La crisis que comenzó como aterrizaje suave ha terminado llevándose por delante a la mayor inmobiliaria del país. Y su caída es la mayor protagonizada nunca por una empresa en la historia de España. La promotora Martinsa-Fadesa, que ha sido incapaz de sobrevivir a una deuda de unos 5.200 millones de euros, fue uno de los emblemas de la época de bonanza y simboliza ahora la violenta llegada de serias dificultades para la economía. Al igual que las intervenciones de Rumasa y Banesto avisaron de la crisis de los años ochenta y noventa respectivamente, las dificultades de Martinsa se convierten en el anuncio de que lo peor está por venir.
Lo peor está por venir para unos y lo mejor está viniendo para otros. Oligarcas rusos, fortunas ligadas al petróleo, gestores de fondos de inversión, magnates, expresidentes exiliados, especuladores, grandes fortunas...siguen invirtiendo en futuras burbujas que hoy por hoy no solamente resisten la tormenta de la crisis, sino que se han convertido en el mejor de los negocios. Dinero que hace dinero vendiendo circo. La deuda de los 5.200 millones de euros de Martinsa-Fadesa es solo una minucia comparada con los millones de euros invertidos en el mayor espectáculo circense de la historia creado tras el Imperio Romano: el fútbol.
La última eurocopa ha generado 1.300 millones de euros. Los mayores equipos europeos facturaron en la última representación más de 3.700 millones. La mayor parte de ellos tiene en perspectiva la construcción o remodelación de nuevos altares para la competición. El magnate de las materias primas, Alisher Usmanov ha comprado acciones por valor de 300 mil libras en el Arsenal. Mohamed Al Fayed (propietario de Harrods) compró el Fulham por 30 millones de libras y no hace mucho desestimó una oferta por él de 120 millones. Roman Abramovich invirtió 500 millones de libras en el Chelsea y el multimillonario estadounidense Malcom Glazer 800 millones en el Manchester United. George Gillet y Tom Hicks compraron el Liverpool por 200 millones de libras. Las grandes fortunas en Italia compraron sus clubs de fuúbol: Berlusconi el Milán, Massino Morati el Inter, la familia Agnelli el Juventus... Gazprom controla el Zénit de San Petesburgo. El derrocado Thaksin Shinawatra (exministro de Tailandia) compró el Manchester City, el grupo Sisu controla el Soutmanpton... (de un artículo de David Fernández publicado en El País negocios 13/07/2008).
La desfachatez del capital es un buen síntoma de su decadencia.
En momentos de una gran penuria para cientos de millones de seres humanos, este Capital reconvertido en “circo” avergüenza a innumerables ciudadanos que claman por la inmoralidad de la sociedad del dinero en donde todo es convertido en mercancía de cambio.
Miguel Angel Fernández Ordoñez, gobernador del Banco de España descartó cualquier ayuda pública a la Banca o a las empresas constructoras en dificultades. A lo mejor cambia de opinión cuando estalle la futura burbuja circense: aquí el dinero hace dinero sin necesidad de producir mercancías...
josepgmaynou
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