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El timo de las inyecciones de liquidez |
Los bancos están devorando las emisiones de deuda con aval del Estado colocadas por otras entidades. Y es que lo tienen todo. Con el mismo riesgo que la deuda pública, ofrecen una rentabilidad más elevada; no les consume capital o recursos propios, uno de los parámetros que más se miman en medio de una de las peores crisis financieras de la historia; y el Banco Central Europeo (BCE) les permite utilizar estos activos como garantía para obtener liquidez en las subastas rutinarias que realiza. El 70% de la deuda emitida con aval se la quedan los propios bancos. Compran los bonos avalados y los usan como garantía para obtener liquidez en las subastas del BCE. No les consume capital y sacan un margen sustancioso.
Los bancos españoles han emitido ya 13.500 millones de euros con garantía estatal desde enero, de los que las propias entidades han comprado el 68% de media, es decir, 9.180 millones de euros. En la última de CAM del 16 de marzo, de 1.500 millones de euros de importe, el 76% de la deuda o 1.140 millones de euros se la quedaron los bancos. “Es una especie de mercado interbancario paralelo, puesto que fluye la liquidez entre las propias entidades”, apuntan en una entidad financiera.
Los cupones o intereses de estos bonos van desde el 3% de Popular, Bankinter,Pastor, Caixa Catalunya y Bancaja al 3,375% de La Caixa. Sin embargo, la institución monetaria ofrece liquidez ilimitada a un tipo de interés del 1,5%, lo que les permite hacer negocio. Una entidad que haya comprado esa deuda avalada puede obtener fondos en el BCE al 1,5%, pero como el bono que ofrece como garantía le renta un mínimo anual del 3%, saca un margen de al menos un 1,5%. “Las mesas de tesorería de bancos están descontando (llevan como garantía) en el BCE estos activos, lo que les permite recibir liquidez y, además, consiguen sacar un margen de rentabilidad”, apuntan en una entidad que ha dirigido varias de las emisiones españolas.
Beneficios
El director financiero de una caja indica que todos salen beneficiados de estas medidas. Por un lado, el Tesoro Público cobra un precio por esos avales. A su vez, al emisor le permite colocar la deuda con relativa facilidad y a coste de mercado, y el que invierte “consigue un margen apostando por la curva (compra deuda a largo plazo y capta financiación en el BCE a un periodo máximo de seis meses)”.
Uno de los objetivos prioritarios del plan de garantías del Gobierno es reactivar el mercado interbancario, donde se prestan los bancos entre sí. Su buen funcionamiento es vital para la recuperación económica, debido a que actúa a modo de tuberías del sistema financiero, ya que el exceso de liquidez de unas entidades va a parar a otras que la necesitan y, de este modo, los hogares y empresas tienen financiación a su disposición cuando la requieran. “Veo los avales como un mecanismo para restaurar el interbancario y que los bancos que tienen exceso de liquidez presten a aquellos que les hace falta. Sin los avales, muchos de los bancos que han emitido no hubieran podido financiarse”, añade el director de mercados de capitales de un banco estadounidense.
Un mercado seco
Desde que estalló la crisis financiera en verano de 2007, este mercado se ha secado. Como consecuencia, y debido también a las dificultades para colocar deuda entre inversores, se ha disparado el importe que solicitan las entidades financieras españolas en las subastas de liquidez del BCE. En febrero, la banca española recibió 74.090 millones de euros en préstamos de la institución monetaria, en línea con los meses anteriores, pero muy por encima de la media de 19.000 millones de euros previos a la crisis, según datos del Banco de España. “Los avales acaban siendo en algunas emisiones un intercambio de cromos, pero por lo menos el dinero circula, que al final es lo que se busca”, apuntan fuentes de una entidad española.

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Para salir de la crisis no basta con hacer esfuerzos, tienen que ser bien dirigidos, tras un buen diagnóstico de lo que está ocurriendo, dijo el portavoz de la patronal bancaria, para quien "no hay más remedio que avanzar en el proceso de desendeudamiento" de la economía española de forma ordenada. "Si no, muchas familias y empresas van a sufrir y eso sería absolutamente inadmisible, hay que estar bien programado y saber a dónde vamos y cómo lo hacemos", agregó.
En este contexto, Martín se mostró contrario a "colapsar nuestro propio sistema financiero" con medidas como las adoptadas en Estados Unidos, caso a caso, sin explicar y poco transparentes. Al contrario, abogó por medidas anticipatorias, explicadas y de conjunto para que la sociedad entienda y se genere confianza. "Hay que reestablecer la confianza, y para eso hay que ganársela, en la crisis financiera mundial no se han ganado la confianza con los sucesivos paquetes", aseveró.
El presidente de la patronal de los bancos reafirmó el compromiso "firme e inexorable" de estas entidades con la sociedad y la economía española de "poner todo su esfuerzo" para salir de la crisis y de la recesión, voluntad que calificó de "interesada" porque la economía real y la financiera "no pueden vivir la una sin la otra". "El primer interesado en que la economía funcione es el sistema financiero", que no puede hacer otra cosa que cumplir la función para la que está llamado, intermediar entre el ahorro y la inversión, labor que es la que da de comer a las entidades financieras, sostuvo el presidente de la AEB.
Asimismo, Martín sostuvo que el sistema bancario debe ayudar a resolver con orden y transparencia el desequilibrio del sector inmobiliario, que se ha visto agravado por la crisis financiera internacional, al ahogar la demanda externa y dificultar la captación de liquidez en los mercados exteriores.
A su parecer, España no podrá salir de la crisis hasta que salgan Estados Unidos y Europa, y aunque el país no tenga capacidad suficiente para salir de ella por sus propios medios, sí tiene capacidad para "retrasar la salida o hacer la recesión más profunda", advirtió. "La economía global está dentro de una crisis financiera muy importante a la que los españoles tenemos poco que contribuir para solucionarla, debemos concentrarnos en solucionar nuestros problemas", dijo Martín, para quien los problemas españoles "son diferentes" a los de otros países, por lo que no se pueden aplicar los mismos remedios a escala global.
Promesa al Gobierno
Por otro lado, recordó que los bancos le han prometido al Gobierno que las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) serán un éxito, porque son perfectamente comprensibles. "Haremos todo lo posible para que sean un éxito", afirmó Martín, si bien recordó que son un instrumento complicado de aplicar.
Asimismo, insistió en la necesidad de contribuir a restaurar el circulante de las pequeñas y medianas empresas, pero recalcó que las entidades financieras han de distinguir entre las empresas con capacidad de salir adelante y las que no van a sobrevivir al complejo entorno, decisión "profesional" que corresponde tomar a los bancos exclusivamente.
En este sentido, desconfió de la adopción de "genialidades" como la creación de un banco público que asuma esta responsabilidad, porque en la actualidad es imprescindible gestionar bien los escasísimos recursos disponibles. "Si mejora la asignación de recursos, lo que no es nada fácil y no se improvisa (el banco público será) bienvenido, sino, no serviría de nada sino que perjudicaría la salida de la crisis", vaticinó.
El presidente de la AEB adelantó que los resultados de la banca en 2008 que se darán a conocer esta semana "son bastante buenos" porque recogen el pasado y añaden capital, ya que se han obtenido beneficios, y rechazó una eventual congelación salarial, ya que los contratos con los empleados están firmados hasta 2010. "Ni se nos pasa por la cabeza", aseveró Martín, para quien las conclusiones de la cumbre del G-20 que se celebrará en Londres el próximo 2 de abril respecto a la remuneración de los banqueros, probablemente concluyan sobre la necesidad de adoptar medidas ya aplicadas en España.
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