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Moscú: Estrategia de Seguridad |
Tres de las mayores amenazas para Rusia
se originan en EEUU
según documento del Kremlin.
Pese a la tan proclamada como publicitada voluntad del Kremlin y de la Casa Blanca de “relanzar” la deteriorada relación bilateral, tres de las mayores amenazas a la seguridad nacional rusa –el afán de romper la paridad en materia de armamentos, el escudo antimisiles en Europa del este y la expansión a sus fronteras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)– se originan, como antes, en Estados Unidos.
Esta conclusión refleja la posición oficial del Kremlin y está contenida en la Estrategia de Seguridad Nacional de Rusia hasta el año 2020 –especie de compendio de riesgos y prioridades en 23 cuartillas– que entró en vigor hoy mediante un decreto firmado por el presidente Dimitri Medvediev.
El documento identifica muchos otros peligros para Rusia, como son el impacto negativo de la crisis financiera global en la economía rusa, la disputa por los recursos naturales, el eventual surgimiento de conflictos armados cerca de sus fronteras, el espionaje, el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado, por mencionar sólo algunos.
Para dentro de poco más de una década, Rusia se fija como meta “convertirse en potencia mundial, capaz de mantener los equilibrios estratégicos”, y aspira a ser jugador clave en los esfuerzos para impulsar un modelo multipolar de orden internacional, en el cual las relaciones entre los estados, sin claudicar en la defensa de los legítimos intereses propios, sean justas y equitativas.
Rusia apuesta por practicar una política exterior “pragmática” y evitar la confrontación, rechaza involucrarse en una nueva carrera armamentista, pero reitera que instrumentará medidas que sean necesarias para mantener la paridad nuclear con Estados Unidos.
El Kremlin ratifica su disposición a alcanzar nuevos acuerdos con el gobierno estadunidense en materia de desarme y control de armamentos, de igual manera que buscará fortalecer las medidas de confianza entre ambos países.
A la vez, de no revertirse esas intenciones se compromete a contrarrestar la posible instalación del sistema antimisiles de Estados Unidos en Europa del este y la expansión de la OTAN hacia sus fronteras “con efectivas respuestas (armamentísticas), que impliquen el menor gasto posible”.
Estos temas, huelga decirlo, dominarán la agenda de la primera visita a Rusia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confirmada ya del 6 al 8 de julio.
La Estrategia de Seguridad Nacional reconoce que Rusia utiliza sus materias primas energéticas como arma de influencia política: “El paso del enfrentamiento de bloques a los principios de diplomacia multivectorial, así como el potencial de recursos naturales de Rusia y la política pragmática de uso de los mismos, ampliaron las posibilidades de nuestro país para robustecer su influencia en el ámbito mundial”.
La principal diferencia de este texto con el anterior, vigente desde 1997, es que el nuevo establece por primera vez criterios –esencialmente económicos– para evaluar el estado de la seguridad nacional en Rusia.
Cada año, el Consejo de Seguridad de Rusia, instancia encargada de elaborar el documento, hará un balance del monitoreo de una extensa relación de indicadores económicos, con especial énfasis en el grado de renovación de armamentos y de satisfacción de las necesidades de los militares.
Juan Pablo Duch
La Jornada by inSurGente

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
El documento no nombra a los adversarios potenciales, pero Rusia, el mayor productor mundial de energía, comparte más de 3.600 kilómetros de frontera con China, país hambriento de recursos, y una pequeña frontera marítima con Estados Unidos.
"En una competencia por los recursos, no pueden ser excluidos problemas que involucren el uso de fuerza que destruiría el equilibrio de fuerzas cerca de las fronteras de la Federación Rusa y sus aliados", dice el documento, que detalla la estrategia de seguridad de Rusia hasta el 2020.
"La atención de la política internacional en la perspectiva de largo plazo se concentrará en la adquisición de recursos de energía", agrega el documento.
Señala que las regiones donde puede surgir tal competencia incluyen a Oriente Medio, el Mar de Barents, el Artico, el Mar Caspio y Asia Central. Rusia también anticipa un incremento en la competencia por los alimentos, el agua potable y la tierra.
El documento sobre estrategia fue aprobado el martes por el presidente Dmitry Medvedev y publicado el miércoles por el Consejo de Seguridad ruso, que incluye a los políticos de más importancia y a los jefes de seguridad y es presidido por Medvedev.
Rusia, el mayor productor mundial de gas y segundo exportador de petróleo, considera estos recursos como una forma de revivir su dominio como "superpotencia energética" luego del caos que acompañó la caída de la Unión Soviética en 1991.
RIVALIDAD POR GAS
El Kremlin ha observado con descontento que la Unión Europea, Estados Unidos y China busquen desafiar su poder sobre los suministros de energía de la ex Unión Soviética.
El ex presidente Vladimir Putin, que actualmente es el primer ministro, ha acusado a Washington de codiciar la riqueza mineral de Rusia.
La Unión Europea, que obtiene un cuarto de su gas de Rusia, está impulsando el proyecto de un gasoducto conocido como Nabucco que circunvalaría Rusia y transportaría 31.000 millones de metros cúbicos de gas del Mar Caspio a Europa.
La UE, ha cortejado a Turkmenistán, el mayor productor de Asia Central, como un posible abastecedor de Nabucco. Esto ha provocado una febril diplomacia de Rusia para conservar intacto el control de Moscú sobre el gas Turkmenistán.
La energía, que no fue un tema durante la breve guerra con Georgia de agosto pasado, estuvo en el centro de una disputa con Ucrania este enero que condujo a la mayor interrupción en décadas de los suministros de gas rusos para Europa.
El documento dice que Rusia buscará ampliar sus lazos con potencias en vías de desarrollo como Brasil, India y China y la Organización de Cooperación de Shanghái, que reúne a China y a los estados de Asia Central.
Rusia buscará convertirse en una de las cinco economías mayores del mundo en el corto plazo pero su dependencia de la exportación de petróleo, gas y recursos naturales es una debilidad perenne que necesita ser resuelta, según el documento.
Editado en español por Marcel Deza
Guy Faulconbridge
Reuters - MOSCU
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