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La economía de la guerra presiona |
La economía de la guerra es una organización capitalista universal. Es un modelo establecido mucho antes que el modelo neoliberal, para imponer la ideología imperial y su influencia en el mundo. Subordina a voluntad gobiernos y libre de toda clase de aspiraciones políticas directas, ejerce poder en amplias zonas del mundo, capaces de crear nuevas geografías económicas. Las regiones comprometidas en estos conflictos son considerables, sin importar la neutralidad de algunas naciones, todas influyen en la armonía de la guerra con su papel y por sus intereses de paz en la política mundial, ya que al no estar atados al conflicto es un gran conflicto regional, políticamente hablando.
Desde la segunda guerra mundial, cuatro parámetros sostienen la economía de guerra:
Primero, las alianzas, hoy coaliciones, en tiempo de paz seden su lugar a la guerra fría.
Segundo, las grandes potencias comprometidas en esta guerra fría, nuevamente caliente, llegaron a un empate nuclear, disuasión, otro negocio exclusivo de los militares.
Tercero, las naciones subdesarrolladas han incrementado constantemente los gastos de defensa, bajo la estupidez, que si mantienen los gastos militares bajo el 10% del PIB, todo está normal.
Cuarto, el veto del consejo de seguridad permanente de la ONU.
El envió de tropas, cascos azules, obliga a los países en conflicto, a colocar primero sus tanques, para crear derechos de primer ocupante, como lo ocurrido en la guerra Yugoslava y en muchas otras.
Ya todo el planeta esta envenenado por el negocio de la guerra, causante de la crisis financiera.
A lo largo de toda la historia, los Estados Unidos utilizo el veto como arma de lucha, manifestando constantemente su desprecio por los acuerdos, tratados, firmados en la ONU o entre países.
Es la nación que más ha roto los compromisos adquiridos especialmente para la no proliferación de armas de destrucción masiva. Químicas, biológicas, nucleares y convencionales. Puesto que su pensamiento es un interés por gobernar el mundo no titubean en anular cualquier voto de la mayoría, no favorable a la expansión militar.
La política exterior que venía cultivando sin interrupción la administración Bush, dieron muestras de ser productivas para el negocio de las armas, pues registro un aumento entre el 33 al 46% promedio global.
Aumento el temor por las guerras y extendió su influencia militar y la de sus aliados al Cáucaso. Y, cosa de no menor importancia, encontró una formula diplomática para instalar sistemas del escudo anti-misiles en Checoslovaquia, Polonia, los últimos conflictos diplomáticos entre Ucrania y Rusia por el gas a Europa, la importancia dada a Afganistán, determina los proyectos que Obama debe cultivar en Asia para cercar a Rusia.
Hillary Clinton visita el continente asiático y automáticamente recrudecen las pugnas entre las dos Coreas, aumenta la matanza de civiles en Irak y Afganistán por tropas de los EEUU.
Así pues, no hay un Obama desalentado por la crisis, al contrario, está hambriento de éxito militar.
Recordó al ministro de defensa colombiano con 580 millones de dólares que el plan Colombia continua y necesitan de respuestas inmediatas. Apenas llegar a su país el ministro Santos, amenaza a sus vecinos, especialmente Ecuador, que la guerra contra la guerrilla se la realizara fuera del territorio colombiano si el caso lo amerita ¿coincidencia? No, estrategia.
Uribe utiliza una guerra para su reelección y para ocultar sus problemas de narco –gobierno, abuso de poder del modelo de seguridad democrática ejercitado por las inteligencias de EEUU, Inglaterra e Israel, naciones que alquilan el país.
Intentando la rápida conversión de victorias en perspectiva en victorias realizadas, espoleando el negocio de las armas y drogas, desde esos dos países de interés, Afganistán y Colombia.
Lo que está ocurriendo con México, tampoco es una lucha contra las drogas, el plan Mérida persigue incluso el control del transporte de la cocaína que pasa por esa nación fronteriza con EEUU.
Quieren acapararlo todo.
Las dos, armas y drogas, son negocios controlados por el capitalismo, la rentabilidad es muy alta.
Las armas son un negocio de más de un billón de dólares, necesita de las guerras y los conflictos para alimentarse, 15 naciones absorben el 80% de ese negocio, liderado por los norteamericanos, dueños de la mayoría de las patentes.
Solo en Irak necesitan 180 millones de dólares diarios para sostener su fuerza militar estancada por 6 años. Nación que tiene petróleo y todavía está lejos de su producción de 4 millones de barriles, anda por los 2.7 millones de barriles diarios.
Pero no tiene drogas, otro negocio rentable que necesita de la adicción como mercado para expandirse, a mayor adicción mayor consumo, los estadounidenses ponen los clientes igual que los europeos, por su volumen y valor en la venta al detalle calculada en 500 mil millones de dólares a nivel mundial el negocio de las drogas, según UNDCP de naciones unidas.
Cocaína, heroína, drogas sintéticas y marihuana, son los productos que más de 300 millones de consumidores necesitan para calmar su compulsión y hacen del negocio, rentable.
Cocaína, producida en Colombia en un 90%, heroína, producida en Afganistán en un 90%, las dos abarcan el 80% de esos 500 mil millones de dólares del tráfico de estupefacientes.
En esos dos países, EEUU ejerce presión para recuperar la economía de la guerra.
La violencia, la pobreza terminan de ampliar el conjunto de efectos colaterales que impulsan los conflictos, unidos al temor, son el conjunto de estrategias que la economía de la guerra necesita sostener en los países pequeños para provocar vacios de autoridad, dificultades, tensiones, política interna siempre en crisis, hacen interminable los días de guerra.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica, violencia.
En una rueda de prensa posterior, Santos ofreció a Estados Unidos "ampliar las facilidades en algunas bases aéreas" en el marco de una negociación para ampliar la cooperación militar bilateral. Santos, sin embargo, enfatizó que aún los aspectos puntuales de la forma como se ampliará la cooperación militar no han sido definidos. "Nada de eso está en blanco y negro. Eso se está negociando", indicó.
En el encuentro se hizo referencia también a la presencia de militares colombianos en la fuerza internacional que opera en Afganistán, a la que serían enviados expertos en combatir el narcotráfico y en la erradicación de minas antipersona. Al respecto, Mullen dijo a periodistas, según la traducción oficial, que el envío de tropas del país andino a Afganistán, "es un paso muy positivo".
"Tareas antidrogas"
Washington busca ubicaciones en la región, supuestamente para algunas de las tareas antidrogas que cumple la base de Manta en Ecuador, después que el gobierno de ese país anunció que a partir de noviembre no permitirá que los militares estadounidenses sigan operando desde allí.
Sin embargo, los gobiernos de Bolivia y Venezuela han denunciado en reiterads oportunidades que, tras esas supuestas tareas antidrogas las fuerzas estadounidenses realizan tareas de espionaje e intervencionismo.
Durante su reunión, Santos y Mullen analizaron los alcances de la estrategia del país andino en la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales, a la que Washington ha aportado unos 6.000 millones de dólares en los últimos 10 años, dijeron fuentes del ministerio de Defensa.
Tras la llegada al poder de Barack Obama, Bogotá busca asegurar la cooperación que mantuvo con el gobierno de George W. Bush, durante el cual se constituyó en su principal aliado en Sudamérica.
Sarukhán agregó que en la frontera entre México y Texas, existen unos 12 mil establecimientos de ventas de armas, desde las cuales provienen las que entran a México.
"¿Por qué México tiene el problema que tiene hoy? Porque cuando ustedes, Estados Unidos, fueron tan exitosos en acabar las conexiones de narcotráfico en el Caribe desde Colombia hacia Miami, éstas comenzaron a mudarse a México", reclamó.
"Y si nosotros ampliamente resultamos exitosos combatiendo a los sindicatos de las drogas, el problema va a ir a otro sitio, si no miren lo que está empezando a suceder en Guatemala. Sólo si abordamos regionalmente el problema cooperando en la manera como luchamos contra el narcotráfico, vamos a tener el éxito que nuestros ciudadanos están buscando", añadió.
Riordan Roett, miembro del Centro de América Latina de la Universidad de Johns Hopkins, sostuvo que para EE.UU. la amenaza más peligrosa se encuentra en la frontera mexicana.
Roett aseguró que las políticas antinarcóticos aplicadas han fallado por basarse en castigar y perseguir a los productores y a los distribuidores de droga, cuando el verdadero problema radica en el consumo tanto en EE.UU. como en Europa.
Agregó que "una vez que se entienda la hipocresía de la política de EE.UU. podremos hacer algún progreso, pero realmente soy pesimista al respecto".
Robert Gates, secretario de Defensa de EE.UU. dijo estar presto a experimentar nuevas estrategias de colaboración militar con el gobierno mexicano, tras el calificativo de Estado fallido que le impusiera el informe del Departamento de Estado a este país de Latinoamérica.
En este sentido, dijo que desde hace muchos años, el Estado Venezolano se ha planteado la lucha tenaz e implacable contra el tráfico y consumo de drogas y que el Ministerio Público, además de diseñar un plan estratégico para combatir este flagelo, ha suscrito convenios con otras instituciones del Estado y con distintos países, no sólo de América sino del mundo entero para perseguir y castigar la legitimación de capitales, producto del tráfico de drogas.
"Como institución encargada de la persecución penal, hemos realizado toda una actividad que nos ha llevado a tener una cantidad importante de personas castigadas por el tráfico y consumo de drogas", manifestó.
Ortega Díaz, explicó a la comisión de la Contraloría de Estados Unidos, que Venezuela le ha prestado toda la colaboración que ha solicitado dicha Nación, específicamente el Ministerio Público, con la finalidad de combatir ese mal de la humanidad. Sin embargo, dijo haber observado que ellos (Estados Unidos) no han tenido la misma reciprocidad, pues actualmente en Venezuela sólo cursa una solicitud pendiente con Estados Unidos de asistencia recíproca mutua en materia penal mientras que el gobierno americano tiene 10 solicitudes pendientes con el gobierno venezolano y hasta la fecha no han dado respuesta ni siquiera a una de ellas.
"Nos preocupa porque la reciprocidad debe ser mutua. Nosotros en ese sentido, hemos prestado la colaboración a todos los gobiernos del mundo y todos nos han dado la colaboración. El único que hasta ahora no nos ha brindado ese apoyo ha sido precisamente el gobierno de Estados Unidos", resaltó la máxima autoridad del Ministerio Público, quien apuntó que dicho país no da respuesta a las solicitudes que se le han formulado, a través de rogatorias, en relación con el tráfico de drogas.
Señaló que la institución ha ejercido un control en cuanto a las sustancias que son materia prima para la elaboración de droga, logrando incautar aproximadamente 1 millón 580 mil kilogramos de sustancias controladas.
Asimismo, hizo referencia a la destrucción de 5 toneladas de drogas desde el 2001 al 2008 y al aumento en el número de fiscales del Ministerio Público que combaten este flagelo, aunando constantemente esfuerzos para prepararlos académicamente.
La Fiscal General se mostró dispuesta no solamente con Estados Unidos sino con cualquier país del mundo a mantener una reciprocidad en la actividad para el combate y la lucha contra la droga.
No obstante, destacó que Estados Unidos se ha dado a la tarea de cuestionar al Estado Venezolano y señalarlo como facilitador para el tráfico de drogas, "desconociendo el trabajo que nosotros hacemos para combatirlo y prueba de ello, es la presencia de ustedes en el país y la recepción de los máximos representantes del Estado a esta Comisión".
Al respecto, le manifestó a los representantes de la Contraloría del país americano que le permitiera al Estado Venezolano, la posibilidad de hacer una revisión también en Estados Unidos para ver si ellos están cumpliendo cabalmente con los trabajos destinados a evitar el consumo de drogas en ese país.
Igualmente, Ortega Díaz se preguntó si en sus fronteras, puertos o aeropuertos están llevando los controles necesarios para que no ingrese la droga porque, de acuerdo con las estadísticas, Estados Unidos ocupa el primer lugar en el mundo como mercado consumidor de esa sustancia estupefaciente y psicotrópica.
También dijo que si se llegara a aprobar este requerimiento, hecho ante la referida Comisión, espera que Estados Unidos la reciba o, en su defecto, a una delegación que pudiera enviar, encabezada por el director de Drogas, Leoncio Guerra.
Ante la consulta del representante estadounidense sobre si el Ministerio Público venezolano necesita ayuda para el combate contra el tráfico y consumo de drogas, la Fiscal General resaltó que la Institución que dirige cuenta con el recurso humano y técnico suficiente y necesario para no solamente diseñar una política de lucha contra el tráfico y consumo de droga que han venido implementando, sino que pudieran prestar ayuda a otros países, incluso a EE.UU.
"Contamos con un programa de formación de valores que desarrolla la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) que se lo ofrecemos a los Estados Unidos porque sabemos que es un país que tiene muchos problemas con el consumo de drogas y podemos llevar esos talleres allá, si ellos nos lo permiten".
Asimismo, consideró pertinente que la Comisión enviada por los Estados Unidos pueda servir de portavoz a su gobierno y expresar lo que Venezuela ha venido desarrollando sobre este importante tema.
Ortega Díaz agradeció a la representación de la Contraloría que se hayan tomado la molestia de venir a Venezuela para acceder, de forma directa e inmediata, a la información relacionada con el trabajo que en este país se está realizando para evitar este flagelo.
En el encuentro que se celebró en el Despacho de la Fiscal General estuvo presente el director de Drogas del Ministerio Público, Leoncio Guerra; el director de Relaciones Institucionales, Alexander Duarte, además de los representantes de la Comisión de Contraloría de los Estados Unidos, conformada por su director Hoffman Beth; el asesor Albert Huntinaton y Judith Willians y Jess Ford, analistas senior.
"No disponemos de datos de que drogas lleguen a Europa desde Rusia, ni hemos recibido ningunas solicitudes sobre el particular de los respectivos servicios europeos. Si tal canal se descubre, haremos todo para liquidarlo", dijo él.
Ivanov reconoció al mismo tiempo que no se logra cerrar los canales por los que estupefacientes entran en Rusia, en primer lugar, la heroína afgana.
El lo que va del año, en diversas regiones de Rusia fueron decomisados 384 lotes de heroína, de más de 400 kilogramos en total, añadió.
En 2008, organismos judiciales rusos confiscaron 3,5 toneladas de esa droga.
La producción de opiáceos aumentó en 44 veces en los últimos siete años en Afganistán. El país tiene almacenada una "reserva estratégica" de heroína pura de dos a tres mil toneladas, afirmó.
Según datos del SFCCD, en Rusia actualmente hay de 2 a 2,5 millones de drogadictos, de 18 a 39 años, en su mayoría. Oficialmente están registrados cerca de 500 mil de ellos. Hasta 30 mil personas perecen anualmente por el consumo de estupefacientes.
Cuestionó las acciones del gobierno de aquel país frente a este problema que incide directamente en el origen y proliferación de redes de traficantes de drogas en todo el mundo.
"Qué hace Estados Unidos al interior, además de pronunciar discursos puritanos e hipócritas tan característicos de esa nación, para acabar con los redes de distribución de droga y de protección a narcotraficantes?", inquirió.
La Arquidiócesis consideró que en México se ha reconocido el problema, de corrupción entre algunas autoridades, incluso ha habido funcionarios encarcelados, pero todo indica que en Estados Unidos no se tiene la intención de afrontar la "cultura adicta" dentro su territorio.
Tampoco se hace nada para frenar el flujo financiero producto del narcotráfico, ni por acabar con el tráfico de armas, y "tal parece que desean preservar una sociedad alimentada por drogas y armas, ya que han hecho de ellas la manera estadunidense de vivir".
Insistió en su cuestionamiento; ¿cómo es que la nación con la tecnología antiterrorista más sofisticada, y técnicas y herramientas antidrogas de última generación está dispuesto a ayudar a su vecino del sur y no sea capaz de enfrentar ese flagelo en su interior?
Por lo obviamente resultante también pareciera desprenderse que no sería muy descabellado pensar que los narcotraficantes en los actuales momentos le están ganando la guerra al supuesto país más poderoso del planeta, y a parte de no tener capacidad, o voluntad, de siquiera poder controlar el consumo en su propio país, mucho menos sería de esperar que lo estén logrando en aquellos países que no precisamente por ser bonitos mantienen mayor presencia militan en el mundo (Colombia Y Afganistán), donde, por lo que lógicamente se deriva de su preocupación, debe haber aumentado la capacidad y los niveles de producción y exportación.
La asolapada preocupación de este preocupante anuncio no tiene otra finalidad que la de ir aumentando, con el acostumbrado miedo, su control bajo la promovida ignorancia de su pueblo. La nación que solía venderse como el “país de la libertad” al precio de una inexistente seguridad se ha venido convirtiendo en la sociedad más fiscalizada y espiada del planeta, constantemente seducida hacia su propia degeneración y envenenamiento tanto por los que despreocupadamente los aguardan con las respectivas dosis por las esquinas, como por todo el poderoso andamiaje económico los que con el auxilio de las grandes cadenas de información diariamente les inoculan el mediático barbitúrico de que todo marcha very good, pues su poderoso y prepotente complejo militar se haya desplazado y acantonado por todo el mundo para “librarlos” de todo mal.
Mientras que la verdadera y amarga realidad es otra. Sus planes nunca han sido el combatir y exterminar el lucrativo negocio de las drogas, demasiadas regalías, control y profilaxia social les ha dispensado a través del mundo y su propia casa para cometer el malagradecido desliz de no contarlo más de su lado. Desde el principio ha sido como todo efectivo peligro, un arma estratégica que cuidadosamente controlada y bien direccionada puede resultar de sumo provecho táctico y situacional.
Desde entonces, la sana distancia que había prevalecido en las relaciones entre los ejércitos de Estados Unidos y México comenzó a acortarse, y los últimos residuos de nacionalismo castrense cedieron paso a una remozada doctrina contrainsurgente de cuño estadunidense, que tomó como el enemigo interno al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y al Ejército Popular Revolucionario (EPR), y en años recientes a los ejidatarios de Atenco y La Parota y los pueblos de Oaxaca.
Con la coartada de la soberanía limitada y la seguridad democrática, valiéndose de eufemismos tales como la cooperación militar y las acciones mancomunadas de las fuerzas armadas de ambos países contra los cárteles de la droga, el intervencionismo bueno del Pentágono no será ahora con bombas, misiles y proyectiles, sino con asesores, agentes encubiertos y mercenarios (que bajo la fachada de contratistas privados de seguridad serán los encargados del trabajo sucio en la guerra de Felipe Calderón contra los malos).
Todo eso ya existe, claro.
Pero se intensificará con la ampliación de la llamada Iniciativa Mérida, que al final resultó que era el Plan México disfrazado, símil del fracasado Plan Colombia, según reveló sin aspavientos Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos. Y cosa curiosa: Mullen, el militar de más alto rango de la administración de Barack Obama, cuyo comando había identificado a México como un Estado fallido próximo a un colapso rápido y repentino, y por tanto sujeto de una intervención militar de Estados Unidos, no acaparó las primeras planas a su paso por México.
La razón es obvia: ya había hecho su tarea.
La guerra de intoxicación mediática que arreció en vísperas y tras la asunción de Obama en la Casa Blanca en enero pasado, en la que participaron el presidente saliente, George W. Bush (México, primera línea de guerra), el jefe del Pentágono, Robert Gates, y los titulares de los principales organismos de seguridad e inteligencia de la administración demócrata (CIA, FBI, DEA, Seguridad Interna) lograron construir la noción de México como Estado fallido, para el aterrizaje suave, ahora, de la ayuda invasora (Javier Ibarrola dixit) que salvará a México de los malos.
Como en la ex Yugoslavia –balcanizada en siete pequeñas naciones por la alianza occidental comandada por Estados Unidos–, y después del 11 de septiembre de 2001 en Afganistán, Irak, Pakistán, Irán, Venezuela, Cuba, Bolivia y otros puntos calientes del orbe, Washington libra una guerra asimétrica contra México, con apoyo de sus alfiles locales.
La guerra infinita de Bush contra el terrorismo –un enemigo sin fronteras– fue impuesta a Canadá y México por conducto de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN, 2005), y ante los fracasados intentos por fabricar una narcoguerrilla creíble, bajo el calderonismo adquirió la forma de una guerra a los cárteles de la droga, como elemento idóneo para la construcción social del caos y el miedo.
La Jornada
En términos generales, la situación ha mejorado un poco en algunos de los países más ricos, mientras que en otros ha empeorado. En el caso de otros, el problema se ha agravado de manera aguda y sustancial.
La situación se ha vuelto más compleja, señala el informe. El precio de las drogas en la mayoría de los países occidentales ha caído desde 1998 en entre 10 y 30 por ciento, a pesar de que existen sentencias más duras para quienes venden drogas. Al mismo tiempo no hay evidencias de que las drogas se hayan vuelto más difíciles de obtener.
El uso de cannabis se ha vuelto parte "normal" de la vida de los jóvenes en muchos países occidentales. Alrededor del 50 por ciento de las personas nacidas después de 1980 la han probado. Sin embargo, la mayoría de esas personas no continuaron su uso en los primeros años de su vida adulta.
El estudio intentó proporcionar una estimación realista de la magnitud total del mercado de drogas ilegales en términos de los ingresos anuales generados. El resultado indica que las estimaciones generales de este tipo resultan muy difíciles de hacer debido sobre todo a la ausencia de datos confiables sobre la producción, el consumo y el comercio de drogas en gran parte del mundo.
El informe también presenta datos sobre los elementos económicos fundamentales del mercado mundial de drogas ilegales con estimaciones sobre los costos de producción y el valor agregado a lo largo de toda la cadena de tráfico desde la producción inicial hasta la venta minorista final.
La distribución de ingresos entre los involucrados en el comercio de las drogas fue analizada y reveló una imagen sorprendentemente mundana en la que sólo una minoría relativamente pequeña hace cantidades significativas de dinero.
La publicación del informe coincide con una reunión de alto nivel que se realizará esta semana en Viena como parte de la sesión anual de la Comisión de la ONU sobre Estupefacientes.
Ministros de todo el mundo concluirán un periodo de reflexión sobre la evaluación de la puesta en práctica de la declaración política sobre el problema mundial de la droga adoptada en 1998. Se espera que los ministros adopten una nueva declaración política para el periodo 2009-2019. El informe será presentado en la reunión.
El estudio fue solicitado por la Comisión Europea.
Dicho estudio, encomendado a dos instituciones de investigación, fue desarrollado en los últimos 12 meses y releja un análisis global de la información disponible en 18 países de todo el planeta: Australia, Brasil, Reino Unido, Canadá, China, Colombia, la República Checa, Hungría, India, México, Holanda, Portugal, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Turquía y Estados Unidos.
(Xinhua)
"Vamos a examinar si un despliegue de la Guardia Nacional tiene sentido, y bajo qué circunstancias tendría sentido", dijo Obama a 14 periódicos regionales en una entrevista.
Por ahora, la violencia que causó más de cinco mil 300 asesinatos el año pasado y unos mil en lo que va de 2009 no exige "militarizar" la región, opinó Obama.
"Tenemos una gran frontera con México", dijo Obama. "No estoy interesado en militarizar la frontera", añadió.
El mes pasado, el gobernador de Texas, Rick Perry, pidió a Obama enviar mil soldados a la frontera como medida de precaución" y este jueves Obama explicó al diario Dallas Morning News y a otros 13 periódicos que sigue muy de cerca los acontecimientos ocurridos en México.
Por otra parte, varios funcionarios dijeron este jueves por la mañana la intención del presidente Obama de actualizar sus planes de contingencia e informaron el enviar soldados estadunidenses a la frontera con México es un improbable “último recurso” para combatir un aumento de la violencia provocada por las drogas.
Personal de alto rango del Departamento de Seguridad Nacional testificó ante el Congreso, un día después de que el presidente de Estados Unidos dijera a reporteros que estaba considerando desplegar tropas de la Guardia Nacional, pero no en el corto plazo.
Los comentarios del mandatario fueron emitidos bajo la creciente presión de los gobernadores de los estados cercanos a la frontera.
El gobierno tiene planes de contingencia para lidiar con la violencia fronteriza y se espera que su actualización esté completa el próximo mes, precisó Roger Rufe, director de coordinación de operaciones en el Departamento de Seguridad Nacional.
“Agotaríamos todos los recursos del gobierno federal, fuera de (enviar) tropas del DoD (Departamento de Defensa) y de la Guardia Nacional, antes de alcanzar ese punto crítico”, explicó Rufe a una subcomisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Rufe agregó que estaban trabajando de manera cercana en la planificación con sus pares de la Guardia Nacional y del Departamento de Defensa “para asegurarnos de que estén listos cuando llegue el momento”.
A pesar de la planificación, es poco probable que las tropas sean necesarias, comentó Rufe luego de la audiencia.
“Obviamente hemos dirigido el plan para cubrir todos los escenarios, hasta los extremos más inesperados. Todos los indicadores que tenemos actualmente señalan que nunca llegaremos a ese punto. Pero tenemos un plan si llegásemos hasta ahí”, agregó.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, estudia la posibilidad de desplegar tropas en la frontera con México para evitar cualquier desborde de violencia del narcotráfico, informaron periódicos regionales en una entrevista difundida este jueves.
Destacó que en Afganistán se concentra el 93 por ciento de la superficie mundial de cultivo de amapola y afirmó que el aumento de la producción de narcóticos en ese país está relacionado con la gran concentración de tropas extranjeras. Agregó que los planes de Estados Unidos de multiplicar el número de tropas de la coalición antiterrorista en Afganistán plantean la necesidad de que los países miembros asuman el compromiso de incrementar la lucha contra la producción de narcóticos.
Para Ivanov, “es una vergüenza para la comunidad internacional que el 93% de la heroína se acumule en un país donde está desplegado un contingente de 100 000 hombres".
Actualmente, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afina los detalles de una nueva estrategia civil y militar en Afganistán para debilitar a los talibanes en las provincias del sur, que pasará por enviar cientos de diplomáticos y funcionarios, además de aumentar el número de soldados y policías afganos.
Según recogió ayer The Washington Post, la Casa Blanca busca enviar diplomáticos y funcionarios de ministerios como Agricultura o Justicia para mejorar la gobernabilidad y las políticas de desarrollo y combatir la corrupción y el narcotráfico. Además, Obama quiere mejorar la cooperación entre el resto de gobiernos y las ONG internacionales y reforzar el papel de la ONU.
El diario resalta que Obama persigue ampliar los órganos de seguridad internos hasta un total de más de 400.000 soldados y policías, lo que doblaría su tamaño actual y triplicaría el número que el Pentágono consideró que era suficiente en 2002, cuando George W. Bush dio por derrotados a los talibanes.
De acuerdo con el Times, algunos miembros del equipo de Obama han cuestionado la viabilidad del plan, pues implicaría invertir entre 10.000 y 20.000 millones de dólares en los próximos siete años.
Trascendió que está aprobado el envío este año de 17.000 soldados estadounidenses, lo que elevará a 55.000 el número de tropas de EE.UU. en el país árabe.
(continue)
Gibbs explicó que la visita forma parte de "los continuos esfuerzos del gobierno (estadounidense) para mejorar la seguridad fronteriza en cooperación con México, agencias policiales estatales y locales".
El secretario de prensa indicó que la presencia de los funcionarios de seguridad en la frontera está programada para el 15 de abril, como parte de la visita oficial que realizará Obama a México antes de viajar a Trinidad y Tobago, donde participará en la Cumbre de las Américas.
Napolitano realizó una visita de trabajo al país latinoamericano la semana pasada, en la que se logró poner en marcha acciones para disminuir el tráfico de armas y de dinero entre las dos naciones.
(Xinhua)
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