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Países pobres urgen 700 mil millones |
Los países en desarrollo pueden enfrentar una brecha de financiación de entre 270,000 y 700,000 millones de dólares, equivalente al más reciente paquete de rescate económico de EEUU, para lidiar con los efectos de la crisis mundial, dijo el domingo el Banco Mundial.
El organismo sostuvo aún en el extremo inferior de esa estimación, los recursos de las instituciones internacionales serían insuficientes para cumplir con las necesidades de financiación porque cada vez más países emergentes y en desarrollo se ven afectados.
"Si se produjera un resultado más pesimista, las necesidades de financiación sin satisfacer serán enormes", dijo el Banco Mundial en un trabajo preparado para las reuniones del Grupo de los 20 países industrializados y en desarrollo (G20) en abril en Londres.
El Banco Mundial gasta anualmente miles de millones de dólares para combatir la pobreza en países en desarrollo.
Lejos, los cálculos del FMI
La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que los países en desarrollo requerirían de 25.000 millones de dólares, y posiblemente hasta 140,000 millones de dólares, en el 2009 para cumplir sus necesidades de financiación.
El Banco Mundial informó que la crisis amenaza con tener repercusiones de larga duración para los países en desarrollo, que luchan por hallar mercados para sus productos dado que los volúmenes de comercio mundial sufren su primera baja desde 1982.
Para complicar ese escenario, los envíos de dinero de trabajadores en el extranjero se desaceleran, y la caída de los precios de las materias primas brinda menos ingresos a los gobiernos.
"El desafío que enfrentan los países en desarrollo es cómo, con menos recursos, seguir políticas que puedan proteger o expandir gastos críticos, incluyendo los de redes de seguridad social, desarrollo humano e infraestructura crítica", dijo el Banco Mundial.
Hasta recientemente, el impacto que la crisis tendría sobre los países en desarrollo no estaba claro. Pero datos recientes han destacado la escala potencial del daño, provocando que instituciones como el Banco Mundial y el FMI planteen timbres de alarma.
La preocupación es que muchos países en desarrollo no podrán permitirse paquetes propios de estímulo fiscal y requerirán ayuda de fuentes externas.
(continue)

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En cuanto a este último aspecto, las peores pérdidas las sufrirá la región del este de Asia, donde se encuentran varios de los grandes exportadores del mundo.
La organismo con sede en Washington añadió que los países en desarrollo enfrentarán un déficit financiero de hasta US$700.000 millones este año.
Ayuda
"Cuando la crisis comenzó, los países pobres, especialmente los africanos, eran víctimas inocentes de lo que ocurría. Ahora no tienen otra opción que sufrir las duras consecuencias de la turbulencia global", advirtió la directora ejecutiva del Banco Mundial, Ngozi Okonjo-Iweala.
Según el organismo multilateral, la crisis volverá a los países en desarrollo más dependientes de la ayuda externa. Pero como las naciones ricas piden cada vez más dinero prestado, las regiones pobres tendrán cada vez más problemas para obtener créditos.
Sólo un cuarto de las naciones más vulnerables tienen capacidad para financiar medidas que alivien el impacto de la crisis financiera internacional.
Por eso, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, hizo un llamado para que se invierta más fondos en ellos, con el fin de generar empleos y "evitar la inestabilidad social y política".
Los donantes ya han mostrado un déficit de US$39.000 millones en relación con el dinero que acordaron liberar en la cumbre de Gleneagles de 2005, lo que ha generado preocupación por la posibilidad de que el flujo de ayuda se vuelva más volátil a medida que la economía mundial se desacelere.
"Nadie duda de que deben inyectarse recursos fiscales en los países ricos que están en el centro de la crisis", afirmó Justin Yifu Lin, economista del Banco Mundial.
"Pero otro elemento clave para la recuperación global es canalizar las inversiones en proyectos de infraestructura en las naciones en desarrollo para resolver los cuellos de botella en el crecimiento y restablecer la demanda", aclaró.
“El PIB global caerá este año por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, con un crecimiento al menos 5 puntos porcentuales inferior al potencial”, asegura el informe.
El Banco Mundial añadió además que la producción industrial global a mediados de 2009 podría ser incluso un 15% inferior a los niveles del año anterior. El comercio mundial lleva camino este año de registrar su mayor caída en 80 años, con las pérdidas más acusadas en Asia oriental.
La entidad también advirtió que actualmente las instituciones financieras internacionales no pueden cubrir por sí mismas el déficit de 270-700.000 millones de dólares –que incluye la deuda pública y privada y los déficits comerciales– para los 129 países en desarrollo, incluso en la parte más baja de la escala.
El Banco Mundial subrayó que sólo una cuarta parte de los países en desarrollo vulnerables están capacitados para tomar medidas financieras con el fin de suavizar las repercusiones de la recesión económica, como creación de empleo o activación de programas de seguridad.
“Necesitamos reaccionar en tiempo real ante una crisis creciente que está afectando a la gente en los países en desarrollo”, dijo el presidente del Banco Central Robert B. Zoellick. “Esta crisis global necesita una solución global, y es importante evitar una catástrofe económica en los países en desarrollo como parte de los esfuerzos globales para superar esta crisis. Necesitamos inversiones en redes seguras, infraestructura y pequeñas y medianas empresas para crear puestos de trabajo y evitar tensiones sociales y políticas”, enfatizó Zoellick.
El informe del Banco Mundial también afirma que 94 de 116 países en desarrollo han experimentado una ralentización en su crecimiento económico. De esos países, 43 tienen altos índices de pobreza.
Hasta la fecha, los sectores más afectados son aquéllos que se mostraban más dinámicos: exportación de base urbana, construcción, minería y manufactura. Camboya, por ejemplo, ha perdido 30.000 puestos de trabajo en la industria textil, la única con cierto peso en la exportación.
Más de medio millón de empleos se han perdido en los últimos tres meses de 2008 en la India, incluidos los sectores de joyería, automoción y textil, según el informe.
Muchos de los países más pobres del mundo se están haciendo cada vez más dependientes en ayudas al desarrollo, a medida que sus exportaciones e ingresos fiscales se reducen por causa de la crisis. Los donantes llevan ya un retraso de unos 39.000 millones de dólares respecto a sus compromisos al incremento de ayuda realizados en la Cumbre de Gleneagles de 2005.
Ahora el problema es que el flujo de ayudas se va a hacer cada vez más volátil, a medida que ciertos países recortan su presupuesto en ayudas mientras otros reafirman sus compromisos, al menos por este año.
En sus notas para la conferencia de Londres organizada el lunes por el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional, el economista jefe y vicepresidente primero del Banco Mundial Yifu Lin afirmó que los países desarrollados deberían extender una parte de sus estímulos fiscales a los países en desarrollo, ya que el efecto económico podría ser significativo.
“Es evidente que hay que inyectar recursos fiscales a los países ricos que se encuentran en el epicentro de la crisis, pero quizás resulte todavía más rentable canalizar las inversiones en infraestructura hacia el mundo en vías de desarrollo, donde pueden estimular el crecimiento y restaurar rápidamente la demanda, lo cual debería constituir un elemento clave en la recuperación económica”, afirmó Lin.
(Pueblo en Línea)
El comunicado señaló que las instituciones financieras internacionales no podían cubrir los déficits que incluyeron la deuda pública y privada y los déficits comerciales.
De acuerdo al banco, la solución requerirá la colaboración entre los gobiernos, las instituciones multilaterales y el sector privado.
"Necesitamos reaccionar en tiempo real ante una crisis creciente que está dañando a la gente de los países en desarrollo", dijo el presidente del banco, Robert Zoellick, citado por el comunicado.
(Xinhua)
El representante del Banco Mundial descartó que en esta reunión que debe buscar medidas para afrontar la crisis del sistema financiero internacional se acuerde la creación de un único órgano que regule a las entidades financieras.
No obstante, sí se espera que se estudie una mejor coordinación entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Foro de Estabilidad Financiero, recordó.
Para el responsable del BM, el arbitraje es un problema "clave" dentro de la regulación de las entidades financieras, ya que, según explicó, anteriormente los bancos tenían libertad para mover los activos y los pasivos de un mercado a otro, sin que el citado sistema de regulación pudiera capturar este movimiento de capital.
Leipziger manifestó su deseo de que tras la cumbre de Londres se pueda restablecer la confianza del sector financiero y que se anuncien nuevos paquetes de medidas fiscales.
En la entrevista, el vicepresidente del BM recordó que desde la Segunda Guerra Mundial no se había vivido una situación de recesión económica global como ésta, debido principalmente a la falta tanto de demanda, como de confianza en el sector financiero y de flujos de capital.
Así, aseguró que el capital de los países desarrollados ha caído desde el trillón de dólares en 2007 a 165 billones, que es lo que se prevé para este año.
Además, previó que el comercio global caerá el 2 por ciento en 2009, debido a la menor demanda y a la falta de financiación para el comercio, ya que, según manifestó, "los bancos no tienen la voluntad de proveer este tipo de créditos".
Según aseguró Danny Leipziger, nadie sabe cuando finalizará la recesión económica mundial, ya que dependerá de que los paquetes de estímulos globales hayan sido suficientemente grandes y generen los resultados deseados durante este año.
No obstante, recordó que hay previsiones que dicen que a finales de 2009 se podrá ver una inflexión y por lo tanto una mejoría en 2010.
Además, advirtió de que aunque es más fácil ver las consecuencias de la crisis en los países desarrollados, donde ahora son más obvias, "todo el mundo va a sufrir", incluidas las economías emergentes, que han visto reducidas las exportaciones por la caída de la demanda.
En este sentido, añadió que, si la crisis continúa, la situación de los países más pobres va a ser bastante grave este año y el que viene.
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