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BCE subsidia a bancos españoles |
La prensa británica sigue arremetiendo contra el sistema financiero español. El enésimo caso lo ha protagonizado el economista Willem Buiter, días antes de que Santander anuncie la compra del británico Alliance & Leicester por 1.600 millones. En su blog del Financial Times (FT), Buiter afirma que el Banco Central Europeo (BCE) podría haber “subsidiado ilegítimamente” a bancos españoles que acuden al Eurosistema en busca de liquidez en estos momentos de endurecimiento crediticio.
Buiter, profesor de Economía Política europea en la London School of Economics y ex economista jefe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), sostiene que las garantías ofrecidas (como titulizaciones hipotecarias) por ciertos bancos a la hora de recibir dinero del BCE son ilíquidas, no tienen valor real y que, por tanto, se les ha asignado un valor teórico superior. De ahí que critique lo que él denomina “subsidio ilegítimo” del BCE a las entidades.
“En el mercado circulan historias referentes a que el colateral ilíquido o no comercializable ofrecido por los bancos españoles había recibido un precio de no más de un 5% por debajo de su valor nominal. Si fuera cierto, probablemente representaría una sobrevaloración salvaje de los colaterales ofrecidos por los bancos españoles y un subsidio ilegal por parte del Eurosistema a estos bancos españoles”, afirma Buiter. Siempre según este economista, “de acuerdo con el manual del BCE, los activos no comercializables reciben un valor en función de un precio teórico o de la cantidad pendiente, por lo que si los bancos centrales optan por una valoración vinculada a la cantidad pendiente, los activos no comercializables podrían estar sujetos a mayores descuentos”. En este sentido, Buiter apunta que los instrumentos de deuda no comercializables respaldados por hipotecas se encuentran sujetos a un descuento del 20% en su valoración.
“Existe la creciente sospecha en los mercados de que el BCE está subsidiando a algunos bancos de la eurozona a través de la ventanilla de descuento o en las operaciones de recompra (repos), mediante la sobrevaloración o el sobreprecio de los colaterales de escasa liquidez que éstos ofrecen al Eurosistema”, añade.
“El sector de la construcción en España es un cadáver flotando en el agua”
En su texto, Buiter no escatima esfuerzos a la hora de describir el estado del sector inmobiliario y de la economía de España. Según él, “en 2007 se produjo el colapso de la burbuja de precios de la vivienda y del sector de la construcción en España, que llegó a representar un 18% del PIB del país. (...) Este año los bancos españoles, muy expuestos al sector de la construcción e inmobiliario, informaron de que han utilizado unos 46.000 millones de euros de sus activos a menudo sin liquidez como garantía en las subastas de liquidez del BCE”.
Para Buiter, “el sector de la construcción en España es un cadáver flotando en el agua y los precios de la vivienda están bajando, lo que expone a los bancos al riesgo de que sus hipotecados sufran negative equity [el valor de las hipotecas es mayor que el valor del precio de sus casas]. Como resultado, algunas de las garantías ofrecidas por los bancos españoles al Eurosistema han resultado ilíquidas y han tenido que ser valoradas a precios teóricos, e incluso algunos de estos activos podrían haber resultado no comercializables, como las hipotecas”.
Desde su blog del FT, Buiter subraya la importancia de la disponibilidad pública tanto de la metodología empleada por el Eurosistema a la hora de fijar un precio para los colaterales de escasa liquidez ofrecidos por las entidades, como de los precios teóricos actuales asignados a factores específicos con colaterales sin liquidez o no comercializables para evitar la opacidad del proceso.
“Siempre pido lo mismo. Primero, la inmediata publicación del modelo o modelos utilizados para computar los precios teóricos de los instrumentos financieros ilíquidos o no comercializables, y en segundo lugar, la publicación, con un retraso apropiado para garantizar la confidencialidad comercial, de los actuales precios y valoraciones de cada asunto específico de colaterales ilíquidos ofrecidos al Eurosistema. Una información que aún no es de dominio público”, señala el economista, quien considera que no existe justificación alguna para esta ausencia de información pública, puesto que el BCE y los distintos bancos centrales nacionales “juegan con dinero público”.
Etiquetas: conocimiento, medios, monopolios, multitud, politica.
La economía de mercado y el sistema financiero están basados en la confianza. Cuando cualquier persona acepta en pago de un producto o servicio unos papelitos llamados “billetes”, lo hace confiando en que todo el mundo dará a dicho papel el valor que en él viene impreso. En el caso de los euros ni siquiera aparece la mención “páguese al portador la cantidad de XX euros” que figurara impresa en los billetes en pesetas. Puede parecer absurdo, pero el valor intrínsico de un billete es casi inexistente. Tiene valor fiduciario por un convención entre todos los miembros del mercado que utilizan dicho instrumento de pago y por el aval de la firma del máximo responsable del Banco Central Europeo en el momento de emisión del billete.
La actividad bancaria está basada en la confianza de millones de ciudadanos que depositan su dinero en las entidades financieras. Los bancos y cajas utilizan dichos depósitos para conceder créditos a los clientes que lo demandan. Si por cualquier motivo la mayoría de los depositantes de una entidad financiera decidiesen retirar sus ahorros a la vez, no habría Banco o Caja en el mundo que pudiese hacer frente a dicha situación sin gravísimos problemas de liquidez. El pasado fin de semana un banco hipotecario americano, IndyMac, tuvo que ser rescatado por las autoridades norteamericanas. La conjunción de un informe de un analista de un gran banco de inversión y las declaraciones de un Senador, ambos poniendo en duda el futuro de la entidad provocaron la retirada masiva de depósitos de sus clientes ceando una crisis de liquidez en la entidad.
Las actuaciones de las autoridades financieras, principalmente norteamericanas, se han encaminado hasta la fecha en garantizar la continuidad de las “grandes entidades” con problemas de liquidez, (“too big to fail”) de tal forma que los accionistas de las entidades en apuros pueden perder casi toda su inversión, pero los acreedores de las entidades no han sufrido ninguna pérdida. De esta forma se ha evitado el riesgo sistémico.
¿Qué pueden hacer este contexto las autoridades para mantener o aumentar la confianza sobre el sistema?. Varias son las actuaciones requeridas:
• Transparencia en la información suministrada al mercado, de tal forma que se eviten sorpresas futuras. Más vale una vez rojo que ciento amarillo.
• Llamar a las cosas por su nombre. Para que un enfermo se tome las medicinas sanadoras ha de ser consciente de que padece una enfermedad que requiere tratamiento, incluso doloroso.
• Sinceridad. Si la percepción de los individuos o del mercado es de falta de sinceridad o de engaño, será difícil que el interlocutor tenga credibilidad en futuros mensajes.
Pese a todo lo anterior, la mejor muestra de confianza en el futuro es la realización de operaciones como la del Banco Santander sobre el británico Alliance&Leicester. Lanzar, en estos momentos, una oferta de compra sobre las acciones del banco británico con una prima del 46% respecto al precio del viernes, por un importe de 1.600 millones de euros, pone de manifiesto que en todas las crisis se producen oportunidades. Sólo algunos las saben aprovechar. A pesar de la mala situación del mercado inmobiliario británico, y los problemas de algunas de sus entidades, el Banco Santander confía en el futuro. Son apuestas a largo plazo, pero son la mejor forma de aportar confianza.
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