«« | »» |
El estafador Madoff y su lavado de dinero |
El máximo estafador de la historia, Bernie Madoff, quien defraudó a miles de inversionistas gracias a la ceguera extraña de las autoridades de vigilancia (sic) bursátil y bancaria de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) durante dos décadas, confesó haber perpetrado 11 delitos graves, que incluyen el "fraude a los fondos de pensiones" y el "lavado de dinero".
El inicio de su juicio "atrajo mayor atención de los televidentes que la persecución de terroristas".
Al felón Madoff, de 70 años y anterior director de la bolsa Nasdaq, le fueron colocadas las humillantes esposas y debe pasar tras las rejas 150 años de castigo, que no podrá cumplir debido a las limitaciones de su edad.
Bernie "ocultó la extensión de su fraude y a dónde había ido el dinero". Que no lo sepa The Financial Times no significa que los medios especializados de EU lo ignoren, quienes aseveran que entre 65 mil millones y 100 mil millones de dólares fueron desviados a la banca de Israel. En diciembre pasado, cuando estalló la "estafa Madoff", el célebre mercader de Wall Street notificó a sus 4 mil 500 clientes que contaba con 65 mil millones de dólares, de los cuales, después de tres meses, "han sido solamente localizados menos de mil millones". ¿Nada más?
¿Quiénes habrán sido los "inversionistas" mexicanos "defraudados" por Bernie, quien se consagró alegremente al "lavado de dinero"?
Esta pregunta no es ociosa después de la otra estafa de Stanford, del que es miembro del consejo de administración el foxiano Jorge Castañeda Gutman (muy cercano al mega-especulador George Soros), y donde afloró el lavado de dinero del cártel del Golfo en el paraíso fiscal caribeño de Antigua: centro de operaciones de la "mafia israelí de origen ruso", según el investigador Wayne Madsen.
Jorge Porter (Business News Americas) expone "que los fraudes de Stanford y Madoff golpearon severamente a Latinoamérica (LA), mucho más de lo imaginable".
Pareciera que a cierto tipo de personajes "defraudados" en LA no le conviene que salgan a relucir sus nombres en la lista de "víctimas" de los estafadores Stanford y Madoff. Pero llama más la atención la imperturbabilidad de la neoliberal Secretaría de Hacienda (donde funge como subsecretario Alejandro Mariano Werner Wainfeld, pagador de la "deuda" del Fobaproa/IPAB que firmó su hermano Martín, hoy funcionario de Goldman Sachs) que ha enmudecido sobre el "lavado de dinero" ante sus narices.
La PGR panista, que alardea combatir el narcotráfico, hasta ahora no ha citado a declarar a Jorge Castañeda Gutman: "socio" de sir Allen Stranford, narcolavador del cártel del Golfo.
Wayne Madsen (WM) revela que "gran parte de los 20 millones de documentos almacenados por Madoff" fueron dañados "por una inundación" (Online Journal). ¿Cómo es posible que durante la detención del, en ese momento, exhibido como el mayor estafador de la historia, no hayan sido incautados todos los documentos comprometedores, en especial de aquellos "inversionistas" que blanqueaban su dinero con el felón Madoff?
Según WM, una de sus empresas operativas fue Madoff Energy LLC, con sede en Delaware, "vinculada a las compañías petroleras y gaseras de Texas, algunas muy cercanas a la familia Bush y a Dick Cheney", así como a la "notoria mafia israelí de origen ruso, en la que se encuentra implicado el Banco de Nueva York". ¡Uf!
Alertado por "una fuente del espionaje de EU en el Medio Oriente", WM afirma que "gran parte de los 50 mil millones de dólares estafados por Madoff se encuentran en los bancos israelíes y en entidades financieras ficticias establecidas para lavar en secreto el dinero saqueado". Por decencia dejamos hasta aquí en la superficie las revelaciones de WM.
Cuando exhumamos los vínculos entre Madoff y el Mossad, existían en Google (pese a ser muy cercano a Israel) 14 mil 600 páginas de referencias (ver Correo Ilustrado; "Respuesta de Alfredo Jalife Rahme a Adolfo Gilly"; La Jornada); hoy, después de tres meses, se han incrementado a 18 mil 300 páginas, a tal grado que se generó una saturación de los portales en la búsqueda del binomio "Bernard Madoff-Mossad", según SearchAnalytics.compete.com: ¡alrededor de 120 millones de consultas promedio al mes!
En el periódico El Siglo de Torreón (Foro del Lector) llamó la atención la grave acusación en contra de Moisés Schwartz Rosenthal, presidente de la Consar, por haber permitido la inversión de las Afores de los trabajadores con Madoff, lo cual arrojó cuantiosas pérdidas. ¿Será?
El investigador Christopher Bollyn (Islamic Intelligence) asevera que el "estafador Bernard L. Madoff fue el tesorero nacional del American Jewish Congress de Nueva York y de la Universidad Yeshiva (UY). Su socio comercial en la UY fue Sy Syms, director de Israel Discount Bank de Nueva York, banco acusado de lavar miles de millones de dólares en 2005". Bollyn cita al The Jerusalem Post sobre la "escala del lavado de dinero" de Israel Discount Bank, y pregunta si los 50 mil millones de dólares de la "estafa Madoff" no fueron a parar al Israel Discount Bank. !Uf!
Bruce Golding, del The New York Post, señala el conflicto de intereses del abogado principal de Madoff: el presunto masoquista Ira Sorkin, cuando fue, junto a su familia, una de las "víctimas" de su cliente. Entonces, ¿varias de las expuestas "víctimas" pueden resultar presuntos cómplices del montaje estafador, al puro estilo Hollywood?
Tom Heneghan, editor de asuntos religiosos de la agencia de noticias británica Reuters y "experto en espionaje", devela en su portal los lazos de “Madoff y JP Morgan Chase con la asociación islámica caritativa Jama’at-ud-Da’wah, que ha sido ligada directamente (sic) al financiamiento de los ataques terroristas en Bombay, India”, cuyo ejecutor fue "Dawood Ibrahim Kaskar, anterior operador del Irán-Contras, vinculado a la CIA y al Mossad". Esto confirma la validez de nuestra histórica pregunta premonitoria.
Se recuerda que el pestilente operativo "Irán-contras" fue la triangulación de cocaína por armas entre el gobierno Reagan, Israel y la contra nicaragüense, en el que se vieron presuntamente implicados algunos personajes que despachan en el Edificio Omega de Paseo de Reforma (ciudad de México).
Luego entonces, ¿un reducto superviviente del putrefacto enjambre del añejo "Irán-contras" en México formó parte de la matriz operativa de las estafas de Stanford y Madoff?
Esto ya se puso emocionante y en su desenlace no desean participar la PGR panista ni, mucho menos, la Secretaría de Hacienda neoliberal, ni el Banxico, bajo control del cordobismo zedillista.
(continue: EEUU cadena de estafas)
(continue: Madoff lavadora de dinero en Israel)
(continue: Conexión hispana de Emilio Botin)
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
Lo ocurrido en 1992 es de por sí bastante preocupante, pero una simple búsqueda en los registros judiciales muestra como Sorkin y el que fue su anterior bufete durante 20 años, Squadron Ellenoff, fueron objeto de acusaciones mucho más serias en el que fue uno de los mayores esquemas Ponzi de los noventa, la Towers Financial Corporation, gestionada por el maestro de los esquemas de Ponzi, Steven Hoffenberg.
El golpe de Steven Hoffenberg ascendió a 462,5 millones de dólares, el cual fue catalogado por la SEC (Comisión de Valores y Cambio, por sus siglas en inglés) como “uno de los mayores esquemas de Ponzi de la historia”.
Como Madoff, Hoffenberg pagaba los dividendos de los primeros inversores con lo recaudado de entre los últimos, mientras llevaba un estilo de vida despilfarrador y engañoso que se parece inquietantemente al de Madoff: una mansión en Long Island, un apartamento en Manhattan, un avión privado, un yate, una diminuta empresa de contabilidad, y el abogado Ira Sorkin.
Hoffenberg mostró también una increíble calma en medio de la tormenta: estando bajo intenso examen de la SEC, trató de comprar el New York Post.
En la cúspide de su fraude, Madoff estuvo de presidente del Consejo de Dirección de la bolsa de valores del NASDAQ y estuvo durante varios años en hasta 10 comités del principal regulador del sector de agentes de bolsa, la National Association of Security Dealers (NASD).
Hoffenberg fue detenido por el fiscal del distrito sur de Nueva York el 17 de febrero de 1994, acusado de fraude de activos financieros y obstrucción a la justicia.
Posteriormente se declaró culpable de cinco cargos incluidos los de fraude de activos, conspiración para obstruir la justicia, dos por fraude postal y otro por evasión fiscal.
Fue sentenciado finalmente a 20 años de prisión.
Pero en 1998, seis años antes de que Hoffenberg fuese finalmente detenido y cientos de millones de dólares más fueran robados, la SEC parece que había estado muy cerca de destapar el esquema de Ponzi. Pero en plena batalla aparecieron Ira Sorkin y su bufete, Squadron Ellenoff, para negociar un trato con la SEC.
El fideicomisario que se estableció para la Towers Financial Corporation se encargaría posteriormente de poner una demanda contra Squadron Ellenoff por mala práctica legal, mostrando ante el tribunal documentación que probaba que Squadron Ellenoff, durante su representación legal de Towers Financial, tuvo acceso a un memorándum confidencial que revelaba las prácticas fraudulentas y, sin embargo, el bufete respondió engañosamente a las peticiones y citaciones de la SEC.
El fideicomisario alegaba que “la habilidad de Squadron Ellenoff para demorar el inevitable descubrimiento del esquema de Ponzi, mientras simultáneamente descuidaba el advertir a Towers de las evidencias que estaban apareciendo, sirvió para incrementar el número de inversores estafados así como el grado final de responsabilidad de Towers”.
Otra tipo de demanda fue también interpuesta por los inversores estafados por Towers Financial y donde también se mencionaba a Squadron Ellenoff.
Los demandantes alegaban que Squadron Ellenoff prolongó el fraude de Towers de dos formas: llevando a cabo materialmente tergiversaciones y omisiones ante la SEC mientras representaba a Towers, y en segundo lugar creando el acuerdo por el cual los primeros inversores podían elegir entre recibir su inversión original más un interés normal, o mantener sus títulos al 18% hasta que se ejecutase el pago.
Según los demandantes, este acuerdo diseñado por Squadron Ellenoff no ponía de manifiesto la naturaleza fraudulenta de las inversiones que había detrás, a pesar del supuesto conocimiento del fraude por parte de Squadron Ellenoff.
Los demandantes sostenían que si Squadron Ellenoff hubiese revelado lo que sabía, muchos más de esos primeros inversores hubiesen reclamado sus fondos, poniéndose así final al esquema de Ponzi de Towers.
El tribunal de apelaciones de segunda instancia liberó a Squadron Ellenoff de responsabilidad legal alguna sobre la base de que no tuvieron una implicación directa en la emisión de los títulos comprados por los demandantes ni tergiversó la información que comunicó a los inversores sobre esos títulos.
Los cargos contra el bufete por ayudar, instigar y conspirar en el caso de los títulos fraudulentos fueron desestimados fundándose en la sentencia del Tribunal Supremo de los EEUU en el caso de Central Bank, N.A. vs. First Interstate Bank, N.A., que había tenido lugar 4 años antes (114 S. Ct. 1439, 1994).
Algunos observadores creen que esta decisión pudo haber envalentonado a Sorkin cuando representaba ante la SEC a dos contables envueltos en el caso Madoff en 1992.
Los contables estaban vendiendo títulos sin registrar, prometiendo ganancias del 13 al 20 por ciento y canalizando el dinero hacia Madoff.
De forma parecida a la anterior investigación en el caso de la Towers Financial, este caso tenía el potencial de parar a Madoff 16 años antes y proteger a los futuros inversores de miles de millones robados.
Los contables, Frank Avellino y Michael Bienes, conocían a Madoff desde la década de los sesenta. Trabajaron por Saul Alpern, el suegro de Madoff, que tenía una consultoría contable.
Cuando Bernard Madoff abrió su propia empresa en Wall Street al principio de los sesenta, empezaron a conseguirle dinero para que lo gestionase. Con el tiempo, su empresa se llamaría Avellino & Bienes.
En 1992, la SEC puso una demanda contra Avellino & Bienes acusándoles de vender 440 millones de dólares en títulos sin registrar a más de 3.200 inversores. A pesar de que la SEC sabía que el dinero había ido a parar a Madoff, su demanda mencionaba solo a un agente de bolsa sin especificar.
La SEC reconoció que en ese momento presentían que estaban detrás de un esquema de Ponzi.
Y en ese momento entra en escena Ira Sorkin, todavía en Squadron Ellenoff, y haciendo exactamente el mismo movimiento que hizo en el caso de Towers Financial, ofrece devolver todo el dinero. Excepto que el dinero no se devolvió en su totalidad.
Entre bambalinas, a los clientes simplemente se les permitió firmar acuerdos directamente con Madoff y así seguir recibiendo esos ingresos regulares y astronómicos de entre el 13 y el 20 por ciento, según cuentan los abogados de los clientes estafados.
La SEC fue de alguna forma persuadida de que dejase el caso a cambio de un acuerdo por el que Avellino & Bienes cesaría su actividad y pagaría una multa.
Pero Avellino no cesó en sus negocios para seguir pasando dinero a Madoff, según dos demandas interpuestas en la Corte Suprema de Nantucket, donde viven tres de sus víctimas.
Simplemente siguió buscando fondos a través de una entidad ficticia llamada Kenn Jordan Associates, que prometía beneficios de entre el 10 y el 15 por ciento.
En la lista de antiguos clientes que tenían cuentas con Madoff y revelada por el tribunal aparecen los siguientes nombres: Ira Sorkin, Nathan Sorkin (el padre de Ira, fallecido), Rosalie Sorkin (la madre de Ira, fallecida), Howard Squadron (el anterior socio laboral de Ira, fallecido), Anne Squadron (esposa de Howard Squadron), el plan de pensiones del bufete de Squadron, y tres de sus clientes.
Cuanto dinero se sacó de estas cuentas a lo largo de los años y qué porcentaje anual de beneficios generaban son datos que no se han hecho públicos.
Lo que se sabe es que 90 días antes de que Towers Financial se declarase en bancarrota, se pagó al bufete Squadron Ellenoff la suma de 662.000 dólares, según el fideicomisario de Towers. Sorkin ahora trabaja para Dickstein Shapiro LLP. Squadron Ellenoff se fusionó con Hogan & Hartson LLP en 2002.
Los fiscales del caso Madoff han pedido una audiencia judicial para esta semana para ver las cuestiones que pueden afectar a Ira Sorkin.
Tal vez quieran tener en cuenta todo lo anterior.
Pam Martens
Traducción Xavier Fontcuberta i Estrada
www.sinpermiso.info
La única demanda de afectados es la class action presentada en EEUU a la que pueden sumarse todos aquellos que no han aceptado el canje si finalmente resulta vencedora en los tribunales.
Es cierto que se han presentado dos demandas en nuestro país contra el Santander, una en León y otra en Madrid. Pero no se refieren a las pérdidas sufridas en el fondo Optimal Strategic US Equities, sino que se trata de inversores que dieron orden de reembolso antes de que estallase el escándalo y no fue ejecutada por el banco. Esta circunstancia, sobre la que ya existe doctrina en Luxemburgo (donde UBS ha sido condenado a resarcir a Oddo por no haber ejecutado una orden similar), hace que sea muy probable que el banco cántabro sea condenado, según las fuentes consultadas. Otra cosa es que luego el Santander pueda demandar a su vez al depositario, HSBC.
En todo caso, no habrá demandas en nuestro país de los clientes que no dieron orden de venta y han perdido su dinero en este producto.
"Todo el mundo sabe que es muy difícil que le vayan a condenar al Santander por esto, y como había una compensación, la gente prefiere aceptarla aunque no sea muy buena", opina una de las fuentes consultadas.
Otra añade que "el Santander ha sido muy inteligente con su oferta, porque ha desactivado las demandas con un coste muy reducido para el banco (500 millones de euros). Si no hubiera dado nada, le habrían llovido los juicios y habría perdido muchos clientes".
El Confidencial ya adelantó que la mayoría de los clientes iba a aceptar la oferta de las preferentes, y que sólo los patrimonios más altos iban a rechazarla.
En efecto, fuentes del mercado confirman que el 93% de los afectados y del patrimonio al que se dirigía este canje (1.380 millones de euros) lo han aceptado.
El plazo para aceptar la oferta finalizaba el 13 de marzo y el canje se ha hizo efectivo el día 18, según estas fuentes. Eso, a pesar de que las condiciones de la oferta han sido objeto de dos advertencias por parte de la CNMV y de duras críticas por parte de medios tan prestigiosos como Barron's, que las consideró un "insulto" a los afectados.
Los abogados, los grandes ganadores
Muchos de los que van a pasar por el aro han buscado consejo en distintos despachos de abogados que han intentado aglutinar colectivos de afectados, como Jausas & Zunzunegui y, sobre todo, Cremades & Calvo Sotelo.
Si han caído en las manos de este último, no sólo tendrán que aceptar el 2% de interés que pagan las preferentes, su iliquidez o el compromiso sine die de mantener su dinero en el Santander, sino que además tendrán que entregarle un 10% de la cantidad perdida por culpa de Madoff al abogado por algo que podría haber hecho el cliente solito: aceptar la oferta del banco.
Dado que Cremades anunció que sus clientes sumaban unas pérdidas de 120 millones de euros y que el 90% han aceptado la oferta del Santander, se ha llevado al menos 10,8 millones sin pisar un juzgado.
Estos despachos sostienen que, de no haber sido por su intervención, Botín no habría ofrecido una compensación.
No obstante, esto es muy dudoso porque la decisión del Santander se debe a algo mucho más importante que a la presión de un bufete: el riesgo de fuga masiva de clientes y el tremendo daño que estaba sufriendo su reputación.
Además, ni Cremades ni el banco han confirmado ninguna reunión sobre este asunto.
Por otro lado, Cremades ha incurrido en flagrantes contradicciones, como aconsejar a sus clientes en España aceptar la oferta del banco y asociarse al mismo tiempo con el despacho norteamericano Labaton Sucharow para la class action de Miami en nombre de inversores latinoamericanos, que llegó a solicitar que se prohibiera al Santander hacer llegar la oferta a los clientes por ser "coercitiva".
Eso sí, nadie le puede negar una labor de relaciones públicas encomiable al presidente dela firma, Javier Cremades, a base de ruedas de prensa multitudinarias en las que consiguió convocar a corresponsales de importantes medios internacionales. Este bufete no respondió ayer a las llamadas de este diario.
Los que no han aceptado pueden conseguir mejores condiciones
¿Y qué pasa con ese 7% de afectados que no ha aceptado la oferta de Santander? Pues sólo les queda confiar en que la demanda colectiva de EEUU -con sus ramificaciones en Miami y Nueva York- triunfe.
O, más probablemente, que alcance un acuerdo con Santander más satisfactorio que el de las preferentes.
Lo bueno que tiene el sistema judicial norteamericano es que no hace falta haberse sumado a la demanda: una vez que hay un fallo o un acuerdo favorable, sólo hay que apuntarse a la compensación, siempre que pueda acreditar que es un afectado por el fondo de Optimal. Y no haber firmado el acuerdo de compensación con el Santander que impide cualquier reclamación legal, claro.
La gran duda en este caso es si una decisión de un juez norteamericano es de obligado cumplimiento en España; es decir, el problema de la jurisdicción.
La demanda sostiene que sí porque la operativa de Madoff, la supuesta due diligence de Optimal que incumplió su deber de descubrir que Madoff era un fraude y hasta la famosa reunión de Rodrigo Echenique con Madoff -que el propio Botín ha reconocido públicamente- tuvieron lugar en suelo estadounidense.
Obviamente, los abogados del banco tratarán de convencer al juez de lo contrario.
(continue)
«« | Inicio | »» |