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Dudas sobre efectividad plan Obama |
La élite internacional de la política y los negocios se da cita a partir del miércoles en la gran reunión anual del Foro de Davos (Suiza), tradicional adalid del capitalismo que ahora aspira a ser el sanador de una economía mundial en crisis.
Lugar de reunión privilegiado para cerca de 2.500 altos responsables, la 39 edición del Foro de Davos se desarrollará este año en un ambiente deprimido.
La crisis financiera, económica y hasta sistémica, junto con las amenazas ligadas al cambio climático, ocuparán la agenda durante los cinco días que durará el Foro en esta estación de los Alpes suizos.
El presidente y fundador del Foro Económico Mundial (WEF), Klaus Schwab, ha prometido que los participantes intentarán contribuir al proceso del G20, el grupo de los principales países industrializados y emergentes del planeta, antes de la cumbre prevista en Londres en abril.
"Estamos aún en plena crisis", advirtió Schwab en Ginebra, diciendo esperar que Davos, antaño conocida por sus sanatorios antituberculosos, sea el lugar donde se dibuje una "convalecencia" de la economía mundial.
Para ello, el ex profesor de economía contará con un panel de personalidades especialmente nutrido este año: 43 jefes de Estado y de Gobierno, el doble que habitualmente, según el WEF.
A ellos les ofrecerá el discurso inaugural el primer ministro ruso, Vladimir Putin, que se contará por primera vez entre los asistentes a Davos.
Otro invitado de excepción será su homólogo de Pekín, Wen Jiabao, acompañado por una importante cohorte de empresarios chinos. Siguiendo la tradición, también asistirán la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro británico, Gordon Brown.
Pero la ausencia de representantes significativos de la nueva administración Obama hace planear dudas sobre las ambiciones del programa del WEF.
Ante la gravedad de la crisis en Estados Unidos, "para ellos no es el momento de ir a pasearse a Davos", explica Jean-Pierre Lehmann, profesor en la escuela de comercio IMD en Lausana.
Los expertos no esperan por tanto ningún milagro. Además, según dicen, los remedios que podrían salir a colación durante la reunión tienen pocas posibilidades de marcar una ruptura con la ideología capitalista dominante.
Pocos esperan así que los "pirómanos transformados en bomberos", según la expresión de un economista habituado al Foro, entonen el mea culpa.
"Siempre ha habido una nota de capitalismo evangélico en los anteriores (Foros de) Davos, pero nunca un debate de base sobre el sistema", insiste Lehmann.
"Tengo especial curiosidad por ver si habrá actos de contrición", añade, interrogándose con ironía: pese a "todos estas mentes brillantes, ícómo es posible que todos nos hayamos visto sorprendidos por la tormenta?".
De hecho, pocos son los puntos de consenso del Foro que no hayan resultado equivocados. El pasado año, el Foro de Davos esperaba que la solución a los problemas económicos del mundo viniera de los países emergentes.
Por ello hay que tomar Davos por lo que es, recuerda un economista familiarizado con el Foro: un "lugar de discusión sin gran impacto en el mundo real", que consiste ante todo en una oportunidad para los dirigentes de "reunirse en un marco neutral".
Así, el multimillonario Bill Gates coincidirá con el presidente del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet y con el jefe de Renault, Carlos Ghosn.
A la espera de las grandes eminencias, que llegarán en sus helicópteros privados y sus vehículos de lujo, la pequeña localidad suiza vive ahora unos días de frenesí.
Sus dos hoteles de cinco estrellas, cuyas 400 habitaciones se disputan los ricos y poderosos del planeta, ponen a punto los últimos preparativos para una cita que, sin embargo, contará este año con menos fiestas de las que habitualmente jalonan la semana del Foro debido a la crisis.
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Funcionarios del entorno de Obama, recordó, sugieren actuar sin prisa en lo que atañe a la instalación del escudo antimisil estadounidense en la Europa del Este y dicen que es necesario analizar más a fondo este asunto que sigue siendo objeto de fuertes discrepancias entre Moscú y Washington.
"Aplaudimos tales declaraciones", resaltó Putin.
También calificó de "positivas" las señales que llegan desde Washington en lo referente a la ampliación de la OTAN. Rusia aplaude que el hecho de que el nuevo equipo de la Casa Blanca cree posible garantizar la seguridad de Georgia y Ucrania sin el ingreso de ambos países en la Alianza del Atlántico Norte, dijo.
Al comentar el reciente diferendo entre Moscú y Kíev, Putin afirmó que este conflicto comercial tardó en resolverse a causa de la situación política interna de Ucrania. Los intentos del presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, de revisar los acuerdos del gas, son un testimonio de que la inestabilidad política en Ucrania amenaza a la seguridad energética de Europa, agregó.
El jefe del gobierno británico hizo las declaraciones tres días después de haberse confirmado oficialmente que Gran Bretaña entró en recesión, tras registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Además, este mes, Brown lanzó un segundo rescate bancario para ayudar a reactivar la economía.
"Podríamos permitir que esta crisis comience a retraernos de la globalización. Como algunos quieren, podríamos cerrar nuestros mercados, para el capital, los servicios financieros, de comercio y laborales, y de esa forma reducir los riesgos de la globalización", subrayó el primer ministro.
Pobreza global. "Pero ello reduciría nuestro crecimiento global, nos excluiría de los beneficios por el comercio internacional y confinaría a millones a la pobreza global", agregó.
Según Brown, los desafíos y amenazas actuales "deberían ser vistos como el difícil nacimiento de un nuevo orden global", o un "nuevo internacionalismo de beneficios para una sociedad global en expansión".
El gobierno británico organizará la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) países desarrollados y en desarrollo, prevista para el 2 de abril en Londres, por la cual Brown ya se ha reunido con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y la Chancellor alemana, Angela Merkel, como también con el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El primer ministro británico tiene previsto además reunirse esta semana en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) con su colega chino, Wen Jiabao, el premier de Coreal del Sur, Han Seung-Soo y el primer ministro japonés, Taro Aso, así como también con el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick.
La residencia oficial de Downing Street, en Londres, informó hoy que Brown discutirá con los gobernantes y mandatarios mundiales "sobre cómo se puede trabajar mejor internacionalmente para lograr una reforma financiera, una expansión económica y crear puestos de trabajo en nuevos sectores como el del medio ambiente".
Sin embargo, algunas fuentes citadas por Financial Times, rebaten el éxito de convocatoria debido a que la mayoría de las empresas en todo el mundo “han paralizado sus planes de viajes” por el impacto de la crisis y algunos ejecutivos reconocen que sus empresas no participarán el próximo año, aunque sí acudirán este. “El evento ha alcanzado tales proporciones que cuestionamos el valor de acudir, es excesivamente caro”, dijo un ejecutivo citado por el periódico. De hecho, Goldman Sachs ha reducido notablemente el tamaño de su delegación en la cumbre y ha cancelado su tradicional fiesta.
La BBC recoge en un artículo la crítica que se hace desde algunos de sectores: en medio del revuelo financiero que está sufriendo el mundo, los líderes que se reúnen en Davos no tienen nada mejor que hacer que pasar una semana en los Alpes. Ante esta acusación los organizadores se defienden alegando que el foro trata de “mejorar la situación del mundo” y que, lejos de ir de vacaciones, los asistentes acuden para participar en numerosas reuniones, ponencias y encuentros. El foro es, además, un lugar de encuentro de amigos y enemigos, donde mejorar relaciones o limar asperezas.
También The New York Times recuerda que la cumbre del FEM comienza este año con importantes bajas entre los altos ejecutivos de Wall Street, como los del dañado banco de inversión Lehman Brothers y subraya que el encuentro de este año estará dominado por la presencia de políticos. Este año, “el prototipo de Hombre de Davos” será más bien Gordon Brown, el primer ministro británico”, asegura el diario, que indica que los temas medioambientales perderán protagonismo frente a los problemas económicos globales. Según Klaus Schwab, fundador del foro, que destaca que “esta es la mayor crisis desde que Davos comenzó”, el centro de atención se ha desplazado a los políticos.
Para Davos este encuentro es una oportunidad de negocio. A pesar de sus apretadas agendas, los participantes sacan tiempo para ir a los restaurantes o de compras. Según ciertos estudios, el FEM genera unos 30 millones de francos suizos (aproximadamente 20 millones de euros) de ingresos para Suiza, cuya economía se mantiene en mejor forma que la de muchos de sus vecinos europeos a pesar de haberse ralentizado. Entre los participantes hay quien reclama que la celebración del encuentro debería ser más sobria dadas las circunstancias económicas actuales. De hecho, muchos de los ejecutivos que acudirán a Davos han visto cómo las acciones de sus empresas se han hundido este año.
NOTA: Este reporte de elConfidencial.com ofrece la vision despechada de la derecha en declive. Puede leerse perfectamente como el rencor se transmite en cada parrafo, en cada afirmacion, en cada palabra. Tiene su punto. Es sin duda la constatacion del declive imperialista y como este esta arrastrando a sus lacayos a situaciones que rozan lo escatologico. En definitiva, el egoismo contra si mismo, interesante.
Inmediatamente después de ser elegido presidente de Rusia en 2000, Putin advirtió que los oligarcas, que en la década del 90 gozaron de una influencia casi ilimitada, debían abstenerse de ingerir en la gestión estatal.
Algunos de los oligarcas más comprometidos optaron por la emigración, y otros, como Mijaíl Jodorkovski, se encuentran en prisión, por delitos económicos.
Las autoridades de Rusia refutan todas las acusaciones de realizar campañas de persecución contra grandes empresarios por motivos políticos.
Al respecto Putin dijo que no ve nada malo en la riqueza, si ésta fue adquirida por vía legal.
"Tendrían un papel estabilizador", subrayó.
A modo de ejemplo, el jefe del Gobierno ruso mencionó la normativa de la UE que limita el déficit de los presupuestos nacionales. "Rusia mantiene en la economía estadounidense casi un 50% de sus reservas en oro y divisas", por lo cual no puede quedar indiferente ante la magnitud del déficit público que EEUU tendrá este año, señaló.
Algo similar pasa con los mercados financieros, donde también "cabe hablar de cierta unificación", prosiguió. La competencia entre diversos parqués en el mercado de las ofertas públicas iniciales, en opinión de Putin, aflojó en cierto grado la disciplina. "Y eso que los títulos emitidos en una plaza regional empiezan a circular después a lo largo del mundo. Es algo a lo que deberíamos prestar atención y es hora de que hablemos de este tema", dijo.
La actual crisis financiera y económica, declaró, se destaca por su carácter global y no tiene precedentes en la historia de las relaciones internacionales, por lo cual es preciso debatir el problema en diversos foros como el de Davos y elaborar conjuntamente soluciones prácticas.
Putin afirma que Rusia aplica el mismo trato a inversores nacionales y foráneos
El primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, aseguró este martes que su país tratará por igual a inversores domésticos y extranjeros y no pondrá limitaciones algunas al reflujo de capitales.
"Aplicaremos a los inversores foráneos el mismo trato que a los nacionales (...) y defenderemos sus intereses, siempre y cuando acaten las reglas y las leyes del país en que trabajan", afirmó Putin en una entrevista a la agencia estadounidense Bloomberg.
El Gobierno ruso, recordó Putin, se abstuvo de frenar el incremento de las tarifas en el sector energético, entre otras cosas, "para darles a los inversores la oportunidad de compensar sus inversiones". "En adelante, seguiremos actuando de la misma manera", agregó.
El pasado año, Rusia se enfrentó con el reflujo de capitales porque la falta de liquidez en EEUU, Europa Occidental y algunos mercados más empezó a "drenar inversiones" desde economías emergentes, incluida la rusa.
El fenómeno de por sí, a juicio de Putin, no tiene por qué asustar a nadie. Al contrario: "Podría en este caso contribuir al aumento de la confianza porque Rusia no limitó el reflujo de capitales ni planea hacerlo en el futuro", subrayó. El país liberalizó totalmente su mercado financiero en julio de 2007, dijo, y preserva desde entonces este régimen liberal a pesar de las dificultades financieras. (mas...)
Además, este año está prevista la mayor participación de ejecutivos empresariales desde que un ex profesor de economía de la Universidad de Ginebra, Klaus M. Schwab, fundara el foro en 1971.
Más de la mitad de los cerca de 2.500 participantes de 96 países son directivos de las principales compañías mundiales, destacan los organizadores.
Sin embargo, como señala un editor en temas económicos de la BBC, Tim Weber, "no faltarán los críticos que dirán que muchos de los problemas actuales fueron causados por la poderosa élite que acude en manadas a Davos cada año".
Los ausentes
En el encuentro, que será inaugurado por el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, no participarán algunas de las figuras más poderosas de los foros de años recientes.
Uno de los ausentes notables será el banquero Richard Fuld, que solía asistir a las reuniones de Davos.
No está en la lista de participantes después de que el banco de inversiones que dirigía, Lehman Brothers, colapsara el año pasado.
Lo mismo ocurre con varias otras personalidades del mundo financiero afectadas por la crisis crediticia, entre ellas John Thain, ex director ejecutivo de Merill Lynch, quien según el diario británico Financial Times, tenía previsto ser anfitrión de un desayuno de alto nivel en Davos el viernes, pero se vio obligado a renunciar la semana pasada.
Tampoco irá un importante promotor del Foro Económico Mundial, el empresario indio Ramalinga Raju, fundador y presidente del gigante de la informática Satyam, quien está siendo investigado en relación con presuntas actividades fraudulentas por un monto de más de US$1.000 millones.
América Latina
El encuentro será co presidido, entre otros, por el ex secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan y el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch.
Entre los 41 jefes de Estado y de Gobierno que aparecen en la lista oficial de participantes, sólo hay dos presidentes latinoamericanos, Álvaro Uribe de Colombia y Felipe Calderón de México.
La corresponsal de BBC Mundo en México, Cecilia Barría, destacó que según la subsecretaria de Relaciones Exteriores de ese país, Lourdes Aranda, la delegación presidencial intentará promover las ventajas competitivas de México en comparación a otros países que también están siendo afectados por la crisis financiera.
"Pero no todos en México están seguros de que el país podrá hacer frente a los efectos de la recesión en Estados Unidos, su principal socio comercial", dijo nuestra corresponsal.
También asisten a Davos 2009 el ministro de Finanzas de Chile, Andrés Velasco, el titular de Comercio Exterior de Costa Rica, Marco Vinicio Ruiz, y el canciller de Brasil, Celso Amorim.
Sin embargo, los presidentes de Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Paraguay -Luiz Inácio Lula da Silva, Evo Morales, Rafael Correa, Fernando Lugo y Hugo Chávez, respectivamente- prefirieron no ir a Davos y participarán en el IX Foro Social Mundial, que se celebra desde este martes en la ciudad brasileña de Belén.
Tanto el foro de Davos como el de Belén se llevarán a cabo hasta el 1 de febrero.
El director de Morgan Stanley en Asia, Stephen S. Roach, cifró el crecimiento económico global anual para los próximos tres años, incluido 2009, en el 2,5 por ciento.
Además, han coincidido en señalar que también son necesarios estímulos fiscales pero que deben ser coordinados a nivel global para que tengan efecto. En este sentido, el economista jefe del Banco Mundial, Justin Yifu Lin, dijo que "el estímulo fiscal no funcionará si sólo un único país lo adopta, debemos tener un acercamiento coordinado, implementado por las economías industrializadas y las emergentes".
Los expertos destacaron que se debería crear un mecanismo para detectar y cuantificar los activos tóxicos que tienen los bancos, que los accionistas deberían aumentar el capital de las entidades de crédito y en caso de que no sean capaces de hacerlo, deberá ser el Estado quien los recapitalice.
Sin embargo, no concretaron cómo debe ser este mecanismo en concreto ni mencionaron la creación de los llamados "Bad Bank" estatales (banco malo), para que absorban todos los activos tóxicos o no líquidos, como han barajado algunos países como EEUU y hasta ahora han rechazado otros como Alemania.
La confianza de los consejeros delegados en las perspectivas empresariales ha caído hasta el nivel más bajo desde 2003 por la recesión económica que sufren las principales economías del mundo, según refleja una encuesta que realizó la consultora PricewaterhouseCoopers con 1.124 directivos en el último trimestre del 2008.
Los consejeros delegados consultados consideraron también que es necesaria la intervención inicial del Estado para estabilizar la situación de los mercados, según PricewaterhouseCoopers.
Durante cinco días, desde hoy y hasta el domingo, unos 40 jefes de Estado, una quincena de ministros de Finanzas, una veintena de gobernadores de bancos centrales y decenas de dirigentes empresariales, así como algunas ONG -en total unos 2.500 asistentes- debatirán en Davos para tratar de buscar soluciones a la crisis.
En la cumbre del G-20, que se desarrolló en Washington en noviembre de 2008, se tomó la decisión por principio de ampliar el Foro de Estabilidad Financiera. Ese organismo encargado de reformar el sistema financiero mundial lo integran los ministros de Hacienda y los Bancos Centrales de los principales países miembros, así como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Como anunciaron organizadores de la cita, más de 40 Jefes de Estado, entre dos mil 500 hombres de negocios, líderes empresariales y directivos, se propondrán alcanzar una visión de cómo será el mundo luego de la crisis.
Esta crisis es un paciente que está en cuidados intensivos y representa un mundo enfermo de gravedad al que hay que curar de inmediato, diría en vísperas del evento su presidente, Klaus Schwab.
El anfitrión también aseveraba que en esta ocasión ese fenómeno no tiene precedentes y presenta carácter sistémico.
De ahí que haya que ir a la naturaleza y estructura del modelo económico prevaleciente a escala planetaria.
Schwab dijo que el crecimiento económico debe basarse en las necesidades de la población y del planeta.
Argumentó que por ello se discutirán nuevos negocios sobre el agua, el calentamiento global, energía limpia, agricultura y producción de alimentos.
Tal afirmación no escapó a la crítica de analistas y autoridades del mundo subdesarrollado, para quienes sólo se trata de una frase ocasional más.
Es sospechoso, indican, que los ricos estén dispuestos declinar su objetivo de maximizar sus ganancias.
En el cónclave se examinarán también la reconstrucción del sistema financiero y el logro de su estabilidad, una regulación efectiva global, regional y en cada país, y encarar desafíos para el desarrollo sostenible.
La globalización neoliberal, modelo del capitalismo de las últimas décadas, fuente de montos financieros especulativos, es excluyente y busca por encima de todo mayor plusvalía y ganancias.
Ella ha provocado índices astronómicos de pobreza, hambre y enfermedades.
Para no pocos resulta difícil cómo la élite del capitalismo mundial representada en Davos podrá contribuir a la materialización de esas propuestas, sin renunciar a sus objetivos inherentes al sistema.
Entre estos cabe destacar en primer lugar la búsqueda de plusvalía a toda costa.
Resulta incompatible con los loables objetivos proclamados por Shcwab, la existencia hoy de una realidad según la cual el 20 por ciento de la población mundial, representa el 86 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta.
También sería inexplicable en virtud de la concepción neoliberal, modificar un panorama en el cual el 80 por ciento de las exportaciones están en manos de esa minoría demográfica.
Resultaría además difícil de imaginar el cambio en un país opulento como Estados Unidos, cuyo PIB es superior al global de más de 40 de las naciones más pobres.
Asimismo, qué propuestas hará el Foro, a la luz de sus concepciones, para evitar en un futuro diferencias tan abismales como la de que en cualquier país desarrollado el ingreso per cápita anual, respecto de uno pobre, sea del entorno de 25 mil dólares y 300 dólares, respectivamente.
Entre tanto, como resultado de la crisis el número de míseros y hambrientos se incrementó notablemente en el mundo y hoy son más de 950 millones los seres que viven en condiciones de pobreza y exclusión.
No hay que estar en Davos para intuir el sesgo que tendrá la economía en un mundo en el que esos males crecen y son ya insoportables para la mayoría de las naciones que los sufren.
Para los expertos más avezados, se asiste hoy al ocaso del paradigma de la economía de mercado como vía de lograr el desarrollo, y del Primer Mundo, encabezado por Estados Unidos, como modelo de bienestar.
Hasta el momento fracasaron todas las medidas adoptadas por esa potencia para palear la crisis, incluso en coordinación con las naciones industrializadas de Europa, y Japón, también en profunda depresión.
Para que esta se resuelva definitivamente es un requisito que exista un nuevo orden económico internacional que permita reglas justas en el comercio.
Este también deberá contribuir al desarrollo y una justa distribución de las riquezas, y sea un modelo solidario el que prevalezca en el orbe.
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Wen culpó al desenfreno en el endeudamiento de los estadounidenses y a la búsqueda ciega de ganancias por la crisis financiera global, en un discurso pronunciado el miércoles en el foro.
"Políticas macroeconómicas inapropiadas en algunas economías y su modelo insostenible de desarrollo, caracterizado por bajos ahorros y alto consumo" se ubicaron primeros en la lista de razones de la crisis mencionadas por Wen.
Pero al mismo tiempo dijo que Pekín y Washington deberían cooperar para enfrentar la crisis y cerró filas tras los esfuerzos del Grupo de los 20 para reformar el sistema financiero mediante una mayor regulación.
"La persistente crisis financiera global ha sumido a la economía global en su situación más difícil desde la Gran Depresión", dijo Wen.
"Debemos sacar lecciones de esta crisis y enfrentar sus raíces. En otras palabras, debemos lograr un equilibrio entre los ahorros y el consumo, entre la innovación y la regulación financiera y entre el sector financiero y la economía real", añadió.
En la aldea alpina de Davos no se ven muchos ejecutivos de bancos, un sector golpeado por la crisis, pero los funcionarios de los Gobiernos sí estarán trabajando detrás de la escena antes de una cumbre del Grupo de los 20 que se realizará en abril y de una cumbre del G8 en julio.
Trichet dijo a Reuters que el G20 estaba haciendo un "buen trabajo" en las políticas para dejar atrás los problemas en el sistema financiero, pero que se necesitaban reformas de fondo.
"Todos pueden ver que el sistema actual es demasiado frágil, y que tenemos que reintroducir un elemento de recuperación (...) y que necesitamos hacerlo sin consideraciones de ninguna clase a intereses creados", dijo.
Los presidentes de las grandes corporaciones todavía están dando tumbos.
"No hay remedios mágicos. Mi opinión es que habrá de 18 a 24 meses de un ambiente económico muy difícil", dijo María Ramos, directora ejecutiva de Transnet, una compañía de logística y ferroviaria de Sudáfrica, en una entrevista con Reuters.
"Cuarenta por ciento de la riqueza del mundo fue destruida en los últimos cinco trimestres. Es una cifra casi inabarcable", dijo Stephen Schwarzman, presidente de la compañía líder en acciones privadas Blackstone Group. "La forma de hacer negocios será muy distinta", vaticinó.
DISPUTA MONETARIA
Poco antes del discurso del primer ministro chino, se intensificó la disputa sobre las políticas cambiarias de Pekín, después de que el nuevo secretario del Tesoro estadounidense Timothy Geithner señalara que China manipulaba su moneda.
Un diplomático chino dijo que Washington tenía suficiente evidencia para saber que China no manipula su tipo de cambio.
"No creo que sea justo cambiar de repente la postura del Gobierno norteamericano", dijo el diplomático en Londres, una de las numerosas capitales europeas que Wen visitará después de Davos.
Pero en su discurso del miércoles, Wen eligió no referirse directamente a la amarga disputa con Washington por el valor del yuan.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, habló tras Wen y pidió a los países evitar el aislacionismo como respuesta a la crisis.
FATALISMO Y TRISTEZA
Un sondeo anual de PricewaterhouseCoopers entre más de 1.100 presidentes de empresas arrojó un sombrío escenario para la reunión anual de Davos.
Sólo un 21 por ciento de los encuestados dijo tener mucha confianza en un aumento de la facturación en los próximos 12 meses, una disminución desde el 50 por ciento de hace un año.
Las esperanzas de una recesión corta, en forma de "V", parecen haberse evaporado dado que la mayoría de los líderes empresariales tan sólo anticipan una recuperación lenta y gradual a lo largo de los próximos tres años.
"La visión a tres años es un poco mejor, pero la mala noticia es que no es mucho mejor", dijo Tony Poulter, responsable global de consultoría en PwC.
Los delegados en Davos estaban unidos en torno a la opinión de que aún está lejos el repunte económico.
Stephen Roach, presidente para Asia de Morgan Stanley, coincidió en que los próximos tres años serán muy difíciles.
"El concepto de una vigorosa recuperación con forma de 'V' es para los ciclos económicos del pasado, no para este ciclo económico post-burbuja, post-crisis. Va a ser un largo y arduo camino el 2010 y el 2011", dijo Roach a Reuters.
El Fondo Monetario Internacional pronosticó que la economía mundial se desaceleraría a cerca de cero este año, advirtiendo que los riesgos de deflación estaban aumentando.
El sombrío escenario ha dejado al fondo soberano de Dubai temeroso de hacer grandes inversiones a largo plazo, aun cuando ven los precios de los activos a niveles razonables.
"Todavía estamos muy nerviosos acerca de hacer algunas apuestas grandes: vemos que la crisis financiera empeora. No habrá una solución con varita mágica al problema", dijo el director ejecutivo Sameer al-Ansari en entrevista con Reuters.
La enviada especial de la BBC a Davos, Bridget Kendall, informó que ambos líderes admitieron que "la crisis ha golpeado fuerte en sus países, pero que se encontraban en buena posición para contener lo que Putin describió como una "'tormenta perfecta' de proporciones históricas".
Por su parte, Wen Jiabao dijo que los motivos que hay detrás de la crisis son "las políticas inapropiadas de macro economía en algunos países, caracterizadas por intereses bajos para el ahorro y altos para el consumo".
Ambiente sombrío
Los reclamos de Rusia y China complementan el ambiente sombrío que rodea esta edición en Davos.
El editor en temas económicos de la BBC, Tim Weber, describió las primeras sesiones de pesimistas y si bien el evento anual "continúa atrayendo a algunas de las personas más poderosas del mundo, la actitud ha cambiado dramáticamente".
Líderes de Occidente admitieron abiertamente que se habían dejado llevar por el instinto de rebaño y la negativa a escuchar verdades molestas.
Empresas que tradicionalmente asistían a Davos han desaparecido por la crisis, mientras que otras fueron rescatadas o nacionalizadas por sus gobiernos. Como resultado, la agenda de esta edición tiene a menos banqueros y más políticos, que también se centrarán en temas económicos.
De hecho, una encuesta realizada por PricewaterhouseCoopers sugiere que la confianza entre los altos ejecutivos del mundo financiero se ha derrumbado en los últimos meses.
"Tenemos que enfrentarnos al hecho de que la recuperación, cuando se produzca, será anémica", comentó Stephen Roach, jefe de Morgan Stanley de Asia.
El peligro del dólar
Vladimir Putin recordó durante su intervención que, hace un año, Estados Unidos insistía que su economía estaba "básicamente" sana, y ahora su banca de inversión ha prácticamente dejado de existir.
El primer ministro de Rusia advirtió además sobre el peligro de que el mundo cuente demasiado con el dólar como su moneda de reserva. "Debería ser necesario fomentar un proceso objetivo para la aparición en el futuro de varias monedas regionales y fuertes".
Putin también hizo un llamado para que regrese el "balance" en los precios energéticos, así como la creación de un nuevo marco legal internacional para la seguridad energética.
Además, aprovechó la oportunidad para desearle "éxito" al nuevo equipo del presidente estadounidense Barack Obama y declaró que espera que exista una cooperación constructiva entre Washington y Moscú.
Wen Jiabao, el primer ministro chino, y su par ruso, Vladimir Putin, usaron el World Economic Forum en Davos para afirmar que las dos potencias emergentes deben jugar un rol mayor en un nuevo orden económico mundial.
Putin se burló de los delegados estadounidenses que hablaron el año anterior de la “estabilidad fundamental y las perspectivas despejadas” de la economía de Estados Unidos y sostuvo que “los bancos de inversiones, el orgullo de Wall Street, virtualmente han dejado de existir”.
Wen hizo mordaces comentarios sobre “las inapropiadas políticas macroeconómicas” de algunos países que no nombró y sobre “el modelo insostenible de desarrollo caracterizado por bajos ahorros y alto consumo” que se mantienen en el tiempo.
También atacó la “búsqueda ciega de utilidades” de las instituciones financieras y su falta de “autodisciplina”.
Los confiados discursos de ambos gobernantes contrastaron con el ánimo pesimista que imperaba en el encuentro anual de los líderes políticos, financieros y sociales del mundo. “Este es Davos bajo la bandera rusa”, dijo Dmitry Peskov, vocero de Putin.
Además, un alto asesor de Dmitry Medvedev, el presidente de Rusia, criticó la escala del plan de rescate económico dispuesto por Estados Unidos y de su déficit presupuestario proyectado, diciendo que esto restaría liquidez a otros mercados globales.
“Lo desalentador es la declaración de (Barack) Obama de que tendrá un déficit de un billón de dólares por los próximos años. Esto significa que toda la liquidez del mundo se irá a las cuentas del Tesoro de Estados Unidos”, dijo Igor Yurgens, quien dirige un think tank que asesora a Medvedev. Este comentario pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Rusia, que sufre su primera recesión en 10 años, debido a la crisis global.
Wen, en tanto, manifestó su preocupación por el riesgo de proteccionismo y abogó por el establecimiento de “un nuevo orden económico mundial que sea justo, igualitario, sólido y estable”.
China, según este funcionario, tiene “la confianza, las condiciones y la capacidad para mantener un crecimiento económico estable y rápido, y continuar contribuyendo al crecimiento económico”, agregó Wen, quien dijo también que, aunque será difícil para su país cumplir con los pronósticos de un crecimiento de 8% del PIB para 2009, “esto puede lograrse con trabajo duro”.
Pese a que no mencionó los comentarios de Timothy Geithner, secretario del Tesoro de Estados Unidos, quien acusó a China de manipular su moneda para fortalecer su economía, Wen dijo que en una relación de confrontativa con Estados Unidos, ambos países resultarán perdedores.
Defendió las medidas que su Gobierno -al igual que gran parte de países industrializados- ha adoptado para rescatar su sistema bancario y, más recientemente, para estimular la circulación del crédito y la economía en general, luego de que se confirmara que el Reino Unido -al igual que las principales economías de Europa, Estados Unidos y Japón- están en recesión.
En una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Brown explicó que esta situación requiere de un "activismo fiscal", que se justifica doblemente por las bajas tasas de interés y de inflación.
El primer ministro, que fue uno de los primeros dirigentes mundiales en actuar cuando se hizo evidente la magnitud de la crisis, alertó que ésta puede llevar a "una nueva forma de proteccionismo y a una desglobalización" (fenómeno opuesto a la globalización).
Sostuvo que esto último ocurrirá si no se adoptan medidas inmediatas de alcance internacional y recalcó que retroceder en la globalización "tendría graves implicaciones para la prosperidad en todas partes del mundo".
Brown opinó que uno de los motivos que amplificó la crisis fue la inexistencia de un sistema de alerta temprana en el sistema financiero que permitiese prevenir y alertar sobre el abismo al que se dirigía.
"El argumento era que el riesgo se reducía con la diversificación, pero ésta terminó siendo el mecanismo de contagio.
La mitad de las "subprime" (hipotecas y créditos de alto riesgo) terminó en Europa", recalcó.
Londres acogerá en abril próximo la segunda reunión del G-20 (países industrializados y emergentes) convocada en un intento por coordinar medidas planetarias contra la crisis, aunque en la primera reunión -celebrada en noviembre pasado en Washington- no se acordaron acciones concretas, más allá de la habitual declaración de buenas intenciones.
En esa ocasión fue la Administración del ex presidente George Bush la que se mostró reticente a adoptar medidas coordinadas.
Preguntado sobre si el presidente Barack Obama ha dado indicios de un cambio de actitud con respecto a su antecesor, Brown dijo que "ahora se reconoce que si hay mercados y flujos financieros globales, la supervisión nacional resulta inadecuada.
Ese es el criterio con el que se tiene que juzgar cualquier reforma".
Para Brown, las prioridades pasan por "evitar el colapso de los bancos, proteger a los ahorradores, ofrecer ayudas reales a las familias y los negocios, y reanudar el flujo de créditos".
El presidente del banco europeo considera que el futuro sistema financiero deberá ser más transparente, tanto en los que se refiere a las instituciones financieras, los mercados como los productos financieros. Trichet apoya las medidas que han adoptado los gobiernos y los diferentes bancos centrales para hacer frente "a una situación excepcional" pero hace hincapié en que para restaurar la confianza es necesario mirar a largo plazo.
Criticó que en los últimos años, en el sistema financiero ha habido una orientación muy fuerte a la obtención de beneficio a corto plazo.
Las autoridades monetarias rusas "intentan encontrar un nivel de equilibrio dentro de su banda de comercial para la divisa y evitar, en la medida de lo posible, presiones artificiales sobre su valor por parte del mercado".
En parecidos términos respondió Jiabao, nada más aterrizar en Berlín, procedente de Davos. El primer ministro, en línea con las declaraciones precedentes de miembros de su delegación, dijo que el régimen de Pekín, a quien la nueva Administración Obama ha acusado abiertamente de propiciar los desórdenes cambiarios globales por la rigidez de su banda de fluctuación, "está determinado en mantener el rinminbi en una cota estable" y al margen de las embestidas del mercado.
Sobre los retos mundiales, Putin explicó que Rusia "no desea estar aislada ni en el ostracismo" y que tampoco "será egoísta" en la búsqueda de soluciones para la crisis económica y las garantías de abastecimiento energético.
En este sentido, la contribución que ofreció Jiabao a la crisis fue el desmentido de que el gigante asiático haya emprendido un aterrizaje brusco de actividad. Lejos de esta amenaza, el primer ministro chino dijo que la señal de alarma ya se disipó a finales del 2008, con un incremento de los créditos por los planes de rescate bancarios decretados por Pekín.
El ex presidente americano, Bill Clinton, reclamó una acción concertada internacional que "refuerce el liderazgo económico que EEUU está en disposición de ofrecer", frente al credit crunch, al tiempo que pronosticó que el recién aprobado programa de estímulo de Barack Obama, de 819.000 millones de dólares, facilitará la "eclosión de puestos de trabajo", especialmente en las energías renovables.
Precisamente el debate sobre el cambio climático ocupó buena parte de las deliberaciones en Davos, cuya fundación, el World Economic Forum (WEF), presentó un informe en el que valora las necesidades de inversión mundial en energías verdes en los 515.000 millones de dólares hasta 2030 para disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Esta factura triplicaría los actuales compromisos de capital en energías limpias, que ascendieron a 155.000 en 2008. La ONU pidió una porción de los planes de estímulo a esta causa.
Las voces empresariales las protagonizaron los primeros espadas de varias energéticas europeas. Los presidentes deIberdrola, Ignacio Sánchez Galán; la alemana E.ON, Wulf Bernotat, y la francesa EDF, Pierre Gadonneix, recalcaron su apuesta por las energías alternativas. Pero, además, por la nuclear.
La eléctrica española está incluida entre las 20 firmas hispanas en el ránking de sostenibilidad medioambiental elaborado por PwC y Sustainable Asset Management (SAM). Junto a Abertis, Acciona, ACS, Aguas de Barcelona, BBVA, Banco Santander, Criteria, Enagas, Fomento de Construcciones y Contratas, Gamesa, Gas Natural, Grupo Ferrovial, Iberia, Inditex, Indra, Red Eléctrica Española, Repsol, Unión Fenosa y Telefónica.
Insistió, como otros líderes mundiales, en que han de reformarse las instituciones financieras y se deben fijar algunas ideas muy claras, entre ellas la actuación de los bancos.
"Los mercados financieros tienen que cumplir su tarea de una manera responsable", dijo Merkel, quien recordó que ya antes del colapso financiero Alemania "había hecho esfuerzos para introducir la transparencia".
Expresó su idea de que con la nueva Administración de Estados Unidos "podamos trabajar a favor de mayor transparencia, de reglas más claras".
Acerca de la futura arquitectura para la cooperación internacional en estos aspectos, la canciller alemana aseguró que el G-8 no podrá resolver solo los problemas y que el G-20 le parece un buen formato.
Merkel abogó por un capitalismo de mercado con libertad para que las fuerzas de éste puedan desarrollarse, pero "con un capitalismo ilimitado puede haber riesgos... los excesos se tienen que impedir".
Se mostró en contra del proteccionismo y opinó que incluso las ayudas del Estado al sector del automóvil constituyen proteccionismo, por lo que, dijo, "no deben durar mucho".
En su intervención, Merkel también abordó el problema del cambio climático y, de cara a la conferencia que se celebrará en Copenhague en diciembre para buscar un acuerdo post-Kioto, expresó su esperanza en que "EEUU participe en este debate".
Pero subrayó que son los países desarrollados quienes deben dar los primeros pasos para impulsar al resto del mundo a adoptar medidas en contra del cambio climático.
Pidió a los Estados desarrollados que no abandonen la ayuda al desarrollo en tiempos de crisis, pues "sería un error".
A su juicio las estrictas normativas para los mercados financieros, sus productos y la banca en las que trabajan ya los países del G-20 no son suficientes por si solas para evitar nuevas crisis en el futuro.
"Todos hemos aprendido de las experiencias de la economía social de mercado en Alemania que los mercados necesitan una normativa marco y que el Estado debe ser el que vigile ese orden", señala la política cristianodemócrata.
Por ello propone la redacción de "una carta de la economía sostenible", propuesta que piensa presentar y debatir este jueves en Berlín con los máximos representantes del Banco Mundial, el FMI, la OCDE y la OMT, a los que ha invitado a una reunión consultiva.
Durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, Angela Merkel defendió este viernes la aplicación de la economía social de mercado en todo el mundo.
A su juicio y tras la superación de la actual crisis, la economía social de mercado conduciría a la redacción de reglas vinculantes internacionales, cuyo respeto, de manera parecida al Consejo de Seguridad de la ONU, sería supervisado por un Consejo Económico Mundial.
El primer ministro británico, Gordon Brown, se pronunció ayer contra lo que llamó una nueva forma de proteccionismo, un alejamiento de la globalización y una reducción del comercio y la actividad transfronteriza, sostuvo.
Estados Unidos, que en todas las cumbres de la Organización Mundial del Comercio (OMC) se comprometió a reducir los subsidios a productos agrícolas, y otros, en realidad los fortalece.
Ese es, precisamente, uno de los principales retos que tiene ante sí la Ronda de Doha para terminar con éxito.
Es así que el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, propugnó en Davos la cláusula "Buy America" (Compre productos estadounidenses) para la adquisición de acero, lo que despertó irritación entre socios de Washington.
Esa nación incluyó en su paquete de rescate una medida claramente proteccionista, que prohíbe la compra de hierro o acero extranjero para los proyectos de infraestructuras financiados con un nuevo plan de estímulos.
En la reunión del G-20, efectuada hace sólo varios meses en Washington, ese país y otros estados ricos censuraron esa práctica -la cual afecta en mayor medida a las naciones del Sur-, pero en realidad lo siguen apoyando.
Un análisis sobre las posiciones de las potencias comerciales sobre ese tema a lo largo de más de tres décadas, revela su hipocresía al respecto, pues esa política persiste y tiende a aumentar en variadas esferas.
En una cumbre realizada en 1975 dijeron en una declaración final: "Los países que ceden al proteccionismo comercial quedan expuestos a un deterioro de su posición competitiva, el vigor de sus economías puede ser afectado".
Posteriormente, en 1997, en otra reunión similar acordaron: Rechazamos esa práctica porque puede fomentar el desempleo, incrementar la inflación y minar el bienestar de nuestros pueblos.
Retóricas muy similares han utilizado Washington y Bruselas sobre el asunto en todas las reuniones globales realizadas posteriormente, hasta la que se desarrolla actualmente en Davos.
En contraste, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó que su país no va a recurrir al aislacionismo y al egoísmo.
Recordó los compromisos antiproteccionistas asumidos por las grandes economías mundiales durante el encuentro en noviembre en Washington del G20 ( las siete economías más ricas y las emergentes).
También el titular indio de Comercio, Kamal Nath, utilizó en el centro de esquís de los alpes suizos, donde sesiona la cumbre, términos duros contra las actitudes individualistas de repliegue.
Expertos coinciden en que históricamente el proteccionismo ha sido contraproducente y nada bueno para la economía mundial.
"La militancia ecológica y el alarmismo acerca del cambio climático desafían nuestra libertad", aseguró, y criticó al ex vicepresidente de EU y activo militante contra este fenómeno, Al Gore, quien ha participado en el Foro.
"Al Gore no está dispuesto a escuchar las teorías distintas", afirmó.
El ex vicepresidente de EU aseguró ayer en una de las sesiones del Foro que "el cambio climático ya es una emergencia planetaria que pone en mayor riesgo a los países en desarrollo que a las naciones con mayores recursos".
Gore instó a que la crisis económica mundial no distraiga a los líderes políticos de la urgencia de tomar acciones frente al cambio climático.
NOTA: ¿y este es el presidente de europa? bueno, bueno, bueno...
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