«Estamos concientes de que, en las esferas por donde pasan flujos financieros mundiales, no resolveremos el problema con autoridades meramente nacionales, sino que necesitamos autoridades e instancias mundiales de vigilancia, que velen por que las instituciones financieras que operan en el mercado nos comuniquen todo lo que hacen»
Gordon Brown no dijo exactamente lo que estaba pensando.
Pero el economista Wilhelm Henkel, uno de los promotores del recurso contra la instauración del euro en Alemania, había dicho ya el 11 de febrero, en entrevista a la publicación Frankfurter Rundschau, lo que se pensaba sobre el tema a nivel de la Unión Europea:
«Eso sería el fin de la democracia de los Estados europeos. Un gobierno económico dotado de poderes dictatoriales remplazaría a la constitución y los parlamentos»
En la conferencia de prensa del 22 de febrero, se le preguntó a la organizadora de la reunión, la canciller alemana Angela Merkel, cuál era para ella el resultado más tangible del encuentro. Respondió:
«Al comparar ese resultado con el plan de acción de Washington, se ve más claridad en la persecución de los paraísos fiscales, de las “manchas blancas”, en lo tocante a las instituciones, los productos, pero sobre todo en cuanto a las diversas plazas financieras»
Antes había amenazado:
«Tenemos que desarrollar un mecanismo de sanciones contra los que no cooperan, ya sean paraísos fiscales o sectores de operaciones opacas. La acción debe ser muy concreta.
Pensamos que de aquí al 2 de abril, pero también puede ser de aquí al encuentro de ministros de Finanzas, hay que hacer listas en las que se vea bien quién se ha negado hasta ese momento, a participar en esa cooperación internacional»
Y el hombre de la maniobras sucias, el presidente Sarkozy, se hizo eco:
«No permitiremos que nada ni nadie impida la realización de las ambiciones de la cumbre del 2 de abril (G20 de Londres, dedicada a la crisis financiera), ya que son de alcance histórico. Si logramos coronar con éxito esa cumbre, abriremos un nuevo capítulo»
Steg, vocero del gobierno alemán, anunció ese mismo día, como resultado de la cumbre Berlín, que «todos los mercados financieros tenían que someterse a una vigilancia o reglamentación adecuadas» y que «elaboraremos mecanismos de sanción para prevenir mejor los peligros provenientes de los países que no están dispuestos a cooperar, incluyendo a los paraísos fiscales»
Aunque Suiza no se mencionaba en ninguno de los comunicados oficiales, estaba claro que la cumbre estaba dirigida contra ese país. Así que no fue casualidad que el Frankfurter Rundschau publicara el 23 de febrero el titular «Härtere Strafen für Steuersünder» (aumento de las penas que se aplican a los contribuyentes que tienen problemas con el fisco) acompañado de la imagen de una ciudad y de un bandera suizas.
No fue tampoco por casualidad que la estación de radio Deutschlandfunk, vinculada al gobierno alemán, organizó, precisamente el 23 de febrero, una discusión sobre un libro abyectamente titulado «Schurkenstaat Schweiz?» (Suiza, ¿Estado renegado?) en el que se insinúa que es Suiza –no los señores y señoras de la alta finanza de Nueva York y de Londres– quien provocó la crisis financiera mundial.
La realidad es que Suiza molesta.
Los grandes patrimonios depositados en ese país suscitan envidia fuera de Suiza, sobre todo entre los establecimientos de la alta finanza que han decidido acrecentar todavía más su propio patrimonio mediante contribuciones fiscales y nuevas reparticiones.
Hay que abandonar la idea según la cual el neoliberalismo es lo único que conviene a los intereses monetarios y a las aspiraciones de poderío de la alta finanza al imponer cada vez más desregulación y más privatizaciones y limitar la acción del Estado.
Si resulta oportuno, se recurre a otro instrumento.
Y parece que ha llegado el momento de hacerlo, lo cual caracteriza el tránsito de la política de Bush a la de Obama.
Los miembros de la alta finanza no tienen ninguna preferencia de principio por determinado régimen político.
Lo importante para ellos es acrecentar sus ganancias.
Así lo hicieron bajo el capitalismo de Estados Unidos, el comunismo de la Unión Soviética, al igual que bajo el fascismo y el nacional socialismo europeos.
La situación sigue siendo la misma hoy en día.
Está dicho en el libro de C. Edward Griffin:
El engendro de Jekyll Island.
La Reserva Federal, institución de emisión de Estados Unidos. El más espantoso monstruo que la alta finanza internacional haya creado jamás [Título traducido a partir de la versión alemana, NdT]
Esta también se benefició con la acción de Franklin D. Roosevelt, presidente de los Estados Unidos, quien «actuó en interés de la alta finanza a través de son New Deal y de otras leyes promulgadas a partir de 1933»
Eso señala el libro de Anthony S. Sutton intitulado Wall Street y Roosevelt [Obra agotada cuya versión numérica puede obtenerse mediante el vínculo que aparece al final de esta página].
Lo que le molesta a la alta finanza son los Estados y los pueblos soberanos cuya evolución política determinan sus propios ciudadanos, al igual que la evolución económica y social.
Así que no nada tiene de sorprendente que haya nacido un instrumento de dominación centralista y dirigista, violento, que interfiere los derechos individuales, autoritario, que acapara las estructuras del Estados y que abusa de ellas para hacerles creer a los pueblos que están ocupando de sus intereses, cuando en realidad se trata de los intereses de unas pocas personas.
Es lo contrario de un Estado de derecho y de un Estado social liberal y democrático.
En Europa, ese papel lo desempeña la Unión Europea, bajo la dirección de Angela Merkel.
En Estados Unidos, el nuevo presidente, Obama, va a asumir ese papel.
Sus proposiciones para resolver la crisis financiera son parecidas a las de la Unión Europea.
Pero los ciudadanos no están condenados a padecer a ese monstruo.
Por ejemplo, cada alemán que proteste hoy sin vacilación contra los ataques arbitrarios que sus vecinos suizos están sufriendo bajo la dirección de Alemania y contra el papel de chivo expiatorio que se quiere endilgar a esos vecinos estará actuando a favor de la libertad de todos los hombres.
Todos los alemanes pueden preguntarse también quién es el culpable de que su país tenga una cuota de gastos públicos y una carga fiscal considerablemente más elevadas que las de Suiza, una tasa de desempleo tres veces más alta, prestaciones sociales de menor calidad y ciudadanos mucho menos satisfechos.
Es posible que ése sea el resultado, en cierta medida, de una política alemana que sigue tratando a los habitantes del país no como ciudadanos de una república, sino como súbditos atados con correa.
Una política que sigue haciendo todo lo posible por desviar la atención de las graves faltas que cometió en el pasado.
Karl Müller
Impulsados por Francia y Alemania, el G-20 acordó que los países deberían sumarse a las normas mundiales sobre compartir información tributaria, con el compromiso de cooperar cuando se sospecha de un delito.
Ante la amenaza de ser incluidos en la lista negra, Luxemburgo, Suiza, Austria, Mónaco y otros países firmaron los estándares definidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) justo antes de la cumbre celebrada en Londres.
La OCDE puso a Luxemburgo, Austria y Bélgica -todos miembros de la Unión Europea- en una "lista gris" de países que se han comprometido a mejorar la transparencia pero que aún no han firmado los acuerdos de doble tributación necesarios. Luxemburgo la calificó de "fatua".
"Creo que el tratamiento de ciertos estados es incomprensible", dijo su primer ministro y ministro de Finanzas, Jean-Claude Juncker.
"Negociaremos los acuerdos de doble tributación. Cuando hagamos eso, desapareceremos de la lista", añadió, al llegar a una reunión de ministros de la eurozona en Praga.
El ministro de Finanzas de Austria, Josef Pröll, dijo que la lista de paraísos fiscales de la OCDE debería ser más discutida.
"Como miembro de la OCDE, espero ser escuchado y ser capaz de unirme a la discusión y participar una decisión conjunta", afirmó. "Ya hemos dado información sobre casos individuales, sin que hubiera pasos legales".
"No necesitamos, por eso (la declaración del G-20) afrontar el secreto bancario tal y como existe en Austria en nuestra ley de práctica bancaria".
Diplomáticos dijeron que el objetivo de la lista gris es presionar a los países que sólo se han adherido a las reglas de la OCDE para que las apliquen con más rapidez.
Contra la transparencia
La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, dijo que nadie puede objetar la transparencia.
"¿Cómo se puede estar furioso contra un principio que consiste en decir que se necesita transparencia? ¿Que los impuestos deben ser pagados donde deberían serlo? El dinero que financia al terrorismo, las redes que escapan gracias a rincones oscuros del mundo, continuarán financiando esas causas escandalosas e inciertas", dijo a la prensa.
"Si ciertos estados se niegan a la transparencia, necesitamos un arsenal de sanciones que ya está planeado y en el que los ministros de finanzas han trabajado y que enviaremos al próximo (encuentro del) G-20 en septiembre", agregó.
Las sanciones podrían incluir significativos incrementos en los requerimientos de capital para las entidades financieras europeas que tengan relaciones con centros tributarios que no cooperen, indicó Lagarde.
La OCDE publicó el jueves pasado una lista de los "paraísos fiscales" entre los que figuran como los países que menos cooperan en el intercambio de información tributaria Costa Rica, Uruguay, Malasia y Filipinas.
Sobre la eventual participación argentina en la inclusión de Uruguay en la lista, el ex ministro dijo que hasta hace unos días tenía la "sospecha", pero "ahora no tengo más" y señaló su certeza del hecho.
La OCDE anunció el viernes que excluyó a Uruguay de "jurisdicciones no comprometidas con los estándares internacionales" de cooperación en materia de información tributaria.
Tras recibir un compromiso del gobierno de Uruguay, la OCDE llevó al país sudamericano a la nómina de "jurisdicciones que pese a no estar cumpliendo (con los estándares internacionales)" se compromete a hacerlo.
Astori, quien se desempeñó como ministro del presidente de izquierda Tabaré Vázquez (2005-2010), tildó el episodio con la OCDE de "lamentable" y señaló que ese organismo mostró "imprudencia" al publicar una lista y modificarla al otro día.
Argentina ha denunciado que contribuyentes de ese país evaden su sistema tributario colocando depósitos en Uruguay, país donde el secreto bancario puede levantarse sólo por orden judicial.
Según las encuestas, Astori se ubica segundo en las preferencias de los votantes del Frente Amplio (FA) de cara a las elecciones internas de junio que definirán al candidato a la presidencia con miras a los comicios de octubre.
(Xinhua)
"Es demasiado pronto todavía para decir cuáles serán exactamente nuestras propuestas, pero estamos discutiéndolo en el Colegio de Comisarios cómo dar un seguimiento concreto a algunas de las decisiones (adoptadas en el G-20). Es necesario que las jurisdicciones que no cooperan cooperen en la lucha contra la evasión fiscal", subrayó el jefe del Ejecutivo comunitario en rueda de prensa para explicar este miércoles la nueva estrategia comunitaria para ayudar a los países en vías de desarrollo a sortear la crisis económica.
Aunque Barroso reconoció que "efectivamente hay polémica en algunos de nuestros Estados miembros" por su inclusión en la lista negra de paraísos fiscales como jurisdicciones que no cooperan contra la evasión fiscal como Luxemburgo, Austria o Bélgica, se mostró convencido de que tras anunciar compromisos para cooperar "saldrán de esta lista negra".
"Sé que efectivamente hay una polémica en algunos de nuestros Estados miembros respecto a esta lista. Lo importante es poner en relieve el progreso que estamos intentando alcanzar en esta área. Ayer algunos de estos países que estaban en lo que llamamos la lista negra han anunciado ya su disponibilidad de cooperar, así que muy probablemente saldrán de esta lista negra", recalcó el jefe del Ejecutivo comunitario.
El Ejecutivo comunitario no ha querido pronunciarse sobre la lista elaborada por la Organización para la Cooperación Económica en Europa (OCDE) y ha remitido toda posible crítica al organismo. "Si hay críticas que hacer al documento de la OCDE hay que dirigirlas a la OCDE", recalcó Barroso.
"Nunca he hablado de una lista negra, blanca o de ningún otro color", apostilló Barroso, pero dejó claro que desde la Comisión Europea están "muy satisfechos" por las conclusiones del G-20 en la lucha contra los paraísos fiscales. "Estamos muy orgullosos de hecho del resultado del G-20 en materia de lucha contra los paraísos fiscales", reconoció.
"Hemos hecho una gran contribución para ello. De hecho, fue la orientación que definimos en el Consejo Europeo e incluso antes lo dije muchas veces en esta sala: que uno de nuestros objetivos era el de poner fin a la situación actual, donde hay muchas entidades financieras que escapan a todo control y toda supervisión. No hay suficiente transparencia", explicó el portugués.
El portavoz de Empresa e Industria, Ton Van Lierop precisó por su parte que la comunicación de Bruselas analizará "las consecuencias" de las decisiones concretas del G-20, "especialmente por la referencia a la aplicación de los estándares internacionales para el intercambio de información fiscal y poner fin a la era del secreto bancario". "Se propondrán pasos concretos para una adopción rápida de la nueva realidad", explicó.
Los recientes compromisos de algunos países para relajar el secreto bancario y "avanzar hacia la adaptación de los estándares y el artículo 26 de la OSDE" sobre el intercambio de información fiscal, "tendrán consecuencias en el marco legislativo europeo", adelantó el portavoz.
"Damos la bienvenida a los compromisos recientemente hechos por varios países para ir hacia la adaptación de estos estándares y el artículo 26 de los estándares de la OCDE.
Tenemos una agenda ambiciosa sobre cómo los nuevos compromisos se van a convertir en acciones concretas para realmente reforzar el intercambio de información y transparencia por razones fiscales. Estos compromisos tendrán consecuencias en el marco legislativo europeo", concluyó Van Lierop.
La "lista negra" de paraísos fiscales realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) quedó vacía de contenido este martes, cinco días después de haber sido divulgada a pedido del G-20.
La OCDE informó que Costa Rica, Filipinas y Malasia, los tres países que permanecían en su "lista negra" de paraísos fiscales, se comprometieron a adoptar las reglas internacionales básicas que les permiten salir de esa nómina.
Como anticipó BBC Mundo el viernes, Uruguay, el otro país que integraba la "lista negra" de la OCDE divulgada el jueves, se había asegurado su salida menos de 24 horas después de que fuera ubicado públicamente en ella.
Ahora los cuatro países han pasado a la denominada "lista gris" de la OCDE, que enumera las naciones y territorios que se han comprometido a adoptar estándares internacionales en materia fiscal, pero aún no lo hicieron.
Tres listas
La OCDE, con sede en París, publicó su la lista de sitios que incumplen las normas fiscales mínimas a pedido de la cumbre del G-20 reunida en Londres, para aumentar la presión contra la evasión impositiva.
En esa cumbre, los líderes de las 20 mayores economías mundiales anunciaron el "fin de la era del secreto bancario" y se declararon "listos a desplegar sanciones para proteger (sus) finanzas públicas y sistemas financieros".
La OCDE señaló entonces tres listas: la "negra" con los países y jurisdicciones indiferentes a las reglas internacionales, la "gris" con los que han prometido aceptarlas y la "blanca" con los que ya las han adoptado.
Mientras la lista de países menos transparentes estaba integrada por cuatro países, en la intermedia figuraban 38 naciones y territorios, entre ellos Chile, Guatemala, Panamá, Belice, Austria, Mónaco, Liechtenstein, Luxemburgo y Suiza.
En la lista blanca había 40 menciones, incluidos Argentina, México, Estados Unidos y China, aunque en este último caso la OCDE aclaró que exceptuaba las regiones administrativas especiales de Macao y Hong Kong, que no fueron mencionadas aunque entran en la zona "gris".
"Feliz"
Al anunciar este martes el vaciado de la "lista negra", el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, dijo que los movimientos registrados en los últimos días son "una de las primeras prestaciones de la reunión del G-20".
Gurría explicó en conferencia de prensa que Costa Rica, Filipinas, Malasia y Uruguay "se comprometieron completamente a intercambiar información" sobre sus sistemas financieros, y se declaró "feliz" por eso.
El ex ministro mexicano de Hacienda agregó que ahora la OCDE se centrará en examinar "los progresos realizados" por las 84 jurisdicciones de sus listas.
"La cuestión de las sanciones ya no es relevante", comentó.
Polémica
La publicación de las listas de la OCDE y los cambios anunciados posteriormente han desatado polémica.
Uruguay y otros países protestaron inmediatamente por su inclusión y rechazaron el calificativo de "paraísos fiscales".
La organización internacional OXFAM cuestionó los "criterios" de la OCDE para confeccionar sus listas, en particular que las jurisdicciones deban firmar más de 12 convenciones de intercambio de información para entrar en la "lista blanca".
Según esa organización, hubo jurisdicciones como Jersey que se apresuraron a firmar tratados bilaterales en los días previos al G-20 para aparecer como comprometidas con los estándares internacionales.
"La cuestión no es saber si hay una lista negra o no, (sino) cuál va a ser el seguimiento de los compromisos", dijo Maylis Labusquiere, del programa de financiamiento para el desarrollo de OXFAM Francia, en diálogo con BBC Mundo.
Labusquiere negó que la OCDE sea la "única institución legitima para definir qué es un paraíso fiscal".
"Si hay una real intención de los líderes del G-20 de luchar contra los paraísos fiscales, se necesita un enfoque coordinado de diferentes instituciones internacionales", aseguró.
El gobierno suizo decidió el mes pasado aflojar su secreto bancario y adoptar el estándar de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) sobre asistencia administrativa en cuestiones de impuestos.
La medida vino en medio de una creciente presión internacional, en particular de Estados Unidos, Alemania y Francia.
Como resultado, Suiza va a renegociar sus acuerdos de doble tributación con más de 70 países.
Las negociaciones con Japón ya están en marcha.
(Xinhua)
"No queremos guerra con Suiza, pero sí transparencia fiscal".
Bruselas confirmó así que quiere negociar como bloque, y no estado por estado, un acuerdo bilateral contra el fraude tributario.
Simultáneamente, Suiza da banderazo a la negociación de un convenio para evitar la doble tributación con EEUU, un documento que respetará los principios de la OCDE.
El secreto bancario suizo inició una profunda metamorfosis el pasado 13 de marzo, cuando el gobierno helvético anunció –tras resistir varias semanas de presiones políticas internacionales- que flexibilizaría su secreto bancario para adecuarlo a los principios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De lo contrario –lo sabía extraoficialmente por fuentes de primer nivel- Suiza sería incluida en una 'lista negra' de paraísos fiscales y estados no colaboradores en materia de intercambio de información fiscal que se daría a conocer en Londres el 2 de abril durante la celebración de la Cumbre del G-20.
Lo inimaginable había sucedido: Suiza estaba dispuesta a anular el secreto bancario en casos de evasión, y no sólo en aquellos de fraude fiscal o presunción de blanqueo de dinero como hasta entonces.
Sin embargo, su disposición no rindió los frutos esperados.
Suiza fue incluida de todas maneras en una 'lista gris', en el apartado de países comprometidos con la transparencia fiscal, pero sin hechos concretos. Y sumarse a la 'lista blanca' -en la que se encuentran países como EEUU, Francia, Alemania o Italia- le exige renegociar 12 convenios para evitar la doble tributación (CDI) para ajustarlos a las reglas de la OCDE.
Y esta semana ha sido clave en este proceso.
UE, mensaje claro
La Comisión Europea (CE) confirmó ayer (28.04), mediante la presentación de un documento llamado 'Fiscalidad y buena gobernanza tributaria', su interés por renegociar un acuerdo anti-fraude con Suiza pero como bloque, no de forma bilateral estado por estado.
"El Consejo de la UE debe poner en marcha una política coherente y coordinada con países terceros que están en proceso de modificar sus prácticas fiscales, y es relevante que esto suceda a partir de una posición común", cita el documento.
Con ello, afirma la CE, se evitarían largas renegociaciones bilaterales.
Cabe mencionar que Suiza y la UE ya tienen un acuerdo contra fraude suscrito en 2004, pero que no incluye el intercambio automático de información fiscal entre Berna y Bruselas, que es lo que busca ahora la CE.
Por ello, el próximo martes 5 de mayo, durante la celebración del Consejo de Economía y Finanzas (Ecofin), que aglutina a los ministros respectivos de los 27 miembros de la UE, la Comisión Europea solicitará que autoricen un mandato para negociar intereses fiscales frente a Suiza de forma conjunta.
Un planteamiento que será una nueva fuente de fricciones entre Suiza y sus vecinos comunitarios.
Dardo rumbo a Suiza
En conferencia de prensa, Laszlo Kóvacs, comisario europeo para Asuntos Fiscales, afirmó el martes que "la UE no quiere una guerra con Suiza". Agregó que Europa considera a los suizos sus amigos, pero que requiere una transparencia tributaria absoluta en el futuro.
Y una negociación multilateral es, a juicio de la CE, el camino más seguro y práctico para alcanzar el objetivo de hacer transparente el intercambio de información fiscal y bancaria entre gobiernos.
Suiza observa el tema con una óptica muy diferente.
Su presidente, Hans-Rudolf Merz, ha reiterado a lo largo de abril que cada convenio fiscal con los países de la UE es diferente y requiere, en consecuencia, negociaciones diferenciadas.
Y dado que ya existe el acuerdo anti-fraude entre Berna y Bruselas suscrito en 2004, no es necesario regresar a él.
El Ministerio de Finanzas ha declinado realizar comentarios sobre las palabras de Kóvacs y también sobre el documento de la CE, pero confirma que siguen vigentes las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey, quien el pasado fin de semana dijo en Berna:
"No había razón alguna para renegociar un acuerdo contra el fraude que ya está en marcha. Y no tengo claro que todos los miembros de la UE estén dispuestos a abandonar sus competencias en materia fiscal para entregárselas a Bruselas".
Washington, en casa
Mientras Berna y Bruselas escriben un nuevo capítulo en su relación fiscal, Suiza inició este martes la negociación de un nuevo convenio para evitar la doble tributación (CDI) con Estados Unidos.
Los trabajos técnicos, que se realizarán en Berna, permitirán llegar a un borrador preliminar el viernes. El Ministerio de Finanzas ha sido hermético en la materia, no se darán avances que puedan entorpecer el proceso en marcha, pero ha confirmado que la delegación negociadora suiza está encabezada por Jürg Giraudi, jefe de la División de Asuntos Internacionales de la Administración Federal de Contribuciones (AFC).
Los negociadores estadounidenses también se han mantenido discretos.
Y Suiza tiene claro que, aunque todo nuevo acuerdo respete el artículo 26 del modelo de convención tributaria de la OCDE (ver CONTEXTO), no aceptará el intercambio automático de información fiscal de los contribuyentes, sino peticiones individuales y fundamentadas legalmente.
Una posición que no queda claro aún que será la ganadora.
swissinfo, Andrea Ornelas
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