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China propone moneda supranacional |
El gobernador del Banco Popular de China (banco central), Zhou Xiaochuan, propuso hoy la creación de una moneda internacional de reserva sin relación alguna con un país individual.
En un artículo publicado en el sitio Web del Banco de China, el ejecutivo financiero dijo que la meta del sistema monetario internacional es crear una divisa de reserva que se mantenga estable a largo plazo.
De esa manera, desconectada de naciones individuales, esa divisa no sufriría de las deficiencias inherentes a las monedas nacionales basadas en el crédito, argumentó.
En opinión de Zhou Xiaochuan, los Derechos Especiales de Giro (DEG), instrumento creado por el Fondo Monetario Internacional en 1969, cuentan con el potencial para asumir la función de moneda de reserva supranacional.
El gobernador del instituto emisor de China opinó que la actual crisis financiera global es una prueba de las deficiencias propias del sistema monetario actualmente en vigor en el mundo.
También reconoció que la creación de esa divisa de reserva sería un objetivo a largo plazo que requiere previsión y coraje por parte de los líderes mundiales de varios países.
Rusia también se ha mostrado partidaria de reformar el sistema monetario y financiero internacional, con la creación de una moneda de reserva independiente de cualquier nación.
Probablemente este tema será objeto de análisis en la próxima reunión cumbre del Grupo de los 20, que tendrá lugar en Londres el próximo dos de abril.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
La rebelión de papel
Teorías conspirativas y doble discurso chino
El lunes, la primera potencia capitalista asiática propuso una amplia reestructuración de las finanzas globales que refleje el creciente descontento de los países en vías de desarrollo con el rol imperial en la economía global.
La inesperada propuesta realizada por el gobernador del banco central Zhou Xiaochuan el lunes en Beijing, es parte de la actitud cada vez "más enérgica" por parte de China para -según su gobierno- delinear una respuesta global a la crisis financiera recesiva, diferenciada de EEUU y las potencias europeas.
China, la primera economía capitalista "emergente" asiática, y la tercera a nivel global después de EEUU y la UE, continúa dando peligrosas señales de desaceleración que ya se expresan principalmente en una caída abrupta de su comercio de exportación y en una reducción del consumo interno, que impacta en el mercado laboral.
Según los datos oficiales publicados la semana pasada, China ha reducido en febrero su superávit comercial a menos de una séptima parte en comparación con el dato registrado un mes antes.
Las cifras muestran que las exportaciones cayeron en este periodo un 25,7% interanual, hasta los 64.900 millones de dólares (millones de euros), mientras que las importaciones lo hicieron en un 24,1%, hasta los 60.540 millones de dólares (millones de euros).
Las ventas en el extranjero de la tercera potencial mundial, motor de su economía, se desplomaron un 27% en febrero.
Esta declinación acentuada en sus indicadores económicos, a su vez, repercute en la reducción de sus reservas en moneda extranjera, que han sufrido su peor descenso en nueve años. Esta sumatoria de datos negativos -según los analistas- comienza a desvanecer la esperanza de pronta "recuperación" anunciada por el gobierno chino.
Las reservas chinas, de acuerdo con el último dato oficial existente, de finales de diciembre, ascendían a US$ 1,94 billones (casi 1,5 billones de euros), y habrá que esperar hasta abril para conocer las cifras de este trimestre.
De confirmarse la predicción, las reservas, que llegaron a los US$ 2 billones (1,54 billones de euros), no superarían los US$1,92 billones (1,48 billones de euros).
Según la fuente citada por el diario South China Morning Post, la caída, en parte, se debe a la apreciación reciente del dólar, que deprecia, a cambio, los activos en otras divisas (básicamente, el euro, que pasó de los US$1,41 del 31 de diciembre a US$ 1,27 un mes más tarde).
En este escenario, marcado por la desaceleración creciente de su economía, China ensaya un discurso internacional difuso y plagado de contradicciones con EEUU, del cual es principal acreedor y socio comercial.
Por un lado, el capitalismo chino aumenta su dependencia externa de EEUU invirtiendo en Bonos del Tesoro estadounidense , y por otro, hace un llamado internacional para la creación de una nueva moneda supranacional (de reserva global) que no pertenezca a ningún país en un claro intento por acabar con la dependencia del sistema financiero internacional al dólar estadounidense.
Simultáneamente, las autoridades chinas anunciaron el lunes que continuarán comprando bonos del Tesoro estadounidense, ya que consideran que acarrean un riesgo crediticio bajo.
La vicegobernadora del Banco Popular de China, Hu Xiaolian, señaló que, en cualquier caso, seguirán muy de cerca las fluctuaciones del valor de esos activos.
El anuncio de nuevas compras de bonos USA se efectuó no obstante que a principios de marzo el primer ministro de China, Wen Jiabao, expresó su "preocupación" por la enorme inversión que su país ha hecho en Estados Unidos en bonos del Tesoro y otros títulos de deuda.
En la actualidad, y mientras pide el reemplazo del dólar por una moneda supranacional, China posee US$ 1 billón (un millón de millones) en bonos del Tesoro y otros títulos de deuda de EE.UU.
En 2008 Pekín se convirtió en el principal acreedor de bonos del Tesoro estadounidenses, por encima de Japón, con una inversión que ascendía a US$585.000 millones.
El monto total de la deuda estadounidense a principios de marzo de 2009 llegó a US$10.942.165.294.650,89 (es decir, casi US$11 billones).
Pero el doble discurso respecto del dólar y la relación con EEUU no es de exclusividad china.
Mientras EEUU ya se ha convertido en el epicentro del "peligro recesivo" a escala global, paradojalmente su moneda, el dólar, ha experimentado una suba vertiginosa desde el estallido de la crisis con quiebras bancarias, convirtiéndose en un "refugio seguro" para los capitales que huyen de la crisis financiera.
En contra de las tesis de los que sostienen que el Imperio USA está en "crisis terminal" y a punto de ser desplazado del centro de las decisiones mundiales, su divisa se ha disparado pese al déficit y los números en rojo que exhibe la economía real estadounidense.
Y hay una razón central que lo explica: Mientras se profundiza la crisis financiera, inversores y países (que como China abogan por el reemplazo del sistema financiero internacional hegemonizado por el dólar) reconvierten sus activos y reservas en dólares, generando de esa manera una fuerte demanda de la moneda estadounidense.
Pese a que EEUU atraviesa por la peor crisis financiera desde la Gran Depresión, desde inicios de septiembre, el dólar se ha fortalecido contra una canasta compuesta por las monedas de 26 socios comerciales, según el índice de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Luego del estallido de la crisis bancaria, en octubre de 2008, un grupo de países "emergentes" encabezados por China, y un conjunto de "desarrollados" (entre ellos Alemania) comenzaron a esgrimir la tesis de la "pérdida de influencia de EEUU" de la mano de la crisis económica y la debacle de su economía real.
Según esas teorías, las turbulencias del sector financiero amenazan con socavar el respaldo al dólar entre los inversionistas y perjudican la competencia de bancos y mercados financieros de otros países que buscan expandir su influencia global.
Se afirmaba que la crisis en EEUU podría acelerar el cambio hacia una "nueva arquitectura financiera" donde los países y sus economías dependiesen menos de las decisiones que se toman en Washington y en los centros financieros de Nueva York.
Como reacción al colapso financiero en EEUU, países y gobiernos "emergentes" y europeos (los propios socios de USA) comenzaron a cuestionar el liderazgo económico de EEUU y a proponer políticas alternativas al "modelo estadounidense" y a su divisa monetaria.
Esta percepción mitificada del derrumbe de la moneda imperial USA llevaba a otra conclusión:
La crisis de la economía mundial capitalista referenciada en el dólar posibilitaría el declive de la supremacía imperial de EEUU poniendo en el centro de la hegemonía económica mundial a China y al resto de los países emergentes (en crecimiento acelerado) de Asia o América Latina.
De acuerdo con esta teoría del "desacople", este proceso marcaría el "fin del reinado del dólar", y el ascenso de naciones como China, India y algunos países exportadores de petróleo y de materias primas que sustituirían a EEUU y a Europa como motores centrales de la economía mundial capitalista.
Curiosamente, esos mismos países, siguiendo el ejemplo de China, están ahora reforzando y protegiendo sus reservas en dólares y refugiándose en activos del Tesoro estadounidense.
Incluso, los tiburones de la especulación internacional, los fondos de inversión están apostando por estos papeles, en vista de que con el inicio de la crisis otros activos financieros parecen más arriesgados.
En cambio, el dólar se ha beneficiado (y se sigue beneficiando) de la huida de los "inversionistas" de los activos riesgosos así como de la descarga de apuestas que se hicieron con dinero prestado.
En este escenario, y apelando a su clásico doble discurso, el régimen chino vuelve a la carga planteando la creación de una moneda supracional en reemplazo del dólar.
Mercados grandes, diversificados y con altos volúmenes de transacciones de una moneda en particular "no aparecen espontáneamente sólo porque el presidente del banco central de China sugiere que sería una buena idea", dice Barry Eichengreen, economista de la Universidad de California en Berkeley.
Es más, una moneda supranacional no tendría usuarios potenciales o país de origen donde pueda ganar aceptación gradualmente, opinaban el lunes expertos en Wall Street.
La Unidad Monetaria Europea (ECU) fue creada como una divisa de integración en 1979 y no tuvo una acogida significativa hasta que esfuerzos concretos (y una buena cantidad de dinero) de las autoridades europeas la transformó en el euro dos décadas después.
Incluso el euro, considerada la innovación monetaria más exitosa del último tiempo, sigue siendo una segunda opción después del dólar en el uso internacional. La crisis financiera global también ha dejado al desnudo los inconvenientes inherentes a una moneda común.
Teorías conspirativas y doble discurso
Según el Banco Mundial y el FMI, más de un 70% de las reservas mundiales están en dólares, frente a un 25% en euros de la Unión Europea, que también utiliza el dólar. China, la tercera economía mundial, después de EEUU y la UE, tiene sus reservas en dólares.
Paradojalmente, los países señalados por los teóricos del "desacople" como los que van terminar con la vigencia de la economía "dolarizada" (China, Rusia, Brasil, India, Corea del Sur y Taiwan, etc) lideran la acumulación mundial de las reservas en dólares.
El dólar es la moneda de cambio y de reserva internacional, y los países de todos los continentes (Europa, Asia, Latinoamérica y África) la utilizan en sus transacciones comerciales y tienen la mayoría de sus reservas en dólares, por lo que el fin del dólar implicaría un derrumbe mundial generalizado del sistema capitalista de la que ningún país estaría a salvo.
Un 80% de las transacciones internacionales, un 70% de las importaciones mundiales y la casi totalidad del comercio petrolero se realizan en dólares, según el Banco Mundial y el departamento de Comercio estadounidense.
EEUU, la primera economía mundial, Europa, la segunda economía mundial y China, la tercera economía mundial realizan la mayoría de su comercio en dólares. Si la divisa estadounidense colapsara, colapsarían EEUU, la Unión Europea y China (los mayores vendedores y compradores del mundo), que juntos suman casi la mitad de la economía mundial.
Además, los motores del crecimiento asiático, China, India y Japón son dependientes del comercio exterior en dólares con EEUU.
Por lo tanto, en la realidad fuera del discurso, los más interesados en salvar al dólar y a EEUU del colapso son Europa y las potencias centrales, además de China y las potencias emergentes, cuyo desarrollo económico depende de EEUU y de Europa y del entramado de la economía global que tiene al dólar como moneda patrón.
Esto explica porque el gobierno chino, en pleno declive del dólar frente al euro, ratificó su decisión de mantener sus reservas en dólares, y explica porqué la UE y el banco central europeo salieron a contener el avance del euro frente al dólar.
Las empresas y los grupos financieros transnacionales que controlan los sistemas financieros especulativos y los sistemas económicos productivos a escala mundial (por encima de los gobiernos) realizan mayoritariamente sus volúmenes de negocios, inversiones y tomas de ganancias en dólares.
Por lo cual un colapso terminal de la moneda estadounidense (como vaticinan los partidarios de la teoría del "desacople") produciría una parálisis de la actividad económica mundial en cuestión de horas.
Los obstáculos técnicos y políticos para implementar la propuesta china son enormes, de modo que, incluso si obtuviera el respaldo de otros países, es improbable que la iniciativa cambie el rol del dólar a corto plazo, coinciden analistas europeos y estadounidenses.
"El reestablecimiento de una moneda de reserva nueva y aceptada ampliamente con un valor de referencia estable llevará un largo tiempo", reconoció gobernador del banco central chino Zhou Xiaochuan.
La propuesta china llega en medio de los preparativos para una cumbre del G-20, que reúne a los mayores países industrializados y en vías de desarrollo del mundo, que tendrá lugar en Londres la próxima semana.
La propuesta china de crear una moneda de reserva internacional se produce después de que Rusia lanzara una iniciativa similar a principios de mes durante los preparativos para la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20).
Al igual que China, Rusia recomendó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitiera la moneda y destacó que la propuesta provenía de una necesidad de actualizar "el obsoleto orden económico mundial unipolar".
Mientras tanto, la divisa estadounidense se revaloriza impulsada por la demanda de los bancos de todo el mundo, desde Asia, América Latina y Europa, que pugnan por obtener dólares USA y bonos del Tesoro de EEUU.
La demanda y suba del dólar en plena agudización de la crisis financiera, mientras el euro (promocionado como su "sepulturero") se desploma, es la más clara señal de que los países y potencias capitalistas (pese su doble discurso en los foros internacionales) lo consideran como la única moneda segura.
La escalada vertiginosa del dólar, mientras en EEUU se derrumban los bancos y estallan en rojo todos los indicadores de la economía real, es la mejor prueba de que la moneda imperial continúa siendo el único activo creíble para refugiarse en tiempos de crisis.
Según el Banco Internacional de Pagos, el banco central de los bancos centrales, el dólar continúa siendo la "moneda favorita de los bancos centrales" y representa un 55% de sus activos y pasivos en moneda extranjera.
En consecuencia, si EEUU y el dólar colapsaran, simultáneamente colapsarían el comercio exterior, el sistema financiero y el sistema económico productivo, tanto de los países centrales como de los periféricos y emergentes.
Los asistentes saben que una exteriorización de sus desacuerdos comprometería el retorno de la famosa confianza sin la cual, el crecimiento mundial, no terminará de arrancar.
Confrontados, en sus respectivos países, a tensiones sociales crecientes, nadie se arriesgará a demostrar división o falsedades. Las apariencias se mantendrán, pues, a salvo.
Es más: innumerables razones apuntan a que el G20 tampoco abordará los temas más delicados. Empezando por uno central, decisivo: la organización de un Sistema Monetario Internacional (SMI).
Ni siquiera figura en el orden del día. Lamentable olvido para una cumbre que [NDT: el Presidente francés, Nicolas] Sarkozy suele presentar como “un nuevo Bretton Woods”: la refundación del SMI constituyó, sin embargo, el meollo de los acuerdos de julio de 1944.
Lamentable olvido si se tiene en cuenta el batiburrillo monetario, actualmente reinante: las divisas de los países del Este [NDT: de Europa] han sido devaluadas, el yen se ha revaluado, la libra esterlina ha perdido valor, el dólar levita y los chinos mantienen su yuan infravalorado.
Incluso Suiza, rompiendo con su tradición no intervencionista, acaba de desatar una guerra monetaria al promover una devaluación de su franco.
Lamentable olvido si, en definitiva, se tiene en cuenta hasta qué punto el capitalismo padece –parafraseando el título del libro que los economistas Edouard Husson y Norman Palma acaban de publicar- una enfermedad, más monetaria que financiera.
Es la enfermedad del Patrón-dólar bajo el cual la economía mundial lleva funcionando desde hace decenios y que ha permitido a Estados Unidos lanzarse a una [NDT: alocada] carrera de créditos, deudas y déficits. [NDT: Sin él] Estados Unidos jamás habría podido vivir como lo ha hecho, por encima de sus posibilidades, jamás habría podido drenar tres cuartas partes del ahorro mundial si no hubiera tenido la moneda de referencia (para la constitución de la reserva en divisas de los bancos centrales, [NDT: el intercambio] en los mercados de capitales, del petróleo, de los metales y del comercio mundial).
Si no hubiera tenido “ese privilegio desorbitado” ([el ex Presidente liberal francés] Valery Giscard d’Estany [dixit]) que permite “endeudamiento sin lamentos” ([el connotado economista liberal francés] Jacques Rueff [dixit]).
Husson y Palma han calculado que el déficit acumulado de la balanza por cuenta corriente estadounidense, entre 1972 y 2007, frisa los 80 mil 380 millones de dólares.
“Es como si Estados Unidos hubieran tenido en sus manos la piedra filosofal”, explican.
Cualquier otro país del mundo, con un desequilibrio contable de tal magnitud habría entrado en bancarrota.
No Estados Unidos, cuyo billete verde es deseado por todos los habitantes del planeta, desde África a Asia, pasando por Rusia.
El editorialista del New York Times Thomas Friedman resumió un día, a su manera, la cuestión:
“Es blanqueo de dinero. Le pedimos prestado a China para financiar a Arabia Saudí y aprovechando la coyuntura, llenamos el tanque de nuestros coches”.
El problema radica en que la crisis de las subprimas, la quiebra de los bancos de inversión de Wall Street, la creación del euro y el crecimiento exorbitado de China son simples y llanos síntomas de que el reinado del Patrón-dólar está tocando a su fin.
Para Estados Unidos los tiempos del “endeudamiento sin lamentos” se están acabando: para muestra, el botón de los millones de estadounidenses [NDT: que ya están] en el paro.
Durante una famosa rueda de prensa, el 4 de febrero de 1965, el General de Gaulle clamó contra un sistema que permite “a Estados Unidos endeudarse gratuitamente en el extranjero (…). [NDT: Lo peor es que] un sistema como éste retroalimenta la percepción del dólar como una moneda, imparcial e internacional cuando, lo que es, es un medio de crédito que pertenece a un país muy concreto”.
Esta declaración, cuando fue realizada, fue percibida como expresada por un viejo sobrepasado por la modernidad económica y monetaria. Ayudó bastante el hecho de que de Gaulle, asesorado por Rueff, proponía [NDT: en contrapartida] regresar al Patrón-oro: al sistema monetario, en definitiva, anterior a la Primera Guerra Mundial en el marco del cual, toda emisión monetaria tenía que tener relación con un valor equivalente en oro.
“Sí –añadía el General [de Gaulle]- el oro, [NDT: metal] inmutable, puede almacenarse en barras, lingotes o monedas; no tiene nacionalidad y desde siempre ha sido, en todo el mundo, el valor fiduciario por excelencia”.
El Patrón-oro ha recibido, desde entonces, ilustres apoyos como el del premio Nobel de Economía Robert Mundell e incluso el de…
¡Alan Greenspan!
Su principal virtud: evitar una expansión demasiado grande del crédito y de la deuda e impedir a los Estados convertirse [NDT: por ende] en “falsas cecas”.
Los estatistas [NDT: de hecho] siempre han odiado el Patrón-oro: Keynes decía [NDT: por ejemplo] que se trataba de una “reliquia bárbara”.
El G20 pretende reconstruir el sistema financiero internacional sin tocar el sistema monetario internacional. Es decir, pretende reconstruir una casa sólida sobre cimientos frágiles y deteriorados.
Nicolas Sarkozy hubiera podido convertirse, en Londres, en el portavoz de todos aquellos que consideran que ha llegado el momento de finiquitar el Patrón-dólar.
La ocasión es que ni pintada y probablemente él era el único que podía y debía aprovecharla pero, pequeño detalle, [Sarkozy] no es de Gaulle…
Traducción para Rebelión de Juan Agulló
Pierre-Antoine Delhommais
Le Monde diplomatique Edición venezolana
China, el principal tenedor de bonos del Tesoro estadounidense con 739.600 millones de dólares en enero, según cifras estadounidenses, ha expresado este mes su inquietud por su inversión en momentos en que la principal economía mundial se enfrenta a una profunda recesión.
"El estallido de la crisis y su contagio a todo el mundo reflejó las vulnerabilidades inherentes y los riesgos sistémicos en el sistema monetario internacional existente", escribió Zhu en un ensayo publicado el lunes en la página del banco en internet.
Los comentarios de Zhu tienen lugar antes de la cumbre del G20 el 2 de abril en Londres, donde líderes mundiales y organizaciones internacionales, incluido el FMI, discutirán la reforma del sistema financiero mundial.
Zhu sugirió que los Derechos Especiales de Emisión del FMI, o SDR, podrían servir como moneda de reserva ya que no serían influidos fácilmente por las políticas de países individuales.
Rusia también ha propuesto que la cumbre cree una moneda supranacional de reserva. El FMI creó los SDR como un activo de reserva internacional en 1969, pero sólo son usados por gobiernos e instituciones internacionales.
"La reforma debe ser guiada por una gran visión y comenzar con medidas específicas", escribió Zhu. "Debe ser un proceso gradual que rinda resultados ganadores para todos", añadió.
No obstante, es improbable que la propuesta de China conduzca a algo concreto porque los SDR no son un sistema monetario apoyado por un gobierno, indicó el economista independiente Andy Xie, basado en Shanghai.
Xie dijo que la propuesta es probablemente una protesta contra el plan de Washington para comprar un billón de dólares de su propia deuda, que diluye el valor de las reservas en dólares de China y despierta el temor a la inflación.
"Es una situación triste: China es el banquero de Estados Unidos. Estados Unidos le debe tanto a China, pero no le teme a China", dijo. "China está de rehén de Estados Unidos. No es al revés", estimó.
Como la principal moneda de reserva mundial, el dólar estadounidense representa la mayor parte de las reservas en divisas de los gobiernos extranjeros y es utilizado para fijar los precios internacionales del petróleo, el oro y otras monedas.
Como emisor de la moneda de reserva, Estados Unidos paga menos por productos y pide prestado con más facilidad.
El dólar estadounidense reemplazó a la libra esterlina como la primer moneda de reserva tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña luchaba con el costo de pelear dos guerras mundiales.
China posee reservas cambiarias por 1,95 billones de dólares, las mayores del mundo, lo cual le torna extremadamente vulnerable a las oscilaciones en el valor de la moneda.
El presidente del Banco Popular de China, Zhu Xiaochuan expresó su aspiración a remplazar al dólar, adoptado como moneda de reserva luego de la Segunda Guerra Mundial, por una divisa administrada por el Fondo Monetario Internacional.
China, el mayor tenedor de bonos del Tesoro estadounidense, con 739.600 millones de dólares en enero, según datos estadounidenses, había expresado antes su preocupación sobre sus inversiones, en momentos en que la primera economía mundial enfrenta una profunda recesión.
En una audiencia ante un Comité del Congreso sobre la crisis financiera, un congresista preguntó a los dos responsables si renunciarían "categoricamente a que Estados Unidos abandone el dólar y adopte una divisa global como sugiere China"
Geithner inmediatamente respondió que "sí, lo haría" y Bernanke dijo a su vez: "Yo también lo haría".
Los comentarios de Zhu fueron formulados antes de la cumbre del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes que se realizará el 2 de abril en Londres, en la que se discutirá la reforma del sistema financiero.
El dirigente chino sugirió utilizar el SDR (Special Drawing Rights, del FMI) como una divisa de reserva supra soberana, ya que no sería influida por las decisiones políticas de ningún país en particular.
Russia también propuso que la cumbre discuta la creación de una divisa internacional de reserva. El FMI creó el SDR (Derecho Especial de Giro) como un activo de reserva internacional en 1969, pero es usada solamente por gobiernos e instituciones internacionales.
El número dos del FMI John Lipsky, calificó el martes de "seria" la propuesta China, aunque la consideró de aplicación a largo plazo.
Es una idea "que no es nueva, pero es una propuesta seria, dijo Lipsky en una conferencia de prensa, agregando sin embargo que no piensa "que incluso quienes la proponen la vean como una cuestión urgente, sino más bien como una cuestión a largo plazo, que merece ser estudiada y examinada seriamente".
China, el principal tenedor de bonos del Tesoro estadounidense con 739.600 millones de dólares en enero, según cifras estadounidenses, ha expresado este mes su inquietud por su inversión en momentos en que la principal economía mundial se enfrenta a una profunda recesión.
"Es una situación triste: China es el banquero de Estados Unidos. Estados Unidos le debe tanto a China, pero no le teme a China", dijo. "China está de rehén de Estados Unidos. No es al revés".
El gobernador del Banco del Pueblo de China (central), Zhu Xiaochuan, anunció que quiere reemplazar al dólar, designado como moneda de reserva tras la Segunda Guerra Mundial, con un estándar diferente bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI).
China, el principal tenedor de bonos del Tesoro estadounidense con 739.600 millones de dólares en enero, según cifras estadounidenses, ha expresado este mes su inquietud por su inversión en momentos en que la principal economía mundial se enfrenta a una profunda recesión.
"El estallido de la crisis y su contagio a todo el mundo reflejó las vulnerabilidades inherentes y los riesgos sistémicos en el sistema monetario internacional existente", escribió Zhu en un ensayo publicado el lunes en la página del banco en internet.
Los comentarios de Zhu tienen lugar antes de la cumbre del G20 el 2 de abril en Londres, donde líderes mundiales y organizaciones internacionales, incluido el FMI, discutirán la reforma del sistema financiero mundial.
Zhu sugirió que los Derechos Especiales de Emisión del FMI, o SDR, podrían servir como moneda de reserva ya que no serían influidos fácilmente por las políticas de países individuales.
Rusia también ha propuesto que la cumbre cree una moneda supranacional de reserva. El FMI creó los SDR como un activo de reserva internacional en 1969, pero sólo son usados por gobiernos e instituciones internacionales.
"La reforma debe ser guiada por una gran visión y comenzar con medidas específicas", escribió Zhu. "Debe ser un proceso gradual que rinda resultados ganadores para todos", añadió.
No obstante, es improbable que la propuesta de China conduzca a algo concreto porque los SDR no son un sistema monetario apoyado por un gobierno, indicó el economista independiente Andy Xie, basado en Shanghai.
Xie dijo que la propuesta es probablemente una protesta contra el plan de Washington para comprar un billón de dólares de su propia deuda, que diluye el valor de las reservas en dólares de China y despierta el temor a la inflación.
"Es una situación triste: China es el banquero de Estados Unidos. Estados Unidos le debe tanto a China, pero no le teme a China", dijo. "China está de rehén de Estados Unidos. No es al revés", estimó.
Como la principal moneda de reserva mundial, el dólar estadounidense representa la mayor parte de las reservas en divisas de los gobiernos extranjeros y es utilizado para fijar los precios internacionales del petróleo, el oro y otras monedas.
Como emisor de la moneda de reserva, Estados Unidos paga menos por productos y pide prestado con más facilidad.
El dólar estadounidense reemplazó a la libra esterlina como la primer moneda de reserva tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña luchaba con el costo de pelear dos guerras mundiales.
China posee reservas cambiarias por 1,95 billones de dólares, las mayores del mundo, lo cual le torna extremadamente vulnerable a las oscilaciones en el valor de la moneda.
EEUU sostiene a ultranza su “derecho” a gobernar económicamente el mundo
Washington defendió este martes el uso del dólar como una divisa global clave, luego del llamado de un dirigente chino a desplazar al billete verde como la moneda internacional de reserva.
Tanto el presidente de la Reserva Federal Ben Bernanke como el secretario del Tesoro Timothy Geithner dijeron que no permitirán que el dólar sea despojado de su status de moneda de referencia como lo sugirió Pekín.
El presidente del Banco Popular de China, Zhu Xiaochuan expresó su aspiración a remplazar al dólar, adoptado como moneda de reserva luego de la Segunda Guerra Mundial, por una divisa administrada por el Fondo Monetario Internacional.
China, el mayor tenedor de bonos del Tesoro estadounidense, con 739.600 millones de dólares en enero, según datos estadounidenses, había expresado antes su preocupación sobre sus inversiones, en momentos en que la primera economía mundial enfrenta una profunda recesión.
En una audiencia ante un Comité del Congreso sobre la crisis financiera, un congresista preguntó a los dos responsables si renunciarían "categóricamente a que Estados Unidos abandone el dólar y adopte una divisa global como sugiere China"
Geithner inmediatamente respondió que "sí, lo haría" y Bernanke dijo a su vez: "Yo también lo haría".
Los comentarios de Zhu fueron formulados antes de la cumbre del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes que se realizará el 2 de abril en Londres, en la que se discutirá la reforma del sistema financiero.
El dirigente chino sugirió utilizar el SDR (Special Drawing Rights, del FMI) como una divisa de reserva supra soberana, ya que no sería influida por las decisiones políticas de ningún país en particular.
Rusia también propuso que la cumbre discuta la creación de una divisa internacional de reserva. El FMI creó el SDR (Derecho Especial de Giro) como un activo de reserva internacional en 1969, pero es usada solamente por gobiernos e instituciones internacionales.
El número dos del FMI John Lipsky, calificó el martes de "seria" la propuesta China, aunque la consideró de aplicación a largo plazo.
Es una idea "que no es nueva, pero es una propuesta seria, dijo Lipsky en una conferencia de prensa, agregando sin embargo que no piensa "que incluso quienes la proponen la vean como una cuestión urgente, sino más bien como una cuestión a largo plazo, que merece ser estudiada y examinada seriamente".
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