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Gaza: barbarie en estado puro

La operación de cerco, bloqueo, bombardeo por tierra, mar y aire, y la entrada y ocupación de la Franja, ha sido dirigida exclusivamente contra la población civil.

El asesinato de dirigentes de Hamas, o de cualquier resistente palestino de la OLP o de otras organizaciones que se hayan opuesto a la ocupación ilegal del territorio palestino, a la expulsión de campesinos, a la quema de poblados, a las masacres colectivas, a la continua ampliación del territorio del “estado ocupante”, al establecimiento acelerado de asentamientos rompiendo acuerdos de paz, a la destrucción de viviendas, de olivos y de cosechas para “liberar” suelo a disposición de los nuevos “colonos”, a los encarcelamientos masivos, a la creación progresiva de guetos en los “territorios ocupados”, a la marginación política total de la población palestina en el propio estado de Israel; ha sido y es una práctica continua del estado sionista que ha cometido siempre en los llamados períodos de paz, de negociación, de tregua o de alto el fuego.

La “comunidad internacional” ha aceptado siempre las prácticas terroristas –contra personas determinadas, colectivos humanos o dirigentes de la resistencia-, del estado de Israel.

El ataque y la creación de un gueto permanente en Gaza –que con las armas actuales y en un pequeño territorio cercado y vallado no requiere la ocupación por tropas acorazadas- no era el objetivo de la Operación Plomo Fundido.

Plomo Fundido es una operación de terror y de violación de todas las leyes, acuerdos y tratados internacionales; y de todas las normas, convenios y jurisdicciones que pretenden impedir los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el genocidio.

El objetivo es la población palestina en general –hombres, mujeres, niños y ancianos. El estado de Israel ha ejercido siempre, durante toda su historia, la práctica de la matanza indiscriminada como instrumento de poder, de represión y de derrota de la resistencia palestina.

El bombardeo masivo por tierra, mar y aire –con aviones, helicópteros artillados, tanques, artillería asentada fuera de los muros, y artillería naval; y la incursión de unidades acorazadas y “fuerzas especiales” en el gueto de Gaza, para destruir viviendas y castigar a los habitantes (con plomo fundido, uranio enriquecido y fósforo blanco) es una enorme operación de represalia indiscriminada.

La feroz masacre de Gaza es la repetición de la experiencia de Iraq y de las matanzas de los nazis en los territorios ocupados:

En el año 1944, durante la II Guerra Mundial, las autoridades alemanas de ocupación en Italia ordenaron el asesinato de 335 personas. La matanza era la respuesta por la muerte de 33 soldados alemanes ocurrida en una acción guerrillera de los partisanos italianos. El número de víctimas fue calculado al trueque de 10 a 1 y su selección tuvo carácter indiscriminado. La masacre se realizó sobre ciudadanos de cualquier edad o condición, todos ellos ajenos a la operación militar de la guerrilla antifascista. Esa fue la cualidad específica de la represalia, lo que le dio su carácter terrorífico.

El tribunal de Roma que en 1997, más de cincuenta años después, juzgó a Erick Priebke y a Karol Hass, acusados como responsables de ese asesinato masivo ejecutado en las Fosas Ardeatinas, acuñó en su sentencia una expresión memorable. Para señalar que aquel delito contra la humanidad, por su enorme gravedad, no podía prescribir, lo definía como “incompatible con el olvido”.

El tribunal que condenó a los responsables de la matanza de las Fosas Ardeatinas –por poner un ejemplo menor de la barbarie nazi- no tendrían que cambiar ninguno de sus argumentos para condenar a los dirigentes del estado de Israel, a sus militares, a los dirigentes y militares de los EEUU, y a varios dirigentes de la Unión Europea y de los estados miembros.

Podrían compararse los hechos juzgados y condenados en aquel proceso ejemplar con los ocurridos en Gaza en las últimas semanas, y el horror en su nivel supremo quedaría reservado para los gobiernos de Israel y de los EEUU. (1)

Gaza es un inmenso Abu Ghaib.

Palestina ha sido siempre como el Iraq ocupado por los Estados Unidos.

Los motivos estratégicos, políticos y militares para el feroz ataque a la población del gueto de Gaza resumen –por no remontarse más hacia atrás-, las experiencias coloniales, militares y genocidas de EEUU y de Israel de los últimos sesenta años.

En Gaza en estos momentos, en Palestina siempre –y también el Líbano-, se han aplicado los más brutales códigos represivos. Desde el embargo combinado con ataques militares que utilizaron los EEUU contra Cuba y posteriormente contra Iraq (en época de Clinton), hasta la terrorífica ocupación de Iraq con su inmensa guerra sucia de exterminio.

Poco más allá –y en la más absoluta niebla mediática- aparece la terrible guerra de Vietnam que dejó millones de muertos y heridos, centenares de miles de campesinos afectados por el uso de “armas experimentales –genocidas y ecocidas- de destrucción masiva”.

En el comienzo de ese período corto que estamos recordando, absolutamente inexistente para Falsimedia y para los científicos del “fin de la historia” aparece la ausencia de todo límite en la matanza impune de civiles.

Es el “codigo Hiroshima”, un componente genético del imperialismo de los EEUU. (2)

NOTAS del autor:

(1) “Incompatibles con el olvido”. A.M. El Viejo Topo 125 (1999)

La sentencia calificó a los crímenes de guerra cometidos en aquella espantosa represalia como “incompatibles con el olvido”.

Ahora, los medios de comunicación –la Falsimedia globalizada-, hace todo lo posible para que crímenes peores sean ocultados, justificados y olvidados instantáneamente.

El “impacto Obama” ha intentado enterrar definitivamente el infierno de Gaza. En España “un tal Lucas” calificaba ayer -sólo unas horas después de la cinematográfica ceremonia del relevo presidencial y del levantamiento de los escombros y de los cadáveres enterrados en Gaza, como “el Día Mundial de la Esperanza”. Está de más recordar que Obama habló mucho de valores pero no dijo una palabra sobre el genocidio que hizo una pausa en su honor.

(2) Sobre el Código Hiroshima:

Es la guerra impune, la represalia ilimitada, la matanza instrumental, el castigo feroz para imponer respeto. La eliminación total de cualquier freno a la brutalidad de la guerra. En primer lugar los que debería establecer el derecho humanitario, obligatorio para los países y sus ejércitos, salvo los de Estados Unidos, sus aliados fieles y, sobre todo, Israel. En segundo lugar, las normas proclamadas por los “códigos del honor militar” que deberían impedir, por ejemplo, las matanzas planificadas de civiles desarmados. Se imponen como normales los desmanes infinitamente brutales de la Guerra de Destrucción Masiva Unilateral, que no respeta límites y se realiza sin contendiente. El más fuerte masacrando al abismalmente débil que no tiene posibilidad alguna de defenderse. Guerra genocida, guerra cobarde.

Es el “código Hiroshima”.

Bautizado por Bush como guerra preventiva es presentado como la ley de la “comunidad internacional civilizada”. La posición de Falsimedia y de los políticos progresistas europeos repite, quinientos años más tarde, la respuesta del renacentista Sepúlveda ante el horror humano de Fray Bartolomé de Las Casas.

Indios amentes (sin raciocinio, sin juicio) decía el primero de los pobladores de América para justificar la mayor masacre que vieron los tiempos. Lean ustedes las crónicas de los bombardeos de Gaza y el Líbano. Déjense llevar por el lenguaje con que se refieren a las víctimas y acabarán preguntándose: ¿Serán amentes los musulmanes libaneses y los palestinos?

La matanza indiscriminada y funcional –que terrible palabra-, como instrumento imperial, se está convirtiendo en natural y cotidiana de la mano de los EEUU y de sus aliados. Israel es el más feroz de ellos porque ostenta un extraño derecho de autodefensa que le autoriza robar tierras, ocupar territorios, desplazar a enormes masas de población y masacrar a los que se resisten.

Occidente se está convirtiendo, aceleradamente, en sinónimo de colonialismo, de racismo, de indiferencia criminal y de barbarie. EEUU es la voluntad de dominación, la explotación sin límites y el poder despótico. Europa la complicidad, la obediencia por encima de cualquier espanto, y la hipocresía.

Nota de redacción de inSurGente:

"Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.

Rodolfo Walsh, ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina), 1976


Antonio Maira

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  Anónimo

lunes, 26 enero, 2009  

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