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Japón se hunde en la recesión |
El Producto Interno Bruto (PIB) de Japón disminuyó en 12,7 por ciento en término anualizado en el cuarto trimestre de 2008, cifra que representa la mayor caída en casi 35 años en vista de que la segunda mayor economía del mundo fue gravemente afectada por la actual crisis financiera global, según un informe divulgado hoy, lunes, por el gobierno.
Esta cifra supuso la rebaja más fuerte en la economía del país después del primer trimestre de 1974 cuando el PIB del país sufrió una caída de 3,4 por ciento, ó un 13,1 por ciento anualizado, a consecuencia del estallido de la primera crisis de petróleo, señaló la Oficina del Gabinete en un informe preliminar.
Asimismo, la economía de Japón disminuyó por tercer trimestre consecutivo por primera vez en siete años.
En 2008, el PIB de Japón registró la primera caída en nueve años, con la contracción de 0,7 por ciento.
El PIB es el valor total del mercado de los artículos y servicios producidos domésticamente durante un específico periodo de tiempo. Las verdaderas cifras del PIB son ajustadas por el tipo de cambio de la moneda o evaluadas por el poder adquisitivo.
Xinhua
(continue)

Etiquetas: conocimiento, memoria, monopolios, multitud, politica.
Con estos datos, la segunda economía del mundo profundiza su recesión, ya que entre abril y junio registró una contracción del 3 por ciento en su PIB, y entre julio y septiembre, del 0,4 por ciento. En todo el año 2008, la economía nipona cayó un 0,7 por ciento, por primera vez en nueve años.
La caída de la demanda externa fue responsable del 3 por ciento de la contracción económica experimentada en el último trimestre de 2008, en comparación con el mismo período del año anterior, principalmente por la apreciación del yen y la consiguiente reducción de las exportaciones. Por su parte, la demanda interna, que representa el 55 por ciento del PIB, se contrajo un 0,4 por ciento en el último trimestre del año frente al anterior, acompañado por la caída de las inversiones de capital (5,3 por ciento) e inmobiliarias (5,7 por ciento).
La segunda economía mundial, que entró técnicamente en recesión el anterior trimestre, se enfrenta con estos nuevos datos a unas perspectivas más negativas que la mayoría de sus socios del grupo de los siete países más industrializados (G7), -además de Japón, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá-.
Los datos publicados hoy por el Ejecutivo son algo peores a los que manejaban los analistas, que consideraban que la apreciación del yen y el consiguiente empeoramiento de las exportaciones hundirían el PIB en torno al 11 por ciento.
En términos nominales, sin tener en cuenta el cambio de los precios, el PIB japonés perdió el 1,7 por ciento en el último trimestre de 2008, frente al mismo período del año anterior.
Desde la crisis del petróleo, en 1974, no se registraba una caída tan abultada del PIB en un trimestre, mientras que no se habían encadenado tres trimestres consecutivos de contracción desde hace siete años.
Para frenar las repercusiones de la crisis económica mundial en la economía nipona, el Gobierno ha preparado un paquete de ayudas financieras y fiscales con el objetivo de estimular la demanda interna y mantener a flote a las empresas más endeudadas. No obstante, para 2009, el Gobierno nipón espera unos números rojos más discretos, que hagan perder al PIB anual en torno a un 2 por ciento, según el Banco de Japón (BoJ).
Los economistas preveían una contracción del 11,6% interanual y del 3% respecto al trimestre anterior.
"Esta es la peor crisis desde el final de la guerra. No cabe duda", declaró el ministro de Política Económica y Presupuestaria, Kaoru Yosano. La economía japonesa "fue arrasada literalmente" por la tormenta mundial, afirmó.
Tras el anuncio de este fuerte agravamiento de la recesión, los inversores en la Bolsa de Tokio optaron por la prudencia y evitaron comprar acciones, acabando la sesión sin tendencia clara. El índice pricipal Nikkei 225, perdió un 0,38%, pero el índice ampliado Topix progresó un 0,72%.
Los inversores estaban ansiosos por ver cómo reaccionan los mercados estadounidenses a la aprobación el viernes por el Congreso de un paquete de estímulo económico de 787.000 millones de dólares. Las bolsas estaban cerradas este lunes en Estados Unidos.
Alimentada mucho tiempo por la demanda de automóviles, aparatos electrónicos y otros bienes de consumo japoneses de alto valor añadido en Estados Unidos, la economía japonesa vivió un largo periodo de expansión desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero el crecimiento sufrió un frenazo brutal con la caída del consumo en Estados Unidos y luego en el resto del mundo. Al ver que sus reservas aumentaban y sus beneficios se reducían a una velocidad alarmante, las empresas cortaron sus inversiones. Víctimas de despidos o de recortes salariales e inquietos por el futuro, los japoneses se lo piensan antes de echar mano a la cartera y el marasmo económico se sigue agravando.
Durante el cuarto trimestre de 2008, las exportaciones registraron una caída récord del 13,9% con respecto al trimestre anterior. Las inversiones empresariales disminuyeron un 5,3%, como nunca en siete años. El consumo de las familias fue un 0,4% menor que el tercer trimestre.
Japón se encuentra oficialmente en recesión desde el tercer trimestre de 2008 y seguirá estándolo al menos en 2009, estiman la mayoría de los economistas y el banco central del país.
"Las exportaciones se hundieron completamente el cuarto trimestre. Y el primero de 2009 podría ser todavía peor", advirtió Hiroshi Shiraishi, economista de BNP Paribas.
En todo 2008 el PIB japonés pierde un 0,7%, su peor resultado anual desde 1998 (-2%) y el primero negativo desde 1999 (-0,1%), precisó el gobierno.
El gobierno japonés ha anunciado dos planes de reactivación desde el otoño por 50 billones de yenes (415.000 millones de euros, 533.450 millones de dólares) y está preparando otro.
La entrada en vigor de estas medidas se ve atrasada por la complicada situación política en Japón, donde el gobierno sólo controla una de las dos cámaras parlamentarias.
A su vez, la contracción anual superó a la de Estados Unidos, que fue del 3,8% en 2008.
"La desaceleración en Japón es más profunda que la de Estados Unidos o de Europa", dice el corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk.
Caída de las exportaciones
La segunda economía más grande del mundo y la primera de Asia ha sido golpeada por la caída de la demanda global de sus productos electrónicos y autos, señala Buerk.
Las exportaciones japonesas, base de la economía nacional, se hundieron hasta llegar al -13,9% en el último trimestre de 2008. En 1974, las exportaciones habían alcanzado el -13,1%.
A su vez, el consumo interno se ha reducido, debido al crecimiento del desempleo, observa el corresponsal.
"Hubo reportes en el fin de semana de que el primer ministro Taro Aso está considerando la posibilidad de otro paquete de estímulo por el valor de unos US$218.000 millones", agrega Buerk.
Sin embargo, las últimas encuestas muestran que menos del 10% de los japoneses apoya al primer ministro, quien debe llamar a elecciones generales para septiembre.
Nissan se une al coro de lamentos
El fabricante de autos japonés anunció que recortará 20 mil empleos en todo el mundo al tiempo que pronosticó una pérdida neta de US$2.900 millones para el final del año fiscal.
Nissan se une así al coro de empresas japonesas que reportan fuertes sacudidas por la contracción económica global.
Según el corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk, Nissan declaró que sus peores presunciones sobre la economía mundial resultaron iguales o peores de lo previsto.
Durante el informe trimestral de octubre a diciembre, la empresa dijo que las ventas de sus vehículos habían caído casi una quinta parte.
La pérdida de los US$2.900 está prevista para finales de marzo, 2009 y, en respuesta, Nissan estará recortando casi el 9% de su fuerza laboral de 235.000 en todo el mundo.
Alto costo
Con la medida pretende reducir el gasto de mano de obra en lo que denomina países de alto costo.
Además, la automotriz afirmó que cancelará las bonificaciones previstas para la junta directiva.
Nissan es el más reciente fabricante japonés que registra pésimos resultados financieros.
La demanda de productos de consumo electrónicos, autos y maquinaria se ha desplomado en todo el mundo.
Los exportadores japoneses también se han visto afectados por la fortaleza de la moneda, el yen, que reduce el valor de sus ingresos en el extranjero.
Japón sigue cayendo
La producción industrial de Japón cayó 9,6% en el mes de diciembre -la contracción más fuerte desde que comenzaron los registros de medición- al tiempo que las exportaciones disminuyeron como consecuencia del desaceleración global.
El ministro de Economía de Japón, Kaoru Yosano, dijo que era una situación sin precedentes y que la caída en la producción "tenderá a continuar".
La tasa de desempleo subió en diciembre a 4,4%, la cifra más alta en tres años.
Cifras oficiales muestran que 2,7 millones de personas en Japón estaban desempleadas es decir, 400.000 personas más que hace un año.
Decisiones fuertes
La economía japonesa cayó en su primera recesión en siete años durante el cuarto trimestre del año pasado.
Las exportaciones han disminuido al tiempo que la demanda mundial de productos japoneses -como automóviles y equipos eléctricos- ha caído bruscamente.
El primer ministro de Japón, Taro Aso, expresó ante el Parlamento que tomaría decisiones fuertes para asegurarse de que Japón sea el primer país que salga de la crisis global.
La caída de la producción industrial minó la confianza entre los inversionistas japoneses y el Nikkei, el principal índice bursátil cerró el viernes 3% a la baja ó 257 puntos para concluir la jornada en 7.994.
Temores de deflación
Cifras oficiales también mostraron una importante caída en la tasa de inflación lo que incrementa la posibilidad de una deflación.
La inflación anual se desaceleró a 0,2% en diciembre en comparación con el 1% en que se ubico en el mes de noviembre.
Economistas temen que la caída de los precios sea capaz de disuadir a los consumidores para que adquieran productos lo cual en última instancia empeorará la recesión.
El Banco de Japón advirtió que existe el riesgo de deflación hasta 2011 y disminuyó la tasa de interés para colocarla apenas por encima de cero.
La deflación es producida cuando la oferta de bienes y servicios en una economía es mayor a la demanda por lo que el sector empresarial se ve obligado a reducir los precios para poder vender su producción.
El descenso en los precios provoca a su vez efectos negativos en las empresas como recortes de personal, reducción en la inversión de equipos, entre otros, y que a la larga elimina el excedente empresarial.
Grandes pérdidas
Las cifras económicas oficiales se conocieron el mismo día en que más compañías japonesas registraron resultados financieros pobres.
Honda, el segundo fabricante de automóviles del país, anunció que sus ganancias cayeron 89% en el cuatro trimestre al tiempo que las ventas globales se desaceleraron de manera repentina.
La compañía registró ganancias netas de US$226 millones en los tres últimos meses del año.
Entre tanto, la empresa de productos electrónicos Hitachi anunció que calcula registrar pérdidas por $7.800 millones.
La segunda aerolínea del país, All Nippon Airways, dijo que espera registrar su primera pérdida anual en seis años.
Los informes se producen un día después de que las empresas Sony y Toshiba advirtieran que registrarían pérdidas anuales mientras que Nintendo recortó su pronóstico de ganancias.
Según Mark Gregory, especialista en temas económico de la BBC, las empresas japonesas están siendo afectadas por una dramática caída de las exportaciones, causadas a su vez por la fortaleza del yen y el desplome de la demanda en los mercados golpeados por la recesión, como Estados Unidos y la Unión Europea.
Según David Cuén de BBC Mundo, cuando comenzó la crisis financiera Japón parecía ser uno de los más países mejor preparados para enfrentarla, dado que había fortalecido su sistema bancario, a raíz de la llamada década perdida.
Esa fortaleza financiera es visible hoy todavía. Su moneda, el yen, es en este momento una de las divisas más fuertes del mundo, pero eso genera problemas.
Una de las columnas vertebrales de la economía japonesa es la exportación de productos de manufactura, pero si el yen se cotiza más los ingresos disminuyen dado que el comercio internacional se cotiza en dólares.
A eso hay que sumarle que cuando la crisis financiera mundial se convirtió en crisis económica, los países que más le compran a Japón se quedaron sin dinero y redujeron sus compras.
La economía japonesa se contrajo un 3,3 por ciento, o un 12,7 por ciento según la tasa anualizada, en el cuarto trimestre del 2008, tres veces la caída en el Producto Interno Bruto (PIB) que sufrió en el mismo trimestre Estados Unidos, epicentro de la actual crisis global.
Mientras los exportadores recortan la producción y despiden empleados y muchas cadenas de tiendas anuncian fuertes caídas en las ventas, los economistas tienen pocas esperanzas de que Japón vuelva a levantarse.
"Los datos muestran una imagen grave de la economía japonesa y enfatizan la debilidad en las exportaciones", dijo Takeshi Minami, economista jefe del Norinchukin Research Institute.
"El trimestre de enero a marzo posiblemente mostrará otra cifra a la baja (anualizada) de dos dígitos o cercana a los dos dígitos", agregó.
Tras las noticias, el índice promedio japonés Nikkei cayó un 0,6 por ciento, pero el yen se apreció levemente, lo que de acuerdo a los operadores fue una reacción a las fuertes caídas del viernes.
La gran caída en el trimestre de octubre a diciembre fue la segunda peor que vive Japón en la época moderna, quedando sólo detrás de la contracción de 3,4 por ciento registrada en 1974, después de la primera crisis petrolera registrada en Oriente Próximo. La caída superó el 3,1 por ciento previsto por economistas y también fue peor que el descenso registrado en las otras potencias económicas en el mismo período.
La recogida de beneficios ha sido generalizada hoy en toda la región. El MSCI Asia- Pacífico ha recortado un 2,75 hasta los 79,01 puntos, la mayor caída desde el 23 de enero. En lo que va de año, el índice pierde un 12%, que se suma al 43% de caída del año pasado. Uno de los indicadores más castigados ha sido el surcoreano. El Kospi ha despedido la sesión con pérdidas del 4%.
El rojo también ha llegado a la bolsa china, que registra el mejor comportamiento entre las bolsas mundiales, con ganancias del 26% desde que comenzó el año. El plan del Gobierno chino de inyectar liquidez al sector financiero se ha traducido en importantes compras dentro de la renta variable, si bien, los expertos empiezan a recomendar recoger beneficios. Los futuros de Estados Unidos anticipan una apertura bajista en Europa. Los contratos del S&P 500 se dejan un 1,6%.
Hoy la jornada está marcada por la ausencia de referencias macroeconómicas de interés después de que ayer se conociera que la economía japonesa registró durante el cuarto trimestre una contracción del 12,7%, el peor dato en 35 años y al tiempo que los economistas adviertes que durante el presente trimestre podría volver a verse un crecimiento negativo superior a los dos dígitos.
“El sentimiento económico sigue siendo frágil. Los datos de comercio mundial continuarán siendo débiles porque muchas economías prevén una recesión este año”, comenta un operador a Bloomberg.
Al anuncio español del pasado jueves, se unieron Alemania, Francia, Italia, Holanda, Portugal, Austria, Estonia y Hungría.
(Atentos a este último país, y a los del resto de Europa del Este, porque los expertos ven muchas similitudes entre la situación actual de esa región y la de los países asiáticos en los meses previos al desencadenamiento de la crisis de 1997).
Y si fue un complicado final de semana, peor ha sido el comienzo.
No se esperaba, obviamente, un buen dato de PIB de Japón, la segunda economía mundial, pero tampoco un desplome del 12,7% en el último trimestre del año.
Estaba claro que una economía tan dependiente de las exportaciones lo iba a pasar mal con el frenazo del consumo, pero lo que está sufriendo Japón es un auténtico hundimiento, su peor crisis desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Con este panorama, las Bolsas no encuentran argumentos para volver a subir. Descuentan que las malas noticias van a seguir inundando los mercados durante los próximos meses. Y que los plazos que recientemente se dieron sobre la salida a la crisis ya no valen.
Esto va para largo, largo...
Alejandro Ramírez
En la reunión de enero el BOJ decidió aumentar también las ayudas a las entidades financieras niponas con la compra de obligaciones a corto plazo por valor de 3 billones de yenes (32.085 millones de dólares). Con este nuevo instrumento de financiación, el BOJ adquirirá obligaciones con más riesgo de impagos a los bancos, para así evitar la extensión de la crisis crediticia y sus efectos en la economía real.
Además, la crisis de las "hipotecas basura" que se inició a medidos de 2007 y el empeoramiento de los mercados financieros por la extensión de los problemas crediticios ha hecho extremadamente difícil a la compañía operar y obtener liquidez para saldar sus deudas. La noticia de la bancarrota de SFCG empujó los valores de la Bolsa de Tokio a la baja, especialmente en el sector de los préstamos al consumo y aumentó la incertidumbre sobre los riesgos a los que se enfrentan las instituciones financieras no bancarias en Japón.
También se han visto seriamente dañados los transportes de mercancías hacia Europa y Asia a medida que la recesión a escala mundial se intensifica. El colapso de las exportaciones, según los expertos, provocará nuevos despidos así como el cierre de numerosas fábricas, además del empeoramiento de la situación económica que ya registró durante el cuarto trimestre de 2008 su mayor caída en 34 años.
El transporte de mercancías hacia Europa cayeron un 47,4%, mientras que las exportaciones a China registraron un descenso del 45,1% y las de Asia, un 46,7%.
Uno de los sectores más afectados de la economía japonesa fue el automotriz, donde la venta de vehículos se desplomó 69%, hecho que ha obligado a empresas como la Toyota a recortar la producción ante un escenario de masivas pérdidas.
De la misma forma Japón experimentó un déficit comercial récord al alcanzar los US$9.900 millones.
Peor contracción en décadas
La semana pasada el gobierno reveló que la economía se contrajo 3,3% en el último trimestre del 2008, y de nuevo, es su más pronunciada caída en décadas.
Como una respuesta el gobierno está pidiendo proyectos de ley al Parlamento con el fin de implementar un plan de estímulo que incluya beneficios en efectivo de al menos US$130 a los contribuyentes.
Sin embargo, medidas de consenso van a ser improbables debido a que la Cámara Alta está controlada por la oposición y el primer ministro Taro Aso es muy impopular.
En sondeos de opinión recientes el mandatario apenas goza del apoyo de una de cada diez personas de cara a las elecciones programadas para el próximo mes de septiembre.
En todo caso, el presidente de EE.UU., Barack Obama, acordó hace pocos días con el premier japonés trabajar de forma conjunta para estimular el consumo y combatir el proteccionismo.
Las economías de EE.UU. y Japón son la primera y la segunda del mundo respectivamente.
Durante 2008 Japón experimentó una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) del 12,7%, cifra superior al 11,7% pronosticado, como consecuencia de la crisis económica mundial, reveló el gobierno este lunes.
Esta información se dio a conocer tras publicarse los datos del comportamiento de la economía de ese país asiático en el cuarto trimestre del 2008. En ese lapso la contracción fue del 3,3%.
Es la mayor caída desde 1974, en plena crisis mundial del petróleo, cuando el precio del barril se triplicó.
La baja producida de octubre a diciembre representa el tercer trimestre consecutivo de crecimiento económico negativo del país asiático, que está en el medio de su primera recesión en siete años.
La contracción anual superó a la de Estados Unidos, que fue del 3,8% en 2008.
A su vez, el consumo interno se ha reducido, debido al crecimiento del desempleo.
De la misma forma Japón experimentó un déficit comercial récord al alcanzar los US$9.900 millones
"La desaceleración en Japón es más profunda que la de Estados Unidos o de Europa", dice el corresponsal de la BBC en Tokio, Roland Buerk.
Las exportaciones japonesas, base de la economía nacional, se hundieron en enero hasta llegar al -13,9% en el último trimestre de 2008. En 1974, las exportaciones habían alcanzado el -13,1%.
El Ministerio de Finanzas informó que la salida de productos al exterior se redujo 45,7% comparado con el volumen de exportaciones del año anterior.
Otro factor que exacerbó la caída en el último trimestre fue el veloz enfriamiento de las exportaciones a China y otros países asiáticos, que previamente habían sostenido la economía japonesa cuando la demanda de autos y electrónicos de Japón comenzó a disminuir en EEUU y Europa.
Después de crecer 12% durante el primer semestre de 2008, las exportaciones de Japón a China empezaron a caer en octubre y se desplomaron 36% en diciembre.
Japón era uno de los pocos países desarrollados que tenía un superávit comercial con China. Ahora que la demanda se está reduciendo tanto dentro de China como para las exportaciones japonesas, el comercio entre ambos países está acusando el impacto.
Según la prensa japonesa, la demanda mundial de productos japoneses cayó debido a que la gente está gastando menos por el temor de perder sus trabajos.
Uno de los sectores más afectados de la economía japonesa fue el automotriz, donde la venta de vehículos se desplomó 69%, hecho que ha obligado a empresas como la Toyota a recortar la producción ante un escenario de masivas pérdidas.
En este contexto, el nuevo ministro de Finanzas de Japón, Kaoru Yosano, indicó que el gobierno está considerando la adquisición de acciones para sostener al mercado bursátil del país.
La medida sería un nuevo caso de rescate del Estado: ya no de los bancos o sectores industriales, como el automotriz, sino de las bolsas.
La bolsa de Tokio cayó ayer martes a sus peores niveles en 26 años, aunque luego se recuperó y cerró 1,5% a la baja.
Yosano, quien fue designado la semana pasada, dijo que el desplome del valor de las acciones está perjudicando a la economía japonesa -la segunda mayor del mundo- porque reduce la base de capital de los bancos de ese país.
El Banco Central de Japón extendió el jueves pasado su programa de compra de papeles comerciales y prometió ampliar la provisión de fondos a bajo costo, mientras lucha contra una crisis crediticia que hunde cada vez más en una recesión a la segunda economía mundial.
En una decisión ampliamente esperada, el banco mantuvo los tipos de interés sin cambios al 0,1 por ciento, pero anunció varias medidas para suavizar los problemas de financiación que sufren las empresas y los bancos, entre ellas fortalecer las operaciones de provisión de fondos a tres meses.
Asimismo, extendió los plazos límites para los planes ya existentes, como el programa de compra de papeles comerciales por valor de 3 billones de yenes (unos 25.681 millones de euros), las operaciones de financiación en dólares, y su aceptación de un amplio rango de activos como colaterales.
"Como se esperaba, el Banco de Japón se está centrando en medidas para allanar la financiación corporativa no sólo hasta el final del año fiscal en marzo, sino para un período más prolongado de tiempo", dijo Kyohei Morita, economista jefe de Barclays Capital Japan.
La economía japonesa ha sido la más afectada por la crisis desatada tras el descalabro en el mercado de viviendas en Estados Unidos, debido a su excesiva dependencia de las exportaciones y a un consumo doméstico crónicamente débil.
El derrumbe asiático
Las asombrosas caídas registradas en las exportaciones de todos los países asiáticos conmocionan a los analistas económicos y han servido para acallar todas las afirmaciones que aseguraban que la depresión global iba a tocar próximamente fondo.
El pronóstico de crecimiento en Asia para este año del FMI es de sólo un 2,7%, menos de la tercera parte del índice de crecimiento del 9% de 2007. La predicción es de un punto menos en el porcentaje total que durante la crisis financiera asiática de 1997-98.
China, la llamada "fábrica del mundo”, ya padece los duros embates de la recesión .
Las exportaciones se desplomaron por tercer mes consecutivo en enero, cayendo un 17,5% desde el año anterior, tras un descenso de un 2,8% en diciembre. De acuerdo con el informe de la Administración General de Aduanas, las importaciones se habían hundido todavía más: el 43,1% en diciembre, dos veces el 21,3% de caída interanual.
Debido a que muchas de las importaciones de China son ingresos para las exportaciones manufactureras del país, la fuerte bajada en las importaciones está apuntando a descensos aún mayores en la actividad industrial.
Las importaciones de maquinaria y productos de tecnología se derrumbaron en un 40%, generando un desastre también para los países que venden esos componentes para que los monten las industrias chinas.
Los envíos desde Japón cayeron un 43,5% comparados con los del año anterior; los de Corea del Sur un 46,4% y los de Taiwán, un 58%.
Corea del Sur, con un PBI de US$ 1,3 billones, también padece una situación crítica. Las exportaciones, la principal fuerza motriz de la economía surcoreana, cayeron un 32,8% en enero.
Por su parte, las economías que dependen de la exportación del Sureste Asiático también están sufriendo. La previsión del FMI para Filipinas es de sólo un 2,25% este año, bajando desde el 4,6% del pasado año y del 7,1% en 2007.
El pronóstico oficial para Singapur en 2009, el centro financiero y comercial de la región, es de una contracción de un 5%, la más profunda recesión desde que se fundó en 1965 la ciudad-estado.
Las exportaciones de Malasia cayeron en diciembre un 14,9% respecto al año anterior, con las exportaciones hacia EEUU descendiendo hasta un 30%.
El banco central de Indonesia prevé que la economía del país descienda a un 4-5% en 1009, comparada con el 6,2% de 2008.
En términos regionales, el superávit comercial de Japón con Estados Unidos, en particular, cayó 75,3 por ciento.
(Xinhua)
"Japón parece muy probablemente abocado a sufrir su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial", afirmó en el estudio el analista de SP Takahira Ogawa, detalló AFP.
"El clima de negocios para las empresas japonesas se está deteriorando dramáticamente en medio de un grave declive de la demanda", agregó.
La economía japonesa se redujo 12,7% en el cuarto trimestre de 2008 en cifras interanuales, su peor rendimiento desde 1974. El gobierno ya ha advertido, al igual que SP, que podría tratarse de la peor crisis desde 1945.
"La acción del gobierno para corregir los males económicos del país ha sido relativamente ineficiente", estimó Ogawa, atribuyéndolo a la debilidad política del ejecutivo y a la mala situación fiscal.
Asimismo, el gasto de capital corporativo del país se contrajo al ritmo más rápido desde que se disponen de datos para comparar, es decir, desde el tercer trimestre de 2002, con una caída del 17,3 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior.
(Xinhua)
La mayoría de las quiebras ocurren en empresas pequeñas y medianas dedicadas a la fabricación de artículos y productos para empreas mayores dedicadas a la produción de electrodomésticos y productos electrónicos.
La caída de la demanda de esos productos a nivel mundial a su vez reduce los contratos lo que afecta a las empresas más pequeñas del ciclo de producción.
Según la cadena de televisión, la situación empeora porque las empresas orientadas al consumo interno también experimentan problemas de capital y liquidez a consecuencia de la caída de la demanda y la recesión de la economía nipona.
El ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, declaró que el último plan que contempla el uso de las reservas de Japón es “una medida extraordinaria”.
“La situación de la economía es cada vez más grave y es necesario adoptar todas las medidas posibles para que las empresas puedan tener acceso a financiación para sus actividades internas y en el extranjero”, afirmó Yosano.
Toyota, el primer fabricante de coches del mundo, declaró ayer que su división de financiación en EEUU podría buscar préstamos en dólares a través de un nuevo programa que pretende suavizar el impacto del aumento de los costes crediticios en EEUU, su principal mercado. Los préstamos del programa serán sindicados entre JBIC y bancos privados; JBIC proporcionaría hasta un 60% del valor de los préstamos en dólares a cinco años.
Yosano también puntualizó que el Banco de Desarrollo de Japón, controlado por el estado, aumentaría los préstamos de emergencia a las empresas del país en 500.000 millones de yenes. Las medidas extraordinarias ponen de manifiesto el temor a que la incapacidad de las compañías de obtener financiación agrave la crisis y muchas se declaren en bancarrota. Las exportaciones niponas cayeron casi a la mitad en enero, el descenso más drástico de los últimos cuarenta años, debido sobre todo al colapso de la demanda de coches y productos electrónicos en EEUU.
En el último trimestre, el PIB de Japón sufrió una contracción del 3,3%, mientras que la producción industrial cayó en enero un 10% en términos intermensuales. El Ejecutivo y el Banco de Japón han dado a conocer una serie de medidas para evitar la caída en picado de la demanda y de los precios de las acciones e impedir que las condiciones crediticias deterioren aún más la economía del país.
El índice Nikkei cerró ayer al mínimo de los últimos 26 años, situándose en 7.229 puntos.
La oficina mantuvo su calificación básica de la economía de la nación como "en retroceso" por octavo mes consecutivo.
El índice compuesto consiste en una amplia gama de indicadores, tales como el de producción industrial, el uso de electricidad en espacios grandes, horas de trabajo extra en fábricas, ventas mayoristas y minoristas, y la tasa de puestos de trabajo por personas desempleadas.
El índice de los principales indicadores cayó por cuarto mes consecutivo, perdiendo 2,3 puntos hasta los 77,1 puntos, mientras que el de indicadores secundarios se hundió por 10 mes consecutivo, perdiendo 1,2 puntos hasta los 92,1 puntos.
(Xinhua)
La cifra prevista sería mayor a los dos planes de estímulo ya aprobados por el Parlamento japonés, por un total de 765.267 millones de dólares. Del billón de dólares, hasta 204.000 millones de dólares estarían destinados a nuevo gasto fiscal y podrían provenir de una ampliación posterior del presupuesto de año fiscal 2009, que previsiblemente será aprobado antes del 1 de abril. La coalición gobernante del Partido Liberal Demócrata y el Nuevo Komeito prevén presentar este mes ante la Dieta los detalles de las medidas fiscales,
"No podemos evitar el hecho de que existe el riesgo de una contracción económica mayor", dijo Aso en una rueda de prensa. Y añadió, en declaraciones recogidas por Bloomberg: "Debemos actuar antes de que el riesgo se convierta en una realidad". Además, Aso tiene como objetivo central de su política "reducir las consecuencias del desempleo".
El director de calificación soberana de Standar & Poor´s de Singapur, Takahira Ogawa, considera que "va todo encaminado a posicionarse para las elecciones" y no cree que se esté teniendo realmente en cuenta a la gente y empresas que realmente necesitan el dinero.
En términos intertrimestrales, el PIB japonés se redujo un 3,2%, frente al 3,3% que se esperaba. El ministro de Finanzas, Kaoru Yosano, ha declarado hoy que está "preocupado de que una reducción en la producción derive en un ajuste del mercado laboral" y que las perspectivas para la economía japonesa este trimestre son "severas".
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