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Racismo y Sionismo más de lo mismo |
Delegados occidentales abandonaron hoy el salón donde se realiza la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Racismo, cuando el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad describió a Israel como un "gobierno racista".
En referencia a los palestinos, Ahmadineyad acusó a Israel de "desposeer a toda una nación bajo el pretexto del sufrimiento judío, con el objetivo de establecer un gobierno totalmente racista".
El presidente iraní también equiparó el sionismo, o nacionalismo judío, con el racismo. Mientras los diplomáticos occidentales se marchaban, algunos de los asistentes aplaudían las palabras de Ahmadineyad.
Dos manifestantes, ataviados con pelucas de colores, interrumpieron el discurso de Ahmadineyad al inicio de la alocución, pero el presidente iraní continuó hablando.
Los manifestantes fueron retirados por la policía. Antes del inicio de la conferencia, Israel llamó a consultas a su embajador en Suiza, Ilan Elgar, en protesta por la reunión que sostuvo la víspera el presidente suizo Hans-Rudolf Merz con Ahmadineyad.
"El encuentro del presidente de un Estado democrático con un negador del Holocausto como el presidente de Irán, quien también predica la destrucción de Israel, no concuerda con los valores que representa Suiza", señaló la cancillería israelí en un comunicado.
El gobierno suizo manifestó en un comunicado que ambos presidentes se reunieron para examinar cuestiones diplomáticas, incluyendo la condena a ocho años de cárcel impuesta el sábado pasado en Irán a una periodista iraní-estadunidense por presunto espionaje.
Con información de Notimex/CFE
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Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
El presidente de la República Islámica, acusado por Israel de antisemitismo, negación de Holocausto y llamamientos a destruir el Estado judío, llegó a Suiza para participar en una conferencia internacional contra racismo.
Israel está ausente en el foro, considerando que algunos políticos podrían utilizarlo para someter a críticas la política israelí en Oriente Próximo.
Alemania y Holanda también se negaron a enviar a sus representantes a Suiza, mientras Francia advirtió que su delegado y los representantes de otros países de la Unión Europea abandonarán la sala, si el presidente de Irán se permite lanzar nuevos ataques verbales contra Israel.
Se sumaron a boicoteo EEUU y Australia.
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También dijo que la intervención internacional en Afganistán no ha traído la paz ni la prosperidad a ese país, y que la invasión estadounidense de Irak ha causado "un millón de muertos y heridos" y pérdidas millonarias para la economía de ese país.
El discurso del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ante la Conferencia sobre Racismo de la ONU, ha sido una de las noticias predominantes en Ginebra.
Ahmadineyad, ha empleado gran parte de su discurso para denunciar la política represiva y la brutalidad de Israel contra los palestinos, palabras por las que ha sido constantemente abucheado por los asistentes occidentales y grupos ultraderechistas que había entre el público que, de este modo, se situaron junto al sionismo y su barbarie.
Poco después de que el dirigente iraní iniciara sus críticas hacia la política de Israel, los representantes de la Unión Europea abandonaron la sala. Y es que Ahmadineyad, no sólo ha denunciado la complicidad del gobierno estadounidense y de otros gobiernos occidentales con Israel sino que también ha criticado las intervenciones militares en Irak y Afganistán. Temas intocables en el sacrosanto occidente.
De esta forma, el líder iraní ha reprochado la actuación del orden político mundial, ya que a su juicio, el Consejo de Seguridad de la ONU siempre "ha acogido con el silencio los crímenes del régimen israelí, como los recientes bombardeos contra civiles en Gaza".
Ahmadineyad fue interrumpido durante su discurso con gritos de "asesino" por parte de contrarevolucionarios iraníes, a los que el presidente iraní ha dicho que perdonaba aunque los ha calificado de "ignorantes".
También miembros de grupos judíos y ONG favorables a Israel y al sionismo protestaban desde la entrada de la sala del Palacio de Naciones, donde se celebra la Conferencia.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha sido el primero en condenar el discurso de Ahmadineyad y ha pedido una "reacción" firme por parte de la Unión Europea.
Según ha afirmado en un comunicado, el presidente francés "condena totalmente este discurso de odio" del líder iraní.
Así, ha subrayado que el objetivo de la Conferencia sobre el Racismo de la ONU era "unir y movilizar a la comunidad internacional en la lucha contra el racismo bajo todas sus formas" y ha lamentado que el discurso de Ahmadineyad se haya situado en el extremo opuesto ya que, según expresa, es un "llamamiento al odio racista y se burla de los ideales y los valores inscritos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos".
Por ello, lamentó que Estados Unidos, junto a Israel, Italia, Australia, Canadá, Polonia, Holanda, Nueva Zelanda, Alemania hayan boicoteado la Conferencia "de forma antidemocrática y quieran imponer a la minoría sus posiciones".
"La mayoría de los problemas en nuestra región tienen como origen la interferencia de las potencias extranjeras, si no estuvieran, muchos problemas se resolverían", afirmó Ahmadineyad
"El régimen sionista nos trae la guerra, y nosotros no creemos que la guerra sea la solución para el mundo", afirmó el presidente iraní, quien defendió la convocatoria multirreligiosa de un referéndum en los territorios palestinos "para que de forma democrática se pronuncie toda la población, musulmanes, judíos y cristianos".
En la misma línea, Ahmadineyad defendió la supresión del derecho de veto con el que cuentan los cinco países que forman el Consejo de Seguridad de la ONU por "injusto y discriminatorio".
"Es injusto que 5 países tengan el derecho de anular las decisiones de los otros, que sean los abogados, los jueces y los ejecutores de sus órdenes y siempre en su propio interés", aseguró.
Y agregó que el poder de veto "no ha ayudado en nada para solucionar los problemas en Líbano, Gaza, Iraq, Afganistán y los conflictos africanos".
“La definición incorrecta de ser humano y de comunidad humana, los egoísmos, el expansionismo y el racismo son las raíces de los problemas de la humanidad”.
Ahmadineyad, que ha hecho estas declaraciones hoy lunes en un encuentro mantenido con los presidentes de los organismos de la ONU con sede en Ginebra, ha añadido:
“Hoy el mundo se halla en unas difíciles circunstancias; en amplias zonas del mundo existen crisis políticas, económicas y sociales, y en los últimos 60 años quizá no haya habido un solo día en el que la sombra de la guerra, la amenaza, la hostilidad y el odio no se haya cernido sobre la tierra”.
Sostuvo el mandatario que la “actual situación es mucho más frágil” porque “antes de la crisis económica mundial más de mil millones de personas vivían en la indigencia, y seguro que esta cifra ya ha aumentado, junto a la cifra del paro y la disminución de la esperanza de vida”.
“Hoy son varios los países que se hallan bajo un régimen de ocupación —prosiguió— cuyos pueblos viven en las peores condiciones. Hoy el tráfico de drogas se ha convertido en algo corriente, algo que está repercutiendo negativamente en la moral y la salud de una gran parte de la gente en general y de la juventud en particular. Esta situación ha influido de manera importante en las relaciones políticas y securitarias y en el desarrollo del terrorismo en el mundo. Hoy las matanzas y el terror se están incrementando por momentos en todo el planeta. Ya ha llegado la hora de que hagamos un esfuerzo conjunto y pensemos al unísono para conocer de manera acertada los problemas actuales de la humanidad y actuemos con una resolución unida para reformar este status quo”.
Ahmadineyad sostuvo que entre las soluciones “fundamentales” para solucionar todos estos desmanes están el “respeto al ser humano y a su dignidad así como a todos los individuos, respetar criterios únicos, admitir los mismos derechos para todos los pueblos, dejar que todos participen en la administración del mundo y arreglar la actual situación”.
“Yo creo que ya ha llegado el momento para que se haga una revisión desde la base de los sistemas que rigen el mundo y se defina un nuevo sistema de acuerdo a una definición acertada del ser humano, de los derechos humanos y de sus necesidades”, apostilló.
“La ONU es la que debería de ser la vanguardista de semejante reforma estructural y crear las oportunidades para que todos puedan participar en dicha reforma”, propuso.
“Para luchar contra el nefasto fenómeno del sionismo no basta una labor cultural sino que hay que esforzarse para que los sionistas y sus valedores no sigan haciendo un uso instrumental de los medios internacionales”.
“Hay que atraerse la voluntad de los gobiernos solidarios, mediante el respeto, para erradicar ese racismo evidente y procurar valientemente encauzarse hacia la reforma de las relaciones y de los sistemas internacionales”, ha añadido.
“Hoy el mundo se enfrenta a un racismo cuyo carácter grotesco ha dañado de manera palpable la dignidad humana y puesto en vergüenza a la comunidad humana en el comienzo de este tercer milenio”, ha agregado.
El mandatario iraní sentenció que el “sionismo representa totalmente el racismo” y que éste “recurre de manera falsaria a la religión utilizando los sentimientos religiosos de algunas personas desinformadas para ocultar su feo rostro. Lo que se debe tener seriamente en cuenta es que algunas grandes potencias y los detentadores de amplios intereses en el mundo utilizan su poderío económico, su gran influencia y sus grandes recursos mediáticos para inútilmente hacer uso de los crímenes del sionismo para paliar la fealdad de su existencia”.
“Desafortunadamente —prosiguió—, se observa que la retórica de apoyo al sionismo significa ser partícipe evidente en sus crímenes, algo que aumenta la responsabilidad de los representantes de los pueblos en este clima antihumano y de enmienda de las actitudes y de los comportamientos”.
Ahmadineyaed resaltó asimismo que “para defender los derechos humanos es menester defender los derechos de las naciones a ser libres para tomar importantes decisiones a nivel mundial sin que en ello influyan algunas potencias así como emprender algunas enmiendas estructurales y en las relaciones internacionales. Por esta razón, esta cumbre es un gran examen que será juzgado mañana por la opinión pública internacional de hoy. Las circunstancias generales del mundo están rápidamente cambiando en sus fundamentos. Las relaciones de poder se han vuelto muy frágiles y ya se escucha el crujido de la rotura de las columnas de la injusticia en el mundo”.
Insistió Ahmadineyad en que “las estructuras políticas y macroeconómicas se están desmoronando” y que “las crisis políticas y securitarias se están ahondando. La cada vez mayor crisis económica mundial, de la que no se ve ningún horizonte claro, aumenta las dimensiones cualitativas y cuantitativas de todos los cambios que tenemos ante sí”.
“Ahora en esta valiosa reunión me dirijo a ustedes, directivos, sabios y a todas las naciones del mundo que están sedientas de libertad, progreso y bienestar, y les digo que la administración injusta que domina la tierra ha tocado a su fin. Y este callejón sin salida al que ha abocado irremediablemente se ha debido a que esa gestión impuesta es injusta ya que se opone a la lógica del movimiento conjunto del mundo, un movimiento excelso, que tiene al ser humano como eje y a Dios y que se enfrenta contra cualquier injusticia y cualquier plan que sea contrario a los intereses de la naciones”.
“Su presencia supone una buena ocasión para discutir e intercambiar impresiones sobre las vías para el desarrollo de las relaciones bilaterales y la cooperación regional e internacional”, le ha manifestado el mandatario suizo.
Ahmadineyad llegó el domingo por la tarde al país alpino a el fin de participar en la Conferencia Internacional Antirracista Durban II.
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Las delegaciones europeas que abandonaron la sala en protesta por el discurso del presidente iraní dejaron claramente al descubierto su apoyo al racismo israelí y que están del lado de las carnicerías que se cometen contra el pueblo palestino, la última de las cuales se produjo durante la ofensiva contra la franja de Gaza.
EEUU, que boicoteó la conferencia posicionándose del lado de Israel en protesta por las críticas dirigidas contra este país en el proyecto del comunicado de clausura antes de ser modificado, con la pretensión de que se omitiera cualquier alusión al racismo israelí, tachó de «deshonrosas», «vergonzosas» y «rencorosas» las declaraciones del presidente Ahmadineyad, pero no dijo ni una sola palabra sobre deleznables prácticas sionistas contra los palestinos como las políticas de asentamiento, el muro racista, las detenciones arbitrarias y el trato que recibe más de un millón de ciudadanos árabes de nacionalidad israelí, peor que el que dispensaba a los ciudadanos africanos negros el régimen racista de Sudáfrica.
El presidente Ahmadineyad sólo dijo la verdad o tal vez se quedara corto ya que Israel es el sistema racista más abominable de la Historia, un país que se levantó a costa de desahuciar a un pueblo entero en países vecinos y en el destierro. Y aún más: éste régimen siguió expulsando a ese pueblo con aviones de fabricación estadounidense y segando vidas en los campamentos de refugiados de la franja de Gaza y del sur de Líbano.
Sí, Israel es un Estado racista y sus líderes han declarado que sólo negociarán con la Autoridad Palestina si ésta reconoce este Estado como judío, lo que supone quitarle la legitimidad y el derecho a la vida a 1200000 ciudadanos que representan una quinta parte de la población. Ayer precisamente un informe del Banco Mundial desvelaba que los colonos judíos de Cisjordania consumen cuatro veces más que los palestinos, los auténticos propietarios de las tierras. Estos colonos usurpadores disfrutan de piscinas y riegan sus campos con libertad mientras tres millones de palestinos viven sedientos a unos metros de allí.
Tal vez la señal más destacada de este racismo israelí sea el gobierno extremista de Benjamin Netanyahu que incluye partidos que quieren expulsar a los árabes, como Israel Beitenu (Israel Nuestra Casa), liderado por el racista extremista Avigdor Lieberman, ministro de Exteriores de este ejecutivo. El presidente iraní tuvo el coraje y el arrojo de decir una palabra de verdad, un valor que desafortunadamente no tiene ningún mandatario árabe. Las delegaciones árabes, concretamente la delegación palestina, estuvo de acuerdo en suprimir del proyecto del comunicado de clausura los párrafos que condenaban el racismo israelí como respuesta a las presiones estadounidenses e israelíes y con la esperanza de que estos dos países dieran marcha atrás al boicot de la conferencia y volvieran a participar en ella, una iniciativa que EEUU recibió con profundo desprecio.
Las delegaciones occidentales que abandonaron la sala de la conferencia durante el discurso del presidente Ahmadineyad demostraron cuán falsas son sus reivindicaciones de democracia y libertad de expresión pues, de creer en lo que predican, habrían seguido participando y respondido al presidente iraní con argumentos convincentes que demostraran el error de todo lo que dijo. Pero no creen en la democracia ni en el derecho de expresión si éstos destapan el racismo de un Estado que ellos levantaron y cuyas salvajes prácticas contra inocentes conocen.
Artículo traducido por Al Fanar Tradcutores
www.boletin.org
Editorial de Al Quds al Arabiya
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