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La crisis no visita a los jefes |
En plena recesión económica, y cuando la crisis del ladrillo reduce a la mitad el superávit del Estado, los beneficios empresariales siguen aumentando por encima del 10% y se mantienen las subidas de sueldo en puestos directivos.
La crisis está aquí. En las últimas semanas, las palabras recesión o desaceleración han desaparecido del debate político y medios de comunicación, y hasta los promotores inmobiliarios empiezan a admitir públicamente el parón. La tasa de paro se situó en marzo en el 9,6%, la subida trimestral más alta en 15 años. Y las enfermedades en el sector del ladrillo se han tragado la mitad del superávit del Estado en estos tres meses. Las cuentas públicas cierran marzo con unos excedentes de 3.276 millones frente a los 6.746 millones de hace un año, un 51,4% menos.
Pero en el alud de datos negativos hay, sin embargo, excepciones llamativas. Las mansiones, por ejemplo, no bajan de precio. Un caso gráfico es Panorama, una inmobiliaria especializada en clientes “muy acaudalados” que asegura vender a diario propiedades de entre dos y cinco millones de euros en Marbella. De hecho, el mercado de la vivienda de lujo es el que menos ha notado el reajuste. “¿Hay crisis para los ricos ?”, se preguntaba sobre este asunto el diario El Economista. Las rentas más altas no sólo disponen de un mejor colchón ante la zozobra económica, sino que también se ven menos afectadas.
Un lugar donde puede verse este contraste son los servicios bancarios. Este año la morosidad de la banca ha subido un 70% si se comparan los datos de febrero de 2007 (11.750 créditos no devueltos o de dudoso pago) y los de 2008 (un total de 19.932). No sólo se devuelven menos, también se dejan de solicitar cierto tipo de créditos. Los préstamos al consumo, que suelen pedirse para hacer frente a unas vacaciones o comprar un vehículo, han visto su primer descenso desde 1992. Y es que, con un descenso del 28%, la venta de coches sufrió en marzo su mayor bajada en 15 años.
Grandes patrimonios, a salvo Frente a ello, no obstante, las entidades no pierden el favor de sus clientes más adinerados. Banif, una división del Banco Santander exclusivamente dirigida a clientes con un patrimonio financiero superior a los 300.000 euros, se encuentra en expansión, y a finales de abril abría su segundo centro en Sevilla. “Puede parecer contradictorio”, escribía El Correo de Andalucía, pero según reconocía el director regional de Banif “el ciclo de desaceleración iniciado hace unos meses no tendrá efectos negativos sobre el negocio de los grandes patrimonios”, algo que puede ser chocante si se tiene en cuenta que el incremento de riqueza de estos grandes patrimonios responde en gran medida al “boom inmobiliario”.
De hecho, precisamente una de las características de la burbuja y del período de prosperidad fue que la bonanza económica se repartió entre muy pocas manos. Como no se cansa de explicar el economista Vicenç Navarro, “España, dentro de la UE- 15, es uno de los países donde ha habido una mayor polarización de las rentas. Las empresas españolas han visto aumentar su beneficio neto, durante el período 1999-2006, en un 73%, más del doble que la media de la UE-15 (33%). Por otra parte los costes laborales [donde se cuenta el salario de los trabajadores] han crecido sólo un 3,7%, cinco veces menos que en la UE-15, que fue de un 18%”. En resumen : quienes más ganaron con la burbuja no serán quienes más pierdan con el desinfle. ¿A quién está afectando entonces la crisis ? No es difícil encontrar a los sectores más perjudicados. La mayoría de los últimos 246.600 parados proceden de la construcción. Y en ciertos lugares como en el País Valenciano, el 70% de los parados por la crisis de la construcción son inmigrantes.
Además, ni siquiera es que haya dejado de necesitarse mano de obra. Según un informe de CC OO, la construcción crearía 277.200 empleos sólo con suprimir las horas extras ilegales, que el sindicato calcula en 484 millones de horas de trabajo no remuneradas al año, es decir, bastaría con que se cumpliese lo que marca el contrato.

Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, monopolios, multitud.
Ganan mucho dinero, especialmente cuando los mercados bursátiles vuelan con el viento a favor, como ha ocurrido en los últimos años. Estos ejecutivos cobran sus dosis extras de estrés –les puedo asegurar que la mayoría trabajan más de lo que pueden imaginar- a golpe de talonario. Los que dirigen los grandes Goldman Sachs, Morgan Stanley o Citigroup pueden ganar un año 30 millones de dólares como si no pasara nada.
Los responsables de estos bancos en España, un mercado sensiblemente inferior al de la City londinense y, por supuesto, al de Wall Street, tienen salarios menos voluminosos, pero ingentes en cualquier caso. Parecidos a los que cobran jugadores de primera división de un nivel alto, a entre dos y cuatro millones de euros por barba.
Con estos sueldos, más de uno ha decidido hacer obras en casa. O mejor dicho, comprarse directamente una parcela en Mirasierra, una de las zonas de más lujo de Madrid, que le ha costado, ni más ni menos, que seis millones de euros. Ojo, sólo el terreno porque ahora hay que edificar la mansión y en eso se pueden ir otra media docena de millones de euros.
Se habla en los mentideros de la capital que el banquero que ha firmado esta compraventa para uso residencial –imagínense como será el apartamento de la playa- trabaja con Rodrigo Rato, en Lazard. Sus iniciales son P.P. y hasta la llegada del ex ministro de Economía y ex director general del FMI era el que más mandaba en la oficina de España. Que la disfrute.
El empeoramiento de esa ratio tiene que ver exclusivamente con el deterioro del mercado de trabajo, ya que el número de pensiones contributivas que paga la Seguridad Social se mantiene estable desde hace años en torno al 1,3-1,5%. Por el contrario, la afiliación ha pasado de crecer de manera extraordinariamente elevada -por encima incluso del 5% hace apenas año y medio- a un raquítico 0,7% con el que se cerró el mes de abril, lo que significa la tasa más baja desde los años de la anterior recesión económica.
En la actualidad, según datos oficiales, la Seguridad Social paga mensualmente (datos a marzo) 8,35 millones de pensiones que se reparten 7,6 millones de pensionistas, ya que un mismo beneficiario puede tener derecho a varias prestaciones. El gasto procede de las cotizaciones que pagan los 19,25 millones de trabajadores afiliados. Esto supone que por cada 2,3 cotizantes hay una pensión en vigor.
Pese al fuerte empeoramiento del mercado laboral que viene produciéndose desde la vuelta del pasado verano, lo cierto es que la proporción entre afiliados y pensionistas continúa siendo elevada respecto de la que existía en anteriores ciclos económicos. Fundamentalmente como consecuencia del intenso ritmo de creación de empleo registrado en los últimos doce años, periodo en el que han creado unos ocho millones de puestos de trabajo. Por el contrario, la tasa de natalidad durante los años 40 fue extremadamente baja debido a la Guerra Civil. Los nacidos en esa década son los que ahora se están jubilando. Más empleo y menos pensiones significa, lógicamente, una mejora de la relación entre activos y pasivos, que es la clave de bóveda que garantiza un sistema público de reparto.
Ahora esa correspondencia comienza a deteriorarse de la mano de una ralentización brusca en la capacidad de la economía española para crear puestos de trabajo. Entre abril de 2007 y abril de 2008 la afiliación ha crecido en 142.446 cotizantes, cuando un año antes el aumento era equivalente a 549.830. Una cifra, incluso, inferior, a la registrada en 2006, cuando la Seguridad Social acogió a 982.225 afiliados (por la regularización de inmigrantes), lo que explica los elevados superávit de la Seguridad Social, y que han servido para ‘engordar’ la llamada hucha de las pensiones.
La afiliación masculina cae por segundo mes
El deterioro del mercado laboral, sin embargo, se está cebando especialmente entre los hombres. Los datos oficiales muestran que el número de afiliados varones acumula ya dos meses consecutivos de descensos (del 0,7% y el 0,8%, respectivamente), algo que no sucedía desde el bienio 1993-94. Por el contrario, el número de cotizantes mujeres crece todavía a ritmos del 3%. El hecho de que el ajuste económico se esté centrando en el sector de la construcción y, en general, en las industrias que viven del ‘ladrillo’ puede explicar tan abultada diferencia.
La degradación del mercado de trabajo se pudo visualizar ayer con toda nitidez en los datos del paro registrado publicados por los servicios públicos de empleo. Aunque formalmente el paro creció en 37.542 personas, si ese dato se corrige de efectos de calendario con los modelos econométricos que aplica el Ministerio de Economía el resultado real es que el desempleo creció en 92.500 personas. Una cifra verdaderamente espectacular teniendo en cuenta que abril ha sido, históricamente, un mes positivo desde el punto de vista del empleo dada la alta estacionalidad que tiene la economía española.
En los meses centrales del año se crean más puestos de trabajo que al principio y el final de cada ejercicio. El dato de abril es verdaderamente relevante todo vez que indica que el paro está creciendo a un ritmo del 15,6%, lo que refleja la intensidad del ajuste laboral, que como ayer admitió el propio Pedro Solbes está siendo mucho más acelerado que lo previsto inicialmente por las autoridades económicas.
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