La crisis, mal llamada financiera, es consecuencia del estallido de la burbuja de las hipotecas basura. Estas hipotecas, llamadas basura, son hipotecas otorgadas a personas que, por el motivo que fuese, no han podido hacer frente a sus mensualidades.
Evidentemente no han podido hacer frente a sus pagos puesto que carecen de ingresos al perder el empleo, es decir, son personas, normales y corrientes, que compraron una casa, con unas condiciones muy ventajosas, que fueron: buena vivienda, precio accesible y sobre todo, una hipoteca con bajo interés y unos pagos accesibles.
En cuanto estas personas pierden sus ingresos, se quedan en el paro, no pueden hacer frente a los pagos y como resultado sus casas son embargadas por el banco, aludiendo la falta de pago.
Estas personas que pierden sus viviendas son los nuevos indigentes que proliferan por todo el estado. Al perder la casa se ven en la calle, definición de indigente.
Se podría decir que es la otra cara de un activo tóxico. Cada hipoteca impagada representa una persona o familia en la calle.
¿Quién vendió esas casas a esta gente?
Los constructores de vivienda se dedican, como no podría ser de otra forma, a contruir viviendas, conviene recordar que en esta sociedad la vivienda es uno de los bienes de mayor valor, superando con creces a los automóviles, así pues, los constructores crean unos bienes de alto valor, pero que para ser transformados en dinero, en capital, han de ser vendidos, sólo al ser vendidos se realiza el valor, el capital.
Para vender esas casas hace falta en primer lugar unos clientes potenciales. Se podría decir que para vender las casas hace falta dinero para compararlas pero en una sociedad basada en crédito, el dinero es lo que sobra. Así pues, clientes potenciales son cualquier ciudadano que desee o necesite una vivienda, al que automáticamente se le concede un crédito, el dinero o capital, para que adquiera la vivienda.
El contructor realiza la transacción, obtiene el dinero deseado por la casa, y el problema queda entre el banco, que pone el dinero del crédito, y el cliente, que contrata el crédito para obtenter la vivienda.
Vivienda donde se va a vivir y sin la cual se puede ver en la calle. La vivienda es un derecho. Bueno.
Todas esas hipotecas basura, también llamadas activos tóxicos, generaron para los constructores de las viviendas igual cantidad de dinero, de capital, ya que es el mismo, al dinero que falta por devolver al banco, el dinero pagado a los constructores, para la adquicision de la vivienda, también llamado agujero financiero.
¿De donde salió el dinero con el que los bancos pagaron los pisos?
El dinero es deuda, por lo que sólo hace falta imprimirlo y que alguien lo adquiera en forma de crédito, justo lo que acabo de explicar. Se creó el dinero con el que pagar los bienes tangibles, que eran las viviendas, y durante el proceso se generó un flujo de capital, que a su vez generaba más dinero, es decir, la ingeniería financiera que ha desembocado en la crisis financiera.
Resumiendo:
Toda burbuja está compuesta de un "boom" en forma de ganancias, las ganacias de constructores y banqueros, que es financiada por "alguien", en este caso la compra de deuda por parte de China, y no sólo de China, sino que prácticamente de todo el mundo: Europa, Japón, etc. Esa bonanza es la quema de capital, es por tanto algo muy atrayente, gastar dinero siempre lo es, aunque sea a crédito. La otra parte de la burbuja es el "crack" cuando hay que devolver el dinero prestado que al no poder ser pagado se tranforma en hipotecas basura, activos tóxicos.
Aquí es donde aparece el Estado, que recompra esos activos tóxicos a los bancos para que éstos realicen su trabajo. Conviene recordar que el trabajo de un banco es dar crédito y cobrar intereses hasta la devolución de dicho crédito. Al adquirir el Estado estos créditos, impagados, se cierra el negocio por parte del banco, con sus respectivos beneficios en forma de intereses.
Llegados a este punto tenemos a un Estado que posée unos títulos de propiedad de unas viviendas que no han podido ser pagadas por sus compradores y por las que ha pagado a los bancos privados el importe de la respectiva deuda contraída. Por supuesto lo ha pagado con más deuda, pero eso ya en el futuro se resolverá.
El negocio de los bancos así queda cerrado y resuelto.
Por otra parte ese mismo Estado tiene a una gran cantidad de ciudadanos sin viviendas, justamente las mismas personas a las que se le otorgaron las hipotecas basura o activos tóxicos que acaba de adquirir ese Estado.
Conclusión:
El País, formado por el Estado, los bancos, los contructores y los ciudadanos, ha generado una época de bonanza gastando un dinero a crédito en la compra de unas viviendas que no han podido ser pagadas. Después el dinero ganado por los distintos agentes, contructores, vendedores, banqueros... ha desaparecido y el propio estado ha tenido que volver a comprar las hipotecas sobre las viviendas, con el consiguiente desembolso de capital a cuenta, que genera una deuda futura proporcional al precio de las viviendas. Se podría decir que las viviendas han sido pagadas al final por el Estado y los ciudadanos que las adquirieron están en la calle porque no pueden pagarlas...
¿Cómo va a pagar el Estado esa deuda futura?
En principio se prodía decir que el País generará la riqueza para hacer frente al pago de esa deuda, pero lo cierto es que la riqueza que ha generado hasta ahora ha sido fraudulenta, activos tóxicos, así pues, sin posibilidad de generar nuevos activos tóxicos la actividad real de generación de riqueza es muy limitada, lo que pone muy en duda la posibilidad de hacer frente al pago de la deuda en un futuro.
La parte bonita:
Gastar el dinero prestado es muy bonito.
La sociedad de la opulencia.
La parte fea:
Si el dinero no se invierte en actividades que generen riqueza, no se puede generar nuevo dinero para devolver el dinero recibido a crédito.
La confianza es un bien escaso que se basa en el pasado y se gasta en el presente para proveer un futuro posible.
Lamentablemente, confianza y estafa van siempre juntos.
NOTA: Conviene recordar que en este sistema financiero, donde se conceden creditos sobre creditos, el dinero es multiplicado por diez, con lo que cada hipoteca genera una deuda/ganancia proporcional a diez veces el valor de la vivienda, asi pues, el billon de dolares, que equivaldria a unos 100 millones de casas, en realidad solo representa a poco mas de 10 millones de casas, incluso menos, el resto de capital es deuda sobre deuda por lo que mas del 90% del billon de dolares simplemente va a las ganancias de la banca sobre las hipotecas reales emitidas.
Resulta sorprendente que al final nos encontremos con un Estado que va a ser propietario de unas viviendas que estan vacias y unos ciudadanos que estan en situación de indigencia por no poder pagar esas casas. Mientras las casas eran de bancos privados se podia aducir que eran propiedad privada y no podian ser okupadas pero ahora pasan a ser patrimonio publico. Es la perverción total del estado.
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