«« | »» |
Cumbre de la ASEAN al rojo vivo |
Huida en masa de la cumbre del ASEAN
Los líderes rescatados por helicópteros en la azotea de un hotel.
"Tigres asiáticos", "fabricas baratas" con mano de obra esclava, o reinados de los "paraísos fiscales" del capitalismo transnacionalizado, cualquiera de estas denominaciones les cabe a los países que, liderados por China y Japón, se disponían a inaugurar en Tailandia la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) - que se realizaba en la ciudad balneario tailandesa de Pattaya.
El evento fue cancelado finalmente a raíz de las manifestaciones en contra que terminaron en violentos enfrentamientos que obligaron a la cancelación de la cumbre mientras los participantes (rodeados en el centro de deliberaciones) emprendían la huida acelerada en helicópteros.
La cumbre de líderes de Asia en Tailandia fue suspendida después de que unos manifestantes opositores al Gobierno vulneraran la seguridad e ingresaran en un centro de medios del hotel donde se realizaría la reunión.
Aproximadamente la mitad de los líderes que se habían reunido en la ciudad tailandesa de Pattaya para la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) fueron evacuados después de que el Gobierno cancelara la reunión por los violentos enfrentamientos registrados en la mañana del sábado.
El primero en ser evacuado en helicóptero hasta la base militar de U-Tapao, situada en las afueras de la ciudad, fue el primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, quien recibió al resto de los dirigentes a medida que llegaban, dijeron empleados del aeródromo.
Entre ellos, a los primeros ministros de Birmania, general Thein Sein, y de Vietnam, Nguyen Tan Dung, así como a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, quien hacía sólo unas horas que se encontraba en Tailandia.
Los dirigentes de China, Corea del Sur, y Japón, con los que sus homólogos tenían previsto reunirse a lo largo del día, permanecían en sus hoteles a la espera de emprender regreso, después de que los manifestantes impidieran la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de estos tres países habían programado para abordar el reciente lanzamiento de su cohete por Corea del Norte.
Según informó el portavoz del Ministerio de Exteriores, Tharit Charungvat, la mitad de los representantes que se encontraban en el hotel Royal Cliff "fueron evacuados en helicóptero".
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, declaró el "estado de emergencia" en Pattaya para intentar calmar las protestas antigubernamentales, que -según afirma- no tienen nada que ver con la cumbre sino con el descontento por la labor del Gobierno.
"Mi labor y la del Gobierno ahora es garantizar la seguridad los líderes para que viajen de vuelta a casa", explicó Abhisit en un mensaje televisado.
La decisión de cancelar la cumbre se tomó después de que manifestantes -que protestan contra el gobierno de Tailanndia- interrumpieron por segundo día consecutivo la cumbre, forzando la postergación de los eventos programados.
Cientos de manifestantes que vestían camisetas rojas, partidarios del depuesto primer ministro Thaksin Shinawatra,, superaron las líneas de soldados y rompieron una ventana del centro de conferencias adjunto al lugar de la reunión, el hotel Royal Cliff, con silbatos, ondeando banderas y gritando consignas.
Soldados los persiguieron, pero luego retrocedieron y se dirigieron hacia el hotel para evitar que los manifestantes accedieran al lugar donde los líderes de Asia debían reunirse para almorzar.
"Hubo al menos dos casos de tiroteos que tenían por objetivo herir a partidarios de los camisetas rojas, una evidencia clara de que los seguidores del Gobierno poseían armas y las usaban directamente contra nosotros", dijo el Frente Unido de la Democracia contra la Dictadura.
Los manifestantes, que apoyan al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, exigen la disolución del Parlamento y nuevas elecciones.
El corresponsal de la BBC en el Sudeste Asiático, Jonathan Head, dice que las fuerzas de seguridad tailandesas no han podido dispersar a los grupos de manifestantes -uniformados en camisas rojas- que abandonaron sus movilizaciones en la capital Bangkok para concentrarse alrededor de la cumbre en Pattaya.
No permitieron que el canciller de Japón saliera de su hotel y una cita entre el primer ministro de China Wen Jiabao y líderes del Sudeste Asiático en torno a un acuerdo de libre comercio tuvo que ser aplazada.
Esta cumbre ya había sido pospuesta el año pasado debido a la prolongada crisis política en Tailandia.
Los líderes de las naciones del sudeste de Asia planearon la cumbre en Tailandia afrontar la crisis financiera mundial con políticas macroeconómicas y monetarias flexibles, según indicó el borrador de un comunicado obtenido por Reuters.
Los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) también se comprometieron a trabajar con el grupo G20 para reformar las instituciones financieras internacionales y resistir medidas proteccionistas.
Antes de la cancelación de cumbre, el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, dijo que los líderes de ASEAN necesitaban acordar medidas para lidiar con una profundización de la crisis financiera mundial, que ha perjudicado sus economías dependientes de exportaciones.
“Hemos acordado que las políticas macroeconómicas más coordinadas y contra-cíclicas son la mejor respuesta a la crisis financiera mundial”, sostuvo.
“Algunos gobiernos ya han implementado paquetes de estímulo fiscal para impulsar la demanda doméstica y tener una política monetaria adecuada que permita al sector bancario continuar con sus funcionarios”, señaló.
La Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN) fue fundado el 8 de agosto de 1967 por cinco países: Thailandia, Indonesia, Malasia, Singapur y Filipinas y China.
En la actualidad cuenta con 10 estados miembros, los cinco fundadores mas Vietnam, Laos, Camboya, Brunéi y Birmania, un país candidato Timor Oriental y un país observador Papúa-Nueva Guinea. Junto con Japón, Corea del Sur y China forman el foro ASEAN+3.
En relación a los mercados conformados por la globalización capitalista trasnacional, por tamaño de población se puede decir que el bloque de los países asiáticos representa alrededor de la tercera parte de la población mundial.
Ya en el año 1992 la ASEAN acordó establecer a partir de 1993 una zona de "libre comercio" (promovido a escala planetaria por el llamado Consenso de Washington) además de la reducción de los tarifas a bienes no agrícolas por un lapso de 15 años.
La reunión de la ASEAN en julio de 1994 estableció el reconocimiento de la necesidad de relaciones internas más próximas, el aumento de sus miembros y un papel mayor en la seguridad regional después del fin de la guerra fría. Papúa-Nueva Guinea tiene estatuto de país observador, y Corea del Sur tiene un estatuto especial.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, monopolios, multitud, politica.
La seguridad se ha reforzado después de las manifestaciones de los camisetas rojas y de que estos bloquearan los accesos al lugar donde se celebrará la cumbre.
Hasta ahora, no está claro si la cumbre se celebrará como estaba previsto o será aplazada debido a la conflictividad política que vive Tailandia.
(Xinhua)
La cita reúne a los líderes de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) con China, Japón, Surcorea y después se sumarán la India, Australia y Nueva Zelanda.
Los llamados "camisas rojas" del Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (FUDD) alcanzaron la entrada de la sede del encuentro representados por Arisman Pongreungrong, un ex parlamentario seguidor de Taksin Shinawatra, depuesto del poder en 2006 por los militares.
Arisman entregó la misiva a Bala Kumar Palaniappan, representante del secretariado de la ASEAN en las oficinas del conclave.
Según refirió a los reporteros que siguen la cumbre, la misiva explica en detalle el por qué esa agrupación considera que el ejecutivo de Abhisit Vejjajiva carece de autoridad para gobernar el país.
Abhisit y la coalición que lidera su Partido Democrático asumieron el gobierno en diciembre último, tras el derrumbe de dos administraciones llegadas en 2008 a la administración por la vía electoral.
El FUDD demanda su renuncia y protagoniza masivas demostraciones con esa exigencia desde hace más de dos semanas, tras bloquear el acceso a la sede gubernamental en el centro de Bangkok.
El Frente no disturbará la cumbre, que sesionará hasta el domingo próximo, aseguró Arisman, quien dijo que el grupo que encabeza pasará la noche en Chon Buri, cabecera provincial, y retornará mañana con otros líderes del FUDD procedentes de Bangok.
Abhisit señaló desde un lugar no identificado que no disolverá el parlamento ni renunciará, señalando que el FUDD no tiene necesidad de establecerle un plazo.
Los manifestantes, denominados "camisas rojas" , que permanecen en varios lugares en el centro de Bangkok, intentaron interrumpir las cumbres de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y sus socios de diálogo, comentó el primer ministro.
Hizo un llamado al pueblo tailandés, que será anfitrión de la cumbre de la ASEAN del 10 al 12 de abril en Pattaya, una ciudad turística a 145 kilómetros al sureste de Bangkok.
Cerca de 100 conductores de taxis utilizaron sus autos para bloquear dos caminos frente al Monumento a la Victoria en el centro de Bangkok al medio día del jueves para presionar al gobierno de renunciar, y amenazaron con cerrar más vialidades, según reportó el Canal 7.
La tarde del jueves, los "camisas rojas" llevaron a cabo manifestaciones en las oficinas del gobernante Partido Demócrata, el Tribunal de Constitución y el Ministerio de Asuntos Exteriores, según informó a Xinhua un ayudante de Jakrapob Penkair, un antiguo jefe de personal del ex-premier Thaksin Shinawatra.
Mientras tanto, el primer ministro anunció que el viernes 10 de abril será un día de asueto, para aminorar la tensión y asignó a la NBT la tarea de proporcionar información sobre el transporte público.
También hizo un llamado a las televisoras a colaborar con su gobierno por el bien del pueblo.
El principal trabajo de gobierno actualmente es el de restaurar el tránsito obstruido por los mítines masivos y los taxistas, y garantizar la seguridad de las oficinas administrativas, dijo el premier.
La situación regresará a la normalidad tan pronto como sea posible con la cooperación de la gente, afirmó.
(Xinhua)
El primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, anunció la cancelación de la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) - que se realizaba en el balneario de Pattaya.
La decisión se tomó después de que manifestantes -que protestan contra el gobierno de Tailandia- interrumpieron por segundo día consecutivo la cumbre, forzando la postergación de los eventos programados.
Una de las reuniones entre los cancilleres de China, Japón y Corea del Sur tenía planeada discutir por primera vez la reciente prueba de un cohete por Corea del Norte.
Los manifestantes, que apoyan al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, exigen la disolución del Parlamento y nuevas elecciones.
Vergüenza
El corresponsal de la BBC en el Sureste Asiático, Jonathan Head, dice que las fuerzas de seguridad tailandesas no han podido dispersar a los grupos de manifestantes -uniformados en camisas rojas- que abandonaron sus movilizaciones en la capital Bangkok para concentrarse alrededor de la cumbre en Pattaya.
No permitieron que el canciller de Japón saliera de su hotel y una cita entre el primer ministro de China Wen Jiabao y líderes del Sureste Asiático en torno a un acuerdo de libre comercio tuvo que ser aplazada.
Nuestro corresponsal informa que cientos de manifestantes rivales que apoyan al gobierno se enfrentaron a los "camisas rojas" provocando choques entre ambos grupos.
Esta cumbre ya había sido pospuesta el año pasado debido a la prolongada crisis política en Tailanda.
El nuevo gobierno había esperado que al alejar la sede de la reunión de la capital se podrían evitar los disturbios.
Sin embargo, ha tenido que pasar la vergüenza de ver la facilidad con que sus opositores son capaces de interrumpir una reunión de tan alto nivel.
El primer ministro Vejjajiva anunció un estado de emergencia alrededor del balneario de Pattaya.
Tras unos forcejeos con los miembros de las fuerzas de seguridad que protegen la sede de la Cumbre, el grupo amenazó con irrumpir en el interior del edificio si el primer ministro Vejjajiva no presenta su dimisión. "Abhisit Vejjajiva vete ya", gritaban los manifestantes, que forman parte del millar concentrado en el acceso a la sede del encuentro.
La Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) reunirá hoy a los diez ministros de Exteriores de la región y de los otros seis países, quienes abordarán asuntos de cooperación y seguridad.
Durante el fin de semana, los jefes de Estado o de Gobierno de Asia, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y los responsables del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional examinarán las medidas acordadas en el G-20 durante la reciente cumbre de Londres, así como iniciativas destinadas a salir de la crisis económica global.
Los mandatarios de la región han confirmado su asistencia a la Cumbre de Pattaya pese a la amenaza de nuevas manifestaciones por parte de los seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 en un golpe de Estado militar.
Los cabecillas de las protestas organizadas por el Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura (UDD), la plataforma política de Shinawatra, aseguraron que intentarán paralizar la cumbre si el primer ministro Vejjajiva no presenta su renuncia.
El pasado miércoles, unos 100.000 seguidores del Frente se manifestaron en Bangkok para forzar la renuncia de Vejjajiva y clamar por el retorno de Shinawatra, en el exilio y condenado en rebeldía a dos años de cárcel por abuso de poder. Desde el golpe de Estado Tailandia atraviesa una profunda crisis política y social.
A finales del año pasado, los detractores de Shinawatra, conocidos como los "camisetas amarillas", ocuparon durante cuatro meses la sede del Ejecutivo y durante una semana bloquearon los dos aeropuertos de Bangkok.
Pocas horas antes Abhisit había declarado el estado de emergencia en la provincia de Chon Buri, donde radica la localidad balneario de Pattaya, sede de la cita, para garantizar, dijo, la seguridad de los líderes asistentes y de la sede de la reunión.
El cónclave de tres días iniciado este viernes en Pattaya, a unos 160 kilómetros de Bangkok, reunía a las 10 naciones de la Asociación del Sureste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés), con China, Japón y Surcorea, y seguidamente a ese grupo con la India, Australia y Nueva Zelanda.
Ambos conjuntos, conocidos como ASEAN +3 y ASEAN +6, tenían un temario centrado en la crisis global y las políticas de integración a seguir para enfrentarla, con participación además de instituciones financieras del orbe y de la Organización Mundial del Comercio.
Los manifestantes del Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (FUDD), conocidos por sus camisas rojas, habían entregado una carta a la ASEAN anoche, en la cual explicaban por qué consideran ilegítimo al ejecutivo de Abhisit, llegado al poder en diciembre último.
La coalición gobernante, liderada por el Partido Democrático del primer ministro, es la tercera administración tai en menos de un año, luego que protestas similares de sectores conservadores propiciaron el derrumbe de dos gabinetes surgidos de las últimas elecciones.
Los seguidores del FUDD y de Taksin Shinawatra, derrocado por los militares en 2006, se dispersaron tras entregar la misiva, pero retornaron al lugar y chocaron con otros grupos, portando camisas azules, en incidentes en los cuales se produjeron disparos y varios heridos.
El Frente acusó al gobierno de estar detrás de esos elementos ante reporteros en el centro de prensa de la Cumbre y mostró varias camisas usadas, bombas de humo, cargadores de municiones gastados y manillas con pinchos.
Las autoridades evitaron responder la acusación por esos hechos, en los cuales un líder del FUDD, Arisman Phongruangrong, afirmó tomaron parte militares con esas vestimentas azules contra los manifestantes.
Fuentes vinculadas al magno encuentro de la ASEAN indicaron su posible reanudación en agosto próximo.
La última ola de protestas de los camisas rojas llegó este sábado a su 18 jornada desde que el 27 de marzo último bloquearon la Casa de Gobierno en Bangkok para demandar la renuncia de Abhisit y su equipo, entre otros reclamos.
NOTA: Esta noticia es multiple, visitar la fuente para obtener toda la informacion que ofrece.
Citado por la agencia china Xinhua, Wewn dijo a su colega tailandés que China atribuye gran importancia a sus relaciones con la ASEAN, y que su gobierno se fortalecerá su cooperación amistosa y de beneficio mutuo con la ASEAN, y que apoyará su proceso de integración.
Actualmente, la máxima prioridad en la cooperación China-ASEAN es hacer frente de forma conjunta a los desafíos de la crisis financiera, mantener el constante y relativamente rápido crecimiento económico, y superar las actuales dificultades con esfuerzos conjuntos, añadió Wen.
A consecuencia de la cancelación de la cumbre China ASEAN se postergó la firma de un tratado de inversiones entre China y ASEAN que aglutina diez países del sudeste asiático.
La firma de este acuerdo se considera el primer paso hacia la creación de una zona de libre comercio China-ASEAN, que con un valor calculado en 1,2 billones de dólares anuales, será la tercera en el mundo después de zona de comercio de la Unión europea y la zona de libre comercio de América del Norte NAFTA entre Estados Unidos, Canadá y México.
La cumbre de la ASEAN en Pattaya iba a reunir en esta ocasión a sus diez países miembros -Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam- con China, Japón, Corea del Sur, India, Australia y Nueva Zelanda para abordar la crisis económica internacional y otros temas relacionados con la seguridad.
A consecuencia de la cancelación de la cumbre ASEAN en Tailiandia, también se postergó una reunión entre los cancilleres de China, Japón y Corea del Sur para abordar el reciente lanzamiento de un cohete por parte del Corea del Norte.
Por su parte, el primer ministro tailandés reiteró a su homologó chino la disposición de Tailandia y de la ASEAN de promover aún más la cooperación amistosa entre el bloque y el grupo de tres países integrado por China, Japón y Corea del Sur.
Según medios de información internacionales la cumbre China-ASEAN se celebrará el próximo mes de agosto.
Al sostener un encuentro con representantes de los 10 países de ANSEA en esta capital, el ministro también dijo que su país ofrecerá créditos por 15 mil millones de dólares a las naciones del sudeste asiático en un plazo de tres a cinco años.
También pondrá a disposición de la región préstamos con términos preferenciales por mil 700 millones de dólares para proyectos de cooperación.
El canciller explicó que el aplazamiento ayer de las reuniones al máximo nivel de la ANSEA y China en Pattaya, Tailandia, no va a afectar la política de Beijing de impulsar la cooperación con los estados miembros.
A la organización regional pertenecen Filipinas, Brunei, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Myanmar, Cambodia, Laos y Vietnam.
Ambas partes debían firmar la víspera en Pattaya un acuerdo de inversiones, con el cual se pondría punto final a las negociaciones para un Acuerdo de Libre Comercio que se pondrá en vigor a partir de 2010.
El ACL significará la creación de un mercado de mil 900 millones de personas, resultado de la suma de las poblaciones de China y los países de ANSEA.
China también otorgará casi 40 millones de dólares en ayuda a Cambodia, Laos y Myanmar para necesidades urgentes, cinco millones de dólares para el Fondo de Cooperación China-ANSEA y otros 900 mil dólares al fondo de ANSEA más China, Japón y Corea del Sur.
Yang Jiechi dijo que ambas partes deben hacer frente a la actual crisis financiera y deben esforzarse para convertir este desafío en una oportunidad para establecer un cooperación pragmática y un desarrollo común.
Tomada al asalto por centenares de manifestantes en medio de un clima de caos total, la cumbre asiática de Pattaya, en Tailandia, tuvo que ser aplazada sine die y algunos de los líderes que participaban en ella evacuados en helicóptero desde la azotea del hotel en el que se celebraba el encuentro.
A raíz de la irrupción en el complejo hotelero de lujo y de los enfrentamientos librados en la calle entre partidarios y detractores del Ejecutivo tailandés, el primer ministro, Abhsit Vejjajiva, declaró el estado de excepción en la citada ciudad costera y en la provincia circundante de Chonburi, que daba poderes suplementarios a las fuerzas de seguridad y prohibía las reuniones de más de cinco personas, y ordenó a su Gobierno adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los dignatarios. Varias horas después ordenó levantar la situación de excepción.
Casi la mitad de los líderes abandonaron el lujoso hotel elegido como sede de la cumbre por la azotea, donde abordaron los helicópteros con destino a la base militar de U-Tapao, situada a las afueras del célebre destino turístico. El primero en ser evacuado fue Vejjajiva, que recibió al resto de mandatarios en la base militar a medida que iban llegando. Algunos abandonaron el país sólo unas pocas horas después de haber llegado.
Invasión del recinto
El caos se apoderó de la cumbre cuando unos 300 manifestantes antigubernamentales atravesaron el cordón policial sin apenas dificultad, rompieron las cristaleras de la primera planta del edificio e invadieron el recinto en el que estaban reunidos los líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
«Abhisit tiene que dimitir, no representa al pueblo tailandés, porque no ha sido elegido democráticamente. Exigimos elecciones anticipadas», señaló a los medios de comunicación Pichet Suksindatch, uno de los líderes de los manifestantes partidarios del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto por el golpe militar de 2006. Los detractores del actual Ejecutivo consideran a Vejjajiva una «marione- ta» del Ejército y de algunos consejeros del rey.
Después de permanecer más de una hora en el interior del hotel, los manifestantes, conocidos como los «camisetas rojas» por el color de las prendas que les identifican, abandonaron el lugar con gritos contra Vejjajiva y su Gobierno, que durante meses ha organizado este evento.
Antes, los manifestantes consiguieron forzar, tras bloquear las calles de la ciudad con ayuda de centenares de taxistas, la cancelación de la reunión que los ministros de Asuntos Exteriores de China, Corea del Sur y Japón pretendían mantener en otro hotel de la ciudad para abordar la crisis causada por Corea del Norte tras el reciente lanzamiento de un satélite.
La situación se complicó con la llegada de los «camisetas azules», militantes progubernamentales, armados con palos y botellas. Las peleas entre ambos grupos estallaron y se saldaron con al menos 13 heridos, según los servicios de asistencia.
La cancelación de la cumbre de la ASEAN, además de una humillación para el Gobierno de Vejjajiva, fue otra demostración de la profunda división que existe en Tailandia desde la asonada que apartó del poder a Shinawatra, actualmente en el exilio y condenado en rebeldía a dos años de prisión por un delito de corrupción.
Cita en agosto
«No podemos negar que todo esto ha perjudicado la imagen y la reputación del país», admitió Vejjajiva en rueda de prensa.
El Ejecutivo de Tailandia, que ocupa la Presidencia de turno de la ASEAN, indicó que intentará celebrar de nuevo la reunión con China, Corea del Sur, Japón, Australia, Nueva Zelanda e India el próximo mes de agosto.
Los «camisetas rojas», que el miércoles reunieron a 100.000 personas en Bangkok, mantienen bloqueados desde hace tres semanas todos los accesos a la sede del Gobierno en la capital.
A finales de 2008, los detractores de Shinawatra, llamados los «camisetas amarillas», ocuparon la sede gubernamental durante cuatro meses y bloquearon los dos aeropuertos de Bangkok por espacio de una semana.
Las protestas llegaron a su fin cuando el Tribunal Constitucional disolvió el Gobierno formado por los aliados de Shinawatra y propició la elección de Vejjajiva como primer ministro por el Parlamento, gracias al apoyo de políticos tránsfugas.
Por otra parte, el gobierno tailandés declaró el Estado de Emergencia en la provincia de Chonburi. Después de la emisión de este decreto de emergencia, los manifestantes comenzaron a retirarse el centro de prensa y del edificio de las cumbres.
El bloqueo ha provocado la cancelación de la reunión de desayuno entre los ministros de Asuntos Exteriores de los tres países, ya que el ministro japonés, que se aloja en un hotel cercano, no pudo llegar al hotel Dusit Thani para reunirse con sus holmólogos de China y Corea del Sur.
Sin embargo, los ministros de Asuntos Exteriores de China y Corea del Sur mantuvieron una breve conversación porque las delegaciones de los dos países se alojan en el mismo hotel.
En declaraciones a Xinhua, la delegación china comentó que, hasta el momento, el gobierno tailandés no ha anunciado la decisión de cancelar la cumbre entre la ASEAN y China, programada para las 9:00 a.m. (02:00GMT) de este sábado.
Las autoridades de Tailandia, por su parte, están tratando de sacar del hotel a las delegaciones que allí se alojan por medios marítimos y aéreos para llevarlas al Gran Hotel Royal Cliff, el lugar donde tiene previsto celebrarse la cumbre de la ASEAN y China, en caso de que continúe el bloqueo, pero eso dependerá de la decisión de las delegaciones.
La cumbre fue pospuesta para una fecha posterior, señaló Panita Waltanyakorn, vocero de gobierno, sin entregar una fecha definitiva.
Antes del anuncio de la cancelación de la cumbre, los manifestantes, conocidos por sus camisetas rojas, irrumpieron en el centro de prensa y las instalaciones donde se realizaría la cumbre, lo cual hizo imposible realizar la reunión internacional.
Después del decreto de emergencia, los manifestantes comenzaron a retirarse del lugar.
Los líderes extranjeros de los países participantes comenzaron a evacuar los hoteles luego que la cumbre fuera cancelada.
Más temprano, los manifestantes señalaron que detendrían el convoy del primer ministro tailandés para prevenir que asistiera a la cumbre.
En la mañana, el centro de prensa de la cumbre, ubicada en la Sala de Exhibiciones y Convenciones Pattaya, fue completamente aislada del exterior por automóviles de los manifestantes.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, canceló su viaje a Pattaya. Este tenía previsto llegar a Pattaya la tarde del sábado para asistir a la III cumbre ASEAN-ONU programada para el domingo.
El gobierno tailandés declaró el Estado de Emergencia en la provincia Chonburi, la cual alberga Pattaya. El primer ministro tailandés Abhisit Vejjajiva dijo que todos los líderes y delegados han sido informados del decreto de emergencia, y el gobierno tailandés hará lo posible para garantizar la partida de todos los dirigentes.
"Entiendo las circunstancias que llevaron al gobierno tailandés el tomar esta difícil decisión. En tanto, espero poder conversar con líderes de la ASEAN y sus socios de diálogo, y espero poder reunirme con ellos nuevamente en un futuro próximo", señaló Ban.
"Espero que haya una pronta restauración de la normalidad, y que se solucionen las diferencias a través del diálogo y vías pacíficas", agregó el secretario general de la ONU.
Ban, quien tenía planeado llegar a Pattaya el sábado para presidir el lanzamiento de un nuevo reporte de la ONU titulado "Esfuerzándose juntos: ASEAN y la ONU", el cual analiza las oportunidades a futuro para una asociación entre la ONU y la ASEAN, y asisitir a la tercera cumbre ASEAN-ONU este domingo.
Ban también tenía programado reunirse con el primer ministro chino Wen Jiabao junto con otros líderes que asitirían a la cumbre.
Los manifestantes antigubernamentales sitiaron el sábado el lugar e irrumpieron en las instalaciones donde se realizaría la cumbre de la ASEAN y sus reuniones paralelas, las cuales involucraban a los integrantes de la ASEAN y otros seis países, China, Japón, la República de Corea, Australia y Nueva Zelanda, provocando la cancelación de la reunión y la declaración del Estado de Emergencia en Pattaya, un centro turístico a 150 kilómetros de Bangkok, y en toda la provincia donde se encuentra el resort.
La petición se produjo después de que el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, prometió el domingo en un discurso semanal dirigido a la nación, que tomará acciones legales dentro de dos días para castigar a quienes interrumpieron la cumbre de la ASEAN y las cumbres paralelas.
El vehículo del primer ministro fue rodeado por los manifestantes, que lo golpearon con palos y porras, mientras abandonaba el ministerio.
"Les queremos pedir que se detengan", sostuvo Abhisit. "Si es necesario el Gobierno adoptará las medidas permitidas en el decreto de emergencia, para restaurar la paz en la nación", dijo en un discurso televisado.
Un periodista que estuvo en el lugar indicó que los soldados inicialmente no intervinieron para detener a los manifestantes que entraban en el edificio, pero que después dispararon al aire para evitar que otros se les unieran.
Los últimos disturbios se produjeron luego que manifestantes leales al ex primer ministro Thaksin Shinawatra entraron al recinto en el que se celebraría la cumbre de líderes asiáticos en una localidad turística y forzaran la suspensión del encuentro, minando la confianza en el Gobierno.
Decenas de manifestantes ataviados con camisetas rojas se concentraban en una zona alrededor de la sede de la policía, según testigos. Algunos inhabilitaban dos tanques mientras otros bailaban encima de los vehículos policiales.
Algunos testigos también vieron tanques en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Un vocero del Ejército dijo a un canal de televisión local que la población no debería alarmarse ante la presencia de los vehículos, ya que no se trataba de un golpe de Estado, sino que eran parte de las medidas de seguridad ordenadas por el Gobierno.
El número de manifestantes ante la Casa de Gobierno de Abhisit, el centro de las protestas desde fines de marzo, aumentó a unas cuatro mil personas a media tarde, dijo un periodista de Reuters.
Los líderes del Frente Unido para la Democracia contra la Dictadura (UDD, por su sigla en inglés), una organización pro-Thaskin, dijeron que habían "arrestado" a uno de los guardias de seguridad del primer ministro y lo estaban tratando por heridas en la cabeza.
En unas declaraciones sobre la situación poco antes de que se anunciara el estado de emergencia, Jakrapob Penkair, líder del UDD, había advertido contra cualquier medida de ese tipo y afirmó que Abhisit debería dimitir.
"Si se declara un estado de emergencia, el movimiento de las camisetas rojas considerará las acciones del Gobierno como una declaración de guerra contra el pueblo de Tailandia", señaló.
"Tratarán de dispersar a la multitud, pero continuaremos en la Casa de Gobierno. Iniciaremos una guerra de personas. Esta declaración es la guerra contra el pueblo tailandés", agregó.
En un discurso semanal ante el país, Abhisit había anunciado que se estaban preparando órdenes de arresto contra los responsables de los últimos disturbios en la prolongada crisis política.
La policía sostuvo que arrestó a Arismun Pongreungrong, un popular cantante que tuvo un rol importante en el asalto contra el recinto de la cumbre en Pattaya, y que lo mantenía detenido en una comisaría de policía en el norte de Bangkok.
Abhisit sufrió una humillación política cuando la cumbre que había presentado como una señal del regreso del país a la normalidad fue cancelada "Ayer fue un día realmente vergonzoso para nuestro país, que ha visto destruida su imagen internacional", indicó el diario Bangkok Post en una editorial en primera plana.
Los partidarios de Thaksin dicen que Abhisit sólo se convirtió en primer ministro debido a una elección parlamentaria manipulada por el Ejército. Piden nuevas elecciones, en las que serían los favoritos para ganar.
Imágenes de televisión mostraron a los soldados en camiones del ejército en las calles de Bangkok.
El primer ministro tailandés Abhisit Vejjajiva declaró el domingo el Estado de Emergencia en la capital y áreas en cinco provincias vecinas, argumentando el peligro del aumento de la violencia por las protestas contra el gobierno en Bangkok.
Sansern señaló que las fuerzas del ejército asumirán la seguridad en 50 puntos de la capital y áreas en cinco provincias cercanas donde el decreto de emergencia fue aplicado.
Dichos puntos incluyen estaciones de transporte público, como el sistema de tren liviano BTS, importantes puntos de intersección de avenidas y bancos.
En referencia al fracaso de las fuerzas de seguridad por resguardar las instalaciones donde se realizaría la cumbre de la ASEAN en Pattaya el sábado, el vocero señaló que la policía y el ejército buscaron evitar choques violentos.
"La policía y el ejército han estado actuando con suficiente paciencia (con los manifestantes, conocidos como "camisetas rojas") hasta ayer (sábado), ahora reaccionarán con medidas más duras para disminuir el alza de la violencia", señaló Sansern.
En respuesta a esta medida y a la detención de Arisman Poongruengrong, ex cantante y principal cabecilla de los manifestantes que irrumpieron en la sede de la cumbre de Pattaya, cerca de medio centenar de «camisetas rojas» sobrepasaron sin encontrar apenas resistencia a los soldados que protegían el Ministerio del Interior, desde donde Vejjajiva hizo su anuncio. Otro grupo, provisto de palos y de algún arma de fuego, se abalanzó sobre el coche oficial del primer ministro, que consiguió escapar del lugar, aunque el Ejecutivo no confirmó si Vejjajiva iba a bordo del vehículo cuando se produjo el ataque.
Herida leve en el brazo
Según el viceministro del Interior, Thaworn Senneam, el jefe del Gobierno sufrió una herida de carácter leve en un brazo durante el incidente, en el que varios manifestantes y policías resultaron heridos.
El Ejército bloqueó todas las calles que conducen al palacio del Rey, Bhumibol Adulyadej, ubicado a medio camino entre la parte vieja y la nueva de la capital, mientras las Fuerzas Armadas desplegaban unidades del Ejército de Tierra, Armada y Fuerza Aérea en al menos otros cincuenta puntos de la ciudad y en varios barrios de la periferia.
En torno a un millar de agentes antidisturbios fueron enviados a las inmediaciones del Palacio de Gobierno, donde se situaron a escasa distancia de unos 10.000 activistas del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, plataforma política del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que bloquean los accesos al edificio desde hace dos semanas. Un grupo de manifestantes se apoderó de dos carros blindados del Ejército.
En un mensaje emitido por una emisora de radio afín a los «camisetas rojas», Jatupor Promphan, uno de los más destacados líderes del Frente, instó a sus seguidores a salir a las calles de Bangkok para forzar la caída del Gobierno.
«Los días contados»
Jakraporn Penkair, ex ministro del Gobierno de Shinawatra, señaló que sus partidarios están preparados para «luchar contra el brutal Gobierno de cualquier forma posible», y añadió que con la declaración del estado de excepción Vejjajiva «tiene los días contados».
El primer ministro, por su parte, instó a poner fin a las protestas y anunció que se habían emitido órdenes de detención contra los cabecillas de las protestas antigubernamentales.
A finales del año pasado, los detractores de Shinawatra, los «camisetas amarillas», ocuparon la sede gubernamental durante cuatro meses y en noviembre bloquearon los dos aeropuertos de la capital por espacio de una semana. Las protestas finalizaron cuando el Tribunal Constitucional disolvió el Gobierno, formado por aliados de Shinawatra, y propició la elección de Vejjajiva como primer ministro por el Parlamento.
En una intervención telefónica, Shinawatra, derrocado por militares monárquicos en 2006 y exiliado tras ser condenado en rebeldía por abuso de poder y corrupción, agradeció a los soldados haberse abstenido de emplear la violencia contra sus seguidores y les animó a «unirse a los `camisetas rojas' para ayudarnos a conseguir la democracia para el pueblo».
Advierten del riesgo de un nuevo golpe de Estado
Tailandia continuará durante años enfrentándose a una crisis política y a un posible nuevo golpe de Estado, según advirtieron varios analistas.
«La división en la sociedad tailandesa va a acentuarse y Tailandia seguirá siendo inestable en los próximos años», aseguró Somchai Phagaphasvivat, profesor de la universidad Thammasat. «Cualquiera puede» tomar el poder, añadió.
El primer ministro Ashisit Vejjajiva, símbolo de las élites tradicionales de Bangkok y respaldado por el Ejército, accedió al cargo en diciembre tras la disolución del anterior Gobierno después de que los manifestantes monárquicos antigubernamentales ocuparan dos aeropuertos. Ayer se detuvo al cabecilla de las protestas que provocaron la suspensión de la cumbre asiática de Pattaya, pero ningún dirigente de los «camisetas amarillas» ha sido detenido o procesado por el bloqueo de los aeródromos, lo que alimenta una sensación de impunidad y la indignación de los «camisetas rojas», señalan los analistas.
A su llegada al poder, Vejjajiva prometió «una reconciliación nacional basada en la justicia».
Pese a las controversias que le rodean, el ex primer ministro Thaksin Sinawatra sigue siendo popular entre las clases populares.
«Lo que se teme ahora es una represión total que estimule a los `camisas rojas'. Todo puede pasar entonces», señaló Thitinan Pongsudhirak, de la universidad Chulalongkorn de Bangkok. «El Gobierno y la mayoría de la gente son incapaces de medir el alcance real del descontento de los `rojos'. Si es profundo, las cosas van a empeorar y lo peor sería un levantamiento nacional», agregó.
El movimiento opositor de los 'camisas rojas' denunció que varios de sus miembros sufrieron heridas de bala y condenaron el uso de fuego real por parte de las autoridades en la protesta.
Las secuencias de televisión mostraron soldados disparando al aire. También se lanzaron gases lacrimógenos, según periodistas de la televisión. Varios cientos de soldados estaban desplegados en la operación.
El combate tuvo lugar sobre las cuatro de la madrugada hora local (media noche hora española) y dejó cerca de 77 heridos entre soldados y opositores heridos, según publicó el diario. Se oyeron disparos hasta las cinco de la mañana (01:00 hora española) pero no tan intensos como al inicio de las represalias contra los manifestantes.
El coronel y portavoz del Ejército Sansern Kaewkamnerd dijo que 300 opositores estaban en el área cuando las Fuerzas de Seguridad, entre las que se incluyen soldados y policías, fueron allí. Declaró que las tropas primero intentaron negociar con los manifestantes, quienes estaban armados con cócteles molotov y gases lacrimógenos.
Kaewkamnerd dijo que las conversaciones se rompieron después de que los opositores intentaran embestir con autobuses contra los soldados. "Las tropas tuvieron que disparar al aire. Repito, dispararon al aire y entraron en acción contra los opositores", declaró.
Se realizaron algunos arrestos, dijo el portavoz, y añadió que a los 'participantes reacios' de la protesta, que fueron forzados a aparentar ser opositores, los dejaron en libertad.
"Se llevarán a cabo operaciones similares en otras áreas", agregó Kaewkamnerd. Varios cruces de la capital estaban aún ocupados durante la madrugada por los opositores, quienes usan autobuses como barricadas para cortar las calles, lo que provoca grandes atascos y caos circulatorio.
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, apareció anoche en una televisión estatal rodeado de su cúpula de Gobierno, líderes militares y de la Policía para cortar de raíz las insistentes especulaciones en torno a su posible pérdida de apoyo de las Fuerzas de Seguridad.
Abhisit insistió en que el Gobierno entero permanecía confiado en que la situación mejoraría en los próximos días. El primer ministro prometió no dar su brazo a torcer ante la demanda de dimisión solicitada por los 'camisas rojas' y expresó su confianza en que las Fuerzas de Seguridad se mantengan firmes junto a él.
Abhisit, quien se veía pulcro y arreglado vestido con un traje azul, emitió un discurso preparado con anticipación en una pequeña habitación, en donde estaba acompañado por sus ministros del gabinete y por jefes del ejército y de la policía.
El primer ministro dijo a los tailandeses que conserven la calma porque su gobierno tiene la capacidad de controlar la situación. También dijo a la gente que informe a las autoridades cualquier acto ilegal cometido por los manifestantes antigubernamentales de camiseta roja.
Asimismo, informó que la policía arrestó al líder de la gente de camisetas rojas, Arisamun Pongruangrong, porque violó la ley al incitar a la violencia en la sede de la cumbre de la ASEAN en Pattaya, y que otros líderes de los manifestantes serán arrestados en los próximos días.
En la tarde, Abhisit anunció un estado de excepción en Bangkok y en áreas de cinco provincias vecinas -Nonthaburi, Samut Prakan, Pathum Thani, Nakhon Pathom y Ayutthaya- después de que los manifestantes incursionaran en instituciones estatales y se enfrentaran a fuerzas de seguridad durante el día para exigir la liberación de Arisamun.
(Xinhua)
La mayoría de los manifestantes son seguidores del ex Primer Ministro Thaksin Shinawatra, que fue derrocado en un golpe militar en el año 2006. Thaksin aún cuenta con un gran apoyo entre las personas pobres de las ciudades y las provincias debido a sus políticas para ayudar a los pobres durante el tiempo que estuvo en el cargo.
Centenares de soldados salieron a las calles para disolver las protestas de los camisas rojas del Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (FUDD), que prosiguieron pese al estado de emergencia decretado por el gobierno el domingo en Bangkok y otras cinco provincias.
La represión a las manifestaciones, que derivó en barricadas y lanzamiento de piedras y botellas, obligó al repliegue de los activistas ante la violencia desatada, a su campamento en torno a la casa gubernamental, que mantienen bloqueada desde el 26 de marzo último.
La ola de violencia represiva en Bangkok dejó un panorama marcado por las llamas de vehículos incendiados, el humo de los gases lacrimógenos, y locales de lujo destruidos en medio de un total caos. Los camisas rojas tomaron las calles para demandar la renuncia del gobierno, la disolución del Parlamento y la restauración de la Constitución de 1997
Abhisit declaró también hoy que no dialogará con Taksin, quien desde el exilio hace llegar a sus seguidores alocuciones diarias por vía telefónica y anunció retornaría al país para encabezar las demostraciones.
El capitalismo tai tiene uno de sus mejores respaldos en el presidente Abhisit, nacido en Londres, educado en Oxford y respaldado por la élite burguesa del país, quien asumió la jefatura del gobierno en diciembre último por "voto parlamentario", luego de la caída de dos gabinetes salidos de las urnas, al calor también de violentas protestas de sectores conservadores.
La mayoría de los observadores consideró que en realidad se trató de un golpe de estado de la derecha monárquica, para terminar con las políticas populares de Shinawatra.
La crisis tailandesa cobró creciente fragor desde el sábado último, cuando las autoridades debieron cancelar la cumbre de 16 países asiáticos que hospedaban en la sureña ciudad de Pattaya, a donde se extendieron las protestas en marcha en diversas provincias del reino.
Durante horas hubo escaramuzas entre los manifestantes de la oposición, que lanzaban piedras y bombas molotov, y los agentes de seguridad, que guardaron distancia.
Cuando los manifestantes le prendieron fuego a un bus, los soldados apagaron las llamas con mangueras y abrieron fuego.
El corresponsal de la BBC en Bangkok, Alastair Leithead, vio que algunos de los disparos pasaron por encima de las cabezas de los manifestantes y otros apuntaban directamente a la multitud.
Más de 70 personas resultaron heridas, 23 de ellas soldados, según informó el Ejecutivo.
Los enfrentamientos se producen tras varios días de movilizaciones populares y dos días después de que se cancelara la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), que tenía previsto desarrollarse en esa nación asiática.
El lunes en la madrugada, muchos de los manifestantes bloquearon Din Daeng, una de las intersecciones más importante de la capital, mientras que otros se acercaron a la Casa de Gobierno.
Paralelos
Lo que está sucediendo en las calles tailandesas tiene los mismos ingredientes de las crisis que se han desatado en otras partes del mundo.
Hay dos bandos profundamente polarizados: los "Camisas Amarillas" simpatizan con el gobierno, mientras que los "Camisas Rojas" forman parte de la oposición.
Los que apoyan el gobierno pertenecen en su mayoría a la clase media alta. Quienes rechazan el Ejecutivo son fundamentalmente campesinos y trabajadores.
Cada grupo tiene un líder carismático al cual siguen.
Los "rojos" le son leales a Thaksin Shinawatra, quien fue derrocado en 2006 y quien se encuentra en el exilio.
Los "amarillos" respaldan al actual primer ministro, Abhisit Vejjajiva, juramentado a finales de 2008.
Quienes respaldan al gobierno protagonizaron una manifestación similar a la actual en diciembre del año pasado, pero en vez de tomarse las calles, paralizaron los aeropuertos de Bangkok y forzaron la renuncia del entonces primer ministro Somchai Wongsawat, a quien calificaron de títere de Thaksin Shinawatra.
Ahora, quienes protestan con camisas rojas son los que exigen la renuncia del primer ministro, por considerarlo antidemocrático, y exhortan a que se convoquen elecciones.
Abhisit Vejjajiva, por su parte, aseguró que restaurará la ley y el orden y dijo que su prioridad es "traer paz, gobernabilidad y un proceso de reforma política".
Abhisit enfatizó que restaurará la ley y el orden y dijo que su prioridad "en la situación actual" es "traer paz al país, traer gobernabilidad y tener un proceso de reforma política".
El estado de emergencia incluye a Bangkok y cinco provincias vecinas.
Asedio
Este domingo un grupo de opositores penetraron en las instalaciones del Ministerio del Interior en busca del primer ministro, quien -según informaciones de prensa- logró escapar en un vehículo.
Con anterioridad, la policía anunció el arresto del líder de las protestas, Arisman Pongruengrong, quien fue detenido en su residencia en Bangkok y acusado de incitar a los manifestantes a secuestrar al primer ministro y causar disturbios.
El primer ministro prometió procesar jurídicamente a los manifestantes cuya campaña acusó de rayar en la ilegalidad.
El sábado los manifestantes que pedían la renuncia del premier arremetieron contra la sede de la Cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), lo que llevó a la cancelación del encuentro.
"A prueba"
El corresponsal de la BBC en Tailandia Jonathan Head dice que la cancelación de la cumbre provocó una profunda vergüenza en el gobierno y el primer ministro se veía visiblemente molesto cuando anunció las medidas contra los responsables del caos en Pattaya.
"Los próximos tres o cuatro días serán cruciales para el que el gobierno pruebe su capacidad de restablecer el orden y la paz en el país", había declarado el jefe de gobierno.
Un portavoz de la policía expresó que se investigará cómo las fuerzas de seguridad no pudieron evitar que un grupo tan pequeño de manifestantes -no más de 2.000 - lograra tomar la sede de la cumbre.
Añadió que Arisman Pongruegrong estaba colaborando con las autoridades.
Otro líder de las protestas, Jakrapob Penkair, dijo en Bangkok que el movimiento contra Abhisit había logrado una victoria pero no su meta final.
"Continuaremos con las protestas en Bangkok hasta que Abhisit renuncie", afirmó.
El periodista de la BBC indica que la población en Tailandia está profundamente polarizada entre los simpatizantes y opositores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en 2006.
Los grupos que han protagonizado las protestas de los últimos días, conocidos como "Camisetas Rojas" pertenecen al Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, plataforma política de Thaksin.
Este martes, algunos líderes de las protestas se entregaron a las autoridades e hicieron un llamado para poner fin a las manifestaciones.
Las protestas culminaron el lunes cuando miles de manifestantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad y con residentes locales.
Dos personas murieron y más de 100 resultaron heridas durante los enfrentamientos.
Terremoto político
La crisis inmediata ya terminó, pero los problemas no se han acabado. Durante los últimos años, Tailandia ha padecido una "crisis nerviosa" en la esfera política.
Antes, el país era considerado un modelo a seguir para la región. Se trataba de una democracia estable y madura.
Pero ahora que la democracia ha sido minada, la interferencia de los militares vuelve a causr preocupación y existen temores de que la habilidad del poder judicial para ser imparcial esté comprometida.
El terremoto político se debió en buena parte a la aparición del empresario Thaksin Shinawat como un líder popular.
Sus políticas, ampliamente consideradas como de ayuda a la gente pobre, recibieron un apoyo masivo que a su vez atemorizó y alienó a la tradicional élite dirigente.
Thaksin también los puso frente a un dilema.
A pesar de sus intentos para intervenir en la política, los partidos cercanos a Thaksin -incluso tras su remoción del poder- han demostrado que aún pueden ganar en comicios democráticos.
Existen señales de que volverían a triunfar si en este momento se convocara a elecciones.
Y es que partidarios del actual gobierno también utilizaron las tácticas antidemocráticas de interrupción y de protestas en masa el año pasado, para derrocar a un gobierno elegido por el pueblo.
El gobierno resultante se encuentra en una posición muy débil. No puede medirse en unos comicios, es un gran riesgo.
Sin embargo, ahora el gobierno se ha quedado con una división fundamental entre sus partidarios de la clase dirigente y muchos votantes.
Ese cisma en la política tailandesa es una amenaza continua a la estabilidad.
Y hasta ahora no existen muchas señales de política consensual o de políticas conciliatorias que puedan ayudar a cicatrizar las heridas.
La cumbre, de tres días de duración, celebrada entre la ASEAN y los líderes del gobierno de China, Japón, República de Corea, India, Australia y Nueva Zelanda, comenzó el viernes pasado en un hotel en la ciudad turística de Pattaya, pero fue cancelada al día siguiente por el mismo Abhisit, en consideración a las preocupaciones sobre la seguridad de los visitantes líderes de gobierno, luego de que opositores dirigidos por el Frente Unido por la Democracia contra la Dictadura (FUDD) irrumpieran en el hotel.
(Xinhua)
«« | Inicio | »» |