«« | »» |
Europa y EEUU ya puntean la recesión |
Fue como bailar un rato en la cubierta del Titanic: Las casi tres semanas de bonanza especulativa en los mercados del dinero, con un retroceso en las marcas del crudo y de las materias primas, con ganancias "cortoplacistas" y "volatilidad" de las variables financieras, y cuando los analistas del sistema ya comenzaban a soñar con la "recuperación", la realidad, los números en rojo de la economía estructural, principalmente de EEUU, Europa y China, las primeras tres potencias económicas del capitalísmo planetario, mostraron que todo fue un espejismo.
Los números, los fríos números, muestran aquello que analistas y especuladores interesados de Wall Street intentan ocultar para prolongar la fiesta "cortoplacista" de las acciones financieras: La economía ya está ingresando a la recesión global de la mano de las dos primeras potencias: EEUU y Europa.
En las últimas horas, tanto la Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo admitieron que las economías de Europa y de Estados Unidos pararon de crecer, y la desaceleración se acentúa de la mano de la baja del consumo y la suba de los alimentos y la energía.
Además, de EEUU, Francia a Alemania, pasado por Italia o España, los últimos datos macroeconómicos (inflación, crecimiento económico, productividad) son contundentes: La eurozona ya traspuso la línea y se encuentra en los límites de la recesión que alcanzaría plenamente con otros dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo como pronostica el BCE.
Según The Wall Street Journal, la economía global, que hasta hace poco "seguía creciendo pese al debilitamiento de Estados Unidos, acaba de exhibir los más recientes signos de enfriamiento y recesión en puerta".
La oficina de estadísticas de la Unión Europea confirmó los negativos pronósticos del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet: los 15 países de la zona euro decrecieron un 0,2% respecto a los tres primeros meses del año.
El jueves, la Unión Europea informó que el Producto Interno Bruto de la zona euro en el segundo trimestre se contrajo 0,2% respecto al primero. Se trata de la primera caída en los 15 países que usan el euro desde inicios de los años 90.
Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea en Luxemburgo, comunicó además que los elevados precios de los combustibles, el fuel y los alimentos mantuvieron la tasa de inflación anualizada en la zona euro en el nivel récord de un cuatro por ciento en julio.
Por su parte, varios expertos citados en el informe del BCE proyectan una inflación mayor este año, así como un menor crecimiento económico de toda la eurozona para 2009.
De esta manera, y según reflejan los índices macroeconómicos, cuatro de las cinco mayores economías del mundo, incluyendo EEUU, la zona euro, el Reino Unido y Japón, están por entrar en recesión.
The Wall Stret Journal señala que algunas de las grandes economías de Europa todavía tienen una base manufacturera importante que se está viendo afectada por los altos precios de las materias primas y la fortaleza del euro.
El descenso del desempleo -añade- en Europa ha revivido el poder sindical, aumentando los sueldos de los trabajadores en respuesta al alza de precios, lo que podría añadir combustible a la inflación.
El Departamento del Trabajo de EEUU, por su parte, acaba de anunciar que la inflación alcanzó su nivel más alto en 17 años, al acumular un alza de 5,6% en los últimos 12 meses.
La inflación en EEUU repuntó en julio un 0,8% respecto al mes anterior, el doble de lo previsto por el mercado, hasta marcar un incremento respecto a julio de 2007 del 5,6%, el nivel más elevado de la inflación en el país desde enero de 1991, según los datos que acaba de publicar el Departamento de Trabajo.
Los precios de la energía registraron un aumento mensual del 4% y ya acumulan un encarecimiento interanual del 29,3%, mientras que los precios de los alimentos subieron nueve décimas en julio y suben un 6% en el último año.
La suba de precios y la desaceleración del consumo que conlleva ya impacta en el empleo: El Departamento de Trabajo informó que las peticiones de subsidio por desempleo se vienen incrementando semana tras semana.
El motor de este proceso que ataca la estabilidad estructural de la economía capitalista a escala global sigue siendo el cóctel petróleo-alimentos-inflación que termina impactando como estanflación (combinación de recesión con inflación) debido a la desaceleración progresiva de los índices macroeconómicos, como está sucediendo en Europa y EEUU, además de China y Japón.
Los precios del crudo (aunque cayeron alrededor de US$ 30 del máximo histórico de US$147,27 en julio) se encuentran un 60% por encima de las cifras de hace un año y han comenzado nuevamente a escalar junto con los valores de las materias primas.
Desde hace tres semanas, materia primas y crudo han descendido por dos razones fundamentales: La baja de la demanda (producto de la desaceleración económica) y de la emigración (temporal) de los capitales especulativos hacia las acciones financieras en búsqueda de ganancias "cortoplacistas".
Recientemente una investigación de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC, por sus siglas en inglés) reveló nuevos datos que demuestran que los capitales especuladores representan la porción más grande del mercado petrolero, y representan la verdadera causa de la escalada de precios.
Los mercados de futuros y opciones de commodities generan anualmente US$4,78 billones (casi una vez y media el presupuesto anual de EEUU), con bancos de inversión, firmas de capital privado y fondos de cobertura que invierten en activos físicos tanto como en activos financieros (la especulación ) así como silos, distribuidoras, oleoductos, plantas eléctricas y petroleras.
Si esa enorme masa financiera se vuelca a la especulación con el crudo y las materias primas, alimentos y petróleo se van por las nubes (como viene sucediendo desde el año pasado). Si opta por los mercados financieros (como viene sucediendo desde hace tres semanas) caen el precio del petróleo y de las materias primas.
Pero aunque caigan (temporalmente) el precio del petróleo y de las materias primas (como de hecho venía sucediendo) eso ya no se verifica como una suba del consumo, dado que las variables de la economía ya están dañadas por el proceso inflacionario estructural de arrastre que impide una reactivación del poder adquisitivo de las mayorías.
Eso explica porqué las "euforias bursátiles", con sus saltos histéricos de ganancias "cortoplacistas" y marcada "volatilidad", no pueden modificar el proceso de crisis acumulativa que se proyecta desde las economías capitalistas centrales a la periferia.
La escalada récord del precios del petróleo y de las materias primas impactó como un shock en la capacidad de consumo de las sociedades de los países más desarrollados y ahora extiende -según coinciden varias proyecciones- sus efectos hacia los países emergentes y subdesarrollados de la periferia.
Además, por el alto grado de interactividad del capital financiero a escala global, la crisis crediticia importada de EEUU, se proyecta al resto de los mercados y economías planetarias cada vez con más fuerza.
Y hay un dato clave: La desaceleración de la economía estadounidense se expande rápidamente a otras economías (desarrolladas o emergentes), en primer lugar porque representa más de una cuarta parte de la actividad económica global, y en segundo lugar porque el dólar continúa predominando como "moneda patrón" de las transacciones comerciales y financieras internacionales.
Y otro dato que explica la transmisión de la crisis a escala global: EEUU y la Unión Europea representan, juntos, más del 60% del PBI mundial y concentran una cifra parecida de la importación y exportación a escala global.
Si agregamos a China (el tercer gigante exportador-importador) y a Japón, con sus economías también comprometidas por la desaceleración y la inflación, se tiene la magnitud de la gravedad de la crisis que se expande como un virus contagioso por todo el sistema capitalista globalizado.
Manuel Freytas

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, monopolios, politica.
Ahora cuatro de las cinco mayores economías del mundo, incluyendo Estados Unidos, la zona euro, el Reino Unido y Japón, están cerca de entrar en recesión. En EE.UU., asimismo, el Departamento del Trabajo anunció que la inflación alcanzó su nivel más alto en 17 años, al acumular un alza de 5,6% en los últimos 12 meses.
El panorama constituye un brusco cambio de tendencia para muchas empresas, economistas e inversionistas quienes a principios de año esperaban que la crisis crediticia e inmobiliaria en EE.UU. no mermara el crecimiento global.
Riesgo para los emergentes
El deterioro de la economía global complica la situación de los mercados emergentes, en un momento en que la mayoría de los bancos centrales están abocados a subir las tasas de interés para combatir las presiones inflacionarias. Los bancos centrales de México, Chile y Colombia, por ejemplo, están en medio de un ajuste monetario a pesar de una desaceleración en la economía. Aunque el alza de las tasas es una poderosa herramienta para reducir la inflación, tiende a frenar el crecimiento en momentos en que las mayores economías del mundo podrían caer en recesión.
"La economía global muestra signos de agotamiento en medio de una creciente desaceleración de Estados Unidos a Europa Occidental y Japón", escribió el economista de J.P. Morgan David Hensley en una nota a sus clientes. El enfriamiento, añadió, "está trasladándose a las economías emergentes".
El jueves, Brasil anunció que las ventas minoristas avanzaron a su menor ritmo en más de un año. La semana pasada, Taiwán reportó cifras de exportaciones para julio que estuvieron por debajo de las expectativas. Asimismo, un estudio mensual realizado entre los gerentes de compras chinos indicó que la actividad fabril disminuyó en julio por primera vez en los tres años que se realiza el informe.
"Todas las regiones del mundo con la excepción de Medio Oriente y el Norte de África — que se benefician de los altos precios del petróleo — experimentarán una desaceleración este año", dijo Global Insight , una firma estadounidense de pronósticos en un informe reciente. La consultora proyecta una caída de la economía mundial desde un nivel de 3,9% en 2007 — cuando contó con el estímulo de una Europa resistente y unos mercados emergentes en auge— a 3,2% en 2008. J.P. Morgan prevé un crecimiento global de 1,8% para 2008, comparado con el 2,2% previsto en abril. El banco estadounidense de inversión anticipa una expansión de 3,9% para este año en América Latina, la que descendería a 3,6% en 2009.
Se nubla el panorama
Varios factores explican el empeoramiento del panorama económico.
El auge de las materias primas ha representando un shock para muchos hogares y negocios en los países desarrollados. Mientras tanto, varios mercados —como España, Irlanda y el Reino Unido— están sufriendo una crisis inmobiliaria al igual que una restricción del crédito importada desde Estados Unidos. El estancamiento estadounidense está afectando otras economías porque la producción estadounidense todavía representa más de una cuarta parte de la actividad global.
El miércoles, Japón anunció que su PIB se contrajo a una tasa anualizada de 2,4% entre abril y junio, el peor desempeño en siete años.
El Reino Unido, por su parte, podría enfrentar su primera recesión en 15 años. Las ventas minoristas declinaron 0,9% en julio respecto al año pasado mientras que la producción fabril cayó 1,3%, frente a julio del año pasado, y los precios de la vivienda bajaron 9% en el mismo lapso. "El próximo año será difícil, con inflación alta y sin grandes cambios en la producción", señaló el miércoles Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra.
Pocos lugares son un ejemplo más claro de la crisis global que Gran Bretaña, que ha sufrido los estragos simultáneos de una crisis inmobiliaria, la contracción del crédito y el alza en los precios de los commodities.
En Inglaterra y Gales, 3.560 compañías cayeron en bancarrota en el segundo trimestre, 15% más que en el mismo período del año pasado, según cifras oficiales.
Cains Beer Co., de Liverpool, ha visto una reducción de ingresos en sus 100 pubs, debido a un menor gasto del consumidor y un incremento en sus costos producto del alza en los precios de las materias primas. La empresa fundada hace 150 años ha debido hacer frente a un aumento del 40% en el costo del aluminio que utiliza para las latas de cerveza en los últimos dos años. El Banco de Escocia, el banco de Cains, informó el 7 de agosto que no va a extender más crédito y Cains se vio obligada a entrar en un proceso de "administración", en el que está obligada a vender activos para pagar a los acreedores.
Los ingleses hasta sueñan con la crisis, según un reporte publicado el martes por la cadena de hoteles baratos Travelodge. Por primera vez en sus tres años de existencia, el sondeo halló que la cuarta pesadilla más frecuente es económica: no tener dinero, estar desempleado o quedarse sin hogar. El primer ministro, Gordon Brown, y su jefe del Tesoro, Alistair Darling, ocupan el tercer y décimo lugar, respectivamente, como los personajes más frecuentes de las pesadillas.
Algunas de las grandes economías de Europa todavía tienen una base manufacturera importante que se está viendo afectada por los altos precios de las materias primas y la fortaleza del euro. El descenso del desempleo en Europa ha revivido el poder sindical, aumentando los sueldos de los trabajadores en respuesta al alza de precios, lo que podría añadir combustible a la inflación.
El Banco Central Europeo está más preocupado por la inflación que la Reserva Federal en EE.UU. y elevó en julio su tasa de referencia en un cuarto de punto porcentual para dejarla en un 4,25%. Durante la crisis crediticia, el BCE no alteró las tasas mientras la Fed las rebajó agresivamente. Esas tasas más altas están también pesando sobre la economía europea.
La velocidad del deterioro en Europa tomó a muchas empresas por sorpresa. Michelin SA, el fabricante francés de neumáticos, reconoció que no pudo recortar su producción a tiempo para "compensar la gran reducción en el mercado, que fue rápida y brusca".
La crisis inmobiliaria es un síntoma de un mal más amplio. El crecimiento de los EE.UU. estaba basado en consumo a crédito. El ahorro de los hogares estadounidenses es cero. Hubo años en que los gastos de consumo superaron los ingresos. Un modelo con estas características no es sostenible a largo plazo. Además, estaba basado en importaciones de mercancías y de capital. En 2006, el déficit de la cuenta corriente llegó al 6,6 por ciento del PBI. Los EE.UU. son el importador más importante de capital en el mundo. En el año 2002, ese país fue responsable del 76% de las importaciones de capital a nivel global.
Los impactos de la crisis financiera
La crisis se expandió por dos canales: el contagio y las exportaciones; no quedó limitada a los créditos inmobiliarios. Los créditos fueron transformados en títulos y vendidos a otros bancos. Los problemas pasaron entonces a muchos otros bancos, especialmente en Europa, donde varios sufrieron pérdidas enormes (por ejemplo, UBS, Deutsche Bank, Saechsische Landesbank-Girozentrale). Por lo tanto, también el mercado inter-bancario se ha visto muy afectado por la crisis.
En algunos países el modelo económico se basaba igualmente en el sector financiero y/o inmobiliario. Por lo tanto, países como Gran Bretaña, España o Irlanda sufren una crisis la cual es más bien estructural que coyuntural.
Un segundo grupo, se ve afectado principalmente por vía de las exportaciones. Por un lado, países como Alemania, Japón y China que se destacan por un fuerte mercantilismo, es decir una política económica que privilegia al superávit de la balanza comercial, pertenecen a este grupo. Por otro lado, exportadores de materias primas como muchos países latinoamericanos también sufren de la desaceleración de consumo en los países del centro a través de una desaceleración de sus exportaciones de materias primas. Para muchas materias primas, el boom de los precios puede fácilmente revelarse como efímero. Pueden considerarse como una excepción parcial el petróleo y el gas, donde se perfila un lento agotamiento al horizonte. Por lo tanto, una tendencia fundamental hacia el alza de los precios energéticos puede estar en marcha, lo cual no excluye que puedan existir altibajos coyunturales.
Existe un tercer grupo todavía más vulnerable. Son países con un crecimiento financiado a crédito externo y con un déficit muy grande en la cuenta corriente. Su fragilidad financiera se agudiza por la desaceleración de las exportaciones. Además, es muy probable que los inversores financieros vayan a prestar más atención a la fragilidad de sus cuentas externas. Varios países de Europa del Este muestran índices de un crecimiento muy rápido de su deuda externa y de su déficit en cuenta corriente. Se trata especialmente de países con un “currency board” al estilo argentino o una política cambiaria muy rígida, y una posición relativamente periférica en la división de trabajo europea. En 2007, Letonia y Bulgaria padecieron de un déficit de la cuenta corriente que superó el 20 por ciento del PBI, lo cual es más de cuatro veces la cifra de 5% que normalmente ya se percibe como riesgosa. En dos países bálticos, el crecimiento económico ya se redujo de una manera brutal. El rating de crédito ya fue bajado, las tasas de interés crecen. La situación de Turquía y –en menor grado– África del Sur parece frágil. En estos países, una crisis al estilo de los noventa no se puede excluir.
La política económica frente a la crisis
La respuesta a la crisis financiera en el centro ha sido bastante diferente a las recetas adoptadas durante las crisis en la periferia. Mientras que se impusieron un alza de las tasas de interés y una política fiscal muy restrictiva en la periferia desde Brasil a Corea del Sur, los Bancos Centrales de los EE.UU. y de la Unión Europea inyectaron mucha liquidez en el sistema financiero. Los Estados Unidos redujeron la tasa de interés fuertemente y adoptaron políticas fiscales expansivas. Hubo salvataje de bancos, algunos fueron inclusive estatizados. Es decir, la respuesta a la crisis ha sido básicamente keynesiana. Sin embargo, la Unión Europea ha sido más restrictiva que los Estados Unidos. Entonces, hay matices diferentes en la reacción a la crisis. Mientras que hay un debate incipiente sobre una regulación más rigurosa del sistema financiero, las medidas de la política económica no han tocado los problemas de fondo.
Tampoco se enfrentaron los desequilibrios en las cuentas corrientes de una manera sistemática y, exceptuando unos países, no se han tomado medidas contra la inestabilidad de las tasas de cambio. La depreciación del dólar incentivó las exportaciones a varias regiones del mundo, pero no toca al comercio con China. El gobierno chino solamente permitió una ligera apreciación del yuan respecto al dólar (19% desde 2005) lo cual ha sido insuficiente para reducir el enorme superávit de China frente a EE.UU. Las importaciones baratas desde China han sido uno de los sustentos del modelo de sobre-consumo de los EE.UU. Por lo tanto, la posición estadounidense respecto al comercio con China ha sido ambigua. Un acuerdo sobre el realineamiento de las tasas de interés y una reducción de los desequilibrios comerciales globales no parece posible sin China. No obstante, los flujos comerciales son meramente una parte de la ecuación. La otra parte son fondos colocados en los Estados Unidos. China ha invertido muchos fondos en los EE.UU. Por la lenta depreciación del dólar frente al yuan, los activos chinos en los Estados Unidos ya han sufrido una depreciación en términos del yuan. Con una revaluación del yuan eso fondos serían devaluados aún más. El gobierno chino ha comenzado reorientar la estrategia hacia el mercado interno.
Una reducción de los desequilibrios comerciales cuestionaría tanto los modelos neo-mercantilistas como los modelos de sobre-consumo. En los dos casos, una revisión del modelo implicaría una revisión de la política salarial. En el caso de los países neo-mercantilistas, salarios más altos y una distribución del ingreso más igualitaria seria necesaria para colocar más productos en el mercado interno. En el caso del sobre-consumo, solamente salarios más altos pudieran sustentar el consumo de las capas de ingreso bajo.
La crisis financiera es un síntoma de la erosión de la posición dominante de los Estados Unidos. Washington ya no puede reaccionar frente a la erosión de su posición en la manera en que lo hiciera a fines de los años setenta cuando subió bruscamente las tasas de interés. Por el momento, la morosidad del sistema financiero estadounidense es tan grande que una medida como esa no es aconsejable. Además, el euro es un competidor más fuerte para el dólar de lo que era el marco alemán (deutsche mark). No obstante, el euro enfrenta sus propios problemas. Las reglas monetarias del Banco Central Europeo son demasiados rígidas. El desarrollo dentro de la Unión Europea es muy desigual. Hay enormes desequilibrios comerciales dentro de la Unión Europea. Mientras que Alemania tuvo un superávit de 5,1% en la cuenta corriente en el año 2006, varios países de la zona euro mostraron un déficit de alrededor del 10%. Para varios países miembros de la UE fuera de la zona euro, los déficits son todavía peores.
La crisis todavía no es resuelta...
Como resultado, el porcentaje de contratos futuros y de opciones en manos de operadores considerados especuladores —aquellos que no tienen una necesidad comercial de mitigar los riesgos ligados a los precios de la energía en su negocio— subió de 38% a un 49% de todas las apuestas al crudo en circulación en la Bolsa Mercantil de Nueva York.
La gran escala de la reciente revisión y las crecientes dudas sobre la confiabilidad y transparencia de los datos en este mercado están alimentando los esfuerzos por parte de los demócratas en el Congreso de EE.UU. por imponer restricciones al comercio de energía. La senadora demócrata Maria Cantwell, del estado de Washington, le pedirá esta semana a la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC, por sus siglas en inglés) una investigación sobre la fecha de divulgación (el 22 de julio) de un análisis de un comité especial dirigido por la CFTC que concluyó que los especuladores no estaban "sistemáticamente" provocando alzas en los precios del petróleo, según una portavoz. Los precios del crudo se dispararon este año hasta mediados de julio antes de empezar un acentuado declive.
Una carta de varios senadores exige respuestas sobre por qué el análisis del comité especial fue divulgado antes de que se hicieran las revisiones adicionales de datos sobre operadores que la agencia encargó recientemente. Otra cuestión que se estudia es si el análisis restó importancia a la influencia de los especuladores, pese a la conclusión del comité de que "las posiciones de los operadores no comerciales en general, y los fondos de cobertura en particular, a menudo se mueven en la misma dirección que los precios".
Un portavoz de la CFTC no quiso hacer comentarios sobre la carta de los senadores. En respuesta a las exigencias de los legisladores, la CFTC ha estado recolectando más datos y ha prometido reportarlos al Congreso antes del 15 de septiembre.
Debate interno
Al mismo tiempo, se está desatando un debate dentro de la institución —encargada de supervisar los mercados de futuros y opciones de commodities que generan anualmente US$4,78 billones (millones de millones)—, sobre lo que sabe y no sabe acerca de los participantes en este mercado. La CFTC este año ha sido acusada por algunos en el Congreso de ser demasiado permisiva.
Los participantes del mercado de commodities han dependido desde hace mucho de los reportes semanales de la CTFC sobre los grandes operadores, tanto comerciales como especuladores, para detectar las tendencias antes de tomar sus decisiones de inversión. Pero a medida que ha incrementado la actividad especulativa, también han aumentado las críticas a las informaciones. Analistas de Lehman Brothers dicen que los datos de la CFTC, en su forma actual, no distinguen ciertas categorías de operadores financieros de los operadores comerciales y "crean una oportunidad para que la actividad de inversionistas menos informados y puramente financieros distorsionen las expectativas".
La gran variedad de opiniones acerca del impacto de la especulación sobre los precios de la energía surge, en parte, debido a la difícil tarea de determinar exactamente qué es pura especulación y qué es lo que se conoce como operaciones "comerciales", en las cuales las firmas cubren los riesgos relacionados al uso, la venta o el procesamiento de commodities físicos en sus negocios. Muchos bancos de inversión, firmas de capital privado y fondos de cobertura han invertido en activos físicos como silos, distribuidoras, oleoductos, plantas eléctricas y petroleras. Ese doble papel potencialmente los coloca en una posición de ser tanto operadores en busca de protección como especuladores.
En medio de una caída de varias semanas en los precios del petróleo, están surgiendo temores de que las entidades que habían sido reclasificadas como especuladoras se están deshaciendo de ciertas posiciones de crudo porque ya no cumplen los requisitos para ciertas excepciones como operador comercial. Sin embargo, Thomas LaSala, un regulador de la Bolsa Mercantil de Nueva York, dice que la reclasificación de la CFTC no afectó a ninguno de los límites que la bolsa impuso a ciertos operadores y que no ha forzado a las entidades a liberar posiciones.
Los sauditas le inyectaron 100 mil bdp más al mercado. Hay que tomar en cuenta que el precio del petróleo, escaló casi a los 150 dpb, por la especulación de inversores, que buscaron protección de las pérdidas financieras en Wall Street, tal situación arrastró consigo el resto de los commodities, incluidos los rubros agroalimentarios, por lo que la inflación mundial ha estado amenazada de ser incontrolable.
Mucho se ha dicho de una burbuja especulativa, que estallaría una vez que la demanda cayera por una recesión marcada por el bajo consumo, debido al encarecimiento de los precios, al haber tal caída, las pérdidas deberían asumirlas los fondos especulativos a través de los contratos a futuro, que no cargaron con las pérdidas de Wall Street, tras la crisis hipotecaria, cuyas pérdidas han sido asumidas con inyecciones de liquidez de la FED.
Si se hubiese permitido el estallido de la burbuja energética, el mercado se hubiese corregido, pero las pérdidas macroeconómicas hubiesen generado una ola recesiva y desempleo masivo en el mundo, con inflación, que llegaría hasta los fondos públicos. Pero este escenario sigue latente, aunque no para todo el mundo, sino para los países productores de petróleo.
Lo que se temía en artículos anteriores, contrariando los pronósticos de las principales firmas consultoras, ha sido el resultado, los inversionistas especuladores están saliendo de posiciones largas en los contratos a futuro y pasaron a las cortas, porque el incremento de oferta hace nada atractivo al petróleo de papel en las actuales circunstancias. Los especuladores salen rápidamente de los commodities antes de capitalizar pérdidas.
Las pérdidas habrá. La pregunta es ¿Quién cargará con tales amortizaciones?, porque hay que saber que se va hacer con el 70% del petróleo vendido en papeles, con una demanda debilitada y con una oferta incrementada, con una corrida de inversores y capitales del rubro energético, que perforará de seguro el piso de los 100 dpb.
La decisión saudita es incomprensible, quienes estuvieron claros que el problema del precio del petróleo se originó por el debilitamiento del dólar, tras la crisis norteamericana, terminan accediendo a los intereses de los países productores y contrariando los intereses propios de los productores.
Se prevé una recuperación del dólar, debilitamiento del euro, lo que podría permitir al BCE bajar las tasas, si la inflación se desacelera. Los mercados están saturados, en Wall Street aún se anuncian pérdidas en el sector financiero, ¿Con qué se va a especular ahora?
«« | Inicio | »» |