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El imperio se desmoronó en pocos días |
Don Emilio Botin es uno de los hombres más ricos de España. Es dueño del Banco Santander, con intereses en México. En octubre pasado lo coronaron en Londres como el banquero del año.
Aprovechó la ceremonia para dar consejos urbi et orbi sobre la forma correcta de manejar uno de esos negocios y proteger a sus clientes de los avatares de la economía y el mal manejo financiero. Comenzaba a tomar forma la crisis que hoy vive el mundo. Los barones de las finanzas, políticos y, por supuesto, el gobierno español, llenaron de elogios al empresario ejemplar.
Poco tiempo le duró el gozo: al descubrirse la pirámide de manejos turbios, de estafas que levantó el señor Bernard Madoff, se supo que entre las víctimas estaban el Santander y algunos de sus clientes.
Un boquete calculado en 4 mil millones de dólares del cual nadie se responsabiliza ahora.
Otros bancos españoles, como BBVA Bancomer, Banesto, Banca Marcha y Caja Madrid, también registraron pérdidas.
En México hubo igualmente damnificados, de Monterrey, aunque el principal negó haber perdido decenas de millones de dólares por poner sus ambiciones de ganancia extrema en el personaje que era el mago de las inversiones en Wall Street, respetado en el orbe financiero.
Otra víctima notable de esa pirámide de estafas es la francesa Liliane Bettencourt, una de las mujeres más ricas del mundo y heredera de L’Oréal, la empresa que fabrica cosméticos.
No solamente dueños de grandes fortunas, con deseos de acrecentarlas rápidamente, fueron estafados por Madoff y el mal manejo bancario de quienes recomendaron a sus clientes invertir con él.
Es el caso del senador estadunidense Frank Lautenbergs, el cineasta Steven Spielberg y la productora El Deseo, de Pedro Almodóvar, que ya tienen motivo para alguna de sus futuras creaciones. Y para dar sabor a alguna película sobre el tema, agreguemos el suicidio de dos personajes de renombre social: el francés Thierry Magon de la Villehuchet, quien murió desangrado en su oficina de Nueva York (se cortó las venas), responsable de un fondo de inversión vinculado con Madoff.
El segundo es el alemán Adolf Merckle, que perdió en inversiones especulativas mil 600 millones de dólares. Dejó una fortuna de 12 mil millones de dólares. Se tiró a las vías del tren cerca de Stuttgart, luego de conocer los problemas financieros en que metió a varias empresas en las que era accionista y dirigente destacado.
En tanto, académicos de la Universidad de Nueva York y del reconocidísimo Instituto Tecnológico de Massachusetts se preguntan cómo los directivos de esos famosos centros del saber cayeron en el engaño piramidal y perdieron 24 y 50 millones de dólares, respectivamente.
Madoff no tuvo consideración ni con aquellos a quienes apoyó con sumas considerables en Israel.
Tanto el “gurú” financiero como Lehman Brothers (que perdió decenas de miles de millones de dólares) dieron donaciones a varias asociaciones de beneficencia de ese país.
Agradecidos, sus directivos entregaron el manejo de sus fondos a Madoff. Sin embargo, decenas de ellas los perdieron.
Destaca el caso de la Fundación Elie Wiesel, dedicada a mantener la memoria del Holocausto judío. Perdió 15 millones de dólares.
En su papel de guardián del orden mundial, el gobierno de Estados Unidos siempre critica los errores económicos y políticos que se cometen en los demás países.
A pesar de que hace justo una década se dio la primera voz de alerta sobre los malos manejos del señor Madoff, las instancias oficiales responsables en Washington de evitar y combatir las irregularidades financieras se hicieron de la vista gorda y no escucharon la petición de revisar el funcionamiento del imperio que se desmoronó en unos pocos días. Tampoco otros más.
En el colmo del cinismo, el financiero del que hoy se sabrá si debe ir a prisión o le dan por cárcel su casa hizo costosos regalos esta Navidad, mientras las esposas de personajes cuyas empresas fueron rescatadas de la quiebra por el gobierno vecino siguen comprando artículos carísimos en tiendas de lujo.
Los malos manejos financieros en Estados Unidos recuerdan el origen y la consolidación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) en México. Las grandes estafas quedan impunes con la complicidad del gobierno y grupos políticos. Las pagan los ciudadanos.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, politica.
Resulta que Emilio Botín no ha dicho esta boca es mía al ya extendido rumor de que el banco no podrá ofrecer a sus accionistas los 10.000 millones de euros de beneficios a los que aspiraba en el ya terminado año de gracia de 2008.
Ni una palabra ante lo que es, de confirmarse, un profit warning como una catedral.
De momento, manda la ley del silencio.
Hace apenas seis meses, en la junta general del banco en Santander, Botín presumió de una situación de privilegio frente a sus competidores y pasó de puntillas por la crisis económica mundial.
Fue una junta plácida, soñada.
Todo un banco dentro de una gran burbuja, inmune al tormentazo de ahí afuera.
Luego, en septiembre, en la junta general extraordinaria convocada para abordar la compra del banco británico Alliance & Leicester, Botín reiteró que la entidad cántabra "está bien preparada" para afrontar esta situación, "mejor que los competidores" y volvía a asegurar que cumpliría su objetivo de resultados: 9.800 millones sin plusvalías y 10.500 con ellas. "Seremos el tercer banco por beneficios", aseguró el más veterano de los banqueros españoles.
Oficialmente, no se sabe una palabra más. Como las distintas informaciones acerca de una posible rebaja de las previsiones de beneficios no han alterado en exceso la cotización- sube en torno al 1% este año-, al parecer la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se ha sentido obligada a pedir a Botín una aclaracion.
Una decisión discutible y que traerá cola si el 3 de febrero los resultados no hacen buenos los vaticinios del banco, que en un último trimestre fatídico, como para todo el sector, ha tenido que hacer frente a una ampliación de capital de más de 7.000 millones -por cierto, la cotización ha vuelto a los niveles que lucía cuando se anunció-, y al doble impacto de Lehman Brothers y Madoff.
¿Materia suficiente para pedir explicaciones?
En junio -antes de ayer- Botín alardeaba de que Santander valía por primera vez en bolsa más que su inmediato seguidor BBVA, Popular, Sabadell y Bankinter juntos.
Unas cuentas que, estas sí, no arrojan dudas. Siguen siendo válidas y demuestran que la entidad está vivita y coleando.
Pero otra cosa es hacer mutis por el foro cuando lo que se pone en duda es la previsión más ambiciosa de la historia del banco.
De momento, con el globo sonda de un profit warning en todos los rincones del mercado, Botín ya tiene preparado al personal por si lo que viene es una mala noticia.
A estas horas, la suerte está más que echada, pero toca esperar tres semanas.
La ley del más grande.
La Fiscalía Anticorrupción está investigando en concreto las relaciones entre Santander, el fondo de inversión Fairfield Greenwich Group y los fondos de Madoff, según la oficina de la fiscalía.
Fairfield Greenwich Group es un fondo de inversión, cuyos clientes llegaron a perder 7.500 millones de dólares en la estructura Ponzi o piramidal que habría elucubrado Madoff por 50.000 millones de dólares.
Según la publicación, los investigadores buscan aclarar por qué el presidente del Santander, Emilio Botín, envió a su jefe de operaciones de manejo de riesgo a visitar a Madoff semanas antes de que el esquema fuera desbaratado.
Los investigadores también quieren averiguar si es que había mucha gente que manejaba dinero en los fondos del Santander que estaba al tanto de los problemas en los fondos de Madoff.
Fiscales y reguladores estadounidenses acusaron a Madoff, de 70 años, fundador de Bernard L. Madoff Investment Securities LLC y ex presidente del mercado accionario Nasdaq, de planear un fraude de proporciones épicas mediante su empresa de asesorías de inversión, que operaba al menos un fondo de cobertura.
Santander no pudo ser contactado de inmediato para comentarios.
El presidente del Santander subrayó la transparencia de la entidad al afirmar que ésta se adelantó al tener conocimiento de la estafa y dio "toda la información antes que nadie" sobre su exposición, el domingo 14 de diciembre. "Estamos hablando de un broker autorizado y supervisado por la Securities and Exchange Commission (SEC)", agregó Botín, que respondía de esta manera a Luis Vericat, abogado del bufete Cremades & Asociados, que ha asumido la defensa de clientes del Santander afectados por Madoff.
Vericat afirmó que muchos clientes que confiaron sus ahorros al Santander "lo han perdido todo, y llevan un mes y medio esperando a una respuesta del banco que no llega". A su parecer, "se ha hecho añicos la confianza en el Santander y no se puede recuperar con un golpe de suerte, sino con años de trabajo". Asimismo, le preguntó a Botín qué hará el banco con todos esos clientes que le confiaron un dinero que fue entregado a una persona "que lo robó o no lo gestionó bien". También quiso saber si la entidad provisionará los 2.330 millones de pérdidas para hacer frente a las reclamaciones de los clientes en caso de que el Santander no les restituya su inversión.
Durante la junta de accionistas, en la que se escucharon voces reclamando dimisiones de la cúpula, intervino Alfredo Rodríguez López, afectado del caso Madoff, quien declinó formular su pregunta después de que Botín solicitara a los intervinientes que se ajustaran al orden del día de la junta. "Lo único que hice fue comprar un fondo con la agencia del banco y me he quedado sin un duro", lamentó.
El despacho Cremades & Calvo-Sotelo presentó el pasado jueves en Madrid, junto con una veintena de afectados, la constitución de la plataforma 'Agrupación de Perjudicados Madoff', cuyo fin es lograr acuerdos extrajudiciales con las entidades bancarias para la restitución de unos 120 millones de pérdidas para 600 afectados.
Por su parte, el accionista Antonio Panea tachó de "gravísimo error" la compra del Sovereign y criticó la dilución para el accionista que supone una ampliación de capital sin derecho de suscripción preferente, punto en el que también coincidieron otros propietarios de títulos, como Javier Sotos y Camilo Soler Checa. Panea incluso pidió la dimisión del consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz. "Que prescinda de Sáenz, que es el cerebro gris" de la entidad financiera, exigió.
Sea porque no lo vieron o porque no lo quisieron ver cuando era demasiado tarde, estás tres entidades han pasado de estar en la cresta del sistema financiero a encontrarse al borde del abismo. De hecho, la palabra nacionalización suena cada vez con más fuerza sobre las posibilidades que tienen de salvarse. Royal Bank of Scotland ha perdido en algo más de un año y medio el 96% de su capitalización bursátil, mientras que Citigroup y Barclays se han dejado alrededor de un 92%.
Pérdidas millonarias
La ceguera de estas tres entidades les ha llevado a presentar pérdidas millonarias. Por un lado, RBS vivió la semana pasada su mayor pesadilla. Tras 282 años de historia, el banco británico hizo público las mayores pérdidas registradas por una compañía del Reino Unido: 28.000 millones de libras. Posteriormente, todo fue de corrido. Su consejero delegado Stephen Hester explicó que parte de este agujero lo ha provocado el deterioro de sus activos, entre ellos ABN Amro. Además anunció una ampliación de capital de 14.900 millones de euros –la segunda que lleva a cabo- avalada por el Estado, con lo que corre el peligro de que , si los accionistas no suscriben los nuevos títulos, éste se quede con el 70% de la entidad.
Citigroup, por su parte, ha firmado el peor año de su historia. Las pérdidas a cierre de 2008 superan los 14.095 millones. Además, la firma se ha visto obligada a dividirse en dos negocios separados para optimizar su valor –Citicorp y Citi Holdings-, con lo cual otro de los dinosaurios de Wall Street ya es un fósil.
Pero no son los únicos, porque las pérdidas en el sector son millonarias: Fortis, 14.100 millones de euros; Bank of America, 2.392 millones en el último trimestre; Deutsche Bank… Con lo que los inversores han castigado en bolsa –y sigue haciéndolo- los excesos cometidos por el sector financiero.
Los españoles salen mejor parados
Sin embargo, hay perdedores y menos perdedores. Los dos grandes bancos españoles no están saliendo tan mal parados. Frente a la ceguera de otras firmas, Botín ha guiñado un ojo a la crisis y está aprovechando sus oportunidades.
Por un lado, Banco Santander todavía no ha presentado pérdidas y además se ha lanzado a la caza de “oportunidades”: Sovereign, Bradford & Bingley, Alliance & Leicester… por otro lado, ha seguido los pasos de BBVA y no va a emitir deuda con el aval del estado. Además, de momento no ha necesitado acudir al fondo del Gobierno y puede presumir de que su ampliación de capital el pasado mes de noviembre fue todo un éxito.
A parte, la suerte también ha sonreído a Botín. De los tres bancos que participaron en la compra de la holandesa ABN Amro –Santander RBS y Fortis- en 2007, la entidad cántabra se llevó la parte del pastel que menos problemas ha dado –Banco Real en Brasil-, con lo que no ha tenido que sufrir el deterioro de sus activos como sus otros dos socios. Una compra, además, por la que tampoco se tuvo que endeudar, como Fortis y RBS, ya que la financió mediante la emisión de convertibles en condiciones muy favorables.
BBVA, por su parte, resiste en la zona menos castigada en bolsa. Su valor de mercado ha caído un 66% entre el segundo trimestre de 2008 y el pasado martes. Frente a la postura ofensiva de Santander, Francisco González se muestra más conservador, según los expertos, lo que está provocando que esté dejando pasar buenas oportunidades de compra y que los inversores penalicen su pasividad. Desde la entidad, sin embargo, señalan que es precisamente esta pasividad la que está permitiendo al banco sortear mejor la crisis que sus rivales europeos.
La class action ha sido redactada por el despacho norteamericano Labaton Sucharow, especializado en demandas contra la industria financiera, y por el bufete español Cremades & Calvo Sotelo. Se trata de una figura jurídica que no existe en España; aquí las demandas tienen que ser individuales. Las class actions no suelen llegar a juicio porque lo normal es alcanzar un acuerdo entre las partes, pero presentar este tipo de demanda es condición necesaria para alcanzar esos acuerdos en el sistema judicial norteamericano.
Los inversores que presentan inicialmente esta demanda son la firma chilena Inversiones Mar Octava, que ha perdido 300.000 dólares, y el ciudadano argentino Guillermo Testa. Aparte del Banco Santander, su filial Santander Internacional y Optimal, entre los demandados están PriceWaterhouseCoopers (auditor de Optimal), HSBC Irlanda (administrador y depositario del fondo), Manuel Echevarría (consejero delegado de Optimal hasta septiembre), Anthony L.M. InderRieden y Brian Wilkinson (consejeros de Optimal).
La demanda acusa al Santander o bien de saber que Madoff era una estafa y ocultarlo a los inversores, o bien de una quiebra de sus obligaciones fiduciarias por no ser capaz de detectar el fraude mediante una due diligence adecuada y no proteger los intereses de los inversores pese a cobrar unas enormes comisiones por hacerlo (estimadas en una media del 1,9% del patrimonio del fondo al año, unos 44 millones de euros anuales).
Por ello, los delitos de los que acusa al Santander y sus filiales son haber difundido declaraciones falsas y engañosas sobre su inversión con Madoff (en el caso de haber tenido conocimiento del fraude), así como incumplimiento de las obligaciones fiduciarias, enriquecimiento ilícito, negligencia y mala praxis profesional, según las leyes de EEUU (si no fueron capaces de detectarlo).
Abundante documentación
La argumentación de estas acusaciones se sustenta en numerosos documentos, tanto internos del banco como externos. Entre los primeros, el famoso memorandum en el que Optimal no citaba por ningún lado el nombre de Madoff y en el que se aseguraba que el Broker-Dealer sólo era responsable de la ejecución de las operaciones, no de las decisiones de inversión; o los distintos documentos en los que Optimal alardeaba del due diligence exhaustivo y la supervisión constante a los que sometía a los gestores a los que confiaba sus fondos y que, de haber sido ciertos, habrían evitado que los inversores fueran víctimas del fraude.
Entre los documentos externos se encuentran los artículos periodísticos (como el de Barron's en 2001) y la famosa denuncia que el broker Harry Markopolos remitió a la SEC en 2005, en los que se desgranaban numerosas alertas sobre la posibilidad de que Madoff fuera un fraude -alertas de las que tenía que ser consciente Optimal al tener un acceso directo al gestor-; o las recomendaciones de otras firmas como Aksia, Société Générale, Acorn o Atlantic Trust de no invertir con Madoff por las sospechas que despertaba.
La ocultación del fraude o la negligencia son todavía más evidentes, según afirma la demanda, por los intentos de Optimal de evitar su responsabilidad con advertencias genéricas sobre la posibilidad de un fraude en el memorándum y de exonerar su responsabilidad sobre cualquier due diligence que implicara algo más que fiarse de la palabra de Madoff, tal como publicó El Confidencial.
Los afectados españoles pueden sumarse a la demanda
Según fuentes jurídicas, los inversores españoles que lo deseen pueden sumarse a esta demanda colectiva siempre que adquirieran las participaciones en el fondo de Optimal antes del 10 de diciembre de 2008, considerada como fecha de corte en la demanda. Los que deseen unirse a la class action tienen hasta el 27 de marzo para notificarlo al Tribunal Federal de Miami.
Cremades & Calvo Sotelo anunció la semana pasada haber agrupado a unos 600 afectados españoles por la estafa con la intención de llegar a un acuerdo colectivo con los comercializadores (principalmente el Santander), y, en caso contrario, para presentar demandas individuales contra ellos. El Confidencial ya adelantó que las demandas de los afectados iban a dirigirse contra Optimal,Fairfield y Tremont porque son entidades con dinero para responder de las pérdidas, mientras ir contra Madoff no tiene sentido si se trata derecuperar el dinero.
Curiosamente, ayer por la mañana el propio Botín afirmaba que el Santander "evalúa el ejercicio de acciones legales" por el caso Madoff a preguntas de algunos afectados en el transcurso de una tormentosa junta extraordinaria para aprobar las adquisiciones de Sovereign y Bradford & Bigley.
La compensación se produce tras la interposición en EEUU hoy de una demanda colectiva contra Santander, en la que se le acusa de falta de diligencia a la hora de gestionar las inversiones de sus clientes destinadas a los fondos de Madoff, así como "enriquecimiento injusto".
No obstante, Santander señala que la decisión de restituir la inversión no tiene relación alguna con esta acción legal, ya que llevaban tiempo trabajando en esta solución.
El banco presidido por Emilio Botín ya cubrió en noviembre las pérdidas de los clientes de Banif -división de banca privada de la entidad- por las pérdidas derivadas de la quiebra de Lehman Brothers, mediante la sustitución del bono contaminado por uno de Abbey.
Así lo hicieron saber ayer mediante comunicaciones oficiales algunos de los bufetes que están representando a afectados por esta estafa. Para el bufete Jausas, existen cinco puntos por los que no consideran “suficiente” la oferta planteada por Santander. En primer lugar, cree que esta solución debería también se aplicable a los inversores institucionales.
Además, resaltan que “no se resarce íntegramente a los inversores minoristas”, ya que, en un primer momento, se les atribuye sólo un 40% de su inversión inicial. Por este motivo, Santander sólo tiene que provisionar 500 millones de euros de los 1.340 millones de preferentes que emitirá para sustituir los activos tóxicos.
Diez años después, los inversores recuperarían la totalidad de su inversión inicial. No obstante, el despacho pone en duda que esto vaya a ser así, ya que “no existe garantía de que Santander ejercite la opción de compra a los 10 años, por lo que los clientes pueden quedar vinculados a la entidad financiera por un período de tiempo indefinido”.
Además, también genera ciertas reticencias el riesgo que suponen las preferentes, “muy superior al teórico riesgo de inversión en Optimal”.
La quinta derivada para Jausas es la indemnización que Santander podría obtener de las acciones legales contra el custodio de los fondos afectados, el banco HSBC. Santander no da en principio ninguna garantía de que si dicha indeminización es superior al valor de las preferentes, se completará la restitución de la inversión a los afectados.
La firma legal Cremades & Calvo-Sotelo coincide en los puntos básicos en este análisis, aunque expresó su satisfacción por que se haya alcanzado una primera solución.
Otras fuentes consultadas señalan los problemas que surgen si los inverores se han apalancado para invertir en Madoff. “El cupón del 2% que ofrece Santander no compensa el coste financiero al que tienen que hacer frente, por lo que recuperarían menos de la inversión inicial”, sostiene.
Los bufetes siguen trabajando en las acciones legales contra Santander, pese a la iniciativa de Botín. En cualquier caso, la decisión de aceptar esta propuesta depende de cada inversor, que podrían no estar dispuestos a entrar en el largo proceso judicial que se avecina si no aceptan.
En el caso de la quiebra de los clientes de Banif afectados por la quiebra de Lehman, más de un 95% de los afectados aceptó la propuesta de Santander, que ofreció sustituir los activos tóxicos por bonos de Abbey. La estrategia de los afectados pasa por hacer un ejercicio de fuerza que les reporte una mejora de las condiciones de esta oferta. Si no, se avecina una dura batalla en los tribunales.
La operación, realizada a través de la sociedad Inversiones Mar Octava Limitada, se suma a los 100.000 dólares que esa familia había depositado el 14 de abril de 2005 en Optimal, una de las más afectadas por la millonaria estafa de Bernard Madoff descubierta a finales de 2008.
Así, los Gallego invirtieron un total de 300.000 dólares en Optimal Multiadvisors y en el subfondo Optimal Strategic US Equity, en el que Madoff Securities era la entidad encargada de ejecutar las inversiones de Optimal.
Esta familia presentó esta semana una demanda colectiva ("class action") en el Juzgado del Distrito Sur de Florida (EEUU) a través del despacho de abogados español Cremades & Calvo Sotelo y el estadounidense Lobaton and Sucharow.
La demanda se dirige contra el Banco Santander y su filial, así como contra el banco custodio de los fondos del Santander afectados por Madoff, el HSBC, y el auditor, PriceWaterhouseCoopers, a los que reclama una compensación por las pérdidas sufridas.
En ella, considera que los demandados fueron "negligentes y temerarios al invertir una parte sustancial de todos los activos con Bernard Madoff y su entidad de inversión sin realizar una 'due diligence' (auditoría) razonable y adecuada según los estándares del mercado financiero".
El diario "El Mercurio" señala hoy que Inversiones Mar Octava Limitada, constituida en 2003, y su empresa matriz, Inversiones Tricelta Limitada, son compañías de carácter familiar lideradas por los hermanos Gallegos Carrasco, según los registros comerciales.
Los hermanos Manuel, José y Carlos Gallegos se dedican a los sectores pesquero y financiero y, a través de Wood Quality, concentran sus actividades en inversiones inmobiliarias y negocios forestales, de acuerdo a la información del Diario Oficial.
Añadió que "sentimos la responsabilidad de estar con nuestros clientes".
Botín dijo que para el Grupo Santander es muy importante ser profesional en la gestión de riesgo, que no sólo afecta al crédito, sino también a la liquidez, operatividad y a la reputación.
El Banco Santander ha decidido devolver a los clientes particulares afectados por el presunto fraude de Bernard Madoff la totalidad de su inversión inicial, que asciende a 1.380 millones de euros, y que entregará con participaciones preferentes a 10 años con un rendimiento del 2 por ciento anual.
Estas participaciones están valoradas en el mercado a 500 millones de euros, lo que le obligará al Santander a provisionar esa cantidad con cargo a sus cuentas de 2008, que se presentan el próximo 5 de febrero.
Además, Botín consideró en Davos que el sistema bancario europeo necesita "cooperación y normas comunes pero tenemos problemas específicos en cada país".
Por ejemplo, "los grandes bancos españoles pagamos más por nuestros fondos que las entidades que han sido nacionalizadas parcialmente ya que tienen garantías", dijo Botín.
Añadió que "para volver a prestar debemos tener la condiciones adecuadas".
Botín hizo hincapié en que Alemania no es España y que los problemas son muy diferentes.
En este sentido, la presidenta de Banesto consideró que "necesitamos pautas comunes pero con una ejecución local".
El banco sólo se hará cargo de las pérdidas de sus clientes de banca privada, no de los institucionales, y la reparación se limitará a la inversión inicial, no a las plusvalías obtenidas durante el período de permanencia en estos fondos hasta el estallido del escándalo, tal y como informó ayer El Confidencial.
Pero hay más.
La entidad exige también a los afectados una renuncia a emprender acciones legales contra el banco.
Santander va un paso más allá y pide incluso a sus clientes que prometan mantener a la entidad como su principal proveedor de servicios financieros, tal y como recoge en su edición de ayer del Financial Times.
Así pues, los inversores particulares afectados por la estafa no tendrán más remedio que someterse a estas exigencias si quieren recuperar la inversión realizada, que no el dinero: la reparación no será en metálico, al igual que ya sucedió con los estructurados de Lehman Brothers.
Como ya informó el martes este diario, se entregarán al cliente participaciones preferentes del Santander (un instrumento híbrido entre deuda y capital) por el importe de su inversión inicial.
Estos instrumentos no tienen vencimiento teórico -son perpetuos- pero el banco los amortizará teóricamente a los 10 años, aunque no tiene obligación formal de gacerlo; el cliente puede venderlas antes siempre que lo haga a través del Santander, pero valdrán bastante menos de lo que invirtió en Madoff.
Recuerden que el banco se ha apuntado un coste contable de 500 millones, que se computará contra los beneficios de 2008.
Un portavoz del Santander confirmó que estos 500 millones son el valor estimado de mercado de las preferentes, frente al teórico de 1.380 millones.
Éste es precisamente el punto más polémico de la oferta, según los expertos consultados: "El banco te está dando unos papelitos que reconocen abiertamente que valen una tercera parte del dinero que invirtieron los clientes en Madoff. Valdrá el 100% dentro de 10 años, pero mientras tanto tiene un coste de oportunidad enorme que no compensa el ridículo 2% del cupón de estos bonos", explica uno de ellos.
¿Seguirán adelante las demandas?
"Yo no aceptaría la oferta e iría a los tribunales", añade el experto citado. Otro profesional de banca privada discrepa: "Al cliente le dicen: o coges esto con todas las limitaciones y condicionantes, o te vas a los tribunales y, con suerte y después de gastarte una pasta, dentro de seis años a lo mejor cobras algo. ¿Qué elegiría cualquiera?".
Esta reparación fue anunciada el mismo día en que El Confidencial adelantó la interposición de una demanda colectiva (class action) contra el Banco Santander y su filial de gestión alternativa Optimal en Miami por su responsabilidad en la comercialización del fondo Optimal Strategic US Equity, gestionado por Madoff.
Tal y como informó El Confidencial, esta demanda se hace a petición de dos inversores pero en nombre de todos los afectados, que pueden sumarse a ella, y reclama a la entidad española todo el dinero perdido por sus clientes en este producto (en total, 2.330 millones de euros), además de las comisiones pagadas y daños y perjuicios.
De momento, ni estos demandantes ni la plataforma de afectados reunida por el bufete Cremades & Calvo Sotelo se han pronunciado sobre si aceptarán la propuesta del Santander o si seguirán adelante con las acciones judiciales.
Según fuentes de los afectados, el banco les ha dado de plazo hasta el 5 de febrero para que se decidan.
El banco presidido por Botín ha ofrecido a sus clientes afectados por la estafa piramidal la recuperación del 100% de su inversión inicial mediante la emisión de 1.300 millones de euros en participaciones preferentes, con una rentabilidad anual del 2% y opción de recompra al décimo año.
Según el bufete de abogados de Miami, Labaton Sucharow, "la oferta del Santander no es un acuerdo con sus clientes, sino un torpe intento de evitar una estampida general de los depósitos" porque supone la renuncia a ejercer acciones judiciales contra la entidad y la obligación de los afectados a permanecer vinculados al banco a cambio de las acciones.
Esta no es la única demanda a la que se enfrenta el Santander. En argentina, otra plataforma de inversores que perdieron entre entre 350 y 400 millones de dólares en total ha demandado a la entidad exigiendo la devolución de toda la inversión, las comisiones cobradas por el banco e indemnizaciones por daño moral y daño punitivo.
Sin embargo, estas demandas no preocupan a Botín, quien asegura que la oferta de compensación de la entidad "ha tenido mucha aceptación", informa Juan Emilio Maíllo.
Además, contiene la siguiente afirmación:
"El banco señala que el cliente dispone, con antelación suficiente y durante el tiempo necesario, de toda la documentación explicativa de la operación que se ofrece, incluido el borrador del contrato que en su caso firmaría, para que pueda reflexionar si es de su interés".
Asimismo, el documento asegura que:
"Banco Santander no ha establecido hasta el momento ninguna fecha límite para la suscripción del contrato, si bien la emisión se realizaría no más tarde del día 31 de marzo".
Pero no parece que estas explicaciones del banco han sido suficientes para el supervisor, que ayer publicaba un segundo documento titulado "Preguntas y respuestas sobre el efecto del fraude de Bernard Madoff en los inversores españoles".
En él recoge las respuestas a las consultas más frecuentes que ha recibido sobre este escándalo, entre ellas "¿Debo aceptar la inversión que me ofrece mi entidad financiera como compensación de las pérdidas incurridas en mis inversionres por el fraude de Madoff?"
Como no podía ser de otra forma, la CNMV afirma que no puede asesorarle al respecto, sino que es cada inversor quien debe decidirlo.
Pero añade una frase muy significativa:
"Para que usted pueda evaluar si le interesa la propuesta (...), su entidad le proporcionará la información necesaria, con suficiente antelación para que la pueda leer y comprender, y así tomar una decisión meditada, sin precipitación ni bajo presión".
Relajación de requisitos
Lo cierto es que hay bastantes afectados que aseguran haber recibido presiones para decidir en plazos muy breves, incluso en la misma reunión en que les presentaron la propuesta, y muchos de ellos afirman que el respresentante del banco no les permitió llevarse a casa el documento -ni siquiera una fotocopia- para poder estudiarlo.
Fuentes conocedoras de la situación hablan de cierta "precipitación" provocada por la filtración a la prensa de la propuesta y de una casuística muy amplia, desde casos en que efectivamente han existido estas presiones hasta otros en los que no ha habido ninguna fecha tope porque se trataba de clientes muy quemados que podrían abandonar el banco.
En todo caso, parece que ya antes del primer documento de la CNMV el banco presidido por Emilio Botín había relajado sus exigencias.
En una rueda de prensa el día 3 de febrero, el despacho Cremades & Calvo Sotelo -que ha agrupado una plataforma de afectados- reconocía que se habían ampliado los plazos y que ya se permitía a los clientes llevarse el contrato a casa.
Nueva demanda en Madrid
No obstante lo anterior, el goteo de demandas contra Santander continúa.
A las dos class actions (demandas colectivas) presentadas en Miami y Nueva York hay que añadir otra individual presentada el jueves en Madrid por dos afectados por el escándalo.
Se trata de un caso diferente al habitual del inversor que tenía participaciones en el Optimal Strategic US Equities -sabiendo o no que lo gestionaba Madoff- y lo ha perdido todo: estos inversores dieron orden de venta del "Producto financiero estructurado Multiestrategia Optimal", que invertía entres fondos de la gestora alternativa del Santander, entre ellos el de Madoff, antes del escándalo.
La primera orden fue cursada ya en enero de 2008, mucho antes de que se descubriera el fraude el 11 de diciembre.
Sin embargo, los demandantes aseguran que, por distintas causas -falta de orden escrita, existencia de dos únicas ventanas de liquidez en mayo y noviembre, exigencia de un preaviso de 80 días- su petición no fue atendida durante meses.
Finalmente, cursaron una orden que cumplía todos los requisitos para la ventana del 30 de noviembre, pero no ha sido ejecutada y, además, siempre según el texto de la demanda, les han ofrecido el canje por preferentes como a los afectados por el fraude.
Este caso se parece mucho a la demanda en Luxemburgo que dio la razón al broker Oddo y obligó al depositario UBS a reembolsarle el dinero de participaciones en fondos de Madoff cuya orden de venta fue cursada antes del escándalo.
Finalmente, ayer se constituyó en Argentina -un país con numerosos afectados, que son muy reacios a aceptar la oferta porque desconfían de los bancos- una plataforma en Internet llamada www.daminificadosporoptimal.com.
En esa vista ambas partes deberán explicar los motivos de la demanda, por un lado, y por la parte del Santander por qué reclaman que se retire.
El grupo de abogados que defiende al Santander, encabezado por Samuel Danon, rechazó cada una de las alegaciones presentadas por los demandantes.
El Santander ha admitido que a través del fondo 'Optimal Strategic' gestionó fondos de clientes por valor de 3.100 millones de dólares vinculados a diferentes productos de inversión de Madoff, detenido el 11 de diciembre en Nueva York tras haber crear un gigantesco esquema piramidal con el que podría haber estafado hasta 50.000 millones de dólares.
El bufete estadounidense Labaton Sucharow, en colaboración con el español Cremades & Calvo Sotelo, presentó la demanda colectiva en Miami en la que reclama la responsabilidad del Santander por la falta de diligencia debida a la comercialización de los productos afectados. A principios de febrero, el bufete Coughlin Stoia Geller Rudman & Robbins presentó otra demanda colectiva en el mismo juzgado del Distrito Sur de Florida.
El Banco Santander está negociando de manera individual con los clientes afectados con una serie de ofertas que de ser aceptadas supondrán la renuncia a interponer cualquier demanda, o a exigir cualquier responsabilidad al banco, o a las personas vinculadas a la entidad, por la inversión en "Optimal Strategic", el fondo más afectado.
En sus alegaciones, el Santander defiende que la oferta de compensación detalla los "riesgos" asociados a la propuesta del banco y asegura que "todos los efectos de la firma del acuerdo han sido claramente comunicados y comprendidos" (por los clientes), por lo que considera que su propuesta es clara y "no es engañosa". En el escrito, el Santander recuerda que ha propuesto a sus clientes recuperar sus inversiones iniciales con participaciones preferentes de un valor nominal igual a la inversión original.
Sin embargo, clientes del Santander consultados por EFE señalaron que el banco les ha advertido, como le ha exigido la CNMV, que el valor en el mercado de las participaciones preferentes sería del 43% del nominal, mientras los expertos reducen ese precio al 20% del nominal. Por otra parte, el Santander asegura que la propia correspondencia entre los clientes de la demanda es "indicativa de la apertura y naturaleza no coercitiva" de su propuesta de compensación.
Todas las acusaciones tienen respuesta
En este sentido, asegura que no ha fijado un plazo para que sus clientes tomen una decisión sobre la compensación del banco, aunque reconoce que "como en todo tipo de ofertas, al cliente se le da un período de tiempo en el que ésta permanecerá abierta". En sus alegaciones, la entidad pone en duda que las comunicaciones presentadas como prueba sean de clientes del Banco Santander Internacional y destaca que los demandantes no informan en su demanda de la cantidad que esperan conseguir, frente a la propuesta del banco.
También les acusa de no permitirles ponerse en contacto con los demandantes y de no dejar que los clientes del Santander que formen parte de la demanda colectiva puedan acudir a otros abogados. Asimismo, añade que aunque son muchos los bancos que se han visto afectados por la estafa de Bernard Madoff, el Santander es "una de las pocas entidades" que ha ofrecido una oferta de compensación a sus clientes.
La entidad, que gestionaba inversiones de sus clientes en Madoff por un valor cercano a 2.330 millones de euros, ha prometido devolver a los afectados por el fraude la totalidad de su inversión inicial, que asciende a 1.500 millones de euros, a través de participaciones preferentes a 10 años con un rendimiento anual del 2%. Fuentes judiciales informaron a EFE de que las alegaciones del banco fueron presentadas esta madrugada, poco antes de que finalizase el plazo fijado por el tribunal de Florida, que ha convocado una vista judicial para el próximo miércoles día 18.
Según recuerdan los afectados, representados por el bufete Labaton Sucharow en colaboración con el despacho español Cremades & Calvo-Sotelo, el Santander establece que no sólo deberán renunciar a interponer acciones contra el grupo que preside Emilio Botín, sino también contra el banco custodio de sus inversiones, el HSBC, y el auditor, PWC.
"El hecho de que se haya ofrecido al público un documento con alta información errónea por parte del supervisor español no habría saltado a la luz de no ser por la petición de medidas cautelares", señala el documento presentado ante el Juzgado para el Distrito Sur de Florida, al que ha tenido hoy acceso EFE.
Los demandantes aseguran que el Santander ha incrementado su presión a los clientes para que acepten la oferta de compensación, que presentan como la única solución para obtener una satisfacción por el perjuicio que les ha ocasionado el fraude de Madoff.
Además, insisten en que el grupo presidido por Botín continúa proporcionando información engañosa a sus clientes, a los que ha ofrecido de forma selectiva eliminar la cláusula que les obliga a mantener sus posiciones en el banco durante 10 años, aunque en los documentos que respaldan esa supuesta mejora no se establece la eliminación de dicha condición.
El Banco Santander presentó el pasado viernes sus alegaciones ante el tribunal de Florida (EEUU) que debate la paralización de su oferta de compensación a los clientes afectados por el fraude de Madoff, en las que defiende que su propuesta no es "engañosa" ni "coercitiva".
El Santander defiende que la oferta de compensación detalla los "riesgos" asociados a la propuesta del banco y asegura que "todos los efectos de la firma del acuerdo han sido claramente comunicados y comprendidos" (por los clientes), por lo que considera que su propuesta es clara y "no es engañosa".
Además, argumenta que su propuesta, que supone sustituir la inversión afectada por Madoff por participaciones preferentes del grupo, fue preparada durante "el mes siguiente a que se diese a conocer el fraude" y que inició los contactos con sus clientes el 26 de enero, horas antes de que Labaton Sucharow interpusiese la demanda colectiva contra la entidad.
A su vez, los letrados del Banco Santander expondrán las razones por las que solicitan al magistrado que la demanda judicial no sea admitida a trámite.
El Banco Santander presentó el viernes pasado sus alegaciones ante un tribunal de Miami que estudia si procede la paralización de su oferta de compensación a los clientes afectados por la estafa de las inversiones en el fondo gestionado por Madoff.
El Santander defiende en sus alegaciones que su propuesta no es "engañosa" ni "coercitiva".
La principal alegación de Cremades & Calvo Sotelo y Labaton Sucharow, los bufetes que presentaron la demanda colectiva, señala que los "demandados fueron negligentes y temerarios al invertir una parte sustancial de todos los activos del fondo Optimal Strategic con Madoff".
Acusan al Santander de falta de diligencia y de no regirse por los "estándares del mercado financiero, sin que las auditorías hayan aportado la certidumbre sobre los estados financieros a las que están obligadas".
El Santander ha admitido que a través de fondo de Optimal Strategic llegó a gestionar fondos de clientes por valor de 3.100 millones de dólares vinculados a diferentes productos de inversión de Madoff.
Bernad Madoff fue detenido el 11 de diciembre en Nueva York al descubrirse que había montado un gigantesco esquema piramidal de captación de fondos con el que podría haber estafado hasta 50.000 millones de dólares.
El Santander ha propuesto a los interesados sustituir la inversión afectada por la estafa de Madoff por participaciones preferentes del grupo, y recuerda que ha ofrecido a sus clientes recuperar sus inversiones iniciales con participaciones preferentes de un valor nominal igual a la inversión original.
La negociación que está llevando a cabo el Santander de manera individual con los clientes afectados supondría, en caso de que éstos acepten la serie de ofertas, la renuncia a interponer cualquier demanda o a exigir cualquier responsabilidad al banco.
Banif divide a los productos en dos grandes grupos: los garantizados y los no garantizados. En el primer caso se incluye también un estructurado llamado 'Euribor+1', que no es garantizado pero es un producto que sólo perdía si el EuroStoxx caía el 15% en un solo día (es decir, en un caso que no se ha dado nunca). Estos afectados recibirán las preferentes que el banco va a emitir para resarcir a los afectados por Madoff, lo que les permitirá recuperar su dinero a los 10 años siempre que el banco decida rescatar esta emisión.
La emisión de preferentes tiene un valor de 1.380 millones, pero a valor actual se quedan en 500 millones, que es el cargo contable que ha asumido el banco presidido por Emilio Botín en sus cuentas de 2008. Esta solución ha sido aceptada por el 75% de los afectados por el Optimal Strategic US Equity (el fondo que gestionaba Madoff). El rechazo del 25% restante, sobre todo los clientes de mayor patrimonio, ha llevado a suavizar las duras condiciones que exigía el Santander para aceptar la oferta, según el Wall Street Journal: el banco les ofrece un crédito al 3% de interés para hacer líquida su inversión inmediatamente y no les exige mantener su saldo actual en la entidad.
Bonos de Abbey para los no garantizados
Volviendo a los afectados por Lehman, el segundo grupo son aquellos clientes que tenían productos sin garantía del capital. En este caso, se sustituye a Lehman como emisor del bono que sobyace en estos productos por una entidad del grupo Santander, presumiblemente el británico Abbey porque es lo que ocurrió en el único producto que había recibido solución hasta ahora: el Axa Banif Estructurado. De esta forma, la inversión volverá a la situación anterior a la quiebra de Lehman, aunque tendrá que asumir la pérdida derivada del mal comportamiento de los mercados a los que estaba referenciado cada producto.
Las fuentes consultadas aseguran que Banif va a intentar replicar en la medida de lo posible las condiciones iniciales de cada producto, pero éstas pueden variar por el deterioro de las condiciones del mercado. Así, el citado seguro de Axa redujo el cupón del 9% al 7% para uno de los supuestos: que el EuroStoxx se situase al vencimiento del producto entre el 70% y el 90% de su valor inicial.
Banif ya cubrió las pérdidas de algunos clientes afectados por Lehman, los del seguro Axa, con bonos de Abbey. Un 98,5% de los interesados aceptó la oferta. Para el resto, los de estructurados no garantizados, el banco planteará la opción de sustituir sus productos ligados a Lehman por otros con bonos de filiales de Santader.
Santander fue una de las entidades más afectadas en España por la distribución de productos estructurados ligados a la quebrada Lehman Brothers. Su impactó se calcula en torno a los 400 millones de euros. Sus clientes alegaron que la entidad de banca privada del grupo, Banif, no advirtió de los riesgos de estos productos.
Posteriormente, Santander decidió compensarles.
La semana pasada, el banco que preside Emilio Botín anunció que el 70% de los partícipes individuales el famoso Optimal Strategic US Equity había aceptado la propuesta de compensación. "Es una pena para esos clintes, pero probablemente algo bueno para el beneficio del banco - porque la compensación del Santander es un trato horrible", critica duramente la revista.
Es más, el banco sigue negando cualquier responsabilidad legal por subcontratar la gestión de este fondo con Bernard Madoff, autor confeso de una estafa piramidal de 50.000 millones de dólares, y sólo remitió la propuesta de compensación a los afectados un día después de que se presentara una demanda colectiva (class action) contra él en Miami por este caso. El jueves pasado se celebró la primera vista de esta demanda, en la que el abogado del Santander anunció que el 70% de los partícipes habían aceptado el trato, aunque no espercificó qué importe suponen esos clientes.
La demanda, interpuesta por los abogados Labaton Sucharow en nombre de varios inversores latinoamericanos, asegura que el banco dijo a sus clientes que, si rechazaban la propuesta, sus cuentas en el banco serían gestionadas por los abogados del Santander. En la vista del jueves, el juez Paul Huck obligó al banco a enviar una corrección de la propuesta a sus clientes en la que les informa de la existencia de la class action -que no se mencionaba en el texto original- y de la posibilidad de sumarse a ella aunque hayan aceptado la compensación del banco.
Las preferentes de la discordia
Donde Barron's se muestra más crítica es en la fórmula elegida para compensar a los afectados: las famosas preferentes. Su cupón del 2% no es acumulativo, por lo que el Santander puede saltarse los pagos si un año no tiene beneficios, y son títulos perpetuos, luego los inversores no pueden rescatar su dinero salvo que el banco decida recomprar los títulos a los 10 años.
"Esos términos nada atractivos significan que el valor de mercado de las preferentes será inferior a la cantidad que un cliente invirtió en el fondo del Santander", afirma Alpert. Aunque nominalmente equivalen a la inversión inicial, en el mercado unos títulos similares que pagan más del doble de ese 2% anual cotizan a un 40% de su valor nominal. "Sin ninguna duda, las preferentes de Madoff cotizarán muy por debajo de ese 40% de su valor", añade.
A cambio, los clientes no sólo deben mantener las preferentes en una cuenta de valores del banco, sino que también acuerdan mantener su actual nivel de negocio y a considerarle su banco preferido mientras las participaciones sigan vivas... "lo que significa para siempre". La semana pasada, el Wall Street Journal publicó que el Santander había modificado algunos de estos términos para hacer más atractiva la oferta, pero los portavoces del banco insisten en que ésta no ha variado.
El banco puede recuperar mucho más de lo que ofrece
La prueba de que las preferentes valen menos que la inversión en Madoff es que el banco sólo ha provisionado 500 millones de euros de los 1.380 millones que va a compensar. Y hay otra razón por la que el trato del Santander es mucho mejor para él que para sus clientes, según la revista: éstos renuncian a cualquier cantidad que el banco pueda recuperar de los aseguradores, el concurso de acreedores de Madoff, los auditores (PriceWaterhouseCoopers) el custodio (HSBC) o el fondo de protección de inversores de EEUU (Securities Investor Protection Corp.). "Las cantidades que Santander puede recuperar en estos pleitos podría superar de sobra lo amortizado por el banco en diciembre".
Además, está el descontento de los clientes institucionales, que han perdido otros 1.000 millones de euros y para los que no hay ninguna compensación pese a que confiaron en el due diligence de Optimal por el que también pagaron comisiones. El Santander también va a ofrecer estas preferentes a los afectados por la quiebra de Lehman Brothers que tuvieran productos con capital garantizado.
Su caso, además, es especialmente grave por cuanto no tenía participaciones en el fondo Optimal Strategic US Equities -gestionado por Madoff- o en los fondos de fondos que invertían una parte de su cartera en este producto, sino en un depósito llamado Estructurado Multiestrategia. Además, nunca llegó a firmar el contrato de compra del producto ni había dado al banco un mandato de gestión discrecional de la cartera, siempre según la demanda a la que ha tenido acceso El Confidencial.
Según explica el demandante, el Santander le vendió este depósito que invertía en Madoff como un producto VIP sólo al alcance de los clientes más exclusivos, y como una inversión absolutamente segura. El citado cliente aceptó verbalmente la oferta en mayo de 2006, pero cuando le enviaron el contrato y vio que éste reflejaba un riesgo de pérdida de todo el capital, se negó a firmarlo y solicitó el reembolso del dinero sin éxito hasta ahora. Hasta que por fin en julio del año pasado lo solicitó por burofax a través de su abogado, que tampoco fue atendido pese a estar dentro del plazo establecido para los reembolsos de los fondos de Madoff, según su versión.
La doctrina de Luxemburgo
Estas demandas de inversores que dieron orden de reembolso antes de que estallase el escándalo y no fue ejecutada por el banco tienen a su favor que ya existe doctrina en Luxemburgo (donde UBS ha sido condenado a resarcir a Oddo por no haber ejecutado una orden similar). Lo cual eleva las probabilidades de que el banco cántabro sea condenado, según fuentes jurídicas. Otra cosa es que luego el Santander pueda demandar a su vez al depositario de los fondos, HSBC.
La primera demanda de este tipo en España contra el Santander fue admitida en León el 6 de marzo y reclamaba al banco una pérdida cercana al millón de euros. La segunda se presentó en Madrid y fue admitida a trámite el 17 de abril por el juzgado de primera instancia número 73 de Madrid; en este caso, la reclamación era de 600.000 euros. En todos los casos hay que sumar a la pérdida sufrida las costas y los intereses.
Ninguna demanda de los que no vendieron
A diferencia de estos casos, en España no se ha presentado todavía ninguna demanda de inversores que no dieron orden de venta y han perdido su dinero en este producto. El 93% de los clientes afectados ha aceptado el canje por las preferentes ofrecido por el banco, incluyendo los asesorados por el bufete Cremades. Sólo algunos inversores latinoamericanos han iniciado una demanda colectiva (class action) contra la entidad en EEUU, aunque el despacho Jausas & Zunzunegui ha anunciado su intención de presentar demandas en nuestro país.
"Todo el mundo sabe que es muy difícil que le vayan a condenar al Santander por esto, y como había una compensación, la gente prefiere aceptarla aunque no sea muy buena", opina una fuente consultada, que añade que "el Santander ha sido muy inteligente con su oferta, porque ha desactivado las demandas con un coste muy reducido para el banco (500 millones de euros). Si no hubiera dado nada, le habrían llovido los juicios y habría perdido muchos clientes".
Estos fondos pagarán el 85% de los importes solicitados por el liquidador. El primero abonará 129,05 millones de dólares (92,4 millones de euros) y el segundo 106,3 millones de dólares (76,1 millones de euros).
Santander invirtió un total de 2.330 millones de euros de sus clientes en activos de Bernard L. Madoff Investments Securities. Por el momento, el fondo custodio ha recuperado 1.225 millones de dólares para repartir entre todos los afectados, según los datos revelados durante el proceso.
Con este acuerdo, Optimal y Santander ya no tendrán que solicitar el reconocimiento de sus créditos frente a la masa de la liquidación, sin embargo, los afectados deberán acudir al proceso de insolvencia judicial para reclamar sus créditos, según fuentes jurídica consultadas por Europa Press.
El acuerdo está sometido a su aprobación por parte del Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos, situado en Nueva York, para lo que se ha señalado una vista el próximo 16 de junio.
Según explico Optimal, Picard accedió al acuerdo tras constatar que la conducta de gestora "no fue fraudulenta" y que esto "no proporciona fundamento alguno para realizar reclamaciones frente a las sociedades Optimal o frente a cualquier otra entidad del grupo Santander".
El acuerdo contiene una cláusula de "tratamiento igualitario", conforme a la cual los fondos Optimal se beneficiarían de una reducción en los importes pagados ahora si los porcentajes de devolución tras la liquidación disminuyen por debajo del 85%.
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