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La última utopía neoliberal |
Cuando dos elefantes pelean sufre el césped, cuando hacen el amor, sufre más, reza un proverbio africano que bien puede aplicarse a esta crisis financiera internacional que todos sabemos cómo ha comenzado, pero nadie cómo acabará.
Este lunes 29 de septiembre, mientras se desplomaban las bolsas y la preocupación o el pánico por la situación económica en Estados Unidos salía de sus fronteras, el cineasta norteamericano Michael Moore subió a su página una carta abierta, en la que afirma que lo más grave en torno a la crisis financiera es que nadie sabe realmente de qué se trata ni cuán profunda es: "Si hasta el secretario de Tesoro Paulson admitió que no sabe cuánta plata se necesita (¡se le cruzó por la cabeza la cifra de US$ 700 mil millones!)"
La denominada Ley de recuperación de emergencia y estabilización, (más conocida por Plan Rescate) presentado por Bush constituye un verdadero "golpe" para saquear el Tesoro norteamericano. "Nada en el Plan de Rescate hará que baje el precio del combustible que le tienes que poner a tu auto. Nada te va a proteger de perder tu casa. Ni te dará seguro de salud".
En inglés, rescate también significa intervención directa del gobierno en la economía y las finanzas. Obama y McCain acabaron secundando al Presidente porque están convencidos de que el sistema está en juego. Pero la votación en el Congreso fue en contra de la Ley, 228 a 205 votos.
PLAN RESCATE, LA TABLA DE SALVACIÓN DELPRESIDENTE
La sorprendente votación del lunes en el Congreso en rechazo de la ley está siendo presentada como la renuncia a la salvación.
El Bush decepcionado del lunes pasado volvió a la carga este martes 30 de septiembre con un breve discurso a la nación donde enfatiza que es una situación grave, que empeora cada día. Lo mismo ruega, que azuza el miedo o trata de tranquilizar. Algo anda muy mal.
Señaló que Estados Unidos sufrirá perjuicios económicos "dolorosos y duraderos" si el Congreso no aprueba el plan de rescate de 700.000 dólares. Bush insistió que el "Congreso debe actuar" y la economía aguarda "medidas decisivas de parte de nuestro gobierno".
Bush solicitó a los representantes republicanos y demócratas que aprueben el rescate, cuando el próximo jueves vuelvan a discutir el proyecto en la cámara baja del Capitolio.
El presidente mencionó la espectacular caída bursátil del lunes como indicio de lo que podría ocurrir si no es aprobado el plan de rescate. Llamó a la calma pero utilizó el pánico que se ha empezado a generalizar. "Encaramos -dijo- la alternativa de hacer algo y la perspectiva de penurias económicas para millones de estadounidenses".
Para los republicanos la culpa de la no aprobación recae sobre el discurso pronunciado por Nancy Pelosi, dirigente de la Cámara, quien dijo: "Esta es una crisis que nunca tendría que haber ocurrido. El pueblo norteamericano no fue el que decidió debilitar peligrosamente nuestras políticas regulatorias y de supervisión de los mercados financieros…Ellos no pusieron en peligro la seguridad económica del país y no deben pagar los costos de esta ley de recuperación de emergencia y estabilización", añadió.
Según AFP, algunos republicanos y demócratas se unieron para expresar su oposición al plan del secretario del Tesoro. "Es una ampliación sin precedentes del poder federal, inaceptable, que no nos podemos permitir, que nuestros hijos no pueden permitirse, y que jamás hemos visto en la historia de nuestro país", dijo el republicano John Culberson, de Texas.
La votación de la Cámara se produjo luego de que uno de los principales bancos del país, Wachovia, desapareciera tras una intervención de la administración Bush, que organizó su venta a su competidor Citigroup. Wachovia fue la quinta institución financiera estadounidense obligada a quebrar o ser vendida en las últimas dos semanas, después de Lehman Brothers, Merrill Lynch, AIG y Washington Mutual.
Tras anunciarse el rechazo en la Cámara de Representantes, la Bolsa de Nueva York registró una caída histórica: el Dow Jones perdió 6,98% (una pérdida jamás registrada de cerca de 800 puntos) y el Nasdaq 9,14%.
LA CRISIS BURSATIL Y EFECTO DOMINÓ
En América Latina, el derrumbe de las bolsas también fue histórico. La bolsa de Sao Paulo, el mayor mercado bursátil de América Latina, paró automáticamente sus operaciones por media hora después que su principal indicador, el Ibovespa, perdiera más de 10%, al cierre con una caída de 9,36%, mientras que el Merval de Buenos Aires perdió 8,68%.También cayeron las plazas de México (-6,4%) y Santiago de Chile (-5,49%).
La crisis golpeó por completo a Europa y llevó a la Comisión Europea a instar el martes a Estados Unidos a "asumir sus responsabilidades" ante la crisis financiera mundial.
"Descontamos que la decisión (sobre la adopción del plan) pueda ser tomada muy pronto. Estados Unidos debe asumir sus responsabilidades en esta situación", indicó el portavoz de la Comisión, Johannes Laitenberger.
De ese plan dependen no solo la suerte de las empresas norteamericanas sino "la suerte de todo el mundo", agregó.
Según la agencia Reuters, el fracaso en la aprobación del plan luego de una semana de negociaciones reavivó preocupaciones acerca de que la economía estadounidense pueda caer en una dolorosa recesión que arrastre al resto del mundo. "No descartamos una larga y profunda recesión de Estados Unidos, con un severo impacto global", dijo Gerard Lyons, economista de Standard Chartered en Londres.
Los que están viendo la panacea en el salvamento que presenta Bush olvidan que toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero ha colapsado, como ha señalado el intelectual español, Ignacio Ramonet.
La intervención del Estado ha sido el clavo caliente de que se están agarrando para salvar el sistema, pero no hay que olvidar que el mismo privilegia a unos pocos, salva a los más acaudalados. La misma diferencia entre pobres y ricos de un país se da a escala planetaria, gracias a la globalización neoliberal.
Se habla del efecto dominó y otros. No nos podría extrañar, lo que sí está claro es que ha tocado salvar al capitalismo al individuo menos preparado.
El peor presidente que haya tenido Estados Unidos desde el punto de vista de su suficiencia intelectual como ética NI siquiera ha tenido el coraje de hacerse responsable de sus errores y mentiras, que han sumido a su país y al mundo en más guerras y gastos, corrupción y descontrol del Estado, por el que clama ahora a favor de los más ricos, en el mundo interdependiente de hoy.
La nueva utopía es que alguien quedará a salvo con la globalización neoliberal. Y, ahí está la trampa de todo y por donde fallará el rescate. Un rescate sin salvavidas. Es cuestión de tiempo.
Norelys Morales Aguilera

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, monopolios, multitud, politica.
Antes de la reunión, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha avanzado que propondrá la creación de un fondo de 12.000 millones de libras (15.400 millones de euros) para ayudar a pequeñas empresas a afrontar la situación.
Por su parte, Finlandia ha sido el primer país de la Unión Europea no convocado a la reunión que ha criticado el encuentro. Su ministro de Finanzas, Jyrki Katainen, ha dclarado que considera "una mala idea" que sólo los países más poderosos negocien la forma de resolver la crisis.
300.000 millones de euros
La cita, en París, ha estado marcada por la discrepancia entre los partipantes sobre la idea de un fondo europeo de salvamento del sector bancario de unos 300.000 millones de euros, que fue rápidamente deshechado ante la opisición sobre todo de Alemania. Reino Unido, por su parte, expresó el riesgo que supondría la transferencia masiva de fondos desde sus entidades financieras a causa del fondo.
"El plan urgente europeo, tal y como está planteado por los bancos, es una distracción en relación a las medidas que se deben llevar a cabo", ha declarado el ministro alemán de Economía, Michael Glos, mostrándose así contrario al fondo de salvamento.
El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Joyet, indicó que el objetivo general es que la reunión dé un mensaje de que "no dejaremos en Europa quiebras bancarias que pongan en peligro el sistema", y un reparto de funciones entre los Estados de la UE y el BCE.
La salida a la crisis es "colectiva"
Nicolas Sarcozy recordará que no hay más salida a esta crisis que la colectiva, propondrá a Europa tranquilizar sus sistema bancario, descongelar el crédito y coordinar su estrategia económica y monetaria", explicó Fillon, el primer ministro galo, que justificó también la iniciativa del presidente galo de convocar antes de finales de año una cumbre con los principales países industrializados.
"¿Quién puede dudar de que esta reunión no sea necesaria cuando el mundo está al borde del precipicio por culpa de un sistema irresponsable?", enfatizó Fillon, partidario de que en este debate "vital", Europa "juegue todo su papel".
Sobre la cita de hoy, el gobernador del Banco Central Europeo, Jean-claude Trichet, señaló que será una ocasión para comparar "los análisis y el diagnóstico" y ver cuáles son "las grandes orientaciones comunes". "Estamos en un periodo lo suficientemente excepcional como para que podamos estar tan unidos como sea posible", argumentó.
Trichet no descartó, por otro lado, cierto riesgo de que, ante la crisis, los Estados miembros se replieguen sobre sí mismos adoptando medidas nacionales. "Es una posibilidad real. Estamos bajo una tensión excepcional, pero Europa es una fraternidad de 27 países y debemos hacer todo lo posible para preservar la unidad de los europeos en circunstancias difíciles", alertó.
Está previsto que la reunión plenaria concluya con una cena de trabajo y una rueda de prensa posterior en la que los participantes en el encuentro darán cuenta del resultado de la cita.
El primero en llegar al palacio presidencial, poco después de las 16.00 horas fue el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, seguido de Juncker, Barroso, la canciller alemana y Gordon Brown. El último en llegar fue el presidente italiano, Silvio Berlusconi.
Por su parte, el anfitrión del encuentro, Nicolas Sarkozy, salió a recibirles y posó ante las numerosas cámaras apostadas en el patio del Elíseo con todos y cada uno de ellos por separado. Una vez en el interior del palacio los siete volvieron a dejarse fotografiar juntos.
La llegada más esperada fue la de la canciller alemana, Angela Merkel, a quien se vio departir brevemente con Sarkozy y hacer gestos sobre la oportunidad de dirigir unas palabras a la prensa. A pesar de que habían entrado ya en en interior del palacio, los dos volvieron a salir para lanzar un mensaje de tranquilidad.
TRANQUILIZAR A TODO EL MUNDO
Merkel fue la primera en tomar la palabra y a continuación Sarkozy señaló que se tradujeran sus declaraciones al francés y que eso era "exactamente" lo que él pensaba. "Ante un problema mundial, hace falta una respuesta mundial", lanzó el presidente francés, que apostilló que "en el mundo de hoy, Europa debe mostrar la voluntad de presentar una solución. Eso tranquilizará a todo el mundo", dijo.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, espera que de la reunión salga el mensaje de que ningún país permitirá que quiebre un banco por falta de liquidez.
"El mensaje que quiero que salga de esta reunión es que no se debe dejar que ningún banco sólido y solvente quiebre por falta de liquidez", dijo Brown a la prensa a la entrada de la reunión, acompañado por el primer ministro francés Nicolas Sarkozy, que asintió a sus palabras.
Horas antes de iniciarse la 'minicumbre', el mandatario galo recibió al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien también abogó por una "respuesta coordinada" de la UE a la crisis financiera.
A su llegada al Elíseo, Merkel declaró en alemán a los periodistas: 'Estoy muy contenta de que nos reunamos para preparar las actividades del G8 y hablar también de la situación en nuestros diferentes países'.
'Nuestra opinión es que en este periodo difícil, los Estados europeos deben asumir sus responsabilidades, pero también los que han provocado el daño deben asumirlo', añadió Merkel, quien indicó su interés en tratar en esta reunión sobre 'mecanismos de prevención'.
'Entre nosotros hay un alto nivel de acuerdo y de comprensión para evitar que no se reproduzca más' esta crisis, dijo la canciller.
Por su parte, Sarkozy manifestó: 'tomen nota de lo que ha dicho Angela Merkel, lo traducen al francés y es exactamente lo que yo pienso'.
Para Sarkozy, quien ocupa la presidencia de turno de la UE, ante 'un problema mundial hace falta una respuesta mundial y en el mundo de hoy, Europa debe mostrar su voluntad de presentar una solución'.
Gordon Brown también hizo declaraciones a su llegada al Elíseo y subrayó que el mensaje que debe salir de esta mini-cumbre es que ningún banco solvente y sólido 'debe quebrar por falta de liquidez'.
En la reunión también participan los presidentes de la Comisión Europea, José Durao Barroso, del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, y del Eurogrupo Jean Claude Juncker.
El primero en llegar a la cita fue Trichet, seguido de Juncker y Durao Barroso. A continuación llegaron por este orden: Merkel -a quien Sarkozy recibió con un abrazo-, Brown y Berlusconi.
Antes de comenzar las discusiones, los cuatro jefes de Estado además de Durao Barroso, Juncker y Trichet posaron para una foto de familia en el Elíseo.
Sarkozy, quien vestía un traje oscuro con corbata negra, recibió uno por uno en el patio del Elíseo a sus homólogos y a los presidentes de las mencionadas instituciones europeas.
Está previsto que la reunión concluya con una cena de los participantes en la misma.
Pocas horas antes del comienzo de la mini-cumbre, Sarkozy se reunió también en el Elíseo con el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien declaró a su salida de la entrevista que frente a la crisis financiera mundial 'hay que actuar rápido y de forma concertada'.
'Europa debe asumir sus responsabilidades, como Estados Unidos lo ha hecho, aunque tal vez un poco tarde', manifestó Strauss-Kahn en declaraciones a la prensa, en las que reiteró: 'hay que actuar rápido y de forma concertada'.
Asimismo, los "cuatro" pidieron a la Comisión Europea "flexibilidad" sobre las ayudas estatales a las empresas. "La aplicación del pacto de estabilidad y de crecimiento deberá reflejar las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos", señaló también Sarkozy.
Un quinto punto es llevar a cabo, con una futura propuesta de la Comisión, una reforma de las reglas contables de las entidades financieras.
En la reunión también participaron los presidentes de la Comisión Europea, José Durao Barroso, del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, y del Eurogrupo Jean Claude Juncker, que estuvieron presentes en la rueda de prensa final.
Sarkozy, quien preside este semestre la UE, declaró que ha hablado y conversará con otros líderes europeos, y concretamente dijo que almorzará con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para tratar sobre estos puntos, aunque no especificó la fecha.
"Queremos sentar las bases de un capitalismo empresarial y no especulador", declaró el presidente francés al subrayar que la reunión de hoy es una prueba de que "Europa existe y da una respuesta" a esta crisis financiera. Berlusconi, por su parte, destacó la necesidad de "preservar la confianza en nuestro sistema bancario" y explicó que el documento aprobado hoy constituye una propuesta "a nuestros socios" de la UE.
Esta reunión es "un primer paso" y seguirá el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE del lunes y el Consejo Europeo del 15 y 16 de octubre para seguir tratando la respuesta europea a la crisis, dijo el primer ministro italiano.
El Banco Central Europeo y las instituciones competentes trabajaran para diseñar nuevas reglas que aseguren la "transparencia" y el "control", añadió Berlusconi.
Merkel destacó que el consenso alcanzado hoy "es una contribución a la confianza en el sistema financiero". Brown abundo también en que con lo acordado en esta reunión "se asegura la liquidez para preservar la confianza y estabilidad" del sistema financiero.
Trichet subrayó que esta es "la crisis más grave después de la Segunda Guerra Mundial" e igualmente abogó por "restablecer la confianza" en el sistema financiero.
Al encuentro asistieron también el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y los presidentes del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
El gobernante francés, como anfitrión, fue el encargado de explicar los acuerdos alcanzados en la 'minicumbre', entre ellos apoyar a las entidades bancarias y financieras —"cada Gobierno con sus propios medios, pero de manera coordinada"— y, si se procede a una intervención pública, sancionar a los directivos responsables de las empresas en quiebra.
Además, la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que obliga a mantener el déficit público por debajo del 3%, "se aplicará teniendo en cuenta las circunstancias excepcionales en las que nos encontramos", explicó Sarkozy.
Los mandatarios respaldaron la convocatoria "lo antes posible" de una cumbre internacional para la "refundación del sistema bancario internacional". En ella, según los líderes europeos, deberá acordarse regular y supervisar a todos los actores del mercado, no sólo a los bancos comerciales sino también a las agencias de calificación de riesgos, los 'hedge funds' y los bancos de inversión.
Coordinación contra individualismo
También acudió a la capital francesa el director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, quien se reunió con Sarkozy. El ex ministro francés advirtió de que "hay que actuar rápido y de forma concertada" ante la "muy preocupante" situación de los mercados.
Strauss-Kahn animó a los líderes europeos a unirse para hacer frente a la peor crisis financiera desde 1930. "Lo que cuenta es la coordinación y no la actuación individual de cada uno", añadió. Dada la actual situación, Kahn anunció que el FMI va a publicar previsiones "muy sensiblemente a la baja" con respecto a lo que había anunciado, y que además en el sector financiero "las pérdidas se revelan más importantes" de lo anticipado en abril.
La 'minicumbre' parisina ha sido criticada por Finlandia, cuyo ministro de Finanzas, Jyrki Katainen, considera "una mala idea" que sólo los países más poderosos negocien la forma de resolver la crisis.
Los cuatro socios europeos del G-8 han decidido continuar como hasta ahora, apoyo a las entidades bancarias y financieras en dificultad, sólo que ahora los lideres europeos añaden que pedirán responsabilidades a los directivos que hayan podido cometer negligencias.
Además el 'G-4' han pedido a la Comisión Europea que aplique con una cierta flexibilidad los criterios sobre ayudas de Estado, así como a las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
La mini-cumbre de los cuatro países europeos en el G-8, ha reunido en el Palacio del Eliseo a la canciller alemana, Angela Merkel, al presidente del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, al primer ministro británico, Gordon Brown.
Participaban también en la reunión, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El plan de medidas aprobado, para ayudar a los bancos en dificultad, no difiere esencialmente de lo que se ha venido haciendo hasta ahora. Los Estados se comprometen a ayudarles, sólo que ahora se añade que “los accionista deberán soportar el peso de la intervención”, y se reitera la necesidad de hacerlo de manera coordinada con el resto de socios europeos.
Esto es lo que ha pasado en el caso de Fortis y Dexia, bancos belgas pero con ramificaciones en Holanda y Luxemburgo en el primer caso y con Francia en el segundo, lo que ha llevado a planes de salvamento concertados entre todos los Estados implicados.
Los líderes europeos hacen un llamamiento a la CE, su presidente estaba presente, para que esta aplique las reglas sobre la competencia en lo que se refiere a las ayudas de Estado de manera flexible, y con rapidez, algo que ya estaba en sus planes. Finalmente también piden que se aplique con flexibilidad el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a los Estados miembros a no tener déficit públicos y cuando llegaba e esa situación a ni superar el 3% del PIB.
De cara a una solución internacional los 'cuatro' hacen un llamamiento a sus socios internacionales para que se modifiquen las reglas contables sobre la clasificación de los activos en el balance bancario, “para tener en cuenta la duración de la detención de estos activos por parte de los bancos”.
Los 'cuatro' piden también a sus socios del G-8 para que se convoque cuanto antes una cumbre internacional, con los socios del G-8 y algunos otros grandes Estados, se habla de China, India, y algunos otro mas, para iniciar una modificación en el sistema bancario internacional.
Se trata de establecer nuevas reglas de regulación y supervisión de los mercados financieros internacionales, así como a las agencias de calificación de riesgos y otros mecanismos de nueva creación en los mercados financieros. Entre los cambios a introducir se tratar de establecer nuevas reglas sobre la remuneración de los directivos bancarios, para evitar que puedan jugar a corto plazo en busque de beneficios extra, comprometiendo a graves riesgos su institución financiera.
También se acordó actuar de forma coordinada, pese a que las fisuras son patentes en casos como la nacionalización de Fortis por Holanda o la decisión unilateral de Irlanda y Grecia de elevar las garantías sobre los depósitos bancarios.
No habrá un gran plan de rescate del sistema bancario europeo, al estilo del plan Paulson norteamericano, pero Francia, Alemania, el Reino Unido e Italia se comprometen a "garantizar la solidez y la estabilidad" de los sistemas bancarios y financieros y "tomar todas las medidas necesarias para conseguir este objetivo".
"No faltará dinero en los mercados". Cada Gobierno, sin embargo, lo hará "a su manera, pero de forma coordinada". Los responsables del sector bancario que están en el origen de la crisis "serán sancionados", y los accionistas "pagarán".
La reunión, que se prometía larga, duró poco más de tres horas. En la conferencia de prensa que cerraba la cumbre, Sarkozy acabó diciendo triunfante: "Europa existe".
A su lado, Merkel arremetió contra "los responsables" de la crisis y pidió que lo sucedido sirva para sacar una lección sobre la responsabilidad del sistema, abogando por la creación de reglas de control más efectivas. "Europa sola no puede hacerlo", dijo.
Berlusconi insistió en que se garantizará "el ahorro de los ciudadanos". El mandatario italiano hizo una encendida defensa de la economía productiva frente a los "especuladores" y señaló con énfasis que lo que hay que imponer en el sistema financiero es "ética".
Varios diarios europeos se preguntaban el domingo si Europa sería capaz de responder a la crisis, algunos insistiendo sobre el peligro de desunión, otros afirmando su fe en la solidez de Europa.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que "cada país debe asumir responsabilidades a escala nacional".
"En caso de apoyo público a un banco en dificultades, cada Estado miembro presente en esta reunión se compromete a que los dirigentes que fracasaron sean sancionados y que los accionistas compartan el peso de la intervención", declaró Sarkozy al término de la minicumbre.
Sarkozy consiguió que sus invitados se mostraran de acuerdo en la necesidad imperiosa de reforzar los sistemas de control del sistema financiero, reescribir las reglas bancarias y estigmatizar el "capitalismo especulativo", frente al "capitalismo productivo", que debe recuperar su lugar central.
Pero el presidente francés no pudo avanzar en la idea de una gobernabilidad política común de la economía. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, propuso crear un fondo común europeo de garantía bancaria de 300.000 millones de euros, que luego fue desmentido.
"A pesar de la movilización de Europa y la aprobación del plan de rescate estadounidense, el camino sigue desesperadamente incierto. Fondos de urgencia pueden ayudar a apagar el fuego en los mercados financieros pero sobre lo que debemos construir sobre las cenizas, la discusión a penas se inicia", escribió el diario británico The Observer.
España, que no fue invitada a la minicumbre, consideró el domingo que la solución de los problemas que atraviesan los bancos de la región debe ser "europea" y "no nacional".
"Se que hay instituciones que lo están pasando peor que otras, y sectores que lo están pasando peor que otros por falta de financiación, pero no veo una solución nacional. Tiene que ser del ámbito europeo", afirmó el ministro español de Economía, Pedro Solbes.
Aunque los cuatro dirigentes intentaron tranquilizar a la opinión pública, el director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Dominique Strauss-Khan, que se reunió con Sarkozy el sábado, advirtió que la solidez de la zona euro será puesta a prueba y tanto.
"Todavía no habíamos sufrido en la zona euro la prueba de fuego. Ha llegado la prueba de fuego. Europa, y en particular la zona euro, puede mostrar que es capaz de responder a situaciones de crisis", sostuvo Strauss-Khan.
Hasta ahora, el FMI apostaba por un crecimiento mundial en 2008 del 3,9% y del 3,7% en 2009, que en la zona euro era de 1,4% para 2008 y 0,9% para 2009.
En este contexto de desaceleración económica, algunos Estados miembros deberán movilizar importantes recursos para salvar sus bancos.
El viernes, tras la aprobación del Plan Paulson, Wall Street cerró en rojo y las bolsas europeas cerraron con ganancias.
El domingo, las únicas bolsas abiertas del mundo, las de las monarquías petroleras del Golfo y la de Tel Aviv, cerraron en fuerte baja en medio de la incertidumbre sobre la forma de salir de la crisis financiera.
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