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Berlusconi celebra el triunfo |
Silvio Berlusconi se apresta a ser, por tercera vez, primer ministro del Gobierno de Italia. El líder de la coalición del centro-derecha ha proclamado su victoria en las elecciones y se ha mostrado abierto a un diálogo con la oposición. En su primera reacción tras las declaraciones de su rival, el líder del centro-izquierda, Walter Veltroni, que ha reconocido hoy la derrota en las elecciones parlamentarias, Berlusconi ha dicho que se avecinan "meses difíciles", que demandarán "un gran coraje de los italianos".
El magnate televisivo ha afirmado que ya tiene en mente cual será su Gobierno, el cual durará los cinco años de la legislatura, según ha declarado en la televisión pública RAI. Según las últimas proyecciones de voto del Instituto Consortium para la televisión pública RAI, la lista conservadora que lidera Berlusconi logrará la mayoría absoluta en ambas cámaras.
La coalición liderada por Berlusconi (Pueblo de la Libertad más la Liga Norte más el Movimiento Autónomo), obtendría en el Senado 164 escaños y los progresistas, 139 asientos, mientras que el centrista UDC lograría tres escaños y otros tres quedarían por repartir.
En la Cámara de Diputados, las proyecciones le dan 340 asientos, mientras que la formación que lidera el progresista Veltroni, que va unido con la Italia de los Valores, de Antonio Di Pietro, se quedaría en 241, de los 630 puestos.
"Como es constumbre en todas las democracias occidentales, y como siento que es lo correcto, he llamado al líder del Partido de la Libertad, Silvio Berlusconi, para reconocer su victoria y desearle buena suerte en su trabajo", ha dicho Veltroni, líder del Partido Demócrata (PD) a los periodistas.
La Liga Norte, aliada de Berlusconi, es la que inclina la balanza a favor de la derecha, tanto en el Congreso como en el Senado, al duplicar sus resultados. El líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, a quien los resultados parciales revelan como uno de los grandes vencedores de estas elecciones, ha asegurado que su partido "mantendrá sus pactos y pedirá a los demás que mantengan también los suyos", en referencia al apoyo a su aliado Berlusconi.
Veltroni ha resaltado que el crecimiento del centro-derecha se debe sobre todo al impulso que ha tomado la Liga Norte, el partido secesionista con sede en el norte del país, y que habría obtenido entre 6% y 8% de los votos, según las proyecciones.
Gran remontada
No puede negarse que pese a su derrota, Veltroni se ha erigido como una fuerza de contrapeso en la política italiana, en un país donde la población está cansada y desilusionada con los políticos. El nuevo Gobierno que salga de las urnas será el número 62 en 63 años.
El mismo Veltroni ha reconocido que estos resultados representan una "gran remontada política y electoral" para su formación que se presenta por primera vez en unos comicios generales, al comenzar 22 puntos por debajo del partido del mangate de 71 años. Esto permitirá al Partido Democrático llevar al Parlamento "la mayor fuerza reformista que nunca haya habido en Italia".
Veltroni ha reiterado la completa disposición de su partido para afrontar de inmediato las reformas institucionales que necesita el país, entre ellas la ley electoral.
Gobernar con los aliados
El portavoz del PDL, Paolo Bonaiuti, ha dicho en la televisión pública italiana que el partido gobernará y junto a sus aliados, "garantizarán a Italia un Gobierno estable con el que tranquilizar al país y sacarlo de la emergencia".
El principal reto es el económico. Italia necesita reformas estructurales importantes para escapar de una recesión inminente.
"Si se confirma este resultado, significará que los italianos han elegido un primer ministro creíble, experto y capaz de traducir en hechos los compromisos adquiridos" durante la campaña electoral, ha dicho Bonaiuti, que ha agregado que los que han ganado son los italianos que "pedían un cambio y un vuelco neto después del desastre provocado por el Gobierno de izquierda".
La extrema izquierda sale del mapa
(esta nota de prensa ha sido extraida del panfleto El Pais)
El gran perdedor tras los dos días de jornada electoral ha sido el partido Izquierda Arco Iris, que seguramente no llegará a tener representación parlamentaria. El líder del partido, Fausto Bertinotti, ha reconocido esta "derrota neta" de magnitudes "imprevistas" y que requerirá una "reflexión profunda". Por esta razón, Bertinotti presentó su dimisión como dirigente del partido.

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Así se desprende de los resultados oficiales parciales facilitados por el Ministerio del Interior y de las estimaciones realizadas por el Instituto Consortium para la radiotelevisión pública, RAI.
En la Camera dei Deputati, el equivalente al Congreso español, (la lista de Berlusconi), junto con la Liga Norte y el Movimiento para la Autonomía, obtendrían 340 diputados, mientras que la formación progresista del ex alcalde de Roma Walter Veltroni, el Partido Demócrata (PD) —coaligado con la Italia de los Valores, de Antonio Di Pietro—, se quedaría en 241 escaños.
En porcentaje de voto, escrutado el 59% de las papeletas, el PdL aventajaba al Partido Demócrata en 7,5 puntos: 45,8% para los conservadores y el 38,3% para los progresistas.
Les siguen la lista de la democristiana UDC, de Pieferdinando Casini, antiguo aliado de Berlusconi, que logra el 5,6%, seguida de la Izquerda-Aro Iris, el cartel electoral de los partidos comunistas italianos y los verdes, con el 3,2%.
Mayoría también en el Senado
La victoria de Berlusconi ha tenido su correlato en el Senato. El Ministerio del Interior, con casi el 51,8% de los colegios electorales analizados (29.747 de 60.048), concedía el 46,3% de los votos al Pueblo de la Libertad y el 38.8% al Partido Democrático.
Eso se traduciría, según las proyecciones realizadas por la RAI, en una nueva mayoría absoluta de Berlusconi en el Senado: 164 diputados frente a 139 de Veltroni.
Por su parte, la democristiana UDC, de Pierferdinando Casini, obtiene el 5,5% de los apoyos y la Izquierda-Arco Iris, del comunista Fausto Bertinotti, el 3,3%.
Berlusconi, abierto al diálogo
Las primeras reacciones del líder conservador fueron, en contraposición al tono de su campaña electoral, conciliadoras. En unas declaraciones al programa de la RAI 'Porta a porta', Berlusconi, proclamó su victoria en las elecciones legislativas y se mostró abierto a un "diálogo con la oposición".
El ex primer ministro italiano aseguró que ya tiene en mente cuál será su Gobierno, que durará, dijo, los cinco años de la legislatura, y aventuró que a su país le esperan "meses difíciles".
El reformismo de Veltroni
El líder del Partido Demócrata, formación que como tal se presentaba por primera vez a unos comicios generales, destacó que el resultado obtenido es "muy importante" y recordó que el pasado septiembre la diferencia con el Pueblo de la Libertad era de 22 puntos, que se "han ido recuperando progresivamente".
Así, habló de una "gran remontada política y electoral", que les permitirá llevar al Parlamento "la mayor fuerza reformista que nunca haya habido en Italia".
Veltroni reiteró la "plena disposición" de su formación a afrontar de manera inmediata las reformas institucionales que necesita el país", entre ellas la ley electoral.
Dimite el comunista Bertinotti
Otro de los 'damnificados' por el triunfo de Berlusconi ha sido el presidente en funciones de la Cámara de Diputados y cabeza de la lista Izquierda-Arco Iris, Fausto Bertinotti.
En una decisión que recuerda, en España, a la dimisión comunicada a las bases por el líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, Bertinotti anunció el lunes que abandona el liderazgo de esta coalición de partidos comunistas y de los verdes tras la derrota sufrida en las elecciones.
"Es una derrota neta, de proporciones imprevistas", dijo Bertinotti, de 68 años, tras conocer, según las proyecciones de las votaciones, que su grupo se ha quedado fuera tanto de la Cámara de Diputados como del Senado al no haber conseguido los votos mínimos que exige la ley electoral. El ala izquierda del espectro político se quedaría en torno a un 3,3%, frente al casi 10% de 2006.
Sube la extrema derecha
(esta nota de pren sa ha sido extraida del panfleto El Mundo)
Hasta el momento, uno de los aspectos más destacados, además del eventual triunfo de Berlusconi, es la subida que ha registrado el partido de extrema derecha Liga Norte, que conseguirá, según las proyecciones, entorno a un 6-8% de los votos, frente al 4,58% registrado en 2006.
En cuanto a la participación en los comicios, la Cámara de los Diputados registra una asistencia ligeramente superior a la de 2006 (80,9%, frente a un 80,6%), mientras que en el Senato desciende más de dos puntos (81% en 2008 y un 83.5% en 2006).
Los resultados oficiales, tras escrutar 55.600 de las 60.000 mesas electorales, otorgan a la coalición de Berlusconi el 47,1% de los votos del Senado contra el 38,1% del centro-izquierda de Walter Veltroni.
Según cálculos de las firmas especializadas en proyecciones, Berlusconi obtuvo la mayoría absoluta en el Senado, con 162 escaños sobre un total de 315, y en la Cámara de Diputados, cuenta con ventaja del 8,5%, según las proyecciones.
Berlusconi dispondrá de una amplia mayoría en el Parlamento para gobernar y pasar página a la derrota por un puñado de votos que sufrió en el 2006, cuando perdió la oportunidad de ser reelegido.
"La victoria de Berlusconi es clara, la derecha gobernará el país", reconoció el líder del Partido Democrático, Walter Veltroni y principal adversario de Berlusconi durante una conferencia de prensa celebrada este mismo lunes en Roma.
El líder de la derecha italiana gozará de holgada mayoría en las dos cámaras del Parlamento para poder gobernar a Italia, una república con un régimen parlamentario.
El ex alcalde de Roma, Walter Veltroni, de 52 años, alcanza el 33% de los votos en el Senado, un resultado relativamente positivo, ya que cargaba la herencia del desgastado gobierno de centro-izquierda de Romano Prodi, que cayó tras 20 meses de divisiones.
"Veltroni esperaba obtener un resultado mejor", comentó a la AFP el politólogo Stefano Folli, director del diario Il Sole 24 Ore.
El desafío de Veltroni, con el recién fundado Partido Democrático (PD), que intentó movilizar a cientos de italianos prometiendo "reformas serenas", fue acogido tibiamente por los italianos, que prefirieron el regreso de Berlusconi.
Otro partido que según las proyecciones obtendría un resultado notable es la Liga Norte, el movimiento federalista y populista de Umberto Bossi, con frecuencia xenófobo, el cual alcanzaría un 8,3%, contra el 4,5%, del 2006.
"Su influencia será notable", comentó el politólogo Massimo Franco.
Bossi llegó a amenazar con "tomar los fusiles contra los canallas romanos" y presiona para que Alitalia no sea vendida al grupo franco-holandés Air France-KLM, que será la primera prueba delicada para el tercer gobierno de Berlusconi.
"Berlusconi es un amigo y nosotros no traicionamos. No será rehén de la Liga Norte", aseguró Bossi en declaraciones para la televisión.
Berlusconi, que rompió con los moderados democristianos de UDC de Pier Ferdinando Casini, prometió recortes de impuestos y un relanzamiento económico para enderezar la economía italiana.
Al contrario de otras ocasiones, anunció "medidas impopulares" y "sacrificios" para reactivar la economía, deprimida por la falta de crecimiento, los salarios bajos y el alto coste de la vida.
La tasa de participación fue del 80,4% en las votaciones, tres puntos y medio menor que en el 2006, pero entre las más altas en Europa.
Los más afectados por la derrota han sido los partidos de la izquierda radical, comunistas y verdes, que bajo la bandera "Izquierda Arco-Iris", alcanzaron sólo el 3,5% de los votos en el Senado, contra cerca del 11,5% que lograron separadamente en el 2006.
Tales partidos corren el riesgo de no salir representados en el nuevo Parlamento por primera vez en su historia.
"El electorado quedó decepcionado por su actitud durante el gobierno de centro izquierda", comentó el politólogo Marco Tarchi.
Los escándalos por los privilegios de la llamada "casta" política y la incapacidad de resolver el problema de las basuras que sumergen Nápoles (sur) contribuyeron probablemente a la derrota de la izquierda.
(esta nota de prensa esta extraida de AFP, aun siendo falsimedia es mas honesta, cuando habla de casta politica se refiere a...)
La Izquierda Arco Iris fue creada el pasado diciembre de cara a los comicios de hoy, después de la ruptura de la coalición de centroizquierda 'La Unión', liderada por Romano Prodi, que gobernó en la recién acabada legislatura.
Para los comicios de 2006, Refundación Comunista, incluida en 'la Unión', conquistó 41 diputados y 27 senadores, muy lejos de los pobres resultados logrados hoy por la Izquierda Arco Iris.
Este desastre en las urnas ha llevado a la dimisión del líder de la Izquierda Arco Iris, el comunista Fausto Bertinotti, de 68 años, que tras más de cuarenta dedicado a la política anunció, antes del final del escrutinio de los votos, que se retiraba.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, Bertinotti, presidente saliente de la Cámara de los Diputados, admitió su derrota y dijo que era "de proporciones imprevistas", a la vez que instó a "un proceso de renovación en la izquierda italiana".
Las explicaciones para la derrota de la izquierda son tan variadas como personajes políticos existen en el país.
Mientras el líder del PCI, Oliviero Diliberto, la atribuyó a la desaparición en el símbolo de la coalición de la hoz y el martillo, tradicionales símbolos del comunismo, el hasta ahora portavoz de los Verdes en el Congreso, Angelo Bonelli, explicó que no se ha sabido comunicar bien la propuesta política.
El portavoz en el Senado de Refundación Comunista, Giovanni Russo Spena, dijo que la polarización de la campaña electoral en los dos grandes partidos (el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, y el Partido Demócrata de Walter Veltroni) había "penalizado" al resto de las formaciones.
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