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Prevén dificultades en la banca española |
La Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) alertó hoy de que las dificultades de las entidades bancarias españolas aparecerán "de forma más espaciada", debido a que el "punto débil" de sus balances reside en el "abultado crédito" al sector inmobiliario y, sobre todo, a los promotores.
En la publicación 'Cuadernos de Información Económica', Funcas explica que los problemas en el sector de la construcción tienen un tiempo de maduración mayor y tardan más en aflorar que las pérdidas de capital asociadas a instrumentos financieros ligados más directamente a valoraciones de mercado.
Así, las dificultades de las entidades llegarán, aunque de forma más espaciada y a pesar de que el sector bancario español no ha resultado afectado por las hipotecas de alto riesgo que han contaminado los activos financieros estructurados y causado estragos en casi todos los países.
Según Funcas, el riesgo asumido por el sistema bancario español en el sector inmobiliario es de gran magnitud, y los efectos sobre bancos, cajas y cooperativas están siendo y serán "importantes", forzando así a operaciones de concentración empresarial, a pesar de que el punto de partida en España es más sólido que en otros países.
En este sentido, la entidad critica la "falta de prudencia" de las autoridades españolas para frenar la "disparatada" expansión inmobiliaria basándose únicamente en la idea de que impulsaba el crecimiento económico y el empleo.
Además, considera que el Banco de España no actuó "con decisión" frenando los excesos, a pesar de que si forzó la constitución de provisiones extraordinarias en la fase de auge de carácter anticíclico, una decisión muy conservadora que adoptó "prácticamente en solitario" y que ahora es "unánimemente calificada como ejemplo de prudencia".
En cuanto a las medidas financieras que ha adoptado el Gobierno español frente a la crisis, Funcas asegura que aún es pronto para conocer su incidencia, aunque se trata de iniciativas fundamentalmente preventivas que deben dotar de cierta estabilidad al sistema sustituyendo, de forma efectiva y temporal a los mercados de liquidez mientras se restablece la confianza.
Poca predisposición al préstamo
En lo que refiere a las subastas de liquidez, Funcas considera que son necesarias precisamente porque logran sustituir al mercado, a pesar de que las entidades no acudieran masivamente a la subasta del 20 de noviembre. "La no concurrencia a las mismas sólo significa que, incluso con liquidez, el riesgo de crédito sigue siendo elevado y que la predisposición de las entidades a prestar sigue siendo, ante tales riesgos, limitada", subraya.
Finalmente, Funcas sostiene que las operaciones de emisión de deuda y recapitalización tendrán que concretarse más para evitar confusiones respecto a su uso y su incidencia, sobre todo en la medida en que pueden ser interpretadas como rescates implícitos, aunque erróneamente en algunos casos.
En esta misma línea, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) asegura que, aunque los bancos españoles han esquivado "el centro del huracán", pueden tener "graves dificultades" para renovar sus créditos y sufrir problemas de liquidez si la actuación se prolonga.
En su publicación trimestral, explica que las cotizaciones bursátiles de estas empresas por primera vez no encajan con los resultados que presentan sus balances, lo que demuestra que la desconfianza afecta de algún modo a los bancos y cajas españoles. A su juicio, la "hecatombe" del sistema norteamericano" tendrá efectos en todo el planeta de forma inmediata y a medio y largo plazo.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Los inmuebles que las entidades están adquiriendo suponen un importante consumo de capital según las normas de solvencia y, por tanto, la generalización de esta práctica podría afectar a los recursos propios del sector en un momento en el que, además, el mercado y los reguladores vigilan especialmente la solvencia de la banca. El aumento de la solvencia de muchas entidades extranjeras recapitalizadas con dinero público ya ha obligado a Santander a una hacer una ampliación de capital y los expertos no descartan que otros tengan que hacerlo.
En términos generales y con independencia de las particularidades de cada operación, la normativa del Banco de España sobre determinación y control de recursos propios de las entidades establece lo siguiente: los inmuebles adjudicados en pago de deudas recibirán una ponderación de riesgo (una de las variables que influye en el cálculo del montante del capital mínimo exigido) del 150%, la más elevada.
La ratio de capital es la relación entre los recursos propios de una entidad y sus activos ponderados en función del riesgo que suponen. Esto implica que, a paridad de valor, los activos con mayor ponderación suponen un mayor consumo de capital.
El porcentaje del 150% es, por ejemplo, superior al que se aplica a los inmuebles de uso propio que conforman la red de oficinas de bancos y cajas. Estos inmuebles, que la banca está vendiendo para, según subraya, optimizar sus recursos propios, tienen una ponderación de riesgo del cien por cien.
Impacto directo
En cualquier caso, hay una segunda comparación mucho más determinante: los inmuebles adjudicados tienen un consumo de capital superior al de los créditos iniciales, lo que tiene un impacto directo sobre las ratio de solvencia.
Los préstamos concedidos a empresas que no tienen asignada calificación crediticia (las pequeñas promotoras, pero también las grandes inmobiliarias cotizadas) tienen un coeficiente de riesgo del 100%. Este porcentaje puede llegar a reducirse hasta el 35% ó 50% en caso de créditos respaldados por inmuebles residenciales o comerciales, respectivamente, que cumplan determinadas condiciones.
Aunque, cuando los préstamos son morosos, su ponderación de riesgo para el cálculo del capital aumenta, de acuerdo con lo establecido en la Norma decimosexta de la Circular de marzo 2008, y pueden recibir ponderaciones intermedias del 50% y 100%, siempre y cuando tengan garantía real.
Desde las entidades reconocen que los canjes son costosos en términos de solvencia. “Tienen un efecto penalizador mayor tanto en los modelos estándares de Basilea II como en los modelos avanzados”, explican desde un banco cotizado.
Aunque desde otra gran entidad matizan que no siempre la ponderación tiene que ser del 150%. Estas fuentes aseguran que la mayoría de las entidades está negociando con el Banco de España para que algunos activos inmobiliarios (por ejemplo, los que tengan mejores perspectivas para ser revendidos a corto plazo o que se destinen a alquiler) ponderen a un porcentaje inferior.
Desde el regulador reconocen que los porcentajes de medición "han de entenderse siempre en términos generales y haciendo abstracción de los supuestos concretos, que tendrían que ser analizados como tales".
A pesar de sus implicaciones sobre el capital, la mayoría de las entidades, así como muchos expertos del sector, defiende los canjes de deuda por activos como la mejor solución en el momento actual y niega que se trate de una medida cortoplacista destinada sólo a contener la morosidad.
Un directivo de una importante consultora destaca que "los bancos se están quedando con los activos a precio de hoy, no del año pasado. En el sector inmobiliario la clave es poder aguantar y un banco puede quedarse el activo incluso 5 ó 6 años, para luego venderlo con plusvalía".
Santander, el primer banco en realizar los canjes y hasta la fecha el más activo según los datos revelados por las propias entidades (ver información adjunta), asegura que esta estrategia está orientada a la prudencia. "Antes que tener un impagado y en una situación de difícil recuperación, es mejor ejecutar una garantía", explican fuentes del banco.
En el sector la idea es que las entidades que se están quedando con activos lo hacen porque pueden o, dicho de otra forma, porque la solidez de sus balances y su situación de capital les permite soportar el mayor cargo en términos de solvencia, sin plantearse tener que reforzar sus ratio de capital.
Claves:
1.- Como adelantó Expansión el sábado, Martinsa ha canjeado activos por 443 millones con BBVA, Santander y Caixa Galicia.
2.- Los expertos defienden que la estrategia es válida en el medio plazo y que la banca revenderá los inmuebles con plusvalías.
3.- Las entidades negocian con el Banco de España que algunos de estos activos ponderen por riesgo menos de lo que fija la norma.
Más operaciones para hacer frente a la crisis El importe de los canjes realizados hasta hoy por las entidades es una incógnita. La banca no tiene obligación de ofrecer cifras actualizadas al respecto y serán las memorias anuales las que dentro de unos meses aporten cifras concretas.
A cierre del tercer trimestre de 2008, el montante de los intercambios comunicados oficialmente por distintas entidades ascendía a unos 4.000 millones. El importe incluye operaciones por 2.700 millones de Santander; 500 millones de Sabadell; 340 millones de BBVA; y 312 millones de Banesto.
La cifra, en cualquier caso, está obsoleta, puesto que los canjes se han acelerado en el último trimestre, ante el recrudecimiento de la crisis. Con todo, la evolución del activo material no corriente en venta de la banca (que incluye, entre otros, los inmuebles adjudicados) ofrece pistas sobre esta operativa. Esta partida ha aumentado en bancos y cajas desde 1.315 millones en septiembre de 2007 hasta 7.460 millones en un año.
Entre ellos, la compañía ha cerrado la venta de varios de sus activos, por valor de más 443 millones de euros, a tres de sus entidades financieras acreedoras: BBVA, Santander y Caixa Galicia. Ayer, el juzgado de La Coruña, encargado del proceso concursal de Martinsa Fadesa, otorgó la aprobación judicial a la compañía, por la que obtiene un diferencial entre el precio de venta y el pasivo cancelado de 86,99 millones de euros.
27 lotes
La propuesta fue presentada el pasado 18 de diciembre en el juzgado coruñés según la cual, BBVA, a través de su sociedad inmobiliaria Anida, Banco Santander, a través de Centro de Equipamientos Zona Oeste, y Caixa Galicia adquieren 27 lotes de productos, entre suelos finalistas y viviendas, ubicadas en 18 promociones, los cuales tenían constituidas hipotecas en garantía de créditos. "Se trata de vender ciertos inmuebles en construcción a las propias entidades financieras titulares de las hipotecas que gravan cada una de las entidades constructivas por un precio determinado en función de valoraciones objetivas que cubre el importe de la obligación garantizada, que quedará así excluida de la masa pasiva, y mantendrá el valor realizable de la masa activa, ya que implicará el ingreso del excedente en dinero", señala el auto al que ha tenido acceso EXPANSIÓN.
La venta de estos activos ilíquidos busca reducir "de manera muy notable" la deuda de la compañía que, según el informe concursal, se cifra en más de 7.005 millones de euros, así como "evitar la generación de mayores cargas financieras sobre los activos".
Los activos, calificados como "ilíquidos dada la fuerte caída de la demanda que se ha producido y especialmente la inexistencia de compradores con solvencia" o sin capacidad de capitalizarlos, se encuentran distribuidos por casi toda la geografía española. En el caso de BBVA, la compañía adquiere tres promociones, con 502 viviendas, y ocho parcelas de uso finalista, por valor de 232,6 millones de euros. Por su parte, Santander compra 85 inmuebles y varios suelos por valor de 186,5 millones euros; mientras que Caixa Galicia invierte 23,9 millones en suelo destinado a la construcción de 404 viviendas, en Sanjenjo (Pontevedra).
El precio de venta ha sido fijado a través de los datos obtenidos en la valoración de activos que Martinsa realizó a fecha de 30 de junio de 2008. Según estas estimaciones, las viviendas y parcelas vendidas tendrían un valor de más de 458 millones de euros, cifra que se ha actualizado dada la devaluación de los productos inmobiliarios en los últimos meses. "La operación arroja un precio de venta que se encuentra sobradamente en mercado, siendo un hecho notorio que éste ha sufrido una contracción de la demanda significativa desde la fecha en que se estableció el valor de tasación hasta la actual", asegura el auto. Así, se reduce 15,21 millones el precio final de la venta. "En algunos casos el precio es inferior en un 4% al valor de tasación, pero con toda seguridad superior al que se obtendría actualmente".
Compradores solventes
La elección de estas tres entidades financieras, para realizar esta operaciones de desinversión, se justifica en su capacidad financiera. "La entrada de las entidades compradoras en los distintos proyectos en los que adquieren activos, genera sinergias muy positivas derivadas de las excelentes condiciones de solvencia de dichas entidades".
De igual modo que en el precio, la selección de los adquirentes se enmarca bajo la difícil coyuntura del sector inmobiliario. "Dada las actuales circunstancias de mercado, resulta extremadamente improbable encontrar terceros con capacidad técnica y económica suficiente para llevar adelante operaciones de esta envergadura, con rapidez y seguridad jurídica".
Pero, de momento, la confianza en la solidez de la economía española sigue intacta. Los inversores han demandado 4.343 millones en bonos a tres años, a un tipo medio del 3,077%, de lo que finalmente el Tesoro ha adjudicado 3.378. La emisión a cinco años también se ha cubierto con amplitud, con una demanda de 2.587 millones, para un total colocado de 1.707 millones, al 3,417%.
En total, el Ministerio de Economía ha captado 5.185 millones, casi 700 millones más del mínimo previsto ante del lanzamiento de la emisión (4.500 millones). El máximo se había fijado en 5.500 millones. El 15 de enero el Tesoro lanzará una emisión de obligaciones a 15 y 30 años.
La gran cantidad de papel que se espera que emitan los Estados para financiar los planes de estímulo extraordinarios está haciendo mella en la demanda. También afecta la continúa rebajas de previsiones sobre el Producto Interior Bruto (PIB), que en el caso de Alemania y España pueden registrar datos negativos en 2009. Se calcula que los Estados emitirán a nivel global tres billones de dólares en deuda pública (2,1 billones de euros), cuatro veces más que en 2008.
No obstante, a incapacidad de cubrir subastas o incluso el retraso de subastas no es nueva. El año pasado, países como Reino Unido, Austria, Italia tuvieron problemas para cubrir emisiones e incluso retrasaron algunas.
La demanda de estos activos 'refugio' se mantenía firme, en un periodo en el que los gobiernos se han visto forzados a ampliar las emisiones de deuda para financiar, entre otras partidas, sus respectivos planes anticrisis.
Las previsiones de los analistas de Société Générale contemplan un aumento del 33% en las emisiones de deuda pública en Europa durante 2009, hasta rozar el billón de euros.
La jornada de ayer aportó un pequeño sobresalto. La subasta de bonos a diez años celeberada ayer por la mayor economía europea, Alemania, acabó casi en fiasco. La demanda dio esta vez claras muestras de debilidad. La subasta adjudicó finalmente 4.100 millones de euros, lejos de los 6.000 millones planeados por el propio Gobierno alemán.
La posibilidad de que los inversores comenzaran a dar la espalda a la deuda pública caló en los mercados, al inicio de un año que sufrirá un notable incremento de la oferta, acorde con las mayores necesidades de financiación.
La nota de tranquilidad la han aportado hoy subastas como las celebradas en Francia y en España. Sólo en esta jornada, los gobiernos europeos han emitido deuda por valor de cerca de 17.000 millones de euros. A diferencia de ayer, la demanda ha cumplido con las expectativas.
Francia ha colocado 6.290 millones de euros en bonos con vencimiento en 2018, 2023 y 2038. La segunda mayor cuantía en las subastas celebradas hoy corresponde a España, con la adjudicación de 5.085 millones de euros en bonos a tres y cinco años.
Un dato significativo en la subasta celebrada por el Tesoro español ha sido el aumento en la rentabilidad de los bonos. En el tres años ha recuperado el 3%, al pasar del 2,954% hasta el 3,099%. En el cinco años ha alcanzado el 3,434%, frente al 3,347% anterior.
Estos porcentajes contrastan con los registrados ayer en la subasta de Alemania. La rentabilidad fijada en la adjudicación de los bonos a diez años fue del 3,12%, muy por debajo del 3,434% contabilizado hoy en la subasta de bonos españoles a un plazo inferior, cinco años. La crisis ha disparado, sobre todo en 2008, el diferencial de rentabilidad en la deuda pública de España respecto a la de Alemania.
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