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Congreso de EEUU aprueba el plan de estímulo económico que salvara al mundo de la crisis global del capitalismo |
Mientras el plan de estímulo económico de Obama lograba al fin el visto bueno de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la Casa Blanca anunciaba que el miércoles desvelará nuevas ayudas para aquellos hipotecados que no puedan hacer frente al pago de sus cuotas.
El Congreso estadounidense ha aprobado por fin la concesión de 787.000 millones de dólares a Obama para que ponga en marcha el plan para devolver el crecimiento económico al país.La votación final se ha saldado con 246 votos a favor y 183 votos en contra.
No obstante, en las próximas horas debería votarse en el Senado el mismo plan para su promulgación definitiva en ley antes del fin de semana, tal y como quería el presidente de EEUU. El propio jefe de Estado ha advertido desde que accediera a la Casa Blanca hace tres semanas que el plan era necesario si se quería evitar una recesión duradera en la economía estadounidense.
Casi a la par, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs ha anunciado que el próximo miercoles Obama anunciará un plan de ayudas para recortar el número de embargos hipotecarios. Precisamente hoy Citigroup y JPMorgan anunciaban que suspendian temporalmente la ejecución de embargos para dar tiempo al Gobierno en su elaboración de estas nuevas medidas.
A pesar de que el número de procedimientos de embargo bajó un 10% en enero respecto a diciembre, este dato resultó un 18% superior al de enero de 2008, tal y como recoge la consultora RealtyTrac.
El plan de estímulo prevé la creación de entre tres y cuatro millones de empleos, 308.300 millones de dólares en gastos fiscales, 267.000 millones en ayudas sociales directas y 212.000 millones en recortes tributarios para individuos y negocios, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
La medida incluye ayudas para gobiernos estatales, la mayoría de los contribuyentes, estudiantes, desempleados y para quienes compren casa por primera vez. El esfuerzo económico para superar la recesión y devolver el crecimiento será titánico y los planes de la Administración Obama señalan como objetivo crear o mantener 4 millones de puestos de trabajo.
La crisis financiera se ha contagió el año pasado a la actividad económica, que desde 2007 ha destruido 3,6 millones de empleos. Esta situación ha provocado que miles de familias no puedan hacer frente al pago de sus hipotecas, lo que ha redundado en unas cifras de ejecuciones hipotecarias disparadas.
Una de las medidas destacadas del plan será la ampliación de 26 a 46 semanas el período de subsidios para desempleados, aunque éste se extiende a 59 en estados con altas tasas de desempleo. También prevé recortes tributarios escalonados de entre 400 dólares para individuos y hasta 800 dólares para familias hasta 2010, dependiendo de sus salarios.
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La discusión se prolongó en la Cámara Alta durante horas, a la espera de que el senador de Ohio Sherrod Brown llegase a Washington desde el funeral de su madre, en Ohio, para lograr el sexagésimo voto. Su respaldo se hizo imprescindible pese a las intenciones inicialmente expresadas por Obama, que siempre apostó por el consenso entre los dos partidos y sólo ha logrado algún respaldo menor entre los republicanos.
Para llegar a tiempo, Brown utilizó un avión fletado por la Casa Blanca. Su oficina alegó que no había ningún vuelo comercial disponible y la votación se trataba de un "asunto oficial", tras el cual el senador regresaría a Ohio junto a su familia.
Poco antes de la última votación, el presidente del Comité de Asignaciones del Senado, el demócrata Daniel Inouye, admitió que el pacto "no resolverá los problemas de un día para otro", pero servirá a Estados Unidos para ganar "la confianza que puede sacarle de esta crisis".
Aunque lo más difícil ya está hecho, la burocracia en torno al plan de Obama sigue y ahora sólo falta la rúbrica del propio presidente. Los medios locales ven inminente esta firma y algunos de ellos, como la CNN, apuntan que llegará el lunes.
Además, Obama deberá dar el visto bueno definitivo a la enmienda también aprobada ayer por el Senado y que limita los incentivos y otro tipo de remuneraciones a los altos directivos de las compañías y entidades financieras que se acogieron al paquete de rescate de 700.000 millones de dólares promovido cuando George W. Bush aún era presidente.
DIVISION
El plan de estímulo recorta los gastos estatales y reduce los impuestos con el fin de salvar la maltrecha economía nacional, aunque los republicanos lo critican por excesivo, mal enfocado y suponer un lastre para las futuras generaciones. Ninguno de los representantes de esta formación dio su voto en la Cámara de Representantes, donde el paquete fue aprobado con los votos a favor de 246 diputados y los votos en contra de 183.
El líder demócrata en la Cámara, Steny Hoyer, afirmó que los republicanos están tratando de impulsar el mismo programa económico que ha llevado a la crisis. "Millones y millones de americanos tendrán un recorte de impuestos" gracias a esta medida, explicó el representante, que añadió que muchos "que han perdido sus trabajos y no pueden poner comida en las mesas de sus familias serán ayudados por este proyecto".
"Lo único que hará el plan de estímulo demócrata es estimular el Gobierno y la deuda", afirmó por su parte el representante republicano Mike Pence.
La moratoria, que empezó a aplicarse el jueves, tendrá vigor hasta que el Gobierno finalice su plan de modificación de préstamos o hasta el próximo 12 de marzo. La entidad ha especificado que no iniciará o completará ejecuciones en el caso de préstamos hipotecarios que Citi tiene en propiedad y han sido concedidos a clientes que pretenden quedarse en la vivienda y dispone de ingresos suficientes para cumplir con pagos asequibles.
Por su parte, el presidente de JPMorgan, Jamie Dimon, ha comunicado al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes que su banco establecía una moratoria de tres semanas en la ejecución de hipotecas.
Dimon ha explicado en una carta enviada a al presidente del Comité, Barney Frank, que se había iniciado una moratoria hasta el próximo 6 de marzo y que en las próximas tres semanas no añadirán al proceso de ejecución préstamos que son propiedad del banco y se han emitido para viviendas que son la residencia principal del ocupante.
El directivo del banco estadounidense ha señalado que "consideramos que tres semanas son un plazo adecuado para que el departamento del Tesoro anuncie un nuevo plan".
La votación del plan está prevista para este mismo viernes en el Senado.
Mientras, el presidente estadounidense, Barack Obama, pretende promulgar el proyecto de ley en los próximos días.
El paquete prevé decenas de miles de millones de dólares para proyectos de infraestructura, educación y seguro médico.
Sin embargo, los republicanos opinan que la mayoría de esos gastos aumentarán el déficit presupuestario y poco harán en la creación de empleos.
El plan concibe también recortes tributarios escalonados de entre 400 dólares para individuos y 800 para familias hasta 2010 en correspondencia con sus salarios.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo, los 600 mil estadounidenses despedidos en enero elevaron la tasa nacional de desempleo hasta 7,6 por ciento, el más alto índice en 16 años.
El Senado aprobó la medida con 60 votos a favor y 38 en contra, tras una votación que se extendió más de cinco horas para dar tiempo al senador demócrata Sherrod Brown a que regresara a Washington para emitir su voto y después volver a Ohio al velorio y funeral de su madre.
Horas antes, la Cámara de Representantes lo aprobó con 246 votos a favor y 183 votos en contra, entre ellos siete de demócratas. Ningún republicano votó a favor.
Un total de 55 demócratas votaron a favor del plan, más dos independientes. Necesitaban un mínimo de 60 votos para impedir cualquier maniobra dilatoria de la oposición. Así, el voto decisivo lo efectuó Brown. De los 41 republicanos en la Cámara Alta, solo 3 votaron a favor.
Fuerte creación de empleo
El "Acta Estadounidense de Recuperación y Reinversión", de 1.071 páginas, prevé la creación de 3,5 millones de empleos, una fuerte infusión de fondos para la infraestructura, programas sociales y gobiernos estatales, y recortes tributarios para individuos y negocios.
Durante el debate, el senador Charles Schumer y otros demócratas insistieron en que el plan es la dosis necesaria ante una crisis que ha puesto a la economía en cuidados intensivos: se han perdido 3,6 millones de empleos desde que empezó la recesión en diciembre de 2007.
Las ejecuciones hipotecarias, la congelación de créditos y una caída en el consumo auguran más problemas para la economía.
Pero el senador republicano John McCain y la mayoría de sus correligionarios replicaron que el plan contiene "excesivos" gastos públicos, hipoteca a futuras generaciones y no crea empleos en el corto plazo.
Hablando desde el mismo libreto, insistieron en que, incluyendo los intereses, el costo del plan ascenderá a 1,1 billones de dólares, y abultará el déficit y la deuda nacional.
Se quejaron también de que fueron excluidos de la sesión bicameral para elaborar el texto definitivo del plan.
La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, afirmó que, tres semanas después de la investidura de Obama, "el Congreso está actuando de forma rápida y audaz para que se cumpla su promesa de nuevos empleos, nueva esperanza, y un nuevo rumbo para el pueblo estadounidense".
Entre otras cosas, el plan amplía de 26 a 46 semanas el período de subsidios para desempleados, aunque lo aumenta a 59 en estados con altas tasas de desempleo.
Rebajas de impuestos
También prevé recortes tributarios de 400 dólares para individuos y hasta 800 dólares para parejas hasta 2010, en función de sus salarios.
Autoriza fondos para los gobiernos estatales, la mayoría de los cuales afronta déficit presupuestarios. California, con un déficit de cerca de 41.000 millones de dólares, recibirá 26.000 millones, y buena parte de esos fondos se destinará a programas de educación y servicios médicos en los próximos 18 meses.
Quienes compren casa por primera vez este año podrán recibir un crédito tributario de 8.000 dólares, 500 más de lo que dice la ley actual, y los universitarios tendrán un crédito de hasta 2.500 dólares por su matrícula y otros gastos educativos como la compra de libros y computadoras.
La medida ha dejado un mal sabor de boca para la mayoría de los republicanos que lo tacha de ineficaz.
"(El plan) es una tremenda mentira, es una estafa, porque no va a crear los empleos que prometen y va a agravar la economía porque la mayoría de los fondos no van a tener un efecto inmediato. Nadie aboga por no hacer nada, lo que queremos es que se haga algo responsable", dijo a Efe el representante republicano Mario Díaz Balart, de Florida.
Su colega Dave Camp afirmó que la alternativa republicana "hubiese creado el doble de empleos a mitad del costo actual", y que esta medida es una "fallida legislación que refleja las prioridades de algunos demócratas en vez de las del país entero".
Ante presiones políticas dentro y fuera de Estados Unidas, el plan diluyó la cláusula "Buy American" que, salvo algunos caso, exige el uso de hierro, acero y productos manufacturados estadounidense en obras de infraestructura financiadas por el plan.
Según el texto, ésta se aplicará "de forma consecuente con las obligaciones de Estados Unidos bajo acuerdos internacionales", por lo que se podrán utilizar productos extranjeros.
La mayoría de los expertos vaticina que el paquete de medidas tardará en surtir efecto y, aunque no frenará el desangramiento de empleos de inmediato, sí comenzará a espolear el crecimiento económico para fines de 2009.
El comentario de Obama se produce después de que el viernes el Congreso aprobara un paquete de 787.000 millones de dólares, en recortes de impuestos y fondos frescos, para rescatar a la arruinada economía estadounidense, dándole al presidente su mayor victoria política hasta el momento.
El Senado votó 60 contra 38 para dar paso a la medida, horas después de que la Cámara de Representantes le diera su aprobación por 246 votos contra 183, abriendo el camino para que Obama firme el proyecto de ley incluso antes de su autoimpuesta fecha límite del 16 de febrero.
Obama se manifestó confiado en que el plan "salvará o creará más de 3,5 millones de empleos en los próximos dos años, estimulará el gasto de empresas y consumidores por igual y establecerá los cimientos de nuestra prosperidad y nuestro perdurable crecimiento económico".
La legislación, producto de duras negociaciones esta semana, adjudica 120.000 millones de dólares a gastos de infraestructura, incluyendo dinero para autopistas, trenes y la expansión del acceso de internet de banda ancha.
También dedica cerca de 20.000 millones de dólares a la energía renovable y 11.000 millones a modernizar la red eléctrica estadounidense, medidas que el ex vicepresidente Al Gore promocionó calurosamente semanas atrás como las más importantes inversiones que debería hacer Obama con miras a combatir el cambio climático.
La ley incluye recortes impositivos -que se espera beneficien al 95% de las familias estadounidenses- y decenas de miles de millones de dólares en extensión de beneficios de desempleo, asistencia médica para los más necesitados y fondos para ayudar a estados con problemas de liquidez, para que no corten gastos en servicios como la educación.
Una disposición que fue agregada a la ley por los senadores demócratas prohíbe también la entrega de bonos y casi cualquier otro tipo de incentivos para los altos ejecutivos de grandes compañías que reciben dinero del programa de rescate del Departamento del Tesoro, informaron diarios estadounidenses este sábado.
Pero la victoria de Obama tuvo algo de agridulce, puesto que los legisladores aprobaron un plan de estímulo menor al que había requerido el presidente, además de que la mayoría de los republicanos rechazaron los llamamientos de Obama a unirse a los demócratas en apoyo a la medida.
En su discurso, el presidente prometió gastar el dinero de los contribuyentes "con una responsabilidad y transparencia sin precedentes". Anunció que una vez que el plan se ponga en acción, un nuevo sitio web (recovery.gov) permitará a todos los estadounidenses vigilar dónde va su dinero y hacer comentarios y preguntas.
Pero advirtió de que el paquete de estímulos es el inicio y no el final de los esfuerzos por mejorar la economía porque, según dijo, "los problemas que nos llevaron a esta crisis son profundos y extensos". "Para que nuestro plan sea exitoso, debemos estabilizar, reparar y reformar nuestro sistema bancario, reactivar el flujo de crédito para las familias y los comercios", dijo Obama. "Debemos redactar y hacer respetar nuevas reglas, para que especuladores inescrupulosos no vuelvan a minar nunca más nuestra economía", añadió.
También se dijo confiado en que los estadounidenses lograrán superar las dificultades actuales.
El Senado inició la votación a las 17H30 locales (22H30 GMT), pero se esperó a que el senador por Ohio (norte), Sherrod Brown, volviera a Washington tras asistir al servicio funeral de su madre. Los demócratas necesitaban el voto de Brown para llegar a 60 votos, cifra necesaria para la aprobación del proyecto.
Mientras que en la Cámara de Representantes aprobó el millonario plan sin votos republicanos, y siete demócratas votaron en contra.
El monto total del plan se eleva a 787.000 millones de dólares, según la última estimación de la oficina de presupuesto del Congreso (CBO).
Más de un tercio del total está constituido de reducciones fiscales, por cerca de 286.000 millones de dólares. El resto incluye gastos en infraestructuras, salud, ciencia y tecnología, educación y energías alternativas.
"Es lamentable que incluso en estos tiempos tan difíciles para la economía, los parlamentarios no puedan resistir la tentación de sobrecargar este proyecto de ley de miles de millones de dólares en gastos inútiles que no harán nada por estimular la economía", declaró el senador republicano John McCain, ex candidato a la presidencia, en la apertura de la sesión.
Obama celebró este sábado la aprobación en el Congreso de su plan de estímulo a la economía. "Este es el principal hito en nuestro camino hacia la recuperación, y quiero agradecer a los miembros del Congreso que actuaron juntos en un propósito común para hacer que esto sucediera", dijo Obama en su alocusión semanal por radio. El mandatario prometió firmar el proyecto de ley "a la brevedad".
Obama ya había advertido el viernes a empresarios en la Casa Blanca de que "este plan es una etapa crítica, pero aunque importante, es solamente el comienzo de lo que creo todos ustedes entienden que será un largo y difícil proceso de recuperación de nuestra economía".
El mandatario subrayó que para afrontar realmente la crisis, se debe atender al "sector financiero, para lograr que el crédito fluya nuevamente hacia las familias y las empresas. Debemos afrontar la crisis en el sector inmobiliario, que ha sido uno de los orígenes de nuestros desafíos económicos. Muy pronto me referiré extensamente a esto", prometió.
En el Congreso, pese a las exigencias de la mayoría demócrata, los republicanos lograron situar el costo total del plan bajo la barrera de los 800.000 millones de dólares, mientras que el proyecto aprobado anteriormente por la Cámara baja alcanzaba los 819.000 millones y el del Senado 838.000 millones.
Después de más de tres semanas de negociaciones, la Casa Blanca esperaba lograr la aprobación del plan destinado a crear o salvar entre tres y cuatro millones de empleos. En consecuencia, el objetivo de los demócratas de enviar el proyecto a Obama antes del receso parlamentario de febrero sería alcanzado.
En el Senado, los votos de tres senadores republicanos moderados, Susan Collins, Arlen Specter y Olympia Snowe, aseguraron la aprobación del plan.
La aprobación del plan en la Cámara Baja, y previsiblemente en las próximas horas en el Senado, es una victoria legislativa para la guerra económica que libra el presidente Barack Obama, quien prevé promulgar el proyecto de ley, con gran pompa y ceremonia, en los próximos días.
Tres semanas después de la investidura de Obama, "el Congreso está actuando de forma rápida y audaz para que se cumpla su promesa de nuevos empleos, nueva esperanza, y un nuevo rumbo para el pueblo estadounidense", dijo la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
El plan de estímulo prevé la creación de entre tres y cuatro millones de empleos, 308.300 millones de dólares en gastos fiscales, 267.000 millones en ayudas sociales directas y 212.000 millones en recortes tributarios para individuos y negocios, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
La medida incluye ayudas para gobiernos estatales, la mayoría de los contribuyentes, estudiantes, desempleados y para quienes compren casa por primera vez.
El plan de ayuda, que ocupa 1.071 páginas, está ideado para atajar la peor crisis económica de EE.UU. desde la Gran Depresión, que ha causado la pérdida de 3,6 millones de empleos desde 2007 y en la que millones de personas han sufrido ejecuciones hipotecarias o corren el riesgo de afrontarlas.
Entre otras cosas, el plan amplía de 26 a 46 semanas el período de subsidios para desempleados, aunque éste se extiende a 59 en estados con altas tasas de desempleo.
También prevé recortes tributarios escalonados de 400 dólares para individuos y hasta 800 dólares para familias hasta 2010, en función de sus salarios.
Además autoriza fondos para los gobiernos estatales, la mayoría de los cuales afrontan graves presiones presupuestarias.
Por ejemplo, California, con un déficit de cerca de 41.000 millones de dólares, recibirá 26.000 millones, y buena parte de esos fondos se destinará a programas de educación y servicios médicos en los próximos 18 meses.
Quienes compren casa por primera vez, entre enero y agosto de este año, podrán recibir un crédito tributario de 8.000 dólares, 500 más de lo que estipula la ley actual.
Los universitarios recibirían un crédito de hasta 2.500 dólares por su matrícula y otros gastos educativos como la compra de libros y computadoras.
El plan de estímulo claramente ha dejado ganadores y perdedores en cada sector de la economía, y un mal sabor de boca para la mayoría de los republicanos, que lo tachan de costoso e ineficaz porque, a su juicio, hipotecará a futuras generaciones y hará poco por reactivar la moribunda economía.
La oposición remacha que el costo del plan, incluyendo intereses, asciende a 1,1 billón de dólares y contiene gastos "excesivos" que abultarán el déficit y la deuda nacional.
"(El plan) es una tremenda mentira, es una estafa, porque no va a crear los empleos que prometen y va a agravar la economía porque la mayoría de los fondos no va a tener un efecto inmediato. Nadie aboga por no hacer nada, lo que queremos es que se haga algo responsable", dijo a Efe el republicano Mario Díaz Balart, de Florida.
Su colega Dave Camp dijo que la alternativa republicana "hubiese creado el doble de empleos a mitad del costo actual", y se quejó de que los republicanos fueron "excluidos" de la sesión bicameral para elaborar el texto definitivo.
"Esto es lo que sucede cuando unos pocos negocian a puerta cerrada: terminas con una fallida legislación que refleja las prioridades de algunos demócratas en vez de las del país entero", remachó Camp.
Ante presiones del sector exportador y de los socios comerciales de EE.UU., el plan diluyó la controvertida cláusula "Buy American" que, salvo algunas excepciones, exige el uso de hierro, acero y productos manufacturados estadounidense en obras de infraestructura financiadas por el plan.
Pero ésta se aplicará, según reza el texto, "de forma consecuente con las obligaciones de EE.UU. bajo acuerdos internacionales", por lo que las obras públicas podrán contar con productos extranjeros.
La mayoría de los expertos vaticina que llevará tiempo que el paquete de medidas surta efecto y, aunque no frenará el desangramiento de empleos de inmediato, sí comenzará a espolear su crecimiento para fines de 2009.
“Sólo hay una causa principal, la misma que explica la Gran Depresión de los años 30: La destrucción del capital. El capital se ha venido erosionando o consumiendo desde hace décadas, sin darnos cuenta. El proceso acaba cuando ya no hay más capital para consumir. Después de los siete años de vacas gordas, deben comenzar los siete años de vacas flacas”.
¿Y a qué se debe este proceso de destrucción de capital?
Básicamente, se debe “a la irresponsable política monetaria de Estados Unidos al bajar deliberadamente el tipo de interés hasta cero”, ya que, como explica: “unos tipos de interés en descenso”, que como matiza, es algo distinto a bajos pero estables tipos de interés, “tienen efectos letales pero que pueden pasar inadvertidos”. Así, “al bajar los tipos de interés, el valor liquidativo de la deuda aumenta, con lo que lejos de reducirla, se aumenta la carga de la deuda”.
De esta manera explica lo ocurrido en EEUU y Reino Unido: Al aumentarse el valor de los pasivos y los activos permanecer constantes, el capital se va consumiendo hasta que las firmas, ya sean bancos o compañías automovilísticas, se convierten en insolventes y dejan de poder atraer el crédito.
Asimismo, explica que el origen de las burbujas crediticias y su inevitable final, la depresión, “no tiene nada que ver con el sistema de producción capitalista, sino con la supresión de la tasa de interés por el gobierno, a través de su agente, el banco central”.
Basándose en la historia del surgimiento de la banca central en Estados Unidos, con la institución de la Reserva Federal en 1913, matiza que en sus inicios ésta no tenía porqué generar ciclos, ya que no se le permitía monetizar la deuda del gobierno.
Sin embargo, esta prohibición se levantó a comienzos de la década de 1920, y la Fed comenzó a realizar las llamadas ‘operaciones de mercado abierto’ y a expandir el crédito a tasas disparatadas.
Consecuencia visible del cambio de política monetaria en el país norteamericano fue el estallido inicial de la Gran Depresión.
Para el profesor Fekete, la legalización de esta práctica convirtió el principio del gobierno limitado en papel mojado.
"El plan de emergencia de Obama va a fracasar"
El profesor canadiense no podría estar más en desacuerdo con las medidas que están tomando los gobiernos, en especial el de Estados Unidos:
“El plan de emergencia de la administración Obama va a fracasar. Consiste en las mismas panaceas que nos han traído a la actual depresión”. No obstante, no carga las tintas sobre Barack Obama, sino sobre “una camarilla reaccionaria de Keynesianos y Friedmanitas que han secuestrado la Casa Blanca, antes de que el nuevo presidente tuviera oportunidad de hacer nada”.
Sobre la política monetaria que está llevando a cabo la Reserva Federal, a través de inyecciones masivas de liquidez y tipos de interés cerca del 0%, piensa que no solo no tendrá impactos positivos sobre la economía real, sino que afectará muy negativamente al dólar y llevará a la quiebra al estado norteamericano debido al rápido incremento del valor liquidativo de la deuda del gobierno que genera este tipo de políticas.
Utiliza el ejemplo de Japón para afirmar que “bajar tipos de interés no es el remedio para la deflación, sino veneno para la economía”.
Acerca de los rumores de nacionalizaciones de bancos, sostiene que no solucionaría nada de la crisis bancaria, y compara la medida con reordenar las sillas de la cubierta del Titanic para evitar su hundimiento.
Tampoco comulga con la reciente idea de Obama de crear un ‘banco malo’ que atraiga los activos tóxicos, definiéndola como “completamente imbécil”, argumentando que “los activos tóxicos deberían ser liquidados inmediatamente y su titulización cancelada”.
Pero sus críticas en el terreno monetario van mucho más allá de problemas coyunturales:
“No puede existir un buen banco bajo un régimen de dinero inconvertible. Si quieres tener buenos bancos, tendrás que re-introducir glóbulos de oro en el flujo sanguíneo del sistema monetario. Un sistema monetario enfermo, como es el de la moneda inconvertible, inevitablemente contamina incluso a los buenos bancos”.
Previsión y recomendaciones
Sus previsiones de futuro son muy pesimistas, sosteniendo que la situación económica ha llegado a su límite, y si se continúa así, el colapso del dólar y de todo el sistema monetario está al llegar.
Además, se atreve a pronosticar que después del periodo actual deflacionario, veremos una hiperinflación.
Su receta para salir de la depresión de la mejor manera posible es reemplazar lo antes posible el actual sistema de dinero fiduciario e inconvertible, por uno en el que el oro juegue un papel fundamental como el baluarte último de la liquidez de todo el sistema.
Así, propone que cualquier país pequeño, como Portugal, podría tomar sus propios pasos hacia delante, permitiendo la circulación del oro como dinero.
La consecuencia principal de este plan, asegura el profesor, sería el flujo de capital que iría a parar a Portugal, convirtiéndose este país en el paraíso de los inversores.
Más tarde, otros países podrían imitar a Portugal, y de esta manera caminar hacia un sistema monetario mundial mucho más estable y sólido.
Por último, alerta de los trágicos y devastadores efectos que podría tener el seguir dándole la espalda al oro.
Según él, si no se pone remedio, esto puede significar el desmoronamiento de la civilización y la erosión de la ley y el orden, la pobreza masiva y el empobrecimiento de ricos y pobres, y la vuelta al mundo a una nueva Edad Oscura.
NOTA: Tomar esta informacion con precausion.
El plan, que el presidente consideró como un hito "en nuestra senda hacia la recuperación", está centrado en el aumento de los gastos en infraestructura, recortes tributarios y la creación de entre tres y cuatro millones de empleos. En concreto, prevé 308.300 millones de dólares en gastos fiscales, 267.000 millones en ayudas sociales directas y 212.000 millones en recortes tributarios escalonados de 400 dólares para individuos y hasta 800 dólares para familias hasta 2010, en función de sus salarios.
La medida incluye ayudas para gobiernos estatales, la mayoría de los contribuyentes, estudiantes, desempleados y para quienes compren casa por primera vez. El plan amplía de 26 a 46 semanas el período de subsidios para desempleados, aunque éste se extiende a 59 en estados con altas tasas de desempleo. Además, el plan limita los incentivos y remuneraciones a los altos directivos de las compañías y entidades financieras que se acogieron al paquete de rescate de 700.000 millones de dólares promovido por la administración anterior de George W. Bush.
Clinton cree que obama ha tenido un buen comienzo
El ex presidente de EEUU Bill Clinton aseguró ayer que el país va a superar la actual crisis económica y alabó la gestión del actual presidente, Barack Obama. En una entrevista en el programa "Today" de la cadena NBC, Clinton consideró que Obama "ha tenido un buen comienzo" y se ha rodeado de un "buen equipo". Clinton apuntó a la economía como el principal problema del país a corto plazo, pero señaló que la amenaza terrorista y la inestabilidad global serán los problemas que tendrá que afrontar Estados Unidos a medio y largo plazo.
Preguntado por la periodista Ann Curry sobre un artículo de la revista TIME, en el que incluyen a Clinton como uno de los culpables de la crisis, el ex presidente rechazó esa opinión y consideró que si su equipo económico hubiera estado al frente durante los últimos ocho años, "el país no hubiera caído en esta crisis".
Clinton reconoció que en los encuentros que ha mantenido con Obama le ha dado algunos consejos sobre la presidencia, aunque no quiso entrar en detalle porque "quedan en el ámbito privado". El ex presidente también hizo referencia a la labor que desempeña su esposa Hillary Clinton en la administración de Obama, como secretaria del Departamento de Estado, de la que dijo sentirse "muy orgulloso".
Obama hizo hincapie en que este es "el paquete de recuperación económica más abarcador en nuestra historia" y que fue un proyecto de amplias consultas con "demócratas y republicanos".
"Lo que hace que este sea un plan de recuperación, de crear o salvar 3,5 millones de empleos -incluyendo 60.000 aquí en Colorado-, es el hecho de que estamos poniendo a los estadounidenses a trabajar en tareas que son necesarias en sectores críticos", agregó el presidente estadounidense.
El mandatario comparó la escala de los proyectos con el programa de construcción de carreteras interestatales llevado a cabo por el presidente republicano Dwight Eisenhower en la década de 1950.
Obama dijo además que la actual crisis se generó en parte por "la falta de responsabilidad de Wall Street hasta Washington".
Wall Street reacciona
Los principales mercados de valores respondieron a la baja este martes en medio de temores de que el paquete de estímulo estadounidense sería insuficiente para sacar a la mayor economía del mundo del letargo de 14 meses de recesión.
La ley contiene incentivos fiscales para la compra de autos y viviendas, reducciones en las retenciones de aportes salariales, más beneficios para el desempleo, más bonos de alimentos (food stamps), un abaratamiento de los seguros de salud y más dinero para investigaciones médicas.
Por otro lado también se potenciarán las inversiones en sistemas de ferrocarriles ligeros, puentes, acceso a internet de banda ancha, la reconstrucción de la red eléctrica y otros programas energéticos de corte ecológico.
"Es un día monumental en la historia estadounidense, pero no exactamente lo que había esperado Obama", señaló el editor de la BBC en América del Norte, Justin Webb.
"Quería contar con el apoyo de los republicanos, pero no lo obtuvo", agregó.
Rechazo republicano
Los acercamientos de Obama hacia la oposición fueron rechazados por integrantes del Partido Republicano que insistieron en un menor gasto gubernamental y más desgravaciones fiscales.
"Si esto va ser el bipartidismo el país está jodido", señaló sin tapujos el senador republicano Lindsay Graham a la cadena televisiva ABC.
"No ha habido nada en este proceso que haya sido bipartidista. Este no es un cambio en el cual podemos creer", agregó el legislador de Carolina del Sur.
La Casa Blanca informó a través de un comunicado que presentará el jueves un informe sobre el impacto económico en cada estado de la ley de estímulo económico.
En su discurso Obama informó que el gobierno abrió una nueva página de internet para darle transparencia al paquete de estímulo y permitir que los contribuyentes puedan revisar los gastos.
El presidente se trasladará en la noche de este martes a Arizona, donde dará a conocer el miércoles medidas para ayudar a millones de propietarios de viviendas a evitar las ejecuciones hipotecarias.
"¿Quieren arrastrarnos a la cárcel? Bien; que el mundo vea la ineficiencia del gobierno", dijo en una entrevista Bertha Lewis, una organizadora de ACORN. "Los políticos han ayudado a los bancos, pero no han ayudado a las familias en la forma que se necesita, y ahora estas familias están diciendo: ‘ya basta'".
Al inicio de la crisis de embargos, el problema fue considerado por algunos como culpa de los propietarios, resultado de sus malas decisiones y de querer vivir más allá de sus medios. Pero al tiempo que los embargos se extendieron por todo el país, devastando incluso sólidas comunidades de clase media, la responsabilidad se ha trasladado lentamente a las compañías financieras que hicieron préstamos cuestionables y han recibido miles de millones de dólares en ayuda federal para evitar su colapso.
En los últimos meses, un movimiento de resistencia en ciernes ha ido creciendo entre los estadounidenses que consideran que han sido abandonados para enfrentar su predicamento solos, y la campaña de ACORN es una expresión organizada de esa frustración, señaló Lewis. En vez de empacar en silencio y entregarle sus casas a los bancos, los propietarios ahora están combatiendo.
El 9 de febrero, un hombre dibujó un mensaje en el techo de su casa en un suburbio de Los Angeles: "Quiero ser escuchado". Luego se parapetó en su vivienda cuando policías llegaron a desalojarlo, rindiéndose después de unas horas. En octubre, una mujer en San Diego se encadenó a su casa luego de que el banco propietario de la hipoteca se negó a renegociar las condiciones. Permanece en su casa, aunque recibió un segundo aviso de desalojo.
Y el año pasado en Boston, vecinos activistas entrelazaron sus brazos afuera de ocho edificios que serían embargados, para impedir que las autoridades echaran a los residentes a la calle.
En algunos lugares los alguaciles también han tomado una posición. En el condado Wayne de Michigan, el alguacil Warren C. Evans suspendió todos los desalojos a partir del 2 de febrero hasta que el gobierno federal implemente un programa para ayudar a los dueños que enfrenten procesos de embargo.
En el condado de Cook, que incluye a la ciudad de Chicago, en Illinois, el alguacil Thomas J. Dart ordenó a un abogado revisar todas las órdenes de desalojo para proteger a la gente que siguiera pagando su renta después de que los edificios en que vivían fueran embargados por los bancos. En el condado de Butler, en Ohio, el alguacil Richard K. Jones ordenó a sus agentes no desalojar a gente que no tuviera otro lugar a donde ir.
"Se trata de seres humanos, gente de clase media responsable que sufre tiempos difíciles, y no puedo simplemente arrojarlos a la calle", indicó.
La estrategia de ACORN toma como modelo un movimiento encabezado por el grupo en los 80, cuando decenas de personas ocuparon y se dedicaron a renovar miles de edificios abandonados propiedad de las ciudades en Nueva York, Filadelfia y Detroit, entre otras. Su motivación, indicó Lewis, era resolver "la crisis de vivienda de las familias trabajadoras".
En ciudades como Orlando, Florida, que tiene una de las tasas de embargo más altas del país, así como en Boston, Houston, Baltimore y Tucson, activistas de ACORN han creado redes para alertar a los vecinos de un propietario sobre desalojos programados o traslado de policías. Voluntarios convocan a amigos y parientes para reunirse en la casa en cuestión, mientras que otros notifican a la prensa. Activistas están reclutando también a abogados dispuestos a defender gratuitamente a los arrestados.
"Este es un último recurso desesperado de trabajadores que tienen dos o tres empleos, madres solteras y personas mayores que no saben qué otra cosa hacer con sus casas", indicó Ginny Goldman, principal organizadora de ACORN en Texas, donde la campaña inició el sábado en Houston.
La crisis "está destruyendo la propiedad de viviendas, la clase media y el propio Sueño Americano". El "Plan de Estabilidad y Asequibilidad de la Vivienda" tiene el objetivo de permitir que hasta nueve millones de propietarios puedan reestructurar o refinanciar sus hipotecas y evitar las ejecuciones de sus préstamos mediante embargos y, por consiguiente, la pérdida de sus casas.
En la actualidad, según la Asociación de Banca Hipotecaria de EEUU, diariamente se ejecuta la hipoteca de 10.000 viviendas, con lo que la propiedad pasa al banco, lo que no obliga necesariamente al desahucio del deudor.
A finales de 2008, más del 9% de los préstamos para la vivienda habían registrado algún tipo de retraso en sus pagos o se habían ejecutado. La crisis inmobiliaria está en la raíz de la crisis económica y muchos analistas consideran que en tanto no se resuelva ese problema el resto de la economía no podrá recuperarse.
El plan pretende ayudar a dos grupos de propietarios
Por un lado están entre cuatro y cinco millones de personas que se han mantenido al corriente de sus pagos pero cuyas casas han perdido valor, a las que la Administración ayudará a refinanciar sus hipotecas y rebajar el coste de sus cuotas mensuales.
El segundo grupo, de entre tres y cuatro millones de personas, lo componen quienes tienen problemas para afrontar sus pagos mensuales debido a la recesión, pero que no pueden vender sus viviendas porque éstas se han desvalorizado, por lo que podrían perderlas.
El fondo, promete la Casa Blanca, ayudará a conservar sus hogares a aquellos que se comprometan a pagar una cantidad razonable.
En su alocución, Obama subraya que esta ayuda está destinada a "rescatar a aquellos que han cumplido las normas y que actuaron de manera responsable" y no beneficiará a los especuladores.
Doblará el importe del rescate Freddie Mac y Fannie Mae
Dentro del plan, el Tesoro de EEUU doblará el importe de las ayudas a las entidades hipotecarias semiestatales Freddie Mac y Fannie Mae, de 100.000 a 200.000 millones de dólares, para "garantizar la fortaleza y la seguridad del mercado hipotecario y para ayudar a mantener la asequibilidad de las hipotecas".
Ambas entidades quedaron nacionalizadas en la práctica el año pasado para evitar su bancarrota a raíz de la crisis financiera. Entre las dos sustentan más del 40 por ciento de los créditos a la vivienda en EEUU.
Otras medidas previstas en el plan incluyen el permitir a los jueces modificar los términos de los préstamos hipotecarios durante el proceso de declaración de bancarrota para un propietario, y el establecimiento de ayudas para inquilinos obligados a abandonar sus residencias porque el propietario ha perdido la vivienda.
La iniciativa contempla la posibilidad de que las entidades financieras reduzcan voluntariamente las tasas aplicadas a los prestatarios, lo que podría aliviar la situación de entre tres y cuatro millones de hogares, que verían reducidas las cuotas mensuales de sus hipotecas hasta una cantidad próxima al 31% de sus ingresos a cambio del compromiso de responder mensualmente a sus obligaciones de pago, mientras que las entidades recibirían apoyo por parte del Gobierno.
De los 75.000 millones de dólares, las firmas recibirán 1.000 dólares por cada modificación de hipoteca llevada a cabo, además de un fondo adicional por cada mes que el prestatario cumpla de hipoteca. Además, los propietarios podrán recibir 1.000 dólares al año durante cinco años como parte del programa durante el tiempo que estén afrontando el pago de su hipoteca.
No obstante, el presidente de EEUU hizo hincapié en que esta iniciativa "no rescatará a aquellos que actuaron sin escrúpulos o de manera irresponsable. No ayudará a los especuladores que asumieron apuestas demasiado arriesgadas sobre la evolución de los precios y compraron casas no para vivir en ellas, sino para venderlas, ni tampoco ayudará a los prestamistas deshonestos que actuaron irresponsablemente".
Dentro del plan, el Tesoro de EEUU. doblará el importe de las ayudas a las entidades hipotecarias semiestatales Freddie Mac y Fannie Mae, de 100.000 a 200.000 millones de dólares, para "garantizar la fortaleza y la seguridad del mercado hipotecario y para ayudar a mantener la asequibilidad de las hipotecas". Ambas entidades quedaron nacionalizadas en la práctica el año pasado, para evitar su bancarrota a raíz de la crisis financiera. Entre las dos sustentan más del 40 por ciento de los créditos a la vivienda en EEUU.
Otras medidas previstas en el plan incluyen el permitir a los jueces modificar los términos de los préstamos hipotecarios durante el proceso de declaración de bancarrota para un propietario, y el establecimiento de ayudas para inquilinos obligados a abandonar sus residencias porque el propietario ha perdido la vivienda. Inicialmente se había dicho que el plan contra las ejecuciones hipotecarias estaría dotado con al menos 50.000 millones de dólares, pero luego trascendió que llegaría a los 75.000 millones de dólares.
Además, el Tesoro seguirá comprando los valores apoyados por hipotecas de Fannie Mae y Freddie Mac para promover la estabilidad y la liquidez en el mercado, agregó.
El secretario dijo que Fannie Mae y Freddie Mac son críticas para el funcionamiento del sistema de financiamiento de vivienda en Estados Unidos y que "desempeñan un papel clave en cuanto a lograr tasas hipotecarias accesibles y a mantener la estabilidad y la liquidez de nuestro mercado hipotecario".
En el 2008, cerca de tres cuartas partes de los nuevos préstamos para vivienda fueron financiados o garantizados por ambos gigantes, dijo Geithner.
Fannie Mae y Freddie Mac son empresas patrocinadas por el gobierno creadas para proporcionar estabilidad en el mercado hipotecario secundario y para promover el acceso al crédito hipotecario en todo Estados Unidos.
En julio pasado, el Congreso otorgó al Tesoro una nueva autoridad para propocionar apoyo financiero a las dos compañías con el fin de suministrar estabilidad a los mercados financieros, apoyar la disponibilidad del financiamiento hipotecario y proteger a los contribuyentes, indicó la declaración.
(Xinhua)
Sin embargo, el plan sólo ayudará a aquellos que cumplieron las reglas, subrayó, y agregó que no ayudará a los especuladores que hicieron apuestas arriesgadas en el mercado ni a los prestamistas deshonestos que actuaron irresponsablemente.
El plan hará posible que entre cuatro y cinco millones de propietarios de casas que reciben sus hipotecas a través de Fannie Mae o de Freddie Mac refinancien sus hipotecas a tasas más bajas, cosa que no pueden hacer actualmente, dijo el presidente.
Este plan está diseñado a ayudar a millones de familias que están "bajo el agua", es decir, que deben más de sus hipotecas que el valor de sus casas. Estas familias son incapaces de vender sus casas y tampoco pueden refinanciarlas. Así que en caso de perder su empleo o de otra emergencia, sus opciones son limitadas.
Al mismo tiempo, el plan creará nuevos incentivos para que los prestamistas trabajen con los prestatarios para modificar los términos de los créditos de alto riesgo en riesgo de falta de pago o de ejecución de hipotecas.
Los créditos de alto riesgo, créditos con altas tasas y términos complejos que con frecuencia encubren sus costos, constituyen sólo 12 por ciento de todas las hipotecas, pero representan casi la mitad de todas las ejecuciones de hipotecas.
Además, con el plan se tomarán pasos importantes para mantener las tasas hipotecarias bajas para millones de familias de clase media que busquen conseguir nuevas hipotecas.
La mayoría de los créditos para casas nuevas están apoyadas actualmente por Fannie Mae y Freddie Mac, que garantizan créditos y establecen estándares para mantener bajas las tasas hipotecarias y para mantener el financiamiento hipotecario disponible y predecible para las familias de clase media.
"Por lo tanto, usando los fondos ya aprobados por el Congreso para este propósito, el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal continuarán comprando a Fannie Mae y Freddie Mac valores apoyados en hipotecas para que exista estabilidad y liquidez en el mercado", dijo el presidente estadounidense.
(Xinhua)
Frederic Dickson, de DA Davidson dijo que el paquete de estímulo económico "no inspiró a los inversionistas, muchos de los cuales han expresado serias dudas sobre el ritmo y la posibilidad de alcanzar la estabilidad económica en un plazo no demasiado prolongado".
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, advirtió que los esfuerzos de recuperación económica estaban haciendo agua, dado que Rusia anunció su primera recesión desde el colapso financiero de 1998.
Los mercados se mostraron nerviosos tras las noticias del lunes de que la economía japonesa se había contraído a un ritmo anualizado de 12,7% en el cuarto trimestre de 2008, el peor desempeño desde 1974.
El dólar se vio favorecido por la búsqueda de seguridad, una vez que Moody's Investors Service advirtió que los bancos europeos pueden sufrir rebajas en su calificación debido a los problemas en Europa Oriental, que derribarían el euro y las monedas locales.
"El desempeño peor que lo esperado del PIB de Japón alimentó el espectro de una recesión mundial", dijo Sara Kline de Moody's Economy.com.
Obama dijo que la puesta en funcionamiento del plan de reactivación, diseñado para crear o ahorrar 3,5 millones de empleos, recomponer la vetusta infraestructura de Estados Unidos y estimular el consumo interno, sería un divisor de aguas en la recesión.
"No voy a afirmar que el día de hoy marca el fin de nuestros problemas económicos, ni que constituya todo lo que tenemos para reencauzar la economía", dijo Obama en Denver, en el estado de Colorado.
"Pero el día de hoy marca el principio del fin, el principio de lo que necesitamos hacer para crear empleos para los estadounidenses y acabar con la estela de despidos".
La acciones cayeron este martes a sus mínimos tocados en noviembre.
El Dow Jones Industrial Average cayó un expresivo 3,79% para terminar a 7.552,60. El Nasdaq cayó 4,15% a 1.470,66 puntos y el Standard & Poor's 500, se contrajo un 4,56% a 789,17.
En Rusia, la contracción económica suscitó advertencias sobre los peligros de malestar social e inestabilidad política.
"La previsión ha empeorado, a una contracción del PIB del 2,2%", dijo el viceministro ruso de Desarrollo Económico, Andrei Klepach, según las agencias rusas.
Y por si todo esto fuera poco, el FMI dijo que los esfuerzos de recuperación llevados a cabo por las principales economías del mundo se veían perjudicados por los balances desastrosos de los bancos.
"Debemos concluir la tarea de limpiar los balances de los bancos", dijo el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn a Radio Francia Internacional.
Con los fabricantes automotores arruinados, General Motors y Chrysler dieron a conocer sus planes de viabilización a largo plazo al gobierno, a fin de tener acceso a un rescate con recursos estatales por 17.400 millones de dólares.
Chrysler hizo saber que necesitará 5.000 millones de dólares adicionales para asegurar su supervivencia.
General Motors (GM) anunció por su parte que prevé eliminar 47.000 empleos en todo el mundo en 2009, la mayoría en Estados Unidos, y pidió 30.000 millones de dólares de aquí a 2011.
Poco después la Casa Blanca anunció que "se necesita mucho más" para rescatar a las automotrices "de todas las partes involucradas: acreedores, proveedores, los propios empleados y ejecutivos para asegurar la posibilidad de que estas compañías salgan adelante," dijo el portavoz Robert Gibbs en un comunicado.
El plan igualmente pretende ayudar a reducir las cuotas mensuales de entre tres y cuatro millones de personas que podrían verse obligadas a declarar una inmediata cesación de pagos, informó el portal de noticias de la cadena BBC.
“Esta iniciativa apunta a alcanzar a millones de propietarios responsables que tienen dificultades para pagar sus hipotecas por la actual recesión y que no pueden vender sus casas porque los precios han caído muy significativamente”, resalta el texto del proyecto.
Sin embargo, los esfuerzos de la Casa Blanca dirigidos a que millones de familias continúen teniendo techo propio parecen módicos comparados con las sumas que se le han facilitado a otros sectores.
El Departamento del Tesoro inyectará 200.000 millones de dólares de capital (casi el triple de lo que otorgará a los propietarios responsables) en las dos compañías semi-estatales de financiación hipotecaria, los gigantes Fannie Mae y Freddie Mac.
Estos intentos de rescate del sector inmobiliario se inscriben dentro de la política estadounidense de estímulo económico que abarca diferentes áreas.
Como parte de esa estrategia, Obama firmó este martes un plan de estímulo fiscal por un valor de 787 mil millones de dólares (más de diez veces más que lo que otorgará a los propietarios responsables), luego de varias semanas de discusión en el Congreso Nacional.
La iniciativa, considerada una de las propuestas más caras en la historia del país, fue ratificada por 244 votos a favor y 188 en contra en la Cámara de Representantes y por estrecha mayoría en el Senado.
Los objetivos centrales de la norma aprobada son aumentar los gastos en infraestructura, la creación de empleos y la implementación de recortes tributarios.
Además, el Gobierno depositó 4 mil millones de dólares adicionales para ayudar al gigante automotor General Motors a escapar de la quiebra.
En las últimas semanas de su mandato, el Gobierno de George W. Bush había otorgado dos cheques de 9 mil 400 millones de dólares y de 4 mil millones de dólares a esa automotriz y a la empresa del mismo rubro Chrysler, entregados en diciembre y enero.
La actualidad de Estados Unidos es marcada por una fuerte recesión que provocó el despido de más de cuatro millones de personas en 2008, situación que intentó combatir la anterior administración otorgando varios paquetes de rescate por miles de millones de dólares al sector empresarial, pero hasta el momento no han habido resultados visibles.
Mientras el jefe de gobierno de Carolina del Sur, Mark Sanford, titular de la Asociación de Gobernadores Republicanos (RGA), calificó de tremendo error la iniciativa de Obama, su homólogo de Florida, Charlie Crist, la respaldó.
Los partidarios de la línea dura incluyen a Haley Barbour de Mississippi, Robert Jindal de Louisiana, Sarah Palin de Alaska y Rick Perry de Texas.
La otra postura es defendida, además de por Crist, por Arnold Schwarzenegger, gobernador de California, el territorio más populoso del país.
Para politico.com, ambas filosofías muestran la división interna de los republicanos, una que quiere volver a los principios conservadores y otra más pragmática y con un tono bipartidista.
Sin embargo, el director ejecutivo de la RGA, Nick Ayers, negó cualquier fractura en la formación al señalar que las diferencias son normales.
Lo que puede ser bueno para Vermont no necesariamente tiene que serlo para Mississippi, estimó.
Por otro lado, debemos tenerlo en claro que esta fórmula incrementará sin duda alguna el déficit prepuestario del Gobierno norteamericano, y disminuye en cierto grado la eficacia del plan de estímulo económico, y al mismo tiempo podrá provocar efectos secundarios en tres aspectos, lo que inquieta mucho al mundo.
Primero, conlleva el peligro de que provoque la depreciación del dólar norteamericano en gran medida y una nueva crisis financiera. En la finanza del Gobierno norteamericano los déficit presupuestario y comercial han llegado a un nivel sin precedente. ¿De dónde proviene el dinero para llevar a cabo el plan de estímulo? Esto es precisamente el mayor recelo y la mayor preocupación del público de EEUU y de los demás países del mundo con respecto al plan de rescate del Gobierno norteamericano. A juzgar por la situación actual, poner en marcha la máquina de impresión de billetes del dólar sigue siendo la única opción del Gobierno norteamericano. La consecuencia directa de ello será la depresión en gran escala del dólar, lo que significa sin duda alguna un desastre para los países poseedores de activos en dólares.
Segundo, será la causa de una inflación global. Vistas las cosas a la larga, la deuda excesiva de EEUU y la emisión sobremanera del dólar provocará un nuevo desborde de la liquidez a escala internacional. La consecuencia directa de ello podrá ser el retorno de la inflación global, lo que no sólo no podrá librar a EEUU de las difucultades, sino agravar aún más la situación económica del mundo.
Tercero, podrá provocar un círculo vicioso de proteccionismo. Con anterioridad Obama había reiterado que el plan de estímulo económico no debe contener clausulas de proteccionismo para evitar guerras comericiales, pero la cámama de representantes y el Senado hicieron caso omiso al nuevo presidente. Las clausulas para aprobar los 787.000 millones de dólares de rescate aún contienen "comprar productos norteamericanos" aunque en términos suaves. Frente al hecho consumado, Obama, en una situación embarrazosa, no tuvo otro remedio que firmar el acto para su puesta en marcha, sentando un "mal ejemplo" de proteccionismo en el mundo. La medidas de proteccionismo adoptadas por EEUU provocarán guerras comerciales, y van en detrimento de la recuperación económica mundial, no beneficia a ningún país, y agravará la crisis económica internacional.
Son múltiples los efectos del nuevo plan de estímulo económico de EEUU en los diversos países del mundo. China, como el mayor país acreedor de EEUU, debe tomar plenamente en cuenta dónde está su interés y dónde está el peligro, y basándose en la realidad trata de proteger su interés y evitar el peligro. Por un lado, debe oponerse firmemente al progeccionismo en sus variadas formas, y por el otro, adoptar medidas eficaces y prácticas para reducir en lo posible las pérdidas de sus activos en divisas. China podrá exhortar el establecimiento de un mecanismo para estabilizar las tasas de cambios de las divisas principales y restringir la emisión de billetes, para evitar que EEUU abuse su status de emisor para emitir excesiamente billetes. En caso necesario podrá comprar más bonos de Tesoro norteamericano y pedir mayor derecho de seguridad y a precios aún más favorecidos. También podrá emitir bonos de los gobiernos extranjeros en unidad de RMP para que los países que tienen defícit comericial con China, representados por EEUU, emitan bonos en RMP y compren las divisas en China. De manera que equilibren partes de su emisión excesiva. Podrá hacer esfuerzos por convertir, dendro de unos años, más de la mistad de las reservas de divisas de China en RMP, reduciendo así el peligro de depreciación de las reservas de divisas.
(Pueblo en línea)
Entre siete y nueve millones de familias serán beneficiadas con la ayuda, que será canalizada a través de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, anunció el departamento del Tesoro. Esta iniciativa está diseñada para contener un creciente flujo de embargos y ayudar a entre siete y nueve millones de propietarios a reestructurar o refinanciar sus hipotecas para no perder sus viviendas, según el Departamento del Tesoro.
Un masivo plan de estabilización presentado este miércoles por el gobierno estadounidense para el vapuleado mercado inmobiliario, apunta al corazón de la crisis financiera mundial con cientos de miles de millones de dólares.
Esta iniciativa está diseñada para contener un creciente flujo de embargos y ayudar a entre siete y nueve millones de propietarios a reestructurar o refinanciar sus hipotecas para no perder sus viviendas, según el Departamento del Tesoro.
"El plan no sólo ayuda a los propietarios responsables amenazados por la insolvencia, sino que impide que los barrios y comunidades colapsen en la medida en que los casos de insolvencia y los embargos contribuyen a derribar el valor de los inmuebles, llevando a la quiebra a los negocios locales con la consiguiente pérdida de empleos", expresó el Tesoro en una declaración.
El Plan de Accesibilidad y Estabilidad para Propietarios debía ser presentado oficialmente este miércoles por el presidente Barack Obama, en el Estado de Arizona (oeste), uno de los más castigados por la crisis inmobiliaria.
Como parte del plan, 75 mil millones de dólares serán puestos a disposición en una iniciativa para estabilizar a los propietarios a punto de perder sus viviendas.
"Esta iniciativa está dirigida a ayudar a millones de propietarios responsables que están luchando para cumplir con los pagos de sus hipotecas, debido a la recesión, quienes ni siquiera pueden vender sus casas debido a la caída tan significativa de los precios", destacó el Tesoro.
El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2006 llevó la crisis de los préstamos hipotecarios "subprime" (a riesgo) que estalló en agosto de 2007, desencadenando la crisis financiera global que ha paralizado el crecimiento económico mundial.
Incluso con tasas de hipotecas en sus mínimos niveles históricos, el mercado hipotecario ha seguido derrumbándose, en la medida en que potenciales compradores se mantienen al margen a causa de precios en caída libre, una recesión profunda y el desempleo creciente.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, enfatizó que las empresas, Fannie Mae y Freddie Mac, actualmente en manos del gobierno "resultan críticas para el funcionamiento del sistema hipotecario del país y desempeñan un papel clave en tornar más accesibles las tasas de las hipotecas, manteniendo la estabilidad y la liquidez del sistema inmobiliario".
Fannie Mae y Freddie Mac financiaron o garantizaron casi tres cuartos de los nuevos créditos hipotecarios en 2008, observó Geithner.
El anuncio por parte del gobierno de Obama del plan de estabilización coincidió con otro reporte desfavorable sobre el decaído sector inmobiliario.
El Departamento de Comercio hizo saber que el inicio de nuevas obras y permisos de edificación cayó a su nivel más bajo desde que se inició el registro, hace 50 años.
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