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Irán a un paso de la bomba |
Avance clave del plan nuclear iraní desata nuevos rumores bélicos en EEUU e Israel. Altos funcionarios y jefes militares norteamericanos e israelíes alimentan una nueva escalada belicista con sus declaraciones sobre un posible ataque de Israel como respuesta a los avances claves que acaba de anunciar el gobierno de Irán en su programa nuclear.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció el jueves que la República Islámica domina ya el ciclo completo de fabricación de combustible nuclear, justo al día siguiente de que las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU, con EEUU a la cabeza, invitaran a Teherán a una nueva ronda negociadora sobre su plan nuclear.
En un paso clave de su programa atómico, el presidente de Irán puso en funcionamiento la primera planta de fabricación de combustible nuclear del país, durante un acto en el que al mismo tiempo se mostró dispuesto a dialogar con Occidente sobre este espinoso tema, siempre que se respeten sus derechos.
Irán cuenta con unas 7.000 centrifugadoras en su planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, declaró por su parte el jefe del organismo iraní de energía atómica, Gholam Reza Aghazadeh, y agregó que "esta cifra alcanzará 50.000" en los próximos cinco años. Así, dijo, "Irán ha alcanzado "una nueva fase de adquisición de tecnología de enriquecimiento nuclear".
La fábrica tiene una capacidad de producción de 10 toneladas de combustible nuclear por año para el reactor de investigación de agua pesada de 40 megavatios de Arak, que se inaugurará en los próximos dos o tres años, y de 30 toneladas de combustible por año para los futuros reactores de agua ligera, informó la agencia iraní Mehr.
Mostrando la cara más desafiante del régimen islámico, Ahmadineyad anunció el ensamblaje de mil nuevas centrifugadoras y dejó inaugurada la planta que culmina la cadena de producción propia iraní de energía nuclear.
Dicha tecnología, imprescindible en el proceso de obtención de uranio enriquecido, se sumará a las 7.000 máquinas que Teherán dice tener en funcionamiento. El uranio enriquecido sirve para fabricar bombas atómicas, si bien Irán asegura que se empleará para "fines civiles".
Isfahán Alaeddin Boroujerdi, presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, resumió la situación: "Irán ha demostrado prácticamente que ha concluido el ciclo del combustible y, por lo tanto, ya no se puede discutir con Irán sobre la suspensión del enriquecimiento de uranio".
El anuncio de Irán llega en un momento en que las potencias (EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) le ofrecen a Teherán negociaciones que tienen como condición que la nación islámica termine con el proceso de enriquecimiento de uranio, que lo proyecta hacia la posibilidad de fabricar una bomba nuclear.
El anuncio iraní reavivó la "preocupación" en Washington y Tel Aviv, donde se incrementaron los rumores de preparativos de una escalada militar para obligar a Irán a dar marcha atrás en el "objetivo militar" de su programa nuclear.
Según señalaban expertos en la prensa israelí el jueves, si el programa nuclear iraní fuera estrictamente civil no necesitaría 50.000 centrifugadoras.
La inauguración de esta nueva planta fue tomada por la Casa Blanca como un "nuevo desafío" de Irán a EEUU, que instó el jueves a Irán a renunciar a su proyecto atómico si quiere "recuperar su lugar en la comunidad internacional".
Ahmadineyad, por su parte, volvió a acusar a "Occidente" de intentar poner freno al progreso tecnológico iraní, incluso a través de organizaciones internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU, pero aseguró que todas esas "conspiraciones" son en vano.
El líder iraní apeló directamente a su par de EEUU., Barack Obama: "Me han dicho que él ha introducido muchos cambios, pero a mí me parece que no ha cambiado en nada; debe dar un paso o dos más adelante. Si nos respetan también lo haremos".
En Washington, la apertura de la nueva planta iraní fue recibida con "escepticismo y preocupación", según el vocero del Departamento de Estado, Robert Wood.
La escalada belicista
La reciente asunción de un gobierno ultraderechista encabezado por Netanyahu en Israel, así como la visita y las reuniones mantenidas el mes pasado por el jefe del Ejercito israelí con las primeras líneas de funcionarios de la Casa Blanca y el Pentágono, configuraron para la prensa norteamericana y europea señales claras de una "derechización militarista" del conflicto en Medio Oriente.
"Israel atraviesa un periodo crucial y debe hacer frente a desafíos colosales. Irán busca dotarse del arma nuclear y constituye la amenaza más grave a nuestra existencia desde la guerra de independencia" de 1948, dijo Netanyahu tras recibir formalmente el encargo del presidente Peres de formar el nuevo gobierno de Israel.
Según The Washington Post, luego del anuncio iraní funcionarios israelíes llamaron a EEUU a limitar el tiempo de los esfuerzos diplomáticos antes de apelar a medidas punitiva. En este pedido a la Casa Blanca coincidieron congresistas clave, tanto del opositor Partido Republicano como del gobernante Partido Demócrata, considerados cercanos al llamado "lobby israelí".
No faltaron -según el Post- representantes de la Casa Blanca blandiendo la amenaza de un ataque israelí como medio de ejercer presión a Teherán para que abandone la militarización de su proyecto nuclear.
Dennis Ross -señala la CNN-, ahora "asesor especial" sobre Irán para la secretaria de Estado (canciller) Hillary Clinton, ya habría aprobado un borrador de un informe publicado el mes pasado por el Instituto de Washington para Políticas de Medio Oriente, centro de estudios que por lo general refleja las opiniones del gobierno, en el que se incluye este párrafo: "Si la comunidad internacional se muestra incapaz de detener el progreso nuclear de Irán, Israel decidirá actuar en forma unilateral".
Gary Samore, el nuevo coordinador de la Casa Blanca sobre asuntos de armas de destrucción masiva, y Ashton Carter, ahora subsecretario de Defensa para la adquisición de tecnología y logística, coincidieron en la puesta en marcha de una estrategia orientada a explotar la amenaza israelí para presionar a Irán, al hablar en un foro organizado en septiembre de 2008 por la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard.
Por su parte, las últimas declaraciones del jefe del Comando Central de Estados Unidos, David Petraeus, sobre un posible ataque de Israel a Irán generó un debate en el gobierno de Barack Obama sobre si la amenaza israelí puede ser utilizada para estimular futuras negociaciones con Teherán.
Las declaraciones del alto jefe militar del Pentágono desató un debate en el gobierno de Barack Obama sobre si la amenaza israelí puede ser utilizada para estimular futuras negociaciones con Teherán.
El general Petraeus había manejado la idea de un ataque "preventivo" israelí en su testimonio ante el Comité de Servicios Armados del Congreso legislativo esta semana. "El gobierno israelí podría, en última instancia, verse tan amenazado por la posibilidad de un arma nuclear iraní que podría tomar acciones militares preventivas para desbaratarla o demorarla", afirmó.
En contraste con pasadas declaraciones de funcionarios de Estados Unidos sobre el tema, añadió que nada indica que Washington se oponga a un ataque así o que esté preocupado por sus consecuencias.
El vicepresidente Joseph Biden, a cargo de la agenda del gobierno contra la proliferación nuclear, rechazó la idea. "No creo que el primer ministro (Benjamín) Netanyahu lo haría (lanzar un ataque)",señaló a la cadena de noticias estadounidense CNN el martes. "Pienso que estaría mal asesorado si hace eso", añadió.
Según la agencia AP, el vicepresidente Joseph Biden, a cargo de la agenda del gobierno contra la proliferación nuclear, rechazó la idea. "No creo que el primer ministro (Benjamín) Netanyahu lo haría (lanzar un ataque)", dijo a la cadena de noticias estadounidense CNN el martes. "Pienso que estaría mal asesorado si hace eso", añadió.
El jefe del Pentágono, Robert Gates pareció coincidir con Petraeus en declaraciones al periódico británico Financial Times, en las que deslizó que Irán podría ser atacado si cruzaba una "línea roja". Cuando se le preguntó directamente sobre la posibilidad, respondió: "Creo que voy a decir que me sorprendería… si (Israel) actúa este año".
"Creo que tenemos más tiempo que ése", dijo, refiriéndose al momento en que el avance de Irán en su programa nuclear podría provocar una ofensiva de Israel. "Cuánto tiempo no lo sé. Es un año, dos años, tres años… Sería algo en ese espacio…", añadió.
Tras el acuerdo de Netanyahu con Lieberman para formar un gobierno ultraderechista, el secretario general adjunto de la Liga Arabe, Mohamed Sobeih, dijo que "la formación de un gobierno de extrema derecha es un mensaje claro que significa el rechazo de todas las formas de paz".
Javier Solana, jefe de política Exterior de la Unión Europea, señaló el mes pasado que si el nuevo gobierno ultraderechista de Israel no apoya la solución de los dos Estados para dos pueblos, avalada por los países árabes y todo occidente, "podría haber consecuencias".
Según coinciden varios analistas del ala conservadora de la prensa norteamericana, la ultraderecha en el gobierno del Estado judío reconfigura un escenario fundamentado en la hipótesis de que Netanyahu reiniciará la invasión y ataques a Gaza.
El nuevo gobierno de Israel controlado por la ultraderecha producirá seguramente, una nueva escalada de la violencia en un escenario donde posiblemente Hezbolá atacará a Israel desde el norte, obligando al Estado judío a atacar centros de la organización armada en Damasco, Siria, estiman desde los sectores conservadores de EEUU.
Un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), a fines de noviembre del año pasado, que alertaba que Irán ya estaba "en capacidad de fabricar una bomba nuclear" sirvió de argumento para montar una operación internacional en gran escala encabezada por Israel y EEUU, contra el programa atómico de Teherán.
Bajo la consigna de que hay que "parar a Irán" las potencias sionistas y los "socios" árabes del eje USA-UE lanzaron desde la ONU una campaña de presión internacional que podría derivar en un endurecimiento extremo de las sanciones económicas y en un proceso de aislamiento de Irán, cuyo resultante podría desembocar en una escalada militar a corto plazo en el Golfo Pérsico.
De acuerdo con The Washington Post, con la ultraderecha belicista controlando las decisiones del gobierno de Israel se incrementan de un ataque sorpresa a las usinas de Irán a modo de "hecho consumado" para obligar a EEUU a intervenir en las operaciones.
Según el Post, el estado mayor militar israelí se juega a que un posible (y lógico) contraataque iraní, a su vez, podría consolidar al frente de los "aliados árabes" y las potencias de la OTAN dentro de una operación militar abierta contra Irán y sus instalaciones nucleares.
La estimación generalizada en el mundo árabe es que el fracaso militar de la operación "Plomo Fundido" para terminar con la estructura político-militar de Hamás "derechizó" aún más al poder y a la sociedad israelí, que no concibe su existencia con un "Irán nuclear" y con Hamás y el resto de la resistencia palestina en pie.
Otros analistas afirman que, en el caso de la amenaza iraní de una tercera guerra mundial como en el de la decisión de Israel de evitar "a todo precio" que Teherán se convierta en una potencia atómica, hay elementos de guerra psicológica, pero la tensión bilateral y el miedo al futuro son reales en ambos bandos.
En marzo, el jefe de Estado Mayor israelí, teniente general Gabi Ashkenazi, quien se encuentra en una visita oficial en EEUU, señaló que la amenaza iraní podría ser manejada a través de sanciones, pero insistió en que un ataque militar israelí es una "seria" opción.
Ashkenazi reiteró que cualquier decisión definitiva en relación a un posible curso de acción de Israel contra Irán sería realizada por el Gobierno y no por él, añadiendo que como jefe de Tzáhal fue consultado para preparar diversas contingencias y que una operación militar es una posibilidad concreta.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, inauguró hoy jueves la primera planta de manufactura de combustible nuclear del país y reveló que hay alrededor de 7.000 centrifugadoras en su instalación de enriquecimiento de uranio.
"Estados Unidos ha tomado una muy clara decisión de política en el sentido de que está dispuesto a participar en un diálogo directo con el gobierno de Teherán", dijo Wood, quien agregó que la administración Obama desea "avanzar de manera sustancial y positiva" en relación con el programa nuclear de Irán y otros temas.
"Hemos exhortado a Irán a que suspenda el enriquecimiento y otras actividades relacionadas con esto. Queremos ver que suceda. No se trata únicamente de un llamado de Estados Unidos. Es un llamado de otras naciones. De modo que seguimos preocupados por lo que Irán está haciendo", dijo el vocero.
"Corresponderá a Irán decidir si desea tener contacto con nosotros, pero, de nuevo, existe toda una serie de temas de preocupación, no sólo para Estados Unidos sino para otros países, con respecto a Irán y su comportamiento en general", dijo el vocero.
La administración Obama dijo el miércoles que "a partir de ahora" participará en forma directa en conversaciones internacionales con Irán sobre su programa nuclear, el más reciente esfuerzo realizado por la administración que prometió acercarse en términos diplomáticos a Teherán.
Estados Unidos y sus aliados europeos afirman que Irán está buscando desarrollar en secreto armas nucleares y el Consejo de Seguridad también le ha exigido suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Pero Irán insiste en que su programa nuclear tiene únicamente fines pacíficos.
(Xinhua)
Estados Unidos y otras grandes potencias, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania, han invitado a Irán a unirse a las pláticas directas, según Wood.
"Si Irán acepta, esperamos que esta será la ocasión para involucrar seriamente a Irán sobre la forma de romper el estancamiento de años recientes y trabajar en una forma cooperativa para resolver las preocupaciones internacionales sobresalientes acerca de este programa nuclear", dijo Wood.
El comentario fue considerado como un cambio en la política de la administración Obama sobre Irán. La administración Bush se rehusó siempre a participar en pláticas que involucraran a Irán sobre su asunto nuclear, diciendo que Teherán tenía que detener primero su programa de enriquecimiento de uranio.
(Xinhua)
Para este analista ruso, la OTAN está pasando en la actualidad por unos “momentos muy difíciles” cuyos miembros consideran que Afganistán es el asunto más importante que se traen entre manos. “En el seno de la OTAN existen discrepancias —explicó—, pues mientras Washington insiste en que todos los países europeos pertenecientes a esta alianza militar tienen que participar en el tema de Afganistán, entre dichos miembros existe cada día menos interés por seguir permaneciendo en Afganistán”.
En otro orden de cosas, Pikayev suscribió que la presión de los lobbies sionistas es otro de los factores que condicionan el comportamiento de Obama, ya que esos lobbies intentan que el mandatario estadounidense siga “delineando y ejecutando una política hostil” contra la República islámica.
Pikayev tildó asimismo de “ilógica” la actitud y de “doble rasero” el comportamiento de Obama al reconocer éste por una parte los derechos nucleares de Irán mientras que por otra parte se refiere al programa nuclear de este país como de una “amenaza”, sin tener para sus afirmaciones prueba alguna, además de que dicho programa está siendo supervisado por la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la cual no ha constatado ningún desvío hacia objetivos militares.
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