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Exterminio israelí en Gaza |
Porqué las potencias y la ONU "retrasan" el cese del exterminio israelí en Gaza.
La estrategia es la misma que siguieron en Libano con Hezbolá: Darle tiempo a Israel para que avance lo más posible en la destrucción de la infraestructura y la capacidad operativa de Hamás, y luego llamar a un alto el fuego para "pacificar".
La "inacción" de la ONU, EEUU y las potencias sionistas europeas (en control del Consejo de Seguridad) para detener el conflicto no es una casualidad sino una causalidad impulsada por un objetivo en común: Prolongar la masacre bajo llamados formales a "parar la violencia" (sin un medida de acción concreta) favoreciendo a los objetivos de Israel.
Se impone una lógica: EEUU, la Unión Europea e Israel son socios en un mismo plan: Terminar con Hamás y las organizaciones palestinas aliadas de Irán, Siria y Líbano, y preparar el terreno para avanzar contra Hezbolá y en una operación final contra las usinas nucleares de Teherán.
Los gobiernos árabes, socios comerciales del eje sionista USA-UE, repiten el mismo esquema de "inacción" atendiendo a sus intereses económicos-financieros diversificados con el "occidente" sionista.
Washington, Tel Aviv y la UE, a su vez, necesitan concretar lo que no pudieron realizar en agosto de 2006: Despejar la retaguardia de "terrorismo islámico" (léase Hezbolá, Hamás y el resto de los grupos combatientes contra Israel) y desde ahí avanzar hacia el proyecto de "remodelación" del Medio Oriente terminando con los regimenes de Damasco y Teherán.
El proyecto geopolítico de fronteras abiertas sin "terrorismo islámico" que alienta el eje sionista USA-UE-Israel necesita prioritariamente destruir la "base islámica" que sustenta el eje petrolero Rusia-Irán-Siria-Venezuela.
Hay dos cuestiones esenciales en disputa: Las redes petroleras y gasíferas de Eurasia y el Medio Oriente y la supervivencia del Estado de Israel. Medio Oriente enlaza el petróleo del Caspio y del Asia Central con el Golfo Pérsico y el Estrecho de Ormuz, el centro de la disputa estratégica con Rusia por el control de los corredores energéticos de Eurasia y Medio Oriente.
Irán, en frontera con el Caspio y el Golfo Pérsico, es el pivote táctico y el guardián central del estrecho por donde transita más del 40% del petróleo mundial. Y un Irán "nuclear" -en control del Estrecho de Ormuz- se pondría fuera del campo de "amenaza" del eje sionista USA-UE, desnivelaría la "guerra energética" a favor del eje Rusia-Irán-Siria-Venezuela y amenazaría la supervivencia del Estado de Israel, la columna vertebral del proyecto sionista en Medio Oriente.
Hezbolá en Líbano, y Hamás en Gaza, a su vez, representan la columna vertebral del eje Irán-Siria en el "patio trasero" de Israel. El proyecto de fronteras abiertas sin "terrorismo islámico" necesita eliminarlos del paso para preservar de peligro las fronteras y ciudades israelíes cuando se pongan en marcha las operaciones militares (inevitables) contra Irán y Siria. Fracasaron en Líbano en el 2006, y ahora recomienzan por el eslabón más débil: Gaza.
La masacre militar, no está orientada a tomar Gaza sino a producir un desenlace internacional con la ONU y las potencias centrales, y cuenta con un Plan A y un Plan B.
Plan A (de máxima)
Terminar con el gobierno de Hamás y restituir en el poder a la Autoridad Palestina (AP) con Mahmud Abbas como presidente, respaldado por una fuerza internacional de la ONU que tome el control militar y garantice el desarme efectivo de Hamás y de las organizaciones armadas de la resistencia palestina (el mismo esquema que intentaron aplicar sin éxito con Hezbolá en Libano). Para implementar este plan necesitan una "saturación del terror militar" con la masacre militar y que Israel destruya y/o debilite al máximo la capacidad logística y operativa de Hamás.
Plan B (de mínima)
Si se complica (por las contradicciones inter-potencias) el Plan A en el Consejo de Seguridad de la ONU, avanzar en una propuesta (que ya está en curso, según versiones de Israel) de tregua acordada con Hamás y arrancarle concesiones (en su posición belicista con Israel) aprovechando y profundizando su debilidad y aislamiento internacional.
Ambas opciones dependen de que el poder aéreo y los bombardeos israelíes peinen todo el territorio de Gaza y destruyan la mayor cantidad de blancos en búnkeres y centros logísticos y organizativos de Hamás.
Se trata de una estrategia resumida en el dicho popular de "entro, toco y me voy", donde los helicópteros y aviones B 16 judíos destruyen lo más posible las estructuras de la resistencia de Hamás, y luego, tras un llamado de alto el fuego de la ONU y el anuncio del despliegue de una "fuerza internacional de paz", se repliegan a sus bases.
La fórmula, con algunos "retoques" es la misma que aplicaron en Líbano, donde el fracaso sobrevino por el alargamiento de las operaciones (34 días) y la derrota terrestre a manos de Hezbolá.
La opción más potable
Ambos planes, el A y el B, son compatibles y funcionales con la estrategia de asesinar y luego negociar, que está aplicando a rajatabla el gobierno del Estado de Israel con la operación de exterminio militar en Gaza, pero su implementación depende de las relaciones de poder internacional y del marco imperante entre las potencias que integran el Consejo de Seguridad de la ONU.
El escenario del Plan A es de difícil implementación:
1)- debido a la renuencia de las potencias europeas a ceder tropas para otra ocupación internacional como en Afganistán que desgasta su imagen y complica sus políticas internas, y
2)- por la presencia de Rusia y de China que seguramente van a bloquear cualquier iniciativa de intervención internacional de Gaza en el Consejo de Seguridad.
En cambio el escenario de estrategia "intermedia" con el Plan B, la oferta de tregua, es el salvoconducto de Israel para preservar el control sobre Gaza si fracasa el Plan A en el Consejo de Seguridad.
Todas las señales que lanzan los líderes políticos y jefes militares de Tel Aviv se encaminan aparentemente hacia la búsqueda de una tregua (bajo presión militar) con Hamás.
El reloj de Gaza
El punto "vulnerable" del plan sionista en ejecución -como sostienen los expertos- son las agujas del reloj de Gaza.
Como en Líbano, la masacre israelí juega contra reloj y transita por una delgada cornisa donde el vencedor puede terminar vencido.
De acuerdo con la lógica militar, si un ataque, por más demoledor que fuere (como está sucediendo en Gaza), se prolonga demasiado en el tiempo sin conseguir la derrota del enemigo, termina jugando en contra del atacante.
Ese fue el primer error de Israel en Líbano que su jefes militares dicen haber "superado".
El ataque de Israel contra Hamás se asemeja al de un león tratando de exterminar a un ratón. En la guerra, la prolongación del tiempo siempre favorece al más débil, y si Israel (y sus socios sionistas) no consiguen un "cese del fuego" inmediato en posición de triunfo con Hamás, las agujas del reloj le van a empezar a jugar en contra.
Con cuatro jornadas consecutivas de bombardeos en Gaza, casi 370 muertos y 1.400 heridos, Hamás sigue firme y desafiante y anunció este martes que está en condiciones de extender el radio de alcance de sus cohetes en territorio israelí.
Por otra parte, Hezbolá y diversas organizaciones del mundo islámico lanzaron un llamamiento a una tercera Intifada con atentados suicidas contra Israel no sólo en la Franja de Gaza, sino en todo el mundo árabe islámico diseminado por los cinco continentes.
En un discurso, el domingo, Hassan Nasralá invitó a los egipcios a salir a las calles "por millones" para forzar la apertura de la frontera con Gaza, y dijo que en ese caso el ejército no podría oponerse a la muchedumbre.
Muchedumbres islámicas atacando embajadas israelíes en occidente o arrojándose desarmadas contra los tanques y las tropas judías en Medio Oriente, recrea inmediatamente en los jefes militares y políticos de Israel el fantasma de la derrota del Líbano.
Y ya hay señales claras de que las potencias y Tel Aviv han registrado el mensaje: Este martes llamaron a un cese al fuego antes de que el ataque prolongado sin resultados en el tiempo se convierta en derrota para Israel.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) llamaron este martes en París a un cese el fuego "permanente" en la Franja de Gaza, sometida desde el sábado a una ofensiva militar israelí en respuesta a tiros de cohetes, indicó el ministro francés, Bernard Kouchner.
Deseamos un cese el fuego que sea permanente, que sea acatado, con un acceso humanitario, por supuesto, porque las víctimas son numerosas y hay que garantizar los auxilios y también un retorno al proceso de paz", dijo el ministro en una pausa de la reunión de urgencia de los ministros de Exteriores de la UE en París.
El Cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, UE, ONU y Rusia) también pidió este martes un cese el fuego inmediato que sea "plenamente respetado", según un informe divulgado por la ONU, al final de una conferencia telefónica entre los miembros del grupo.
El primer ministro, Ehud Olmert, la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, "se reunirán para evaluar la situación y examinarán una propuesta francesa de alto el fuego" de 48 horas, indicó un alto responsable israelí citado por la AFP.
Por su parte, el presidente estadounidense, George W. Bush, habló por teléfono este martes con el presidente palestino, Mahmud Abas, y el primer ministro, Salam Fayad, sobre los esfuerzos para lograr un "alto el fuego duradero" en Gaza, anunció la Casa Blanca.
El "apresuramiento" de los socios sionistas por llamar de urgencia a un cese el fuego que "retrasaron" durante cuatro días mientras los aviones judíos masacraban al pueblo palestino, revela una primera evidencia:
La operación de exterminio de Hamás y de su estado mayor (como sucedió con Hezbolá en Líbano) no consiguió su objetivo en el tiempo previsto, y los muertos y heridos ya comienzan a jugar en contra de Israel.
Los principales líderes de Hamás han sobrevivido a la matanza masiva de cuatro días y con cada hora que pasa sus figuras comienzan a cobrar dimensión de heroísmo vertebrador en el mundo islámico.
El león no pudo comerse al ratón, y las cartas de la "tregua humanitaria" ya están echadas por los socios sionistas que seguramente la implementarán de urgencia en la ONU.
Ahora Hamás deberá mover sus piezas en el tablero.
Si Hamás acepta un "cese el fuego" sin imponer condiciones duras a los genocidas militares de su pueblo, se abre una instancia diplomática favorable a la aplicación del plan sionista USA-UE-Israel (en cualquiera de sus variables) en la ONU.
Si Hamás rechaza la propuesta de cese el fuego y continúa desde la resistencia lanzando cohetes a las ciudades judías fronterizas, las agujas del reloj de Gaza van a empezar a jugar en contra de Israel.
Y como ya predijeron los ayatolas de Irán, es posible que Israel haya ingresado nuevamente (como en Líbano) en otra ratonera de difícil salida.
(continue)
Manuel Freytas

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
Sus líderes están en crisis y divididos sobre la estrategia a seguir.
La campaña electoral por las elecciones de febrero profundizan aún más las divisiones entre los ultrahalcones y los sectores más "moderados". Hay una línea -encabezada por el primer ministro Olmert- que propone profundizar la "opción militar" y otra -encabezada por el ministro de Defensa Barak- que defiende la tesis de una "tregua humanitaria" para evitar el desgaste de la matanza militar sin resultados concretos.
Según la prensa israelí, reina la confusión y el azoramiento y la sorpresa en el gabinete de Olmert. El síndrome del Libano 2006 ya se empieza a apoderar de vastos sectores políticos y sociales de la sociedad israelí.
Como ya sucedió en Líbano en 2006, el objetivo principal de la operación (el derrocamiento de Hamás y el descabezamiento de su estado mayor) no pudo ser cumplimentado pese a la masividad y precisión del ataque militar que en sólo los tres primeros minutos -según cifras oficiales- asesinó a mas de 200 palestinos e hirió a otros 300.
La razón del nuevo fracaso de la potencia sionista se debió a una razón principal: Su poderío y superioridad militar no pudo terminar con las lanzaderas de cohetes palestinos que siguen martirizando y aterrorizando a las ciudades israelíes fronterizas.
Tampoco pudo terminar con el mando político y militar de Hamás que desde sus refugios secretos sigue convocando a un levantamiento islámico generalizado tanto en Medio Oriente como en todo occidente y el resto del mundo islámico.
En sólo cuestión de horas, el martes, se desató una crisis en el gobierno de Israel impulsada por posturas enfrentadas en el gabinete respecto de las acciones a seguir con la operación militar en Gaza.
Según la prensa israelí, el martes el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, había "consensuado" con el gobierno francés una propuesta de cese el fuego por 48 horas a ser presentada a Hamás.
Este miércoles el gobierno de Israel afirmó que la "tregua" de 48 horas con el Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás) propuesta por Francia para facilitar el suministro de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza es "irreal".
"Esa propuesta no contiene ningún tipo de garantía de que Hamás vaya a detener el lanzamiento de cohetes y el contrabando", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Yigal Palmor.
"No es realista esperar que Israel vaya a declarar unilateralmente un alto el fuego sin mecanismos que aseguren el cese de los disparos y del terrorismo por parte de Hamás", añadió.
"La propuesta (francesa) no contenía garantías de ningún tipo de que Hamás detendrá los cohetes y el contrabando", dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores Yigal Palmor.
"No es realista esperar que un alto el fuego unilateral de Israel sin mecanismos para reforzar el cese de disparos y terror por parte de Hamás", afirmó
El funcionario efectuó declaraciones después de que el primer ministro, Ehud Olmert, rechazó la propuesta luego de cuatro horas de reunión con el ministro de Defensa, Ehud Barak, la ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, el jefe de Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, el director del Servicio de Seguridad Interior, Yuval Diskin, y otros funcionarios de Defensa sobre las formas de continuar la operación militar en Gaza.
Según medios israelíes, el gabinete de seguridad israelí se encontraba reunido desde primera hora del miércoles para estudiar la propuesta francesa, mientras la aviación judía continuaba bombardeando "objetivos de la organización islámica Hamas" en el territorio palestino, según el portavoz de la presidencia, Mark Reguev.
La reunión se produjo horas después de que el Cuarteto para Oriente Próximo (EEUU, la UE, Naciones Unidas y Rusia) reclamara un alto el fuego "inmediato" en Gaza que "fuera plenamente respetado" por ambas partes.
"Israel escucha la voz de sus amigos en el mundo y el diálogo con ellos es importante para él. Sin embargo, existe un amplio consenso en que la población del sur de Israel no debe volver a una situación en la que viva de nuevo bajo la amenaza de los cohetes de Hamas", dijo Reguev.
Antes de la reunión del gabinete de seguridad israelí, medios y analistas israelíes predecían que la indignación pública tras la extensión de los ataques con cohetes hasta incluir Beersheba, a 40 km de la Franja de Gaza, inclinaría la balanza en contra de cualquier suspensión de ataques contra Hamás.
Según encuestas, un 81% de la sociedad israelí apoya una "solución militar" en el tema Gaza, donde en el quinto día de masacre militar los muertos ya superan los 380 y los heridos se acercan a 1900, según la información oficial.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) llamaron el martes en París a un cese el fuego "permanente" en la Franja de Gaza, lo mismo que Washington y el llamado Cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, UE, ONU y Rusia) que pidió el martes un cese el fuego inmediato que sea "plenamente respetado", según un informe divulgado por la ONU, al final de una conferencia telefónica entre los miembros del grupo.
El diario israelí Haaretz señalaba que algunos ministros enrolados en la línea "dura" temen que aceptar el cese del fuego detenga el impulso de la ofensiva israelí, lo que permitiría a Hamás proclamarse victorioso. De hecho, el portavoz del ministerio de Exteriores, Yigal Palmor, ha calificado de "poco realista" la propuesta francesa, ya que un alto el fuego durante 48 horas no les asegura que Hamás deje de lanzar cohetes.
El viceprimer ministro, Eli Ishai, declaró que la operación de Gaza no debe ser interrumpida hasta que la Fuerza Aérea bombardee la totalidad de su banco de objetivos. Entonces, dijo, Israel debe permitir cuatro horas de pausa, cada vez, para la prestación de ayuda en la Franja de Gaza y con el fin de examinar si Hamás está dispuesta a aceptar un alto el fuego.
El jefe de la Fuerza Aérea, Ido Nehushtan, afirmó que el Ejército no debe ser "complaciente" en este momento.
"Hamás todavía es capaz de disparar cohetes en el Estado de Israel, y nuestro objetivo es prevenirlo. La organización terrorista debe comprender que estamos dispuestos a ir todo el camino. Los residentes del sur sienten que estamos haciendo algo por ellos", añadió.
Nehushtan explicó que el inicial asalto aéreo fue un "shock completo para Hamás" y señaló que el elemento sorpresa resultó crucial para su éxito. "Hamas pagó un precio muy alto. La información de nuestra Inteligencia era exacta y sus cifras de bajas son elevadas", concluyó.
De acuerdo con el diario Haaretz, hay un cálculo político en la posición ultradura de Olmert atento a las elecciones del 10 de febrero, que según varias encuestas pueden ser ganadas por el derechista partido Likud.
Como producto de las contradicciones que se cruzan en el gabinete, Israel se ha mostrado "vacilante" respecto a un cese del fuego "humanitario", subrayando que el Ejército está permitiendo a algunos vehículos con ayuda entrar a la Franja de Gaza incluso mientras continúa el fuego.
Por otra parte, algunos ministros temen que aceptar el cese del fuego detenga el impulso de la ofensiva israelí, lo que permitiría a Hamas proclamarse victorioso. De hecho, el portavoz del ministerio de Exteriores, Yigal Palmor, ha calificado de "poco realista" la propuesta francesa, ya que un alto el fuego durante 48 horas no les asegura que Hamás deje de lanzar cohetes.
Claramente -señalan medios israelíes- un sector del gabinete propone una profundización de las acciones militares, incluida una operación terrestre, para desmantelar a fondo las instalaciones lanzaderas de cohetes y descabezar la líneas de mando de Hamás, mientras otro grupo encabezado por Barak y Livni propone una tregua provisoria y una operación en la ONU para aislar a Hamás en condiciones de debilidad después de las operaciones militares.
No obstante, los medios israelíes resaltan el descontento generalizado que reina en la sociedad israelí por la falta de resultados concretos de la operación militar que ya ingresó en su quinto día, y la continuidad de los lanzamientos de cohetes palestinos que no dejan de caer sobre las ciudades fronterizas israelíes.
Por otra parte, Hezbolá y diversas organizaciones del mundo islámico lanzaron un llamamiento a una tercera Intifada con atentados suicidas contra Israel no sólo en la Franja de Gaza, sino en todo el mundo árabe islámico diseminado por los cinco continentes.
En un discurso, el domingo pasado, Hassan Nasralá, líder de Hezbolá, invitó a los egipcios a salir a las calles "por millones" para forzar la apertura de la frontera con Gaza, y dijo que en ese caso el ejército no podría oponerse a la muchedumbre.
Muchedumbres islámicas atacando embajadas israelíes en occidente o arrojándose desarmadas contra los tanques y las tropas judías en Medio Oriente, recrea inmediatamente en los jefes militares y políticos de Israel el fantasma de la derrota del Líbano.
De acuerdo con la radio pública israelí, el mando militar judío estima que Hamás todavía tiene unos 2000 cohetes en su arsenal, incluyendo varios cohetes de largo alcance que potencialmente podrían llegar a Ashdod y Beer Sheba.
Dos cohetes tipo Grad disparados este miércoles cayeron cerca de Beersheva -sin causar víctimas ni daños materiales-, a unos 40 kilómetros de la Franja de Gaza, tras haber recorrido una distancia récord. Los disparos fueron reivindicados por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezedin al Qasam.
Otros disparos de cohetes palestinos fueron señalados en diferentes puntos del sur de Israel, en la región de Sderot y en algunos sectores del desierto del Neguev.
El punto central, según la prensa israelí, de la división en el gabinete israelí sobre las acciones a seguir en Gaza es la continuidad de los cohetes palestinos que producen un estado de caos y conmoción social que se proyecta como una fuente desestabilizante permanente del gobierno de Tel Aviv.
Analistas de las principales cadenas norteamericanas coincidían el martes en la apreciación de que si Israel no consigue neutralizar las plataformas lanzaderas y los arsenales, la operación militar en Gaza va resultar otro fracaso parecido al del Libano con Hezbolá.
Gaza es la víctima e Israel es el victimario.
Gaza es el ocupado e Israel es el ocupante.
El que quiera supervivir (sin problemas) dentro del sistema deberá invertir sus ideas y olvidarse para siempre de esta lógica verificable en la práctica: Es antisemita.
Israel (según la realidad verificable diaria) es la potencia que rodea y controla militarmente a Gaza, su ejército ingresa cuando quiere a la Franja, detiene, mata o encarcela a los ciudadanos de Gaza con total libertad y sin que ningún tribunal internacional intervenga, cierra cuando quiere sus fronteras, bombardea edificios o infraestructuras del país con total impunidad, ataca poblaciones civiles y tiene la potestad absoluta sobre el ingreso (o no) de alimentos, combustibles y medicinas, esenciales para la supervivencia de sus habitantes que viven, en su mayoría, del asistencialismo internacional.
En consecuencia (y como se desprende de la lógica de los hechos) Israel claramente ejerce el rol de potencia ocupante (ilegal) de un país soberano sin posibilidad de defensa ante su poderío militar de última generación.
Comprobadamente, el bloqueo israelí en Gaza (apoyado por EEUU y la Unión Europea) ya sumió a la Franja en un situación de catástrofe humanitaria, donde decenas de miles de palestinos (principalmente niños y ancianos) mueren por efectos de la desnutrición y de las enfermedades colaterales del hambre.
Formalmente, Gaza cuenta con un gobierno y un parlamento elegido en la urnas, pero en la práctica (y por la situación descripta) el país funciona como un "gran campo de concentración" de Israel con un millón y medio de palestinos adentro.
Frente a la realidad abrumante de la ocupación y del poder militar de Israel, la reacción del gobierno (conducido por Hamas) y de las organizaciones de la resistencia palestina se parece a la de un mosquito frente a un buey: Sólo puede causarle molestias.
Grafiquemos: Durante los más de quince meses que lleva el bloqueo judío contra Gaza, los efectos de los cohetes palestinos artesanales que impactan contra ciudades fronterizas israelíes no superaron los diez muertos. En la misma cantidad de tiempo, el ejército israelí, en distintas incursiones en Gaza, mató a más de 400 palestinos e hirió a centenares, además de los miles de muertos a causas de enfermedades producidas por el hambre y la desatención sanitaria.
Solamente el sábado, las sincronizadas y fulminantes operaciones militares israelíes con 60 bombarderos y helicópteros asesinaron (en cuestión de minutos) a más de 240 palestinos e hirieron y/o mutilaron a otros 800.
Esta realidad sucinta (que surge de situaciones y números concretos al alcance de cualquiera) muestra claramente (y con total objetividad) la falsedad de la tesis israelí que justifica sus ataques y sus masacres militares y económicas en un argumento de "defensa" ante la "amenaza terrorista" de Hamas.
Concretamente, y como se puede verificar en los hechos, Israel es una superpotencia nuclear que controla y domina a un país casi indefenso ante su poderío tecnológico-militar, y que se encuentra con su población enferma, hambrienta y en estado de catástrofe humanitaria.
Claramente, y más allá de cualquier consideración jurídica o política internacional, la operación de exterminio militar ejecutada por Israel contra un país enfermo, debilitado, hambriento y sin capacidad de defenderse, el sábado, constituye un crimen de lesa humanidad.
Es la máxima expresión de injusticia del fuerte contra el débil. En ese escenario, los pilotos judíos que el sábado cumplieron la "misión" de matar o mutilar en Gaza a centenares de hombres, mujeres y niños indefensos y luego volvieron a sus bases (casi sin despeinarse), no son soldados peleando contra un enemigo equivalente, sino criminales de lesa humanidad.
Los funcionarios políticos y jefes militares que dieron las órdenes no representan a ningún Estado que defiende su seguridad, sino que representan a un Estado criminal que asesina en forma masiva por razones imperiales de conquista y sometimiento territorial.
Y la acción del ejercito israelí no está incursa dentro de ninguna lógica de la guerra militar, sino dentro de una política criminal depredadora que viola (impunemente) leyes y derechos establecidos como norma internacional por el propio sistema capitalista.
¿Porqué ningún país o jefe de Estado (salvo Irán, Venezuela o Cuba) se atreve a denunciar y a condenar públicamente los crímenes y las políticas imperialistas de Israel?. Hay dos razones principales:
A) El que denuncie y condene públicamente a Israel se expone a quedar aislado (bajo los cargos de antisemita) y ser derrocado por un movimiento de presión internacional digitado desde Europa y EEUU.
B) Las organizaciones internacionales (como la ONU y su Consejo de Seguridad), los organismos y tribunales jurídicos que podrían juzgar y condenar a Israel se encuentran en manos de EEUU y de las potencias sionistas aliadas en la OTAN que hacen de la supervivencia del Estado de Israel, su propia supervivencia.
Esto explica claramente porqué para EEUU, la Unión Europea y la ONU en la Franja de Gaza no hay ocupación militar israelí, sino un "conflicto" entre el "terrorismo" de Hamas y el Estado de Israel.
Todo lo que se oponga a esta norma establecida a priori como único valor de "análisis", no tiene ninguna entidad creíble o simplemente no existe en la prensa y en las grandes cadenas mediáticas formadoras de "opinión pública" internacional.
En consecuencia, y para las mayorías planetarias, entre sábado y domingo, Israel asesinó en Gaza a 300 seres humanos, hirió y mutiló a más de 1000, sólo para defenderse del "terrorismo asesino" de Hamas. El que se salga de esa lógica discursiva y analítica, es... antisemita.
En resumen, y para supervivir éste y los años que restan dentro del sistema, hay que liberarse de dos tendencias destructivas: Llamar "judío" al sistema que controla el mundo y llamar "colonizador y asesino" al Estado de Israel.
El que consiga dominar estas tendencias destructivas puede dormir en paz, y sin que los cuerpos destrozados y mutilados del pueblo palestino de Gaza le afecten la digestión.
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