«« | »» |
Bush aprueba la ejecución de un soldado |
El presidente George W. Bush aprobó el lunes la pena de muerte para un soldado del Ejército acusado de asesinato y violación en 1988, convirtiéndose en el primer presidente de Estados Unidos en aprobar una ejecución militar en 51 años.
Bush firmó un pedido del Ejército para que Ronald Gray fuera ejecutado después de su condena en una corte marcial hace 20 años por múltiples cargos de asesinato y violación.
"Aunque aprobar una condena a muerte de un miembro de nuestros servicios armados es una decisión seria y difícil para un comandante en jefe, el presidente cree que los hechos en este caso no dejan dudas de que la sentencia es justa y justificada", dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino en un comunicado.
A diferencia del sistema penal civil, la justicia militar estadounidense dictamina que un miembro de las Fuerzas Armadas no puede ser ejecutado hasta que el presidente apruebe la condena a muerte.
Alegando posibles desafíos legales, Perino declinó realizar más comentarios sobre la que podría ser la primera ejecución militar en Estados Unidos desde 1961, cuando un violador convicto fue ahorcado después de que su sentencia fuera aprobada por el presidente Dwight Eisenhower en 1957.
El último mandatario en actuar sobre una condena militar a muerte fue John F. Kennedy, quien conmutó la pena de muerte por la de cadena perpetua en 1962, según registros de la Casa Blanca.
Gray fue condenado por una corte marcial en Fort Bragg, Carolina del Norte, por dos asesinatos, un intento de asesinato y tres violaciones cometidas durante varias juergas en 1986 y 1987.
El hombre recibió múltiples condenas a cadena perpetua en la corte del estado de Carolina del Norte y ha estado detenido en un pabellón de condenados a muerte en una prisión militar en Kansas desde abril de 1988.

Etiquetas: conocimiento, memoria, mentiras, multitud, politica, violencia.
En la nueva Estrategia Nacional de Defensa se sostiene que ganar las guerras de Irak y Afganistán no "supondrá una victoria" en sí misma, y que el verdadero reto al que se enfrenta Estados Unidos es una "larga guerra" contra la "amenaza del terrorismo", calificada de "conflicto irregular".
El documento, difundido el jueves por la prensa estadounidense, es considerado como la "hoja de ruta" del Pentágono, propone complementar las acciones militares con iniciativas diplomáticas, y se fija como objetivo principal de las fuerzas militares de EEUU la de preparar a las naciones aliadas para que "se gobiernen y defiendan por sí mismas".
El informe, que será utilizado por el presidente para presentar su estrategia militar al Congreso, señala como prioritario el "esfuerzo para comprender y tratar los problemas que normalmente subyacen en el corazón de las insurgencias".
Después de siete años de ocupación militar en Afganistán y cinco en Irak, el Pentágono quiere modificar la estrategia de lucha contra células "terroristas" pasando de las acciones militares a la colaboración con fuerzas y grupos locales. "Los esfuerzos militares para capturar o matar a terroristas se deberían subordinar a medidas para promover la participación de grupos locales en programas económicos y de gobierno", subraya el documento.
"Por este motivo, se puede argumentar que el componente más importante de la lucha contra los extremistas violentos no es la batalla en la que nosotros nos involucramos personalmente, sino cómo ayudamos a nuestros aliados a defenderse y organizarse", precisa el texto.
En la nueva estrategia esbozada se proyecta una larga temporada de "luchas irregulares", en lugar de "guerras convencionales", como las que se libraron en el siglo XX contra el comunismo o el nazismo.
Para una guerra efectiva contra el "terrorismo internacional" el Pentágono solicita que el Gobierno de EEUU establezca alianzas estrechas con países hasta hace poco considerados "enemigos", como China o Rusia.
Las "guerras futuras"
En un informe titulado Quadrennial Defense Review publicado en febrero de 2006 el Pentágono ya advertía que los futuros desafíos vendrán más probablemente de adversarios como la "red Al Qaeda" que de naciones armadas de manera convencional.
"Esta guerra requiere que las fuerzas armadas de Estados Unidos adopten enfoques indirectos y no convencionales", señalaba.
"En la actualidad, Irak y Afganistán son campos de batalla cruciales, pero la lucha se extiende mucho más allá de sus fronteras".
"Con sus aliados y socios, Estados Unidos debe estar preparado para pelear esta guerra en muchos lugares de manera simultánea por algunos años", precisaba el informe.
El documento planteaba la creación de un mayor número de fuerzas especiales que pudiesen operar en cualquier parte del mundo con rapidez y en secreto.
Entre sus propuestas ya figuraba un aumento para el 2007 de 15 por ciento en los efectivos de las Fuerzas de Operaciones Especiales, que en el 2006 ascendían a 53.000 hombres.
Los batallones de las Fuerzas Especiales del Ejército serán aumentados en un tercio, y el cuerpo de Marines establecerá por primera vez un comando de operaciones especiales, señalaba el informe.
También hablaba de asegurar mejor inteligencia y más aviones no tripulados que puediesen emprender operaciones de espionaje y ataque en diferentes escenarios.
Se preveía destinar más soldados a operaciones de guerra psicológica, y se crearían unidades especiales que pudiesen rastrear e inutilizar armas nucleares.
Las unidades de operaciones psicológicas y de asuntos civiles del comando se incrementarían en 3,700 hombres, es decir el 33 por ciento.
Una gran inquietud se manifestaba en el informe por el creciente peligro de armas de destrucción masiva en manos de los llamados estados "parias" o grupos terroristas.
El Comando Estratégico de Estados Unidos recibió entonces, la tarea de crear una sede de fuerzas conjuntas 2para la eliminación de armas de destrucción masiva y el comando y control inmediato de fuerzas para ejecutar esas misiones", señalaba el informe.
Asimismo el documento del Pentágono anunciaba un incremento de las fuerzas especiales, y reforzamiento de la CIA en operaciones de rastreo de "terroristas" de alto espectro ejecutadas a escala global.
“No podemos perder de vista las implicaciones de un conflicto de largo plazo, episódico, en múltiples frentes y multidimensional, más complejo y diversificado que la guerra fría”, señala el documento citado por el rotativo.
“Un éxito en Irak y Afganistán es crucial para ganar este conflicto, pero no traerá la victoria por sí sola”, puntualiza el documento del Pentágono al referirse a la trascendencia de las dos guerras en las que está involucrado Washington.
La información sobre la nueva estrategia aparece en momentos en que el comando estadunidense de ocupación en Irak reportó que en julio se registró la menor cifra de bajas en ese país, al cerrar la cifra en 11.
En coincidencia con estos datos, Bush dio a conocer que “en los próximos meses” recibirá un proyecto del alto mando en Bagdad para reducir de 15 a 12 meses el periodo de permanencia de las tropas, en vista de una mejora en la situación.
Sugieren alianzas con Rusia y China
En cuanto a los vínculos con otras potencias militares, la nueva orientación de defensa nacional sugiere alianzas estratégicas con Rusia y China.
Además propone una mayor atención a la forma en que nacen los movimientos extremistas y su comportamiento.
“El uso de la fuerza tiene un rol, pero los esfuerzos del ejército para capturar o matar a terroristas deben estar acompañados de medidas para promover la participación local en el gobierno y en programas económicos para estimular el desarrollo, así como esfuerzos para entender los rencores que suelen estar en el origen de las insurrecciones”, apunta el departamento de Defensa.
Por lo anterior, observa el Pentágono, “el principal componente militar contra los extremistas violentos no es el combate que llevamos nosotros mismos, sino la ayuda a nuestros aliados para prepararse en la defensa y gobernar por ellos mismos”, concluye el documento del Pentágono.
En cuanto al decreto presidencial sobre los servicios de inteligencia estadunidenses, la Casa Blanca señaló que con esta norma se “clarifica y refuerza la autoridad y las responsabilidades del director nacional de inteligencia”.
La DNI fue creada en 2005 para controlar y coordinar el trabajo de las 16 agencias de inteligencia estadunidenses, que fueron duramente criticadas en 2001 por no haber previsto los ataques del 11 de septiembre septiembre contra Nueva York y Washington. El decreto del mandatario, a seis meses de dejar el cargo, busca redondear un proceso de reordenamiento administrativo iniciado por el presidente Ronald Reagan en los años 80.
Con la nueva norma, el gobierno de Estados Unidos espera que los servicios de inteligencia sean más eficaces y capaces de “dotar al presidente y a sus consejeros de las informaciones necesarias para garantizar la seguridad nacional”.
Aunque la Casa Blanca no ofreció detalles sobre las nuevas facultades y atribuciones de la DNI, fuentes gubernamentales y parlamentarias dijeron que en general la normativa fortalece la capacidad de la DNI para establecer prioridades a las labores de los servicios de inteligencia.
A partir de ahora “será más difícil para la comunidad de las agencias de inteligencia resistir” a las directivas del DNI, señaló la congresista Jane Harman.
Algunas de las entidades que están bajo la coordinación de la DNI son los servicios de inteligencia de la fuerza aérea, el ejército, la armada (naval), el cuerpo de marines, la Guardia Costera, la agencia especializada del Departamento de Defensa, así como los departamentos de Estado, Energía, Seguridad Interior y el Tesoro; también están inlcuidas las agencias Antinarcóticos, de Inteligencia Geoespacial, de Seguridad Nacional, la Oficina Federal de Investigaciones y la CIA.
La negociación de los términos del decreto estuvo antecedida de una discusión de un año, según el diaro financiero The Wall Street Journal.
Una de las “innovaciones más controvertidas”, según The Washington Post, es la que brinda a la DNI el poder de solicitar la colaboración de los servicios de inteligencia a gobiernos extranjeros, una prerrogativa reservada hasta ahora a la CIA.
Con el nuevo decreto, las agencias de inteligencia conservan la prohibición de llevar a cabo “experimentos humanos” y asesinar a gobernantes extranjeros.
Esta directriz ejecutiva estadunidense fue dada a conocer mientras que la televisora paquistaní Geo-TV difundió una entrevista con el ministro de Defensa de Pakistán, Ahmed Mukhtar, quien aseguró que la CIA acusó al servicio de inteligencia de ese país de realizar prácticas de espionaje en favor de la red de Osama Bin Laden, Al Qaeda, y de haber dado “el pitazo” a la organización sobre las operaciones en su contra.
Mukhtar ha estado esta semana en Washington como parte de la comitiva del primer ministro Yousuf Raza Gilani.
El funcionario dijo que directivos de la CIA le proporcionaron información según la cual hay alguna o algunas personas en la entidad paquistaní Inter-Servicios de Inteligencia –dependiente del Ministerio de Defensa– que informa a Al Qaeda y al talibán, la fuerza derrocada por Estados Unidos y una coalición militar internacional en noviembre de 2001.
En ocasiones anteriores ha habido acusaciones similares contra funcionarios paquistaníes. El jueves, el diario The New York Times informó que un alto directivo de la CIA mostró evidencias a miembros del gobierno de Islamabad de que hay gente de la inteligencia militar vinculada a militantes de Al Qaeda y el talibán.
Durante la entrevista, Ahmadineyad sentenció que hoy todo el mundo y los intelectuales “están incómodos y descontentos por la situación del planeta” por “no ser digna del ser humano” y porque “la sombra del miedo, el odio, la discriminación y la injusticia se cierne sobre la comunidad humana.”
El mandatario iraní destacó que para cambiar todo esto es menester conocer cuál es la raíz de los problemas, y opinó que “la visión materialista que se tiene del mundo y del hombre, el ángulo unilateralista, el imperialismo y el alejarse de las enseñanzas de los profetas y de los valores humanos es donde radica la aparición de la situación actual.”
Preguntado por el corresponsal norteamericano sobre si el mensaje que tiene para el mundo y pueblo de los Estados Unidos es de confrontación o de cooperación, Ahmadineyad respondió: “Precisamente la pregunta que nosotros les hacemos a los dignatarios de EEUU es cuál es la actitud que ellos van a tener ante nuestro pueblo. Obviamente, la que ellos han tenido en estos últimos 50 años ha sido la de confrontación contra el pueblo iraní, situación a la que nuestro país se ha acostumbrado y a la que ha adaptado su vida.”
“Hoy estamos presenciando un nuevo comportamiento por parte de los estadistas norteamericanos” continuó diciendo “y a esto nuestra pregunta es si tal cambio de actitud se hace por respeto o justicia o si es la continuación de esa confrontación contra este pueblo que ahora está surgiendo bajo una nueva forma y molde.”
Sin dejar de responder a la misma pregunta, el mandatario iraní prosiguió diciendo: “Si el actual comportamiento es una continuación de las viejas actitudes de hace 50 años, el pueblo de Irán continuará defendiendo sus derechos e independencia, pero si hay un cambio hacia un nuevo comportamiento, entonces nos veremos ante una nueva situación en la que este pueblo también responderá de manera positiva.”
Sobre los paquetes de propuestas nucleares intercambiados entre Teherán y los 5+1 (grupo integrado por los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania), el corresponsal de la BBC le preguntó que si Irán aceptara el paquete de Occidente “¿cree usted que cabría la posibilidad de que el mundo le abriese las puertas a su país?”, a lo que Ahmadineyad respondió: “El mundo no nos tiene las puertas cerradas. Hoy la República Islámica de Irán es un país grande con una economía creciente y que mantiene relaciones económicas y culturales amplias con diferentes países del mundo. Naturalmente, todos saben que, al igual que el pasado, al pueblo iraní no necesita unos cuantos países prepotentes para poder progresar y vivir. Creemos que cualquier tipo de condiciones previas que se pongan para negociar y cooperar no sirve si no para que no haya entendimiento ni se logre dialogar. Si nos centramos en los puntos en común se podrá llegar mejor a un entendimiento mutuo.”
Para Ahmadineyad, “hoy las circunstancias del mundo son tales que no se le puede lanzar ningún ultimátum ni siquiera a los países con solo varios millones de habitantes, y mucho menos a un pueblo tan grande como el de Irán, además de que cualquier acción debe estar cimentada sobre una base legal. En la reunión de Ginebra no se mencionó ultimátum alguno y así lo interpretamos nosotros. Consideramos que las conversaciones de Ginebra son un paso hacia adelante y tenemos que avanzar dando nuevos pasos.”
“Evaluamos positivamente la asistencia de un delegado estadounidenses a la reunión de Ginebra, a condición de que esta actitud continúe en un ambiente cabal y justo”, apostilló.
Inquirido sobre lo que se ha comentado de que “en el caso de que Irán aceptase la condición de suspender el enriquecimiento de uranio sería un pueblo feliz”, Ahmadineyad respondió: “Hoy el pueblo iraní es un ya un pueblo feliz y cada día lo es más. ¿Por qué algunos se creen que su modo de vida es el mejor? Cada pueblo tiene su propio modus vivendi. En la vida del ser humano existen otras cosas más importantes que las materiales, como son la salvaguarda del honor y la dignidad humanas.”
A la pregunta de si tiene pensado cambiar de actitud, replicó: “Al participar en la reunión de Ginebra ya hemos demostrado haber cambiado de actitud, y damos la bienvenida a la participación de un delegado de EEUU. Si continúan así, en un futuro próximo la situación cambiará, y para que la situación cambie es menester también que Washington reconozca los derechos del pueblo iraní y la ley, lo cual no es difícil.”
«« | Inicio | »» |