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La crisis entre ricos y pobres en Europa |
La crisis financiera recesiva exportada originalmente de EEUU ya se expande con fuerza por toda Europa y el colapso financiero con desaceleración económica y desempleo se contagia aceleradamente tanto por las economías del euro como por los países del Este que afrontan crecientes huelgas y protestas sociales, que han llevado a la Unión Europea a decretar la alerta roja y una agenda de reuniones de urgencia para afrontar el terremoto económico recesivo que empieza a producir serias fisuras de división en su bloque. Las divisiones y los enfrentamientos se acentúan por la negativa de los bancos de las potencias centrales a socorrer a países más vulnerables que han ingresado en cesación de pagos a causa de la recesión.
Este domingo los líderes de la Unión Europea (donde la crisis recesiva y la desocupación ya han abierto una "guerra proteccionista" entre las ricas potencias centrales del Euro y los ex países socialistas de Europa del Este,quienes sufren con más rigor el peso de la crisis) dejaron al desnudo sus dificultades para coordinar una respuesta unificada a la crisis financiera recesiva que sacude a la región.
Y la cuestión no es filosófica ni política, sino de estricto orden económico: Los bancos centrales y privados de las potencias (hegemonizadores del negocio financiero con la crisis) se niegan a "rescatar" a bancos y empresas quebrados por la crisis recesiva en los países más vulnerables de la región, tanto en la zona del euro como en Europa del Este.
Mientras las potencias centrales, por boca de la canciller de Alemania (la primera economía del euro) Angela Merkel, rechazaba los llamados para lanzar un rescate de los países de Europa del Este, Hungría propuso asistencia directa y un ingreso expedito de los países del Este a la zona euro.
Alemania asume el interés de los grandes consorcios financieros de Europa y EEUU que se muestran renuentes a financiar paquetes de "ayuda" (un macro negocio bancario con la crisis) a los países del Este acuciados por la desaceleración económica y al borde de la cesación de pagos, cuadro que se agrava con los conflictos sociales que están comprometiendo la gobernabilidad de algunos países de la región.
Hay un punto central de fricción entre las naciones desarrolladas del euro y los países del Este: Los bancos y corporaciones trasnacionales de las potencias centrales del euro son auxiliados con subsidios y proteccionismo estatal, en tanto que sus filiales situadas en Europa del Este no reciben esos beneficios y en consecuencia sufren la peor crisis recesiva de la región despidiendo trabajadores y deteriorando las condiciones laborales y el poder de consumo de las mayorías.
Las tensiones que salieron a flote en la cumbre del domingo dejaron de manifiesto la dificultad de forjar una estrategia coherente para combatir una recesión que ha golpeado a los 27 miembros del bloque con fuerza desigual. Incluso los líderes de Europa Central y del Este, la zona más afectada por la crisis, mostraron divergencias acerca de los "planes de rescate".
Alemania y las potencias más ricas del euro ya advirtieron que, en caso que aumenten los países que quedan al al borde de una cesación de pagos, sus bancos van a afrontar crecientes dificultades para acudir al rescate de los países miembros que lancen pedidos de ayuda.
Durante la cumbre, que fue convocada por el primer ministro checo, Mirek Topolanek, quien ocupa la presidencia rotativa de la Unión Europea, los líderes europeos reiteraron su compromiso de "no caer en medidas proteccionistas", pero abandonaron Bruselas con pocas decisiones concretas y ningún indicio de que habrá un plan paneuropeo que incluya a los países del Este.
La zona euro enfrenta su peor crisis económica en décadas, y según informes divulgados el viernes la tasa de desempleo subió a 8,2% en diciembre mientras las empresas redujeron gastos y planteles de empleados en forma generalizada.
Las turbulencias económico financieras, y los disturbios sociales y sindicales ya se llevaron puestos a los gobiernos de Bélgica e Islandia, y comienzan a generar inestabilidad y principios de caos social en las primeras potencias del euro, como Francia y Reino Unido, además de arrasar con las ex naciones comunistas de Europa del Este, donde se han registrado algunas de las mayores movilizaciones de los últimos 20 años.
A medida que las consecuencias de la desocupación y el desplome del poder adquisitivo del salario se hacen sentir por toda Europa, la protesta baja a la calle en cada vez más países para expresar el descontento.
El malestar social que generan la desocupación creciente y el deterioro de las condiciones salariales, así como el achicamiento de la capacidad de consumo, exacerba el estado de frustración colectiva, provoca pérdida de confianza en los políticos y alimenta las huelgas y protestas sociales que comienzan a extenderse por toda la geografía europea.
"La situación es preocupante y puede empeorar en los próximos meses", alertó el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn. "La crisis amenaza con provocar protestas "casi en todas partes", advirtió.
Hungría, Bulgaria, Rumania y otros países de Europa Central y del Este hacen frente a una aguda contracción a medida que el auge de la producción industrial se revierte. En los países bálticos, Letonia, que financió su expansión con deuda externa, se está quedando sin fondos.
El colapso financiero se vio desbordado en Hungría y otros países al margen de la zona euro, donde los empresarios financiaron auges de la construcción endeudándose con préstamos en la moneda común europea y hoy sufren principio de cesación de pagos acompañado por una desaceleración severa de la producción, como consecuencia de la retracción del crédito con baja del consumo.
Además -como sostiene The Wall Street Journal- el colapso de las divisas locales está encareciendo esos préstamos. La UE, asimismo, tiene que tomar en cuenta la situación de los países que integran la zona euro, en especial Irlanda, que hacen frente a un complicado panorama de baja de recaudación fiscal.
Los países más vulnerables de la zona euro, como Portugal, Irlanda y Grecia parecen más proclives a interrumpir el pago de su deuda.
El aumento de los niveles de endeudamiento llevó a la calificadora de crédito Standard & Poor's a rebajar en enero la calificación de Portugal, Grecia y España.
Los analistas creen que Irlanda podría perder su calificación AAA este año, mientras que Austria también se ve en apuros. El costo del seguro contra una posible cesación de pagos por parte del país casi se duplicó en las últimas tres semanas y ahora es el segundo más alto del bloque, detrás de Irlanda, de acuerdo con la firma de información de crédito Markit Group.
La crisis recesiva empieza a ejercer presión sobre los presupuestos de algunos gobiernos del euro, y en general de los países del Este, que aumentan sensiblemente sus gastos para estimular su economía en medio de una caída de sus recaudaciones tributaria por la desaceleración económica.
En ese escenario, las potencias dominantes del euro, cuyos bancos centrales y redes de bancos privados lideran el negocio con los rescates y "salvatajes financieros" entre los miembros del bloque, se muestran cada vez más renuentes a prestar dinero a los países cada vez más "insolventes" de Europa del Este. Como dicen los operadores de Wall Street: "Los negocios son negocios, incluso durante la crisis", y el sionismo financiero de Europa y EEUU sólo prestan a quienes pueden pagar los intereses y devolver el capital.
No es casualidad que fuera Alemania, uno de los socios más fuertes de la banca de Wall Street en Europa, quien advirtiera que los bancos del euro solo van a "rescatar" países que no tengan comprometida su capacidad de pago ni su gobernabilidad política, un fenómeno que se ya extiende por la mayoría de los países del Este.
Según The Wall Street Journal, cualquier paquete de rescate respaldado por Alemania y las potencias más fuertes (como el caso de Reino Unido y Francia) contendrá estrictas condiciones que obliguen a los países receptores de la ayuda a poner en orden sus cuentas fiscales, aunque el ajuste de cinturón agrave la recesión.
Las reglas de la UE estipulan que los países miembros necesitan tener un déficit fiscal inferior al 3% del Producto Interno Bruto, y siete miembros de la zona euro sobrepasarían ese límite este año, mientras que los países del Este no alcanzan a cubrir esas condiciones.
No obstante, hay sensibles diferencias sobre el impacto de la crisis en el Este, cuyos países sufren en forma desigual el impacto del colapso financiero recesivo.
"La situación es muy diferente" en las economías de la región, señaló. "No podemos comparar a Eslovaquia ni a Eslovenia con Hungría", señaló Merkel.
Alemania dejó en claro que es partidaria de "otorgar asistencia a ciertos países", pero agregó que la mejor forma de hacerlo era a través de organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional.
La semana pasada, el Banco Mundial, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Europeo de Inversión informaron que proveerían 24.500 millones de euros en financiación para los bancos de Europa del Este, que sólo será distribuida en países que afronten problemas de "cesación de pagos".
Claramente, la "insolvencia" para devolver los créditos y pagar los intereses del "salvataje" es la frontera que hoy divide a las potencias ricas del euro de los países pobres del Este, una situación que pone a la Unión Europea al borde de la división.
La cuestión pone en evidencia como el sistema capitalista (tanto en crisis como en condiciones normales) solo respeta la ley de la rentabilidad y no desembolsa dinero ni ayuda sin garantía concreta de contraprestación o de pago.
Indica además, que la "solidaridad" y la "unidad" entre los países del bloque europeo es sólo un discurso vacío, mientras que lo que predomina es la competencia intercapitalista y las relaciones fundadas en el "pragmatismo comercial" entre los socios del euro.
En este escenario, donde sólo se presta dinero si se garantiza la devolución con rentabilidad incorporada, las contradicciones y los enfrentamientos son cada vez más acentuados entre las potencias ricas y los países más pobres del Este estrangulados por la recesión económica que no pueden afrontar ni garantizar los pagos.
Como diría Bill Clinton: "Es el capitalismo estúpido".
Que en Europa, en plena crisis recesiva y con conflictos sociales en ebullición, parece marchar derechito al suicidio.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, monopolios, multitud, politica.
Los líderes europeos también se negaron a lanzar un plan global de rescate de la industria automovilística y pidieron a las empresas que acudieran a los gobiernos nacionales.
Al término de una cumbre de emergencia que reunió a los 27 países del bloque, los dirigentes europeos aceptaron los argumentos de la canciller alemana, Angela Merkel, y rechazaron el pedido de Hungría de desbloquear préstamos por 228.000 millones de dólares para ayudar a las economías de Europa del Este, al borde de la asfixia económica.
La UE, en cambio, prometió que ayudará caso por caso a aquellos países que se vean confrontados a graves dificultades financieras.
"Es evidente que la UE no dejará a nadie al borde de la ruta", afirmó, al término de la cumbre, el premier checo, Mirek Topolanek, presidente pro tempore de la UE. "Pero la idea de dividir Europa entre antiguos y nuevos miembros, entre Este y Oeste, es algo que rechazamos", agregó.
Al término de la reunión, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, precisó, por su parte, que, excepto Hungría, los países del Este "no expresaron su deseo" de adoptar un plan global durante la reunión. "Las situaciones son muy diferentes [de un país a otro]". En consecuencia, "no hay una razón específica de tratar aparte a un grupo de países", indicó.
Pero la verdadera razón de esa negativa fue la firme posición de Merkel, totalmente opuesta a toda medida que pueda aumentar los déficits presupuestarios en Europa a medida que se profundiza la crisis.
Ferviente defensora del rigor presupuestario, Merkel no ha cesado de solicitar "un retorno a un sólido control fiscal", mientras los déficits nacionales superan el límite del 3% del PBI, fijado por la UE en sus criterios de convergencia.
Desde que comenzó la crisis, los planes de estímulo y de rescate adoptados a título individual por los países europeos han inyectado el 3,3% del PBI de la UE en la economía, según estimaciones de la Comisión Europea. Como resultado, el gasto presupuestario del bloque aumentará hasta el 4,4% del PBI en 2009, frente al 2% el año pasado.
"Es necesario evitar lanzar sumas enormes en el debate", advirtió Merkel. "Para mí, la situación es completamente diferente en cada caso: no se puede comparar Eslovenia con Eslovaquia ni con Hungría."
La canciller alemana respondió de esa forma al dramático pedido de ayuda lanzado, horas antes, por el primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsány, para quien es necesario evitar que "una nueva cortina de hierro se instale y divida a Europa". "A comienzo de los 90, reunificamos Europa. Ahora, el desafío es saber si seremos capaces de reunificarla financieramente", precisó.
Poco antes de la cumbre, los líderes de nueve países de Europa del Este -Polonia, Hungría, Eslovaquia, República Checa, Bulgaria, Rumania y las tres repúblicas bálticas (Letonia, Estonia y Lituania)- fijaron una posición común para presionar a las naciones ricas a fin de que acompañaran con acciones concretas sus vagas promesas de apoyo.
Amenaza al mercado común
Hungría, Polonia y los países bálticos también piden a la UE que acepte poner en marcha un procedimiento acelerado de adhesión al euro que, aseguran, podría ayudarlos a estabilizar sus sistemas financieros.
La peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial ha devastado los países del Este y pone en peligro la existencia misma del mercado común europeo, construido con esfuerzo hace 50 años. La economía de la UE se contraerá el 1,8% en 2009, según prevé la Comisión Europea.
En Letonia, ex república soviética cuyos resultados económicos eran los mejores del bloque hace tres años, la economía caerá el 6,9% este año. El crecimiento polaco, el mayor del Este, será de apenas del 2%, el peor resultado desde 2002.
La abrupta partida de inversores extranjeros de esa región de Europa a fin de cubrir enormes pérdidas internas, provocaron en los últimos seis meses la desaparición del crédito barato, una brutal parálisis de las exportaciones y una caída del 28% del zloty polaco frente al euro; del 21% del florín húngaro, y del 12% de la corona checa.
Para Merkel, al frente de la primera economía europea y principal contribuyente de la UE, los problemas de Europa del Este deben ser tratados en el marco de las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La semana pasada, tres de esos organismos -el Banco Mundial, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, y el Banco Europeo de Inversiones- anunciaron préstamos por 30.958 millones de dólares a los bancos de Europa del Este.
Los líderes europeos también rechazaron la idea de acudir a los fondos de la UE para dar oxígeno a la industria del automóvil, cuyas ventas caerán este año un 18%, según previsiones de la UE. La cumbre decidió que cada país deberá hacer lo necesario para ayudar a sus propias industrias.
"Sobre el tema del este y el centro de Europa, existe un riesgo económico y político para ellos y para nosotros", afirmó en una conferencia de prensa luego de una cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas.
Sin embargo, el mandatario francés sostuvo que se están llevando a cabo esfuerzos combinados de organismos internacionales y que se tomaron las medidas necesarias para encarar la crisis.
Pero lo que no pierden es ese humor ácido que les permitió sobrevivir al estalinismo y al realismo soviético.
En las calles de Letonia los jóvenes visten unas remeras que dicen "Nasing Spesal". Es la forma en que el ministro de Finanzas Atis Slakteris pronunció la frase en inglés "nothing special" (nada especial) cuando un reportero de la BBC le preguntó por la situación de la economía del país.
Un día más tarde, los bancos habían colapsado, la gente salía a la calle a cacerolear y pedir que se vayan todos y la república báltica de apenas 2,4 millones de habitantes se desmoronaba como la Argentina del 2001.
Los este-europeos tuvieron un contagio de gripe de caballos por el resfrío financiero de Europa Occidental.
La economía de Letonia se contrajo un 12%, la de Ucrania un 10%, Hungría 6%.
Bielorusia, Georgia y Serbia penden de un préstamo del FMI.
República Checa que pareciera tener la economía más sana de la zona, va a tener este año un crecimiento negativo del 2% y está ofreciendo a los inmigrantes un pasaje gratis y 500 euros para que se vuelvan a sus países.
De acuerdo al index del Moody's Investors, Hungría, Croacia y Rumania se encuentran en gran riesgo.
Y el contagio avanza rápidamente hacia el oeste.
Austria, un país de esos que nunca aparece en las noticias, está siendo afectado por la hecatombe de las "jóvenes" economías de libre mercado.
Con el fin del comunismo, los principales bancos austríacos se lanzaron a buscar buenos negocios entre sus vecinos del este.
Es así como tiene tres de sus principales bancos en peligro, el Erste, el Raiffeisen y el Bank Austria.
Pero al mismo tiempo, no hay región mejor preparada en el mundo para resistir un colapso económico.
Los ciudadanos de todos los países ex comunistas tienen en su memoria el racionamiento, los supermercados con apenas un producto o dos para ofrecer y una inflación del 300%.
"Sabemos muy bien como resistir y levantarnos. Tal vez podríamos exportar este producto a Nueva York o Londres, que lo están necesitando", reflexiona el colega checo.
"La idea de dividir (a la UE) en nuevos estados miembros, viejos estados miembros, países de la eurozona, países no miembros de la eurozona, norte contra sur o este contra oeste, es un enfoque que rechazamos claramente en la (cumbre) del Consejo Europeo", dijo el primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país ocupa la presidencia alterna de la UE.
Topolanek está presidiendo una cumbre extraordinaria de la UE dedicada a las crisis financiera y económica.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que los líderes acordaron mostrar solidaridad con Europa Central y Oriental, pero rechazaron la idea de un fondo de rescate único para ellos.
En el documento final de la cumbre, los líderes dijeron que analizarán la asistencia financiera ya puesta a disposición para Europa Central y Oriental, reconociendo "diferencias claras entre los estados miembros de Europa Central y Oriental".
Horas antes de la cumbre de emergencia de la UE, líderes de nueve países europeos centrales y orientales se reunieron por separado para preparar una posición común.
Rechaza Merkel plan de rescate de Europa Oriental
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, rechazó el día 1 los llamados de estados de Europa Oriental miembros de la Unión Europea (UE) para un plan de rescate de miles de millones de dólares.
La situación es diferente de país en país de Europa Oriental, dijo Merkel a los reporteros a su arribo a una cumbre informal de la UE.
Horas antes de la cumbre de emergencia de la UE, los líderes de nueve países de Europa Central y Oriental se reunieron por separado para preparar una posición común contra el aumento del proteccionismo.
El primer ministro de Hungría, Ferenc Gyurcsany, pidió un fondo especial de la UE de hasta 190.000 millones de euros (241.000 millones de dólares USA) para rescatar a los países de Europa Central y Oriental.
Con el deterioro de la situación económica en Europa Oriental, existe una creciente preocupación de que un colapso de las economías europeas orientales pueda provocar una mayor inestabilidad en el continente.
Hungría es uno de los países más afectados de Europa Oriental por la crisis financiera. Junto con Letonia, el país se ha visto obligado a solicitar apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La cumbre extraordinaria de la UE fue convocada cuando se extiende el proteccionismo en el bloque de 27 naciones. Entre los países europeos orientales y occidentales surgió una división luego de que los occidentales recurrieran a medidas proteccionistas para salvar a sus industrias de la peor crisis económica en décadas.
(Xinhua)
Los gobiernos de nueve de esos países pidieron ayuda financiera por un monto de 190.000 millones de euros, pero la Comisión Europea les negó esa ayuda.
No obstante, en el comunicado final de la cumbre de la UE, todos los 27 países miembros declararon que saldrán juntos de la presente crisis económica gracias a que conservarán el mercado común en la UE y lucharán contra el proteccionismo.
Sin embargo, cumplir esta promesa será un asunto bastante difícil.
"No debemos permitir que una nueva cortina de hierro divida a Europa", argumentó el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany al argumentar la necesidad de que la UE les entregara los 190.000 millones de euros necesarios para apuntalar sus finanzas.
Sin embargo, la cancillera de Alemania Angela Merkel a nombre de su país, el mayor donante de la UE, rechazó la petición explicando que la ayuda de la UE a los países de Europa del Este en ningún caso debe ser un proceso general, y que en el caso de prestar ayuda, ésta se debe proporcionar únicamente en casos muy concretos.
Al explicar su postura, Merkel subrayó que la situación en Eslovenia o Eslovaquia no es la misma que la situación de Hungría, que entre otras cosas, ya recibió ayuda por un monto de 6.500 millones de euros, ya que se encuentra al borde de la suspensión de pagos.
Merkel precisó que la ayuda a los países a Europa del Este debe canalizarse mediante las instituciones financieras internacionales, como, por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional.
Al respecto, la semana pasada el Banco Mundial, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones ya anunció que concederá a los bancos de Europa Oriental, créditos por un monto de 24.500 millones de euros.
En la recién pasada cumbre de la UE, se pronunciaron muchos discursos en defensa de la unidad y la conservación del mercado común de la Unión Europea y la lucha contra el proteccionismo como lastre que impedirá a los países de la UE salir en bloque de la crisis.
"Nosotros somos una unión y no dos o tres uniones ",-dijo el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso, al insistir que es improcedente marginar del espacio económico común europeo a los países que entraron a la UE hace tan sólo cinco años y considerarlos como una zona con muchos problemas.
No obstante, en condiciones de crisis el proteccionismo se extiende en toda la UE. El pasado mes de febrero, uno de los ideólogos de la integración europea el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy asestó a la UE un golpe inesperado.
El líder galo prometió 6.000 millones de euros a los gigantes automovilísticos Renault y Peugeot Citroen, y declaró que no ve las razones para que las empresas francesas atacadas por la recesión, deban seguir trabajando en otros países como en la República Checa, cuando pueden crear puestos de trabajo en Francia.
Las autoridades de la UE tuvieron que hacer grandes esfuerzos para regularizar el contencioso franco-checo, y en vísperas de la cumbre se informó que la propuesta de Sarkozy no obliga a Renault y Peugeot Citroen a utilizar el crédito únicamente en Francia.
"No existe ningún indicio de proteccionismo", comentó satisfecho la noticia el primer ministro checo Mirek Topolanek.
A pesar de que asignar créditos estatales a las empresas francesas, independientemente se inviertan en Francia o en la República Checa, suponen un claro ejemplo de proteccionismo.
Sobre todo si se tiene en cuenta que la semana pasada la UE rechazó el pedido del consorcio automotriz estadounidense General Motors que solicitó créditos por 3.300 millones de euros para apoyar la producción de sus marcas en el mercado europeo.
En ese caso, los líderes de la UE declararon que ese es un problema que debe afrontar cada país, y de esa manera, dieron luz verde al proteccionismo nacional en el sector automovilístico en el Viejo Continente.
De esta forma, Rumanía se convertirá en el tercer país comunitario, junto con Hungría y Letonia, en recibir un crédito de la UE para solventar su desequilibrio corriente. De esta línea de crédito especial, Hungría recibió 6.500 millones de euros y Letonia 3.100 millones de euros.
Almunia ha apuntado la posibilidad de que, además del FMI, contribuyan a la asistencia de Rumanía otras instituciones multilaterales, como el Banco Mundial, o países comunitarios a título individual, como sucedió con el caso de Letonia.
Después de negar reiteradamente recurrir a la ayuda externa, el Gobierno rumano se ha visto obligado a solicitar asistencia multilateral, acuciado por el elevado déficit por cuenta corriente y por una cuantiosa deuda privada externa.
La crisis se acentúa
Los ministros de Finanzas de la zona del euro (Eurogrupo) han admitido que la crisis económica es más grave de lo estimado hasta ahora, pero descartaron adoptar nuevas medidas de impulso hasta ver el resultado de las que ya se han puesto en marcha.
"La recesión es profunda", señaló en rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, que lamentó que, por el momento, "no hay indicadores de que la situación se esté solucionando".
Desde la Comisión Europea, el titular de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, reconoció que su previsión de que la recuperación comenzaría en la segunda mitad de 2009 ha quedado desfasada y dijo que "desgraciadamente, todo indica que habrá que esperar al año que viene".
La crisis acabó con los créditos accesibles y la burbuja inmobiliaria de este país que llegó a crecer al 14% y en donde el desempleo hoy es de 21%. Los agricultores están en estado de alerta y se consideran ciudadanos de segunda en la UE.
En la reformada granja de Nomudus Kalnins, sus 130 vacas lecheras nacen, crecen y mueren adentro de su galpón, sin conocer un verano en la pradera. No sólo es el frío y la nieve lo que las mantienen adentro sino un estilo de producción que trata de cumplir los estándares de la Unión Europea pero no consigue la competitividad esperada, por lo que el sector apenas integra el 5% del PBI de Letonia, la ex Tigre del Báltico y uno de los estados al borde del colapso de la UE extendida a 27 países. Sólo le pagan 15 centavos de lats el litro de leche (27 centavos de dólar) y no obtiene la menor ganancia. Algo peor: si el precio sigue bajando hasta 12 el mes próximo, se va a la bancarrota. Otra de las posibilidades de su país, Letonia, si no cumple rígidamente con el plan de rescate de 7.500 millones de euros del FMI y la UE, que incluye una reducción del 20% de los salarios de sus empleados para no devaluar el lats, su moneda, pegada al euro.
Kalnins, un gigante de dos metros con un título de ingeniero en turbinas, es hoy uno de los más carismáticos líderes de la protesta agrícola en Letonia. Con su enorme tractor verde endeudado por cumplir con las exigencias de modernización que le proponía su banquero y la nuevas regulaciones de la UE como miembro asociado desde 1994, fue uno de los 1.000 granjeros que encabezó la marcha de agricultores y lecheros que, junto con una violenta marcha política posterior, bloqueó la capital, Riga, y produjo posteriormente la caída del gobierno en Letonia, en febrero y la eclosión de la crisis político económica social. ¿Su deuda?: 1.000 lats por vaca, y tiene 130.
"Los problemas empezaron cuando la leche empezó a subir. Después la soja reemplazó a la leche. La ilusión que tuvimos era que los precios iban a subir constantemente y nos endeudamos. Los banqueros nos alentaron. El crédito era accesible. Los precios empezaron a caer, perdimos competitividad y mercados. Y ahora todo el sector está al borde de la quiebra", explica Nomudus en el Ministerio de Agricultura, donde el próximo nuevo ministro lo esperaba para encontrar "consenso", una palabra hasta ahora en desuso en la muy poco politizada Letonia.
"Si el precio cae a 12 centavos el litro, volverán a vernos con todos los tractores en Riga", alerta.
En un país donde la economía de mercado era la reina, el crecimiento del 14% anual no dejaba lugar para estériles debates de partidos y los agricultores también vivieron sus días de oro. El dinero de ayuda europea para el "proceso de convergencia" con la UE fluía. Muchos agricultores lo aceptaban, aunque significara comprar sólo tractores europeos nuevos y no los de Bielorrusia, que eran mas baratos. Nomudus pensó que le convenía mejorar sus viejas instalaciones soviéticas con materiales de segunda mano antes que endeudarse demasiado.
Pero un día vio a su carpintero, que construía uno de sus galpones, llegar al trabajo en un Porsche Carrera. El granjero Kalnins, quien había terminado la Universidad y después de la independencia letona de la URSS contó su poca plata y se compró 100 hectáreas de tierra para juntarlas con las heredadas de su abuelo, se dio cuenta de que en la economía del país algo funcionaba desequilibradamente. Ahora lo ha comprobado: el carpintero ha perdido el Porsche. El banco le incautó el auto porque no podía pagar las cuotas. No hay más trabajos de construcción, se acabó la burbuja inmobiliaria, el crédito y la especulación a 5.000 euros el metro cuadrado. Los edificios en construcción son esqueletos paralizados sin obreros: no hay ayuda europea para los granjeros ni demanda. Al menos el 21% de la población está desempleada, han reducido sus salarios o no puede enfrentar sus créditos. Pero los agricultores letones son los más desamparados, los más ineficientes económicamente hablando y los más frontales a la hora de explicar la crisis.
Letonia es el país donde los excesos del capitalismo de mercado han hecho estragos. Su fracaso se convirió en un fantasma que amenaza con extenderse a Europa del Este, en un fenómeno que llevó al primer ministro húngaro a hablar de un "nueva cortina de hierro económica" si no hay un paquete de ayuda para toda la región y no país por país. La ruina de los agricultores es una evidencia. Después de su independencia de la URSS en 1991 y sin esperarlo, Letonia ha regresado brutalmente a lo básico, donde la miseria que viene no será muy diferente a las privaciones que vivieron en la era soviética, pero ahora en plena UE.
Janis Liepens también participó en la protesta de los granjeros pero para ser solidario. El es la historia exitosa de un agricultor letón que se modernizó "a la americana", no aceptó fondos de la UE salvo para reciclar los desechos de sus 120 vacas lecheras importadas de Holanda y en su granja trabajan los cuatro miembros de su familia, más una ordeñadora "part time". Nieto de granjeros deportados a Siberia por los soviéticos, comenzó su camino al capitalismo con una sola vaca y se fue extendiendo de a poco, hasta llegar a las actuales.
"Fuimos en solidaridad porque mi padre dice que muy pocos lecheros van a poder sobrevivir a esta crisis. No tienen el dinero para ser fuertes y poder mantenerse. Se han endeudado y tienen demasiado personal. Si quieren consolidarse, deben trabajar ellos, sin empleados y modernizarse", explicó Visturs Liepens, su hijo, que ahora ha puesto en la granja, junto a su hermano banquero, una empresa para hacer yogur y crema y distribuir casa por casa en Riga, para dar valor agregado a su producción. Pero no hay demasiados agricultores letones como los Liepens, sin una sola deuda.
El desencanto ante la UE es evidente entre los hombres de campo, hartos de que les impongan regulaciones costosas sin que les garanticen mercados ni se los abran. Están furiosos ante la idea de que se lleven su leche a Lituania, país vecino, y regrese a los supermercados letones costando aún menos que la leche nacional.
"Los agricultores letones son ciudadanos de segunda clase en la UE", explicó Uldis Krievars, lechero, formado en EE.UU. y vicepresidente de "Farmers Parliament", que ayudó a organizar el "tractorazo" sobre Riga. El promedio de subsidios en la UE demuestra que Letonia recibe 63 euros por hectárea y Francia 4 veces más, mientras Holanda se beneficia con 8 veces más por hectárea. El promedio de subsidios por hectárea es de 257 euros en el resto de Europa".
Los agricultores letones no sólo se han vuelto profundamente euroescépticos sino que acusan a sus políticos de ser más papistas que la UE, agregando a sus regulaciones exigencias propias que los llevarán inevitablemente a la bancarrota. Los granjeros ponen un ejemplo: se quedarán con sus inmaculadas instalaciones cubiertas de impecables mosaicos pero sin una sola vaca, porque el banco las incautará. Con estos costos y los actuales precios, ellos no pueden reembolsar los créditos.
La otra vuelta
Telma Luzzani
Es curioso el destino de Letonia, Estonia y Lituania. Aunque pequeñas y con la identidad fragmentada de las trillizas, les tocó jugar siempre un rol provocador en la historia de Europa. Así fue cuando el pacto entre Stalin y Hitler (1939) antes de la Segunda Guerra Mundial. Y mucho más todavía, 50 años después, con la caída de la Unión Soviética. Lituania fue, al despuntar 1990, la pesadilla personal del último presidente soviético, Mijail Gorbachov. En enero, con el Muro de Berlín recién caído, esta república soviética le anunció al Kremlin su deseo indeclinable de independencia. Manifestaciones eufóricas recorrían las ciudades. Imaginando el contagio por toda la URSS, Gorbachov envió tropas y la KGB cercó las fronteras. Fue suficiente para que ya nadie pudiera detener el alud de la historia y el mundo viera imágenes nunca imaginadas hasta entonces como las del líder de una superpotencia abandonando precipitadamente la tribuna oficial de la Plaza Roja abucheado. "El bloqueo de Lituania nos avergüenza", gritaban. Hoy vemos otra vuelta de tuerca de la historia.
Antecedentes
1. Cuando cayó el Muro -hará 20 años en noviembre, y según un chiste de la crisis no pocos quisieran celebrarlo levantándolo de nuevo, dada la debacle actual- los países del Este europeo pasaron a ser llamados "en transición", del comunismo al capitalismo, casi como una burla a la idea marxista que era justamente la inversa. Esa transición fue a fondo y la región se abrió de golpe a capitales de occidente, con poca regulación y control.
2. En estos años bancos de Alemania, Austria, países escandinavos y otros de la UE, además de organismos como el FMI o el BM, colocaron 1,5 billones de euros. Hoy están expuestos al no pago.
3. El desamparo social, la caída del PBI y la devaluación en las monedas de los países bálticos, Hungría, Rumania o Ucrania son los rasgos visible de la crisis. Muchos gobiernos aplican ajuste fiscal y están al borde de la bancarrota.
Entrevista Morsen Hansen, economista
¿Cuáles son las similitudes?
Todos sus socios comerciales tuvieron sus monedas depreciadas, perdieron competitividad, las tasas de interés eran increíbles. Pero la diferencia es que nos íbamos a la bancarrota en diciembre y recibimos un regalo de Navidad del FMI, con el que se puedo evitar un default. Si eso no pasaba, el gobierno no hubiera podido pagar sus funcionarios públicos. Este paquete requiere enorme disciplina y exige que no se altere el valor de la moneda. El otro aspecto de este paquete es que quieren ver bajar los costos para ganar competitividad y que los salarios bajen. En Letonia es más fácil porque los sindicatos no son poderosos y ya se inició en el sector privado.
¿Letonia es parte de la crisis global o de una crisis del Este?
Podemos decir que es todo junto. Europa del Este se construyó con enormes desequilibrios. Si hay que acusar a alguien es a (Alan) Greenspan por permitir bajar los intereses de esa forma en 2001. Eso significó una inmensa liquidez y un inmenso boom de crédito en EE.UU., Gran Bretaña y en los países del Este. Se creó un boom inmobiliario y un boom de consumo. Eso provocó un crecimiento económico increíble y la mayor inflación en la UE. Eso no podía coincidir con la productividad y se fue a la inflación. Letonia tuvo el mayor desequilibrio y por eso tenemos el mayor crash: porque no es sustentable. Letonia tuvo que nacionalizar un banco, que costó mucho dinero, la economía se debilitó, la recaudación también y, como Argentina, no había cómo financiarse.
¿Esta crisis puede extenderse a otros países de Europa del Este?
Sí. Yo espero que la ayuda europea se haga país por país. Polonia no lo necesita.
¿Habrá una una división entre la Vieja y la Nueva Europa?.
No todavía, pero puede llegar. Lo que va a provocar esto es que Europa occidental va a entrar en una declinación económica pero el Este entrará en una peor. Todas estas convergencias que hemos visto en estos años van a evaporarse. Letonia es pobre pero va a seguir siendo aún más pobre por un largo tiempo.
¿Esta crisis va a dejar en evidencia la economía real?
Si. Eso es lo positivo. En 2006 y 2007, llas calles de este país estaban llenas de BMI X5, Audi, todo lo que la gente quería. En una fiesta, un letón me dijo: "Somos los Tigres del Báltico. En 10 años seremos los más ricos de Europa". Asi pensaban. Esta crisis va a enseñar, especialmente a los políticos, que la convergencia exige reformas, educación, inversiones sólidas pero que no son fáciles de hacer. ¡La fiesta se acabo!
El premier húngaro dijo que no quiere ver una "nueva Cortina de Hierro económica" creciendo entre Europa del Este y la Vieja Europa.
Yo no creo que sea tan malo. Pienso que deben conseguir la plata y toda la que puedan. Lo más triste de esta crisis es que demostró que Europa del Este continúa siendo pobre. Soy muy crítico de la educación aquí. Entrar a la Academia de Ciencias es como entrar a un Museo de Dinosaurios. Se podría decir que esto sigue siendo la URSS en muchas actitudes. Se necesita al menos otra generación para tomar distancia.
¿La devaluación es la solución?
Ni siquiera se puede decir eso en este país. La prioridad de la política aquí es mantener la moneda y adherir al euro después de cumplir con el paquete. Pero cumplir con este paquete será como subir al monte Everest descalzo.
¿Será posible?
Uno puede ir preso en este país por decir algo asi. Es una ofensa criminal hablar de devaluación y no quiero entrar en problemas.
Europa está a punto de asistir nuevamente al colapso de todo un país. Una nueva Islandia está al caer. Se trata de Ucrania que, junto al resto de países de Europa del Este, está sufriendo los avatares del crack más importante que sufre la economía mundial desde la Gran Depresión de 1929.
Olexander Pavlenko, un joven programador informático, es uno de los miles de ucranianos que no pueden retirar su ahorros del banco. Pavlenko telefoneó a la sede en Kiev (capital de Ucrania) del Nadra Bank y Ukprombank, dos grandes bancos del país, para pedir la devolución de 10.000 dólares depositados en ambas entidades. Sin embargo, al igual que a muchos otros ciudadanos, los bancos denegaron su solicitud.
"El banco me dijo: Lo siento, simplemente, el dinero no está disponible por el momento y no puedo ayudarle", informa Financial Times. En la actualidad, el Banco Central de Ucrania ha intervenido nueve entidades, ahora bajo su control, para evitar su quiebra. La preocupación e indignación entre los ciudadanos va en aumento.
Corralito financiero
De hecho, incluso las entidades aparentemente más sólidas, que están bajo el control de la gran banca occidental europea cuentan con problemas crecientes. El regulador financiero de Ucrania ha prohibido la amortización anticipada de los depósitos a plazo, la forma más popular de ahorro en Ucrania. Es decir, se ha declarado un corralito financiero en el país para evitar una retirada masiva de depósitos y, por tanto, la quiebra de todo el sistema. No obstante, los depósitos bancarios nominados en moneda nacional se han reducido un 20% desde el pasado septiembre, un 10% en los de divisa extrenjera. La situación es “muy grave”, según alertó el presidente de la Asociación de Bancos Ucranianos (algo así como la AEB en España), Olexander Suhonyako.
Por otra parte, el propio Estado está al borde de la quiebra. Su moneda ha sufrido una creciente depreciación a lo largo de los últimos meses y el Gobierno carece ya de fondos y reservas para poder hacer frente a sus pagos. Ucrania ha vivido en una burbuja económica gracias al crédito barato procedente del exterior. En concreto, de la banca del centro de la UE que es la más expuesta a las economías emergentes del Este, tal y como avanzó LD el pasado noviembre.
El Estado, al borde de la quiebra
El riesgo de su deuda pública se ha disparado, encareciendo en gran medida el coste de la financiación que precisa el Gobierno para poder rescatar a su banca y afrontar la recesión económica que vive el país mediante planes de gasto público. En los últimos días el Ejecutivo que lidera Yuliya Timoshenko ha intensificado los contactos con toda clase de organismos internacionales para evitar que el Estado entre en suspensión de pagos.
En concreto, Ucrania negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la entrega inmediata de 16.400 millones de dólares a cambio de ciertas condiciones, como la de reequilibrar su déficit público que, en la actualidad, ronda el 2% del PIB. Las últimas informaciones al respecto apuntan a que finalmente se alcanzará un acuerdo en breve.
Y es que, el dinero urge, y mucho. Ucrania se enfrenta a una nueva guerra del gas, como la sufrida el pasado enero, en donde el país se quedó sin su principal fuente de suministro energético en medio de un duro invierno con temperaturas bajo cero. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, advirtió el jueves de que Moscú podría interrumpir, una vez más, el suministro de gas a Ucrania si su vecino no cumple con los pagos acordados y cuya fecha límite expira este sábado.
Guerra del gas
La gasista ucraniana Naftogaz indicó que había abonado ya hasta un 80% de la deuda correspondiente al suministro de febrero y que estaría en disposición de pagar el resto en las próximas horas. El retraso en el pago podría cerrar nuevamente la entrada de gas ruso. Además, cabe tener en cuenta que Ucrania es el principal país de tránsito de las exportaciones de gas ruso hacia Europa.
La economía ucraniana ha sufrido un rápido e intenso deterioro desde el estallido de la crisis en 2007. Sobre todo, en los últimos meses. Y ello, debido a la voluminosa deuda exterior que mantiene su economía, próxima a los 35.000 millones de dólares. Ucrania ha vivido a crédito, y toca pagar la factura. Sin embargo, la recesión se acentúa y la crisis pone en serios aprietos el cumplimiento de los compromisos financieros adquiridos por el Gobierno y, sobre todo, por el sector financiero y empresarial del país.
El PIB caerá más de un 7% en 2009
Así, los analistas de BNP Paribas estiman que el PIB ucraniano podría sufrir una contracción próxima al 7,5% en 2009, al tiempo que se dispara el desempleo. De mantenerse esta situación, el creciente descontento amenaza con transformarse en una bomba de relojería a nivel social, que podría conllevar la caída del actual Gobierno en las próximas elecciones.
La quiebra de un país del tamaño de Ucrania, con cerca de 46 millones de personas (similar a la población de España) no es una cuestión baladí. La caída de países de menor tamaño, tales como Letonia o la ya quebrada Islandia, tiene efectos mucho menores a nivel internacional. Y es que, si Ucrania cae se evaporaría por completo la escasa confianza que ya de por sí manifiestan los inversores en las economías emergentes del Este de Europa, con lo que podría acelerar el efecto arrastre sobre otros países de la zona. Es el caso de Polonia, por ejemplo, cuyas dificultades económicas también se acrecientan.
Yuliya Timoshenko, quien advirtió del riesgo de que se produzca un nuevo “Telón de Acero” en el seno de Europa, debido al creciente deterioro económico y político que están sufriendo los países del Este excluidos de la zona euro. Por ello, en un reciente artículo publicado en el diario francés Le Figaro, Timoshenko reiteró la necesidad de que el Banco Central Europeo (BCE) acuda al rescate del Este europeo.
A todo costo, el presidente Víctor Yuschenko y la primera ministra Yulia Timoshenko priorizan la rivalidad en la carrera hacia el control del poder, mientras la economía nacional marcha cuesta abajo.
La sociedad está al borde de un movimiento huelguístico incontrolable de consecuencias impredecibles para el estado, advirtió recientemente el presidente del Foro Nacional de Sindicatos de Ucrania (FNSU), Miroslav Yakibchuk.
Al alertar sobre una posible huelga general que podría desembocar en un alzamiento colectivo y violento contra la autoridad, el líder del FSNU aseguró que más de mil empresas están dispuestas a emprender acciones radicales.
Los sindicatos podrían verse impotentes ante la agresividad masiva de las personas desilusionadas, miles de las cuales se quedan a diario sin empleo y medios de subsistencia, según Yakibchuk.
La caída del Producto Interno Bruto (PIB) ucraniano en enero de 2009 rondó el 20 por ciento en comparación con igual fecha de 2008, según Valeri Litvinski, jefe del grupo de consejeros del presidente del Banco Nacional, citado por medios de prensa.
Este indicador solo es comparable a 1994, cuando se redujo en un 22,9 por ciento, recordó el experto.
Al respecto, el semanario impreso Espejo de la semana (Zerkalo Nedeli) opinó que según su análisis de los datos publicados por el Comité Nacional de Estadísticas la baja del PIB en el primer mes de 2009 oscila entre el 25 y el 27 por ciento.
Al resumir el panorama, la agencia UNIAN señala que con mayor o menor precisión las distintas fuentes coinciden en el calificativo de caótico y desastroso.
En relación con la producción industrial, fuentes oficiales reconocen que en noviembre se redujo en 28,6 por ciento, en diciembre 26,6 por ciento y en enero 34 puntos porcentuales.
Las exportaciones en el primer mes de 2009 descendieron 40 por ciento en comparación con diciembre y su volumen fue inferior al de las importaciones, que debido a la crisis financiera se redujeron un 35 por ciento respecto a los últimos 31 días de 2008.
Aún en estas circunstancias se mantiene un saldo comercial negativo de 637,8 millones de dólares, subraya el medio noticioso.
La publicación reseña que este derrumbe de la economía refleja los efectos negativos de la crisis global, y exhorta a todos los órganos del poder ejecutivo y de la oposición a buscar por sobre todo un entendimiento para atenuar sus estragos en Ucrania.
Promovido a primer ministro en 1999 por el entonces presidente Leonid Kuchma, Yuschenko conquistó la estima de los cenáculos financieros de Estados Unidos y Europa como paladín del neoliberalismo entonces en boga y un monetarismo ortodoxo.
Estos sectores impulsaron y respaldaron a finales de 2004 su bravata para alcanzar la presidencia, a la que llegó después de masivas acciones de desobediencia civil financiadas con dinero procedente de Occidente, según el propio millonario George Soros.
En correspondencia, el mandatario mantiene una política de alineamiento con Washington y la Unión Europea en detrimento de los nexos tradicionales con Rusia.
Su aliada de 2004 fue la economista Yulia Timoshenko, devenida nueva oligarca con la apropiación de recursos energéticos en la fase de descomposición de la Unión Soviética, y nombrada entonces primera ministra.
Ambiciones antagónicas de los grupos a los que ambos representan provocaron que en 2005 Timoshenko fuera destituida del cargo, con lo cual se convirtió en la principal rival de Yuschenko.
Este 2009, decisivo para las elecciones presidenciales (2010), los encuentra en una escandalosa pugna pública, que trasciende al escenario internacional porque ha afectado hasta el suministro de gas ruso en su paso por Ucrania hacia Europa.
Esta semana el Servicio de Seguridad ucraniano con la anuencia de Yuschenko allanó la sede de la empresa Naftogaz y entabló una acusación a funcionarios de esa empresa y del departamento de Aduana Energética de Kiev.
Como pretexto adujeron la presunta apropiación ilegal de seis mil 300 millones de metros cúbicos de gas ruso, transportado por ese territorio, valorados en unos mil millones de dólares.
Apenas 24 horas después, bajo presión de los tribunales fue liberado el vice jefe de la Aduana Energética Taras Shepitko, arrestado en medio del escándalo.
Una corte regional de Kiev declaró el cese de las acciones judiciales contra la estatal compañía Naftogaz Ucrania, dictamen extensivo, por supuesto, al único detenido de los presuntos inculpados, informó el portal Ukrainskiye Novosti.
Timoshenko, aseguró que dicho conflicto es un intento de “grupos corruptos” para apoderarse de 11 mil millones de metros cúbicos de combustible, para sufragar presumiblemente la campaña presidencial de Yuschenko.
El mandatario, por su parte, admitió haber consentido las acciones de fuerza del Servicio de Seguridad y dijo que tiene el caso bajo control personal.
Anécdota aparte, el incidente parece dar la razón al presidente del parlamento, Vladimir Litvin, quien asegura que el país atraviesa una crisis de identidad nacional, además de la difícil situación económica y política.
Los dirigentes del país han estado construyendo el Estado a partir de modelos ajenos, sin repensar esta experiencia, y la debilidad institucional agrava ahora los efectos del cataclismo financiero global, agrega el experimentado líder.
Pero sin duda es más relevante, y preocupante, el asalto ciudadano que se está fraguando ante las sucursales del ucraniano Banco Rodovid, que ha limitado los reintegros de sus impositores a menos de 28 euros diarios porque está al borde de la quiebra.
En realidad, lo que está en quiebra es el propio Estado de Ucrania, donde ciudades enteras se han quedado sin calefacción ni agua corriente durante días porque las instituciones no pueden pagar las facturas; el servicio de metro de Kiev está cerca del colapso por falta de fondos; las plantas siderúrgicas y la industria química, motores económicos del país, están despidiendo obreros por millares y el valor de la moneda nacional, el hryvnia, se ha desplomado.
Ucrania es el paradigma del hundimiento de Europa central como consecuencia de la crisis global, y debe alertarnos de lo que está a punto de ocurrir en los otros países ex soviéticos de la región que son miembros de la Unión Europea pero ven rechazadas sus llamadas de auxilio.
El primer ministro húngaro, Ferenc Gyurcsany, alertó a sus colegas de que no debían permitir “que una nueva cortina de acero divida a Europa”, pero fue inútil. Pedía un fondo especial de 190.000 millones de euros para proteger a los miembros más débiles de la UE, y su Gobierno hizo circular un documento que cifraba en 300.000 millones de euros las verdaderas necesidades de refinanciación de Europa central en este año.
Esa última cantidad es idéntica a la que ya han desembolsado los gobiernos de la UE en recapitalizaciones bancarias, además de aportar garantías crediticias por 2,5 billones de euros.
Pero los créditos siguen sin llegar a las empresas y los particulares que deberían reactivar la economía.
Así que los países ricos, empezando por Alemania (donde la canciller, Angela Merkel, afronta elecciones generales en septiembre), se niegan a sufragar el carísimo salvavidas que necesitan los miembros más orientales, que pronto tendrán que declararse en suspensión de pagos: Hungría, Rumanía y los países bálticos.
Esas naciones están a punto de naufragar porque a la crisis económica mundial se ha sumado el desplome de sus divisas frente al euro, con lo que se ven incapaces de devolver los créditos a los bancos de la eurozona (que son sus principales acreedores) en un momento de drástica reducción de la demanda de sus productos en Europa occidental.
El núcleo duro de los 16 países que comparten el euro (con una economía conjunta tan importante como la de EEUU) pretende salvarse del naufragio haciendo una piña que excluya a sus socios más recientes.
Pero las medidas proteccionistas no mantendrán a flote a potencias como Alemania, cuya prosperidad depende de las exportaciones a mercados que ya no tienen capacidad adquisitiva.
El riesgo no es sólo económico, sino también geopolítico, pues esos socios orientales han vivido la durísima experiencia de renunciar a sus sistemas económicos centralizados y ultrarregulados, pasando por una terapia de choque que les sometió a grandes penurias, y acababan de empezar a recuperarse y estabilizarse.
Justo cuando parecían a punto de degustar las mieles del capitalismo próspero, éste se hunde y les niega una tabla de salvación.
El caso de Ucrania es ejemplar y su estabilidad es primordial para el continente porque Rusia no sólo se aprovechará de su desmoronamiento para dominarla a través de su preeminencia ética y lingüística en el este y sur del país, sino que el Kremlin presentará ese fracaso como paradigmático de lo que ocurre cuando las economías ex soviéticas se sumergen en el libre mercado.
La UE no puede permitir que la crisis ahogue a sus miembros más débiles, ni siquiera a sus vecinos orientales, porque no es suficiente con saber nadar para evitar que el que se hunde, desesperado, nos arrastre también al fondo.
(mas...)
Una verdadera aventura es encontrar un restaurante con gente comiendo. La mayoría se ha transformado en una escenografía vacía, donde los comensales simplemente no existen. "La ciudad es un desierto. Nadie más tiene dinero, los despidos son diarios y trabajar se convirtió en un status excepcional. Los que lo tienen sienten terror a perderlo", sintetizó Banaska Aizcranche, que trabaja en Monteroso, un restaurante italiano lujoso, en una ciudad que ha perdido la alegría y el espíritu de fiesta. Sus clientes son los extranjeros expatriados, que empiezan a partir de Letonia. En Fellini, otro coqueto restaurante del Bergis Bazar, batieron los récords: un sola mesa ocupada en tres días.
De todos los países del Este europeo, la pequeña Letonia es la más afectada por el colapso financiero global porque fue el país que más radicalmente se liberalizó con las patas menos sólidas. Sin industria ni grandes exportaciones, que no sea la madera, se transformó en una economía de servicios. Una pequeña City a la británica, con especuladores financieros dispuestos a ofrecer (y aceptar) créditos a corto plazo por SMS a una población recién independizada de la Unión Soviética y con ansias libertarias y consumistas. El credit crunch la arrastró junto a su gobierno de coalición, que cayó después de que los furiosos agricultores avanzaron sobre Riga, en una versión letona del "que se vayan todos". Se fueron y el probable nuevo gobierno será presentado oficialmente el próximo viernes para lidiar con la peor crisis económica y social, de un país que se recorre de punta a punta en cuatro horas.
Junto con Estonia y Lituania, Letonia forma parte de la Unión Europea desde 2004 y su crecimiento económico los convirtió en modelos a imitar para el resto de los países del Este, con sus economías hiperliberales. Hoy Letonia es la que tiene las peores pérdidas. El PBI se redujo en un 10,5% el mes pasado y piensa que para el fin de 2009 la economía puede contraerse al menos un 12 por ciento. Los dolores no finalizarán. El FMI exige un recorte de 20% más en los gastos del Estado para seguir ayudando con un paquete que se sumará a los 7.500 millones de euros aportados en la emergencia.
La nueva miseria es obvia en el Mercado Central de Riga. En este monumental edificio cubierto para soportar el frío y las nevadas del invierno, las vendedoras se alinean detrás de los puestos de carne sin conseguir clientes. No es que los precios han aumentado, la demanda ha desaparecido: el 21 por ciento de la población está desocupada y los "nuevos pobres" sólo pueden comprar lo indispensable. Como en la convertibilidad argentina, el lats, la moneda nacional, está en un mecanismo de peg con el euro. Un lats cuesta 1,42 euros.
Para Daiana Ozolina, la dueña de un puesto de carne, la historia simplemente se repite. "He empezado a vender por pieza. Dos patas de pollo, una pechuga, dos costillas, como cuando estábamos en la era soviética. Simplemente la gente no tiene más dinero y en un mes, mis ganancias han caído un 20 por ciento", relata.
Para los jubilados, la carne es una ilusión. Vieta Norvilas cuenta sus monedas y elige un hueso casi pelado, que la vendedora reemplaza por uno mas carnoso por caridad para su guiso. Ella vivió la Segunda Guerra, la traumática separación de la URSS y ya no cree en nadie. "No sé que pueden hacer los políticos en esta crisis. Generar trabajo y no dejar que más gente pierda sus casas. Pero sólo trabajan para ellos", reflexiona.
Los letones no pueden pagar los créditos en euros con los que compraron sus casas ni sus autos ni sus freezers ni sus licuadoras. La ola de consumismo que generó el crédito fácil, promovido por los bancos mayoritariamente de origen sueco instalados en Letonia, se acabó junto con el aumento de desempleo al ritmo de la crisis global. Desde enero son desalojados de sus hogares, pierden sus casas de campo o sus tractores o automóviles.
Ahora el nuevo negocio en Letonia son los recolectores de deudas impagas, que pueden acosar a los deudores con una llamada cada hora. El miedo es que vuelvan a instalarse en el país otros métodos más violentos para recuperar el dinero perdido: los de la mafia, que reinaba hasta finales de los 90 y desapareció con el "boom" económico. Cada oferta de empleo publicada recibe 300 currículums de respuesta. Las espectaculares chicas letonas, rubias y de ojos azules, que promocionaban sus atributos en internet tampoco tienen la menor demanda. Sus clientes han desaparecido junto con el turismo.
A continuación se va a analizar las causas del contagio y las implicaciones para los países afectados e indirectamente para la Eurozona. Aunque se hace mucho énfasis en la elevada exposición de los bancos europeos en la zona, estos países han sido uno de los mayores polos de atracción de nuestras exportaciones, especialmente alemanas, por lo que nuestras empresas industriales están sufriendo intensamente el ajuste.
Una crisis de balanza de pagos clásica
Aunque en el área está Rusia y las antiguas repúblicas soviéticas que producen petróleo y gas, los países con mayor exposición para la Eurozona son los nuevos integrantes de la UE 27. Estos países son energéticamente dependientes, por lo que el aumento de los precios de las materias primas ha deteriorado su relación de intercambio y ha tenido un impacto muy negativo sobre sus déficits por cuenta corriente.
Estos países se vieron muy beneficiados por las reformas que acometieron para entrar en la UEM y han recibido intensos flujos de inversión extranjera, tanto para localizar su producción y aprovechar sus ventajas comparativas en costes, como inversión inmobiliaria. Los flujos apreciaron sus divisas y eso atrajo la inversión en cartera, que tiene un carácter más especulativo e inestable. En el gráfico se puede observar como estos países actuaron como activos refugio desde que comenzó la crisis en el verano de 2007 hasta el verano de 2008. Desde entonces, las cotizaciones de sus divisas se han desplomado.
El problema surgió porque la fuerte creación de empleo derivada de la inversión extrajera activó un boom de demanda interna y la apreciación de sus divisas coincidió con la Edad de Oro del crédito mundial, lo cual incrementó los incentivos para endeudarse en moneda extranjera. Los tipos de financiación en euros o francos suizos eran inferiores a los domésticos y la apreciación de sus divisas reducía el servicio de la deuda.
Esta estrategia es lo que se denomina "estructura de financiación invertida", ya que cuando la economía se encuentra en su fase expansiva reduce el coste de servicio de la deuda, pero cuando entra en recesión lo aumenta. El efecto es procíclico, intensificando los desequilibrios en la expansión y el ajuste en la recesión.
La banca local había comercializado en la red minorista hipotecas en divisas y había obtenido la financiación de bancos de la Eurozona. En el gráfico 2 se puede observar los bancos de la UEM que están más afectados. El problema para los bancos locales es que sus pasivos en moneda local se incrementan en la misma proporción que la depreciación de la divisa, en el momento en el que la economía entra en recesión y comienza a destruir empleo, por lo que la morosidad impedirá hacer frente a la deuda contraída.
Conclusiones
Las perspectivas para el área son muy negativas. Los países menos afectados serán Polonia y, sobre todo, República Checa, pero Bulgaria, Rumanía y Hungría son firmes candidatos a sufrir una depresión económica este año con caídas del PIB de dos dígitos. Todo dependerá de la intensidad de la restricción de crédito que está condicionada a su capacidad para refinanciar su deuda externa.
En este sentido, es urgente que la UE articule un plan financiero para aliviar las tensiones de liquidez. Sería más eficiente que los planes de ayuda los gestionara el FMI, que tiene la experiencia y el personal adecuado para hacerlo, y que la UE sea la que financie el plan. Ésta fue la misma situación que se produjo en la crisis de Méjico de 1994, en la que EEUU financió la mayor parte del Plan.
En la actual situación del sistema bancario europeo, ninguna de las entidades afectadas está en condiciones de poder absorber un impago de la deuda externa de estos países y el riesgo sistémico obliga a intervenir. El país más afectado es Alemania y debería liderar el Plan de Ayuda en el próximo Consejo de la Unión. Los bancos alemanes han declarado una pequeña exposición directa, pero tiene una exposición indirecta elevada con los bancos austriacos y suecos. Además, será el país que más sufra el frenazo de las exportaciones derivado de la caída de su demanda doméstica y primer candidato a sufrir los efectos de la emigración en los próximos años.
Pero la realidad muestra que están siendo fuertemente afectados y que el impacto es mucho mayor.
A inicios de los años 90, en esos países, se derrumbaron los ex estados obreros y se restauró el capitalismo.
Eslovaquia y Eslovenia, hoy integran la eurozona. Algunos países, como República Checa, Hungría o Letonia, forman parte de la Unión Europea. Otros, como Ucrania o Rusia, quedaron fuera de esta unión.
Más allá de estas diferencias, la restauración se dio de la mano de grandes inversiones de los países de Europa occidental (según la revista británica The Economist, “la banca de Europa Occidental tiene hasta 1,5 billón de euros invertidos en la Europa Central y Oriental”).
La mayoría de esos países hoy son semicolonias de las potencias europeas.
Sus sistemas financieros y las principales empresas industriales son filiales o subsidiarias de las empresas occidentales, que aprovechan los menores costos laborales y la alta calificación de su mano de obra.
Era absolutamente imposible que esos países salieran indemnes de la crisis (o con menores consecuencias).
Por el contrario, se ven afectados con mayor dureza.
Los gobiernos de las empresas occidentales ayudan, en primer lugar, a las casas matrices de las empresas, en detrimento de las filiales en Europa del Este.
Los gobiernos de Europa del Este acusan al centralismo de la UE de "exportar" la crisis de sus empresas y bancos a las economías de la región y de practicar un cerrado proteccionismo.
Por ejemplo, Francia está concediendo préstamos y subsidios a sus fabricantes de automóviles (6.000 millones de euros), pero con la condición de que las empresas mantengan el empleo en Francia y bajo ningún pretexto lleven parte de su producción a República Checa, Eslovaquia y Rumania, países donde Peugeot-Citroën y Renault tienen plantas de ensamblaje. (Agencia EFE, 24/2/2009).
“Argentina en el Danubio”
Los sistemas financieros de los países de Europa del Este se están derrumbando aceleradamente, sin que sus gobiernos tengan los recursos ni la capacidad para sostenerlos, como en Europa occidental.
Países como Letonia ya están en una situación de quiebra.
En Ucrania, la producción industrial está en caída libre, la inflación ascendió al 22.3% (la más alta de Europa) en 2008, y las inversiones extranjeras han desaparecido.
En Rusia, que intentaba pelear un espacio de potencia regional, en noviembre la producción cayó 6%, en diciembre, un 8%, y el retroceso acumulado de la producción en los últimos seis meses llega al 35,5%.
The Economist utiliza el título "Argentina en el Danubio" (referencia a la aguda crisis que vivió este país a finales de 2001) para analizar el escenario que prevé:
La crisis muestra que, 20 años después de la caída del Muro de Berlín y 5 años después de la ampliación de la UE al Este, el único recurso de estos países es clamar por la solidaridad de las potencias europeas y llamar al FMI.
[…]
Estos países no tienen medios para levantar a sus gigantes económicos, bancarios y automotrices, como sí están haciendo las grandes potencias europeas.
[…]
Las monedas de Europa del Este pierden valor, y como muchos ciudadanos y empresas se habían endeudado en euros y francos suizos, ahora se ven imposibilitados a devolver sus préstamos.
Desde el verano, el zloty polaco ha caído con respecto al euro un 48 por ciento, el forint húngaro un 30% y la corona checa un 21%.
[…]
El problema para la UE es que la caída de los bancos del Este arrasaría también a los del Oeste, muy expuestos en los mercados polaco, húngaro, checo, rumano o de los países bálticos.
En total, la banca de Europa Occidental tiene hasta 1,5 billón de euros invertidos en la Europa Central y oriental.
Sólo Austria, el más expuesto, unos 220.000 millones de euros, el equivalente a tres cuartas partes de su PIB.
Respuestas de los trabajadores
Esta situación ya está teniendo varios efectos.
Por un lado, debilita a los gobiernos prooccidentales, ya mencionamos la caída del de Letonia, al mismo tiempo que los obliga a descargar duros ataques contra los trabajadores, por la vía de la inflación que generan las devaluaciones, reducción de conquistas, y un acelerado aumento del desempleo.
Por el otro, ha generado lo que la prensa describió como “algunas de las mayores movilizaciones y huelgas de los últimos 20 años” (Agencia Reuter, 3/2/2009).
Veamos algunas de ellas:
Hungría
Una huelga de los trabajadores de la empresa estatal, lanzada por el el Sindicato Libre de los Trabajadores Ferroviarios (VDSZSZ), paralizó el 15 de febrero pasado el transporte ferroviario, en reclamo de un aumento salarial de 10% y un bono de 1.000 euros para cada empleado. Los sindicatos de la Compañía de Transporte Urbano de Budapest (BKV) realizaron el 17/2 una huelga de medio día para exigir la estabilidad financiera de la empresa. A esa convocatoria se sumaron nuevamente los trabajadores ferroviarios y los principales sindicatos del país, transformándose en un huelga general contra del plan de privatización de la seguridad social y de las pensiones más bajas propuesto por el gobierno del Partido Socialista Húngaro (Agencias EP/AP, 17/2/09).
Letonia
Una serie de movilizaciones de agricultores protestando contra la disminución de sus ingresos provocó la renuncia del ministro de Agricultura (Agencia Reuters, 3/2/09). Este año hubo grandes movilizaciones de desocupados.
Polonia
Durante la segunda mitad de 2008, se desarrolló una oleada de huelgas y protestas en todo el país Polonia, como respuesta a la suba de precios y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, con manifestaciones que reunieron miles de personas en diversas ciudades del país. También hubo protestas y movilizaciones En julio decenas de miles de trabajadores de los astilleros del mar del Norte, contra su privatización, de los mineros (otro importante sector de la clase obrera polaca), así como en empresas extranjeras, como Michelin o Fagor, y también a otros sectores como la electricidad y el automóvil. Las manifestaciones han sido las más grandes desde la década del 80 y 90.
República Checa
A mediados del año pasado, se realizó una importante huelga general, convocada por la Confederación Checo-Morava de Uniones Sindicales y la Asociación de Sindicatos Independientes, en protesta contra las reformas económicas y sociales del gobierno del primer ministro Mirek Topolánek. Se estima que adhirieron un millón de huelguistas y tuvo un fuerte impacto en el transporte (czech.titio.cz.es, 24/6/08).
Ucrania
En febrero pasado, ante la paralización de su producción, los obreros de la empresa de maquinarias agrícolas XMZ, tomaron la planta y exigieron al gobierno su nacionalización bajo control de los trabajadores. Hace pocos días, el presidente del Foro Nacional de Sindicatos de Ucrania (FNSU), Miroslav Yakibchuk, advirtió a las autoridades sobre la posible huelga general incontrolada en el país: "La sociedad ucraniana está al borde del surgimiento de un movimiento huelguístico incontrolable que podría traer consecuencias impredecibles para el Estado […] tales acciones amenazan con desembocar en alzamiento colectivo y violento contra la autoridad […] el personal de más de mil empresas está dispuesto a emprender acciones radicales”. Yakibchuk reconoció que, a pesar de su intención de ser “un instrumento de diálogo” con el gobierno, los sindicatos "podrían verse impotentes ante la agresividad masiva de las personas desilusionadas, miles de las cuales se quedan a diario sin empleo y medios de subsistencia" (Agencia Novosti, 24/2/09).
Tal como señala The Economist, la situación de Europa del Este es explosiva. La comparación con Argentina de 2001 se profundiza más si vemos que en Letonia, Lituania y Bulgaria ha habido masivas y violentas manifestaciones de desocupados, En la década de 1990, en Argentina, estuvo de moda una canción que ahora parafraseamos:
¿se viene el estallido?
"Estados Unidos han gastado muchos esfuerzos y dinero ayudando a desarrollar la independencia de Ucrania", señaló.
"Ucrania es un país muy importante para nosotros y lo apoyan tanto los republicanos como los demócratas", recalcó el embajador.
Solana los exhortó a "trabajar juntos para sacar al país de la crisis".
La crisis económico-financiera que estalló en octubre pasado en Ucrania hizo parar muchas plantas y empresas en ese país. El Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó otorgar a Kíev un préstamo por $16,43 mil millones.
El FMI envió la primera parte del préstamo pero después detuvo la segunda porque Ucrania se negó a cumplir los requisitos del FMI relacionados con el presupuesto, la reforma de pensión y el aumento de las tarifas del gas para la población.
Letonia atraviesa la peor recesión económica de la Unión Europea. El PIB de ese país báltico cayó en el cuarto trimestre de 2008 un 10,5% frente al mismo período del año anterior. Muchas empresas no han podido salir adelante y se declararon en quiebra.
Debido a la grave situación económica, Letonia ha pedido ayuda a organizaciones internacionales.
"Estoy empezando a esccuchar que la agenda del G20 no se centrará lo suficiente en las necesidades del mundo en desarrollo. Estoy en total desacuerdo", dijo Barroso en el Foro CONCORD de Liderazgo de Alto Nivel en Bruselas.
Barroso hizo la declaración debido a que la Unión Europea ha sido criticada por algunas organizaciones no gubernamentales por su incapacidad para ayudar a las naciones pobres en esta crisis financiera mundial.
Barroso señaló que el papel del G20 es coordinar las respuestas a la crisis financiera y los instrumentos para revitalizar la economía real y preservar una economía mundial abierta.
Los líderes de economías industrializadas y emergentes tienen planeado reunirse el 2 de abril en Londres para abordar la crisis financiera mundial y la recesión económica.
El jefe de la UE enfatizó que "el desarrollo no es parte del problema, sino parte de la solución global a la crisis".
Barroso señaló que "nuestra promesa de ayudar a las naciones en desarrollo a integrarse a la economía mundial y a compartir los frutos de la globalización forma parte de nuestro ADN, es una piedra angular de la política exterior de la comisión y tiene muchos años".
La comisión ha presionado en repetidas ocasiones a los estados miembros para que confirmen y reafirmen su promesa de dedicar el 0, 56 por ciento del PIB a la Ayuda Oficial para el Desarrollo para el año 2010 y el 0,7 por ciento para el año 2015.
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"Exhortamos al pueblo ucraniano a unirse en aras del futuro de nuestros hijos y la vida tranquila de nuestros ancianos, y a quitar ese poder. Sólo cuando los actuales dirigentes se vayan Ucrania empezará a vivir tranquilamente y a desarrollar su economía. Creo que nuestro deber consiste en unirnos y vencer", declaró Yanukóvich.
Los acontecimientos conocidos bajo el nombre de "revolución naranja", de finales de 2004 y comienzos de 2005, llevaron a que en el país se celebrara la tercera vuelta de las elecciones presidenciales, las que ganó el actual Jefe de Estado, Víctor Yúschenko, quien logró adelantarse a su principal rival, Víctor Yanukóvich. Como primera ministra empezó a desempeñarse Yulia Timoshenko.
El Partido de las Regiones (PR) realiza este viernes una acción de protesta en Kíev y otras ciudades de Ucrania bajo el lema Di "¡Alto!" a la crisis.
Anteriormente, el PR declaró que daba 100 días a las autoridades para que ellas demostraran su capacidad de eliminar la crisis económica. Ese plazo expiró hoy, sin que la oposición notase cambios positivos en la economía del país. Muchas empresas están paradas por faltar la demanda de sus productos. Miles de trabajadores no reciben salario o lo reciben con demoras.
Los manifestantes exigieron hoy la destitución de Timoshenko y Yúschenko.
Los acontecimientos conocidos bajo el nombre de "revolución naranja" llevaron a que en el país se celebrara la tercera vuelta de las elecciones presidenciales, las que ganó el actual Jefe de Estado, Víctor Yúschenko, y el sillón de primer ministro lo ocupó Yulia Timoshenko.
"En 2005, en la economía del país se registró una brusca caída, del 12,5% al 2,5%. Hoy en día, ellos (Yúschenko y Timoshenko) siguen destruyendo la economía nacional. Como resultado, quienes son pobres serán mendigos, y quienes todavía logran mantener a su familia a duras penas, serán pobres", dijo Yanukóvich, al intervenir en un mitin en Simferópol.
"Los seudodemócratas que se hicieron con el poder esgrimiendo slogans democráticos empezaron a suplantar las leyes por la conveniencia política", señaló él, así como adujo a título de ejemplo la crisis política de la primavera de 2007, la que desembocó en elecciones extraordinarias a la Rada Suprema (parlamento de Ucrania).
Otro resultado de la "revolución naranja" fue un considerable empeoramiento de relaciones ucranio-rusas. "Ni podíamos imaginar hace cuatro años que empeorarían tanto en cuatro años las relaciones con nuestros hermanos rusos", dijo el líder del Partido de las Regiones, añadiendo que Ucrania debe unirse con Rusia para afrontar juntas la crisis global.
"El PIB disminuirá el 13%, y hasta más este año", dijo el ministro. El Ministerio de Economía de Letonia pronosticaba para 2009 el descenso del PIB del 12%.
Letonia está atravesando la más grave rescisión económica entre los países de la Unión Europea. El PIB del país bajó el 10,5% en el cuarto trimestre de 2008, en comparación con ese mismo período del año anterior. Muchas empresas de la república no pudieron resistir la crisis y se declararon en bancarrota. En este contexto, una oleada de protestas recorrió el país. Sus participantes exigieron la dimisión del Gobierno y la disolución del parlamento.
Los expertos del departamento indican que la producción industrial entró en la fase de caída fuerte en otoño de 2008 con retroceso del 15% en relación con el mismo periodo del año anterior. En diciembre del año pasado la caída se ahondó hasta el 22% y en enero de 2009, hasta el 27%.
Según las previsiones del Ministerio de Finanzas, la economía estonia experimentará este año una contracción del 8,5% frente a 2008.
El banco emisor predecía a principios de 2009 un retroceso del 5,5% frente al ejercicio anterior, mientras en Ministerio de Finanzas, en sus previsiones de marzo pasado, anunciaba una caída del 8,5%.
El titular estonio de Finanzas, Ivari Padar, dijo ayer que el gabinete de ministros está a la espera del resultado que arroje la recaudación fiscal en abril y de las previsiones del Banco Central para discutir nuevos recortes en el presupuesto.
El parlamento de Estonia ya aprobó en febrero pasado la versión corregida del presupuesto de 2009, recortada en 500 millones de euros frente a la inicial.
"Pronosticando una caída del 10%, podemos consolarnos con el hecho de que incluso una economía tan poderosa como Alemania prevé un retroceso del 6-7%", señaló el ministro en una entrevista con la emisora Ziniu radijas.
Kubilius reconoció que "Lituania atraviesa por una recesión económica bastante profunda" pero agregó que "esta situación difiere poco de la que se vive en Letonia y Estonia", las otras dos naciones del Báltico.
La semana pasada, el Gobierno lituano propuso al Parlamento reducir en 950 millones de euros la partida de los gastos presupuestarios y prometió aplicar en junio próximo otro recorte, de 600 millones de euros. En el primer trimestre de 2009, las contribuciones al fisco de Lituania se situaron un 15% por debajo de la cifra planeada.
"Necesitamos renunciar al populismo de una vez por todas", subrayó en este contexto el jefe del Gabinete.
La Primera Sesión de la Comisión Intergubernamental Cubano- Eslovaca discutirá en tres jornadas de trabajo los temas de la agenda bilateral y otros nuevos para el futuro desarrollo de esos vínculos.
El encuentro tendrá en cuenta nuevos aspectos de los intercambios entre Cuba y Eslovaquia, principalmente en la industria energética, la salud, la industria farmacéutica y biotecnológica y el comercio.
La comisión mixta es encabezada por el viceministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Ricardo Guerrero Blanco, y por el secretario de Estado del Ministerio de Economía de Eslovaquia, Peter Ziga.
El funcionario eslovaco tiene previsto también un amplio programa de trabajo y de reuniones con los titulares de los ministerios cubanos de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Industria Básica, Agricultura y de Finanzas.
Además, deberá visitar el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba.
La delegación de Eslovaquia está integrada por funcionarios de diversos organismos y agencias estatales, además de empresarios que buscan intercambiar puntos de vista con sus colegas de Cuba.
En 2008, como resultado de la política de reactivación económica, los dos países firmaron un Acuerdo Marco de Cooperación Económica.
El miércoles próximo, al concluir la Primera Sesión, la comisión intergubernamental emitirá un acta final con los principales acuerdos para el fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambas naciones.
(Xinhua)
La caída se registra por quinto mes consecutivo y azota ante todo a la industria minera que retrocedió un 22% en enero y un 27% en febrero de 2009.
La contracción del comercio detallista se desaceleró del 2,6% en el primer mes del año al 2,1% en el segundo.
En el cuarto trimestre de 2008, la economía búlgara creció apenas un 3,6%, el mínimo histórico de los últimos siete años.
La manifestación comenzó a las 13:00 horas locales. De acuerdo con la Agencia de Noticias Húngara, entre 6.000 y 8.000 personas, entre ellas integrantes de la guardia húngara paramilitar, se reunieron frente al parlamento y recibieron la noticia de la elección de Bajnai con silbidos y abucheos. Los manifestantes señalaron que realizarán marchas todos los días hasta que se convoque a elecciones.
En una plaza cercana, cerca de 500 manifestantes rompieron una sección de la barrera metálica que protegía el parlamento y la policía intervino con gas lacrimógeno. Se informó que los manifestantes atacaron una ambulancia en una calle cercana.
Los manifestantes presentaron peticiones a los representantes de la oficina del presidente, informaron la radio y la televisión húngaras.
La manifestación terminó cerca de las 21:45 horas locales. La policía y el servicio de ambulancias dijo que 15 policías y 10 personas resultaron heridas durante los hechos.
Un total de 12 personas fueron detenidas por la policía, informó la policía de Budapest.
(Xinhua)
Bajnai, de 41 años de edad, se convirtió en el ministro de gobiernos locales y desarrollo regional en 2007 y fue transformado en ministro de Economía cuando la coalición socialista-libreal se deshizo el año pasado.
Gyurcsany inició el mes pasado la moción constructiva de no confianza contra sí mismo en el parlamento en el parlamento y propuso nominar un nuevo primer ministro para encabezar un nuevo gobierno.
Bajnai es el tercer primer ministro de gobierno Socialista desde el 2002, después de Peter Medgyessy y de Ferenc Gyurcsany.
Bajnai dijo el martes en el parlamento que su nuevo gobierno tendrá seis nuevos miembros. El nuevo ministro de Finanzas será Peter Oszko, un experto en impuestos y director de Deloitte Hungary. El experto en tecnología de la información, Tamas Vahl, será ministro de Desarrollo Nacional y Economía. El ex viceministro Laszlo Herczog se convertirá en ministro de Asuntos Sociales y Trabajo.
El primer comisionado de Hungría en la UE, Peter Balazs, será ministro del Exterior. Zoltan Varga se convertirá en ministro de Gobierno Local y Desarrollo Regional. El experto en energía Peter Honig será ministro de Transporte, Telecomunicaciones y Energía.
Bajnai anunció que la Oficina del Primer Ministro estará encabezada por el ex ministro de Transporte Csaba Molnar. El antecesor de Molnar, Peter Kiss, será ministro sin cartera encargado de coordinación social. Adam Ficsor, que trabaja en la Oficina del Primer Ministro como viceministro, será ministro sin cartera encargado de servicios secretos civiles.
Mencionó que otros seis ministros mantendrán su mismo puesto en el nuevo gobierno.
(Xinhua)
En los primeros tres meses del año en curso el índice de los precios de consumo creció el 2% frente al mismo periodo de 2008 y la producción industrial se redujo el 9,5%.
El comercio exterior de Armenia sumó 781,9 millones de dólares en el primer trimestre de 2009 con un retroceso del 27,7% en relación con el mismo periodo del año anterior.
El Gobierno armenio fijó el objetivo de crecimiento del PIB del 9,2% para 2009.
Pero no es fácil volver, encontrar trabajo y adaptarse de nuevo a sus países de origen, igualmente afectados por la crisis global, sino más, según especialistas en la materia.
"La situación es muy grave y para muchas personas no parece que vaya a mejorar pronto", dijo a IPS Zora Butorova, analista del Instituto de Asuntos Públicos en Bratislava.
Cuando en 2004 se incorporaron 10 nuevas naciones de Europa oriental a la UE, cientos de miles de ciudadanos de los países de esta región, más pobres que sus vecinos occidentales, se trasladaron a Gran Bretaña, Irlanda y un poco después a España, tras la apertura de sus mercados laborales a los nuevos ciudadanos europeos.
No existen cifras oficiales de la cantidad de personas que emigraron. En Gran Bretaña, la prensa señaló que un millón de polacos había llegado entre 2004 y 2008 en busca de trabajo, además de decenas de miles de eslovacos, letones y lituanos, seguidos de otros ciudadanos de esta región.
Entonces, las economías occidentales crecían de forma saludable y no fue muy difícil para los inmigrantes conseguir trabajo en diferentes sectores. Pero ahora regresan a sus países de origen a pesar de que, según los economistas, la producción de Europa oriental caerá 15 por ciento este año.
En Bulgaria, la industria pierde puestos de trabajo a gran escala. En diciembre, 15.000 personas quedaron desempleadas en los sectores metalúrgico, minero y textil, según la prensa local. El gobierno prevé crear nuevos puestos en la construcción para los ciudadanos que vuelvan.
En Rumania, las autoridades informaron que esperan que regresen más de un tercio de los tres millones de rumanos registrados en el extranjero. Los especialistas pronosticaron que los ciudadanos que regresan sufrirán una falta de trabajo crónica.
En Eslovaquia, 9,8 por ciento de la población económicamente activa no tenía trabajo en febrero, la cifra más alta de los últimos dos años. Sólo ese mes se registraron al seguro de desempleo 1.387 ciudadanos que habían trabajado en el exterior.
Los ciudadanos que regresaron a sus países de origen denunciaron discriminación laboral. En Polonia, la prensa divulgó casos de personas que dijeron no haber sido consideradas para ciertos empleos porque habían trabajado en el extranjero.
Jacek Marcin, originario de Cracovia, volvió a Polonia el mes pasado después de trabajar tres años en Londres como albañil. Llegó a ganar más de 2.500 euros (más de 3.200 dólares) al mes, pero antes de venir su sueldo era un décimo de esa cantidad.
"Pasé de tener una vida muy cómoda, de ganar suficiente dinero para vivir y hasta ahorrar algo a fin de mes a que no me alcanzara ni para la comida", dijo a IPS.
"Cuando comenzó el retroceso de la economía británica pensé en volver a Polonia. Familiares y amigos me decían que había mucho trabajo aquí porque el país había crecido mucho en los últimos años. Pero ahora también llegó la crisis financiera y las cosas no están mejor que en Gran Bretaña", señaló Marcin.
"No hay trabajo en ningún lado. Cada vez que aparece una posibilidad, hay cientos de candidatos. En algunas entrevistas, los jefes te miran casi con desdén por haber trabajado en el extranjero. Parece como si estuvieran celosos o algo así y quisieran castigarte por haberte ido y haber ganado más dinero que ellos", añadió el albañil de 27 años.
Butorova señaló que muchos de los ciudadanos de Europa central y oriental que ahora regresan pueden llegar a optar por volver a emigrar ante la funesta situación económica que vive esta región.
"En los países de la región, el desempleo se agrava y, pese a que los que regresan puedan tener experiencia y conocimientos adquiridos en el extranjero, simplemente no hay trabajo", dijo la especialista a IPS.
"Es una gran presión y algunos de ellos pueden optar por volverse a ir. Si tuvieron el coraje para hacerlo una vez, con seguridad lo vuelvan a hacer", sostuvo.
Pavol Stracansky
IPS
"Hemos tomado la importante decisión de presentar la petición formal para ser un país candidato a la UE el 28 de abril", dijo Berisha en una reunión de gobierno.
Se informó de que Berisha entregará la petición a la República Checa, país que ostenta actualmente la presidencia rotativa de la UE, durante su visita a ese país.
Albania firmó el Acuerdo de Estabilización y Asociación con la Unión Europea (UE) en junio de 2006, que entró en vigor al inicio de este mes.
Berisha dijo que la petición del estado de candidato será de gran importancia para Albania y para su aspiración de convertirse en un miembro de pleno derecho de la UE.
(Xinhua)
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