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Obama Bin Laden perdonó a la CIA |
Jefe de inteligencia de Obama justifica torturas de la CIA
No todo fue tan malo: "Información de gran valor"
Al final la CIA de Bush no fue tan mala
Siguiendo la impronta del actual presidente que "perdonó" y "comprendió" los métodos de tortura para arrancar confesiones a supuestos "terroristas", el actual director de Inteligencia Nacional de EEUU, Dennis Blair, ha admitido en un informe interno de sus servicios que las técnicas permitidas por la anterior administración han servido para obtener información valiosa sobre terroristas.
"Informaciones de gran valor salieron de interrogatorios en que se usaron esos métodos y proporcionaron una mejor compresión de la red Al Qaeda, que estaba atacando a nuestro país", afirmó Blair.
Este documento, difundido por la CNN, llega menos de una semana después de que el Gobierno autorizase la difusión de informes que demostraban lo abusivo de algunos métodos llevados a cabo por agentes de la CIA y permitidos durante el Gobierno de George W. Bush.
Obama abrió el martes la puerta a que los funcionarios que diseñaron el marco legal que permitieron estas torturas sean procesados, aunque esta decisión correspondería en última instancia al Fiscal General Eric Holder. "Implica asuntos muy complicados. Como premisa general, creo que deberíamos mirar hacia delante y no hacia atrás", señaló.
El mandatario norteamericano expresó su preocupación porque el asunto se haya "politizado" en exceso, hasta tal punto de que las instituciones no puedan funcionar "de forma efectiva". En su opinión, el tema debe tratarse con el consenso de los dos principales partidos políticos, para que la sociedad no perciba que beneficia políticamente a demócratas o republicanos.
Aquellos que utilizaron la tortura como "método de interrogatorio" durante los años de gobierno de George W. Bush no serán juzgados ni perseguidos por la justicia, afirmó la semana el presidente de EEUU, Barack Obama, al cerrar lo que consideró "un oscuro y doloroso capítulo" de la historia norteamericana.
Con esta decisión, y con la publicación de una serie de memorandos que revelan el razonamiento legal que se usó para justificar tácticas que se equiparan con la tortura durante 2002 y 2005 contra militantes de Al Qaeda en las prisiones secretas que EEUU tenía en el exterio, Barack Obama dio el jueves un paso más para cerrar lo que consideró "un oscuro y doloroso capítulo" de la historia norteamericana.
"Es hora de reflexionar y no de castigar", señaló el presidente en un comunicado y en una carta enviada a los agentes de la CIA, en la que aseguraba que la nación debía proteger sus identidades "tanto como ellos protegen nuestra seguridad".
"Sería injusto procesar a los entregados hombres y mujeres que trabajaban para proteger a EEUU por una conducta que fue autorizada por el Departamento de Justicia", manifestó por su parte el fiscal general del Estado, Eric Holder.
Holder agregó que el gobierno estadounidense defenderá a cualquier empleado de la CIA en cualquier juicio que se emprenda dentro o fuera de EEUU.
Para la máxima autoridad de la Administración de Justicia de Estados Unidos, la práctica de la tortura y la elaboración de una cobertura legal para la misma no deben ser perseguidas penalmente cuando hayan sido el resultado de una práctica institucionalizada por un gobierno anterior.
Leon Panneta, director de la CIA, escribió en un mensaje a sus empleados:
"La CIA responde según el deber lo requiere".
Los memorandos redactados por la Oficina de Consejo Legal del Departamento de Justicia entre 2002 y 2005 se han hechos públicos tras una demanda interpuesta y ganada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, siglas en inglés).
En esos informes -cuatro en total- los abogados de Bush dieron el visto bueno a una serie de métodos de interrogatorio que se usaron contra 28 sospechosos de terrorismo.
Las tácticas empleadas van desde el tristemente método conocido como waterboarding o axfisia simulada hasta usar un collar de plástico para mantener a los detenidos sujetos por el cuello a los muros de las celdas de interrogatorio.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
De esta manera, la Administración del presidente del Cambio pretende encarar las consecuencias del uso por parte de un Estado de prácticas violatorias del derecho internacional, de los derechos humanos fundamentales.
Esta es la misma Administración que en voz de su secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo ayer que EEUU levantaría el genocida bloqueo que ejerce sobre el pueblo cubano, si Cuba se "democratiza".
Borrón y cuenta nueva (la vieja tesis de la Seguridad Nacional todo lo justifica)
A pesar de la violación sistemática de derechos humanos elementales por funcionarios de la CIA a quienes ellos consideran sospechosos de terrorismo o de colaborar con terroristas, el presidente del Cambio sustentó su decisión de no juzgar a los criminales en una apreciación personal: para Obama no es el tiempo de los "castigos" sino de la "reflexión", asegurando que los funcionarios que cumplieron con sus obligaciones -es decir, los torturadores-, lo hicieron "de buena fe".
"Los hombres y mujeres de nuestro servicio de inteligencia trabajan con coraje en primera línea en un mundo peligroso. Sus logros no se reconocen y sus nombres permanecen en el anonimato, pero gracias a sus sacrificios los estadounidenses están más seguros. Debemos proteger su identidad al igual que ellos velan por nuestra seguridad, para que puedan cumplir su trabajo con confianza", ha añadido.
El presidente ha vuelto a recordar que una de sus primeras decisiones fue prohibir el uso de esas técnicas de interrogatorio porque "no hacen más seguro" a Estados Unidos, y ha justificado la publicación de los informes asegurando que quiere evitar interpretaciones "imprecisas" sobre lo ocurrido.
La doctrina del presidente del Cambio se parece mucho a la utilizada por sus predecesores
Por su parte, el fiscal general, Eric Holder, declaró que la Administración Obama defenderá a cualquier funcionario que pueda ser enjuiciado por esos hechos "dentro o fuera" de Estados Unidos porque se trata de hombres y mujeres que trabajan para "proteger a Estados Unidos" y porque hacerlo, dijo, sería "injusto" ya que su actuación estaba refrendada por el Departamento de Justicia.
El pasado 7 de abril el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) reveló que un grupo de médicos ayudó a interrogar mediante torturas a sospechosos de terrorismo en prisiones secretas de la CIA, ubicadas en el exterior de Estados Unidos.
Según el CICR, los trabajadores médicos observaban a los prisioneros mientras eran maltratados y aconsejaban a los interrogadores si podían continuar, debían ajustar o detener los abusos.
El informe que detalla estas técnicas se basó en entrevistas a 14 prisioneros realizadas en 2007 y señala que 'el proceso de interrogación es contrario a la ley internacional y la participación de personal de salud es contrario a los estándares de ética médica'.
Fiscalía española recomienda no abrir caso por torturas en Guantánamo
La justicia española, que en las últimas décadas ha mostrado una propensión por juzgar delitos cometidos en otros países en su territorio, esta vez descartó enjuciar a cualquier exfuncionario estadounidense involucrado en torturas en la cárcel de Guantánamo.
Según un reporte de la agencia AP, la fiscalía española recomendó el viernes no investigar las denuncias de que seis ex funcionarios estadounidenses del gobierno de George W. Bush -incluido el otrora secretario de justicia Alberto Gonzales- sentaron las bases legales para torturar a supuestos terroristas en la prisión de Guantánamo.
Aunque su fallo no es obligatorio, el anuncio prácticamente condena las perspectivas de que el caso, presentado el mes pasado al juez español Baltasar Garzón por un grupo de abogados de derechos humanos, siga adelante.
Expliqua la nota de la agencia que los fiscales dijeron que cualquier investigación debería realizarse en Estados Unidos, no en España.
De acuerdo con el procedimiento judicial en España, Garzón pidió a los fiscales que se pronunciaran sobre si recomendaban la apertura de la investigación.
Los fiscales también cuestionaron la propiedad de un caso que efectivamente pondría en juicio "toda la política desarrollada -por muy reprobable que ésta sea- por la anterior administración de Estados Unidos durante su mandato, absolutamente incompatible con los límites, exigencias y fines del proceso penal en un estado de derecho".
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Por un lado, al dar a conocer estos memorandos, elaborados por los asesores legales del Departamento de Justicia de Bush en 2002 y 2005, da satisfacción a lo que pide el grupo de derechos civiles Unión de Libertades Civiles Americanas, que había impuesto una demanda contra el gobierno en Nueva York pidiendo su publicación invocando la Ley de Libre Información, que obliga al ejecutivo a publicar este tipo de documentos.
Sin embargo, Gibbs ha matizado que estos memorandos se publicarán censurados en parte.
Luz verde a la CIA
Por otro, cierra la posibilidad de que los trabajadores de la CIA que usaron estas técnicas interrogatorios sucios a través de una declaración oficial del fiscal general, Eric Holder, diciendo que sus actuaciones iban en línea de los consejos legales que se produjeron en aquella época.
Obama, que ha ordenado paralizar este tipo de interrogatorios internacionalmente condenados, ha asegurado en un comunicado que "nuestra intención es asegurar a aquellos que han cumplido con su deber confiando en la buena fe del consejo legal que le dió el Departamento de Justicia no estarán sujetos a actuaciones judiciales".
La CIA reconoció haber usado la asfixia simulada, una técnica usada en Camboya por los jemeres rojos que supone atar al preso de pies y manos, cubrirle su cabeza y tirarle agua para producirle la sensación de ahogo suficiente para creer que va a morir.
La agencia de espionaje estadounidense la utilizó contra tres detenidos en 2002 y 2003 que se consideraban jefes terroristas con el permiso de la Casa Blanca y el Departamento de Justicia, en parte gracias a los memorandos que ahora va a publicar Obama.
La lista de los horrores
En cuanto a los memorandos, en ellos se detalla que la asfixia simulado representa "una amenaza inminente de muerte" para el sospechoso de terrorismo pero que no constituye tortura porque no hay evidencia de que provoque daño mental, según uno de ellos realizado en 2002.
Por ese motivo, lo considera legal, junto con otras técnicas como poner un insecto en la celda de confinamiento, privarle de sueño, darle bofetadas y empujar a un detenido contra un muro.
Otro de ellos específicamente autorizaba el método de combinar múltiples técnicas sucias de interrogatorio, algo que las asociaciones de derechos humanos consideran que es particularmente doloroso y que es por sí mismo tortura aunque cada uno de los métodos sea legal.
Aunque el pasado mes el gobierno estadounidense dió a conocer nueve memorandos relacionados con el programa de interrogatorios, los cuatro hechos públicos contienen la lista más completa de los métodos autorizados por el gobierno y usados por la CIA.
Entre estos métodos estarían mantener a los detenidos desnudos durante largos periodos, dejarlos en una posición dolorosa también en largos periodos, privarlos de comida sólida, usar un collar de plástico para atarlos a muros, dejarlo pasando frío durante largos periodos, privarlos de sueño y golpearlo y patearlo.
Estas técnicas fueron aplicadas a al menos catorce detenidos sospechosos de ser dirigentes terroristas.
La publicación de estos memorandos supone también su retirada como documentos legales válidos.
La administración de George W. Bush autorizó métodos de interrogación que el país había tratado históricamente como torturas, y el presidente Barack Obama rechazó condenar a los funcionarios implicados, recuerda el Times.
Un portavoz anunció la víspera que Obama esperaba realizar este lunes su primera visita a las oficinas principales de la agencia, para entrevistarse con empleados y funcionarios de rango, comenta el periódico.
El mandatario autorizó la publicación de informes sobre las técnicas de coerción de la CIA, entre ellas, poner a los reos en espacios reducidos con insectos, privarlos del sueño, tirarlos contra las paredes y asustarlos con la asfixia.
Invitado por la cadena de la televisión Fox, el ex director de la agencia Michael Hayden acusó al gobernante de comprometer la seguridad nacional al permitir la publicación de dichos materiales sobre el trabajo de los agentes secretos.
Aunque es un hecho público que la CIA apeló a dichas prácticas para sacarle información a presuntos terroristas, los informes y declaraciones al respecto minimizaron la sistematicidad con que se hizo, según se comprueba de las nuevas informaciones.
La administración de George W. Bush autorizó métodos de interrogación que el país había tratado históricamente como torturas, y el presidente Barack Obama rechazó condenar a los funcionarios implicados, recuerda el Times.
Un portavoz anunció recientemente que Obama esperaba realizar este lunes su primera visita a las oficinas principales de la agencia, para entrevistarse con empleados y funcionarios de rango, comenta el periódico.
El mandatario autorizó la publicación de informes sobre las técnicas de coerción de la CIA, entre ellas, poner a los reos en espacios reducidos con insectos, privarlos del sueño, tirarlos contra las paredes y asustarlos con la asfixia.
Es necesario investigar más, para entender qué pasó, estimó Frederick A. O. Schwarz Jr., quien encabezó un comité especial del Senado que indagó en la década de los 70 sobre los abusos cometidos por la CIA.
Por su parte, la senadora Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia de la cámara alta, anunció una pesquisa sobre el tema.
También el Comité de Servicios Armados de ese órgano próximamente presentará su propia investigación, mientras varios demócratas de ambas cámaras exigen la creación de una comisión.
Del otro lado, el ex vicepresidente Richard Cheney y el ex director de la Agencia Michael Hayden cuestionaron la divulgación de los textos.
Funcionarios de la administración señalaron que Obama analizó durante varias semanas con expertos y abogados si publicar los memorandos, tras una querella presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles.
No obstante, tanto el mandatario como sus principales consejeros adelantaron que no se enjuiciará a quienes aprobaron las torturas contra los prisioneros y sus ejecutores en la anterior administración.
Los métodos publicados mencionaban entre otros procedimientos el “submarino”, aplicado en 266 oportunidades contra dos supuestos miembros de Al Qaeda
El presidente invocó "circunstancias excepcionales" para defender contra los críticos su decisión de hacer públicos los documentos de la administración Bush. Esas circunstancias extraordinarias, según Obama, eran que su administración enfrentaba una demanda judicial de una gran organización de defensa de las libertades civiles y que era "muy difícil montar un sistema de defensa eficaz" sin reconocer la existencia de esos modos de interrogatorio.
Obama aseguró que en muchas ocasiones los agentes se ven obligados a "trabajar con una mano atada a la espalda", forzados a obedecer leyes democráticas, frente a enemigos que ni las respetan ni se sienten constreñidos por ellas. "Al Qaeda no está limitada por ninguna Constitución. Pero lo que hace especial a EE.UU. es que mantenemos los valores aún en los tiempos difíciles, no sólo cuando es fácil hacerlo", declaró.
"No se desanimen por lo que ha ocurrido en las últimas semanas. No se desanimen por el hecho de haber reconocido que eventualmente cometimos algunos errores. Así es cómo aprendemos. Pero el hecho de que estemos listos para aprender de ellos y seguir adelante es justamente lo que hace que esté orgulloso de ser el presidente de Estados Unidos y que ustedes deban estar orgullosos de ser miembros de la CIA”.
"Luché en el pasado para proteger la confidencialidad de las informaciones consideradas secretas, y continuaré haciéndolo en el futuro. Nada es más importante que defender la identidad de los agentes de la CIA", agregó.
El acto celebrado en el cuartel de Langley (Virginia) sirvió para respaldar Leon Panetta, cuya designación en el Senado fue criticada por su falta de experiencia en inteligencia. Como Obama el jueves, Panetta aseguró que no sometería a juicio a sus empleados que utilizaron métodos como el del submarino.
Sin embargo, de acuerdo con huffingtonpost.com, Obama dio a conocer que está dispuesto a llevar a juicio a los funcionarios de la administración de George W. Bush involucrados en los escándalos de tortura en las cárceles de la CIA.
Declaró que estaría dispuesto a una investigación siempre y cuando estuviera a cargo de los dos partidos políticos de Estados Unidos, el Demócrata y el Republicano.
Obama dejó a criterio del procurador general de justicia de Estados Unidos el llevar a juicio a los abogados de la administración de George W. Bush que escribieron los memorandums aprobando métodos de tortura en interrogatorios.
El caso no está cerrado
Mientras tanto, la decisión de Obama de publicar los documentos secretos abrió distintos frentes contra la Casa Blanca. El primero, encabezado por el ex vicepresidente Dick Cheney, que acusa a Obama de vulnerar la defensa nacional, aseguró al canal de noticias Fox News que pediría una desclasificación de los resultados obtenidos gracias a los interrogatorios. Un punto de vista compartido por el ex director de la CIA, Michael Hayden, que subrayó el valor de los polémicos métodos utilizados.
Del otro lado del espectro político, la líder demócrata de la Comisión de Inteligencia del Senado, Dianne Feinstein, escribió a Obama pidiéndole que se abstenga de opinar en los próximos seis meses en procesos que tienen pendiente una revisión a puertas cerradas de su comisión, por el programa de interrogatorios.
Por otro lado, un relator especial de Naciones Unidas, Manfred Nowak, aseguró que la decisión de Obama de eximir a los agentes que practicaron torturas es ilegal.
“Estados Unidos, como otros países que participan en la convención de la ONU contra la tortura, está comprometido a realizar investigaciones criminales sobre la tortura y a llevar ante un tribunal a todos aquellos contra los que haya una sólida evidencia al respecto”, dijo Novak citado por el diario austriaco Der Standard.
La investigación del Senado subraya que tras esa decisión, las torturas se extendieron a las cárceles secretas de la CIA en varios países y del ejército en Iraq, Afganistán y la cárcel de la base naval de Guantánamo, sudeste de Cuba.
Añade que las advertencias de abogados militares sobre la legalidad y la efectividad de la tortura fueron ignoradas por las autoridades.
La publicación del texto sucede días después de que el gobierno de Barack Obama desclasificara cuatro memorandos sobre el tema de la anterior administración, que desató un debate nacional.
Mientras grupos defensores de los derechos civiles, legisladores demócratas y abogados exigieron llevar a la justicia a quienes autorizaron esas técnicas y quienes la aplicaron, republicanos y funcionarios de Bush criticaron su divulgación.
Los informes relatan los métodos aprobados por el anterior Ejecutivo, que incluyen mantener 11 días de pie a los detenidos o su encierro en lugares oscuros.
También se ponían insectos en cajas al lado de los reclusos para explotar sus miedos, se les desnudaba completamente o se les rociaba agua fría.
Nueve días antes, según documentos de la CIA citados en el documento, Rice se había reunido con George Tenet, director de la agencia de inteligencia en esa época, y dio su consentimiento "para que la CIA pueda proceder al interrogatorio previsto de Abu Zubaydah" bajo esa premisa.
Zubaydah estaba en poder de los estadounidenses acusado de ser un alto responsable de Al Qaida.
La autorización dada por Rice constituiría la primera aprobación de un alto responsable de la administración Bush para emplear una técnica de interrogatorio que el actual ministro de Justicia, Eric Holder, ha calificado de "tortura", según el informe.
El reporte del Senado constituye hasta el momento la cronología más completa establecida a partir de documentos desclasificados que marcan el apoyo del gobierno a estas prácticas.
Nuevos documentos hechos públicos por el Comité de Inteligencia del Senado, que investiga estas torturas, y desclasificados por el fiscal general, Eric Holder, indican que al menos una docena de miembros de la Administración Bush estaban presentes cuando el director de la CIA u otros responsables explicaron exactamente qué técnicas podrían usarse y cómo usarlas, según informa "The Washington Post".
Rice dio luz verde a estos métodos cuando, como consejera de Seguridad Nacional, se reunió el 17 de julio de 2002 con el entonces director de la CIA, George J. Tenet, al que dijo que la agencia "podía proceder con estos interrogatorios contra Abu Zubaida", uno de los presuntos terroristas que sufrieron estas torturas, pero debía ser aprobado por el Departamento de Justicia.
Abu Zubaida, palestino nacido en Arabia Saudí cuyo nombre real es Zayn al Abidin Muhamed Husein, fue capturado en Pakistán en marzo de 2002. Fue el primer detenido "de gran valor" bajo custodia de la CIA, como llamaban a los presos que se creía podían tener una información relevante para evitar ataques terroristas.
Rice y otras cuatro autoridades del Gobierno de Bush fueron informadas por primera vez de "métodos alternativos de interrogatorio, incluido el "waterboarding"" en mayo de 2002, según revelan los nuevos documentos.
Reunión para informar de las técnicas
Un año después, en julio de 2003, la CIA informó a Rice, al ex vicepresidente Dick Cheney, al ex fiscal general John D. Ashcroft, al entonces consejero de la Casa Blanca Alberto Gonzales, y al ex asesor legal del Consejo de Seguridad Nacional John B. Bellinger III sobre el uso del "waterboarding" y otros métodos calificados como torturas por los grupos defensores de Derechos Humanos.
"No fue un diálogo abstracto. Fueron conversaciones detalladas y específicas. Es una gran evidencia del papel que tuvieron altos responsables de la Administración", denunció Jameel Jaffer, director del Proyecto de Seguridad Nacional en la organización Unión de Libertades Civiles de América.
En aquel momento, julio de 2003, Estados Unidos ya había capturado a Jalid Sheij Mohamed, el supuesto "cerebro" de los atentados del 11-S y contra el que los agentes de la CIA utilizaron el "waterboarding" hasta en 183 ocasiones en marzo de ese año, según destacan los documentos sobre los interrogatorios que ha desclasificado el Departamento de Justicia en los últimos días.
Powell y Rumsfeld lo supieron más tarde
En los informes no consta que los entonces secretarios de Estado y Defensa, Colin Powell y Donald Rumsfeld, respectivamente, supieran de las nuevas tácticas antes de septiembre de 2003. "A no ser que haya otra historia que no nos hayan enseñado, el secretario de Estado y el secretario de Defensa no estuvieron implicados en el proceso de toma de decisiones", explicó el senador John Rockefeller IV, miembro del Comité que investiga las torturas.
Todos los nuevos ex altos cargos que han aparecido en los últimos documentos desclasificados han evitado hacer comentarios al respecto, informa "The Washington Post".
En otoño de 2002, cuatro congresistas, incluida la demócrata Nancy Pelosi, actualmente presidenta de la Cámara de Representantes, fueron informados, de forma secreta, de las nuevas técnicas de tortura que aplicaba la CIA, incluido el "waterboarding".
La propia Pelosi ha confirmado, sin embargo, que en esa fecha fue informada "sobre técnicas de interrogatorio que la Administración estaba considerando utilizar en el futuro" y que el Gobierno "notificó que el asesor legal de la CIA y el Departamento de Justicia habían concluido que las técnicas eran legales".
"El Gobierno de Cuba, nunca practicó la tortura, es algo reconocido por el mundo. El Presidente de Cuba no puede ordenar el asesinato de un adversario. ¿Ha condenado el nuevo Presidente de Estados Unidos esa odiosa práctica? Si lo hace, créame que no vacilaré en reconocer la impresión de sinceridad que nos dio a todos inicialmente", escribe Fidel en otro artículo de sus "Reflexiones" que se titulan "Poncio Pilatos se Lavó las Manos".
El comandante critica las exigencias de Obama acerca de la libertad de los sancionados a prisión en la isla, pero Fidel respalda las palabras de su hermano Raúl , quien mostró a Cuba "dispuesta a ejercer clemencia si Estados Unidos los recibía y ponía en libertad a los cinco héroes antiterroristas.
En los medios no se "dice una palabra de las cadenas perpetuas impuestas en juicios amañados a los Cinco Héroes, las mentiras elaboradas con la complicidad de las autoridades, el trato cruel que han recibido y muchos hechos más relacionados con el caso. Esas son las calumnias que se publicaron en muchos medios de difusión del mundo", reclama Fidel Castro.
Asimismo, el comandante critica nuevamente la labor de la Organización de Estados Americanos (OEA) por ser históricamente un "odioso instrumento" de Estados Unidos y no permitir a Cuba permanecer en el grupo.
"Los hechos históricos demuestran la política hegemónica de Estados Unidos en nuestra región y el papel repugnante de la OEA como odioso instrumento del poderoso país", transmite Fidel.
Añade que la fórmula de (José Miguel) Insulza es borrar del mapa el criminal acuerdo. Raúl declaró en Cumaná que Cuba jamás se reintegraría a la OEA. Utilizando una frase lapidaria de Martí expresó que primero "se unirá el mar del Sur al mar del Norte, y nacerá una serpiente de un huevo de águila".
Esta organización defensora de los derechos humanos había solicitado la publicación del material al gobierno de Bush, pero éste se había negado.
La administración de Bush había argumentado, recuerda ACLU, que la divulgación de las fotografías generaría "indignación" en la sociedad y "violaría" además los derechos de los detenidos, a quienes curiosamente nunca les fue reconocido sus derechos humanos y eran tratados como "propiedad" del gobierno norteamericano.
Pero en opinión de ACLU, las imágenes que muestran los abusos perpetrados en la prisión de Abu Grahib, en Irak, no constituyen una excepción sino que reflejan que se trató en realidad de una política sistemática y generalizada.
Presión:
El Pentágono informó que el número de fotografías que serán puestas a disposición del público ronda los cientos.
La publicación de las imágenes, señala el corresponsal de la BBC en Washington Justin Webb, aumentará la presión sobre el gobierno de Obama para que evalúe la posibilidad de someter a juicio a los funcionarios del gobierno de Bush, por presunta complicidad en actos de tortura y maltrato de sospechosos de terrorismo y otros detenidos.
Por el momento, añade Webb, la Casa Blanca parece estar resistiendo a la presión, pero las voces que claman por que se tomen medidas están aumentando.
El informe cita a ex altos funcionarios de inteligencia y ex psiquiatras del Ejército afirmando que el gobierno de Bush ejerció una "incesante presión" en los interrogadores para usar duros métodos sobre los detenidos, en parte para encontrar evidencia de un vínculo entre Al Qaeda y Saddam Hussein.
Ese era el tipo de información que le habría dado a Bush el principal argumento para invadir Iraq en 2003, señala el informe. Pero no se halló ninguna evidencia de ese supuesto vínculo.
El informe indica que altos funcionarios de la administración de Bush, incluyendo al vicepresidente Dick Cheney, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, la consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice, y el fiscal general, John Ashcroft, estaban al tato del uso de torturas.
A pesar de las advertencias de personal militar de que la aplicación de las torturas en los detenidos de Guantánamo podría tener consecuencias negativas, 15 técnicas específicas fueron avaladas por Rumsfeld el 2 de diciembre de 2002, señala el informe.
Lo que siguió fue "una erosión de los estándares que dictan que los detenidos deben ser tratados humanamente", indica.
"Que esas técnicas fueron autorizadas pasó a ser algo conocido por los soldados estadounidenses en Afganistán e Iraq, preparando el escenario para los abusos que ocurrieron en (la cárcel de) Abu Ghraib y otros lugares", añade.
El informe también indica que el uso de las torturas comenzó a inicios de 2002, ocho meses antes de que los abogados del Departamento de Justicia aprobaran el uso del "submarino" y otros nuevos métodos de interrogatorio, concluyeron los senadores.
El presidente del comité, Carl Levin, del gobernante Partido Demócrata, dijo: "El informe representa una condena tanto a las políticas de interrogatorio de la administración Bush como de los altos funcionarios que intentaron responsabilizar de los abusos -- vistos en Abu Ghraib, Afganistán y Guantánamo-- a soldados de bajo rango".
"El argumento de que los abusos podrían ser atribuidos a actos no autorizados de ‘unas pocas manzanas podridas’ es simplemente falso", afirmó.
"Unas pocas manzanas podridas" es cómo Rumsfeld calificó a los soldados que aparecieron humillando a prisioneros en Abu Ghraib en fotografías filtradas que recorrieron el mundo. Varios de esos militares fueron sentenciados a prisión. Investigaciones del Pentágono no encontraron evidencia de que los abusos fueran parte de una política ordenada por altos mandos civiles.
"La pista sobre los abusos lleva a altos líderes civiles, y nuestro informe conecta los puntos", desde la autorización de Rumsfeld "hasta Guantánamo, Afganistán e Iraq", dijo Levin.
Defensores de los derechos humanos elogiaron el informe. Caroline Fredrickson, directora de la oficina legislativa en Washington de la Unión por las Libertades Civiles Estadounidenses (Aclu), señaló: "Una vez más, recibimos clara evidencia de que los más altos funcionarios de la administración de Bush no sólo eran cómplices en la aplicación de la tortura, sino que estaban activamente involucrados en su implementación. Es tiempo de actuar sobre esta evidencia".
El informe también documenta cómo un plan de entrenamiento militar llamado Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape (SERE) se convirtió en el fundamento de los interrogatorios tanto por parte del Pentágono como de la CIA.
SERE fue desarrollado hace muchos años como una forma de darle al personal militar estadounidense cierta idea del trato que podrían recibir si fueran capturados por China, la Unión Soviética u otros adversarios durante la Guerra Fría.
El informe del comité indica que la CIA se inspiró en el programa SERE para aplicar métodos severos contra sospechosos de Al Qaeda en sus prisiones en el exterior. La agencia admitió que usó el "submarino" contra tres sospechosos de terrorismo en 2002 y 2003.
William Fisher
IPS
Creo que serán cientos, dijo el funcionario en declaraciones a periodistas a condición de anonimato, en referencia a la cantidad de fotografías que se darán a conocer por primera vez.
Un portavoz del Departamento de Defensa confirmó que el Pentágono había accedido a difundir las imágenes antes del 28 de mayo, en respuesta a una demanda de la organización American Civil Liberties Union (ACLU), basada en la legislación sobre libertad de información.
El experto jurídico de la ACLU, Amrit Singh, declaró el pasado jueves que cientos de fotografías dan una prueba visual que los abusos practicados en las prisiones por el personal estadunidense no fueron aislados sino ampliamente extendidos mucho más allá de los muros de Abu Ghraib.
La prisión de Abu Ghraib se hizo mundialmente conocida después de la publicación en 2004 de fotos que mostraban a detenidos iraquíes humillados y maltratados por sus guardias estadunidenses, un escándalo que condujo a la condena de 11 soldados a penas de hasta 10 años de cárcel.
El presidente Barack Obama, que prohibió el uso de la tortura desde su llegada a la Casa Blanca, autorizó la semana pasada la difusión de cuatro notas confidenciales que dan cuenta de los métodos empleados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para hacer hablar a los presuntos terroristas durante la administración Bush.
Obama afirmó de todos modos que los agentes de la central de inteligencia implicados en los interrogatorios no serían procesados.
De su parte, el relator de Naciones Unidas contra la tortura, Manfred Nowak, señaló este viernes en Viena que los funcionarios de Estados Unidos que diseñaron la política de los interrogatorios rudos a sospechosos de terrorismo deben ser juzgados como cómplices de tortura.
Nowak respondió así al anuncio de Obama, quien afirmó que dejará en manos del fiscal general, Eric Holder, titular del Departamento de Justicia estadunidense, la decisión de investigar o no a los funcionarios de la CIA que diseñaron los documentos que durante el gobierno de George W. Bush justificaron esas prácticas.
El relator advirtió desde la semana pasada que Estados Unidos incurriría en una violación del derecho internacional si no persigue penalmente a los responsables de los interrogatorios con tortura.
(mas...)
“Y todo esto significa que ustedes pueden esperar un esfuerzo incesante, férreo, de este gobierno para fortalecer nuestra prosperidad y nuestra seguridad, en los segundos cien días, en los terceros cien días, y en todos los días después”, afirmó.
Obama también habló sobre el tema inmigratorio e indicó que debe emplearse un nuevo sistema.
“Lo que yo le dije al Caucus Hispano es exactamente lo que dije al día siguiente en una reunión comunitaria y lo que seguiré diciendo públicamente, y es que queremos avanzar en este proceso”', respondió Obama.
“No podemos seguir con un sistema de inmigración roto. Esto no es bueno para nadie; no es bueno para los trabajadores estadounidenses y resulta peligroso para los trabajadores mexicanos potenciales, quienes tratan de cruzar por una frontera riesgosa”.
En el discurso inicial Obama señaló que su país ha “emprendido la tarea de reconstruir Estados Unidos”, afirmó ayer el presidente a una multitud congregada en el estado centrooccidental.
“Hemos comenzado a incorporarnos y sacudirnos el polvo; hemos emprendido la tarea de reconstruir Estados Unidos”, indicó Obama en un encuentro en la alcaldía de la ciudad de Arnold, Missouri, difundido a todo el país.
“Ahora tenemos mucho trabajo que hacer, porque desde el día en que asumimos el cargo encontramos desafíos sin precedentes en tamaño y en amplitud”, en una referencia a la crisis económica que sumergió al país en una grave recesión, precisó.
Obama, por otro lado, elogió la salida de Arlen Specter de las filas republicanas para afiliarse al Partido Demócrata, mientras el veterano político prometió que será un aliado en la lucha por promover su ambicioso programa en el Congreso. “Agradezco que esté aquí”, señaló Obama.
Según informa el diario The Washington Post hubo niños que preguntaron a Rice sobre los métodos de tortura del Gobierno de George Bush.
"¿Qué piensa sobre las cosas que el presidente Obama está diciendo sobre los métodos utilizados por Bush para conseguir información de los detenidos?", preguntó el estudiante Misha Lerner.
Con cara de asombro, la ex funcionaria contestó: "Déjame decirte que el presidente Bush fue muy claro con lo que él quería hacer para proteger al país. Porque después del 11 de septiembre, nosotros queríamos proteger a la nación. Y fue muy claro que no haría nada, nada, que estuviera en contra de la ley o las obligaciones internacionales. Así que el presidente solo quería autorizar las políticas para proteger Estados Unidos".
Días antes, Rice había asegurado en una conferencia en la Universidad de Stanford que el waterboarding (asfixia simulada con agua) era legal "por definición si fue autorizada por el presidente".
"El presidente cree firmemente que la difusión de estas fotos, particularmente ahora, sólo cumpliría el propósito de inflamar el escenario de guerra, poniendo en peligro a las fuerzas de EEUU, y dificultando más nuestro trabajo en lugares como Irak o Afganistán", dijo el responsable.
El mes pasado, el gobierno había accedido a publicar cientos de fotos tomadas en las prisiones estadounidenses en Irak, Afganistán y otros países tras perder una larga batalla legal entablada por la Unión de Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés).
"El presidente reflexionó en este caso y cree que las fotos tienen el potencial de causar daño a nuestras tropas", informó este miércoles en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, al explicar el cambio de opinión presidencial.
Las fotos serían la prueba gráfica de los abusos sufridos por algunos prisioneros en tratamientos que la ACLU y otros grupos de defensa de derechos humanos consideran equivalentes a tortura y que el presidente Obama ordenó detener apenas llegado al poder.
Causa perdida
Aunque el equipo legal de la Casa Blanca consideraba que la causa estaba perdida y que apelar la decisión era inútil, ahora el presidente Obama ordenó usar el argumento de la seguridad nacional para desafiar la demanda de ACLU.
La ACLU entabló su demanda en 2003 contra el gobierno de George W. Bush, que argumentaba la "violación del derecho a la privacidad", tanto de los detenidos como del personal militar fotografiado.
En este caso, Obama esgrime razones de seguridad nacional aduciendo que pondría en riesgo a las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.
"El presidente cree que la existencia de las fotos no añade nada al entendimiento del problema", dijo el portavoz Gibbs, quien aseguró que la prensa no ha necesitado de esas pruebas gráficas para informar sobre los cuestionados sistemas de interrogatorios.
Además, según Gibbs, el equipo legal de la Casa Blanca considera que presentar las fotos "desincentivaría" la investigación sobre los abusos cometidos.
Sorpresa
Portavoces de la ACLU le expresaron a la BBC su "sorpresa y decepción" por la decisión presidencial que anula la previa que, aseguran, les había sido presentada por escrito el pasado 28 de mayo.
Para el grupo, la más importante organización de defensa de derechos civiles en EE.UU., la medida va en contra del compromiso con la transparencia informativa que asegura promover el presidente Obama.
El mes pasado, la Casa Blanca pareció abrir una nueva dinámica informativa con relación a las cuestionadas prácticas de interrogatorios al publicar varios memos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), en los que se describían procedimientos como ahogos simulados, privación del sueño o el uso de insectos en los detenidos.
Durante años, funcionarios del gobierno de Bush negaron que esos procedimientos pudieran ser calificados como tortura y crearon un código para el manejo de los interrogatorios realizados por militares.
Al llegar al poder en enero pasado, Obama denunció esas prácticas y ordenó su suspensión inmediata.
"De hecho, la consecuencia más directo de publicarlas, creo que sería enardecer la opinión anti-estadounidense y poner a nuestras tropas en mayor peligro", dijo
El Departamento de Defensa estaba listo para dar a conocer cientos de fotos, a petición de la Unión Estadounidense de las Libertades Civiles, mostrando el supuesto abuso de prisioneros en lugares de detención en Irak y Afganistán.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo el mes pasado que la administración de Obama no tenía ningún problema en publicar las fotos.
Sin embargo, Obama sostuvo que esas fotos mostrando comportamientos no acordes con el Manual del Ejército "están asociadas a investigaciones cercanas sobre el presunto abuso contra los detenidos en esta guerra en curso".
La publicación de tales fotografías podría "sólo tener un efecto adverso sobre investigaciones futuras de abuso a detenidos", añadió.
"En mi opinión, lo más importante es asegurarse que nos estamos apegando al Manual del Ejército y que investigamos rápidamente cualquier instancia en que los individuos no hayan actuado de manera apropiada y sean sancionados de manera apropiada", dijo Obama. "Ese es mi objetivo, y no creo que la publicación de estas fotografías en este momento ayude a esa meta".
Por otro lado, el presidente reafirmó que EEUU no tolerará ningún abuso a los detenidos, lo cual está "en contra de nuestro valores" y "pone en peligro nuestra seguridad".
Obama cambió de decisión respecto a la publicación de las fotografías después que altos comandantes militares en Irak y Afganistán expresarán su preocupación y dijeran que publicar tales fotografías podría poner en peligro a las tropas.
La decisión de la Casa Blanca recibió aplausos de parte de los congresistas republicanos pero críticas por parte de grupos en favor de los derechos humanos.
"Coincido con el presidente, la publicación de esas fotografías sólo serviría para poner en mayor peligro a las tropas", dijo el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.
Por otra parte, el abogado de la Unión estadounidense de las Libertades Civiles, Amrit Singh, calificó la decisión como "una burla a la promesa del presidente Obama de transparencia y responsabilidad".
(Xinhua)
La CIA precisó que los dos informes que pide Cheney que vean la luz son litigios pendientes. "Por ese motivo, sólo por ese motivo, la CIA no aceptó la petición de Cheney para dar a conocer los Procedimientos de divulgación obligatoria (MDR, por sus siglas en inglés)", informa la agencia.
Una portavoz del ex vicepresidente, que se ha convertido en su mayor defensora tras las acusaciones recibidas durante el mandato de Bush, dijo que estaba preparando una apelación. Cheney se ha visto involucrado en una contienda con la nueva administración de Barack Obama sobre los métodos de interrogatorio empleados con los presos de Guantánamo, una cuestión que provocó la denuncia de la comunidad internacional y mermó la reputación de Estados Unidos en el resto del mundo.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca ordenó en sus primeras semanas como nuevo presidente el cierre de Guantánamo y un tratamiento mucho más humano hacia los presuntos terroristas. Obama considera que el 'waterboarding' es una forma de tortura y la ha condenado desde incluso antes de asumir como presidente de Estados Unidos.
En su escrito dirigido al rector, dijeron:
“Consideramos que todos los altos cargos del Gobierno norteamericano, incluida la ex directora de estudios de Stanford, no deben violar la ley. Si la viola, se debe exigirle la responsabilidad legal”.
Exigieron con vehemencia a la autoridad docente someter a Rice al tratamiento jurídico.
Los abogados y el sindicato de profesorado del Instituto Jefferson tomaron parte en las filas de los partidarios de someter a juicio de Rice, considerándola como responsable de conducir al Gobierno norteamericano al error de desencadenar la Guerra de Iraq y de autorizar el abuso de los prisionaeros iraquíes.
Según se informa, hasta el día 11, el número de las personas que demandan someter a juicio de Rice había llegado a 900, entre las cuales figuran catedráticos, estudiantes y graduados.
Una estudiante dijo:
“Me siento orgullosa de ser una estudiante de la Universidad de Stanford, pero me cubre de vergüenza por la relación entre nuestra Univeridad cn Rice”.
Otro estudiante dijo:
“Debe someter a juicio a Rice por su crimen de guerra, y no se debe dejarla gozar de ninguna distinción”.
(Pueblo en línea)
La difusión de las instantáneas partió de la televisión australiana SBS, que supuestamente las compró en 2006 a raíz del escándalo de las torturas en las cárcel de Abu Ghraib y decidió sacarlas a la luz ayer.
Degradante
Las fotografías muestran a prisioneros desnudos y ensangrentados, a un hombre con un mensaje grabado en las nalgas que dice "Soy un violador" en inglés, a un prisionero esposado y babeante, otro con el cuerpo lleno de excrementos y otro colgado con la cabeza boca abajo y sin ropa, entre otras aberrantes imágenes.
La Administración Obama anunció el pasado miércoles que recurrirá la decisión de un tribunal de permitir la desclasificación de las 2.000 fotos, tal como había solicitado la Asociación Americana por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
El equipo de la Casa Blanca alega que la publicación de las instantáneas podrían desencadenar una nueva ola de antiamericanismo en el mundo musulmán que podría poner en peligro la vida de los soldados estadounidenses destacado en esa región.
Polémicas medidas
El nuevo escándalo llega en mal momento para el presidente Obama, después de que ayer anunciara el restablecimiento de las comisiones militares creadas por su predecesor, George W. Bush, para juzgar a presos sospechosos de terrorismo retenidos en el penal de Guantánamo, en Cuba.
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