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Crece la tensión con Rusia |
La OTAN en operaciones
El Cáucaso, el otro polvorín de Obama
En medio de un renovado clima de tensión entre y Rusia y el eje EEUU-OTAN, este martes fuerzas de la alianza atlántica iniciaron maniobras militares en Georgia, un enclave estratégico de "occidente" rodeado por un dispositivo militar ruso desde agosto del año pasado.
Los casi treinta días de duración de los ejercicios de la OTAN, en una región altamente militarizada y con las dos flotas navales posicionadas una enfrente de la otra en el Mar Negro, preanuncian un creciente estado de tensión en el Cáucaso.
La OTAN inició este martes en Georgia maniobras militares conjuntas en la que también participan varios países no aliados y que ya han generado el rechazo frontal de Rusia y las repúblicasseparatistas Osetia del Sur y Abjasia.
La primera etapa de los ejercicios militares denominados "Cooperative Longbow 09/Cooperative Lancer 09", que se llevan a cabo en el marco del programa aliado "OTAN Asociación para la Paz", se realizará a nivel de estados mayores y se prolongará hasta el 19 de mayo.
En las maniobras militares participarán 650 militares de 20 países aliados y socios, incluidos nueve Estados miembros (España, Estados Unidos, Canadá Grecia, Turquía, Reino Unido, Albania, Croacia y Hungría), otros diez países socios de la Alianza (Georgia, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia, Moldavia, Kazajistán y Suiza) y Emiratos Árabes Unidos.
Según interpretan analistas rusos, se trata de una peligrosa reedición de "escalada militar" en un escenario internacional dominado por una crisis recesiva de difícil pronóstico y desenlace, que le suma a EEUU otro peligroso frente abierto en una región petrolera marcada por los conflictos en Pakistán y Afganistán.
Moscú llamó a la Alianza y a los países participantes a cancelar esos ejercicios, pero solo consiguió que renunciaran a su participación al menos cuatro estados que son aliados suyos, Armenia, Moldavia, Kazajistán y Serbia.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, afirmó que el plan aliado de efectuar estas maniobras "es miope y no contribuye a la reanudación de los contactos entre Rusia y la OTAN", que rompió su cooperación con Moscú tras invadir el Ejército ruso Georgia el año pasado.
Al mando de las maniobras está el jefe del cuartel general aliado en Madrid, teniente general Cayetano Miró Valls, mientras su supervisión en el teatro de operaciones está a cargo del brigadier general italiano Giovanni Savarese.
Los ejercicios de estado mayor, que se llevan a cabo en la base militar de Viazani, en las afueras de Tiflis, buscan -segúnla OTAN- "elevar el grado de complementación de los países miembros a nivel de brigadas multinacionales en situaciones de crisis".
A las protestas de Rusia se sumó este martes Osetia del Sur, que denunció que los ejercicios suponen una "abierta demostración" de apoyo por parte de la OTAN a la "máquina de guerra" georgiana.
"Las maniobras son una amenaza directa para la seguridad en el Cáucaso", aseguró Murat Dzhióyev, jefe de la diplomacia suroseta, quien enfatizó que "no hay garantía de que Georgia no utilice esta situación y el apoyo de la OTAN para sus agresivas intenciones".
Dzhióyev recuerda que los ejercicios militares tendrán lugar "en medio de la inestabilidad en la que se encuentra sumida Georgia", tras el motín militar que protagonizó la víspera un batallón de blindados cerca de Tiflis.
Las autoridades abjasas declararon a su vez que los ejercicios "pueden animar a Georgia a emprender nuevas aventuras militares y provocaciones contra Abjasia y Osetia, países independientes cuyos pueblos rechazan la coexistencia con Georgia dentro de un solo estado".
Paralelamente, las relaciones entre Rusia y la OTAN experimentaron un brusco giro de tensión que dejó sin efecto las conversaciones bilaterales que habían iniciado tras el conflicto armado desatado en la región en agosto del año pasado.
La Cancillería rusa informó este martes que la jefa de la Oficina de Información de la OTAN en Moscú y otro funcionario de esa institución han sido privados de sus respectivas acreditaciones en respuesta a la expulsión de dos diplomáticos rusos de Bruselas.
Según fuentes rusas y aliadas, la Cancillería belga a petición de la OTAN retiró las acreditaciones a dos funcionarios de la misión rusa ante la Alianza, Víctor Kochukov y Vasili Chizhov, este último, hijo del embajador de Rusia en la Unión Europea, Vladímir Chizhov.
La semana pasada, la Alianza expulsó de su sede en Bruselas a dos diplomáticos rusos acusándolos de "espionaje", y Rusia respondió este lunes expulsando de Moscú a dos representantes canadienses de la OTAN y anunciando que el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, no asistirá a la reunión del Consejo Rusia-OTAN que estaba prevista para este mes.
Las relaciones entre la Rusia y la OTAN congeladas después de la guerra del Cáucaso en agosto del año pasado, fueron sometidas a un proceso de ablandamiento rápido (en horno microondas) el pasado 28 abril.
En esa fecha, por primera vez desde el conflicto entre Rusia y Georgia, se celebró la sesión del Consejo Rusia-OTAN a nivel de embajadores, en la sede de la Alianza en Bruselas.
Los embajadores se reunieron para preparar la agenda del encuentro de ministros de Asuntos Exteriores del Consejo Rusia OTAN el próximo 19 de mayo, al cual Moscú comunicó que no asistirá.
Por su parte, las fuerzas leales al presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, sofocaron ayer una rebelión militar que, según Tbilisi, ha sido instigada por Rusia para impedir la realización de las maniobras de la OTAN que comienzan este martes en el país caucásico.
La renuncia de Lavrov fue acompañada luego del anuncio de la expulsión de dos diplomáticos de la OTAN en Moscú como réplica a la expulsión la semana pasada de otros dos rusos en la sede aliada acusados de espionaje.
Saakashvili aseguró por televisión que la situación estaba "bajo control" e hizo un llamamiento al Kremlin a "abstenerse de acciones provocadoras".
Moscú calificó esas acusaciones de "total desvarío" y afirmó que Saakashvili intenta desviar la atención de sus propios problemas políticos internos.
En los últimos días, Rusia, que ha instalado poderosas bases operativas en la región además de tener emplazada su flota naval en el Mar Negro, reforzó sus líneas militares en la frontera entre Osetia del Sur (epicentro del conflicto) y Georgia.
De esta manera, Rusia y el eje EEUU-OTAN vuelven a cruzarse peligrosamente en el Cáucaso, una región clave en la disputa estratégica por el control de los recursos energéticos de Eurasia que ya tuvo su primer desenlace armado con la llamada "guerra de Georgia" en agosto pasado.
Moscú interpreta el despliegue de fuerzas atlánticas como un intento del "eje occidental" de reafirmar su presencia militar en la región tras la derrota política, militar y diplomática sufrida con el posicionamiento militar de Rusia en el Cáucaso, en agosto del año pasado.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, calificó el jueves de "provocación descarada" los ejercicios que la OTAN efectuará en Georgia este mes de mayo.
"Los ejercicios que la OTAN tiene previsto llevar a cabo en Georgia son una provocación descarada por mucho que se intente convencernos de lo contrario", dijo Medvédev en el acto de firma de acuerdos con Abjasia y Osetia del Sur sobre vigilancia conjunta de fronteras, celebrado el jueves 30 en el Kremlin.
Georgia, puntal de estrategia USA en el Cáucaso, continúa rodeada por el aparato militar ruso, mientras que Ucrania (aliada de EEUU) y Moldavia (más inclinada hacia Moscú) están asediadas por conflictos políticos internos donde el sector "pro-ruso" está recuperando espacios de poder.
Esto denota el alto voltaje estratégico de la región donde se realiza el despliegue de las fuerzas de la alianza atlántica (OTAN).
A su vez Rusia, a una semana de las maniobras de la OTAN en el Cáucaso, consolidó su posición estratégica en la región mediante acuerdos militares con Osetia del Sur y Abjasia sobre el control ruso de las fronteras de esas repúblicas, reconocidas por Moscú como estados independientes, después de la invasión militar perpetrada por Georgia contra Osetia del Sur, en agosto del año pasado.
De acuerdo a los términos establecidos en los acuerdos, Abjasia y Osetia del Sur "delegan en Rusia las atribuciones en materia de vigilancia de la frontera estatal hasta que sean formados cuerpos republicanos de guardafronteras". Esta cláusula se aplicará a las fronteras tanto terrestres y aéreas como marítimas.
Según la cancillería georgiana, los acuerdos fronterizos suponen un intento de Rusia para fortalecer su potencial militar en "territorios ocupados de Georgia".
En agosto de 2008, las tropas georgianas atacaron a Osetia del Sur, y Rusia se vio obligada a intervenir con unidades militares para defender a la población suroseta, gran parte de la cual tiene ciudadanía rusa.
Durante el conflicto armado de tres semanas Moscú realizó cinco movidas claves: Pulverizó al Ejército de Georgia entrenado y armado por EEUU, se posicionó en el control de las áreas estratégicas de la región (principalmente del oleoducto BTC, un enclave energético de las petroleras anglo-estadounidenses), rompió virtualmente "relaciones" con la OTAN, dividió la ONU boicoteando todos los proyectos de resolución en su contra, y a inicios de septiembre reconoció la independencia de las provincias separatistas de Abjasia y Osetia del Sur que permanecían presionadas por el tutelaje del gobierno de Georgia, títere desembozado de la OTAN y del eje "occidental" en el Cáucaso.
Putin y Medvedev, luego de posicionarse militarmente con el control de Georgia, y de comprobar la lentitud de reflejos del decadente Imperio capitalista "occidental" referenciado en el eje USA-UE, vivieron el conflicto como una victoria en la disputa por el control del Cáucaso.
Nueve meses después el eje EEUU-OTAN-UE se reposiciona militarmente y provoca nuevamente a Rusia en el Cáucaso, creando una escalada que los expertos ya denominan el "reciclamiento de la guerra fría de Obama".
La administración de Obama sufre por estas horas su primer "crisis de imagen internacional" con la masacre aérea que terminó este martes con la vida de más de 120 personas, incluidos mujeres y niños, en Afganistán.
Pakistán, el Cáucaso y Afganistán, tres conflictos estratégicos que definen el mapa geopolítico militar en Eurasia, ya han convertido al "sueño americano" de Obama en una pesadilla imperial de incierto despertar.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
Durante un desfile donde se mostró el impresionante poderío militar nuclear y convencional de Rusia, el presidente Dimitri Medvedev previno el viernes contra las "temeridades militares" y afirmó durante la celebración del Día de la Victoria en la plaza Roja de Moscú que Rusia "defenderá firmemente sus intereses".
Durante su alocución, y en velado mensaje a la OTAN, Medvédev no ahorró críticas para las "aventuras militares" de algunos países, en clara alusión a Georgia, a la que Moscú acusa de agresión contra la región separatista georgiana de Osetia del Sur.
Este martes fuerzas de la alianza atlántica iniciaron maniobras militares en Georgia, un enclave estratégico de "occidente" rodeado por un dispositivo militar ruso desde agosto del año pasado.
Los casi treinta días de duración de los ejercicios de la OTAN, en una región altamente militarizada y con las dos flotas navales posicionadas una enfrente de la otra en el Mar Negro, preanuncian un creciente estado de tensión en el Cáucaso.
La OTAN inició el martes 5 en Georgia maniobras militares conjuntas en la que también participan varios países no aliados y que ya han generado el rechazo frontal de Rusia y las repúblicas separatistas Osetia del Sur y Abjasia.
"Cualquier agresión contra nuestros ciudadanos recibirá la debida respuesta", dijo, repitiendo la excusa utilizada por Rusia en agosto pasado para desplegar sus tropas en Osetia del Sur -la mayoría de los surosetas son ciudadanos rusos- y expulsar al Ejército georgiano.
Medvédev, que recibió hace un año el maletín con el "botón nuclear", que le permite controlar los mandos del arsenal atómico de Rusia, también rindió tributo a los 8,6 millones de soldados rusos caídos en la Gran Guerra Patria, como se llama en este país el capítulo soviético (1941-45) de la Segunda Guerra Mundial.
"Nuestra victoria sobre el fascismo" en la Segunda Guerra Mundial "es un gran ejemplo y una gran lección para todos los países, una lección que sigue estando de actualidad hoy, cuando una y otra vez aparecen quienes consienten las temeridades militares", dijo Medvedev al comienzo del mayor y más espectacular desfile militar que se ha realizado con motivo del Día de la Victoria en la Rusia moderna.
El discurso de Medvedev estaba dirigido a Georgia (y por tiro de elevación a la OTAN) , país con el que Rusia libró una breve guerra el pasado agosto. Moscú intervino en la región secesionista georgiana de Osetia del Sur para defender a sus fuerzas de paz y a sus ciudadanos cuando Tiblisi intentó recuperar el control de este territorio por la fuerza.
En el desfile, varios guardias de honor llevaban el Estandarte de la Victoria en la plaza Roja mientras una orquesta de 1.000 músicos tocaba marchas militares. Ésta fue la bandera que se izó en el edificio del Reichstag, el Parlamento alemán, para marcar el fin de la que se conoce como la Gran Guerra Patriótica de la antigua Unión Soviética.
El desfile, en el que participaron 9.000 efectivos de las FFAA, constituyó una demostración del poderío nuclear y convencional de las Fuerzas Armadas rusas.
Ante el Kremlin pasaron los últimos tanques de combate T-90, vehículos blindados y cañones. Además de sus enormes misiles nucleares estratégicos Topol-M y los lanzacohetes múltiples Smerch (Tornado), Rusia mostró por primera vez su sistema antiaéreo S-400 Triumph (llamado Growler por la OTAN).
Unos 70 helicópteros y aviones de combate -más del doble de los que participaron en el desfile del año pasado- sobrevolaron la plaza Roja a sólo 300 metros de altura.
Asimismo, se estrenó el helicóptero de ataque Mil Mi-28 (conocido como Havoc por la OTAN), que se puede utilizar de día y de noche y en las condiciones meteorológicas más adversas. Por último, los rusos pudieron observar el mayor bombardero del mundo, el Tupolev Tu-160 (Blackjack, según la OTAN), de la época de la Guerra Fría.
Medvédev presidió el desfile, el mayor desde 1990, junto al primer ministro, Vladímir Putin (el poder en las sombras de Rusia), quien decidió reanudar los grandiosos desfiles de la era soviética, y el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, que pasó revista a las tropas.
Como el año pasado, cuando se reanudaron las paradas con armamento pesado, las "estrellas" del desfile del Día de la Victoria fueron los misiles balísticos intercontinentales Tópol-M, el arma más temible del arsenal ruso que lleva una ojiva de un megatón de potencia.
También se exhibió otra pieza que es considerada el orgullo de la industria militar rusa: los cohetes táctico-operativos Iskander-M, capaces de superar el escudo antimisiles de Estados Unidos.
Además, los presentes y los millones de rusos que siguieron la parada por televisión pudieron ver las baterías de defensa aérea con cohetes S-300 PMU "Favorit" y S-400 "Triumf" y las lanzaderas de misiles Smerch -las más potentes del mundo-, Grad y Uragán, empleadas por el Ejército ruso en Chechenia.
Entre el armamento convencional, el más esperado fue el tanque "volador" T-90, capaz de saltar desde un avión en marcha y alcanzar una velocidad de unos 70 kilómetros por hora.
También sobrevolaron la plaza cazas Su-25, Su-27 y Mig-29, bombarderos estratégicos supersónicos Tu-160, que pueden alcanzar velocidades de hasta 2.230 kilómetros por hora, y helicópteros Ka-50 y Mi-28.
Medvédev considera que un nuevo acuerdo de seguridad debe ser la alternativa a la OTAN, cuya expansión al Este es considerada por Moscú una amenaza para su seguridad, y el "euroatlantismo", que el Kremlin considera anacrónico.
En las maniobras militares de la OTAN que se están realizando en el Cáucaso, participan 650 militares de 20 países aliados y socios, incluidos nueve Estados miembros (España, Estados Unidos, Canadá Grecia, Turquía, Reino Unido, Albania, Croacia y Hungría), otros diez países socios de la Alianza (Georgia, Ucrania, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Serbia, Moldavia, Kazajistán, Suiza y Emiratos Árabes Unidos.
Según interpretan analistas rusos, se trata de una peligrosa reedición de "escalada militar" en un escenario internacional dominado por una crisis recesiva de difícil pronóstico y desenlace, que le suma a EEUU otro peligroso frente abierto en una región petrolera marcada por los conflictos en Pakistán y Afganistán.
Paralelamente, las relaciones entre Rusia y la OTAN experimentaron un brusco giro de tensión que dejó sin efecto las conversaciones bilaterales que habían iniciado tras el conflicto armado desatado en la región en agosto del año pasado.
La respuesta del Kremlim a los movimientos militares de la OTAN en el Cáucaso consistió -además de mostrar su poderío militar en el desfile- en una serie de anuncios relacionados con su carrera armamentista.
Esta semana el presidente ruso anunció que a partir de 2011 Rusia comenzará el rearme y modernización a gran escala de sus Fuerzas Armadas, que en 2012 tendrán más de un millón de efectivos.
El ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, informó el viernes que la versión enmendada del presupuesto militar no prevé recorte alguno en el apartado de las fuerzas de disuasión nucleares.
"Todo se mantiene inalterable. No hemos tocado casi nada: ni la investigación, ni los prototipos experimentales, ni la modernización y los pedidos. Todo ello ha sido y sigue siendo nuestra prioridad", afirmó Serdiukov en declaraciones a Rossiyskaya Gazeta.
Rusia planea gastar más de 1,5 billones de rublos en programas de investigación y desarrollo, reparación y adquisición de material bélico en el período de 2009-2011.
El desarrollo de misiles Topol-M, RS-24 y Bulavá, así como de los respectivos vectores como submarinos estratégicos de la clase Yuri Dolgoruki (Proyecto 955 Boreo) se define como objetivo prioritario en el ámbito de las fuerzas de disuasión nucleares.
En los últimos días, Rusia, que ha instalado poderosas bases operativas en la región del Cáucaso además de tener emplazada su flota naval en el Mar Negro, reforzó sus líneas militares en la frontera entre Osetia del Sur (epicentro del conflicto) y Georgia.
La nueva demostración de fuerza en Moscú, y los anuncios de ratificación de su carrera nuclear se orientan como factor disuasivo y de advertencia al eje EEUU-OTAN-UE, en una región clave en la disputa estratégica por el control de los recursos energéticos de Eurasia que ya tuvo su primer desenlace armado con la llamada "guerra de Georgia" en agosto pasado.
(continue)
"Pienso que (las maniobras de la OTAN) no contribuyen en nada a la alcancía de seguridad europea, por el contrario, sólo agudizarán más la tensión", dijo Mevédev, al resaltar que actualmente en la misma Georgia hay mucha tensión.
Inscritas en el programa "Asociación por la Paz", las maniobras de la OTAN Cooperative Lancer/Cooperative Longbow comenzaron en Georgia el pasado 6 de mayo en una primera fase que durará hasta el día 19, y una segunda etapa del 21 de mayo al 3 de junio.
Medvédev resaltó la existencia de "otras acciones" que para el Kremlin tiene un carácter provocador y que impiden restablecer el dialogo entre Rusia y la OTAN.
"No obstante, confío que en el curso de encuentros podremos conversar sobre estos problemas y a lo mejor, se pueda dar un nuevo impulso a los contactos en esta dirección", indicó el presidente ruso.
Medvédev dijo que para avanzar en materia de seguridad, las organizaciones de seguridad no deben limitarse a buscar nuevas ideas o doctrinas, sino también poner atención y examinar propuestas e ideas anteriores que han demostrado su eficacia.
En el caso de las relaciones entre Rusia y la OTAN, Medvédev dijo que se refirió a los "principios" que en su tiempo fueron consignados en Practica di Mare, sede de la cumbre Rusia-OTAN en 2002, que elevó un nivel más alto la cooperación entre Moscú y Bruselas y delineó los mecanismos de trabajo del Consejo Rusia-OTAN.
La primera fase -ejercicios de estados mayores- tenía como objetivo "ensayar la compatibilidad de las fuerzas multinacionales a la hora de las misiones de paz", recordó el brigadier general italiano Giovanni Savarese, responsable de estas maniobras.
La segunda etapa -ejercicios de campo en la base militar georgiana de Vaziani- empezará el próximo 21 de mayo con la participación de hasta mil efectivos.
Rusia criticó a la OTAN en términos muy enérgicos por la celebración de maniobras en el territorio de Georgia, país que en agosto pasado lanzó una ofensiva militar contra Osetia del Sur.
El mandatario ruso indicó que la expansión de la OTAN hacia el este ha creado nuevas divisiones y ha lastimado la seguridad europea.
"No podemos sino preocuparnos por los ejercicios de la OTAN", declaró Medvedev tras reunirse con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.
"Crean tensión, y opino que no aportan nada a la seguridad de Europa", añadió.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, y el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, se reunieron para discutir los detalles sobre la próxima cumbre del G8 que tendrá lugar el próximo mes de julio en Italia.
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, la OTAN y algunas alianzas con naciones ex soviéticas deben formar parte en el nacimiento de un nuevo organismo de seguridad, dijo Medvedev en una entrevista con la cadena estatal de televisión.
Rusia y la OTAN comenzaron recientemente a mejorar sus relaciones que estuvieron congeladas tras la guerra de Rusia contra Georgia en agosto. Sin embargo, las tensiones nuevamente se incrementaron con la expulsión de diplomáticos y por los ejercicios militares que comenzaron a celebrarse la semana pasada en Georgia.
"¿Qué resulta mejor: crear una nueva estructura de seguridad o efectuar maniobras militares en una zona próxima y vecina al área que fue escenario de una acción militar hace menos de un año?", se preguntó Medvedev.
Moscú ha criticado a la OTAN por aceptar a repúblicas ex soviéticas y satélites de Europa Central y Oriental como sus integrantes y se ha opuesto ferozmente al plan de la Alianza Atlántica de incluir a los vecinos rusos de Georgia y Ucrania.
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