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El mercado anhela “Programa de Obama” |
El mercado bursátil en Europa y Estados Unidos mostró un alza general en el primer día de negocio del año, lo que despertó de nuevo la esperanza sobre la economía mundial en 2009 y el retorno de la tendencia alcista del mercado bursátil después de tocar el fondo.
No obstante, los pronósticos hechos por los economistas sobre la economía de 2009 son mitad optimistas y mitad pesimistas. Los participantes en el mercado depositan principalmente su esperanza en el programa de estímulo económico de gran magnitud que se espera del presidente electo estadounidense Barack Obama después de subir al poder.
Empiezan con buen pie
Los tres grandes índices del mercado bursátil estadounidense de Nueva York se alzaron en grandes márgenes el día 2, el primer día de negocio del año. El Promedio Industrial Dow Jones subió en 2,94% para colocarse de nuevo en el nivel de 9.000 puntos. Standard & Poor´s y los Índices Nasdaq se alzaron en más del 3% el mismo día.
Las principales bolsas europeas también empezaron con buen pie el día 2. Financial Times-share index de Londres subió en 2,88%; el DAX de Frankford, en 3,39%, y el CAC40 de París, en 4,09%.
Citando los puntos de vista de algunos analistas, “The Wall Street Journal” dijo el día 2 que el valor de esperanza del mercado sobre el programa de estímulo económico de gran magnitud del presidente electo Obama es bastante alto y que a criterio de algunos inversionistas, parece que los peores momentos se van pronto.
Al resumir el mercado bursátil de 2008, Reuters mencionó que muchos inversionistas de Wall Street depositan su esperanza en las medidas de estímulo económico de gran magnitud que tome Obama tras subir al poder. Los inversionistas estiman que el margen de alza del mercado bursátil estadounidense será probablemente de 10-20% en 2009, razón por la cual los billones de dólares que mantienen una actitud observadora entrarán tal vez de nuevo en el mercado.
Programa de Obama
Según informó Associated Press el día 2, el equipo de Obama está elaborando intensamente un programa paquete de estímulo económico con una magnitud de 675.000 millones a 775.000 millones de dólares y espera que sea aprobado pronto por el Congreso después que Obama tome posesión del cargo el próximo 20 de enero.
Obama había expresado con anterioridad que tras asumir la presidencia, lo apremiante será firmar un programa de estímulo económico de gran magnitud, cuyo objetivo primordial es crear 3 millones de empleos y cuya magnitud podría ascender a 775.900 millones de dólares o aún más.
Fuentes del Congreso conocedoras de este programa dijeron a Associated Press que éste incluye enormes inversiones en la infraestructura, la reducción de impuestos para los contribuyentes de medianos ingresos por una suma de 50-100 mil millones de dólares y la asignación de 200.000 millones de dólares para los gobiernos estaduales con escaso dinero para el sistema de seguro médico y otros gastos públicos.
Obama exhortó el día 3 al Congreso a tomar acciones con rapidez para discutir y aprobar el propuesto programa de estímulo económico. “El problema que enfrentamos ahora no es un problema del Partido Demócrata ni del Partido Republicano, sino de todos los estadounidenses,” acotó.
Obama advirtió que a criterio de los economistas, si EEUU no toma acciones “rápidas y audaces”, la economía seguirá cuesta abajo y la tasa de desempleo llegará probablemente a dos dígitos, de modo que “el sueño de Estados Unidos será algo difícil de hacer realidad”.
Obama no reveló los detalles del programa de estímulo económico, pero reiteró la urgencia de crear unos 3 millones de empleos en el sector económico privado.
La divergencia de los pronósticos económicos
El último informe de pronóstico de mercado dado a conocer por una revisita mensual estadounidense muestra que la gran mayoría de los 500 pronosticadores profesionales consultados sostienen que si el programa de estímulo económico de gran magnitud se pone en práctica como se espera, la economía estadounidense tendrá esperanza de retornar a la tendencia alcista tras tocar el fondo antes de julio de este año.
“Si el gobierno federal no desembolsa generosamente, el consenso de los pronosticadores es: La recesión atravesará la mayor parte de 2009,” dijo el economista Langdell Moore el día 3 a “The New York Times”.
Sin embargo, muchos economistas no son tan optimistas como estos pronosticadores, principalmente contratados por los bancos inversionistas, organizaciones comerciales y magnates industriales.
Nouriel Rubini, profesor de economía de la Universidad de Nueva York, es uno de los pocos pesimistas que pronostican con precisión que la difícil situación financiera y económica de EEUU se prolongará hasta fines de 2009. En un reciente artículo escrito para Bloomberg, Rubini sostiene que la recesión económica de EEUU se prolongará por lo menos hasta fines de 2009.
Rubini puntualiza que aunque hasta 2010 la recesión económica probablemente terminará desde el punto de vista técnico, la mala situación económica seguirá siendo “alarmante”.
(Pueblo en Línea)

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El caída del empleo en las fábricas ha sido el principal factor para llegar a estos datos, según los analistas consultados por Bloomberg. El indicador de pedidos manufactureros ha resgistrado un descenso especialmente agresivo en el sector automovilístico y mobiliario, en los que han caído los pedidos al mayor ritmo en 28 años y han alcanzado niveles de 1948.
Obama ha confirmado que se reunirá en Washington la próxima semana con líderes de ambos partidos para discutir los detalles del plan de estímulo, que según los cálculos de sus asesores podría oscilar entre los 675.000 y los 775.000 millones de dólares. Está previsto que la lideresa de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, obtengan información de primera mano de Obama mañana lunes.
"Economistas de ambos bandos del espectro político están de acuerdo en que si no actuamos con rapidez y rotundidad, veremos una crisis económica mucho más profunda, que podría traducirse en tasas de desempleo de dos dígitos", ha instado Obama.
Estados Unidos ha destruido unos dos millones de puestos de trabajo en el 2008, según los datos preliminares, y Obama ha subrayado en numerosas ocasiones que la situación seguirá deteriorándose antes de comenzar a mejorar.
Los demócratas que controlan ambas cámaras del Congreso quieren que el plan de estímulo económico incluya medidas de alivio fiscal para la clase media e inversiones en escuelas, carreteras y otras infraestructuras. Los estados que afrontan dificultades para financiar los servicios médicos para los más pobres recibirían también ayuda federal.
Resistencia republicana
Pero los legisladores republicanos se muestran reacios e insisten en que el paquete de estímulo no debería de destinar demasiado dinero a proyectos financiados por el gobierno. Influyentes congresistas conservadores, como el líder de la minoría republicana en el Senado Mitch McConnell, son contrarios a una aprobación acelerada y creen necesario evaluar el paquete de estímulo con calma para asegurar que el dinero no se malgasta.
Obama ha detallado hoy en su discurso los principales objetivos del plan de estímulo, entre los que figura el duplicar la producción energética procedente de fuentes renovables y el mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos. A eso se suma la reconstrucción de carreteras, puentes y escuelas en mal estado, la informatización del sistema sanitario, la modernización de centros escolares, laboratorios y bibliotecas y los recortes fiscales para la mayoría de estadounidenses.
El presidente electo ha destacado que el plan deberá someterse a una estricta supervisión para asegurar que se alcanzan los objetivos fijados y ha hecho hincapié en que la iniciativa persigue la puesta en marcha de "inversiones estratégicas" a largo plazo. "Estoy convencido de que, si aunamos esfuerzos para buscar soluciones que beneficien no a los intereses de un partido o grupo sino las aspiraciones de todos los estadounidenses, haremos frente a los desafíos de nuestro tiempo al igual que las generaciones anteriores hicieron frente a los suyos", ha concluido Obama.
Las propuestas serían incluidas junto a otras medidas económicas, como aumentar el gasto en infraestructuras y otros proyectos de obras públicas que tienen como objetivo aumentar el empleo, dijo el Times. Colaboradores demócratas dijeron que no se espera que la Cámara de Representantes vote un plan de estímulo hasta la próxima semana y las medidas finales no se tomarían antes de febrero, informó el periódico.
Citando a asesores de Obama, el diario dijo que el paquete, que podría enfrentarse a la resistencia de los republicanos y demócratas conservadores, costaría al menos 775.000 millones de dólares (unos 559.000 millones de euros). "Esto ya ha obligado a que la gente piense de manera creativa", dijo un colaborador del Comité de Adquisiciones de la Cámara de Representantes, citado por el Times. "Debido a que esto es más dinero de lo que cualquiera esperaba gastar", agregó.
También es probable que Obama proponga un crédito tributario de 500 dólares para particulares y 1.000 dólares para las parejas, dijo el diario. Aquellos que ganan muy poco para pagar los impuesto federales recibirán un cheque para compensar el pago de impuestos en Medicare y fondos de seguridad social para jubilación.
Así, tras advertir que Estados Unidos tiene por delante un "extraordinario desafío económico y" que en los próximos días se esperan nuevos datos "preocupantes" sobre la situación económica, aseguró que no podía pensar en un mejor aliado en el Congreso para aprobar el plan que en Pelosi. Obama se reunirá después con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
También tiene previsto entrevistarse con un grupo de influyentes congresistas de ambos partidos para convencerles de la importancia de que se apruebe el paquete de medidas, aunque desde su propio entorno reconocen que es "bastante improbable" que el plan sea aprobado por ambas cámaras para que esté listo el 20 de enero, día de la toma de posesión de la nueva administración.
El plan de recuperación que prepara Obama podría llegar a casi 800.000 millones de dólares, según informa el diario The Wall Street Journal, de los cuales cerca de un 40% iría destinado a un gran recorte de impuestos en un intento por convencer a los legisladores republicanos, que se oponen a un aumento notable del gasto y que prefieren rebajas impositivas.
La titular de la Cámara Baja ha insistido en que su objetivo es que el proyecto esté listo en la mesa del presidente el mismo día de su investidura, pero los tiempos que se ha marcado no son compartidas por la minoría republicana y por algunos demócratas conservadores, quienes advierten del fuerte impacto que podría tener un plan de recuperación de tal magnitud para el déficit federal.
Todo apunta a que el plan será aprobado sin problemas en la Cámara de Representantes pero su trámite en el Senado puede necesitar más tiempo para lograr el consenso necesario. Teniendo en cuenta que sigue sin aclararse quién ocupará los escaños de Minnesota en el Senado y las incertidumbres en torno al reemplazo de Obama, los demócratas sólo tienen asegurados 57 votos y les hacen faltan tres más.
Obama llegará a la Casa Blanca en medio de una dura recesión económica, con un índice de desempleo del 6,7 por ciento (que amenaza seguir creciendo en los próximos meses) y sin reactivación económica a la vista.
Según las nuevas estimaciones de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, este año será peor de lo originalmente previsto y una reactivación moderada podría empezar a percibirse recién en 2010.
Obama aseguró que el Congreso "considerará pronto" su paquete de estímulo económico, que se prevé llegará hasta los 775.000 millones de dólares e incluye un masivo plan de obras públicas on el objetivo de generar empleo.
"Pero nosotros no esperamos que el público estadounidense apoye este crítico esfuerzo a menos que demos pasos extraordinarios para asegurar que las inversiones son hechas de manera inteligente y bien administradas", admitió Obama.
El presidente electo aseguró que su programa de reactivación económica "establecerá un nuevo estándar alto de responsabilidad, transparencia y supervisión".
En ese sentido, Obama aseguró que no permitirá que la eventual ley para financiar su paquete de estímulo económico incluya "earmarks", las provisiones que los legisladores agregan a los grandes paquetes impositivos para financiar proyectos en sus distritos de origen, y que en muchos casos dieron lugar a denuncias de corrupción.
Además del paquete de reactivación, Obama espera poner en marcha un plan de recortes fiscales por unos 300.000 millones de dólares, que deberían servir para devolver unos 500 dólares de impuestos a la mayoría de los contribuyentes norteamericanos y unos mil dólares por familia.
De la reunión con Obama participaron el futuro jefe de gabinete, Rahm Emanuel, el futuro ministro del Tesoro, Timothy Geithner, el director designado de la oficina del Presupuesto de la Casa Blanca, Peter Orszag, y el asesor principal en asuntos económicos, Lawrence Summers, entre otros.
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