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Morgan Stanley alerta sobre España |
Las perspectivas bursátiles de la firma estadounidense para la banca mediana española sólo contemplan caídas, superiores en algunos casos al 30%. Según los analistas de Morgan Stanley, 2009 será un año muy difícil para Banesto, Bankinter, Popular y Sabadell.
Morgan Stanley apenas deja resquicios para el optimismo sobre la evolución en bolsa de los bancos medianos españoles. En el arranque de 2009, la presión ya se ha dejado sentir en sus cotizaciones.
Dos de los bancos citados en el informe se sitúan en el podio de los valores más bajistas de todo el Ibex en 2009. Banco Sabadell lidera este ránking negativo, con un 19% de caídas, seguido de cerca por el 18% que se deja el Popular.
Banesto no se queda demasiado atrás, con el séptimo peor balance (-14%) de los 35 valores del Ibex. La excepción la pone Bankinter. Ajeno a las dificultades del sector, sus acciones logran una revalorización desde enero del 20%, la segunda mayor de todo el Ibex. En las últimas semanas, sin aparcar del todo expectativas de futuribles opa, desde ING destacaron que Bankinter era el mejor banco español es término de calidad crediticia.
Morgan Stanley se muestra menos selectivo a la hora de fijar las recomendaciones de los bancos medianos españoles. Aconseja 'infraponderar' en los cuatro valores incluidos en el informe, fruto de una rebaja también unánime de sus precios objetivos.
Las nuevas valoraciones de la firma estadounidense otorgan un potencial bajista del 36% en las acciones de Banco Sabadell, un 33% en las de Bankinter, un 26% en Banesto y un 18% en Banco Popular.
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
El banco ha rebajado el precio objetivo de Popular de 6 a 4 euros, el de Sabadell de 4,2 a 2,5 euros, el de Banesto de 9 a 6 euros y el de Bankinter de 5,6 a 5 euros.
Deutsche Bank rebaja el precio objetivo de BBVA
Por su parte, Deutsche Bank ha revisado a la baja el precio objetivo de BBVA de 15 a 9 euros debido a unas menores previsiones de beneficio por acción.
El banco alemán ha recortado en un 28% su previsión sobre el mimso en 2009 hasta 1,23 euros, tras referirse a un entorno económico cada vez más difícil y a las perspectivas de un débil crecimiento del crédito en los principales mercados.
Considera que BBVA está generando suficiente capital como para no tener que llevar a cabo una ampliación de capital, una de las grandes preocupaciones del mercado. Sin embargo, no le gusta la "sobreconcentración" de beneficios de BBVA en España y México y no comparte la visión del banco sobre el potencial de crecimiento de sus operaciones en EEUU. Duetsche Bank mantiene su recomendación de 'mantener'.
Su escenario básico contempla una morosidad de entre el 5% y el 6% en 2010 para la banca mediana (salvo Bankinter, para el que prevé un 3,5%), que les permitiría seguir dando beneficios gracias a su buena posición de solvencia, su colchón de provisiones genéricas y subestándar, la elevada proporción de créditos minoristas en su balance y la regulación conservadora del Banco de España.
Sin embargo, los analistas de la entidad norteamericana consideran que hay grandes riesgos de que este escenario no se cumpla por una serie de razones: el peligro para la calidad de los activos es que empeore, no que mejore, lo cual reduciría más todavía los beneficios; no hay visibilidad para los resultados antes de provisiones por la ralentización de los ingresos y la reducción de márgenes; la situación empeorará en la segunda mitad de 2009 antes de mejorar; la elevada exposición a los promotores inmobiliarios de algunos de estos bancos; y el peligro de más noticias negativas en nuestro país derivadas de los potenciales problemas en las cajas de ahorros.
La espada de Damocles del crédito promotor
Especial énfasis pone en la cuestión del ladrillo, puesto que Morgan Stanley espera que "la reciente serie de quiebras de grandes compañías probablemente va a continuar en los próximos meses". Por otro lado, opina que la estrategia de los bancos de comprar los activos a cambio de perdonar el crédito a las inmobiliarias antes de que quiebren, "aunque puede tener sentido (estos créditos no se incluyen en la tasa de morosidad), implica varios riesgos y, en nuestra opinión, sólo retrasa el dolor a un punto en el futuro".
Su escenario negativo contempla una tasa de morosidad para los promotores del 16% en 2009 y del 27% en 2010, y una tasa global de entre el 7% y el 8% este año. Lo cual provocaría que Popular, Sabadell y Banesto entre en pérdidas en 2009. La entidad norteamericana concede una probabilidad del 30% a este escenario.
Finalmente, considera que la prima con que cotizan los bancos españoles respecto a los europeos en términos de valoración no se justifica ante el deterioro del escenario y los grandes riesgos que lo amenazan. Teniendo en cuenta estos factores, rebaja los precios objetivos del sector hasta 4 euros para Popular (el viernes cerró en 4,85), 2,5 euros para Sabadell (se encuentra en 3,87 euros ahora), 6 euros para Banesto (6,71 euros el viernes) y 5 euros para Bankinter (7,38).
A su juicio, el mejor comportamiento relativo de los bancos españoles en 2008 -su desplome fue pequeño ante el de la mayoría de los bancos europeos- se explica por la baja liquidez de estos valores en bolsa y la sostenibilidad de los beneficios en 2008 por las elevadas provisiones antes de que empezaran los problemas. Teniendo en cuenta que 2009 "va a ser el verdadero año malo", esta situación ha empezado a invertirse en el último mes con la presentación de los resultados de 2008 y "es sólo el principio de una tendencia".
Popular frente a Bankinter
El valor que menos gusta a Morgan es Popular, para el que señala cinco factores negativos: tiene la mayor tasa de morosidad, tiene la menor cobertura de la morosidad (lo que significa menos margen para usar las provisiones genéricas para cubrir el deterioro de los activos), es el más afectado por la quiebra de las grandes inmobiliarias (llegó tarde al ciclo y tiene menos experiencia que sus competidores), los costes siguen creciendo y, al ser ya el banco más eficiente, tiene poco margen para reducirlos.
Por el contrario, Bankinter es el valor con menos riesgo, en su opinión, por su nula exposición a los promotores, su gran cartera hipotecaria de buena calidad y la ausencia de vencimientos en 2009. No obstante, cree que su precio ya descuenta todos estos elementos y existen serias dudas sobre la sostenibilidad de su actual modelo de negocio.
Además del acuerdo de refinanciación, también han pedido que se rescinda el contrato que firmó la banca en febrero de 2007, cuando aceptó financiar la compra de Fadesa por parte de Martinsa, y que se modificó en 2008, ya que establece una serie de prioridades de cobro para las entidades firmantes que "vulneran el principio de prioridad de pagos del Código Civil y de la propia Ley Concursal", la que se aplica a las empresas y personas insolventes.
Los tres administradores concursales -Antonia Magdaleno, Antonio Moreno y Ángel Martín Torres- también consideran que la refinanciación de la deuda de la inmobiliaria "no sirvió para evitar su insolvencia", ya que "se trata, en sustancia, de un acuerdo de aplazamiento de deuda pendiente, sin inyección de liquidez, puesto que su contenido se limitó a modificar la fecha de vencimiento de las obligaciones ya contraídas".
Asimismo, destacan que la deuda de Fadesa se vio "gravada con una importante comisión de novación" por cambiar las condiciones del acuerdo de financiación de 2007, que ascendió a 75 millones de euros, y cuya devolución reclaman ahora a Morgan Stanley.
De hecho, el banco de inversión estadounidense es una de las entidades contra las que más arremeten los administradores concursales, que se quejan de que "se ha encontrado con una actividad totalmente dilatoria y poco colaboradora de determinadas entidades firmantes del contrato de refinanciación".
Respecto a Morgan Stanley, afirman que fue la sociedad que intelectualmente creó la estructura de financiación, además de ser la que propuso a Martinsa la posibilidad de adquirir Fadesa, y la beneficiaria de la comisión de novación de 75 millones de euros.
"Lo que es más grave del asunto, y prueba evidente de mala fe de las (entidades) no adheridas (al pacto de renuncia de las garantías) es el hecho de que a lo largo de todo el procedimiento concursal han protagonizado una auténtica cadena de hechos dilatorios y sin duda tendentes a ponerse en una posición más favorable que el resto de los acreedores", se quejan los administradores concursales.
En concreto, destacan que entidades como Shinsei Bank o Banco Itáu no sólo no renunciaron a sus garantías, sino que dieron a su apoderado un poder con caducidad, lo que "nos invita a pensar que la actitud mostrada no es otra que la tendente a dilatar, entorpecer y sin duda favorecer mediante la oportuna imposibilidad de notificación y conseguir que sigan vigentes sus garantías con el fin, quién sabe, si de esperar a que transcurra el período de enfriamiento de un año para poder comenzar las ejecuciones".
"Es evidente que la mala fe con la que han actuado los demandados en este procedimiento debe llevar aparejada la pérdida de sus privilegios y la subordinación de sus créditos", concluyen los administradores concursales.
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