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Contención y diálogo en Líbano |
El Consejo de Seguridad de la ONU instó hoy a contenerse a los grupos suníes y chiíes enfrentados en combates en el Líbano y apeló a los partidos políticos a reanudar la búsqueda de una solución a la crisis que arrastra el país.
En una declaración leída por su presidente de turno, el embajador británico John Sawers, el máximo órgano de Naciones Unidas expresó su preocupación por los combates que se están registrando en el Líbano y los cortes de carretera provocados por el grupo chií Hizbulá.
'Los miembros del Consejo de Seguridad instan a todas las partes a ejercer la calma y la contención, y llaman a la reapertura inmediata de todas las carreteras', según el texto.
Los 15 integrantes del Consejo proclamaron que 'la mejor manera de distender la tensión y evitar una mayor desestabilización es resolver la actual crisis política'.
También destacaron 'la necesidad de preservar la seguridad y la soberanía del Líbano' y expresaron su 'respaldo a las instituciones constitucionales del país', 'mediante el diálogo pacífico'.
La declaración subraya el respaldo al plan propuesto por la Liga Arabe, que propone la formación de un gobierno de unidad nacional y la celebración de elecciones generales.
El Líbano carece de presidente desde que Emile Lahud abandonó el cargo en noviembre pasado tras expirar su mandato, sin que desde entonces el Parlamento haya conseguido ponerse de acuerdo para designar un sustituto.
La declaración del Consejo concluye con el recordatorio de que la estabilidad a largo plazo del Líbano depende del cumplimiento de la resolución 1.559, que obliga a la disolución de las milicias y entrega al Estado el monopolio de la fuerza.
El embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, aseguró al finalizar la reunión en la que se acordó esta declaración que su país es partidario de que el Consejo adopte nuevas medidas respecto a la situación en el Líbano.
Culpó de la crisis a Hizbulá y sus 'partidarios' (Siria e Irán) de haber causado el actual clima de tensión y enfrentamientos por su negativa a aceptar la candidatura de consenso del comandante en jefe del Ejército libanés, el general Michel Suleimán, como nuevo presidente.
'Líbano está una vez más al borde del abismo, Hizbulá y sus partidarios suponen un reto para el Gobierno porque han conseguido crear un estado dentro del Estado', aseguró el embajador estadounidense.
Durante esa misma sesión del Consejo, el enviado especial de la ONU para el Líbano, el noruego Terje Roed Larsen, dijo que la crisis política libanesa y 'las maniobras desafiantes de las milicias' constituyen una amenaza a la soberanía, la democracia y la independencia del Líbano.
Larsen transmitió el llamamiento del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, 'a todas las partes para que pongan fin a estos disturbios y se abra el paso en todas las carreteras del país', que permanecen bloqueadas desde el miércoles, en que se iniciaron las protestas contra el Gobierno.

Etiquetas: conocimiento, medios, mentiras, multitud, politica, violencia.
Según los medios libaneses, en Ras El Nabah, seguidores de Hizbulá están intentando tomar dos sedes del partido Corriente de Futuro, encabezado por Saad Hariri, líder de la mayoría gubernamental.
Además, han informado de que se han producido varias explosiones causadas por proyectiles de mortero en distintas zonas de la capital y han afirmado que hay francotiradores apostados en algunos edificios.
Corniche el Masra, donde se han iniciado los combates, ha sido tomada por grupos de individuos armados, mientras los civiles se han retirado a sus casas.
Tiroteos y explosiones
El canal árabe por satélite Al Yazira muestra desde hace más de una hora imágenes en directo de Beirut, en las que se ven edificios que han sido atacados y se escuchan continuos tiroteos y explosiones.
La cadena de televisión también ha difundido imágenes de miembros del Ejército desplegados en las calles de la capital, que han intervenido en alguna ocasión para intentar detener los choques entre facciones rivales.
En este contexto, el Ejecutivo libanés se encuentra reunido en estos momentos para tratar la actual crisis y se espera que Saad Hariri ofrezca una rueda de prensa a las 20.00 hora local (19.00 en Euskal Herria).
Los enfrentamientos han comenzado minutos después de que el secretario general de Hizbulá, Hasan Nasralá, dijera en rueda de prensa que la decisión del Gobierno de acabar con su red de telecomunicaciones es "una declaración de guerra" contra la milicia chií.
DUROS ENFRENTAMIENTOS EN LIBANO TRAS DISCURSO DE NASRALA
Duros enfrentamientos, definidos como "señales de guerra" civil por el jefe del movimiento chiita libanés Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, estallaron hoy en el centro de Beirut, tras una video conferencia del dirigente opositor. "Hay, ciertamente, señales de guerra (civil, NDR), pero es una guerra impuesta por otros: que revoquen sus decisiones si quieren evitarla", amenazó Nasralá en alusión a medidas tomadas el lunes por el gobierno del primer ministro Fuad Siniora.
A su vez, el jefe de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, exhortó más tarde a Nasralá a "salvar al Líbano del infierno", y propuso una salida a la crisis en curso. El lunes pasado el gobierno consideró "ilegal" a una red telefónica privada administrada por Hezbolá, y separó de su cargo al responsable de la seguridad en el aeropuerto internacional Rafik Hariri de Beirut, un militar cercano al movimiento chiita.
Desde Hezbolá han asegurado que el Gobierno libanés les ha ofrecido mantener la red de comunicaciones a cambio de retirar su campamento del centro de Beirut, oferta que ha sido rechazada por el grupo chií. Esta infraestructura se utiliza para la comunicación entre los dirigentes y los centros de poder del grupo. Nasralá ha explicado que no es una red pública y que no se utiliza para comunicaciones exteriores ni para espiar al Gobierno.
Intensos combates en Beirut
La decisión del Gobierno ha provocado que los combates entre Hezbolá y los partidarios de Hariri se extiendan por el país. Beirut ha sido escenario esta tarde de explosiones y tiroteos entre ambas facciones, según las fuerzas de seguridad, que han confirmado que se están produciendo intensos enfrentamientos, que se han iniciado en la céntrica zona de Corniche Masra, se han trasladado también a los barrios de Ras El Nabah, Beshara Al Juri y Barbur, así como al valle de la Bekaa en el este del país, donde de momento tres personas han muerto y al menos doce han resultado heridos, según el canal de televisión libanés LBC.
Al Yazira muestra imágenes en directo de Beirut, en las que se ven edificios que han sido atacados y se escuchan continuos tiroteos y explosiones, así como a miembros del ejército desplegados en las calles de la capital, que han intervenido en alguna ocasión para intentar detener los choques. Los medios libaneses informan de que, en Ras El Nabah, seguidores de Hizbulá están intentando tomar dos sedes del partido Corriente de Futuro, encabezado por Saad Hariri, líder de la mayoría gubernamenta. Corniche el Masra ha sido tomada por grupos de individuos armados, mientras los civiles se han retirado a sus casas.
Una crisis de difícil solución
Los enfrentamientos comenzaron anoche cuando estaba convocada una huelga general para protestar por el aumento del coste de la vida que finalmente desembocó en un acto violento entre grupos rivales, así como en el cierre de los accesos al aeropuerto internacional Rafik Hariri de Beirut, donde Hezbolá ha colocado barricadas que no retirará hasta que el Ejecutivo decida retractarse.
La solución a esta crisis radica, según Hezbolá, en "anular las decisiones ilegítimas de un gobierno ilegítimo", al que han acusado de ser "una marioneta" del líder druso, Walid Yumblat y de Estados Unidos. Además, insisten es necesario sentarse para discutir el plan presentado por el presidente del Parlamento libanés y socio de Hezbolá, el también chií Nabih Berri, quien ha pedido formar una mesa redonda de 14 miembros pertenecientes a todas las corrientes libanesas que trate de todos los asuntos en discordia.
Sin embargo, insisten en que no va a haber un conflicto confesional en Líbano, entre chiíes y suníes y que Hezbolá nunca recurrirá a la fuerza en el interior del país para dar un golpe de estado o provocar un cambio de gobierno, sino "para defender las armas", entre las que ha incluido la red de comunicaciones.
En una video-conferencia transmitida en directo desde un complejo de la barriada sur chiíta de la capital, el jeque advirtió de que «nuestra respuesta a esta declaración de guerra es nuestro derecho a defendernos, a defender nuestra existencia y nuestras armas».
La mayoría pro-occidental que está detrás del Gobierno de Siniora -una coalición de fuerzas sunitas, cristianas, falangistas y drusas- votó el martes en una sesión maratoniana el desmantelamiento de la red de telefonía de Hizbulah, un sistema de comunicaciones que el Partido de Dios usó con gran eficacia para hacer fracasar la ofensiva israelí de verano de 2006.
En la misma línea, el Gobierno ha destituido al responsable de la seguridad del aeropuerto internacional de Beirut, el chiíta Wafiq Shukair, tras el descubrimiento de unos sistemas de vigilancia con cámaras de vídeo de la carretera al aeródromo.
«El martes negro»
En la retina de todos, el 23 de enero de 2007, fecha que en Líbano se recuerda como «el martes negro», cuando una huelga general degeneró en graves enfrentamientos armados.
Y es que esta nueva crisis ha estallado en el contexto de una huelga general convocada por los sindicatos y secundada ampliamente por la oposición para exigir incrementos salariales equiparables al brutal incremento del coste de la vida.
La huelga general, reprimida y obstaculizada por el Gobierno, se convirtió en una jornada de movilización contra las medidas arbitradas para desarmar a Hizbulah. Sus partidarios bloquearon la carretera al aeropuerto de Beirut.
La mayoría de los vuelos seguían ayer cancelados y sólo cuatro aviones pudieron despegar con destino a otras capitales árabes y a París.
Hiizbulah cuenta con el apoyo del líder cristiano maronita Michel Aoun, quien recordó que desmantelar la red de comunicaciones de la organización chiíta equivale a desarmarlo, tal y como exigen desde hace meses tanto EEUU como Israel.
Las fuerzas pro-gubernamentales respondieron al bloqueo del aeropuerto cerrando la carretera principal del valle de la Bekaa hacia la frontera siria, concretamente la carretera entre Chtaura y Baalbeeck, feudo de Hizbulah, y la carretera desde Beirut al sur de Líbano, mayoritariamente chiíta.
Fuentes independientes reportaron enfrentamientos entre los chiítas de Amal (otro grupo opositor) y milicias drusas en el oeste de la capital.
Líbano está sumergido en la crisis política más grave desde el final de la guerra civil en 1990. Sigue sin presidente desde noviembre del año pasado y EEUU presiona para que sea imposible un acuerdo de reparto de poder entre Gobierno y oposición en el multicomunitario País de los Cedros.
ONU y EEUU
EEUU y la ONU aprovecharon para arremeter contra Hizbulah y su fortaleza como movimiento de resistencia nacional. El Consejo de Seguridad llamó a la calma y mostró su apoyo a las «instituciones» multicomunitarias del país.
Hariri da marcha atrás y propone un pacto a Nasrallah
El máximo líder de la coalición que sostiene al Gobierno pro-occidental libanés, Saad Hariri, instó al dirigente de Hizbulah, Hassan Nasralah, a que «ponga fin al sitio a Beirut», escenario de crecientes y graves enfrentamientos que incluían asaltos armadas a sedes políticas pro-gubernamentales.
En una aparente marcha atrás sobre sus últimas decisiones, Hariri planteó un pacto que consideraría las decisiones del Gobierno un «malentendido», en referencia a la decisión del gabinete de esta semana de declarar ilegal la red de comunicación y destituir al jefe de la seguridad del aeropuerto de Beirut.
«Lo que está pasando es un crimen y debe parar inmediatamente», añadió el hijo del ex primer ministro, Rafic Hariri, líder sunita con vínculos con Arabia Saudita muerto en atentado -atribuido por EEUU a Siria- en febrero de 2005. Hariri apostó por una salida negociada a la crisis de la elección de presidente -apuesta no compartida en los últimos meses por su grupo parlamentario-.
La televisión 'Futuro', el diario 'al-Moustaqbal' y la radio 'Este' "cerraron sus puertas y están bajo control del ejército. La suspensión llega después de una sangrienta noche en la que al menos siete personas murieron y otras 10 resultaron heridas en enfrentamientos en Beirut entre partidarios de la mayoría y de la oposición, encabezada por el grupo chií Hizbulá.
Según explicó su director, Imad Assi, a la emisora 'Voz del Líbano', el canal ha decidido suspender sus emisiones "después de recibir amenazas" y el edificio abandonado ha pasado ahora a estar bajo la custodia del Ejército libanés. Poco antes, hombres armados habían atacado la sede de la televisión, después de haber hecho lo mismo con los locales del periódico del mismo nombre, que también fue evacuado.
Los empleados del canal abandonaron el edificio, en el oeste de Beirut, protegidos por el Ejército. El último que lo hizo fue el director después de asegurarse que todos estaban bien. Medios informativos no descartan que 'Futuro' pueda transmitir desde otro local.
Los combates se tornaron muy violentos después del discurso del jefe de Hizbulá, Hasan Nasrala, que aseguró que mantendrá a sus seguidores en las calles mientras el Ejecutivo libanés no revoque dos decisiones que considera contrarias a sus intereses. Nasrala aludía a la decisión gubernamental de eliminar la red de telecomunicaciones de Hizbulá y la de despedir al jefe de la seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair, afín al grupo chií.
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