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Gordon Brown un nuevo rescate bancario |
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunciará esta semana un nuevo plan de rescate bancario estimado en 500.000 millones de libras (unos 560.000 millones de euros), informa hoy el diario 'The Daily Telegraph'.
El líder laborista hará públicas una serie de medidas para garantizar los "activos tóxicos" de los principales bancos del país y que incluyen una inyección de 14.000 millones de libras (casi 15.700 millones de euros) en el mercado hipotecario a través del banco nacionalizado Northern Rock.
Cuando han transcurrido ya cinco meses desde el anuncio del primer plan de rescate financiero se impone cada vez más la convicción dentro del propio Gobierno, señala el periódico, de que lo único que se logró con él fue impedir la quiebra total de algunos bancos. El conjunto de medidas que anunciará Brown esta semana es el tercer intento del primer ministro británico de reactivar la economía.
A pesar del rescate de 37.000 millones de libras (41.400 millones de euros al cambio actual) acometido el pasado octubre y otra serie de medidas adoptadas en enero para intentar estimular los créditos, la banca sigue reacia a prestar dinero.
El secretario de Estado del Tesoro, Stephan Timms, confirmó, por otro lado, este fin de semana que el Gobierno y el Banco de Inglaterra discuten actualmente un plan para lo que se ha venido en llamar "flexibilización cuantitativa" o inyección de liquidez al sistema. El Gobierno británico trata de conseguir por todos los medios que los bancos vuelvan a prestar dinero a los consumidores, que así tendrían más para gastar, de lo que se beneficiaría el conjunto de la economía.
Ese recurso podría hacerse cada vez más necesario, según los expertos, en vista de que la bajada de los tipos de interés por el Banco de Inglaterra, que están en el 1 por ciento, apenas parece ya surtir efecto a la hora de dinamizar la actividad económica.

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Así, pese a que el Ejecutivo de Gordon Brown había intentado rebajar los compromisos de préstamo para evitar riesgos excesivos, este cambio de criterio responde al interés por reactivar el profundamente dañado negocio hipotecario, para lo que la compañía espera poder asumir unos 5.000 millones en nuevas hipotecas este año y casi el doble, unos 9.000, el siguiente.
La financiación procederá de nuevos depósitos, del reabono de los préstamos anteriores y dinero público adicional, que se invertirá como parte de una estrategia para recuperar el sistema bancario a partir de la apuesta por mantener el préstamo, en lugar de la rebajar su intensidad. Con todo, las nuevas hipotecas se gestionarán de forma independiente a las existentes.
Según explicó el ministro del Tesoro, Alistair Darling, la decisión se produjo tras constatar los "problemas" que afronta el mercado inmobiliario y una vez se han reabonado ya unos 18.000 millones de libras del préstamo total de 27.000 millones que la entidad tuvo que recibir del Gobierno para evitar la quiebra que la amezaba hace un año.
Riesgos y posibilidades
"Como dije en enero, debido a los problemas que afronta el mercado hipotecario, en vez de rebajar el préstamo, hemos considerado que será mejor que Northern Rock lo mantenga", confirmó Darling, quien avanzó que los niveles podrían llegar hasta al 90% del valor de la vivienda, incluso pese a que el primer ministro, Gordon Brown, ha vetado la cobertura integral del coste de una propiedad para evitar desestabilizar aún más el sistema.
Previamente, en enero de este mismo año, Northern Rock vio cómo se le otorgaba tiempo adicional para devolver los 9.000 millones de libras que le quedan de la partida promovida para permitir impulsar de nuevo el sector de crédito y agilizar la recuperación económica. Un cambio en la orientación que, en principio, había llevado a instar a los clientes a reajustar el préstamo con otras entidades para saldar cuanto antes la deuda contraída con el Gobierno cuando se produjo la nacionalización.
En este sentido, la media de las nuevas hipotecas en Reino Unido asciende a unos 112.000 libras, de modo que la inversión de 5.000 millones prevista este año por el Northern Rock podría traducirse en 44.600 viviendas medias como consecuencia de este cambio de criterio del Gobierno para los bancos nacionalizados.
Fin de los 'bonus'
El incremento salarial por este año, si bien determinados "dirigentes individuales que son importantes para el futuro de la compañía" podrían recibir en 2010 las primas que ahora les son retiradas si la gestión del banco mejora.
Asimismo, la plantilla de las oficinas y de atención directa al cliente las obtendrán de un 10% por el pasado ejercicio y parte de los ejecutivos de menor rango tendrán también su parte por 2008, si bien no los recibirán hasta 2010 y podrían verlos revocados en caso de que la eficacia del banco no mejore. En total, suman unos 4.400 empleados con una retribución media anual de unas 21.000 libras (unos 23.000 euros).
En este contexto, están pendientes de resolver todavía las indemnizaciones que recibirán, si finalmente reciben alguna, los accionistas que tenía la entidad antes de ser intervenida por el Banco de Inglaterra (BoE). Para ello, la compañía BDO Stoy Hayward desarrolla actualmente una auditoría independiente para evaluar el valor de las acciones en el tiempo de la nacionalización, hace justo un año, cuando Northern Rock estaba siendo apoyado con miles de millones de libras de los accionistas.
"Lo más importante es el impacto que tendrá este plan de garantías sobre los resultados y el capital", comenta un analista a Bloomberg. "Si el banco no necesita más capital y cuenta con protección de cara a futuras pérdidas, el plan es positivo", añade.
Lloyds Banking Group, que presenta sus cuentas mañana, y Barclays, también participarán en el plan asegurador de activos.
Este banco, que adquirió el ABM Amro, debió ser rescatado el año pasado por el Gobierno británico a raíz de la crisis crediticia global.
Sin ir más lejos, está previsto que RBS venda aproximadamente 250.000 millones de libras (284.369 millones de euros) de sus préstamos incobrables a un fondo gubernamental, con una exposición residual del 10% inicial en caso de pérdidas. La cantidad asegurada es importante, mucho mayor de lo que se pensó en un principio.
Lloyds Banking Group podría depositar una cantidad semejante, medida con la que dejaría claro que el plan no sólo está diseñado para asumir activos tóxicos, sino para reducir los activos con un alto nivel de riesgo, liberando así más capital para que se fomenten los préstamos a empresas y consumidores.
Al reducir los activos de RBS ponderados por el nivel de riesgo en cerca de 225.000 millones de libras, la ratio de capital tier 1 del banco subirá 3 puntos porcentuales hasta cerca del 10%. RBS parece dispuesto a acceder al esquema bajo unas condiciones razonables, si no bastante similares a las de ING: es probable que los honorarios excepcionales asciendan a entre el 3% y el 4% de los 250.000 millones de libras pagaderos en acciones sin derecho a voto.
Esta suma parece algo superior a los 7.100 millones de dólares (5.568 millones de euros) en acciones preferentes emitidas por Citigroup como honorarios por la garantía del Gobierno estadounidense sobre 301.000 millones de dólares de su deuda incobrable. Pero mientras que las acciones preferentes de Citi pagaron un cupón del 8%, RBS sólo podrá ofrecer a Reino Unido dividendos. Si esto no funciona, la solución es la nacionalización.
Hasta ahora, las empresas podían deducirse contra sus beneficios durante 25 años un 4% del valor de las inversiones acogidas a ese régimen. Según la Hacienda británica, activos por 82.411 millones de libras (94.772 millones de euros) en total disfrutaban de ese incentivo fiscal.
Presentación de cuentas
La empresa española más afectada por su supresión es Ferrovial, que podría sufrir un impacto de 900 millones de euros en su beneficio neto por la pérdida de las deducciones que iba a aprovechar BAA, su filial británica de aeropuertos. El grupo español anticipó las consecuencias del cambio fiscal cuando el Gobierno británico lo anunció a comienzos del año pasado. La compañía controlada por la familia Del Pino concretará el viernes cuál es el impacto definitivo de la reforma fiscal sobre los resultados de 2008.
Iberdrola ha provisionado en sus cuentas del pasado ejercicio un impacto negativo de 29 millones de libras por el impacto del cambio fiscal en su filial Scottish Power. El efecto en Bristol Water, filial de Aguas de Barcelona (Agbar), es de seis millones de libras.
La división británica de Agbar registró contra sus beneficios un impacto de 0,9 millones de libras en su ejercicio cerrado en marzo de 2008. British Airways ha reconocido en 2008 unas pérdidas de 79 millones de libras por la abolición del incentivo. Iberia posee cerca del 10% del capital de British Airways y ambas empresas están en negociaciones para fusionarse.
Abertis tampoco se ha librado de la modificación normativa. El grupo de infraestructuras, siguiendo el criterio de prudencia contable, podría registrar en 2008 un menor beneficio del orden de 30 millones de libras atribuible a su filial TBI. En el caso de FCC, que controla la empresa de residuos WRG, el impacto negativo asciende a algo menos de dos millones de libras.
En Reino Unido, se atribuye la eliminación de este incentivo a la necesidad del Gobierno de recaudar más para compensar el desequilibrio de las finanzas públicas por la crisis. Las empresas españolas con inversiones en el mercado británico, además de sufrir por esos cambios fiscales, van a registrar una caída de sus beneficio operativo conjunto de 2008 superior a los mil millones de euros por la depreciación de la libra durante el último año.
Las pérdidas atribuidas en el 2008 contrastan con los beneficios obtenidos por el RBS en el año 2007, cuando alcanzaron 7.303 millones de libras (unos 8.252 millones de euros).
Esta institución bancaria, que en 2007 adquirió el citado banco holandés, debió ser rescatada el año pasado por el Gobierno británico, que actualmente tiene un 70 por ciento de participación.
Las cuantiosas pérdidas del RBS, en su día importante patrocinador de eventos deportivos, se conocieron al tiempo que se informó de que el ex director ejecutivo del banco sir Fred Goodwin, de 50 años, recibirá una pensión anual vitalicia de unas 600.000 libras (unos 678.000 euros).
Según el RBS, sus pérdidas antes de impuestos en 2008 se situaron en 40.667 millones de libras (unos 45.953 millones de euros) frente al beneficio del año anterior de 9.832 millones de libras (unos 11.110 millones de euros).
Los ingresos totales del banco alcanzaron los 25.868 millones de libras (unos 29.230 millones de euros) el año pasado frente a los 30.366 millones de libras (unos 34.313 millones de euros) de 2007.
Las pérdidas del RBS derivadas de la controvertida adquisición del banco holandés ABN Amro fueron de 16.196 millones de libras (unos 18.301 millones de euros).
El banco explica que, a raíz de la crisis, el RBS llevará a cabo un plan de reestructuración para recuperar su fortaleza.
Así, se centrará en operaciones más pequeñas en el Reino Unido y recortará los costes del grupo.
Además, el RBS informó de que espera colocar 325.000 millones de libras (unos 367.000 millones de euros) de activos tóxicos en un programa de protección respaldado por el contribuyente.
El RBS recurrirá al llamado Programa de Protección de Activos creado por el Gobierno, por lo que el banco pagará 6.500 millones de libras (unos 7.345 millones de euros) al Tesoro para poder tomar parte de ese programa.
El nuevo director ejecutivo del RBS, Stephen Hester, dijo hoy que este plan "nos ayudará a reducir el riesgo para los accionistas".
"Estamos, por supuesto, en una posición privilegiada como para reestructurar el grupo con el apoyo del Gobierno británico. Con ese privilegio hay responsabilidades que tenemos intención de cumplir. Tenemos muchas decisiones difíciles por delante", agregó.
"Todo el mundo en el RBS está concentrado en el camino hacia la recuperación", puntualizó Hester en la nota.
Por su parte, el ministro británico de Economía, Alistair Darling, señaló hoy que el Gobierno quiere mejorar la cuenta de resultados del banco a fin de poder superar este difícil periodo.
Darling dijo que la institución ha identificado sus áreas importantes para su futuro y las que quiere deshacerse.
El ministro reconoció que todo esto tendrá un coste para el contribuyente, pero subrayó que el "coste de no hacer nada sería absolutamente colosal".
"Cuando Lehmans (Brothers), el banco de inversión de Estados Unidos, colapsó, precipitó la crisis en el sistema bancario global. Eso llevó a cada Gobierno del mundo a capitalizar bancos porque estaban a pocas horas del colapso", agregó.
Entre los activos que el banco quiere vender están los asiáticos, mientras que quiere centrarse en el mercado británico de préstamo.
Al conocerse el plan de reestructuración, las acciones del RBS subían hoy un veinte por ciento hasta situarse en 28 peniques.
El comunicado de hoy no aporta detalles sobre reducción de puestos de trabajo, pero los medios británicos no descartan la posibilidad de que lleguen a los 20.000.
El secretario general del sindicato del sector financiero Unite, Dereck Simpson, manifestó su frustración por la falta de detalles.
"Estamos profundamente frustrados por la falta de claridad sobre las propuestas de reestructuración sin detalles firmes sobre los empleos", subrayó Simpson.
"La incertidumbre que atraviesan estos trabajadores es inaceptable", dijo el líder sindical, y agregó: "Ha llegado la hora de asumir el control y nacionalizar totalmente el banco".
"Estas medidas están diseñadas para reforzar la estabilidad del sistema financiero tras la intensificación de la crisis global y, de este modo, incrementarán la capacidad de préstamo de los bancos", señaló el responsable del Tesoro británico, Alistair Darling.
De acuerdo con los términos del plan, los bancos británicos recibirán protección respecto a una parte de su balance, de modo que los activos "sanos" de su negocio comercial puedan continuar prestando a los hogares y empresas solventes.
En concreto, se establecerá un primer tramo de pérdidas que serán asumidas al 100% por la entidad, mientras que en el caso de que ese tope sea superado, el Gobierno asumirá el 90% de las pérdidas y los bancos asumirán el 10% restante.
Deberán renunciar a los elevados salarios
Asimismo, el programa establece que sólo podrán tomar parte en el plan aquellas instituciones que cuenten en sus balances con al menos 25.000 millones de libras en activos elegibles (instrumentos de crédito estructurado, préstamos corporativos y apalancados, así como créditos inmobiliarios) y fija el próximo 31 de marzo como fecha límite para que las entidades soliciten su participación en el programa.
Además, las entidades participantes deberán cumplir con los términos de la política de remuneraciones establecida por la Autoridad de Servicios Financieros de Reino Unido, así como con los "más elevados estándares" internacionales de transparencia e información pública.
"A cambio de esta participación en el programa, los bancos deberán pagar una comisión y suscribir una serie de acuerdos legales vinculantes que les comprometerán a ampliar el volumen de crédito a hogares y empresas", señaló el Tesoro, que informará anualmente al Parlamento sobre la evolución de estos acuerdos.
Por otro lado, el Tesoro precisó que la duración de esta cobertura no será inferior a cinco años, aunque señaló que las entidades participantes podrán dar por finalizada la relación en cualquier momento de manera plena o parcial si cuentan con la autorización del Tesoro.
RBS pierde más de 24.000 millones de libras
En el día de hoy, RBS, que sufrió unas pérdidas históricas de 24.051 millones de libras esterlinas (26.849 millones de euros), anunció que participará en una plan de protección de activos con el Tesoro británico por importe de hasta 325.000 millones de libras (362.844 millones de euros), de los que RBS asumirá los primeros 19.500 millones de libras (21.761 millones de euros) de pérdidas en dichos activos a partir del pasado 1 de enero, mientras que, en el caso de que haya pérdidas superiores, éstas serán repartidas en un 90% para el Tesoro y un 10% para el banco.
Como parte de este acuerdo, el Tesoro británico suscribirá 13.000 millones de libras (14.533 millones de euros) en nuevas acciones de tipo B de RBS, que contará con la acción de solicitar al Gobierno la suscripción de un paquete accionarial adicional por importe de 6.000 millones de libras (6.710 millones de euros).
De este modo, los activos afectados por el plan de garantías del Tesoro podrán ser retirados de la cartera de RBS o de sus filiales para ser incluidas en el programa, lo que permitirá a la entidad mejorar sus ratios de capital y "liberar" su capacidad de préstamo, lo que implicará una mayor accesibilidad al crédito para los hogares y empresas de Reino Unido, precisó el banco en un comunicado.
RBS deberá abonar una comisión de 6.500 millones de libras esterlinas (7.268 millones de euros) por participar en este plan de garantías del Tesoro, que será sufragada mediante la emisión de acciones de clase B adicionales.
A este respecto, el titular de la cartera de Hacienda apuntó que el Gobierno contará a raiz de este acuerdo con una participación del 84% en la entidad escocesa, frente al 70% actual.
El Estado podría aumentar su participación Lloyds Banking
Por su parte, Lloyds Banking Group, surgido tras la fusión de Lloyds TSB y HBOS y en el que el Gobierno controla un 43,4% del capital social, confirmó que mantiene negociaciones con el Tesoro británico de cara a su posible participación en el plan de protección de activos al que ya se ha sumado Royal Bank of Scotland.
No obstante, la entidad precisó que las conversaciones aún siguen abiertas y que por el momento no se ha establecido ningún acuerdo, aunque afirmó "tomar nota" del anuncio realizado hoy por RBS, pero advirtió de que no puede existir certidumbre de que la participación de Lloyds, de concretarse finalmente, se produjera en los mismos términos que RBS.
En este sentido, el grupo bancario prevé realizar un nuevo comunicado al respecto mañana coincidiendo con la publicación de sus resultados preliminares de 2008.
El negocio internacional aceleró hasta el 82% el crecimiento del resultado bruto de explotación (ebitda), al alcanzar los 2.738 millones de euros. La cifra de negocio se sumó a los avances, de forma más moderada, un 6,3%, para sumar 14.126 millones de euros.
Pero el factor más desequilibrante en las cuentas de Ferrovial fue el impacto negativo derivado de la reforma fiscal aplicada en Reino Unido, donde la compañía está presente, sobre todo, a través del gestor aeroportuario BAA.
Este cambio fiscal en Reino Unido tuvo un impacto negativo, no recurrente, de 871 millones de euros en las cuentas de Ferrovial. Sin contabilizar este importe, la empresa española habría cerrado 2008 con unas ganancias de 33 millones, frente a las pérdidas de 733 millones contabilizadas.
Las mismas fuentes informaron a 'FT' de que se espera que la entidad anuncie un recorte en sus dividendos en la misma presentación de resultados. La oferta, que está siendo suscrita por Goldman Sachs y JP Morgan Cazenove, podría marcar un nuevo récord en ampliaciones de capitales financiadas por inversores privados, eclipsando la lanzada el pasado mes de abril por el banco también británico Royal Bank of Scotland (RBS).
La multimillonaria emisión de acciones de HSBC, que ha declinado hacer declaraciones sobre la noticia, es la última medida anunciada por las grandes bancos a escala mundial para fortalecer sus reservas de capital. No obstante, la ampliación de capital subraya la fortaleza del banco en cuanto a que se producirá a partir de capital "fresco" de sus propias accionistas y no recurre a financiación estatal.
Base de capital
Según explica el periódico, el banco está llevando la crisis crediticia mejor que sus rivales gracias a sus rentables operaciones en Europa y en Oriente Próximo y porque históricamente mantiene una base de capital mayor que la competencia.
Concretamente, a finales de septiembre del año pasado, el ratio de capital de la entidad se mantuvo en el 8,9%, dentro de la horquilla establecida, de entre el 7,5% al 9%. Sin embargo, el deterioro de la economía global que siguió al colapso de Lehman Brothers ha persuadido a los bancos para que fortalezcan más su posición financiera y ratios.
La recesión está produciendo un severo incremento de los impagos, forzando a las entidades a fortalecer las reservas según la normativa de capitales establecida en el Acuerdo de Basilea II. Además, el descenso de los tipos de interés en Estados Unidos y Europa está estrechando sus márgenes de beneficio.
Los títulos de HSBC cerraron ayer con una caída del 6,8% en la Bolsa de Londres, hasta 491 peniques. Las acciones del banco han perdido el 45% de su valor desde el pasado mes de octubre debido a la crisis financiera.
El banco, que emitirá nuevas acciones a 254 peniques por título, considera que este plan es para el mejor interés de los accionistas a fin de ayudar a fortalecer la buena posición de la institución.
Al mismo tiempo, HSBC informó de que en el 2008 registró una caída del 70% de sus beneficios anuales atribuidos hasta 5.728 millones de dólares (unos 4.519 millones de euros), frente a los 19.133 millones de dólares (unos 15.095 millones de euros) del año anterior, agregó el banco, que no ha buscado ayuda del Gobierno británico.
El beneficio bruto se situó en 9.307 millones de dólares (unos 7.343 millones de euros) en el 2008, lo que supone un descenso del 62 por ciento frente al 2007, cuando el beneficio bruto alcanzó 24.212 millones de dólares (unos 19.103 millones de euros).
El beneficio operativo se colocó en el 2008 en 7.646 millones de dólares (unos 6.032 millones de euros) frente a 22.709 millones de dólares (unos 17.917 millones de euros) del año anterior.
Los ingresos operativos totales se situaron en 88.571 millones de dólares (unos 69.882 millones de euros) en 2008 frente a los 87.601 millones de dólares (unos 69.117 millones de euros) del 2007.
El banco, que se ha visto afectado por las pérdidas en el mercado de las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos, también indicó que recortará el dividendo anual en un 29 por ciento hasta 0,64 dólares por acción (unos 0,50 céntimos).
Por regiones, los resultados del HBSC en América del Norte indican que registró unas pérdidas anuales de 15.528 millones de dólares (unos 12.251 millones de euros) en el 2008, frente al beneficio de 91 millones de dólares (unos 71.799 millones de euros) del año anterior.
En América Latina, el banco registró una caída de beneficios en el 2008 hasta 2.037 millones de dólares (unos 1.607 millones de euros), frente a 2.178 millones de dólares (unos 1.718 millones de euros) del 2007, en tanto que en Europa el beneficio para el 2008 fue de 10.869 millones de dólares (unos 8.575 millones de euros) frente a 8.595 millones de dólares (unos 6.781 millones de euros) en 2007.
Al dar a conocer los resultados, el presidente de HSBC, Stephen Green, señaló que el 2008 fue el año más difícil para la economía global y los servicios financieros en más de medio siglo. Añade que la crisis del año pasado ha sido la primera a nivel global ya que el impacto de la crisis financiera pasó rápidamente al resto de la economía.
Green subraya que HSBC no ha sido "inmune" a la crisis, pero puntualiza que el negocio del banco está construido sobre una base sólida, por lo que los resultados "demuestran nuestra capacidad para soportar la tormenta".
Estas alcanzan los 21.400 millones de dólares, un incremento de casi nueve veces con respecto al año anterior.
En conjunto, estos futuros ajustes potenciales de cerca de 56.000 millones de dólares en el valor real eclipsan los 17.700 millones de dólares de nuevo capital que HSBC está obteniendo de sus accionistas.
Incluso si ha deducido todos los fondos de comercio asociados con la adquisición de 2003, HSBC aún dista de poder poner punto y final a Household.
HSBC se aprovecha de su “solidez financiera”.
De hecho, podría absorber 30.000 millones de dólares de pérdidas y mantener aún una ratio de capital tier 1 del 7,5%.
Pero esa medida es poco creíble en la actualidad.
Si lo fuera, los inversores se habrían lanzado a comprar bancos “bien capitalizados” como Citigroup.
Los inversores están dando más importancia al capital ordinario tangible como indicador de la capacidad de un banco para sobrevivir sin nuevos fondos y, de acuerdo a este parámetro, HSBC difícilmente sea la fortaleza de sus propios mitos.
Knight Vinke, el inversor activista, calcula que este parámetro, que en la actualidad se sitúa en el 2,8%, podría caer muy por debajo del 1% si estos ajustes en el valor real se materializan.
Hay margen para la cautela.
Si los precios de la vivienda estadounidense –que ya caen un 25%– sufren un descenso del 40% desde su máximo, y si el índice de desempleo en EEUU alcanza los dos dígitos, los ajustes en el valor real de Household serían sustanciales.
HSBC ha reiterado hoy su intención de permanecer junto a los tenedores de bonos de Household, incluso pese a que sus deudas no tienen aval del grupo.
Considera que el perjuicio a su reputación y posición lo convierte en una decisión automática.
Otros discrepan, lo que ayudó a que las acciones de HSBC cayeran un 18% el lunes.
Sean cuales sean los aciertos y los errores, apoyar a los tenedores de bonos de Household expone a los accionistas de HSBC a sustanciales pérdidas continuadas y nuevas demandas de capital de un volumen desconocido.
La firma hipotecaria ha sufrido una huida en masa de sus accionistas. Durante el primer tramo de la jornada, sus acciones han llegado a desplomarse un histórico 80%, hasta reducir el precio de sus títulos a la mínima expresión, un penique.
En el inicio de la sesión, Cattles ha deparado todo un aluvión de novedades, en todos los casos, de un signo poco tranquilizador. Para inquietud de sus accionistas, la compañía ha anunciado el retraso en la publicación de sus cuentas.
De manera casi simultánea, además, ha lanzado el segundo 'profit warning' en 12 días. Reconoce que sus cuentas serán sustancialmente peores a las esperadas. El deterioro de los resultados se producirá en medio de las negociaciones que mantiene sobre el pago a los bancos y a los tenedores de su deuda.
Entre las novedades que ha comunicado Cattles esta mañana se encuentra también la suspensión de tres de sus ejecutivos del área especializado en la concesión de hipotecas 'subprime'.
Una fuente de la residencia londinense de Downing Street calificó la reunión de Brown y Obama en la Casa Blanca como un intento "para presentar un frente unido contra las fuerzas globales conservadoras".
El viaje del jefe de gobierno británico incluirá una ponencia a ambas cámaras del Congreso estadounidense, que tienen como fin obtenerse más apoyo a las políticas coordinadas que Brown planea presentar en abril próximo en Londres en la cumbre de los 20 países más industrializados y en desarrollo G20.
El Grupo de los 20 (G-20) agrupa a los siete países más industrializados del planeta más Rusia (G-8) y las principales economías emergentes, aunque a la reunión también asistirán España y Holanda, que no son miembros.
Brown, primer líder europeo en ser recibido en la Casa Blanca, dirigirá hoy un discurso a los legisladores del país en una sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso.
Obama y Brown también abordaron las prioridades de la próxima cumbre de la OTAN, a celebrar en Estrasburgo y Kehl, y el futuro de la misión en Afganistán. En este asunto los puntos de vista no son coincidentes.
El líder demócrata ha ordenado el envío de 17.000 soldados adicionales y ha apelado a sus aliados para que también refuercen sus tropas mientras que el Gobierno británico ha descartado incrementar su presencia militar en Afganistán.
Sin embargo, indicó que la recuperación llevará aún un tiempo. "El sistema bancario ha sufrido un duro golpe", declaró Obama, quien citó, entre otros problemas, "una regulación blanca, un endeudamiento masivo, unos riesgos enormes adoptados por instituciones reguladas y no reguladas".
Hasta ahora, las medidas propuestas por Obama, que incluyen un plan de estímulo económico o una iniciativa para ayudar a los propietarios de viviendas, han sido acogidas con descensos en los mercados, que esta semana alcanzaron sus niveles más bajos desde 1997. A este respecto, el presidente estadounidense restó importancia a las fluctuaciones en Bolsa. "Lo que miro no son las fluctuaciones diarias de los mercados bursátiles, sino la capacidad a largo plazo de Estados Unidos y de toda la economía mundial de recuperar el paso", afirmó Obama.
Según el mandatario, "las oscilaciones de la Bolsa son como las encuestas en política. Si uno presta demasiada atención a sus variaciones día a día, pierde la perspectiva y fracasa en su estrategia a largo plazo".
Por su parte, Brown afirmó que es necesario un acuerdo global para hacer frente a la crisis y que permita, entre otras cosas, resolver el problema de los activos bancarios de mala calidad. El acuerdo, agregó, también permitiría que el crédito volviera a fluir en el sistema financiero y que toda la economía recuperase la normalidad.
'New Deal' mundial
Los trazos de este pacto, un "New Deal" mundial similar al establecido en EEUU tras la Gran Depresión bajo el Gobierno de Franklin D Roosevelt, se perfilarán, indicó el primer ministro británico, en la cumbre del G20 prevista en Londres el 2 de abril. Brown hizo hincapié también en la necesidad de una reforma profunda del sistema regulador: "Va a haber un gran cambio", aseguró.
Los dos mandatarios elogiaron también la "relación especial" entre sus dos países. En el Reino Unido había un cierto nerviosismo por el estado de los lazos bilaterales tras la llegada de Obama a la Casa Blanca. El predecesor de Brown, Tony Blair, mantuvo estrechas relaciones personales con el anterior presidente de EEUU, George W. Bush, y con el predecesor de éste, Bill Clinton.
Brown, que tuvo una relación más fría con Bush, se esforzó en llamar al presidente estadounidense por su nombre de pila, Barack. Obama, que recordó que por parte de su madre tiene sangre de las Islas Británicas, aseguró que la relación "no sólo es especial, es fuerte y será más fuerte aún" durante su mandato. Los dos líderes se han visto ya en tres ocasiones. Se reunieron en Washington el año pasado cuando Obama era aún uno de los candidatos demócratas a la Presidencia, y volvieron a verse en Londres cuando el actual presidente de EEUU efectuó una gira por Europa el verano pasado.
Durante su reunión ambos trataron también sobre Afganistán, donde EEUU enviará 17.000 soldados adicionales y busca que sus aliados europeos hagan lo propio. El Reino Unido, que ya mantiene el segundo mayor contingente extranjero en Afganistán, ha descartado enviar más tropas. Obama, que no quiso responder directamente a una pregunta sobre el atentado contra el equipo de cricket cingalés en Pakistán, se declaró "muy preocupado" sobre la situación en ese país y Afganistán.
Aseguró que tanto Londres como Washington "compartimos un interés profundo en garantizar que ni Afganistán ni Pakistán se convierten en refugios para los terroristas".
Aunque HSBC no ha especificado el impacto que tendrá dicha ampliación de capital, las declaraciones de su director financiero a la prensa china han servido para calmar los ánimos de los inversores y estabilizar su valor en bolsa después de los rumores que circulaban por el parqué en los últimos días.
Respecto a su filial estadounidense especializada en préstamos hipotecarios, Household Financial, Flint ha señalado que no prevé que necesite ayudas del resto del grupo financiero hasta finales e 2009.
Las acciones de la entidad británica se revalorizan en la Bolsa de Londres algo más de un 4%.
El ex consejero delegado del RBS, Red Godwin, negó reiteradamente en comunicados a la City que el banco se hubiera embarcado en la compra de hipotecas de alto riesgo. Sin embargo, según el diario, Godwin no informó al consejo de administración del banco de la decisión de comprarles a otros institutos crediticios hipotecas de dudoso cobro (subprime).
El Royal Bank of Scotland comenzó a comprar hipotecas por valor de 34.000 millones de libras en el momento en que los bancos estadounidenses empezaban a deshacerse de ellas. El sistema de primas anuales en efectivo establecido por el RBS para premiar ese tipo de operaciones hizo que muchos operadores compraran hipotecas sin tener en cuenta los riesgos que corrían.
Según un miembro del consejo de administración del RBS, el Citizens Bank (filial de RBS en Estados Unidos) se dedicó a adquirir paquetes de hipotecas de ese tipo sin solicitar previamente autorización.
La Autoridad de Servicios Financieros del Reino Unido está sometida a crecientes presiones para que investigue el desplome del RBS. El organismo regulador estadounidense ya ha iniciado por su cuenta una investigación sobre el involucramiento de RBS en el mercado de hipotecas de aquel país.
Si se demuestra la verdad de las denuncias, podría emprenderse una investigación penal, informó la revista Observer.
La intervención de Foulkes, quien también es miembro del parlamento escocés y quien es miembro del Comité de Seguridad e Inteligencia de los Comunes, tiene lugar en medio de los temores de que el banco se convierta en el equivalente británico de Enron, la corporación de comercio estadounidense que quebró por el fraude sistemático.
Las acusaciones de que el banco engañó a los inversinistas sobre su exposición a deudas sin pagar parece ser otra gran preocupación de Foulkes.
Se informó que más de 30.000 millones de libras (cerca de 43.200 millones de dólares USA) de hipotecas de alto riesgo "tóxicas" fueron compradas por RBS a través de agentes en 2007 sin que la junta directiva fuera informada, una acusación rechazada por el banco.
El mes pasado RBS registró una pérdida de 28.000 millones de libras (40.000 millones de dólares), la mayor en la historia corporativa británica. Su quiebra catastrófica obligó al gobierno a adquirir 75 por ciento de acciones del banco.
(Xinhua)
Además, Brown ha pedido a los banqueros que se evite en el futuro el "mercantilismo financiero", que habría causado en parte la crisis actual.
Sáenz acudía a la reunión, celebrada en la residencia oficial de Brown en la calle Downing Street, con dos prioridades: reclamar un terreno de juego equilibrado entre bancos nacionalizados y privados, y defender la aplicación internacional del sistema de regulación de la banca española.
En el primero de esos asuntos, Santander es muy sensible ante la situación creada en Reino Unido, donde el Gobierno británico ha tomado participaciones mayoritarias en el capital de cuatro bancos (Royal Bank of Scotland, Lloyds, Northern Rock y Bradford & Bingley).
El grupo español compite con esas entidades a través de sus filiales británicas Abbey National y Alliance & Leicester.
Sáenz ha reiterado ante Brown un reciente mensaje lanzado en Nueva York, según fuentes cercanas al banco español. "La ayuda pública concedida en algunos países podría perjudicar a instituciones bien gestionadas que no han necesitado la intervención del Gobierno.
Comprendo que una situación excepcional como la actual requiere medidas excepcionales, pero hay que tener cuidado ante posibles distorsiones de la competencia que generan incentivos perversos y determinarán el futuro sistema financiero", dijo Sáenz en Estados Unidos.
Desde el Gobierno británico se asegura que las firmas nacionalizadas van a ser gestionadas de forma independiente y que volverán a manos privadas en cuanto sea posible. Pero en las últimas semanas, Brown ha obligado a que esos bancos aumenten sus créditos a los clientes británicos, lo que puede estrechar los márgenes para todo el sector.
En cuanto a la regulación financiera, las autoridades británicas defienden la instauración del sistema por el que los bancos deben acumular capital en las épocas boyantes para cubrir pérdidas cuando llega la crisis, mecanismo que ya funciona en España.
Santander no ha recibido capital público, aunque el Gobierno español ha implantado otras medidas de apoyo a los bancos como las garantías a determinadas emisiones de títulos.
Brown ha estado acompañado en la reunión por Alistair Darling, ministro de Economía, y Adair Turner, presidente de la autoridad financiera británica (FSA).
Los banqueros presentes, además de Sáenz, eran John Varley (Barclays), Baudouin Prot (BNP Paribas), William Rhodes (Citigroup), David Mulford (Credit Suisse), Josef Ackermann (Deutsche Bank), Andreas Treichl (Erste Group Bank), Richard Gnodde (Goldman Sachs International), William Winters (JPMorgan Chase), Nobuo Kuroyanagi (Mitsubishi UFJ), David Duffy (Standard Bank International), Peter Sands (Standard Chartered) y Alessandro Profumo (UniCredit).
Tras el encuentro, Brown ha salido hacia Estrasburgo (Francia) para pronunciar un discurso ante el Parlamento europeo.
Así, dos centros de negocios británicos echarán el cierre: en Leamington Spa, que supondrá 280 bajas; y un centro de llamadas en Newport, en País de Gales, que conllevará 90; y otros 150 empleos serán eliminados de Londres Con todo, por el momento los recortes no han afectado a los empleados de los cientos de oficinas con las que HSBC cuenta en las islas, puesto que en diciembre las bajas se centraron en la sede de Canary Wharf, en la capital británica, y en este último caso, en el personal de finanzas, recursos humanos e información tecnológica.
HSBC tiene 58.000 empleados en Reino Unido y 330.000 en todo el mundo.
"Hay decisiones difíciles que hay que tomar mientras nos adaptamos a una nueva situación y aseguramos que estamos en una buena posición para el futuro", señaló el director gerente del banco, Paul Thurston, en declaraciones a la prensa británica."La situación en que operan los bancos en el Reino Unido es de extremo desafío y seguirá así durante un tiempo", añadió.
"HSBC, como todos los bancos, debe de estar pensando que este va a ser un año difícil y están buscando la forma de ahorrar dinero", ha dicho Leigh Goodwin, analista de Fox-Pitt Kelton en Londres, que explica que el banco "siempre ha sido responsable con los costes".
A diferencia de otras instituciones bancarias británicas, como el Royal Bank of Scotland o el Lloyds Banking Group, el HSBC no necesitó el año pasado ayuda del contribuyente británico a raíz de la crisis crediticia global. No obstante, a principios de este mes, el HSBC informó de que planeaba una ampliación de capital de 12.500 millones de libras (14.125 millones de euros) a través de la emisión de nuevas acciones para afrontar el impacto de una situación que consideró incierta.
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