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Bush: "Ataque en territorio de EEUU" |
"La amenaza más urgente que afrontará Obama y otros presidentes después de él es un ataque en nuestro territorio". De esta forma, el presidente George W. Bush ha advertido a su sucesor Barack Obama de los retos que tendrá que superar cuando asuma las riendas de la Casa Blanca el próximo 20 de enero. "Aún existen enemigos que quieren perjudicarnos", ha dicho Bush en la última rueda de prensa que ha ofrecido como mandatario a los periodistas que cubren la Casa Blanca.
Bush pondrá fin a ocho años de mandato la próxima semana y se despedirá con los niveles de aprobación más bajos registrados para un presidente en las últimas décadas. Según algunos analistas, George W. Bush será recordado como uno de los peores mandatarios de la historia estadounidense.
Sin embargo, Bush ha querido hacer sus últimas declaraciones y en una rueda de prensa muy distendida ha hablado sobre la situación en Gaza, el famoso eje del mal y la crisis financiera que parece no tener fin.
Gaza e Israel
Con respecto a la ofensiva israelí en la franja de Gaza, Bush ha reiterado la posición que ha mostrado desde que comenzó el conflicto hace 17 días. "Estados Unidos quiere una paz sostenible, y para ello Hamás debe dejar de disparar cohetes hacia Israel". Ha agregado que: "Hamás es el responsable de lo que está sucediendo y la mejor forma es trabajar con Egipto para poner coto al contrabando de armas hacia Gaza". Ha insistido en que Israel tiene el derecho a defenderse pero que debe evitar a toda costa la muerte de civiles. La operación israelí en la franja costera ha dejado ya casi 900 muertos y más de 4.000 heridos, más de la mitad de ellos civiles.
"La situación se complica porque la gente está dispuesta a asesinar para detener la libertad. Hamás, Al Qaeda y otros grupos terroristas están dispuestos a usar la violencia para evitar que hayan dos Estados, dos democracias, una al lado de la otra".
Eje del mal
En relación al famoso Eje del mal, término con el que bautizó en 2002 a Irak, Irán y Corea del Norte, el mandatario ha afirmado que los dos últimos siguen siendo un peligro, y ha hecho un llamamiento especial a Pyongyang para que cumpla con las promesas hechas durante las conversaciones para el desarme. "Para avanzar nuestras relaciones, el gobierno norcoreano debe honrar los compromisos que ha hecho para permitir las medidas de verificación y así asegurar que no desarrollan un programa de enriquecimiento de uranio".
Con respecto a Irak, ha vuelto a repetir la frase que dijo hace unas semanas en una entrevista: "Lamento haber dicho cosas que no debería haber dicho", al reconocer que fue un error proclamar la victoria en Irak tan solo un mes después de la invasión.
"Había una pancarta con la frase 'Misión Cumplida' (Mission Accomplished). Era una pancarta dirigida a los marineros del barco, pero transmitió un mensaje más amplio. Para algunos decía que Bush cree que la guerra en Irak ha terminado, pero yo no lo creía. Sin embargo, transmitió un mensaje erróneo", ha dicho en referencia al acto celebrado en el 'USS Abraham Lincoln' el 1 de mayo de 2003, en el que Bush anunció el fin de las grandes operaciones militares en Irak.
La crisis financiera
En relación a la crisis económica que ha disparado el desempleo en EE UU y ha llevado al filo de la quiebra a miles de empresas en el país, Bush ha dicho que pedirá al Congreso el desembolso de 350.000 millones de dólares para la reactivación financiera y económica, si Obama lo considera necesario. Dicha suma supone el segundo tramo del plan de 700.000 millones de dólares destinados a la reactivación financiera y económica de Estados Unidos.
Bush ha revelado que "no está cómodo" con la decisión de ofrecer ayuda a los bancos, pero ha dicho que fue necesaria. Ha alertado a Obama de que también tendrá que tomar decisiones "con las que no está cómodo".
"Wall Street se emborrachó y nosotros sufrimos la resaca", ha afirmado el mandatario, quien añadió que las medidas que ha tomado su Gobierno "han ayudado a descongelar el mercado de crédito" y que ése "es el primer paso hacia la recuperación".
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, mentiras, multitud, politica.
En una entrevista con la cadena CNN, el vicepresidente Dick Cheney volvió a admitir hoy que agentes estadunidenses utilizaron en 2003 el controvertido waterboarding (simulación de ahogamiento) con tres terroristas.
Cheney consideró que esto tuvo sentido porque las fuerzas de seguridad estadunidenses obtuvieron así valiosas informaciones de conocidos terroristas como Jalid Sheij Mohammed que fueron de gran importancia para la protección del país. De todas maneras, el vicepresidente manifestó que no cree que estos duros métodos de interrogatorio puedan considerarse tortura.
También Bush defendió los duros métodos empleados en la lucha contra el terrorismo. El nuevo gobierno "debe tener una mirada implacable sobre las realidades del mundo y aportar los instrumentos que se emplean actualmente para proteger a Estados Unidos de los ataques", dijo Bush en una entrevista con el canal Fox News.
Obama criticó a Cheney en su entrevista y dijo: "Desde mi perspectiva el waterboarding es tortura". "En mi gobierno no habrá torturas", añadió.
El presidente electo confirmó su decisión de cerrar el controvertido centro de detención estadunidense en Guantánamo, pero señaló que esto es mucho más difícil "de lo que muchos se imaginan".
Obama indicó que por problemas judiciales y temas de seguridad no resueltos no podrá cerrar la base ubicada en Cuba en los primeros 100 días de su mandato, tal como había prometido en su campaña electoral.
Obama asumirá su cargo el 20 de enero.
A su vez, el presidente republicano ha invitado a Obama a que pida al Congreso la concesión de la segunda parte del dinero dedicado al plan de rescate y ha asegurado que "la mejor manera de hacerlo es convencer a suficientes miembros" para que aprueben el desembolso de los 350.000 millones de dólares restantes.
Y Obama ha contestado afirmativamente a la cuestión y ha pedido a Bush que solicite al Congreso la cantidad de dinero para estimular la economía y los mercados crediticios, tal y como informa el rotativo 'The Wall Street Journal'. Tras esta solicitud formal, el presidente electo tendrá que ir al Congreso "y exponer sus razones" sobre la necesidad de la financiación extraordinaria.
Decepción de Obama con la transparencia en el plan
El propio Omaba se ha mostrado "decepcionado" por la falta de transparencia en la gestión de las ayudas concedidas por el Capitolio. Después de una reunión con el presidente mexicano Felipe Calderón, el próximo presidente ha anunciado que cambiará alguna de las prioridades a las que se va a destinar ese dinero, y dijo que se centrará en la inversión en la vivienda y en la pequeña empresa. El demócrata ha manifestado su "decepción por la falta de transparencia y el fracaso en tomar medidas valientes" a la hora de desembolsar los fondos del plan.
Por su parte, el actual jefe de estado ha vuelto a hacer hincapié en la necesidad de ofrecer la ayuda para ayudar a descongelar el mercado de crédito", aunque ha confesado que no se encuentra “cómodo” con esta política.
La primera parte de los fondos destinados en el plan de rescate (TARP, por sus siglas en inglés) estuvieron dirigidos a la compra de acciones de los bancos y a macro inyecciones de liquidez en las principales entidades financieras del país. Para Bush estas medidas marcan “el primer paso a la recuperación”.
No obstante, debido a la gran magnitud de la crisis económica que agobia a los estadounidenses, el Congreso accedió a destinar parte de ese dinero a conceder créditos a la industria del motor. En diciembre, General Motors y Chrysler recibieron inyección estatal para evitar la quiebra y mantener operativa su actividad, que estaba en peligro de quedar paralizada.
Empleo
Bush, que cederá su cargo a Obama el próximo 20 de enero, ha aprovechado su comparecencia para intentar limpiar la imagen de su gobierno en cuanto a creación de empleo, tras dispararse la tasa de paro en el mes de diciembre hasta el 7,2%, tras una destrucción de más de medio millón de trabajos. El tejano ha destacado que durante su mandato hubo 52 meses de creación de empleo interrumpida.
El presidente estadounidense también dijo que está "defraudado" por no haber podido convencer al Congreso para que aprobara los acuerdos de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
Para finalizar, Bush ha mostrado su preocupación por el proteccionismo y ha afirmado que en tiempos de crisis existe la tentación de elevar las barreras arancelarias. No obstante, ha resaltado que "sería un error gigante convertirnos en un país proteccionista".
Una vez hecha la petición formal, si finalmente los autoriza el Congreso los otros 350.000 millones de dólares podrían estar listos en unas dos semanas, por lo que el nuevo presidente podría disponer de ellos nada más empezar su mandato.
Obama criticó este fin de semana a la Administración Bush por no controlar con más rigor en qué se han gastado los bancos los primeros 350.000 millones de dólares del plan para salvar a Wall Street, por lo que garantizó que en su mandato se emplearán los recursos públicos con "responsabilidad y franqueza".
El presidente electo necesita la segunda parte del paquete para intentar enviar un mensaje de tranquilidad a los mercados financieros, y además en estos momentos está negociando con los líderes del Congreso otro plan de estímulo de la economía que podría alcanzar los 800.000 millones.
Desde que ganó las elecciones Obama ha mantenido un perfil bajo sobre la actualidad internacional, como la ola de violencia en Oriente Próximo, alegando el principio de "un solo presidente a la vez", pero no ha tenido reparos en involucrarse de lleno cuando se ha tratado de cuestiones económicas.
"¿Recordáis cómo estaban las cosas después del 11 de septiembre?. La gente se preguntaba, '¿cómo no lo vieron venir?, ¿cómo no ataron bien los cabos?'. Entonces, empezamos a adoptar algunas medidas para atar bien los cabos, y después la gente empezó a preguntarse, '¿cómo están atando los cabos?'", añadió Bush, en un tono muy distendido. Respecto a Irak, lamentó una vez más haber dicho cosas "que no debería haber dicho" y reconoció que fue un error proclamar la victoria tan solo un mes después de la invasión. "Había una pancarta con la frase 'misión cumplida' que iba dirigida a los marineros del barco, pero transmitió un mensaje erróneo. Yo no creía que la guerra se había terminado", indicó.
Bush destacó también que Irak ya no pertenece al eje del mal, término con el que bautizó en 2002 a Irak, Irán y Corea del Norte, e insistió en que Teherán y Pyongyang siguen representando un peligro, y particularmente lamentó que la comunidad internacional continúe debatiendo sobre el programa nuclear norcoreano. "Corea debe cumplir sus compromisos y permitir un proceso de verificación serio", indicó.
"Para avanzar nuestras relaciones, el gobierno norcoreano debe honrar los compromisos que ha hecho para permitir las medidas de verificación y así asegurar que no desarrollan un programa de enriquecimiento de uranio".
ISRAEL TIENE DERECHO A DEFENDERSE
El presidente saliente tuvo palabras también para el conflicto armado existente en Oriente Próximo, reiterando el derecho de Israel a defenderse de los ataques contra su territorio, y que Hamas debe cesar en el lanzamiento de cohetes. "Estados Unidos quiere una paz sostenible, y para ello Hamas debe dejar de disparar cohetes hacia Israel". Además, agregó que Hamas es el responsable de lo que está sucediendo y la mejor forma es trabajar con Egipto para poner coto al contrabando de armas hacia Gaza". "La situación se complica porque la gente está dispuesta a asesinar para detener la libertad. Hamas, Al Qaeda y otros grupos terroristas están dispuestos a usar la violencia para evitar que hayan dos Estados, dos democracias, una al lado de la otra".
En cuanto a la economía, Bush aseguró en un principio que no solicitaría al Congreso los 261.000 millones de euros que restan del plan de rescate económico aprobado en octubre, salvo que se lo pidiese específicamente Barack Obama, después de que durante el fin de semana este criticase a la Administración Bush por no controlar con más rigor en qué se han gastado los bancos los primeros 350.000 millones de dólares del plan para salvar a Wall Street. Y finalmente, Bush solicitó la aprobación de la segunda parte del plan de rescate, después de que la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, confirmase que Obama se lo había solicitado. "Esta mañana, el presidente electo pidió al presidente Bush que notificara formalmente al Congreso su intención de acceder a los 350.000 millones y el presidente Bush aceptó su petición".
Por último, Bush aseguró que no está "cómodo" con la decisión de ofrecer ayuda a los bancos, pero dijo que era necesario. Así, alertaba a Obama sobre que tendrá que tomar decisiones "con las que no se sentirá cómodo". "Wall Street se emborrachó y nosotros sufrimos la resaca", afirmó el presidente saliente, que añadió que las medidas que ha tomado su Gobierno ayudaron "a descongelar el mercado de crédito", que es el primer paso hacia la recuperación.
La ofensiva que lanzó fue tan lejos que hasta incluyó una justificación de los métodos de interrogación que la CIA practicó para obtener información de líderes de la vidriosa red Al Qaeda. Justamente los métodos que las organizaciones de derechos humanos y el propio Obama han calificado de "torturas".
Durante la entrevista que le otorgó a Britt Hume de Fox News, uno de los órganos del conservadurismo en EE.UU., Bush citó como ejemplo el caso del estratega de Al Qaeda, Khalid Sheikh Mohammed, que, detenido en Pakistán, fue trasladado a una cárcel clandestina en Polonia donde fue sometido a la asfixia simulada conocida popularmente como el "submarino seco".
Bush explicó que Mohammed "fue el cerebro de los atentados del 11 de setiembre del 2001, que mataron a casi 3.000 personas, en nuestro suelo" y que las técnicas utilizadas para interrogarlo "eran y son necesarias en inusitadas ocasiones para obtener información para proteger al pueblo estadounidense". "La asfixia inducida salva vidas", sostuvo.
"Creo que cuando la gente estudie la historia de este episodio en particular, verán que obtuvimos buena información de Khalid Sheikh Mohammed para proteger a nuestro país. Creemos que la información que obtuvimos ayudó a salvar vidas en suelo estadounidense", argumentó Bush, rechazando categóricamente la palabra "tortura" ya que según dijo, "todo lo que esta Administración hizo tuvo una base legal para hacerlo, de lo contrario no lo hubiéramos hecho".
Bush explicó que él, en persona, fue quien dio la autorización "tras realizar consultas con los profesionales en nuestro Gobierno, que entienden cómo usar estas técnicas de forma que se consiga información en el marco de la ley".
Durante su campaña electoral, Obama criticó duramente estas prácticas, pero ahora se muestra muy ambivalente sobre qué hacer con ellas.
Durante la entrevista que otorgó a la cadena de tv ABC, Obama dijo que era muy poco probable que autorice una amplia investigación judicial para determinar si fueron ilegales, aunque no descartó que el Ministerio de Justicia inicie una si llegaba a establecer que la ley había sido transgredida.
Obama agregó que creía, sin embargo, "que había que mirar hacia adelante y no hacia atrás".
En ese sentido explicó que "parte de nuestro trabajo es asegurar, por ejemplo, la CIA, donde hay gente extraordinariamente talentosa que está trabajando para mantener a los estadounidenses a salvo. No quiero que ellos sientan de repente que tienen que estar mirando todo el tiempo lo que está pasando a sus espaldas".
De hecho, Obama está caminando sobre una cuerda floja. Si no hace nada con respecto a las "torturas" será criticado duramente en el Congreso por los legisladores más progresistas que esperan cambios importantes a este nivel.
Por el contrario, si le da luz verde a las investigaciones judiciales y procede a prohibir ese tipo de programas, tendrá una verdadera revolución en el seno de la comunidad de inteligencia cuya cooperación tanto necesita para seguir adelante con la lucha antiterrorista.
Ese dilema será para Obama un verdadero test. ¿Cuán dispuesto está el nuevo presidente a producir verdaderos cambios?
Mark Lowenthal, un ex agente de la CIA que ahora dirige la Academia de Seguridad e Inteligencia, advirtió que si los agentes de inteligencia son investigados por hacer algo que el Gobierno de Bush les pidió que hicieran diciéndoles que era legal, en el futuro tomaran menos riesgos para proteger al país.
"El costo para las operaciones de inteligencia será enorme", dijo, y agregó: "No veo el beneficio de ese tipo de investigaciones teniendo en cuenta que los estadounidenses no las están pidiendo".
Ana Baron
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