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Gobierno británico nacionaliza Lloyd |
El gobierno británico confirmó que adquirirá una participación mayoritaria, del 65%, en Lloyds, uno de los bancos más grandes del Reino Unido.
El gobierno dijo que el departamento de Hacienda también asegurará más de US$360.000 millones de los activos más riesgosos del banco, para limitar sus pérdidas si la economía continúa deteriorándose.
El trato es similar a uno al que el gobierno llegó recientemente con el Royal Bank of Scotland (RBS), otra de las principales instituciones bancarias del país.
El grupo de Lloyds entró en dificultades después de que asumiera el control, en enero, de un banco rival, el HBOS, que en 2008 perdió más de US$15.500 millones.
Además de Lloyds y RBS, el estado ahora es dueño de Halifax, Bank of Scotland, Natwest y Northern Rock, es decir de casi la mitad de los principales bancos británicos.
El ministro de Finanzas, Alistair Darling, dijo que la medida es vital para que los bancos sientan que pueden incrementar sus préstamos, con vistas a mejorar el flujo de créditos.
"Restituir la salud de nuestros bancos y velar por que puedan respaldar a las familias y empresas solventes es una parte esencial de cualquier plan de recuperación", dijo.
¿Nacionalización?
Un especialista en temas financieros de la BBC, Joe Lynam, dijo que el gobierno está imponiendo su control sobre los bancos que han recibido dinero de los contribuyentes para sobrevivir.
"Pondrán gente del gobierno en la junta del grupo de actividades bancarias de Lloyds, quienes velarán por que el banco reserve cerca de US$40.000 millones para hacer préstamos en los próximos dos años", explicó Lynam, citando cifras oficiales.
"Éste es el último lanzamiento de los dados antes de la nacionalización completa de Lloyds y de RBS", añadió.
Por su parte, una analista en temas políticos de la BBC, Carole Walker, dijo que muchos diputados del parlamento británico consideran que la nacionalización completa de los bancos restauraría la confianza en el sector.
"Según ellos, sería más simple y fácil para el gobierno nacionalizar los bancos, lo que a largo plazo les ahorraría muchísimo dinero a los contribuyentes", concluyó.
¿La cuenta? US$1.846.000.000.000
La cuenta que el contribuyente británico pagará por el rescate de los bancos llegó este jueves a los US$1,8 billones, después que el gobierno anunciara un nuevo plan que asegura los activos tóxicos o préstamos impagables.
Según el editor de negocios de la BBC, Robert Preston, esta es la cantidad a la que se llega cuando se suman los préstamos, las garantías, las inversiones y los seguros que ha otorgado el gobierno británico para salvar a los bancos desde que estalló la crisis financiera.
La deuda supera incluso el Producto Interno Bruto del Reino Unido.
El último plan para sanear los bancos es un seguro, que costará más de US$700.000 millones, que intenta limpiar las carteras de activos tóxicos o préstamos impagables.
"Queremos recuperar la confianza y la certidumbre para que los bancos puedan mantener y ampliar sus préstamos", explicó el titular de Finanzas del Reino Unido, Alistair Darling.
"Si no arreglamos los bancos, no arreglaremos la economía", dijo Darling.
Sin embargo, su contraparte en la oposición, George Osborne, señaló que otras medidas que el gobierno ha tomado no han funcionado aún y exigió que se revelara el total del riesgo para los contribuyentes británicos.
Darling respondió que se desconoce el costo final de los planes de rescate a los bancos, ya que muchos de los fondos son una garantía y nunca serán utilizados.
Para Osborne, "los contribuyentes británicos están asegurando un auto después de que se estrelló".
Liberalizar el crédito
El Royal Bank of Scotland (RBS), que anunció este jueves las mayores pérdidas de la historia británica, será el primer banco para inscribirse en "Plan de Protección de Activos".
Lloyds Banking Group, otro banco británico en problemas, también participará en el programa.
A cambio de esas garantías, los bancos se comprometerán a conceder créditos a las pequeñas y medias empresas y a los ciudadanos deseosos de adquirir una vivienda.
La esperanza del gobierno es que una vez que se liberen los préstamos, se reactivarán la producción y el consumo que han estado virtualmente paralizados por una combinación de la caída de la demanda por la crisis mundial y la sequía de crédito.
Un riesgo político
El Financial Times describió el plan como una gigantesca recapitalización pública, pero tal como señala el analista político de la BBC, Nick Childs, el riesgo político de esta operación es inmenso.
"El cuestionamiento sobre la efectividad de estas medidas aumentan al mismo tiempo que crece la inquietud sobre qué otras opciones le quedan al gobierno para enfrentar la crisis", señaló Childs.
El gobierno ha dicho que otros bancos pueden participar de este seguro, siempre y cuando hagan la solicitud antes del 31 de marzo y paguen su respectiva cuota de participación.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Lloyds se vio obligado a buscar ayuda estatal como consecuencia de su fusión con Halifax Bank of Scotland (HBOS), que recientemente informó de unas pérdidas de cerca de 11.000 millones de libras (12.250 millones de euros). En una operación apoyada por el Gobierno, Lloyds adquirió el pasado enero HBOS para evitar el colapso de ese grupo bancario.
Este viernes, Lloyds Banking Group resultó uno de los grandes ganadores en la Bolsa de valores de Londres, donde los inversores acogieron con entusiasmo un acuerdo con el Estado que puede limitar las posibles pérdidas de la entidad.
La semana pasada fue el Royal Bank of Scotland (RBS) quien puso bajo protección oficial activos tóxicos por un importe de 325.000 millones de libras (364.000 millones de euros).
El pasado 19 de febrero el Ejecutivo de Gordon Brown anunció la puesta en marcha del Programa de Protección de Activos, a fin de garantizar las inversiones y deudas tóxicas de los bancos para que puedan reanudar los niveles normales de concesión de créditos.
Al acogerse al plan, las entidades deben informar al Estado de cuánto esperan perder por culpa de sus activos tóxicos, y el Tesoro puede asegurar hasta un 90% de las pérdidas adicionales previstas.
Lloyds se vio obligado a buscar ayuda estatal como consecuencia de su fusión con Halifax Bank of Scotland (HBOS), que recientemente informó de unas pérdidas de cerca de 11.000 millones de libras (12.250 millones de euros).
En una operación apoyada por el Gobierno, Lloyds adquirió el pasado enero HBOS para evitar el colapso de ese grupo bancario, y este viernes, Lloyds Banking Group resultó uno de los grandes ganadores en la Bolsa de valores de Londres, donde los inversores acogieron con entusiasmo un acuerdo con el Estado que puede limitar las posibles pérdidas de la entidad.
Programa de Protección de Activos
La semana pasada fue el Royal Bank of Scotland (RBS) el que puso bajo protección oficial activos tóxicos por un importe de 325.000 millones de libras (364.000 millones de euros).
El pasado 19 de febrero el Ejecutivo de Gordon Brown anunció la puesta en marcha del Programa de Protección de Activos con el fin de garantizar las inversiones y deudas tóxicas de los bancos para que puedan reanudar los niveles normales de concesión de créditos.
Al acogerse al plan, las entidades deben informar al Estado de cuánto esperan perder por culpa de sus activos tóxicos, y el Tesoro puede asegurar hasta un 90% de las pérdidas adicionales previstas.
Por otra parte, el consejero delegado de la entidad, Eric Daniels, ha declarado que recortarán gastos para conseguir sus objetivos de este año.
Lloyds sigue los pasos del Royal Bank of Scotland al alcanzar un acuerdo para asegurar miles de millones de libras en activos a cambio de dar al Gobierno una mayor participación, mientras las autoridades dan un apoyo sin precedentes a las entidades financieras en un intento por lograr que los créditos fluyan nuevamente. El plan del Gobierno británico limitaría las pérdidas que el banco podría sufrir si la economía continúa deteriorándose y los préstamos son recortados.
Royal Bank of Scotland y Lloyds han colocado activos valorados en 325.000 millones de libras (373.500 millones de euros) y 260.000 millones de libras, respectivamente, bajo el manto público. La mayor parte de esos activos bancarios son préstamos a familias y empresas con riesgo de impago, además de inversiones de tesorería en títulos de baja liquidez. Barclays, por su parte, negocia el apoyo gubernamental para unos 50.000 millones de libras en activos.
En lugar de comprar la propiedad de esos activos, lo que habría generado fuertes discusiones sobre su valoración, el Gobierno británico ha creado un seguro para cubrir parte de las pérdidas que generen a los bancos. Según los términos de la operación, Royal Bank of Scotland y Lloyds asumirán las primeras pérdidas sobre los activos acogidos al plan, hasta un determinado umbral: 19.500 y 25.000 millones de libras, respectivamente. A partir de esa cantidad, el Gobierno asumirá el 90% de las pérdidas adicionales, y el 10% se quedará en los bancos.
Ese seguro, que impide que las entidades caigan en la insolvencia en caso de un aluvión de impagos, no sale gratis. A cambio del respaldo gubernamental, los bancos van a entregar diversos instrumentos de capital al Gobierno, con lo que éste aumentará su participación en Royal Bank y Lloyds hasta tomar una clara mayoría del accionariado. En ambos bancos, el derecho de voto del Tesoro queda limitado al 75%.
Otra condición del rescate es que las entidades incrementen la concesión de créditos para reactivar la economía británica. Royal Bank of Scotland prestará 25.000 millones de libras anuales más a sus clientes, y Lloyds otros 14.000 millones de libras.
Analistas e inversores no se han quedado tranquilos tras conocer las condiciones de la operación. Temen que el deterioro de la economía británica alcance tal nivel que las pérdidas afecten a los activos de Royal Bank y Lloyds no cubiertos por el seguro, lo que podría forzar una nacionalización total de las entidades.
Roger Bootle, de Capital Economics, asegura que “sería ingenuo asumir que la Operación escoba va a limpiar los balances de los bancos de una sola barrida. En los próximos meses y años, préstamos que parecían seguros se convertirán en tóxicos, conforme el aumento del desempleo y las quiebras de empresas provoquen que familias y negocios dejen de pagar sus créditos”.
Este temor pesa también sobre las entidades en manos privadas, como HSBC y Barclays. Ayer, estas dos entidades y Royal Bank of Scotland volvieron a bajar en bolsa, mientras Lloyds recuperó un 4%.
Por ahora, los activos de los bancos nacionalizados totalmente (Northern Rock y Bradford & Bingley) y los activos de RBS y Lloyds acogidos a la Operación escoba equivalen a un 52% del PIB anual de Reino Unido. Pero el conjunto de sector financiero representa un 400% del PIB anual británico. Si el Gobierno se ve obligado a barrer más basura, necesitará un aspirador, más que una escoba.
Librar al Caballo Negro de su sufrimiento no resultará tan sencillo. Que la catastrófica compra de Halifax Bank of Scotland (HBOS) por parte de Lloyds TBS se realizase con prisa y bajo unas condiciones de mercado difíciles no es excusa. Tampoco lo es el hecho de que el acuerdo fuera alentado por un gobierno que estimaba conveniente no aplicar las leyes de competencia para evitar la nacionalización de HBOS. Ahora, ha tenido que hacerse cargo no sólo de HBOS, sino también de Lloyds. Vaya resultado.
La participación del Gobierno en Lloyds alcanzará el 77% una vez que convierta en ordinarias su participación por valor de 4.000 millones de libras (4.457 millones de euros) en acciones preferentes y los 15.600 millones de libras de nuevas acciones B que recibirá como “pago” por la política de seguros que se acaba de acordar. El interés económico del Estado será aún mayor, ya que las acciones B recibirán dividendos por valor del 125% de los pagables a los accionistas ordinarios. Bajo ciertos parámetros, Lloyds se encuentra en la actualidad, de hecho, en peor situación que Royal Bank of Scotland (RBS). Mientras que RBS pidió al gobierno que cubriera las pérdidas sobre créditos y otras cuentas por cobrar que representaban el 15% de sus activos, Lloyds ha tenido que asegurar casi una cuarta parte de su balance.
De los 260.000 millones de libras asegurados por Reino Unido, no menos del 83% derivan de HBOS. Resulta increíble cómo es posible que Sir Victor Blank y Eric Daniels, presidente y consejero delegado de Lloyds respectivamente, no se dieran cuenta de ello, dado que Lloyds competía prácticamente en los mismos mercados: la inmensa mayoría de los activos garantizados se identifican con hipotecas británicas, propiedades comerciales y créditos corporativos. Los accionistas pueden pedir cuanto deseen que rueden cabezas. La realidad es que el gobierno controla el banco ahora. Mientras considere que sacrificar a Sir Victor y a Daniels sería interpretado como un reconocimiento de su propia torpeza, permanecerán en el cargo.
El banco se acogerá así al denominado 'Programa de Protección de Activos' lanzado por el Gobierno británico y que pretende aliviar la incertidumbre respecto al valor de las inversiones realizadas por los bancos colaborando en la limpieza del balance de las entidades británicas.
El trato convertirá al Estado en el principal accionista del banco al convertir 4.000 millones de acciones preferentes en nuevas acciones ordinarias, una operación que dará al Ejecutivo británico una participación del 65%.
Según detalla el banco en un comunicado, los activos cubiertos por el plan incluyen hipotecas residenciales por valor de 74.000 millones de libras (82.000 millones de euros), créditos personales por valor de 18.000 millones de libras (20.000 millones de euros), préstamos corporativos y comerciales por valor de 151.000 millones de libras (168.00 millones de euros) y activos del Tesoro por valor de 17.000 millones de libras (19.000 millones de euros).
El acuerdo implica también la obligación del banco de poner a disposición una línea de crédito de 28.000 millones de libras esterlinas (31.255 millones de euros) durante los próximos dos años. Unos créditos que son parte del "apoyo existente en el grupo hacia los hogares y negocios británicos".
Lloyds pagará 15.600 millones de libras al Tesoro británico por unirse al programa, un pago que tiene un plazo de amortización de siete años y que se realizará a través de emisión de acciones de clase B de Lloyds. Si el Estado británico retiene todas las acciones emitidas y conserva su posición actual en el banco, podría incrementar su participación hasta el 77%.
MAYOR FORTALEZA FINANCIERA.
Como resultado de la emisión de nuevas acciones de clase B y de la conversión de acciones preferentes, el ratio de capital principal de la entidad 'core tier one', que mide su fortaleza financiera, se elevará desde el 6,5% actual hasta el 14,6%.
Este incremento del control gubernamental sobre el capital de Lloyds aumenta las presiones sobre el presidente de la entidad, Victor Blank, artífice del acuerdo por el cual el banco rescató a su rival HBOS en una operación que contó con el respaldo de gubernamental. La semana pasada, HBOS anunció unas pérdidas de 10.800 millones de libras esterlinas (12.000 millones de euros).
Además, según recuerda la prensa local, Blank ha manifestado públicamente en una entrevista televisiva que no deseaba que el Estado británico incrementara su participación en el banco más allá del 43%.
El acuerdo con el Estado británico molestará a algunos inversores que siempre pensaron que la compra de HBOS provocaría severos daños sobre Lloyds, que tradicionalmente tiene una imagen de entidad prudente y cautelosa. Muchos de ellos afirmaban que los activos tóxicos de HBOS "envenenarían" el balance del banco.
"Participar en el programa de protección de activos reduce sustancialmente el perfil de riesgo del balance del grupo. La fortalecida posición de capital del grupo asegurará que pueda capear la severidad de la recesión económica y emerger de manera firme cuando la economía se recupere", afirmó hoy el consejero delegado de Lloyds, Eric Daniels, quien aseguró que el acuerdo con el Estado británico es "apropiado" para sus accionistas.
Lloyds se convierte en la segunda entidad en participar en el programa de protección de activos tras RBS, que el pasado mes de febrero anuncio garantía estatal para 325.000 millones de libras (362.844 millones de euros). Como parte de este acuerdo, el gobierno británico alcanzará hasta un 95% en el capital de la entidad bancaria.
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