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Escudo antimisiles de EEUU en Europa |
El presidente ruso Dmitri Medvédev ha declarado hoy que todos los países europeos -y no sólo el "club de los elegidos"- deben participar en los debates sobre el escudo antimisiles de EEUU en Europa.
"Es evidente que el sistema global de defensa antimisiles no puede ajustarse a los intereses de un solo Estado o grupo de Estados", expresó Medvédev al intervenir en la Universidad de Helsinki (Finlandia).
Señaló que los parámetros de tal sistema no pueden ser establecidos unilateralmente.
"Los debates sobre la configuración del escudo antimisiles en Europa deben contar con la participación de todos los europeos, y no sólo del 'club de los elegidos', y eso es lo que nos preocupa sobremanera", manifestó el dirigente ruso.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
Medvédev propone foro para elaborar tratado de seguridad europea. El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, propuso hoy celebrar un foro con participación de todos los Estados de la UE, la OTAN, la OSCE, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la CEI, para dar arranque a las negociaciones sobre la seguridad europea.
"Un foro a nivel cumbre con participación de todos los Estados de la UE, la OTAN, la OSCE, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la CEI y las organizaciones regionales daría comienzo a las negociaciones sobre la elaboración de un tratado de seguridad europea", dijo Medvédev, al intervenir este lunes en la Universidad de Helsinki.
El presidente ruso Dmitri Medvédev declaró hoy en esta capital que Moscú presentará a sus socios del G-20 y de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) sus propuestas sobre la cooperación en el terreno energético incluido el trasiego de los recursos energéticos.
"Hoy mismo entregaré al G-8, al G-20, a los países de la CEI y a nuestros vecinos más cercanos como Finlandia, el documento básico que determina los aspectos de cooperación en el terreno energético, incluidas las propuestas sobre el acuerdo de trasiego de combustible", dijo Medvédev en rueda de prensa celebrada al término de sus conversaciones con la presidenta de Finlandia.
El mandatario ruso señaló que "Moscú desearía entablar cuanto antes las respectivas conversaciones con los socios de la Unión Europea y confía en que las propuestas rusas sean acogidas de forma constructiva".
El mandatario ruso señaló que "Moscú desearía entablar cuanto antes las respectivas conversaciones con los socios de la Unión Europea y confía en que las propuestas rusas sean acogidas de forma constructiva".
Rusia propone suministro fiable y distribución predecible como pilares de seguridad energética global
Rusia propone diseñar las bases legales de cooperación internacional en materia energética a partir de los principios de suministro fiable y distribución predecible, según declara el Concepto de bases legales de cooperación internacional en materia energética publicado en la web del Kremlin.
Las normativas vigentes "son incapaces de prevenir y solucionar conflictos, lo cual plantea la necesidad de perfeccionar radicalmente los fundamentos legales del comercio internacional de recursos energéticos", señala este documento que Rusia someterá al examen de la Unión Europea y los países miembros del G-8, el G-20 y la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Rusia interpreta la seguridad energética global como algo indivisible y que se basa en la interdependencia y la responsabilidad recíproca de todos los participantes: exportadores, países de tránsito e importadores.
Por tanto, el Kremlin recomienda sustituir el mecanismo existente, estructurado en torno a la Carta europea de la Energía, por "un nuevo documento universal, jurídicamente vinculante, que implique a los principales países productores, transportistas y consumidores de recursos energéticos y abarque todos los aspectos de la cooperación global en este ámbito". Además del petróleo y el gas, el documento menciona el combustible nuclear, el carbón y la energía eléctrica.
Los principios básicos, en opinión de Moscú, deberían ser "el reconocimiento de la seguridad de la oferta (suministro) y la demanda (distribución transparente y predecible)", así como "la incuestionable soberanía nacional sobre los recursos energéticos correspondientes". El documento llama a garantizar "la transparencia en todos los segmentos" del mercado energético global, "la no discriminación a la hora del acceso a las tecnologías energéticas" y "la eliminación de obstáculos para el transporte de recursos energéticos hacia los mercados internacionales, en particular, a través de las redes de tránsito".
Un acuerdo especial acerca de las garantías del tránsito, según Moscú, debería formar parte del nuevo engranaje de normativas internacionales en materia de seguridad energética. Tal documento definiría un procedimiento para superar eventuales situaciones de emergencia, fijaría la responsabilidad de las partes por el incumplimiento de las respectivas obligaciones y consagraría que la suspensión, la reducción y la intervención del tráfico de recursos energéticos resultan inadmisibles.
Las normativas vigentes "son incapaces de prevenir y solucionar conflictos, lo cual plantea la necesidad de perfeccionar radicalmente los fundamentos legales del comercio internacional de recursos energéticos", señala este documento que Rusia someterá al examen de la Unión Europea y los países miembros del G-8, el G-20 y la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Rusia interpreta la seguridad energética global como algo indivisible y que se basa en la interdependencia y la responsabilidad recíproca de todos los participantes: exportadores, países de tránsito e importadores.
Por tanto, el Kremlin recomienda sustituir el mecanismo existente, estructurado en torno a la Carta europea de la Energía, por "un nuevo documento universal, jurídicamente vinculante, que implique a los principales países productores, transportistas y consumidores de recursos energéticos y abarque todos los aspectos de la cooperación global en este ámbito". Además del petróleo y el gas, el documento menciona el combustible nuclear, el carbón y la energía eléctrica.
Los principios básicos, en opinión de Moscú, deberían ser "el reconocimiento de la seguridad de la oferta (suministro) y la demanda (distribución transparente y predecible)", así como "la incuestionable soberanía nacional sobre los recursos energéticos correspondientes". El documento llama a garantizar "la transparencia en todos los segmentos" del mercado energético global, "la no discriminación a la hora del acceso a las tecnologías energéticas" y "la eliminación de obstáculos para el transporte de recursos energéticos hacia los mercados internacionales, en particular, a través de las redes de tránsito".
Un acuerdo especial acerca de las garantías del tránsito, según Moscú, debería formar parte del nuevo engranaje de normativas internacionales en materia de seguridad energética. Tal documento definiría un procedimiento para superar eventuales situaciones de emergencia, fijaría la responsabilidad de las partes por el incumplimiento de las respectivas obligaciones y consagraría que la suspensión, la reducción y la intervención del tráfico de recursos energéticos resultan inadmisibles.
Rusia propone a la UE reescribir la Carta de la Energía.
Rusia propone a la Unión Europea reescribir la Carta de la Energía ampliando la lista de sus participantes y el ámbito de su regulación pero expertos dudan de que la UE avale esta iniciativa, escribe hoy la prensa rusa.
El presidente ruso Dmitri Medvédev, de visita en Finlandia, prometió presentar a "los socios del G-8, el G-20, la CEI y a los vecinos inmediatos" de Rusia "un documento básico que defina las cuestiones de cooperación internacional en materia energética, incluidas las propuestas para un acuerdo sobre el tránsito".
Una de las novedades consistiría en extender el repertorio de recursos energéticos, para que incluya no sólo el petróleo y el gas sino también el combustible nuclear, la energía eléctrica y el carbón, así como ampliar la lista de participantes, incorporando a las grandes potencias energéticas como EEUU, Canadá, China, India y Noruega, precisó Arkadi Dvorkóvich, auxiliar del presidente ruso.
Otra innovación es "fomentar el intercambio de activos", contó un funcionario familiarizado con el documento.
Sin embargo, los apartados más importantes para Rusia tienen que ver con el reglamento para la solución de litigios y la responsabilidad adicional de los países de tránsito. Ambos temas adquieren especial actualidad a raíz de la reciente disputa del gas ruso-ucraniana y la declaración que la UE y Ucrania firmaron hace poco en Bruselas, dejando a Rusia al margen de la modernización de la red ucraniana de gasoductos.
De momento se desconoce el engranaje jurídico del nuevo documento que Rusia propone a Europa. Su formato se presta a discusiones, admitió Dvorkóvich.
La vigente Carta de la Energía no contempla un mecanismo de sanciones eficaces que prevendrían a cualquier Estado contra los intentos de frenar el tránsito del combustible ruso, recordó Valeri Yázev, vicepresidente de la Cámara baja del Parlamento ruso y uno de los profesionales del sector del gas.
Valeri Nésterov, de la inversora Troika Dialog, resaltó por su parte que "la Carta de la Energía se redactó a principios de los años 90, cuando Rusia estaba debilitada". "A través de la Carta, Occidente quería asegurarse libre acceso a los recursos rusos. Pero Europa se mantiene cerrada para las inversiones provenientes de Rusia", dijo.
Expertos dudan de que Rusia consiga imponer su variante de la Carta de la Energía. Hay división incluso en el seno de la UE, pues la energía sigue siendo la responsabilidad de países sueltos, no de la Comisión Europea, señaló el politólogo Fiódor Lukiánov. Su colega Alexei Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú, agregó que los documentos universales siempre comportan riesgos y que Rusia saldría ganando, si el tema del tránsito siguiera sin arreglarse a nivel internacional.
Vedomosti/Kommersant
El presidente ruso Dmitri Medvédev, de visita en Finlandia, prometió presentar a "los socios del G-8, el G-20, la CEI y a los vecinos inmediatos" de Rusia "un documento básico que defina las cuestiones de cooperación internacional en materia energética, incluidas las propuestas para un acuerdo sobre el tránsito".
Una de las novedades consistiría en extender el repertorio de recursos energéticos, para que incluya no sólo el petróleo y el gas sino también el combustible nuclear, la energía eléctrica y el carbón, así como ampliar la lista de participantes, incorporando a las grandes potencias energéticas como EEUU, Canadá, China, India y Noruega, precisó Arkadi Dvorkóvich, auxiliar del presidente ruso.
Otra innovación es "fomentar el intercambio de activos", contó un funcionario familiarizado con el documento.
Sin embargo, los apartados más importantes para Rusia tienen que ver con el reglamento para la solución de litigios y la responsabilidad adicional de los países de tránsito. Ambos temas adquieren especial actualidad a raíz de la reciente disputa del gas ruso-ucraniana y la declaración que la UE y Ucrania firmaron hace poco en Bruselas, dejando a Rusia al margen de la modernización de la red ucraniana de gasoductos.
De momento se desconoce el engranaje jurídico del nuevo documento que Rusia propone a Europa. Su formato se presta a discusiones, admitió Dvorkóvich.
La vigente Carta de la Energía no contempla un mecanismo de sanciones eficaces que prevendrían a cualquier Estado contra los intentos de frenar el tránsito del combustible ruso, recordó Valeri Yázev, vicepresidente de la Cámara baja del Parlamento ruso y uno de los profesionales del sector del gas.
Valeri Nésterov, de la inversora Troika Dialog, resaltó por su parte que "la Carta de la Energía se redactó a principios de los años 90, cuando Rusia estaba debilitada". "A través de la Carta, Occidente quería asegurarse libre acceso a los recursos rusos. Pero Europa se mantiene cerrada para las inversiones provenientes de Rusia", dijo.
Expertos dudan de que Rusia consiga imponer su variante de la Carta de la Energía. Hay división incluso en el seno de la UE, pues la energía sigue siendo la responsabilidad de países sueltos, no de la Comisión Europea, señaló el politólogo Fiódor Lukiánov. Su colega Alexei Malashenko, del Centro Carnegie de Moscú, agregó que los documentos universales siempre comportan riesgos y que Rusia saldría ganando, si el tema del tránsito siguiera sin arreglarse a nivel internacional.
Vedomosti/Kommersant
La Comisión Europea estudiará minuciosamente las propuestas de Rusia de firmar un convenio internacional en materia energética, declaró hoy a RIA Novosti Fabio Piotta, portavoz del poder ejecutivo de la UE.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, al comentar el lunes pasado en rueda de prensa los resultados de las negociaciones sostenidas con su homóloga de Finlandia, dijo que Rusia entregaría a la comunidad mundial sus propuestas respecto a la firma de un documento internacional sobre el tema de energía, incluido el tránsito de agentes energéticos.
Presidente ruso, Medvedev hace llamado para nuevo pacto de seguridad europeo. El presidente ruso, Dmitry Medvedev, hizo un llamado para la creación de un nuevo pacto europeo de seguridad durante su discurso en la Universidad de Helsinki la tarde del lunes. En su discurso, el presidente Medvedev repitió su propuesta para sostener una reunión y discutir un tratado de seguridad europea.
Medvedev dijo que Rusia propone una gran cumbre euro-atlántica, la cual incluiría a todos los estados de la región, así como importantes organizaciones como la Unión Europea y OTAN, la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa y la Comunidad de Estados Independientes. El objetivo sería hacer el bosquejo de un documento de unión legal basado en igualdad y respeto mutuo.
También hizo un llamado a la OTAN para no incrementar su potencial de fuerzas armadas en el área de Kaliningrado y deseó que la OTAN pueda mostrar el similar control.
El presidente Medvedev llegó a Helsinki alrededor de mediodía del lunes para una visita de estado de dos días a Finlandia.
(Xinhua)
También hizo un llamado a la OTAN para no incrementar su potencial de fuerzas armadas en el área de Kaliningrado y deseó que la OTAN pueda mostrar el similar control.
El presidente Medvedev llegó a Helsinki alrededor de mediodía del lunes para una visita de estado de dos días a Finlandia.
(Xinhua)
Moscú está de acuerdo con el desarme nuclear.
La víspera, al término de su visita a Finlandia, el presidente de la Federación Rusa, Dmitri Medvédev, aprovechó la ocasión para hacer llegar a Europa cómo Moscú enfoca los diversos aspectos concernientes a la seguridad internacional, escribe en su edición de hoy el periódico ruso Nezavisimaya Gazeta.
Considerando como justas las condiciones para el desarme nuclear expuestas por el presidente estadounidense Barack Obama en Praga, Medvédev declaró que Rusia también tiene varias condiciones para dicho desarme.
Los expertos rusos estiman que la lucha entre Rusia y EEUU por mejorar sus posiciones en las negociaciones, puede complicarlas.
Según el mandatario ruso, primero, "es necesario prevenir el emplazamiento de armas en el espacio", segundo, "es inadmisible compensar la reducción nuclear a costa del aumento de sistemas estratégicos dotados de armas convencionales", tercero, "impedir la creación de los denominados potenciales nucleares recuperables", es decir, las ojivas desmontadas de los vectores, que puedan nuevamente ponerse en estado operativo.
"Rusia postula hoy tales propuestas que a priori bien son inaceptables para los estadounidenses bien pueden complicar sustancialmente las negociaciones", destacó el experto del londinense Centro Analítico Chatham House, Yuri Fiódorov.
Según Fiódorov, la idea de controlar el potencial recuperable es en sí justificada, pero hacerla realidad es un problema debido al tema de control, ya que en las condiciones actuales ni Rusia ni EEUU no están dispuestos a facilitar a inspectores extranjeros acceso a sus principales instalaciones nucleares.
El experto dio a entender que si Moscú insiste en que se establezca control sobre los potenciales recuperables, las negociaciones pueden resultar frustradas.
El analista señaló que el START-1 (Tratado de reducción y limitación de armas estratégicas ofensivas) limita la cantidad de ojivas nucleares instaladas en misiles y listas para el empleo y cuyo número puede ser controlado, por ejemplo, con ayuda de satélites espías. Sin embargo, si se tratare de reducir los mismos arsenales, el tema de control puede convertirse en un óbice fundamental.
Una situación semejante se forma cuando se plantea prohibir el emplazamiento de armas en el espacio. "En un cosmódromo debe haber un grupo de inspección que siga de cerca el tema de los satélites que se pongan en órbita. Todo esto requiere de complejas coordinaciones de procedimiento y puede dilatar las negociaciones", señaló el experto del Chatham House.
Nezavisimaya Gazeta
Considerando como justas las condiciones para el desarme nuclear expuestas por el presidente estadounidense Barack Obama en Praga, Medvédev declaró que Rusia también tiene varias condiciones para dicho desarme.
Los expertos rusos estiman que la lucha entre Rusia y EEUU por mejorar sus posiciones en las negociaciones, puede complicarlas.
Según el mandatario ruso, primero, "es necesario prevenir el emplazamiento de armas en el espacio", segundo, "es inadmisible compensar la reducción nuclear a costa del aumento de sistemas estratégicos dotados de armas convencionales", tercero, "impedir la creación de los denominados potenciales nucleares recuperables", es decir, las ojivas desmontadas de los vectores, que puedan nuevamente ponerse en estado operativo.
"Rusia postula hoy tales propuestas que a priori bien son inaceptables para los estadounidenses bien pueden complicar sustancialmente las negociaciones", destacó el experto del londinense Centro Analítico Chatham House, Yuri Fiódorov.
Según Fiódorov, la idea de controlar el potencial recuperable es en sí justificada, pero hacerla realidad es un problema debido al tema de control, ya que en las condiciones actuales ni Rusia ni EEUU no están dispuestos a facilitar a inspectores extranjeros acceso a sus principales instalaciones nucleares.
El experto dio a entender que si Moscú insiste en que se establezca control sobre los potenciales recuperables, las negociaciones pueden resultar frustradas.
El analista señaló que el START-1 (Tratado de reducción y limitación de armas estratégicas ofensivas) limita la cantidad de ojivas nucleares instaladas en misiles y listas para el empleo y cuyo número puede ser controlado, por ejemplo, con ayuda de satélites espías. Sin embargo, si se tratare de reducir los mismos arsenales, el tema de control puede convertirse en un óbice fundamental.
Una situación semejante se forma cuando se plantea prohibir el emplazamiento de armas en el espacio. "En un cosmódromo debe haber un grupo de inspección que siga de cerca el tema de los satélites que se pongan en órbita. Todo esto requiere de complejas coordinaciones de procedimiento y puede dilatar las negociaciones", señaló el experto del Chatham House.
Nezavisimaya Gazeta
La UE apoyará a Rusia en la convocatoria de un foro sobre seguridad en Europa. La Unión Europea apoyará a Rusia en su iniciativa de celebrar este año una conferencia sobre los temas de seguridad en Europa, manifestó hoy Javier Solana, Alto Representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Común.
Solana resaltó que la convocatoria de tal foro implica "una responsabilidad especial" y aseguró que la UE respaldará a Rusia en la organización de la conferencia.
El alto funcionario europeo hizo esta declaración en la ciudad de Jabárovsk, en la costa rusa del Pacífico, donde acaba de celebrarse la cumbre Rusia-UE.
El alto funcionario europeo hizo esta declaración en la ciudad de Jabárovsk, en la costa rusa del Pacífico, donde acaba de celebrarse la cumbre Rusia-UE.
La UE dispuesta a discutir propuestas de Rusia sobre seguridad energética. La portavoz del Kremlin, Natalia Timakóva, informó hoy de que la Unión Europea está dispuesta a discutir la iniciativa rusa de elaborar un marco jurídico nuevo para la cooperación en el sector de energía.
"La parte europea expresó su disposición de debatir las propuestas de Rusia en materia de seguridad energética, al admitir que los mecanismos existentes no permiten dar solución a todos los problemas pendientes en este ámbito", indicó la portavoz, al comentar primeros resultados de la cumbre Rusia-UE, celebrada en la ciudad siberiana de Jabárovsk.
Según Timakova, los europeos reconocieron que la Carta de la Energía vigente no permite dar solución a todos los problemas existentes.
Suscrita por 51 países en La Haya en 1991, la Carta europea de la Energía sentó las bases jurídicas para potenciar la cooperación en el ámbito de la energía entre países de la UE, Europa del Este y la Unión Soviética. Rusia firmó el documento pero no lo ratificó.
El pasado mes de abril Rusia propuso diseñar las bases legales de cooperación internacional en materia energética a partir de los principios de suministro fiable y distribución predecible.
Rusia interpreta la seguridad energética global como algo indivisible y que se basa en la interdependencia y la responsabilidad recíproca de todos los participantes: exportadores, países de tránsito e importadores.
Por tanto, el Kremlin recomienda sustituir el mecanismo existente, estructurado en torno a la Carta europea de la Energía, por un nuevo documento universal, jurídicamente vinculante, que implique a los principales países productores, transportistas y consumidores de recursos energéticos y abarque todos los aspectos de la cooperación global en este ámbito. Además del petróleo y el gas, el documento debe incluir el combustible nuclear, el carbón y la energía eléctrica.
Los principios básicos, en opinión de Moscú, deberían ser el reconocimiento de la seguridad de la oferta (suministro) y la demanda (distribución transparente y predecible), así como la incuestionable soberanía nacional sobre los recursos energéticos correspondientes. El documento llama a garantizar la transparencia en todos los segmentos del mercado energético global, la no discriminación a la hora del acceso a las tecnologías energéticas y la eliminación de obstáculos para el transporte de recursos energéticos hacia los mercados internacionales, en particular, a través de las redes de tránsito.
Un acuerdo especial acerca de las garantías del tránsito, según Moscú, debería formar parte del nuevo engranaje de normativas internacionales en materia de seguridad energética. Tal documento definiría un procedimiento para superar eventuales situaciones de emergencia, fijaría la responsabilidad de las partes por el incumplimiento de las respectivas obligaciones y consagraría que la suspensión, la reducción y la intervención del tráfico de recursos energéticos resultan inadmisibles.
Según Timakova, los europeos reconocieron que la Carta de la Energía vigente no permite dar solución a todos los problemas existentes.
Suscrita por 51 países en La Haya en 1991, la Carta europea de la Energía sentó las bases jurídicas para potenciar la cooperación en el ámbito de la energía entre países de la UE, Europa del Este y la Unión Soviética. Rusia firmó el documento pero no lo ratificó.
El pasado mes de abril Rusia propuso diseñar las bases legales de cooperación internacional en materia energética a partir de los principios de suministro fiable y distribución predecible.
Rusia interpreta la seguridad energética global como algo indivisible y que se basa en la interdependencia y la responsabilidad recíproca de todos los participantes: exportadores, países de tránsito e importadores.
Por tanto, el Kremlin recomienda sustituir el mecanismo existente, estructurado en torno a la Carta europea de la Energía, por un nuevo documento universal, jurídicamente vinculante, que implique a los principales países productores, transportistas y consumidores de recursos energéticos y abarque todos los aspectos de la cooperación global en este ámbito. Además del petróleo y el gas, el documento debe incluir el combustible nuclear, el carbón y la energía eléctrica.
Los principios básicos, en opinión de Moscú, deberían ser el reconocimiento de la seguridad de la oferta (suministro) y la demanda (distribución transparente y predecible), así como la incuestionable soberanía nacional sobre los recursos energéticos correspondientes. El documento llama a garantizar la transparencia en todos los segmentos del mercado energético global, la no discriminación a la hora del acceso a las tecnologías energéticas y la eliminación de obstáculos para el transporte de recursos energéticos hacia los mercados internacionales, en particular, a través de las redes de tránsito.
Un acuerdo especial acerca de las garantías del tránsito, según Moscú, debería formar parte del nuevo engranaje de normativas internacionales en materia de seguridad energética. Tal documento definiría un procedimiento para superar eventuales situaciones de emergencia, fijaría la responsabilidad de las partes por el incumplimiento de las respectivas obligaciones y consagraría que la suspensión, la reducción y la intervención del tráfico de recursos energéticos resultan inadmisibles.
Barroso dice que la Unión Europea puede revisar la Carta Energética de Europa. La Unión Europea está dispuesta a revisar la Carta Energética de Europa a partir de las propuestas de Rusia sobre un nuevo modelo de seguridad energética en el Viejo Continente, declaró hoy el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
"Nosotros podríamos estudiar estas propuestas en el proceso de revisión de la Carta Energética de Europa. Este es el resultado más importante de nuestro encuentro", dijo Barroso al hacer un balance de la cumbre Rusia-UE en la ciudad de Jabárovsk, a 8.400 kilómetros de Bruselas, sede de la UE.
Barroso dijo que la UE tiene en cuenta que Rusia no participa en la actual Carta Energética de Europa y que al mismo tiempo, expresa disposición de que se elabore una nueva versión de este documento.
Aprobada en la Haya en 1991, la carta Energética de Europa fue firmada por la UE, Japón, Estados Unidos, Canadá, y posteriormente en Lisboa, en 1994, a la Carta Energética se añadió el Tratado de la Carta Energética que fue ratificado por los países miembros de la UE y firmado por Rusia, pero hasta el momento, no ha sido ratificado por el parlamento ruso después de que el Kremlin expresara serias objeciones y el rechazo categórico al documento.
Al comentar la cooperación entre la UE y Ucrania para la modernización de su red de gasoductos, Barroso subrayó que durante la cumbre de la UE el pasado mes de marzo en Bruselas, la parte europea constató que apoyaría la participación de Rusia en ese proceso.
"Tenemos el derecho de construir nuestras relaciones con Ucrania como con otros socios", dijo Barroso.
Por su parte, y con respecto de Ucrania, el presidente ruso, Dmitri Medvédev dijo que Rusia está dispuesta a conceder créditos a Ucrania para que pueda cumplir sus obligaciones como país de tránsito de gas y afirmó que la UE también debe ayudar.
"Estamos dispuestos a ayudar al estado ucraniano pero nos gustaría que parte de este trabajo lo asuma la UE, como parte interesada en la seguridad y fiabilidad de la cooperación energética", dijo Medvédev en la conferencia de prensa tras la clausura de la cumbre Rusia.-UE.
"Si se trata de créditos ayudemos al estado ucraniano con créditos sindicalizados pero esto no debe ser un asunto exclusivo de Rusia", subrayó el presidente ruso.
Según Medvédev, el asunto de los créditos es importante porque Moscú tiene dudas sobre la solvencia del gobierno ucraniano para pagar por 19.500 millones de metros cúbicos de gas necesarios para garantizar el funcionamiento de la red de gasoductos ucranianos que trasiegan gas ruso para los países de la UE.
"En la actualidad hay que efectuar el suministro y bombeo de un volumen considerable de gas, al menos 19.500 millones de metros cúbicos. Esto cuesta más de 4.000 millones de dólares. Si el gobierno de Ucrania tiene ese dinero todo esta bien, pero hay dudas sobre su solvencia", resaltó Medvédev.
A la pregunta sobre si Rusia puede dar garantías de estar en condiciones para suministrar gas sin intermitencias a Europa, Medvédev respondió: "Rusia no ha dado y nunca dará garantías. No hay razones para hacerlo. Por nuestra aparte no tenemos ningún problema y todo está en orden en lo que se refiere al gas y al cumplimiento de nuestros compromisos. Las garantías las debe presentar aquel que tiene que pagar por el gas", concluyó el presidente ruso.
Barroso dijo que la UE tiene en cuenta que Rusia no participa en la actual Carta Energética de Europa y que al mismo tiempo, expresa disposición de que se elabore una nueva versión de este documento.
Aprobada en la Haya en 1991, la carta Energética de Europa fue firmada por la UE, Japón, Estados Unidos, Canadá, y posteriormente en Lisboa, en 1994, a la Carta Energética se añadió el Tratado de la Carta Energética que fue ratificado por los países miembros de la UE y firmado por Rusia, pero hasta el momento, no ha sido ratificado por el parlamento ruso después de que el Kremlin expresara serias objeciones y el rechazo categórico al documento.
Al comentar la cooperación entre la UE y Ucrania para la modernización de su red de gasoductos, Barroso subrayó que durante la cumbre de la UE el pasado mes de marzo en Bruselas, la parte europea constató que apoyaría la participación de Rusia en ese proceso.
"Tenemos el derecho de construir nuestras relaciones con Ucrania como con otros socios", dijo Barroso.
Por su parte, y con respecto de Ucrania, el presidente ruso, Dmitri Medvédev dijo que Rusia está dispuesta a conceder créditos a Ucrania para que pueda cumplir sus obligaciones como país de tránsito de gas y afirmó que la UE también debe ayudar.
"Estamos dispuestos a ayudar al estado ucraniano pero nos gustaría que parte de este trabajo lo asuma la UE, como parte interesada en la seguridad y fiabilidad de la cooperación energética", dijo Medvédev en la conferencia de prensa tras la clausura de la cumbre Rusia.-UE.
"Si se trata de créditos ayudemos al estado ucraniano con créditos sindicalizados pero esto no debe ser un asunto exclusivo de Rusia", subrayó el presidente ruso.
Según Medvédev, el asunto de los créditos es importante porque Moscú tiene dudas sobre la solvencia del gobierno ucraniano para pagar por 19.500 millones de metros cúbicos de gas necesarios para garantizar el funcionamiento de la red de gasoductos ucranianos que trasiegan gas ruso para los países de la UE.
"En la actualidad hay que efectuar el suministro y bombeo de un volumen considerable de gas, al menos 19.500 millones de metros cúbicos. Esto cuesta más de 4.000 millones de dólares. Si el gobierno de Ucrania tiene ese dinero todo esta bien, pero hay dudas sobre su solvencia", resaltó Medvédev.
A la pregunta sobre si Rusia puede dar garantías de estar en condiciones para suministrar gas sin intermitencias a Europa, Medvédev respondió: "Rusia no ha dado y nunca dará garantías. No hay razones para hacerlo. Por nuestra aparte no tenemos ningún problema y todo está en orden en lo que se refiere al gas y al cumplimiento de nuestros compromisos. Las garantías las debe presentar aquel que tiene que pagar por el gas", concluyó el presidente ruso.
Medvédev reafirma necesidad de nuevos acuerdos sobre seguridad energética. El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, reafirmó hoy la necesidad de elaborar nuevos acuerdos sobre la seguridad energética.
"Veo el futuro en el desarrollo de un marco universal de normativas legales para la cooperación en el sector energético", subrayó Medvédev en rueda de prensa que tuvo lugar al término de la cumbre Rusia-UE en la ciudad de Jabárovsk, en el Extremo Oriente de Rusia.
La energía, dijo, "no es un campo de conflictos sino algo que debería unirnos, es un negocio común que conecta a Rusia con la UE y garantiza una vida cómoda a millones de europeos".
El mandatario ruso recordó que los acuerdos existentes no ayudan a prevenir conflictos comerciales como el que se produjo a principios de enero pasado entre Moscú y Kiev y paralizó por dos semanas el suministro del gas ruso a varios países de Europa. A Ucrania, recordó, "le importó un bledo la Carta Europea de la Energía y el Acuerdo correspondiente", a pesar de que firmó ambos documentos.
"Se requieren otros instrumentos, incluidos los temas de sanciones y arbitraje para no recurrir al arreglo político en cada ocasión", afirmó.
La energía, dijo, "no es un campo de conflictos sino algo que debería unirnos, es un negocio común que conecta a Rusia con la UE y garantiza una vida cómoda a millones de europeos".
El mandatario ruso recordó que los acuerdos existentes no ayudan a prevenir conflictos comerciales como el que se produjo a principios de enero pasado entre Moscú y Kiev y paralizó por dos semanas el suministro del gas ruso a varios países de Europa. A Ucrania, recordó, "le importó un bledo la Carta Europea de la Energía y el Acuerdo correspondiente", a pesar de que firmó ambos documentos.
"Se requieren otros instrumentos, incluidos los temas de sanciones y arbitraje para no recurrir al arreglo político en cada ocasión", afirmó.
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