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Lula cuestionó medidas económicas de Obama |
El presidente brasileño manifestó sus dudas sobre las medidas económicas adoptadas por su colega norteamericano, luego de que el canciller brasileño criticara el "proteccionismo" de Washington.
"No sé si él (Obama) tomará las medidas adecuadas para que la economía norteamericana retome la confianza y los norteamericanos vuelvan a consumir" declaró Lula durante un encuentro con pequeños y medios empresarios, informó hoy Agencia Brasil.
"Obama tiene mucha responsabilidad porque en el interregno entre su victoria y su toma de posesión él no permitió que la crisis sea tratada como era debido" señaló Lula.
"La situación es delicada, posiblemente peor que la crisis de 1929 que (ex presidente Franklin Delano) Roosevelt sólo logró resolver por la Segunda Guerra", advirtió.
"Nosotros no queremos la guerra, queremos la paz pero vamos a tener más osadía" para resolver la situación económica, apuntó Lula.
La semana pasada el canciller Celso Amorim cuestionó el carácter supuestamente "proteccionista" de las medidas económicas adoptadas por el flamante gobierno norteamericano.
Una de ellas, que obliga a las empresas norteamericanas a comprar acero de su país, afecta a los exportadores brasileños.
Brasilia ha defendido en los foros internacionales la eliminación de barreras al comercio alegando que el "proteccionismo" impedirá solucionar la crisis económica mundial.
El 26 de enero Lula recibió una llamada de Obama con quien conversó sobre el comercio internacional y la próxima cumbre del Grupo de los 20 (G-20) a celebrarse en abril en Londres.
"Vamos a ir a Londres el 2 de abril para decirle al mundo que es necesario controlar al sistema financiero y que tiene que controlar a los mercados", declaró Lula.
(continue)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
De momento, Rusia, Brasil, Argentina y China ya han subido sus aranceles, alcanzando en muchos productos las cotas máximas que permite la Organización Mundial del Comercio, según advierte el investigador principal de Comercio del Instituto Elcano, Federico Steinberg.
Las subidas varían mucho en función de los productos, pero pueden alcanzar el 10%. Estos procesos llegan en un momento en el que el Banco Mundial prevé una contracción del 2,1% en el comercio internacional. Los escarceos con el proteccionismo han hecho que muchos vuelvan la mirada a las lecciones de la historia.
En concreto, miran al 17 de junio de 1930 cuando, como reacción al crash del 29, se aprobó el acta Smoot-Hawley.
Un total de 20.000 productos vieron como se aumentaban los aranceles de entrada en EEUU con cifras de hasta el 70%.
Muchos países respondieron con medidas similares y es ahí donde, de hecho, muchos analistas encuentran la explicación a la Gran Depresión.
La OMC, prevé una contracción de 300.000 millones de euros en la riqueza del mundo si proliferan las barreras comerciales, apunta Steinberg.
Estados Unidos
Cuando los republicanos Smoot y Hawley perpetraron su ley fueron muchos los economistas y empresarios, como Henry Ford, que pidieron su retirada. Lo mismo ocurre ahora con el proyecto de Buy American.
El Senado lo ha moderado, pero los planes de estímulo económico de EEUU sólo podrán adquirir el hierro y el acero de países dentro del Acuerdo sobre Contratación de Obras Públicas de la OMC. China, Ucrania, Rusia, India y Turquía quedan fuera, entre otros.
Especialmente significativo es el primer caso, el principal exportador de acero del mundo. Incluso los empresarios del sector en Europa han puesto el grito en el cielo, ya que temen que los mercados europeos se vean inundados de producto asiático.
China
El 40% de la economía de los países asiáticos depende de las exportaciones y, por eso, China aprobará exenciones fiscales para 3.700 productos.
Pero lo que más se teme en Europa es que un aumento de las medidas proteccionistas obligue a Pekín a otra fuerte devaluación de la moneda.
China se puede verse empujada por las decisiones que están adoptando en países vecinos como India, que ha aumentado sus aranceles a acero, hierro y soja.
Vietnam, por su parte, también ha endurecido sus impuestos sobre el acero, mientras Indonesia restringe la entrada de electrónica, ropa y juguetes.
Europa
Bruselas ha sido muy crítica con cualquier devaneo proteccionista.
El comisario de Comercio, Peter Mandelson, abominaba recientemente de la tentación de caer en estas medidas tanto en Europa como en EEUU y avisaba de que “el mundo Atlántico ya no es el centro económico del mundo”.
Ahora bien, en muchos de los planes de apoyo al sector del automóvil, especialmente en el caso de Francia, se aspira a que se dé prioridad a los componentes de procedencia local.
En Reino Unido el problema es otro.
Las protestas de los trabajadores de las refinerías para evitar la entrada de trabajadores de la UE han sido atajadas con compromisos para estudiar restricciones en el tránsito de la mano de obra. Movimientos similares pueden brotar en otros lugares.
España
De momento en España, las decisiones de corte proteccionista han sido motivo de un intenso debate interno en el seno del Gobierno, como cuando el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales José Corbacho planteó ponerle coto a la contratación en origen, o como cuando Miguel Sebastián, titular de Industria, pidió a los ciudadanos que dieran prioridad a las compras de productos españoles. Muchas empresas importadoras criticaron esta última petición.
El director de Coface Ibérica, Juan Saborido, avisa de que “aunque en ocasiones, por circunstancias concretas, un país pueda decidir proteger determinados sectores económicos, las medidas proteccionistas suelen tener efectos adversos negativos sobre el comercio internacional”.
En su opinión, se produce “un efecto imitación en otros países que se pueden considerar afectados por las primeras”.
Latinoamérica
Así, en Latinoamérica, destino de buena parte de las inversiones españolas, se prevén medidas de protección en Paraguay (agricultura, pan y calzado),Ecuador (627 partidas) y sobre todo Argentina y Brasil. México avisó de las consecuencias que el plan de Obama pude tener para el Tratado de Libre Comercio del Norte de América.
Brasil "reafirma su compromiso con la progresiva expansión del comercio internacional a la que considera la mejor forma de enfrentar la crisis económica mundial", agregó.
El tono de la declaración y el hecho de que haya sido el Ministerio de Exteriores, y no el de Comercio Exterior o de Economía, el que expresó su preocupación ante las medidas propuestas por Obama, indica en principio que el hecho afecta a las relaciones bilaterales.
Brasilia observa con aprehensión el proyecto del "Compre Norteamericano" (Buy American) enviado por Obama al Congreso, que estipula que las empresas de ese país se abastezcan de acero nacional, y no del fabricado en Brasil, que en 2008 exportó cerca de 1.000 millones de dólares del producto.
El proyecto inicial de Obama sufrió modificaciones y será tratado por el Senado el martes, pero estos retoques favorecieron a países como México y Canadá, miembros del NAFTA (área de libre comercio norteamericano) y no a los suramericanos.
El presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, recibió una llamada telefónica de Obama el 26 de enero, cuando el mandatario norteamericano lo invitó a una reunión que, se espera, puede ocurrir en marzo en Estados Unidos.
En la primera conversación de los mandatarios tras la asunción de Obama el 20 de enero, Lula reiteró su confianza en que la nueva administración cultive una relación más intensa con América Latina.
(ANSA)
El mandatario brasileño también señaló a Estados Unidos de implementar medidas proteccionistas y advirtió que las decisiones que apunten hacia el aislamiento económico podrían empeorar la crisis actual.
"Tengo miedo del proteccionismo y está ocurriendo. Cuando el presidente Obama anuncia un paquete de inversiones y asegura que las obras de construcción se financiarán con acero estadounidense, está poniendo en práctica un tipo de proteccionismo que la Organización Mundial de Comercio (OMC) teóricamente no acepta", le dijo Lula da Silva al corresponsal de la BBC en Brasil, Gary Duffy.
El mandatario brasileño se refería específicamente a la cláusula de "compre estadounidense" incluida en el plan de impulso económico de EE.UU y que requiere que en los proyectos de construcción de obras públicas sólo se utilicen hierro, acero y bienes manufacturados estadounidenses. La cláusula ya ha generado críticas de Europa y Canadá.
Sin embargo, este martes Barack Obama también criticó la cláusula (incluida por políticos de su partido) y argumentó que no es una medida adecuada en momentos en que el comercio mundial declina y que, además, podría desatar una guerra comercial.
Obama pidió al Senado, que debatirá el paquete esta semana, que excluya la cláusula.
No tocará tan duro a Brasil
El presidente Lula admitió a la BBC estar preocupado por la crisis económica mundial y el impacto que ésta tiene en Brasil, país que ya ha registrado una caída importante de la producción industrial, el empleo y además ha anunciado recortes impositivos para frenar la desaceleración de la economía y hacer frente a la crisis financiera internacional.
Sin embargo, a pesar del panorama sombrío, el presidente de Brasil resaltó las ventajas competitivas y oportunidades que brinda su país para hacer frente a la crisis global.
"Estoy preocupado pero consciente de que no hay país mejor preparado para enfrentar esta crisis que Brasil. En primer lugar, porque en nuestro país tenemos un mercado con un potencial que los países ricos tuvieron hace 30 ó 40 años atrás, pero que ahora no tienen.
"En segundo lugar, porque tenemos que hacer obras públicas que ellos hicieron hace décadas y en tercer lugar porque tenemos un programa de exportaciones diversificado, lo cual quiere decir que no dependemos de un bloque o de un país. Creo que Brasil saldrá de la crisis sin sufrir tanto como los países ricos".
Según Lula da Silva la crisis actual es diferente a la de la década de los '90.
"En ese momento los países en vías de desarrollo lo que tenían que hacer era ajustes fiscales y reducir sus gastos para reducir el tamaño de la economía; pero en esta crisis tenemos que ir al revés: ¡No podemos dejar que la economía se detenga!".
Es indispensable, según Lula, que los países desarrollados arreglen la economía de sus países porque si no los pobres sufrirán las consecuencias debido a la dependencia que estos tienen de las grandes economías.
En busca de un acuerdo comercial
Además, el presidente de Brasil anunció que tras hablar con el presidente de EE.UU. éste le informó que quería reanudar las negociaciones de la Ronda de Doha.
Lula insistió en que un acuerdo comercial entre los líderes mundiales es necesario para evitar el crecimiento de la miseria en los países más pobres.
El mandatario brasileño recordó que se estuvo cerca de un acuerdo en septiembre de 2008 pero ante diferencias surgidas entre India y EE.UU., y posteriormente las elecciones en este último país, las negociaciones se estancaron.
Las negociaciones de la Ronda de Doha buscan establecer un sistema de comercio global más justo -a través de la liberalización- que beneficie a los países en desarrollo sin embargo, en las conversaciones han surgido grandes divergencias y éstas han tomado el doble del tiempo previsto originalmente.
El funcionario, poco optimista, alertó respecto de un "febrero también muy difícil". Y señaló que los estados más afectados son los más industrializados: San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais. Se trata, precisamente de aquellos que concentran la siderurgia, el calzado, la producción de autos y las textiles.
Datos preliminares de la Fundación Getulio Vargas revelan que en San Pablo, el estado brasileño más productivo, la caída fabril llega a 15% si se compara enero de este año con el mismo mes de 2008. En enero cayó 27% la producción de vehículos y se consumió 4% menos de energía eléctrica.
Pero lo más notable es el tráfico de camiones de carga: disminuyó 9,1%. Estas son las situaciones que ponen al rojo vivo las disputas comerciales en el Mercosur, sobre todo entre sus socios principales: Argentina y Brasil.
"Todavía no tenemos una radiografía total de enero, pero de acuerdo con los datos preliminares sabemos que será negativo", afirmó Lupi.
Según el ministro, dejaron de trabajar "la mitad" de personas que perdieron su puesto en diciembre. Esto significa que habrá por lo menos unos 300.000 nuevos desempleados que se sumarán a los 655.000 de diciembre.
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