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El proteccionismo podría hundir a la UE |
La decisión de la UE de reunir a sus miembros en dos cumbres de emergencia con el objetivo de fortalecer las defensas contra el virus en mutación del proteccionismo es, en principio, una buena idea –siempre y cuando se cristalice en la concienciación colectiva de lo que está en juego y por qué–.
La respuesta de Europa a esta emergencia ha sido desigual, algo que tal vez no resulte sorprendente dada la impersonalidad global de la crisis y su profundidad aparentemente sin fondo. Pero esa no es excusa para implementar políticas que perjudiquen a los países vecinos y para una guerra de subvenciones –representada por el vergonzoso llamamiento del presidente Nicolas Sarkozy a los fabricantes franceses de coches para que “repatríen” su producción a Francia desde las plantas de ensamblaje del este de Europa–.
El sistema empresarial europeo se pone en riesgo a medida que los líderes sindicales abandonan los principios más elementales de la solidaridad y compiten jugando con fuego.
Sarkozy, que sufre claramente un problema de tono, no es, por desgracia, el único culpable. Por ejemplo, Gordon Brown, el primer ministro británico y podría decirse que el líder de la UE que mejor comprende el funcionamiento de las finanzas globales, predica la cooperación internacional en el extranjero mientras que practica el nacionalismo financiero en casa. Esto no es lo adecuado.
Tampoco basta con desestimar este comportamiento calificándolo de hipocresía predecible o de respuesta comprensible a circunstancias extremas.
El éxito de la UE es el resultado de su personalidad híbrida: parte intergubernamental y parte federal. Sus lazos de unión tradicionales han sido la integración económica y el mercado único.
Esto es lo que se está atacando de forma más específica con esta inclinación hacia el proteccionismo: el dominio común sobre las políticas de comercio y competencia, las dos atribuciones fundamentales de la Unión.
Esto no comenzó con la crisis crediticia. Empezó hace 15 años con la decisión de los líderes de la UE de poner fin a la era de Jacques Delors –el símbolo de la ambición europea– y “repatriar” el poder desde Bruselas a las capitales nacionales. Este proceso ha ido demasiado lejos.
Ha dado como resultado una débil Comisión Europea. Este ejecutivo concreto –que vive sus últimos días– y su presidente, Jose Manuel Barroso, que busca una nueva legislatura, no están bien posicionados para resistir un asalto de los poderosos estados miembros al patrimonio colectivo de la UE.
La demanda ayer –realizada por Giuliano Amato, ex primer ministro de Italia, y Emma Bonino, ex comisaria europea, en las páginas de Financial Times– de que la Comisión se ponga al frente de los operativos de la UE para coordinar las ayudas estatales a bancos y fabricantes de coches tiene mérito. Si Bruselas no consigue reafirmar su autoridad en el dictado de las políticas del mercado único, la UE corre el riesgo de separarse. Esta unión necesita una Comisión más fuerte.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La recesión continúa así agranvándose en la mayor economía de la eurozona. No en vano, en el tercer trimestre la contracción se limitó del 0,5%, un ritmo cuatro veces inferior al contabilizado al cierre de 2008. Los datos de la Oficina Federal de Estadísticas ponen en evidencia el bajón en las exportaciones de Alemania, en un contexto de crisis en la demanda global.
La situación podría empeorar aún en lo que resta de año. Las previsiones del Fondo Monetario Internacional auguran una contracción en el conjunto de 2009 cercana al 2,5%, lo que supondría sus peores cifras desde la II Guerra Mundial.
Esta misma mañana, la agencia Eurostat publicará los datos del PIB de la eurozona, correspondientes al cuarto trimestre del pasado año. Los pronósticos auguran un crecimiento negativo del 1,3%.
Aunque los países miembros del G-7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Canadá, Reino Unido, Italia y Francia) tienen entre sus objetivos coordinar las medidas para hacer frente a la crisis, el reclamo proteccionista de algunos de sus miembros pone en tela de juicio la capacidad de acción del grupo.
El proteccionismo "debe evitarse a toda costa", ha dicho el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCSE), el mexicano Ángel Gurría, en la apertura de la reunión.
Gurría hizo hincapié en la importancia de que los ministros de finanzas de los siete más industrializados del mundo y los gobernadores de los bancos centrales juntos, porque "esto significa que hay una coordinación, un entendimiento común".
Pero cuestiones como la cláusula 'buy american' (comprar producto americano) del plan de estímulo económico estadounidense, o los llamamientos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que las automovilísticas mantengan su producción y puestos de trabajo en Francia, generan dudas razonables sobre las intenciones en este sentido.
Mientras los miembros europeos recriminan a Estados Unidos esta cláusula, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, se ha cuestionado si sus socios en Europa están haciendo todo lo posible por sacar a la economía mundial de la crisis.
Miembros del equipo de Geither ya han comentado que las situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales "por parte de todos".
Según un estudio de Deutsche Bank al que hace referencia Bloomberg, las acciones estadounidenses amortiguarán la caída del PIB mundial en un 3,6%, mucho más que las medidas europeas.
Tampoco es visto con buenos ojos que mientras la Reserva Federal (Fed) ha agotado el margen de tipos de interés, el BCE los mantenga en el 2%.
Bancos, activos tóxicos y nacionalización
Otro de los asuntos más polémicos en la cumbre es la cuestión de rescate a los bancos.
La Administración de Obama ha reiterado su compromiso a que los bancos queden en manos privadas, una posición que contrasta con las acciones de nacionalización en Reino Unido, que también comparte Irlanda, y sitúan a Europa en el lado contrario.
Si desde Estados Unidos no son partidarios de ejercer el control político sobre los bancos intervenidos, los europeos desconfían de la efectividad del plan de Geithner.
El titular alemán de economía, Peer Steinbrueck, ha criticado la opacidad de la hoja de ruta, mientras que la francesa Cristine Lagarde ha pedido al secretario del Tesoro que aclare los detalles de calendario, modalidades y métodos.
Lo cierto es que las intenciones de Obama chocan con unas previsiones poco alentadoras.
La capitalización bursátil de los grandes bancos estadounidenses apenas asciende a los 500.000 millones de dólares y el FMI estima que las provisiones ascenderán hasta los 2,2 billones de dólares, por lo que es previsible que la actuación del Tesoro no sea capaz de evitar más casos de insolvencia.
Países en desarrollo
Mientras los países más poderosos del planeta se afanan por buscar las debilidades contrarias, las instituciones internacionales presentes en la cumbre han abierto el debate sobre la situación de los países en desarrollo.
El presidente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, ha dicho que espera que una segunda oleada de países requiera ayuda financiera.
Esta mañana también se ha firmado un acuerdo entre el ministro japonés de finanzas, Shoichi Nakagawa, y Strauss-Kahn de un préstamo de 100.000 millones de dólares para el país nipón.
Otra cuestión que se debatirá este fin de semana es el papel y la capacidad tienen China y la India para atajar la crisis.
Los miembros del G-7 han hecho un llamamiento para que los esfuerzos de China por luchar contra la crisis económica permita una mayor revalorización del Yuan, una cuestión que beneficiaría especialmente a las exportaciones estadounidenses.
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Esta disposición, incluida en la versión preliminar del plan de estímulo económico de la actual administración de esa nación, originó, por su contenido proteccionista, fuerte ojeriza en numerosos países.
Entre estos figuran los principales socios comerciales de Washington.
El secretario norteamericano del Tesoro, Thimothy Geithner, quien asiste a su primera Reunión del G7, deberá responder a las preguntas de sus colegas sobre tal cláusula.
Ella establece el empleo de hierro y acero estadounidenses en las obras públicas que se financiarán con el plan de estímulo, y protege esta industria en el país de la competencia de las foráneas del sector.
Al respecto, el titular de Finanzas japonés, Shoichi Nakagawa, advirtió la víspera en Roma contra el proteccionismo.
Dijo que esta política constituye una tentación en tiempos de crisis, y la calificó de práctica que distorsiona el comercio mundial y de desastre absoluto.
Además de Japón y Canadá, los otros miembros del G7 criticaron a su colega Estados Unidos por esa disposición, la que consideran podría provocar represalias hacia Washington de sus socios comerciales.
Unas 15 naciones, entre ellas Brasil, México y Japón, trasmitieron a la Organización Mundial del Comercio (OMC) su preocupación por el regreso de medidas proteccionistas aplicadas para salvaguardarse de la crisis económica.
El canciller brasileño, Celso Amorim, calificó esa práctica de veneno, más que un remedio, para la actual debacle mundial, y criticó en ese sentido la cláusula "Compre Americano".
Asimismo, esta semana el director general de la OMC, Pascal Lamy, advirtió sobre las consecuencias del proteccionismo, en un informe sobre la actual crisis mundial.
Alertó sobre las dificultades que surgirían si las naciones acuden a medidas que restrinjan o distorsiones el comercio para tratar de proteger a sus empresas, el empleo y los ingresos agrícolas de los efectos de la depresión.
Recordó también que a finales de 2008 en Washington, el G20 (las economías del G7 más las emergentes), recomendó a la Comunidad Internacional abstenerse y no crear nuevos obstáculos al comercio y la inversión.
Hace unos días, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, llamó a resistir a la tentación del proteccionismo, en todas sus formas, tanto hacia el exterior como al interior.
También la Organización Internacional de Empleadores advirtió sobre la importancia de no caer en esa tendencia.
A su vez, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva censuró el proteccionismo comercial de los Estados ricos y defendió la integración Sur-Sur.
El mandatario brasileño ha criticado el elevado monto monetario entregado por el gobierno estadounidense a sus agricultores, en detrimento de los intereses de quienes laboran en ese sector en el Tercer Mundo.
Por ejemplo, entre 2002 y 2006 esa suma ascendió a cerca de 20 mil millones de dólares y superó la permitida por las reglas del comercio internacional.
Ante las protestas suscitadas por la cláusula en cuestión, Washington ha dicho últimamente que no apoya el proteccionismo y que adecuará esa disposición a las reglas del intercambio en el planeta.
Cuando naciones claman por evitar esas tendencias aislacionistas, como sucedió en la Gran Depresión de los años 1930, Estados Unidos deberá convencer a sus colegas del G7 y al mundo de la alegada inocuidad de "By American".
En este sentido, el nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, pidió que "todos los países" defiendan "el libre comercio", lo cual es "esencial para el crecimiento económico y la prosperidad".
Geithner, que se sirvió de la reunión romana para debutar en la escena internacional, consideró que el plan de incentivos a la economía aprobado por su Gobierno "pone el fundamento de la recuperación". El plan fue aprobado hace pocas horas por el Senado americano y está valorado en 787.000 millones de dólares. Sin embargo, lo que preocupa a las demás economías es la polémica cláusula 'Buy American', con la que el Gobierno estadounidense pretende favorecer la producción nacional.
A la tendencia proteccionista que podría adoptar Estados Unidos se suman las ayudas al sector automovilístico aprobadas recientemente por Francia e Italia. Aun con todo, la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, consideró que el plan de su Gobierno "no puede considerarse proteccionista".
Nuevo sistema financiero
En el comunicado final de la reunión, el G-7 admitió que "lo que empezó como una turbulencia financiera" está ahora repercutiendo sobre la "economía real" en todo el mundo, tal y como demuestran las "significativas pérdidas de trabajo", situación que "persistirá a lo largo de 2009", advierte el texto. Ante este contexto, los países renovaron su compromiso para "apoyar el crecimiento y la creación de empleo así como para fortalecer el sector financiero".
Los Siete consideraron que la "estabilización de la economía global y de los mercados financieros" debe ser su "prioridad absoluta". Para ello se comprometieron a emprender "todas las iniciativas que sean necesarias" para "restituir la plena confianza" en el sistema financiero.
Reforma del FMI
Otro de los aspectos que acordaron fue la necesidad de reformar el Fondo Monetario Internacional y dotarlo de recursos adicionales, algo que definieron como "crucial para responder de un modo efectivo" a la crisis actual.
En este sentido, apostaron por una "mayor colaboración" entre el FMI y el Foro de Estabilidad Financiera (FEF), colaboración que consideraron "particularmente importante" para desarrollar un asesoramiento "tempestivo y fiable" sobre los riesgos macro financieros.
El G-7 también destacó la necesidad de apoyar a los países menos desarrollados, facilitando su acceso al crédito y a la financiación comercial.
A lo largo de los próximos cuatro meses, las siete grandes economías prepararán un informe sobre los standards y principios comunes en los que se debería basar la actividad económica internacional en el futuro.
Alude también a que "la excesiva volatilidad y fuertes oscilaciones en los tipos de cambio tienen consecuencias adversas para la estabilidad económica y financiera". Para ello los ministros de Economía de los siete países más industrializados del mundo se han comprometido "a seguir atentamente los mercados de divisas y a colaborar". Tanto es así que la "estabilización de la economía global y de los mercados financieros" será su "prioridad absoluta" para salir de la "severa" crisis mundial. Para ello se comprometieron a emprender "todas las iniciativas que sean necesarias" para "restituir la "plena confianza" en el sistema financiero.
Asimismo, el G7 "evitará medidas proteccionistas que puedan empeorar la ralentización de la economía", tras las preocupantes decisiones como la cláusula 'buy american' (comprar productos americanos) del plan de estímulo económico estadounidense. Países como Japón y Canadá, miembros del G7 junto con Francia, el Reino Unido, Alemania, Italia y EEUU, ya habían protestado contra dicha cláusula, que a su juicio podría provocar represalias de sus socios comerciales.
Otros sistema financiero
Por su parte, el director del FMI, Dominique Strauss-Khan, que ha participado en este encuentro, ha asegurado que "el problema a resolver con urgencia es el del sector. Crear un 'bad bank' (banco malo para comprar los activos tóxicos no líquidos de muchas entidades) sería la solución técnica más simple. "Es necesario poner en marcha un sistema financiero que funcione, ciertamente no para salvar a los accionistas (..) sino porque la economía moderna necesita de un sistema financiero que funcione", ha agregado Strauss-Khan, para quien "hay que limpiar los balances de los bancos" y en cuanto a los que no son viables "tenemos que ser capaces de comprarlos o cerrarlos".
Por su parte, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geithner, afirmó que EEUU está dispuesto a "colaborar con nuestros colegas del G7 y del G20 para construir en consenso reformas adaptadas a los problemas surgidos por la crisis". Para el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, el primer trimestre de este año "continuará siendo negativo para el crecimiento de la eurozona". Trichet hizo saber que los participantes del G7 consideran "bien sujetas" las expectativas de inflación para el euro y que el BCE tiene plena confianza en el mantenimiento de las obligaciones del Estado de los dieciséis países.
El corresponsal de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, informó que las autoridades recomendaron además tener una mayor "vigilancia contra el proteccionismo".
Esta decisión tiene lugar poco después de que el senado de Estados Unidos aprobara el multimillonario plan de rescate del presidente Barack Obama que incluye la cláusula "Compre estadounidense".
El apartado exige que en los proyectos de obras públicas financiados con el paquete de estímulos sólo se utilice hierro, acero y bienes manufacturados en EE.UU., siempre y cuando ello no vaya en contra de los acuerdos internacionales.
Sin embargo, tras el encuentro los ministros explicaron que la prioridad es estabilizar la economía mundial y los mercados financieros. Un objetivo por el que trabajarían en conjunto para apoyar el crecimiento y crear empleo.
Reformar el FMI
Kennedy explicó que previo al encuentro existían temores de que el nuevo plan de estímulo aprobado en EE.UU. podría penalizar a las compañías no estadounidenses, lo que daría origen a "una guerra comercial".
Pero el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, descartó esa preocupación.
"Todos los países necesitan sostener un compromiso de comercio abierto e invertir en políticas que son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad", explicó en un comunicado.
Los ministros también hicieron un llamado urgente para que se reforme el Fondo Monetario Internacional, pues la crisis ha dejado al descubierto muchas debilidades del sistema financiero mundial.
Por su parte, el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling, dijo que la reunión en Italia era un acercamiento de cara a la cumbre del G20 (conformado por las autoridades financieras de los países más industrializados agrupados en el G-7 y un grupo de naciones emergentes) que se celebrará en Londres en abril próximo.
NOTE EXTENDS:
¿El regreso del proteccionismo?
La crisis financiera mundial ha revivido un debate que en algunos círculos dan por muerto y enterrado: el del proteccionismo económico.
Pero el difunto se niega a fenecer y esta semana lo demostró con la polémica por una clásula que políticos demócratas incluyeron en el paquete de estimulo económico de US$800.000 millones que pretende revivir la economía estadounidense.
La cláusula "Compre estadounidense", pide que en proyectos de obras públicas sólo se utilicen hierro, acero y bienes manufacturados en el país, algo que despertó fuertes críticas en Canadá y la Unión Europea.
Barack Obama ya le salió al paso al tema y dijo que quiere que la cláusula se suprima, pues no desea enviar un mensaje proteccionista.
Está previsto que el Senado estadounidense discuta el proyecto este viernes.
En otras partes
Pero Estados Unidos no es el único país donde el tema está candente por la crisis económica mundial y la desesperación de los mandatarios por contener los índices de desempleo y estimular el consumo.
En Europa, el ministro de Industria español, Miguel Sebastián, recomendó hace poco que se consuman productos españoles y se haga turismo en España para salir de la crisis.
Mientras que en el Reino Unido aumentan las presiones por parte de sindicatos para que el gobierno de Gordon Brown tome medidas en contra de la contratación de mano de obra foránea.
El tema se tocó específicamente en la última reunión del G-20 y en el Foro Económico Mundial de Davos, donde se recomendó a los gobiernos que no cayeran en la tentación del proteccionismo, porque, aseguran, ello sólo agravaría la crisis a largo plazo
Beneficios a corto plazo
El economista de la Ie Bussines School de Madrid, Juan Carlos Martínez Lázaro, le explicó a BBC Mundo, que en épocas de crisis el proteccionismo "es la tendencia natural de muchos gobiernos".
"Al fin y al cabo, lo que hacen con estas medidas es proteger la actividad económica nacional que pueden ser beneficiosas a corto plazo", agregó.
Por su parte, Osvaldo Kacef, director de la División de Desarrollo Económico de la Cepal, le dijo a BBC Mundo que las medidas proteccionistas "probablemente tenga un mayor impacto en el corto plazo sobre el producto en los países que lo implementen", siempre y cuando estén acompañadas por el gasto público.
"Lo que tiene un impacto en el nivel de actividad es el aumento del gasto público y lo que se busca es reducir las importaciones para que la mayor parte de ese aumento del gasto público se vuelque en el mercado interno y no se vaya a mercados externos", añadió.
Sin embargo, el economista David Rosnick, del Centro para la Investigación Económica y Política, considera que el debate sobre proteccionismo es "ridículo".
"EE.UU. y la UE ya tienen políticas proteccionistas. No estamos hablando de un mundo libre de proteccionismos que ahora decide empezar a aplicar estas medidas. Ya somos proteccionistas", le explica Rosnick a BBC Mundo, quien recuerda los subsidios agrícolas y las restricciones a profesionales extranjeros para trabajar en países desarrollados.
Ojo por ojo
Por otra parte, especialistas consideran que si Estados Unidos implementa o aprueba leyes en que se estimule el consumo interno y se penalice las exportaciones, otros países harán lo mismo.
"Hay un caso muy claro que yo pongo muchas veces como ejemplo, y son los aranceles agrícolas que en los años 30 implementó Estados Unidos. Esto terminó hundiendo a países como Argentina, que -a su vez- le pagó a los estadounidenses con la misma moneda y terminó poniendo aranceles a las manufacturas y bienes industriales que importaba", señala Martínez.
Eso es lo que temen empresas estadounidenses como General Electric o Caterpillar, que se han mostrado contrarias a medias proteccionistas porque consideran que las ponen en una situación vulnerable de cara al mercado internacional.
Si compañías indias o chinas están en desventaja a la hora de competir en el mercado estadounidense, lo lógico será que las compañías estadounidenses lo estén en el suculento mercado asiático.
En la cuerda floja
No obstante, la política en tiempos de crisis tiende a caminar por una cuerda floja. "Hemos visto en Europa el caso de Islandia, que ha sucumbido", recuerda Martínez. "Seguramente no será el único ni el último en tener problemas".
Esto hace, de acuerdo con el analista, que los políticos en un momento determinado caigan en la "fácil tentación" de buscar proteccionismo e incentivar el nacionalismo.
En cuanto a EE.UU., "tampoco olvidemos que el núcleo duro del apoyo electoral de Obama son los sindicatos estadounidenses, y ellos llevan mucho tiempo observado cómo se están perdiendo puestos de trabajo que por efectos de la deslocalización se han trasladado a otras partes del planeta".
"Martínez agrega que "por más que se está intentando espantar al fantasma del proteccionismo, al final los políticos juegan con intereses a corto plazo y cada uno trata de salvar un poco los muebles como puede".
Por ahora, tanto los analistas, como la UE o la Organización Mundial del Comercio están esperando por la decisión del Senado estadounidense para tomar medidas.
"Un alto funcionario europeo comentó la posibilidad de que el requerimiento de "Comprar estadounidense" con el dinero del plan de estímulo podría violar las reglas de la OMC sobre discriminación en compras para el gobierno", comentó el especialista en asuntos económicos de la BBC Andrew Walker.
Walker también explicó que la OMC ha detectado en Europa el reciente aumento de tarifas en impuestos para la importación, entre otras acciones, que restringen las importaciones y estimula las exportaciones.
Según los titulares de finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-8, la reforma del FMI forma parte de una reforma más amplia que debe extenderse al sistema financiero mundial, detonante de los procesos que desataron la actual crisis, responsable de graves estragos en las economías de la mayoría de los países del mundo.
"La crisis mundial desveló la debilidad fundamental del sistema financiero mundial y la necesidad de reformas urgentes", subrayó el comunicado.
Entre las prioridades que afronta la comunidad mundial, el G-8 destacó la "la estabilización de los mercados financieros y las economías, para restablecer la confianza es indispensable continuar con la inyección de recursos y restablecer la liquidez de las estructuras bancarias", dijo el comunicado.
El G-8 se manifestó en contra del proteccionismo y apoyó todos los esfuerzos encaminados a coordinar la ayuda entre países o grupos de países para superar la crisis.
"El sistema mundial de libre comercio y las inversiones son condiciones indispensables de la prosperidad global", resaltó la declaración del G-8.
Según el G-8, los gobiernos deben utilizar la máximo los recursos disponibles para promover el crecimiento económico, fomentar el empleo y el fortalecimiento del sector financiero nacional.
A juicio del G-8 la presente crisis económica que se manifiesta con reducción notable de la producción y el aumento global del desempleo se prolongará hasta finales de 2009.
Según Kudrin, uno de los temas centrales las discusiones fue la reforma de la estructura financiera mundial, la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Mundial y la ampliación de fondos para estas instituciones durante el periodo de crisis.
"Hubo una discusión lo suficientemente seria al respecto, y se acordaron medidas que deben ser implementadas a corto plazo, aunque parte de las decisiones necesitan ajustes y algunas variantes todavía se analizan", dijo Kudrin.
Añadió que las propuestas de reformas a las instituciones financieras mundiales se corresponden con las planteadas por la delegación rusa que participó en todas las discusiones propuestas en el foro.
Otro tema fue ampliar la participación de los países en desarrollo en estas instituciones, lo que aumentará su representatividad y responsabilidades. Algunos de esos países han expresado interés en aumentar sus cuotas de participación en el FMI y el BC.
Kudrin dijo que el G-9 también abordó temas relacionados con el desarrollo de la agricultura, la seguridad alimenticia y la necesidad de firmar el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático, con la participación indispensable de China y EEUU.
Subrayó los países del G-8 acordaron preparar sus propuestas sobre mecanismos para combatir el proteccionismo comercial y económico en el plazo de cuatro meses.
Las medidas concretas para combatir la crisis económica mundial se discutirán en la cumbre del G-20 convocada para el próximo 2 de marzo en Londres.
"Debo afirmar que en esta sesión se amplió notablemente el formato de participación de Rusia, pero debe ser en calidad de miembro de pleno de derecho", dijo Kudrin citando palabras de Berlusconi.
Actualmente, Rusia participa con estatuto especial en un encuentro de los ministros de finanzas y gobernadores del los bancos centrales de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón, Francia, Italia y Alemania que comenzó ayer en Roma.
Según fuentes italianas, en la agenda de la reunión figura la lucha contra el proteccionismo y la adopción de un sistema mínimo de reglas internacionales que ayude a mejorar la transparencia y el buen funcionamiento de los mercados de cara a la actual crisis económica global.
El encuentro de dos días del G7 –integrado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Canadá, Francia e Italia- tuvo lugar en Roma, y concluyó este sábado con la emisión de un comunicado en el que analiza la crisis económica internacional y expone algunos lineamientos de medidas para paliarla.
“La estabilización de la economía global y los mercados financieros siguen siendo nuestra más alta prioridad”, aseguraron.
“Hemos tomado colectivamente medidas excepcionales para enfrentar los desafíos (de la crisis) y reafirmamos nuestro compromiso de actuar en conjunto para apoyar el crecimiento y el empleo”, subrayaron al concluir la reunión.
Además, y en medio de una polémica global por el regreso de medidas proteccionistas, los ministros de Finanzas y titulares de las autoridades monetarias de los siete países afirmaron que “un sistema de comercio e inversión global abierto es indispensable para la prosperidad”.
El G7 sigue comprometido en evitar medidas proteccionistas, las cuales exacerbarían la recesión, enfatizaron.
En la reunión del G-7 están presentes los responsables económicos de EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá. Se agregó también el representante de Rusia que, con los otros, forma el G-8. La ausencia de potencias como China y la India convierten al encuentro en el prólogo de las deliberaciones del más importante Grupo de los Veinte países industrializados y emergentes, que se reunirá en abril en Gran Bretaña. Argentina forma parte del G-20.
Mientras las calles de Roma se agitaban por las protestas de decenas de miles de trabajadores convocados contra el gobierno de Silvio Berlusconi, delante de los ojos de los personajes mundiales presentes, se difundían cifras sobre el naufragio continuo de las economías europeas que están debilitando al euro por debajo de 1,30 dólares. Las últimas estadísticas demostraron una contracción del 1,5% del PBI de la Eurozona entre octubre y diciembre de 2008. Alemania e Italia, que son dos grandes países exportadores, están sufriendo mucho la profundización de la crisis. La economía alemana cedió 2,1% y la italiana marcha en enero con un ritmo menor del 2,6%.
En EE.UU. el signo negativo de las actividades productivas fue del 3,8% en el último trimestre del año pasado, pero los economistas esperan una reanimación gracias al nuevo paquete de medidas de estímulo. El país que está peor es Japón, donde el ritmo anual ha bajado en enero en un 11,6%.
Uno de los temas que los ministros de Economía del G-7 discutieron hasta las primeras horas de esta madrugada es el problema del proteccionismo que Japón, Alemania, Italia y Canadá combaten debido a su condición de países fuertemente exportadores. En particular, el secretario del Tesoro de EE.UU., Thimothy Geithner, debió dar muchas explicaciones acerca de la clausula "compre americano" incluida en el plan de estímulos económicos. "Esto es un desastre absoluto", condenó en Roma el ministro de Finanzas japonés, Shoichi Nakagawa. Francia negó hacer proteccionismo con su plan de ayuda a la industria del automóvil, pero en la reunión de Roma no faltaron los reproches contra París.
El viernes, por primera vez tras defender durante meses con su eterna sonrisa una versión optimista y desenvuelta de la crisis, el primer ministro conservador italiano, Silvio Berlusconi, admitió que la coyuntura "nos preocupa" y que no se sabe aún hasta donde continuarán yendo hacia abajo las economías mundiales.
Hasta ahora, el Congreso de EEUU ha aprobado un paquete de estímulos económicos por 787.000 millones de dólares USA, que pide que los proyectos de infraestructura pública utilicen acero y productos de EEUU a través de la cláusula "Compra Estadounidense", que ha generado preocupaciones acerca del regreso al proteccionismo comercial.
En la reunión de ministros de Finanzas del G7 en Roma que tuvo lugar el viernes y hoy sábado, los ministros y gobernadores de bancos centrales acordaron que un sistema abierto de comercio e inversión global "es indispensable para la prosperidad global".
"El G7 continúa comprometido a evitar medidas proteccionistas que solamente exacerbarán el retroceso, abstenerse de poner nuevas barreras y trabajar para lograr una pronta y ambiciosa conclusión de la ronda de Doha (de las conversaciones de la OMC)", señaló un comunicado final emitido al terminar la reunión de Roma.
(Xinhua)
El corresponsal de la BBC en Roma, Duncan Kennedy, informó que las autoridades recomendaron además tener una mayor "vigilancia contra el proteccionismo".
Esta decisión tiene lugar poco después de que el senado de Estados Unidos aprobara el multimillonario plan de rescate del presidente Barack Obama que incluye la cláusula "Compre estadounidense".
El apartado exige que en los proyectos de obras públicas financiados con el paquete de estímulos sólo se utilice hierro, acero y bienes manufacturados en EE.UU., siempre y cuando ello no vaya en contra de los acuerdos internacionales.
Sin embargo, tras el encuentro los ministros explicaron que la prioridad es estabilizar la economía mundial y los mercados financieros. Un objetivo por el que trabajarían en conjunto para apoyar el crecimiento y crear empleo.
Reformar el FMI
Kennedy explicó que previo al encuentro existían temores de que el nuevo plan de estímulo aprobado en EE.UU. podría penalizar a las compañías no estadounidenses, lo que daría origen a "una guerra comercial".
Pero el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, descartó esa preocupación.
"Todos los países necesitan sostener un compromiso de comercio abierto e invertir en políticas que son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad", explicó en un comunicado.
Los ministros también hicieron un llamado urgente para que se reforme el Fondo Monetario Internacional, pues la crisis ha dejado al descubierto muchas debilidades del sistema financiero mundial.
Por su parte, el ministro de Finanzas británico, Alistair Darling, dijo que la reunión en Italia era un acercamiento de cara a la cumbre del G20 (conformado por las autoridades financieras de los países más industrializados agrupados en el G-7 y un grupo de naciones emergentes) que se celebrará en Londres en abril próximo.
El documento final reconoce que 2009 será el peor año de la crisis. "La fuerte recesión ha hecho perder ya millones de empleos" y durará por lo menos hasta fin de año, aunque un sector cree que se prolongará durante buena parte de 2010". La máxima prioridad es estabilizar las economías y los mercados financieros y por ello las decisiones cruciales -más capital, más reservas y nuevas normas globales de vigilancia y reforma del capitalismo mundial-, serán propuestas a la reunión del Grupo de los Veinte (G20) que se reunirá el 2 de abril en Londres, dijo Mario Draghi, presidente del Foro de Estabilidad Financiera que presentará las medidas a las naciones del G20. En Italia se reunirá en junio el G8, o sea el G7 más Rusia, a nivel de jefes de Estado y de gobierno, la reunión cumbre del llamado "Directorio del Mundo".
Draghi es tambien gobernador de la Banca de Italia, el banco central. Explicó que el Foro de Estabilidad Financiera tiene por misión diseñar las reglas y asegurarse de que sean aceptadas del mismo modo por el mundo financiero".
Ante los recelos que pueden provocar las ingerenias del FMI en las políticas economicas de los países miembros, Draghi dijo que lo que el organismo deberá constatar es "que la estructura financiera sea la adecuada". Desde ya el tema producirá discusiones encendidas en la reunión del G20.
La presidenta argentina, Cristina Fernandez encabezará la delegación argentina al G20, como ocurrió en la reunión de hace unos meses en Washington. El G20 pasa a ser "una institución clave", dijeron varios delegados, porque es el escenario del encuentro entre los países industriales y las naciones emergentes.
Mario Draghi dijo en la conferencia de prensa final que "ha disminuido el ritmo de desaceleración de las economías mundiales" lo cual es una buena noticia, pero "nuestro objetivo es saber cuando llegamos al fondo y adoptar medidas para salir hacia arriba".
El G20 está integrado por la Unión Europea, los países del G7 (EEUU, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá), Argentina, Australia, Brasil, Corea del Sur, China, India, Indonesia, Mexico, Arabia Saudita, Sudafrica, Turquía y Rusia.
En el documento final los ministros afirmaron que la reforma del FMI, "reforzado con recursos adicionales, es crucial para responder con eficacia y flexibilidad a la crisis actual".
Los ministros del G7 rechazaron de plano la perspectiva de soluciones proteccionistas y defendieron la libertad de los intercambios mundiales. Pero en las discusiones quedaron flotando las críticas al "compre americano" del plan de estímulos del presidente de EE.UU. Barack Obama, especialmente en el campo del acero, y de los cuantiosos subsidios aprobados por rancia en apoyo de la industria automovilistica gala, que establecen como condición que no sean cerradas fábricas francesas.
Los ministros mostraron su preocupación "porque la excesiva volatilidad y fuertes oscilaciones en los tipos de cambio tienen conecuencias adversas para la estabilidad económica y financiera".
Los ministros del G7 se coprometieron a "seguir atentamente los mercados de divisas y a colaborar" para asegurar la estabilidad relativa de las cotizaciones.
El director del Fondo Monetario Internacional, el francés Dominique Strauss-Kahn, dijo que el principal problema financiero en el mundo de hoy es la reestructuración de los bancos y el sistema bancario. Agregó que "la solución más simple" es crear una estructura para que los bancos coloquen allí los llamados "títulos tóxicos", o sea sus activos depreciados.
Según datos que se conocieron en la sala de prensa de la conferencia, los bancos mundiales han recaudado unos 800 mil millones de dólares de capitales. Pero las pérdidas, que al parecer han dejado de aumentar, se sitúan entre un billón y medio y dos billones de dólares.
En una declaración, Geithner señaló: "todos los países necesitan mantener un compromiso con las políticas de comercio abierto e inversión que son esenciales para el crecimiento económico y la prosperidad".
Hasta ahora, el Congreso de EEUU ha aprobado un paquete de estímulos económicos por 787.000 millones de dólares USA, que pide que los proyectos de infraestructura pública utilicen acero y productos de EEUU a través de la cláusula "Compra Estadounidense", que ha generado preocupaciones acerca del regreso al proteccionismo comercial.
En la reunión de ministros de Finanzas del G7 en Roma que tuvo lugar el viernes y hoy sábado, los ministros y gobernadores de bancos centrales acordaron que un sistema abierto de comercio e inversión global "es indispensable para la prosperidad global".
"El G7 continúa comprometido a evitar medidas proteccionistas que solamente exacerbarán el retroceso, abstenerse de poner nuevas barreras y trabajar para lograr una pronta y ambiciosa conclusión de la ronda de Doha (de las conversaciones de la OMC)", señaló un comunicado final emitido al terminar la reunión de Roma.
(Xinhua)
Berlusconi subrayó que unas "relaciones cordiales" entre Moscú, Bruselas y Washington responderían a los intereses de Italia y Francia.
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