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El costo humano de la guerra de Iraq |
1,5 millón y de muertos, 4,5 millones de desplazados, entre 1 y 2 millones de viudas, 5 millones de huérfanos.
Hoy ya podemos estimar el número de iraquíes muertos en la guerra instigada por el gobierno de Bush. El análisis de las pruebas empíricas del legado de la guerra de Bush pondrá en entredicho sus pretensiones de victoria. Por supuesto, incluso según su vara de medir –la estabilidad– el veredicto es negativo. Casi seis años después de la invasión, el país permanece dividido por el sectarismo y por importantes problemas sin resolver, como el estatuto de Kirkuk.
Ahora conocemos mejor el costo humano de la guerra. Por ejemplo, Naciones Unidas estima que hay alrededor de 4,5 millones de iraquíes desplazados –más de la mitad de los cuales son refugiados–, lo cual equivale a uno de cada seis ciudadanos. Sólo el 5% han escogido regresar a sus hogares durante el último año, un período de menor violencia con respecto al grado que ésta alcanzó entre 2005 y 2007. La disponibilidad de servicios médicos, agua potable, escuelas en funcionamiento, trabajo, etc. sigue siendo aleatoria. Según la Unicef, muchas provincias advierten que menos del 40% de los hogares tienen acceso a agua potable. Más del 40% de los niños en Basora y más del 70% en Bagdad no pueden ir a la escuela.
La mortalidad provocada por la guerra es también alta. Entre 2004 y 2007 se realizaron varias encuestas entre las familias iraquíes. Aunque existen diferencias entre ellas, la amplitud estadística de los datos sugiere la congruencia de sus estimaciones [1]. Durante los últimos 18 meses no ha habido encuestas y las dos más fiables se realizaron a mediados de 2006. De éstas, la que arrojó cifras más elevadas contabilizó 650.000 "muertes en exceso" (es decir, la mortalidad atribuible a la guerra); la otra contabilizó 400.000. La guerra continuó en toda su ferocidad durante 12 a 15 meses más después de tales encuestas y luego empezó a aminorar.
Los datos provenientes de Iraq Body Count, una ONG con sede en Londres que utiliza los informes de los medios en lengua inglesa provenientes de Iraq para contabilizar las muertes entre la población civil, permiten actualizar las estimaciones de 2006. Aunque es bien sabido que el recuento está por debajo de la realidad, ya que los informes de la prensa son incompletos y bagdadicéntricos, Iraq Body Count permite señalar tendencias estadísticas muy valiosas y sorprendentes. Sus estimaciones se acercan a 100.000 más, que incrementan la cifra de 45.000 publicada en junio de 2006 (no se contabilizan las muertes no violentas en exceso, por emergencias sanitarias, por ejemplo, ni las muertes entre la resistencia). Si consideramos estas cifras como un marcador estadístico aceptable, podremos calcular con bastante precisión las muertes totales duplicando el total de las encuestas familiares de 2006, que utilizaron para sus estimaciones un método mucho más fiable, sofisticado y de larga experiencia en epidemiología. De manera que, en la actualidad, en vísperas del sexto aniversario de la guerra, estaríamos entre 800.000 y 1,3 millones de "muertes en exceso".
Esta cifra horripilante adquiere sentido si se compara con el cálculo de los dirigentes iraquíes, según el cual hay en el país entre 1 y 2 millones de viudas de guerra y 5 millones de huérfanos, lo que constituye un indicio empírico directo –y también indirecto– del total de la mortalidad en exceso que confirma la realidad de los desplazados, de los hogares destruidos por el luto y de la inseguridad general. Las cifras son contundentes: 4,5 millones de desplazados, 1-2 millones de viudas, 5 millones de huérfanos, alrededor de 1 millón de muertos de una manera o de otra. Casi uno de cada dos iraquíes se ha visto afectado por la guerra.
Sea cual sea el método que se utilice, parece difícil describir esto como una victoria, dice mucho sobre la reparación que les debemos a los iraquíes y debería ponernos en guardia contra las guerras salvajes a que somos tan propensos. Ahora que Bush se fue, quizá Usamérica pueda hacer frente con honradez al daño que ha infligido y aceptar la responsabilidad de su autoría.
[1] En estadística, la amplitud (range) es la diferencia entre el valor máximo y mínimo de los valores de una variable se encuentran comprendidos el 100% de los valores muestrales.
(mas...)

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, multitud, politica, violencia.
El sábado, alrededor de 7,5 millones de iraquíes, 51 por ciento de los electores elegibles, participaron en las elecciones para elegir a los consejos de gobierno de 14 de las 18 provincias del país.
"El pueblo iraquí a través de su participación activa en las elecciones del país votó por la estabilidad, la seguridad y la unidad nacional, así como por la reconstrucción", elogió Qashqavi.
"La participación masiva del pueblo iraquí en las casillas indicó que el nuevo Irak puede fácilmente administrar sus propios asuntos sin la participación de fuerzas extranjeras", agregó.
El funcionario iraní envió las felictaciones de su país al gobierno iraquí y su nación musulmana por el éxito de las elecciones nacionales y describió la acción como una "señal de la firme determinación del pueblo para administrar sus propios asuntos que los conduzcan a la democracia y a la soberanía nacional del país".
(Xinhua)
La conversación se produce un día después de que Irak realizó elecciones provinciales en las que los iraquíes eligieron a 444 representantes parlamentarios y a 14 gobernadores de 18 provincias iraquíes.
El presidente Obama dijo el sábado que seguiría de cerca las elecciones provinciales y que tales comicios "constituyen un hito importante en el desarrollo democrático de Irak".
Obama ha subrayado que Estados Unidos pondrá fin a su "papel en Irak" tan pronto como sea posible y que saldrá del campo de batalla "de manera responsable".
(Xinhua)
La cifra que se incrementa cada día entre 90 y 100 mujeres incrementa el cruel desamparo.
Los bombardeos de la aviación norteamericana, la implacable e indiscriminada acción de la artillería terrestre, la "encomiable" labor de los regimientos blindados y de las tropas de asalto han dejado a millones de niños en la orfandad, arrasaron con el patrimonio de una cultura milenaria y convirtieron a Iraq en un virtual país de viudas.
No obstante, cuando se iniciaron los ataques contra el territorio iraquí -en vivo y en directo para el mundo civilizado- en la Casa Blanca y el Pentágono imperaba un morboso júbilo por la victoria de las armas estadounidenses.
A tal extremo que el primero de mayo del propio 2003 a bombo y platillo y con total desatino Bush, a bordo del buque USS Abraham Lincoln, anunció el cese de las principales operaciones militares en Iraq y aseguró, ebrio de triunfalismo, que la misión en el país árabe estaba cumplida.
Vestido de piloto, seguramente con su canequita de whisky oculta en la chamarra, el mandatario norteamericano calificó las acciones como "una victoria en la guerra contra el terrorismo" y dijo que no declaraba el fin total de la campaña militar porque aún había que encontrar las armas de destrucción masiva en manos del régimen de Saddam Hussein.
Los hechos demostraron que hubiera sido más factible buscar la legendaria Ciudad del Dorado siguiendo el trazo del conquistador español Francisco de Orellana, quien recorrió el río Amazonas en un infructuoso intento por encontrarla; pero la aventura no le habría aportado ingresos netos al complejo militar industrial.
A todas éstas, en espera de que Barack Obama cierre la cárcel de la base naval de Guantánamo, que no la devolución a la soberanía cubana del territorio que ocupa Estados Unidos ilegalmente, se informó del regreso a Inglaterra del prisionero Binyam Mohamed, presunto terrorista, quien fuera torturado, vejado y castrado en cárceles dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Mohamed, ciudadano etíope con pasaporte británico, fue detenido en 2002 en Paquistán y confesó pertenecer a Al Qaeda forzado por las torturas a las que fue sometido en Marruecos.
De la cárcel marroquí fue trasladado a Guantánamo en el año 2004.
Envueltos en la madeja de la "alta política" dos jueces británicos, después de estudiar un informe del Ministro de Exteriores, David Miliband, quien destacaba que en el caso de hacer públicas las evidencias de torturas Estados Unidos pondría fin a las relaciones de inteligencia con el Reino Unido decidieron en su momento engavetarlas bajo siete llaves.
En la crisis institucional desatada por el "caso Mohamed" ha sido cuestionado el primer ministro británico, Gordon Brown, por permitir que Estados Unidos coaccionase al Tribunal Supremo del Reino Unido.
El diario La Opinión, de Tenerife, donde reportaron vuelos clandestinos, dio a conocer un espeluznante relato sobre Binyam Mohamed: "Lo sedaron con inyecciones en los aviones de la CIA. Lo llevaron a Paquistán, Marruecos, Afganistán y Guantánamo entre abuso y abuso. Le cortaron el pene, le dieron patadas y lo martirizaron"; antes de encarcelarlo en el "limbo" jurídico de la base estadounidense en el Oriente de Cuba.
Según el rotativo, Tenerife fue crucial en varios de estos operativos y la isla canaria se convirtió en una dramática escala hacia la tortura.
Una última noticia en relación con infamantes torturas y violaciones a los derechos humanos es la reapertura de la prisión de Abu Ghraib, en Bagdad, que debió quedar para la historia como un exclusivo espacio para la reflexión y el conocimiento de la naturaleza humana.
Pero para ello tendrán que soplar otros vientos que, algún día, abrirán las "grandes alamedas" para tratar de resanar el dolor de un pueblo que hoy no es más que una marca en los mapas de operaciones militares del Pentágono.
Pedro Díaz Arcia
¿Qué fue del pueblo que sobrevivió a las “reglas del juego” ideadas por el Departamento de Guerra en la pacífica Washington D.C.?
Ya saben, de las familias cuyas puertas de entrada fueron pateadas y dinamitadas por los nuevos Cruzados, dispuestos y disponibles a disparar contra todos aquellos cuya forma de mirar no les agradara.
Bien, hay aproximadamente dos millones de seres que huyeron de tales situaciones, que se vieron forzados a dejar sus hogares (o lo que quedaba de ellos) para buscar refugio y sustento donde y cuándo y no obstante pudieran encontrarlo.
Y esos son los que se encuentran aún en Iraq.
Por otra parte, hay también dos millones de seres más que escaparon del radioactivo y venenoso polvo de uranio empobrecido de las municiones estadounidenses y hallaron refugio en países vecinos, en tierras como Siria, denunciada por EEUU e Israel por apoyar el terrorismo, y el Líbano, un país devastado y desestabilizado por las presiones y políticas israelíes y estadounidenses.
A diferencia de Israel y EEUU, Siria, el sangrante Líbano y la cercana Jordania son países pobres, con escasez de agua, alimentos y recursos que apenas alcanzan a alimentar y cobijar a sus propios pueblos.
Iraq tuvo una vez veinticinco millones de habitantes. Los aproximadamente cuatro millones entre los “internamente desplazados” y los “refugiados” representan el 15% de su población.
Los que están en el exterior pertenecían en su mayoría a la que una vez fue la clase media más educada y numerosa del mundo, la clase de gente que un país más necesita para su estabilidad y crecimiento, la misma gente que un Iraq devastado no puede permitirse perder.
La política estadounidense hacia Iraq se ha basado en un terrorismo con igualdad de oportunidades: los dos millones son católicos caldeos, chiíes musulmanes, sunníes musulmanes y de otras minorías, todos se fueron a causa del miedo: miedo a la muerte que llegaba del cielo, miedo a las amenazas de muerte, miedo a ser asesinados, miedo a ser secuestrados.
También temían la violencia religiosa engendrada por las milicias patrocinadas por EEUU, por las sectas apoyadas por EEUU de una u otra clase, o de los escuadrones de la muerte patrocinados por EEUU y diseñados para provocar una violencia mutuamente destructiva al estilo Hatfield/McCoy [*].
Desgraciadamente esos modos y maneras que nos resultan familiares.
Los Estados del Sur lo vieron durante la Guerra entre los Estados.
Alemania y Japón lo vieron durante la guerra de 1939.
Es un modelo ideado para deconstruir, para desculturalizar, para desestabilizar y para destruir a un país y a su gente.
En este caso, es un país y un pueblo que inventaron la rueda, que inventaron la escritura, que inventaron el gobierno responsable.
Iraq es un país y un pueblo con 5.000 años de recordada historia tras ellos, una historia reducida a polvo y cenizas, al igual que los tesoros de Mesopotamia del Museo Nacional Iraquí en Bagdad.
Esa es la historia general. Vayamos ahora a lo específico.
Una historia
Nuestra interlocutora es una refugiada iraquí que conoce de primera mano todo lo mal que pueden ir las cosas. En un intento de salvarse, se las arregló para salir de la Tierra Negra, primero a Jordania, después a Estados Unidos. Para su seguridad y la seguridad de su familia, todavía a merced de desconocidos escuadrones de la muerte, no mencionaré su nombre. Aunque puedo decirles que tiene educación universitaria, que es licenciada en lingüística y que está especializada en traducción inglesa.
Ella es árabe, musulmana, hija de un sunní y una chií.
Tras la invasión y ocupación estadounidense de Iraq, que se produjo en violación de la Constitución Federal y la ley de naciones, nuestro contacto nos dijo que era práctica común que ciertas gentes misteriosas aparecieran a la puerta de las casas iraquíes y “pidieran” a sus moradores que se fueran.
Después, habitualmente, una familia desconocida se instalaría allí, haciéndose con la propiedad y control de los efectos del propietario original.
Nadie sabía quien era esa gente, nadie sabía quién había hecho la petición.
En realidad, nadie quería saberlo, era demasiado peligroso hacer preguntas incómodas.
Una vez que los estadounidenses y su gobierno de coalición provisional disolvieron el poder civil, la policía, o lo quedaba de las autoridades, se limitaban a mantenerse y no hacían nada para ayudar a todos aquellos obligados a abandonar sus hogares.
Esos involuntarios “donantes” se convirtieron en los Desplazados.
Tenían que permanecer dentro de Iraq porque no tenían dinero para dejar el país ni para sobornar a los funcionarios locales de la cercana Jordania y que les permitieran entrar allí.
No se les permitía trabajar en Jordania porque no podían conseguir la residencia permanente, aunque, si tenías el equivalente a 150.000 $USA para ponerlo a disposición del gobierno jordano, podías quedarte en el Reino Hachemita.
Si de alguna forma llegabas hasta Jordania, no podías encontrar un lugar donde vivir porque no se te permitía trabajar. Y tampoco podías permitirte medicinas o acudir a un doctor.
Nuestra interlocutora, que dependía de sus ahorros, estuvo enferma durante dos mees porque no tenía el equivalente a 40 $USA para inyecciones de antibióticos.
Se recuperó sólo cuando un doctor iraquí que estaba en Jordania se las arregló para conseguirle algunas medicinas en el hospital local.
Si Vd., como nuestra traductora, estaba en el Reino Hachemita, creado como consecuencia de la política británica y el mandato de la Liga de Naciones en la década de 1920, tendría que dejar el país cada tres meses para renovar su permiso de residencia.
Esto le dejaría expuesto a que le mataran, le violaran o cualquier otra agresión a lo largo de la carretera durante el viaje de diez horas duración hasta llegar a Iraq.
A diferencia de la [autopista] I-95 en Estados Unidos, esa carretera transcurre en medio de la nada.
El regreso es igual de peligroso, con el viajero asimismo convertido en un blanco moviente.
Y, en la frontera jordana, faltaba aún por satisfacer otro pequeño “estimulo”: los guardias fronterizos te pedían un soborno de 500 $USA para admitirte en el país.
Si eras afortunado y tenías el dinero, todo lo que normalmente tenías que enfrentar eran las severas miradas de los hombres en posesión de las llaves del Reino.
Si, como nuestra interlocutora, no eras afortunada, podrías ser devuelta sin explicación alguna para que lo intentaras de nuevo en el futuro, haciendo un infructuoso viaje de ida y vuelta de veinte horas de duración.
Ella tuvo que soportar esta experiencia tres veces.
En algunas ocasiones, si la Fortuna te sonría, podrías pagar el soborno a plazos en cuotas de 100 $USA, además de los desembolsos en comida y alquiler.
Después, se te “requiere” también para que te hagas un análisis de sangre si quieres que te admitan (algo que el Departamento de Inseguridad Interior estadounidense aún no ha descubierto).
Nuestro contacto tuvo que estar haciendo todo eso durante dos años y medio.
¿Y cómo pudo sobrevivir?
Pues no fue precisamente un camino de rosas.
En un Oriente Medio en paz, hay un estrés menor y el coste de vida es inferior porque la familia y las comunidades apoyan a los individuos.
Aquí, en el Mundo de la Única Superpotencia que queda, hay casas hechas de forma chapucera, impuestos altos, complicadas leyes sobre licencias y un procedimiento judicial para remediar cualquier desaire que quepa imaginar.
Hay también un Capitalismo fuera de control, con banqueros que controlan con mano férrea la sociedad, convirtiendo el sueño americano en la pesadilla americana en aras del lucro.
Si Vd. es un refugiado iraquí y consigue llegar a Estados Unidos, se le dirá que el gobierno federal le dará apoyo durante cuatro meses.
Durante ese tiempo, tendrá que hablar fluidamente el inglés del Rey, encontrar un trabajo, conseguir un lugar donde vivir, conseguir una licencia de conducir, comprar un coche, y… y… y… Algunas personas, cogidas entre Málaga y Malagón, regresaron a Iraq, a la guerra infinita, a los asesinos desconocidos e incognoscibles, a una vida que es horrible, brutal y breve.
Si Vd. es un ciudadano estadounidense y pierde su trabajo, como les ha pasado a demasiados recientemente, es muy duro encontrar uno nuevo.
¿Cómo puede ser para el iraquí que no speaka da English y que no tiene ni la menor idea de cómo conseguir el servicio eléctrico para su apartamento?
Si el refugiado consigue un trabajo, será el último en ser contratado y el primero en ser despedido. Y todavía debe pagar el alquiler y la factura de la luz y la factura del gas y la factura del agua, siempre que sea tan afortunado como para que alguien o alguna organización le ayuden a navegar por la desconocida burocracia, de lo cual no hay seguridad alguna.
Nuestro contacto nos dijo que quería contar parte de su historia porque está cansada:
De relacionarse con estadounidenses
De las repercusiones que tienen esa relación
De estar sola
De no tener su propio espacio
De no tener contactos con otra gente, aunque sólo sea para compartir comidas
De estar separada de su familia
De no tener su propia familia
De haber dejado Iraq y no poder nunca volver
Trabajar para EEUU en Iraq, de doce a catorce horas al día durante siete días a la semana a cambio de 450 dólares al mes, le había ayudado a tener comida en la mesa pero también la expuso a ella y a su familia a amenazas de muerte y a arruinar su reputación.
Después de todo, ninguna buena muchacha árabe pasa tanto tiempo con hombres extraños, especialmente con soldados.
Incluso en EEUU, la comunidad iraquí mira con desconfianza una historia así de una mujer viviendo sola, por esa razón se mantiene apartada de sus compatriotas hombres y de sus chismorreos, intensificando su anomia.
Otra historia (relatada)
Otro refugiado iraquí, hombre, contó una historia demasiado similar en todo.
No era partidario de Saddam Hussein y quiso trabajar con el gobierno estadounidense para ayudar a reconstruir Iraq y que fuera un país mejor.
¿Lo consiguió?
Como dicen los árabes:
“La, mu mumkin” (“No, en absoluto”).
Al trabajar con unidades de asuntos civiles, siendo el vínculo entre el comandante de campo con las autoridades civiles en su área de acción, nuestro contacto nos dijo que al principio le había gustado trabajar con ellos para poder reconstruir Iraq.
Sentía que esos soldados, a diferencia de las tropas de combate, estaban motivados por su compasión y deseo de devolver Iraq a su situación anterior al ataque y la invasión.
El contacto de nuestro refugiado indicó que trabajaba con gente que trataban de restaurar servicios como el agua y la electricidad.
Al traducir y ayudar en la supervisión de proyectos, gradualmente fue aprendiendo que EEUU no estaba haciendo nada de lo que él había esperado que hiciera.
Las inmensas listas de proyectos por hacer nunca encontraron financiación y empezó a darse cuenta de que su puesto de trabajo estaba empezando a ponerle en peligro no sólo a él sino también a su familia, la piedra angular de la vida en el mundo árabe.
Entonces dio un giro de 180 grados a su inicial apoyo y entusiasmo acerca de la invasión estadounidense, al igual que muchos iraquíes que se sintieron frustrados con los estadounidenses y que después dirigieron su rabia contra los que se habían asociado con la ocupación estadounidense.
Él y otros desgraciados se convirtieron en blanco directo de las bandas, de aquellos, como los miembros del anterior partido gobernante Baaz, que, por cualquier razón, odiaban a Estados Unidos y a todos aquellos que se hubieran asociado con sus representantes en Iraq.
Denunciado y perseguido por bandidos en dos ocasiones (una vez escapó mediante un accidente de coche deliberado), dejó su trabajo mientras acababa el último año en la universidad.
Pensando que al cortar sus lazos con los estadounidenses se apagaría la furia, se encontró con que sus colegas seguían aún en peligro debido a sus conexiones con él.
Uno de sus mejores amigos, con quién él había empezado a trabajar durante los últimos dos semestres, fue asesinado.
Al ver las pintadas en la pared, subrayadas por balas de 9 mm, él y algunos amigos escaparon a la cercana Siria.
Después de cuatro meses allí, su familia le advirtió que no volviera.
Manteniéndose a flote gracias a los ahorros de su trabajo con el gobierno de EEUU, se movió por la sociedad siria sin problemas.
Manifestó que incluso en Siria, había tratado de evitar a sus amigos por miedo a que sus vínculos anteriores con los estadounidenses pudieran despertar el interés de los servicios de inteligencia.
Después de algún tiempo, nuestro interlocutor volvió a Iraq para terminar sus estudios pero no pudo coger un vuelo porque eso habría dificultado poder pasar los exámenes finales.
Como otro de sus amigos había sido objeto de una emboscada y murió en ella, fue rodando de taxi en taxi y en transporte público, utilizando las rutas más largas.
Con ayuda estadounidense, se armó y consiguió la licencia para llevar una pistola, lo cual era un peligro en sí mismo porque la autorización estaba escrita en árabe y en inglés, lo cual servía de advertencia a cualquiera que le parara de que estaba vinculado con las autoridades ocupantes.
“No es fácil hablar claro”
Como nuestra primera entrevistada, este caballero decidió hablar claro porque, como señaló, “¡Ya basta!”.
La gente de fuera de Iraq tiene que conocer las consecuencias de la guerra de agresión y la gente de fuera de Iraq debe empezar a darse cuenta de la intensidad del sufrimiento iraquí.
Nos dijo que sus riesgos han terminado pero que la agonía de su familia y de otros prosigue aún, que todo el mundo está aún en peligro.
Dijo que no puede ir a casa a visitar a su gente y también que los iraquíes siguen aún muriendo en cifras intolerables.
¿Y qué pasa con los otros?
¿Con Siria, Jordania, Israel y los Estados Unidos?
En un intento de ser justos y equitativos, llamamos a las Embajadas de Siria, Jordania, Israel, así como al Departamento de Estado de EEUU, solicitando sus comentarios sobre la crisis de refugiados.
Como cabía esperar, el portavoz de la Embajada siria, reflejando el honesto enfoque de su Embajador ante la crisis de refugiados, fue más abierto, accesible y explicativo.
La Embajada jordana pidió que se le hicieran llegar las preguntas por escrito y, hasta la fecha, no ha respondido a las que le enviamos por email.
La Sección Política de la Embajada de Israel nos envió un teléfono, que no funciona, de su Oficina de Asuntos Públicos. Y un funcionario del Departamento de Estado de EEUU, hablando bajo anonimato, nos dijo que los refugiados en Siria y Jordania eran muchos menos de los que nosotros pensábamos y que EEUU ha aumentado mucho el número de los que estaba dispuesto a acoger, desde 1.500 en el año fiscal de 2007, a 13.000 para el de 2008, con planes de llegar hasta los 17.000 en el año fiscal de 2009.
Siria
Ahmed Salkini, el portavoz de prensa de la Embajada siria, nos dijo que la crisis humanitaria es impresionante y la respuesta estadounidense ante la misma casi incomprensible.
Hay más de 1,5 millones de refugiados iraquíes en Siria (el 8% de la población siria, arracimados en Damasco y alrededores), con alrededor de 500.000 más en Jordania.
Dijo que la Administración Bush no había mostrado sino apatía hacia el problema (que sería comparable en EEUU a la afluencia de 24 millones de personas, justo algo menos que toda la gente que vive en Canadá).
Con Bush, el gobierno de EEUU se había quedado sencillamente de brazos cruzados o había intentado ignorar la tragedia. Confiaba en que el Presidente Obama adoptara otra actitud sobre la cuestión.
El Sr. Salkini señaló que, en relación con la cuestión, había objetivos a corto y largo plazo, primero que los refugiados pudieran regresar a sus hogares, y lo más urgente era abordar de forma inmediata la angustia de los iraquíes en su patria y fuera de ella proporcionándoles atención sanitaria, trabajo, vivienda, etc., utilizando para ello recursos internacionales y gubernamentales.
El portavoz de la Embajada señaló que el gobierno sirio había subvencionado en gran medida a los refugiados pagando los servicios sanitarios, la educación y la seguridad, añadiendo que en su país no había muerto ningún refugiado a causa de la violencia sectaria.
El Sr. Salkini observó que Siria, por desgracia, estaba empezando a imponer una cuota a los refugiados iraquíes, cambiando su anteriormente abierta política de visados.
En el pasado, dijo, ningún árabe necesitó visado.
Pero ahora, se conceden visados a los iraquíes estudiando caso por caso, con el criterio de favorecer a los que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, incluidos los que están recogidos en las listas de, por ejemplo, el ACNUR y las personas cuya admisión ayuda tanto a Siria como a los iraquíes, como en los casos de empresarios y hombres de negocios que podían allí establecer sus propias empresas.
Con un desempleo que llega en Damasco al 10-12%, nuestro contacto señaló que una política abierta que admitiera a todos los refugiados iraquíes añadiría más dificultades a una economía ya en peligro.
Cuando se le preguntó si la política estadounidense hacia los refugiados trataba de debilitar a Siria, el portavoz de la Embajada afirmó que la Administración Bush era muy consciente de la carga que le había caído a su país, y que en lugar de nombrar a individuos eficaces para abordar la situación, la Casa Blanca envió a un equipo de amateurs como la ex política de Maryland, Ellen Sauerbrey, que fue elegida como Subsecretaria de Estado para las Poblaciones, Refugiados y Emigración.
(En función de ese puesto, Sauerbrey tuvo la responsabilidad esencial de lo mal que se abordó la crisis de los refugiados iraquíes, haciendo prácticamente nada por las víctimas de la guerra de EEUU)
Ni Bush ni Sauerbrey reconocieron explícitamente todo lo que Siria había hecho por los exiliados, dijo el Sr. Salkini.
El Sr. Salkini quería mirar hacia el futuro y no hacia atrás, confiando en que el Presidente Obama comprendería que una parte de la cuestión es responsabilidad de Iraq y el resto de EEUU.
El Departamento de Estado
Como se ha señalado antes, un funcionario del Departamento de Estado comentó que hay menos refugiados en Siria y en Jordania de los que aseguraba la Embajada siria o de los que se dijo en el forum “La crisis de los refugiados iraquíes” del Villanova Law School celebrado en abril de 2008 en el Club Nacional de Prensa en Washington, D.C.
El Departamento de Estado estadounidense está trabajando con asiduidad, dijo, con la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), el ACNUR y la Cruz Roja para aliviar los problemas de los refugiados en Siria y en Jordania.
Se nos dijo que EEUU prefería trabajar con agencias internacionales en vez de con los gobiernos porque generalmente las primeras estaban mejor organizadas y dirigidas.
Añadió que era fácil calcular los refugiados que volvían a Iraq pero que era complicado saber la cifra de los internamente desplazados a causa de la guerra en Mesopotamia.
Añadió que la política de EEUU se basaba en el principio de “no devolución” (derecho a no volver a un lugar donde las vidas y la libertad están amenazadas) y que el gobierno iraquí estaba tratando de persuadir a la gente para que volviera mediante la provisión de pequeños beneficios tales como trabajos, vivienda y dinero a los que así lo hicieran.
Nuestro contacto se refirió a la cuestión de los visados estadounidenses para los iraquíes que habían trabajado para el ejército de EEUU, el Departamento de Estado y los contratistas en la Tierra Negra.
Lo único que se requería era haber trabajado durante un año al menos para poder tener esa opción. Por desgracia, con el visado en la mano (obtenido a través de la Sección Consular de la Embajada), la ayuda recibida en EEUU no duraba mucho tiempo, como indicó nuestro interlocutor iraquí.
Se les recibía en el aeropuerto, se les daba 400$ y se les proporcionaba algunos consejos básicos. A diferencia de Suecia, dijo, donde los refugiados iraquíes disfrutaban de dos años de apoyo y asistencia.
La ayuda del departamento de Estado de EEUU se extendía a sesenta días, después se pasaba a la competencia de los servicios sociales.
Cuando preguntamos si había una política israelí que trataba de desestabilizar Siria influyendo sobre el gobierno estadounidense para que retuviera la ayuda a los refugiados, el funcionario del Departamento de Estado rechazó esa idea, añadiendo que EEUU quería ayudar a la gente que había trabajado con su gobierno, como era el caso de los traductores así como ciertas gentes de algunas categorías especiales, como los católicos caldeos.
El Departamento de Estado proporcionaba 150 millones de dólares al año para la ayuda a los refugiados iraquíes (ocupándose USAID de los internamente desplazados).
El presupuesto estadounidense para los refugiados a nivel mundial, dijo, alcanzaba sólo los 1.000 millones de dólares. Hasta este momento, EEUU se había ocupado de reasentar a somalíes y birmanos.
Ahora, los iraquíes habían pasado a primera plana.
La política estadounidense para con los iraquíes, comentó, es concentrar la ayuda en los que menos posibilidades tienen de volver así como en los más vulnerables.
Pero, continuó el portavoz, el número de controles de seguridad y de identidades recién implantado tiende a ralentizar las cosas, especialmente en el “mundo posterior al 11-S”.
El portavoz del Departamento de Estado negó que la crisis de refugiados iraquíes se estuviera equiparando al “problema” palestino porque no era una lucha por la tierra.
La comparó con Vietnam, donde Malasia, Singapur y otras naciones del Sureste Asiático permitieron que entrara en su territorio una riada de refugiados porque EEUU les había prometido que iba finalmente a aceptarles.
Señalando que Siria ha demostrado haber sido generosa con la población de refugiados iraquíes, el portavoz del Departamento de Estado dijo que, a pesar de las frías relaciones anteriores, no está habiendo problemas en entrar en el país y hablar con los refugiados.
Finalmente, el funcionario nos dijo que no esperaba que se ampliara mucho la cifra de refugiados iraquíes que EEUU iba a admitir.
Hay un tope de 70.000 visados para refugiados de todo el mundo y conceder más visados a los refugiados iraquíes iría en detrimento de otras nacionalidades.
Dijo que la carga de la ayuda a los iraquíes recae en Siria y en Jordania.
En cambio, Michele Pistone, Profesora de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad de Villanova y Directora de su Clínica para Asilo y Refugiados y Servicios a los Emigrantes, confía en que el Presidente Obama cambie esa situación.
Dijo que no está lastrado por los errores de las políticas estadounidenses del pasado, añadiendo que la cuestión de los refugiados va muy a menudo demasiado unida a la política, como ocurrió tras la guerra de Vietnam, donde reasentar a cientos de miles de refugiados formó parte de la retirada de EEUU de esa nación devastada por las fuerzas armadas estadounidenses.
Conclusión
Estados Unidos es un estado fallido. Después de cinco años de guerra en beneficio de los capitalistas y de Israel, EEUU es todavía incapaz no está dispuesto a reconocer la derrota y retirar sus guardias de asalto de la Tiera Negra en treinta días.
(Le llevó sólo diecinueve días llegar a Bagdad)
Peor aún, EEUU sigue siendo incapaz, o no está dispuesto, de reconocer todo el daño que ha perpetrado en Iraq, en su infraestructura y en su pueblo.
El 15% de la población iraquí son refugiados y personas permanentemente desplazadas.
Para situar estas cifras en contexto, el 15% de la población estadounidense serían 45 millones de ciudadanos, imaginen si un grupo de personas mayor que la población de Canadá, más de la mitad de la población de Alemania, o las dos terceras partes de la población de Francia, o las dos terceras partes de la población del Reino Unido se hubieran quedado sin hogar a causa de la guerra.
El portavoz del Departamento de Estado acierta.
No se va a hacer nada con los refugiados iraquíes y ciudadanos internamente desplazados (ni con el flujo de refugiados afganos consecuencia de la escalada del conflicto allí preparada por Barack Obama).
Si sólo a los iraquíes (y no ya a los afganos) EEUU les diera los 70.000 visados de refugiados de que dispone al año, llevaría cincuenta y siete años traerlos a EEUU, casi tanto tiempo como se ha mantenido a los palestinos en los campos de concentración israelíes.
Los versos finales de Ozymandias de Percy Bysshe Shelley resultan los más apropiados aquí:
Nada permanece.
Alrededor de las ruinas de ese colosal naufragio, infinitas y desnudas se extienden las arenas lisas y solitarias.
Nota de la Traductora:
[*] Se refiere a un relato de la tradición popular que se ha convertido en una metáfora de enconadas rivalidades.
Véase: Hatfield-McCoy feud en Wikipedia
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Pese al cambio de gobierno en Estados Unidos, pese al alardeado aumento de la seguridad, a la propaganda sobre el retorno de los refugiados, a la celebración de unas nuevas elecciones, esta vez locales, gestionadas a su antojo por las autoridades colaboracionistas, y pese a la farsa de un gobierno tutelado, la única verdad para el pueblo iraquí es el tremendo sufrimiento que sigue padeciendo aún a día de hoy; la única verdad para el pueblo iraquí es la imposibilidad de tener las necesidades básicas cubiertas, el terror constante a los asesinatos indiscriminados, los secuestros, las redadas y los ataques militares contra la población, propiciados tanto por las milicias sectarias, alentadas desde el propio gobierno, como por la Ocupación, y la división sectaria de la sociedad.
La única verdad, finalmente, es que la guerra y la ocupación continúan arrasando Iraq y a su pueblo y que la violencia, lejos de disminuir, ha vuelto a sufrir un incremento en este último mes de febrero, con al menos 258 personas muertas, lo que supone un aumento de la mortalidad por causas violentas del 35 por ciento respecto al mes anterior (en enero de 2009 se produjeron 211 víctimas mortales).
No hay que olvidar que los datos de muerte en 2008 son escalofriantes: 6.772 iraquíes asesinados. [1]
Tras seis años de ocupación, y mientras se aclama a Obama desde todos los rincones del mundo por su decisión de cerrar la infamia de Guantánamo, en Iraq sigue habiendo un número desconocido de desaparecidos y un número no confirmado de detenidos en cárceles estadounidenses en territorio iraquí.
Los últimos datos fiables de los que se dispone [2008] indican una cifra de 24.000 detenidos bajo custodia estadounidense y de más de 96.000 detenidos bajo custodia de las autoridades colaboracionistas iraquíes que el propio gobierno iraquí reconoció en junio de 2008. [2]
Además, se calcula que el 60 por ciento de los detenidos han sufrido torturas, abusos o maltrato físico o psicológico.
El Acuerdo bilateral de seguridad exige la entrega a las autoridades iraquíes de 14.700 presos bajo custodia estadounidense al término de 2009 [3], sin embargo aún se desconoce cuándo ésta se hará efectiva, pues está pendiente de la creación de comisiones mixtas para la aplicación del Acuerdo, a pesar de que desde del 1 de enero de 2009 las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sobe las que se apoya la ocupación han expirado, lo que obliga a liberar o entregar a las autoridades iraquíes a todos los presos que mantiene encarcelados sin acusación alguna. [4]
En seis años, la ocupación de Iraq ha causado aproximadamente un millón trescientos mil muertos [5]; una población refugiada de más de cinco millones de ciudadanos, tanto en el interior como en el exterior [6]; más de 300 profesores de todas las universidades del país asesinados [7]; se calcula que más de 2000 médicos han sido asesinados y que el 70 por ciento de los médicos iraquíes se han visto obligados a huir debido a las amenazas de muerte o de secuestro, mientras los pocos que aún permanecen en el país viven aterrorizados y, con frecuencia, encerrados en sus casas– [8]; la persecución y el asesinato de homosexuales, lesbianas y transexuales continúa a día de hoy, debido a la vigencia de la fatwa lanzada en 2005 por el ayatolá al-Sistani, cuyos designios ejecutan las fuerzas de seguridad del Ministerio del Interior, muchos de cuyos miembros son componentes de las milicias del Badr, financiadas por Irán. [9]
Iraq ha visto arrasado su patrimonio artístico y cultural a tan gran escala [10] que la recuperación es de todo punto imposible. La reapertura del Museo Nacional de Iraq el pasado mes de febrero –con la oposición, cuando no con el boicot, de expertos y responsables−, y sólo para investigadores y grupos especializados, ya que las fuerzas de seguridad no son capaces de garantizar la seguridad del recinto, pone más de manifiesto, si cabe, la brutalidad del saqueo y del pillaje llevado a cabo en 2003 con el beneplácito de las tropas estadounidenses para abastecer la avaricia del mercado internacional de piezas de arte (no en vano sólo se han recuperado unas 5.500 de las alrededor de 15.000 obras robadas [11], de las cuales cerca de 1.100 se encontraban en Estados Unidos).
El desmantelamiento de la estructura productiva de Iraq y la introducción salvaje de la economía de mercado, que privatiza la agricultura, la industria y los servicios, junto con la imposibilidad de que el pueblo de Iraq se beneficie de su principal recurso, el petróleo, ha significado una flagrante violación del derecho internacional y la privación de derechos básicos de la población iraquí. [12]
La retirada de las tropas
El número de tropas en Iraq alcanza la cifra de 152.000 [13] (sin contar con los denominados ‘contratistas’, eufemismo que denomina a los mercenarios a sueldo de Estados Unidos).
El juego de declaraciones del nuevo gobierno estadounidenses sobre la reducción de efectivos en Iraq deja entrever el mantenimiento de la estrategia fijada en el Acuerdo de seguridad bilateral firmado por George Bush, es decir, la retirada a las bases que se están construyendo con la finalidad de su permanencia indefinida en el país, para traspasar a mercenarios y tropas iraquíes colaboracionistas el grueso de la actividad armada. Dicho Acuerdo dispone de los mecanismos necesarios para alargar la presencia estadounidense más allá de la fecha fijada para la retirada total de las tropas a finales de 2011.
El inicio de retirada de tropas se llevará a cabo con la única finalidad de poder desplegar las ya anunciadas 17.000 tropas en Afganistán. [14]
Obama sólo retirará de Iraq una brigada al mes, lo que implica que la retirada, que no será total en ningún caso, no se llevará a cabo en un plazo de 16 meses, tal y como prometió en su campaña electoral. [15]
Se trata de unas previsiones que ya nadie cree, y la propia cadena ultraderechista News Fox no ha mostrado reparo alguno en anunciar que hay indicios de que la retirada pueda llevarse a cabo en un plazo de 23 meses. [16]
El anuncio mediático de la salida de tropas estadounidenses en agosto de 2010 oculta el hecho de que entre 35.000 y 50.000 tropas –la cifra que más se aproxima a la realidad parece ser ésta última– permanecerán en Iraq, tras la salida del grueso de las tropas, para “asesorar y entrenar a las fuerzas de seguridad iraquíes y para proteger los intereses estadounidenses”, según declaraciones de altos mandos militares a Associated Press [17], lo que no es sino la última esperanza de Estados Unidos para alcanzar su pretensión de rentabilizar la “inversión” hecha en la guerra y ocupación de Iraq, es decir, los miles de millones de dólares robados a sus contribuyentes para perpetrar este genocidio, pese a que sabe que su proyecto militar está, como lo estaba desde el mismo inicio de la ocupación, destinado al fracaso más estrepitoso.
Nuestro más firme apoyo al pueblo iraquí y a su legítima resistencia
El pueblo iraquí y su legítima resistencia, que aún en su terrible sufrimiento ha manifestado su apoyo a la causa hermana del pueblo palestino, no puede quedar al margen de la solidaridad internacional. Ha sido la resistencia, tanto armada como civil, la que durante estos seis años ha combatido el proyecto neocolonialista de Estados Unidos en Iraq y quien, en última instancia, lo ha desbaratado. No podemos olvidar que la batalla que se libra en Iraq no es sino la lucha contra el imperialismo estadounidense y su aliado en la región, Israel.
Por todo ello, la CEOSI, junto con las organizaciones de EEUU y Europa que integran la Red Internacional Anti-Ocupación de Iraq (IAON en sus siglas en inglés) considera esencial que el movimiento mundial contra la guerra se movilice y:
- Exija la retirada de las tropas ocupantes de forma inmediata y total e impida por todos los medios que permanezca en Iraq un solo ocupante, militar o civil, así como el fin del proceso político y de todas las instituciones creadas por la ocupación y, consecuentemente, la derogación de todas las leyes dictadas por la ocupación y sus colaboradores.
- Promueva y apoye todas aquellas iniciativas encaminadas a juzgar en los órganos pertinentes a todos los culpables, materiales e intelectuales, del genocidio que se sigue cometiendo contra el pueblo de Iraq.
- Apoye de manera firme e inequívoca a la resistencia iraquí, único representante legítimo del pueblo soberano iraquí.
Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq
Notas:
1. Daily Start, 2 de marzo de 2009, fuente APF, 2 de marzo de 2009. Véase artículo completo aqui.
2. Al-Zaman, 23 de junio de 2008. Traducido en Boletín de Prensa Árabe, aqui.
3. Michael Christie, “Transfer of U.S. detainees to Iraq done by 2010”, Reuters AlertNet, 11 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
4. Sobre el Acuerdo bilateral de seguridad, véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo, Iraq: “El acuerdo de seguridad sobre la retirada de tropas estadounidenses”, un contrato de permanencia.
5. Desde enero de 2008, en que la empresa británica ORB realizó, junto con una institución iraquí independiente (IIACSS), un estudio sobre mortalidad en Iraq, no se conocen estudios actualizados. Este estudio vino a sancionar el realizado por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (EEUU), publicado por la prestigiosa revista médica The Lancet, por lo que esta cifra es estimativa y a la baja en base a los datos mensuales de mortalidad por causas violentas en Iraq.
6. Varea, C. “Muerte y éxodo: la ocupación y la violencia sectaria en Iraq (2003-2008)”, Iraq bajo ocupación: Destrucción de la identidad y la memoria, Ed. del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2009.
7. Sobre el asesinato de profesores, véase en IraqSolidaridad: Llamamiento internacional urgente para salvar a los profesores iraquíes y lista de adhesiones y enlaces relacionados.
8. Dahr Jamail, “Iraq: Doctors in Hiding Treat as They Can”, IPS, 21 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
9. Peter Tatchell, “Iraq's queer underground railroad”, The Guardian, 25 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
10. Sobre la destrucción cultural en Iraq véase los capítulos XX (Zoilo y Baez) Iraq bajo ocupación: Destrucción de la identidad y la memoria, Ed. del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2009.
11. Martin Chulov, “Symbol of hope as Iraq's looted and gutted national museum reopens”, The Guardian, 24 de febrero de 2009. Véase artículo completo en inglés aqui.
12. Conclusiones del Tribunal Internacional de Iraq Barcelona-2005. Véanse las conclusiones completas en IraqSolidaridad aqui.
13. “US Forces Order of Battle”, GlobalSecurity, 26 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
14. Helen Cooper, “Putting Stamp on Afghan War, Obama Will Send 17,000 Troops”, The New York Times, 17 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
15. Pamela Hess y Anne Gearan, “US Troops To Leave Iraq By August 2010: Officials”, AP, 25 de febrero de 2009. Véase artículo completo en inglés aqui.
16. White House Weighing 23-Month Iraq Withdrawal Plan, 6 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
17. Jennifer Loven, “Obama's balancing act on Iraq withdrawal strategy”, AP, 26 de febrero de 2009, véase artículo completo en inglés aqui.
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IraqSolidaridad
Este aniversario es trágico al tiempo que infame. Marca el inicio de una guerra de agresión basada en mentiras. Emprendida en nombre de "liberar" al pueblo iraquí, ha infligido una catástrofe de dimensiones históricas mundiales a su país y constituye el mayor crimen contra la humanidad del siglo XXI.
Según los cálculos más fiables, en seis años la guerra en Iraq ha causado la muerte de más de un millón de iraquíes y ha dejado una cantidad incalculable de heridos o discapacitados. Casi cinco millones de personas han sido expulsadas de sus hogares, bien obligadas al exilio bien desplazadas dentro de Iraq por la represión estadounidense y la violencia sectaria.
El gobierno y los medios de comunicación estadounidenses han ensalzado la situación de "mejora de la seguridad" en Iraq y la "vuelta a la normalidad". Semejantes afirmaciones sólo pueden hacerse en comparación con la masacre que se estaba produciendo antes.
Sólo en la semana pasada se ha sabido de los siguientes incidentes:
• El 16 de marzo una niña iraquí de 12 que iba en un coche con su padre murió cuando soldados estadounidenses dispararon contra el coche mientras se acercaba a ellos cerca de la ciudad norteña de Mosul.
• El 15 de marzo el ejercito estadounidense mató a tiros a una mujer en una redada en el distrito de Hamdan al oeste de Mosul.
• El 13 de marzo los soldados estadounidense mataron a dos agricultores en el distrito de Jallam de Samarra en la provincia de Saladin. Los testigos indicaron a la prensa iraquí que los soldados habían disparado sin que hubiera habido provocación alguna.
Decenas de otras personas murieron en atentados con bomba y tiroteos por todo el país, muchos de ellos en relación a la guerra sectaria de baja intensidad que continúa causando estragos debido a la toma de poder estadounidense y de los intentos de Washington de dominar el país utilizando la táctica de divide y vencerás.
Y el 16 de marzo Gary L. Moore, un especialista del ejército nacido en Oklahoma hace 25 años, murió a causa de las heridas sufridas cuando su vehículo chocó contra un artefacto explosivo. Su muerte hace que ascienda a 4.259 la cifra de soldados estadounidenses que han perdido la vida en esta sucia guerra colonial.
Un estudio reciente hecho entre las mujeres iraquíes por el grupo de ayuda Oxfam ofrece un panorama de cómo la guerra estadounidense ha hecho retroceder de manera brutal a toda una sociedad.
• Más del 55% de las mujeres afirmaron haber sido víctima de la violencia desde 2003 y el 30% afirmó que miembros de su familia habían padecido una muerte violenta. También el 55% afirmó haber sido obligada a abandonar su casa al menos una vez desde 2003.
• Casi el 25% afirmó no tener acceso diario a agua corriente y la mitad de las que tenían acceso afirmaron que el agua no era potable.
• Un tercio de las mujeres afirmó tener electricidad tres horas al día o menos, mientras que dos tercios tenía seis o menos horas. Un 80% afirmó que el acceso era el mismo o peor que el año pasado.
• Un 40% afirmó que sus hijos no estaban yendo a colegio.
Los esfuerzos de reconstrucción estadounidense han tenido pocos resultados, si no ninguno, para los iraquíes y en cambio han servido como una vasta arena para la corrupción y ha proporcionado miles de millones de dólares en beneficios a contratistas relacionados políticamente y fortunas a desfalcadores. Como reconoció en una reciente entrevista para la televisión Stuart Bowen, el inspector general de la reconstrucción iraquí, "32.000 millones de dólares después, no tenemos ni idea de qué ha ocurrido con este dinero".
Mientras tanto, casi 30.000 iraquíes continúan detenidos, la mayoría de ellos sin cargos, en prisiones estadounidenses e iraquíes, donde se sigue torturando.
La mayoría del pueblo estadounidense se opone a esta guerra. A pesar de la incesante propaganda del gobierno y de los medios de comunicación, el pueblo estadounidense ha llegado a la conclusión de que fue un acto depredador basado en mentiras. Sin embargo, sus repetidos intentos de ponerle fin por medio de las urnas han resultado ser inútiles, incluyendo la elección del Barack Obama como presidente el pasado mes de noviembre.
Durante la campaña Obama adoptó la postura de un oponente a la guerra y criticó a su rival para la nominación demócrata, Hillary Clinton, porque había votado a favor de autorizar la invasión. Una vez que Obama asumió el cargo, mantuvo a todos aquellos que habían dirigido esta guerra —al secretario de Defensa Robert Gates, al jefe del mando central general David Petraeus y al comandante de la ocupación de Iraq general Raymond Odierno—mientras que nombraba a Clinton secretaria de Estado.
La llamada retirada de Obama prevé que decenas de miles de soldados estadounidenses continúen ocupando Iraq en los próximos años y existen indicios cada vez mayores de que ni siquiera se cumplirá el limitado acuerdo de retirada según el pacto del estatuto de las fuerzas firmado con el gobierno títere de Maliki en Bagdad. El propio Maliki declaró esta semana que a pesar de que junio es la fecha límite para la retirada de las tropas de combate estadounidenses de las ciudades iraquíes, ninguna de ellas se sacará de ningunas de las ciudades en las que siguen siendo una posibilidad de conflicto.
A medida que se van retirando tropas de Iraq van siendo enviadas a Afganistán, donde la administración Obama está emprendiendo una importante escalada.
El objetivo de ambas guerras—que se iniciaron con el falso pretexto de la "guerra contra el terrorismo"—es establecer el dominio estadounidense sobre regiones del mundo ricas en petróleo y gas para asegurarse una ventaja sobre sus rivales económicos. Ambas tiene su origen en el histórico declive del capitalismo estadounidense, que ahora se expresa en la crisis económica más profunda desde los años treinta. Al perder Estados Unidos su preeminencia como centro industrial del mundo, la elite dirigente estadounidense se ha vuelto cada vez más hacia el parasitismo financiero por una parte y el militarismo por otra en un intento de mantener su posición hegemónica.
Justo dos meses después de asumir el cargo, Obama ha revelado ser el testaferro de los militares y de Wall Street, mientras que las aspiraciones de millones de personas que acudieron a las urnas para votar en contra de la guerra han sido rechazadas. Este es el degenerado Estados Unidos del sistema capitalista bipartidista.
La lucha para acabar con la guerra es una cuestión de clase, inseparablemente unida a la lucha contra el sistema capitalista del beneficio que da lugar al militarismo. Esta lucha requiere la movilización política independiente de la clase trabajadora basada en un programa socialista e internacionalista, que incluya la exigencia de la retirada inmediata de las tropas estadounidenses de Iraq y Afganistán y el que se impute la responsabilidad de sus crímenes a aquellos que conspiraron para iniciar estas guerras de agresión.
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Bill Van Auken
La Coalición ANSWER (Act Now to Stop War and End Racism) indicó que más de 10.000 personas marcharon hacia el Pentágono y corporaciones en Virginia como Boeing, Lockheed Martin, General Dynamics y KBR, que los manifestantes calificaron de "mercaderes de la muerte".
"Esta fue una protesta significativa ya que es la primera desde que (el ahora ex presidente George) Bush dejó el poder. Fue importante porque esperamos que (el presidente Barack) Obama ponga fin a la ocupación de Iraq", dijo el coordinador nacional de la coalición Brian Becker.
"Bush se fue, pero la ocupación de Iraq continúa, la guerra en Afganistán está escalando y el pueblo palestino está viviendo en un estado de sitio".
Los manifestantes, que marcharon durante cuatro horas y media, incluyeron veteranos de guerra de Iraq y Afganistán, miembros de comunidades árabes y musulmanas locales, estudiantes y sindicalistas. Portaban pancartas que decían: "Ocupación es un crimen", "Traigan las tropas a casa ahora", "Necesitamos empleos y escuelas, no guerra", entre otros.
Asimismo, llevaban ataúdes simbólicos cubiertos por banderas, y dejaron 160 de ellos frente a cuatro oficinas de contratistas en el área de defensa en Virginia, relató Becker.
Protestas similares en Los Angeles y San Francisco reunieron unas 4.000 personas cada una, según la coalición ANSWER.
Policía antimotines armada con balas de goma y gases lacrimógenes estuvo en alerta en las tres ciudades. No se produjeron arrestos en Washington, pero los manifestantes afirmaron que fueron atacados varias veces en San Francisco.
"Vemos ahora que Obama tiene la intención de mantener la ocupación otros tres años en Iraq y se está produciendo una escalada en la guerra en Afganistán. Pareciera que estamos empezando con todo de nuevo. No queremos esa invasión criminal", indicó Becker.
El 27 de febrero, Obama anunció que retirará la mayor cantidad de tropas de combate estadounidenses de Iraq para fines de agosto de 2010, pero mantendrá miles de soldados para apoyar y entrenar fuerzas iraquíes.
Actualmente, más de 140.000 soldados estadounidenses están desplegados en Iraq. Obama planea mantener entre 35.000 y 50.000 para ayudar a entrenar y equipar a los iraquíes, además de participar en misiones antiterroristas especiales.
Desde la invasión de Iraq en marzo de 2003, murieron 4.260 soldados estadounidenses, según registros del Pentágono. (mas...)
Hollywood: protesta contra guerra en Irak
Cientos de personas se manifestaron hoy en las calles de Hollywood para exigir el retiro de las tropas estadounidenses de Irak, en el sexto aniversario de la invasión a ese país.
Los manifestantes hicieron una representación de las víctimas iraquíes de los bombardeos, mientras otros portaban pancartas con leyendas "la guerra no es la respuesta".
La movilización fue convocada la coalición Fin a la Guerra y al Racismo, a la que asistieron ex combatientes de otros conflictos bélicos, la activista Cindy Sheehan y el escritor y director, ganador del premio Oscar, Paul Haggis. (mas...)
Los manifestantes, que pedían la liberación de los presos vinculados a Al Sadr, detenidos en cárceles supervisadas por el Ejército estadounidense e iraquí, quemaron durante las marchas banderas de Estados Unidos y enarbolaron retratos de su líder Al Sadr y enseñas iraquíes.
Al Sadr es uno de los más acérrimos enemigos de la presencia estadounidense en Iraq y no es la primera vez que sus seguidores se manifiestan para expresar sus reivindicaciones.
Por su parte, Alfredo Jalife, columnista del Diario La Jornada, México, manifestó en declaraciones a TeleSUR que a seis años de haberse iniciado la invasión militar estadounidense a Iraq, lo que impera es un silencio, pues señaló que "Nadie habla de los casi dos millones de muertos", que arrojó la acción bélica.
Estados Unidos, sin el consentimiento de la Organización de Naciones Unidas, invadió iraq para derrocar a Saddam Hussein bajo el pretexto de la existencia de armas de destrucción masiva en ese país. Seis años después, la nación árabe se encuentra devastada y sin un liderazgo político que garantice la paz de sus habitantes.
La invasión estadounidense inició el 20 de marzo de 2003 y según la Organización No Gubernamental Body Count, durante el conflicto, cerca de 91 mil iraquíes han perdido la vida. Otras fuentes hablan de cerca de un millón de muertos y mas de 4 millones de desplazados o emigrados.
Por su parte, el pentágono ha admitido hasta ahora la muerte de 4 mil 250 soldados estadounidenses.
Washington además afirma que la situación de Iraq ha mejorado significativamente en los últimos dos años. En el 2007 se registraron 17 mil 430 iraquíes muertos y en el 2008, la cifra fue de 6 mil 772 y en lo que va de 2009 es de 449 mil.
En cuanto a las consecuencias de la invasión, el columnista del Diario La Jornada Alfredo Jalife, indicó en entrevista exclusiva a TeleSUR que su resultado fue que "la seguridad del mundo está peor, la lucha contra el terrorismo global, el montaje hollibudense para invadir a Iraq se cayó, (...) ".
Además dijo que otro de los resultados de la Guerra fue que "China, Rusia Latinoamerica, sobretodo Suramérica, África , los países árabes y gran parte de los grandes de la Unión Europea, pues se dieron cuenta que era un montaje hollybudense para llevarse el petroleo de Iraq".
Un estudiante, quien sólo se identificó como Putu, declaró que "no ha detenido nada de lo que pasaba con Bush", agregando que "cuando fui a Indonesia, el país de origen de mi madre, la gente me miró de alguna manera con desprecio y se burló de nuestro gobierno".
La protesta es promovida por la organización "el Mundo no puede esperar", y se lleva a cabo anualmente desde el inicio de la guerra, hace seis años. Su presidenta nacional, Debra Sweet, hizo un llamado al gobierno estadounidense para retirar sus bases militares permanentes y a sus consejeros de Irak, así como a no extender su ocupación en Afganistán.
Añadió que "la ocupación de Irak debe terminar hoy" y que "deben retirar todas sus tropas y dejar de amenazar Pakistán aún más", también criticó que Estados Unidos (EEUU) esté piloteando aviones teledirigidos en este país, provocando la muerte de civiles.
"Esto es intolerable en el nombre del pueblo estadounidense", agregó Sweet.
Sunsara Taylor, escritora antibélica, declaró a Xinhua que "debe ser la propia gente quien tome responsabilidad y dejar de esperar a los gobernantes imperialistasta".
"Son los manifestantes en las calles de este país y alrededor del mundo, en China, en India, donde quieran que estén, la gente debe ir a las embajadas estadounidenses" para protestar y exigir a EEUU que deje de cometer nuevos crímenes.
Taylor, quien también habló a la muchedumbre durante el mítin, antes de que se dirigieran a Times Square, dijo que "Barack Obama no está poniendo fin a esta guerra".
Algunos de los manifestantes se mantuvieron fuera del Centro de Carrera de las Fuerzas Armadas sobre las 17:00 hora local (2200 GMT), algunos llevaban pancartas en donde se leía "¡detengan la ocupación y la tortura del imperio!, ¡el Mundo no puede esperar!".
Otros estaban vestidos con atuendos negros y máscaras blacas con aspecto fantasmagórico, mientras sostenían solemnemente pancartas que enlistaban el número de ciudadanos que han muerto en ambos países devastados por la guerra.
En vísperas del sexto aniversario de la invasión estadounidense en Irak, otros eventos que buscan el fin de las guerras alrededor de varias partes de la ciudad.
Durante la tarde del mismo día, alguna gente antibélica realizó una vigilia silenciosa en la Zona Cero, el lugar donde se ubicaba el World Trade Center en la ciudad de Nueva York, el cual fue destruído en los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Julie Galant, organizadora del evento, instó al gobierno estadounidense a pensar más en los beneficios del pueblo y a dejar de cometer nuevos crímenes en otras partes del Mundo.
(Xinhua)
Algunos detenidos han estado presos sin juicio durante casi 6 años –bajo una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que expiró el 31 de diciembre- lo que suscita la indignación de los iraquíes y de los defensores de derechos humanos.
Pero bajo los términos de un pacto bilateral que entró en vigor el 1º de enero, Washington accedió a que todos los detenidos fueran o bien transferidos a la custodia iraquí bajo garantías o puestos en libertad.
De los que todavía están presos, Quantock afirmó que “hay 6.000 o 7.000 que consideramos detenidos peligrosos. El gobierno puede recurrir a la inteligencia para ayudar a construir casos”.
“Creemos que para mediados del verano, llevaremos a esos individuos ante un tribunal iraquí”, afirmó.
Cada caso sería revisado por un juez de investigación, que decidiría si lo libera o lo mantiene preso bajo garantías.
El proceso de liberar a los detenidos ha tardado mucho en arrancar, y ha causado fricciones entre el gobierno iraquí dirigido por los chiíes y la minoría suní, quienes organizaron el grueso de la resistencia contra la ocupación estadounidense, y ahora integran la mayor parte de los presos.
Quantock afirmó que 2.100 detenidos ya han sido liberados este año porque no existían suficientes evidencias para acusarlos.
Anticipó que el ejército estadounidense podría cerrar próximamente Camp Bucca, una lóbrega prisión en el desierto, en la frontera con Kuwait, “una vez que la población encarcelada esté por debajo de las 8.000 personas”. Los detenidos de Camp Bucca serían transferidos a Taji, al norte de Bagdad.
Quantock afirmó que no se transferiría a ningún detenido a la policía iraquí, a menos que existan garantías válidas de arresto contra ellos, refiriéndose a preocupaciones expresadas por grupos de derechos humanos, que alegan que “podrían ser torturados o maltratados bajo la custodia iraquí”. Pero dependerá del gobierno iraquí decidir si los liberados deben ser compensados, afirmó.
Debido al uso de munición de uranio empobrecido por parte de la ocupación ha aumentado drásticamente el número de casos de cáncer y de abortos naturales. Según un reciente informe de Oxfam, la situación de las mujeres de absolutamente preocupante. El estudio afirma que a pesar de los optimistas comunicados publicados en la prensa, la situación de las mujeres se sigue deteriorando.
Siguen sin haber los artículos más elementales. En enormes partes de la población el acceso al agua potable es un problema y la electricidad sólo funciona entre tres y seis horas al día, y ello en un Estado que una vez fue una nación de ingenieros. Más de cuatro de cada diez iraquíes viven bajo el umbral de pobreza y el paro es inmenso (28.1% de la población activa). Además de 26 cárceles oficiales, hay unas 600 secretas. Según el Sindicato Iraquí de Presos Políticos, más de 400.000 iraquíes han sido detenidos desde 2003, de los cuales 6.500 son menores y 10.000 mujeres. La tortura se practica a gran escala y cerca de un 87% de los presos continúan detenidos sin cargos. La corrupción es inmensa: según Transparencia Internacional, Iraq es, tras Somalia y Myanmar, el país más corrupto del mundo. El departamento de Asuntos Exteriores estadounidense califica a Iraq de “Estado fallido”. Esto lo simboliza el hecho de que Iraq, un Estado que tiene las terceras reservas mundiales más grandes de petróleo, tiene que importar a gran escala petróleo refinado.
Las autoridades están a punto de hacer concesiones petrolíferas por 25 años a compañías internacionales (incluyendo europeas), a pesar de que carecen del mandato o de la autoridad legal para hacerlo. En vez de que se paguen a Iraq reparaciones por la descomunal destrucción producida en las infraestructuras del país, que suponen miles de millones de pérdidas en ingresos del petróleo, Iraq está de nuevo a punto de ser robado. Se está produciendo una limpieza étnica a gran escala contra los turcomanos, cristianos, asirios y chebaques. Kirkuk está siendo “kurdizado” por medio de una migración masivas y de asentamientos ilegales (inspirados en Israel) y se está falsificando su historia.
Estos datos, avalados por numerosos informes, estuvieron presentes durante una sesión informativa en el Parlamento Europeo organizada por el Tribunal BRussell el 18 de marzo y presentada por especialistas iraquíes. El 19 de marzo hubo una sesión en el Parlamento belga donde tras las declaraciones del doctor Omar Al-Kubaissi, un prestigioso cardiólogo iraquí y experto en salud, un representante nacional admitió francamente que no tenía ni idea de las dimensiones del desastre humanitario. ¿Quién puede culparlo? En la prensa europea hemos oído poco o nada referente a este desastre humanitario. En los periódicos se habla de las elecciones, de alguna bomba ocasional, del proceso político, de los positivos resultados de la “oleada” [de tropas], etc., pero prácticamente nada referente al sufrimiento del pueblo iraquí. Nos hemos dormido y nos consolamos: Obama retirar a las tropas estadounidense, por consiguiente, la cuestión de Iraq está fuera de agenda.
La verdad es que queremos olvidar este desastre humanitario porque Occidente es responsable de él. Desde luego, lo son en primera y última instancia las administraciones de Bush y Blair, pero también los Países Bajos, Dinamarca, Hungría, Polonia e Italia pertenecieron a la coalición y, por lo tanto, fueron cómplices, mientras que Amberes fue un puerto de tránsito vital para la invasión. Por consiguiente, Europa también tiene una grave responsabilidad. ¿Cómo es posible que a pesar de la gran cantidad de impresionantes informes podamos ocultar el impacto de la guerra, que en un primer momento agitó a la opinión pública mundial? “Darfur” llama la atención (y correctamente) como una especie de Holocausto africano, pero los crímenes contra la humanidad a escala casi “genocida” en Iraq los barremos bajo la alfombra. Si la prensa no hace su trabajo, ¿cómo es posible llegar a la opinión pública? Tampoco los activista y políticos con buenas intenciones están a la altura. Podríamos considerar este tipo de desinformación y la indiferencia que lleva aparejada una forma de negacionismo o, cuando menos, un tipo de ignorancia moral. Wir haben es nicht gewusst, diremos. Pero, que quede esto bien claro, los pueblos de la región árabe no nos perdonarán.
Lieven De Cauter
Un portavoz del secretario de Defensa, Robert M. Gates, el teniente coronel Patrick S. Ryder, declaró el martes a IPS(1) que “algunas brigadas de ayuda y asesoramiento” formarían parte del comando estadounidense en Irak que será “re-diseñado” como “Cuartel General de las Fuerzas de Transición” a partir de agosto de 2010.
Pero, según los oficiales del ejército implicados en el proceso de planificación, “las brigadas de ayuda y asesoramiento” que seguirán en Irak pasada esa fecha, serán de hecho las mismas BCT, excepto por la incorporación de unas pocas docenas de funcionarios que llevarían a cabo misiones de asesoramiento y ayuda.
Gates ha insinuado que la retirada de las brigadas de combate se llevará a cabo por medio de un subterfugio administrativo en lugar de proceder a su retirada total. El 1 de marzo, en Meet the Press(2), Gates dijo que la “fuerza de transición tendría una misión muy diferente” y que las unidades que se queden en Irak “tendrán una caracterización muy distinta”. “Se denominarán brigadas de asesoramiento y asistencia”, afirmó Gates. “Y no brigadas de combate”.
La decisión de Obama de aceptar la propuesta del ejército de “una fuerza de transición” constituida por entre 35.000 y 50.000 soldados supone un abandono completo de su propia política de retirada de las tropas de combate y la aceptación de lo que el ejército ha querido siempre: la presencia permanente de una serie de fuerzas de combate en Irak más allá de mediados del 2010.
Responsables de Consejo Nacional de Seguridad se han negado a contestar a la pregunta de si las brigadas de combate realmente se iban quedar en Irak hasta después de 2020(3), de acuerdo con la política anunciada por Obama el 27 de febrero.
La forma utilizada en el seno del ejército para designar las unidades que constituirán una gran parte de “la fuerza de transición” no es “Brigadas de asesoramiento y asistencia” sino “Brigadas Encargadas de las Operaciones de Estabilización” [BESO, en sus siglas inglesas].
El teniente coronel Gary Tallman, portavoz del Estado Mayor Conjunto, confirmó el lunes que las BESO serán las unidades militares desplegadas en Irak como fuerzas de transición. Tallman dijo que el proceso de toma de decisiones en marcha ,que implica al CENTCOM [Mando Central de las fuerzas armadas] y al ejército está decidiendo “la composición exacta de las BESO.”
Sin embargo, durante los últimos meses, el ejército estadounidense ya ha desarrollado su perfil. El único cambio que se introduce respecto a la estructura actual, en lugar de cualquier tipo de reducción de su fuerza de combate, es la incorporación de actividades de consultoría y ayuda, Las Brigadas Combinadas de Combate están organizadas en dos o tres batallones de infantería motorizada que incluyen también todos los elementos de apoyo, incluida su propia artillería, necesaria para apoyar la totalidad de las operaciones militares.
Esos son los elementos permanentes de todas las variantes de las BCT, que no se van a modificar en la nueva versión que se desplegará como “fuerza de transición”, según los especialistas de las BCT.
Éstos afirman que el único asunto que todavía está en discusión entre los comandantes de campaña del ejército es qué incorporaciones estándar necesitará una BCT para su nueva misión.
El mayor Larry Burns, del Centro Conjunto de Armamento en Fort Leavenworth, Kansas, declaró a IPS que el Jefe de Estado Mayor del ejército, general George W. Cassey, director del Centro Combinado de Armamento, especializado en misiones militares y de formación, está trabajando en la capacitación de las BCT para llevar a cabo las misiones de asistencia y asesoramiento.
Según Burns, la diferencia esencial de las BESO respecto a las BCT es que los Grupos Militares de Transición van a trabajar directamente con unidades militares iraquíes que ya no funcionarán independientemente sino que se integrarán en las BCT.
De acuerdo con lo dicho por el mayor Robert Thornton, del Centro Conjunto para las Fuerzas de Ayuda Internacional y de Seguridad, con sede en Fort Leavenworth, ese desarrollo continuaría la tendencia ya iniciada en Irak en la que las Brigadas Combinadas de Combate han ido tomando el control operativo de forma gradual frente a los Grupos Militares de Transición independientes.
El general Martin Dempsey, comandante del Comando de Formación y formación del ejército, ha publicado una guía de planificación en la que se pide un mayor refinamiento de las BESO. Tras el trabajo posterior sobre la exigencia de personal adicional, Casey fue informado, por segunda vez en un mes en una conferencia de generales de cuatro estrellas que tuvo lugar el 18 de febrero, sobre el incremento propuesto de las BCT.
Otros nombres manejados en los últimos meses para la nueva variante, pero desechados en la práctica, dejan meridianamente claro que se trata simplemente de una BCT ligeramente ampliada. Esos nombres, según Burns, incluían entre otros los de “Brigada Combinada de Combate-Fuerzas de Seguridad y Asistencia” y “Brigada Combinada de Combate para Operaciones de Estabilidad”. El plan de despliegue de varias BCT ampliadas representa la culminación de la estrategia de “poner nuevas etiquetas” o “cambiar la misión” de las BCT en Irak, desarrolladas por los dirigentes militares estadounidenses tras el ascenso del candidato Barack Obama y su casi segura victoria en las elecciones presidenciales del pasado año.
A finales del año pasado, el general David Petraeus, el Jefe del CENTCOM y el general Ray Odierno, comandante en jefe para Irak, estaban descontentos con la promesa de Obama de retirar de Irak todas las brigadas de combate en el plazo de 16 meses. Pero a los planificadores militares rápidamente se les ocurrió la idea de cambiar el nombre del esquema como una forma de impedir la completa retirada de la Brigadas de Combate con un gobierno Obama.
El 4 de diciembre, un artículo del New York Times revelaba que los planificadores del Pentágono estaban considerando el “cambiar la denominación” de las unidades de combate estadounidenses por el de “unidades de formación y apoyo”, pero no proporcionaba más detalles. Los responsables del Pentágono estaban proyectando que al menos 70.000 soldados deberían quedarse en Irak “durante bastante tiempo, incluso hasta después de 2011”.
Ese informe sugería que la estrategia preveía el mantenimiento de la mayoría de las BCT situadas en Irak si bien con una nueva denominación que aludiera a misiones de asesoría y apoyo.
Según un informe del Times, el 15 de diciembre, en una reunión con Obama en Chicago, el secretario [de Defensa] Gates y el presidente del Estado Mayor conjunto, almirante Mike Mullen, discutieron un plan para “convertir” las tropas de combate en tropas de apoyo.
Gates y Mullen, se dice, especularon en la reunión sobre si los iraquíes permitirían que aquellas fuerzas de combate “reconvertidas” siguieran en sus ciudades y pueblos a partir del mes de junio próximo, a pesar de que el acuerdo sobre la retirada de las tropas estadounidenses, firmado en noviembre de 2008, exigía que todas las fuerzas de combate abandonaran las áreas más pobladas a finales de 2010.
Ese mismo informe sugería que Obama era bien consciente de que dejar las manos libres a Petraeus y Odierno para decidir la composición de “una fuerza de transición” de entre 35.000 y 50.000 soldados significaba que la mayoría de las brigadas de combate seguirían en Irak en lugar de retirarse, tal como él había prometido, aparentemente, a la opinión pública estadounidense el 27 de febrero.
Notas
1. N.T.: La Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS), principal fuente mundial de información sobre temas globales
2. N.T.: Encuentros con la prensa de la cadena NBC
3. Sic en el original.
Garteh Porter
Investigador histórico y periodista del Inter-Press Service, especializado en la política de seguridad nacional de EE.UU.
La edición en rústica de su último libro, Perils of Dominance: Imbalance of Power and the Road to War in Vietnam", fue publicado en 2006.
Traducido del inglés por Felisa Sastre
La Haine
La investigación busca esclarecer la muerte del periodista José Couso, ultimado por soldados estadounidenses que dispararon desde un carro de combate contra el hotel Palestina de Bagdad el 8 de abril de 2003.
Desde mayo del año pasado, el letrado pidió a ambos ex ministros que informaran sobre las explicaciones ofrecidas por el gobierno de Estados Unidos a España con respecto al ataque que acabó con la vida de Couso en Bagdad.
Las declaraciones de Trillo deben ser presentadas por escrito debido a su condición de diputado y el juez concedió la misma posibilidad a la ex canciller, pero hasta ahora ninguno ha respondido al requerimiento.
La investigación en torno al caso de Couso fue frenada el año pasado por la Audiencia Nacional al revocar una decisión de Perdaz para procesar a tres militares estadounidenses señalados como responsables de la muerte del camarógrafo.
Se trata del sargento Thomas Gibson, el teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford, miembros de la tercera división de infantería acorazada del ejército norteamericano que dispararon desde un carro de combate contra el hotel Palestina.
Al cumplirse ayer el sexto aniversario de esos hechos familiares, amigos y compañeros de Couso reclamaron ante la embajada de Estados Unidos en Madrid el esclarecimiento de lo acontecido.
«Todos los que están en contra de la ocupación deberían participar en esta manifestación», subrayó desde una tribuna el jeque Hazem al-Aaraji, un líder del movimiento sadrista.
Durante la movilización, los manifestantes exhibieron fotografías de Moqtada al-Sadr y agitaron banderas de Irak y pancartas con consignas contrarias a la ocupación y en apoyo al clérigo chií, que lidera la lucha contra la presencia estadounidense.
Requerimiento a Obama
En un comunicado leído por su colaborador Asaad al-Nasiri, Moqtada al-Sadr instó al presidente estadounidense, Barack Obama, que el martes efectuó una visita sorpresa al país, a «apoyar al pueblo iraquí y trabajar en una salida» de sus tropas.
«Pido a los manifestantes que estrechen la mano de sus hermanos de las fuerzas de seguridad», añadió el clérigo chií, casi un año después de los violentos combates que enfrentaron a su milicia, el Ejército de El-Mahdi, y a la Policía y Ejército iraquíes. Se produjeron largas colas para besar y dar la mano a los policías y soldados que vigilaban el acto.
Un muñeco de dos metros con un doble rostro del ex presidente de EEUU George W. Bush, que ordenó la invasión de Irak, y de Saddam Hussein fue quemado mientras los manifestantes pisoteaban una bandera estadounidense extendida en el suelo.
Los muros de hormigón que rodean la plaza para protegerla de las explosiones, las «T-walls», estaban cubiertos de carteles con fotografías de niños prisioneros junto a sus padres detrás de alambradas de espino y junto a las palabras «Made in USA» y de soldados de EEUU rompiendo con porras una pared de ladrillos que representaba a Irak.
Abu Ali, un funcionario de 42 años venido desde Nasiriya (sur), confía en que el presidente Obama «mantenga su promesa de retirar sus tropas de Irak». «El 9 de abril es un día negro, ya que no representa la caída de Saddam Hussein sino el comienzo de la ocupación, que es peor que la dictadura», añadió.
«He venido de Kout con otras 500 personas para manifestarme contra la ocupación, exigir la retirada de las tropas estadounidenses y llamar a la unidad del pueblo iraquí», sostuvo Raad Saghir, de 28 años.
Los manifestantes interiorizaron bien la consigna de Al-Sadr. Descendiente de una familia de líderes religiosos, el clérigo chií siempre se ha opuesto a la presencia de tropas extranjeras en su país. Sus partidarios se han enfrentado en muchas ocasiones a soldados estadounidenses en la ciudad santa de Nayaf, en Basora y en su feudo, el barrio bagdadí de Medina al-Sadr.
Muchos chiíes recibieron con alivio el comienzo, el 20 de marzo de 2003, de la operación «Iraqi Freedom» (Libertad iraquí). Sin embargo, durante los meses y los años siguientes, algunos chiíes tomaron las armas en el seno de milicias como el Ejército del Mahdi contra las tropas invasoras, que ya se enfrentaban a la insurrección suní.
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Ese mismo día, el Ministro de Diálogo Nacional de Iraq, Akram al-Hakim, aterrizó en el Cairo para reunirse con ex baasistas y ex oficiales del ejército iraquí en exilio. Había sido enviado a Egipto por el primer ministro Nuri al-Maliki para pedir a partidarios del ex presidente Sadam Husein que renunciaran a la violencia y volvieran a participar en el gobierno.
Mientras Hakim abordaba puntos críticos, como ser una amnistía general que liberaría a miles de suníes iraquíes, Obama se reunía con Maliki en al-Faw, uno de los esplendorosos palacios de propiedad de Sadam mientras dirigía el país. Los temas principales en el orden del día de Obama incluían el problema del separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán [PKK], al que había condenado como terrorista ante sus anfitriones turcos, y la retirada de 142.000 soldados estadounidenses de Iraq hasta 2011.
Coincidieron con la visita del presidente de EE.UU. dos eventos significativos en la calle iraquí. Uno fue la reducción de la sentencia de tres a un año de Muntazer al-Zaidi, el periodista iraquí que se convirtió en un héroe popular al lanzar sus zapatos al ex presidente George W Bush durante su última visita oficial a Bagdad. El arresto de Zaidi había enfurecido a iraquíes comunes –especialmente suníes– y causado masivas manifestaciones callejeras, pero ahora se espera que ya sea liberado en diciembre.
Los mismos manifestantes que llamaron en diciembre pasado a la caída de Bush parecieron hoy particularmente contentos con Obama, elogiándolo por eliminar las secuelas de la invasión de EE.UU. en 2003, un lío por el que sienten que no fue responsable, y al que se había opuesto desde el primer día. Los iraquíes de a pie lo vieron en términos mucho más simples: “Bajo Bush, Zaidi fue sentenciado a tres años, pero bajo Obama, va a salir en diciembre. Vamos por buen camino.”
Mientras sucedía todo esto, uno de los antiguos máximos jefes de Sadam, Izzat al-Douri, se pronunció a través de una grabación de voz llamando a una nueva relación con EE.UU. de Obama, pero sólo después que
EE.UU. haya detenido sus operaciones de combate en agosto de 2010 y se haya retirado completamente de Iraq en 2011. Ese mensaje es importante, ya que proviene de Douri, quien es el último alto responsable baasista superviviente por cuya cabeza ofrecen una recompensa de 10 millones de dólares. No ha sido visto en público desde la caída de Sadam en 2003.
La reducción de la sentencia de Zaidi y el nuevo tono de Douri están causando conmoción en el oficialismo iraquí y en círculos suníes. La raíz de la reconciliación reside en que el primer ministro echó marcha atrás respecto a sus observaciones anteriores en las que acusaba a los suníes de haber realizado seis mortíferos ataques con bombas en distritos chiíes de la capital iraquí el día lunes.
Cuando comentó inicialmente sobre los coches bomba, Maliki estaba evidentemente muy enojado. Primero acusó al Partido Baas, sólo para darse cuenta de que sería poco conveniente desde el punto de vista político, que podría provocar más violencia, y podría perturbar la relativa tranquilidad de la que ha estado alardeando desde mediados de 2008. Los coches bomba fueron horrendos, estallaron dentro de tres horas y mataron a cerca de 40 personas, hiriendo a 130, todas las víctimas fueron chiíes, y 10 de ellas en Sadr City. Maliki afirmó originalmente que el Partido Baas había realizado los ataques como “regalo” para celebrar su 62 cumpleaños.
Luego sus asesores susurraron al oído del primer ministro para recordarle que su verdadera preocupación ya no eran realmente los baasistas. Privados de armas y de liderazgo adecuado –sin Sadam y con todos sus máximos generales tras las rejas– los baasistas ya no amenazan la seguridad de Iraq como lo hicieron en 2003-2005.
Su actual comandante, Douri, tiene 67 años y se dice que está en mal estado de salud. Esto explica por qué Hakim está en el Cairo, y por qué incluso Iyad Allawi, quien sirvió como primer ministro interino entre 2004 y 2005, ha dicho que está dispuesto a sentarse y conversar con Douri. “Apoyo la integración de los baasistas al proceso político”, dijo Allawi, señalando por primera vez que el trabajo con el Partido Baas sería un beneficio en lugar de una carga para el gobierno iraquí.
Una integración de los baasistas ayudaría a colmar la brecha entre los poderosos chiíes y los descontentos suníes, y no le costaría nada al gobierno central.
El verdadero problema de Maliki reside en los Consejos del Despertar Suní, que fueron creados por el equipo saliente de Bush en 2007 para que sirvieran de ala armada a la comunidad suní en su lucha contra la insurgencia dirigida por al-Qaeda. Entonces, Maliki argumentó agresivamente contra los consejos que estaban compuestos de miembros de tribus suníes, afirmando que legitimaban a las milicias suníes y dejaban sin nada a los chiíes.
Argumentó que después que los Consejos del Despertar hubieran terminado de combatir a al-Qaeda, volverían sus armas contra los chiíes. Maliki respondió alentando a los jóvenes chiíes a alistarse en masa en las fuerzas de seguridad, mientras prestaba poca atención a sus niveles de educación, entrenamiento o disciplina. El argumento era entonces: “Si los suníes van a legitimar sus milicias, haremos lo mismo”.
Desde entonces ha estado buscando caminos creativos para silenciar a los consejos, y en marzo comenzó a arrestar a varios de sus máximos comandantes. Los acusó de establecer contactos con al-Qaeda y dijo el 4 de abril: “Éste es un mensaje enviado a los que van por el mismo camino que los criminales organizados.” Muchos afirmaron que el arresto de miembros de los consejos era un intento de ajustar cuentas con viejos enemigos en lugar de llevar la ley y el orden a Iraq, y fueron en realidad esos arrestos los que gatillaron los seis coches bomba.
A pesar del progreso, sigue siendo probable que Hakim vuelva del Cairo con las manos vacías, ya que es un alto miembro del partido islámico financiado por Irán, el Supremo Consejo Islámico Iraquí (SIIC). Hay mucha mala sangre entre los baasistas y el SIIC, ya que este último combatió con el ejército iraní contra Sadam durante la devastadora guerra Irán-Iraq de 1980-1988.
Hakim trató de mejorar relaciones con ellos en 2007, pero fracasó. Un intermediario como Allawi podría haber sido más adecuado para la tarea, ya que él mismo es un antiguo baasista, pero tampoco logró incorporar a los baasistas durante su período de gobierno. Si Maliki quiere seriamente obtener resultados, tiene que tomar la iniciativa y extender su propia mano hacia los baasistas.
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Sami Moubayed
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Resistir no es terrorismo. La resistencia iraquí ha impedido el control al ocupante. Obama debe reconocer a la Resistencia. Resistir forma parte de la vida cotidiana de muchas familias.
Josep Mª Pijuan, miembro de la PASI
Presenta el acto organizado en Barcelona desde la PASI, dentro de la campaña de la CEOSI. Son plataformas de apoyo en Cataluña y España contra la ocupación ilegal de Irak por las tropas de Estado Unidos. Con un "contra la ocupación resistir no es terrorismo" introduce las campañas y a los 2 invitados, la primera, refugiada en España desde el 2005 y el segundo portavoz del Frente Patriótico Nacionalista e Islámico.
Eman Ahmed Khammas, periodista y exdirectora de l’Occupation Watch Centre de Bagdad
Ya han pasado 6 años desde el inicio de la guerra con el presidente Bush y parece que con Obama puede haber cambios. Tenía como promesa electoral retirar las tropas del país en 2011. Si fuese así ninguno de los objetivos publicitados por los que se inició la guerra se verían cumplidos. Tampoco el verdadero de poner el pie en la zona para iniciar el control de Oriente medio y apoyar a sus aliados regionales.
Los objetivos publicados antes de la invasión
i) Eliminación de las armas de destrucción masiva. Dichas armas no existieron, si hubiesen existido estarían destruidas desde la primera guerra del golfo. De hecho si el gobierno iraquí hubiese dispuesto de ellas no habría habido invasión. Hay otros países que si disponen de ellas y no son invadidos, ya sea por que son aliados, Israel o Pakistán, o por que ciertamente correrían el riesgo de que fuesen usadas, Corea o Irán.
ii) Eliminar el terrorismo internacional. Ciertamente no eran una estrategia del gobierno anterior y de hecho ahora si que hay acciones de grupos terroristas.
iii) Democratización del país. La democratización de la que nos hablan los medios no corresponden con la realidad. Hay 100.000 presos por cuestiones políticas. Las elecciones y el gobierno de Maliki son un chiste, no hay estado ni instituciones, sólo son un grupo que viven en la zona verde y que simplemente sigue los dictámenes de EEUU.
El verdadero objetivo de EEUU en Irak
El objetivo verdadero de control de la región por parte de EEUU no ha sido posible. La resistencia iraquí se lo ha impedido, también a su gobierno aliado en el país, que no tiene peso político en el territorio. Sólo tienen armas y ahora mismo le supone mayor coste económico y estratégico continuar con sus tropas que retirarse.
Aun con la retirada, Irak no será libre mientras además de las fuerzas armadas estadounidenses no sea desprenda del control económico y de cualquier otro tipo de los USA. Por ello sigue creciendo la Resistencia contra la ocupación, sin apoyos económicos o políticos externos, sólo el de su pueblo, aguantado además la presión y las críticas de algunas entidades progresistas y amigos. Continuará adelante por su voluntad de existencia sobre el terreno, existencia cada día más clara tanto dentro como fuera del mismo Irak.
Khudhair Waheed Hussein, portavoz de la resistencia iraquí, médico y profesor del a Universidad de Bagdad
Agradecido con la asistencia de los que estábamos allí y con las presentaciones. Para la Resistencia (el Frente Patriótico Nacionalista e Islámico de Irak ),Obama no solo debe cumplir con la promesa de retirada, debe reconocer a la Resistencia iraquí con único representante de su pueblo. Es necesario que el gobierno norteamericano asuma los errores tanto por la decisión de iniciar la invasión como durante la misma ocupación. Tiene que haber indemnizaciones por el daño cometido.
Todos los servicios y agencias de los ocupantes han ido reconociendo que los motivos para entrar en Irak eran mentira.
Pero si Obama hace un reconocimiento de estas mentiras, de sus errores, de los derechos que para los iraquíes reivindica la resistencia, a partir de ese mismo momento pueden trabajar juntos como hacen otros estados.
Resistencias cotidianas
Si este reconocimiento no se produce están preparados para luchar pero no sólo ahora, sino durante generaciones hasta conseguirlo. Su lucha no es sólo militar, es económica y política desde dentro del pueblo. Resistir forma parte de la vida cotidiana de muchas familias. Realizan sus horarios labores y de estudio, para luego el tiempo que les queda dedicarlo a estudiar como atacar a las tropas de EEUU.
Habitualmente los ataques se hacen con grupos dispersos por todo el territorio de 4 personas. No son sólo oficiales o soldados, son gente normal que tienen por objetivo a los soldados USA.
La administración norteamericana, lleva gastados 125 millones de dólares, sin ningún resultado. No hay agua potable y muchas estructuras siguen inutilizadas.
La senda de Obama en Irak
Los discursos de Obama siguen los mismos pasos firmados por Bush y su gobierno. ¿Qué pasa con los muertos, heridos y exiliados? No habla de la situación en Irak de sus bases, empresas extranjeras, mercenarios y de la destrucción del estado. Por ahora no ha cumplido nada. Continúa la fachada un gobierno iraquí, detrás del cual todos los equipos y los asesores vienen de fuera del país.
Obama parece querer evitar la derrota. Que recuerde que con esta guerra Bush humilló a su propio país y a su ejército. Se pueden ver por Bagdad, a soldados ocupantes llorando. Han sufrido un tercio de perdidas en esta guerra entre muertos en combate, heridos, suicidios y trastornos mentales.
Esta guerra, le ha supuesto a EEUU millones de dólares en perdidas. Y es una de las causas de la actual crisis mundial. Obama tiene que esforzarse para que no tener más pérdidas de ningún tipo.
Bush debe ser juzgado
Hay que perseguirlo, a él y a sus colaboradores, por crímenes de guerra. Y ello será posible cuando Irak sea liberado. Mientras tanto para el Frente Patriotico su camino es la resistencia, su camino es la victoria.
Con ayuda de las fuerzas de ocupación desarmaron a los miembros de la milicia que estaban bajo su control, pero sólo después de que estallaran los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí respaldadas por Estados Unidos y la milicia del Grupo Despertar sunní formado por Estados Unidos.
Este inquietante acontecimiento es lo mayoría de los iraquíes temían desde hace tiempo: que la relativa calma que había actualmente en Iraq se pudiera romper cuando estallara las luchas entre estas dos entidades.
La política estadounidense que ha llevado a esta reciente violencia se ha estado gestando durante mucho tiempo, con lo que sólo ha sido cuestión de tiempo para que se deshiciera la endeble tregua entre los grupos.
Porque ha sido una tregua construida sobre una política estadounidense profundamente corrupta de respaldar a las fuerzas predominantemente chiíes del gobierno iraquí mientras pagaba a la resistencia sunní para no luchar ni contra el gobierno ni contra las fuerzas de ocupación.
La mayoría de nosotros recordamos demasiado bien los elogios prodigados por la administración Bush a los Grupos Despertar, una milicia sunní formada (según el ejército estadounidense) por ex-combatientes de la resistencia y miembros de al-Qaeda; a cada miembro se le pagó 300 dólares al mes procedentes del dinero de los contribuyentes estadounidenses. Fue creciendo hasta estar formada por 100.000 hombres.
La ayuda estadounidense a los Consejos se cortó el pasado mes de octubre con la idea de que sus miembros serían absorbidos por las fuerzas del gobierno iraquí. Hasta la fecha, a menos de un tercio de ellos se les ha dado puestos del gobierno.
Hace dos meses visité la zona de Bagdad llamada al-Dora, una zona periférica controlada por las fuerzas Despertar. Uno de sus comandantes me dijo que estaba preocupado porque el gobierno no estaba dando trabajo a sus hombres.
"Les falta el sueldo y la mayoría de ellos están cada día más enfadados, puesto que les han hecho más falsas promesas de las que pueden soportar", me explicó mientras bebíamos té.
"A muchos de mis hombres no se les ha pagado desde octubre. Esto no puede seguir".
Mientras, el gobierno iraquí respaldado por Estados Unidos y encabezado por el primer ministro, nombrado por este país, Nouri al-Maliki sigue atacando a los dirigentes de los Grupos Despertar.
Maliki los considera una amenaza tanto política como militar y desde octubre ha estado atacando a sus dirigentes en partes de Bagdad y en la inestable provincia iraquí de Diyala.
The Washington Post informó tras el espasmo de violencia en Bagdad el pasado fin de semana:
"Mientras helicópteros Apache sobrevuelan el barrio bagdadí de Fadhil, ex-insurgentes sunníes luchan desde los tejados y las esquinas contra fuerzas estadounidenses e iraquíes, según testigos, contra la policía y el ejercito iraquí. Al menos 15 personas resultaron heridas en los tiroteos que duraron varias horas. Al caer la noche los combatientes callejeros habían tomado como rehenes a cinco soldados iraquíes. Los combates, los más feroces en Bagdad en casi un año, estallaron minutos después de la detención de Adil Mashadani, dirigente del Consejo Despertar Fadhil que está compuesto de ex-insurgentes sunníes que se aliaron con el ejército estadounidense a cambio de sueldos mensuales que ahora paga el gobierno iraquí".
Por supuesto, la razón dada para justificar la detención por parte del gobierno del dirigente de Despertar en la zona, el incidente que disparó el derramamiento de sangre, fue "actos terroristas" del grupo, según el portavoz del mando militar de Iraq, el general Qassim Atta.
Como era previsible, el portavoz del grupo Despertar en la zona, Abu Mirna, declaró a The Washington Post:
"Si no lo liberan lucharemos contra ellos hasta el final".
Fue una política conveniente el haber encargado a los grupos Despertar para acabar temporalmente con la violencia total en Iraq. Los combatientes de la resistencia se precipitaron a las colas para cobrar los cheques, y a la protección del ejército estadounidense de las milicias chiíes, que ahora comprende en gran parte el aparato de seguridad del gobierno.
Sin embargo, ahora Estados Unidos ha perdido claramente interés en seguir apoyando a los grupos Despertar y el gobierno Maliki está tratando de desmantelarlos.
Como era de esperar, los miembros de Despertar se están defendiendo porque, sin una paga y con otra promesa incumplida por parte de las fuerzas de ocupación que los aliente, ¿por qué se iban a sentar a esperar y permitir que los detengan, maten o traicionen otra vez?
Con todo, no convirtamos a los grupos Despertar en mártires.
La mayoría de sus dirigentes son matones, lo mismo que sus miembros.
A las pocas semanas de que se formaran los grupos en 2006, los iraquíes que vivían en las zonas que empezaron a estar bajo su control se quejaban de la brutalidad de los combatientes en su zona.
Se dispararon la extorsión y el soborno, y muchos iraquíes consideraban a las fuerzas Despertar colaboracionistas de los ocupantes de su país.
Por ejemplo, hace poco tuve la oportunidad de pasar un tiempo con el presidente del Consejo Despertar de Faluya, el jeque Aifan Sadun, que como otros dirigentes de este grupo, tiene a cientos de miembros de seguridad bajo su mando.
Era justo antes de las elecciones del 30 de enero en Iraq y competía por el poder político con un grupo sunní rival en la ciudad, el Partido Islámico Iraquí.
El jeque Aifan, que conversaba conmigo mientras conducía su BMW fuertemente blindado hecho de encargo y que valía su 420.000 dólares por la ciudad que había sido destruida por dos asedios estadounidenses en 2004, acusaba a sus rivales de amañar las próximas elecciones.
Me dijo que utilizaría "cualquier medio que fuera necesario" para luchar contra ellos si robaban las elecciones.
Para estos dirigentes de Despertar era, y es, únicamente una cuestión de poder. Y de dinero.
El jeque Aifan, como la mayoría de los dirigentes de Despertar, entró rápidamente en el "negocio de la construcción" cuando el pasado mes de octubre el ejército estadounidense dejó de hacer pagos directos. Ahora estos pagos llegan en la forma de "contratos de construcción".
Al propio jeque Aifan se le han concedido "contratos" por valor de 250 millones de dólares: tenga usted esto en mente durante este periodo fiscal porque es su dinero el que está pagando cosas como la milicia privada del jeque, su BMW y su mansión a las afueras de Faluya.
En el vecino Ramadi, la capital de al-Anbar, el jeque Ahmad Abo Risha es presidente del Consejo Despertar de toda la provincia.
Justo antes de las elecciones, él, al igual que el jeque Aifan, estaba tratando de mantenerse agarrado al poder. Su rival en las elecciones era el jeque Hamid Al-Hayis, otro dirigente del Consejo Despertar de la ciudad y de la misma tribu.
Abo Risha no tenía palabras amables para al-Hayis.
"Al-Hayis tiene relaciones con el gobierno y contratos petrolíferos, y consigue dinero de ello utilizando una posición que nosotros le hemos ayudado a conseguir", me dijo Abo Risha en el cuartel general de Depertar en Ramadi.
"Yo pertenezco a una larga tradición de jeques, pero al-Hayis lo es sólo desde 2006 cuando empezamos los grupos Despertar", dijo Abo Risha.
Si al-Hayis gana las elecciones, "habrá una revolución".
Cuando pregunté a Abo Risha por el Partido Islámico, al que el jeque Aifan acusaba de tratar de robar las elecciones, me dijo que si el Partido Islámico ganaba las elecciones con un fraude, "esto será como Darfur".
No se cumplieron ninguna de estas amenazas ya que ambos resultaron victoriosos sobre sus rivales.
Pero su retórica belicosa es indicativa del tipo que personas que son y hasta dónde están dispuestos a llegar para mantener el poder o conseguirlo.
A pesar de la corrupción y de las inherentes luchas internas entre los dirigentes de Despertar, la mayoría de ellos y las decenas de miles de hombres que están bajo su control lucharán sin dudarlo si son atacados o provocados, como quedó demostrado el pasado fin de semana en Bagdad.
Ampliando el marco de referencia, tengan ustedes en cuenta que tanto en los barrios de Bagdad como en la provincia de Diyala se están produciendo detenciones, asesinatos y amenazas hacia miembros o dirigentes de Despertar.
Deberíamos esperar violencia en las zonas de Bagdad que ellos controlan ya que el gobierno iraquí sigue dando pasos para eliminarlos antes de las elecciones nacionales programadas para finales de este año.
Por tanto, observen ustedes las siguientes zonas de Bagdad en las próximas semanas y meses: Adhamiyah, Amiriyah, Gazaliyah y al-Dora, por nombrar sólo unas pocas.
Y más allá, observen también Baquba y las zonas de alrededor que los Grupos Despertar control ampliamente.
Y mantengan en mente al-Anbar.
Esta provincia, que es un tercio del área geográfica de Iraq, está ampliamente controlada por los grupos Despertar.
Ésta es la zona en la que ha habido la más firme resistencia a la ocupación y si las fuerzas de ocupación estadounidenses o el gobierno iraquí respaldado por Estados Unidos empieza a atacar a hombres como el jeque Aifan o Abo Risha, los los resultados serán los previsibles.
Como dijo a The Washington Post el miembro de Despertar Abu Ayad, de 58 años, "todos nosotros nos convertiremos en bombas suicidas" si el gobierno iraquí no libera a su dirigente, Mashadani.
(mas...)
La multitud marchó desde Ciudad Sáder en el noreste de Bagdad hasta la plaza, situada a unos cinco kilómetros.
Los manifestantes quemaron una imagen del ex presidente estadounidense George W. Bush, que ordenó la invasión, y también la cara de Sadam.
Los chiíes fueron brutalmente perseguidos bajo el mandato de Sadam, que fue ejecutado en 2006.
"Dios, únenos, devuélvenos nuestras riquezas, libera a los prisioneros de las prisiones, devuelve la soberanía a nuestro país (...) haz nuestro país libre del ocupador, y evita que el ocupador robe nuestro petróleo", dijo Sáder en un mensaje leído por su colaborador Asaad al Nasiri.
"Dios, conviértenos en los libertadores de nuestra tierra", dijo el mensaje, provocando gritos de apoyo de la multitud, muchos de los cuales ondeaban banderas iraquíes, mientras otros iban ataviados con trajes del equipo nacional en una muestra de sentimiento nacionalista.
Apoderándose del mensaje nacionalista, Nasiri instó a los participantes a darse la mano entre ellos y a los soldados y policías iraquíes que supervisaban la marcha. Se produjeron largas colas para besar a policías y soldados y darles la mano.
El presidente estadounidense, Barack Obama, que voló a Bagdad en una visita sorpresa el martes, ha ordenado que las tropas de combate norteamericanas salgan de Irak a finales de agosto de 2010, dejando una fuerza residual de 50.000 entrenadores, consejeros y personal de logística.
Los manifestantes, a quienes se sumaron musulmanes sunnitas, recorrieron calles de la capital para reclamar el cese de la presencia foránea en respuesta al llamado de Al-Sadr a todos los iraquíes para unirse a la marcha en la céntrica Plaza Firdous.
El 9 de abril de 2003 fue derribada en esa plaza la estatua del depuesto presidente iraquí Saddam Hussein, luego apresado y ejecutado a partir de la condena dictada en un polémico juicio.
Miles de personas cantaron canciones, consignas religiosas y patrióticas mientras caminaban hacia Firdous y las calles adyacentes, lo cual bloqueó el tráfico automovilístico incluso en los puentes de Bagdad.
Altavoces ubicados en mezquitas aledañas hicieron sentir alabanzas a Alah y mensajes en defensa de la soberanía nacional y de rechazo a la usurpación del territorio iraquí, donde aún permanecen más de 150 mil soldados estadounidense y otros miles de británicos.
Las fuerzas de seguridad permanecieron desplegadas en un número superior al habitual junto a carros blindados militares iraquíes y norteamericanos estacionados a pocas cuadras del lugar de la manifestación.
La espiral de violencia en Bagdad, donde a comienzos de semana una serie de bombazos causó más de 160 muertos y heridos, se repitió este miércoles con un atentado en la principal parte chiita de la capital con un saldo de siete bajas fatales y una veintena de lesionados.
"La repatriación de bienes militares dio por concluida la misión de paz estonia en Iraq", manifestó el jefe del contingente militar estonio, mayor Toomas Vjali.
La sección de infantería ESTPLA-17, integrada por 34 militares, regresó a la patria en diciembre de 2008. Los soldados estonios cumplían diversas misiones en las inmediaciones de Bagdad.
El Gobierno estonio decidió a finales del pasado mes de enero dar por terminada la misión militar en Iraq por no haber recibido la solicitud oficial de prolongarla por parte de las autoridades iraquíes.
El contingente militar de Estonia se incorporó a la Fuerza Multinacional en Iraq en junio de 2003. En el periodo transcurrido murieron en Iraq dos soldados estonios y otros 18 recibieron heridas. La presencia militar en el territorio iraquí costó 13 millones de dólares a los contribuyentes estonios.
A continuación damos la traducción íntegra del mensaje del ayatolá Jamenei.
En el Nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso:
La tragedia provocada por el terrorismo en Irak y el martirio cruel de los peregrinos de Huseyn y de los se habían encaminado al Santuario del Amigo ha cubierto de tristeza y luto aquellos corazones que laten por el amor a la Familia del Profeta y que consideran que su felicidad y dicha se halla siguiendo a Mahoma y a su familia, sobre él y ésta sea la paz. Los de rostro sombrío que se han manchado las manos con la sangre de estos oprimidos y que han perpetrado esos grandes crímenes tienen que saber que han preferido contentar a los demonios antes que a los santos y que ellos mismos se han arrojado al fuego de la ira de Dios, pues he aquí que el infierno y sus aledaños son para los infieles. Las sucias manos y las malévolas mentes que han generado en Irak este terrorismo ciego e indómito tendrían también que saber que el fuego les alcanzará y que sus nefastos designios terminarán por apretarles la garganta al igual que les ha ocurrido a algunos otros países islámicos.
El principal acusado de este crimen y otros afines son las fuerzas de seguridad de EEUU, las cuales, con la excusa de luchar contra el terrorismo han ocupado tiránicamente los países musulmanes masacrando a decenas de miles de personas y aumentando más la inseguridad cada día que pasa. Sin lugar a dudas, el crecimiento de la cizaña venenosa del terrorismo en Irak hay que apuntárselo a EEUU y a los aparatos de Inteligencia norteamericanos e israelíes, que son los principales acusados.
Lo que del gobierno de Irak esperamos es que se enfrente seriamente a estos crímenes y garantice totalmente la seguridad de los peregrinos de los Santos Lugares.
Los muertos en este suceso son mártires en el umbral de Huseyn cuya recompensa será estar junto a Dios amado y clemente, si Dios quiere, pero los corazones de sus deudos y amigos queda rebosante de pena. Doy mi pésame a todos los afectados por esta tragedia, en especial, a los familiares, y ruego a Dios misericordioso la pronta recuperación de los heridos.
Seyyed Ali Jamenei
24 de abril de 2009.
Pero aún más importante, el recuento deja fuera “los factores indirectos como los daños a las infraestructuras, al servicio de salud y el estrés que causaron muchos miles de muertos más”. En otras palabras, no cuenta las víctimas de la ocupación estadounidense fallecidas debido a la falta de alimentos, agua potable, saneamientos, electricidad o tratamientos médicos.
Las 87.215 muertes del informe son, pues, una pequeña parte del verdadero número de defunciones habidas desde marzo de 2003. ¿Cuántas muertes se produjeron entre marzo de 2003 y principios de 2005? ¿Cuántos miembros de la resistencia y cuántos civiles fueron enterrados sin notificar al registro oficial de defunciones? ¿Cuántos cadáveres estaban tan mutilados que nunca fueron identificados o todavía siguen bajo toneladas de escombros? ¿Cuántos de los cuatro millones estimados de refugiados y desplazados internos han muerto? ¿Cuántos han perdido sus vidas por las denominadas causas “indirectas” y “no violentas?”
El proyecto Iraq Body Count que, de forma meticulosa documenta la muerte de civiles de las que se informa en los medios, también deja de contestar estas preguntas. No contabiliza las muertes de combatientes, ni las de quienes murieron por causas “no violentas”, ni las muchas defunciones no publicadas. Su actual estimación de muertes de civiles se establece entre 91.580 y 99.985 (Véase, www.iraqbodycount.org )
El método más solvente para juzgar el impacto de la ocupación estadounidense sobre el pueblo iraquí es el estudio comprensivo de muestras en unidades familiares, mediante entrevistas estadísticamente significativas de hogares en todo Iraq para llegar a una estimación general.
Los más recientes estudios de 2006 se llevaron a cabo en circunstancias extremas y difíciles. Debido a la creciente violencia que se estaba produciendo, a los investigadores se les impidió entrar en las zonas más castigadas por la guerra.
El primer estudio, realizado por la Escuela de Salud Pública de la Johns Hopkins University, a través de 2.000 entrevistas en núcleos familiares, calculaba un “exceso de muertes” entre 393.000 y 943.000 desde marzo de 2003 a junio de 2006, con una estimación media de 655.000.
El exceso de muertes se refiere al número que no se hubiera alcanzado si el índice de mortalidad se hubiera mantenido en los niveles anteriores a 2003. Revisado atentamente y publicado por la revista médica Lancet, el estudio llegaba a la conclusión de que las operaciones estadounidenses y otros tipos de violencia habían ocasionado la mayoría de las defunciones extra.
Poco después del estudio de la John Hopkins, el Ministerio de Sanidad iraquí y la Organización Mundial de la Salud (WHO, en sus siglas inglesas) llevaron a cabo su propio estudio muestra, en esta ocasión de 9.345 unidades familiares, que dio una estimación de 151.000 muertes violentas hasta septiembre de 2006.
Existe una clara discrepancia entre los dos estudios en el número de exceso de muertes atribuibles a causas violentas. Ambos, no obstante, coinciden en el asombroso aumento del índice total de mortalidad en Iraq. El estudio del ministerio de Sanidad/WHO estima en un 60 por ciento el aumento de muertes no violentas comparadas con las previas a la guerra.
El Dr. Les Roberts, uno de los investigadores de la Johns Hopkins, señala que los índices totales de mortalidad son comparables pero que existen diferencias en los cálculos de las muertes violentas. Las posibles razones de esa discrepancia se expusieron en un artículo de esta página (Véase: “New study estimates more than 150,000 violent deaths in Iraq over three years”)
Han pasado más de 30 meses desde el periodo evaluado en los dos estudios. Incluso para las cifras oficiales de víctimas, algunos de las peores matanzas se produjeron durante los últimos meses de 2006 y hasta finales de 2007. Ese periodo fue testigo de la violencia sectaria chií-sunní y de la escalada de operaciones estadounidenses en áreas residenciales, asociadas a la política de “intensificación”. La violencia interrumpió la distribución de ayuda alimentaria de emergencia, impidió la reparación de infraestructuras esenciales y provocó una oleada de refugiados desesperados que escapaba de las ciudades y pueblos afectados, y en particular de Bagdad.
Basado en los resultados de los estudios previos, un nuevo estudio de campo, basado en buenas fuentes, incluidas entrevistas en zonas anteriormente inaccesibles y entre la población de refugiados, es probable que llegue a la conclusión de que la ilegal invasión y ocupación estadounidense de Iraq ha costado más de un millón de vidas iraquíes durante los seis últimos años.
El 24 de mayo de 2007, el equipo editorial de WSWS publicó un editorial con el título de: “US officials guilty of ‘sociocide’ in Iraq must be held accountable”. En él acusaba a los altos responsables de la Casa Blanca de Bush y a las grandes corporaciones estadounidenses de “culpables de preparar, promover o llevar a cabo crímenes de guerra” y exigía que se les pidiera responsabilidades.
El editorial concluía: “Como hemos expuesto antes, no se trata de pedir venganza, sino de educar políticamente a la ciudadanía. El proceso por el que se pusieron en marcha estos sangrientos crímenes contra gentes de otro país, así como sus verdaderas motivaciones geopolíticas tienen que ser expuesto en su totalidad a la opinión pública. Sólo cuando la gente comprenda los motivos de guerras semejantes, vea más allá de las mentiras de la clase dirigente y tome bajo su responsabilidad los asuntos políticos, podrá detenerse la locura bélica del imperialismo estadounidense”.
Mientras el gobierno Obama continúe la guerra en Iraq y aumente la violencia de los militares estadounidenses en Afganistán, esta afirmación es aplicable al nuevo inquilino de la Casa Blanca, a los miembros de su gobierno y a las corporaciones empresariales que le apoyan y le rodean.
Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre
James Cogan
World Socialist Web Site
Si España estuviera dispuesta a jugar un papel para mejorar estas relaciones y señalar el camino al nuevo ejecutivo estadounidense para indicarle lo que tiene que hacer con el fin de arreglar las relaciones [internas] que destruyó Bush, estaremos encantados de que España adopte ese papel.
Sería una aportación muy bienvenida.
Da pasos firmes hasta alcanzar el asiento más modesto de un salón árabe decorado con dorados y pesadas cortinas, que le obliga a mantenerse erguido mientras elige cada palabra, en un árabe clásico muy bien construido.
Cuida el mensaje que quiere que escuche Occidente.
En su discurso, intercambia la primera persona por el plural mayestático en lo que no es sino un signo de la responsabilidad, del peso político, que tiene este ulema sobre amplias capas de la población iraquí.
Al sheij Harez al-Dari no le gustan los medios de comunicación porque asegura que no reflejan la realidad sobre la ocupación de Iraq.
Para contrarrestar este tipo de información han creado su propio periódico, Al Basair, y su propia televisión, Al Rafidain, en cuyos informativos se da cuenta de las acciones diarias de la resistencia armada iraquí contra la ocupación.
Exiliado desde 2006, cuando su casa, situada en el barrio de Abu Ghraib (Bagdad), fue destruida por las fuerzas de seguridad iraquíes bajo el mandato de EEUU, trabaja con el objetivo que se marcaron en 2003, momento de la creación de la Asociación de Ulemas Musulmanes a raíz de la invasión estadounidense: recuperar la soberanía de Iraq.
Carla Fibla (P.): ¿Qué es la Asociación de Ulemas Musulmanes (AUM)?
‘Sheij’ al-Dari (R.): Es una institución religiosa nacionalista que desde el primer día se opuso a la ocupación con todos los medios legítimos que le otorgan las leyes internacionales vigentes y que, desde el primer día, exigió la salida de Iraq de las tropas de ocupación y el retorno de Iraq a los iraquíes. La ocupación nos ha hecho retroceder —en todos los sentidos— centenares de años: en lo político, en lo económico, en la seguridad, en la educación, etc. Tenemos un papel político: el de oposición a la ocupación para conseguir que los invasores salgan de Iraq.
P.: ¿Cuál es el peso religioso de la AUM?
R.: La Asociación es una institución religiosa y tiene una autoridad política entre las fuerzas que se oponen a la ocupación. Es una asociación religiosa, política y nacionalista creada para oponerse a la ocupación en Iraq. Representamos tanto a sunníes, chiies como kurdos y hablamos en nombre de Iraq y de los iraquíes en su conjunto, sin excepción.
P.: ¿Cuál es el apoyo popular que tienen seis años después del comienzo de la ocupación?
R.: La popularidad de la Asociación es muy amplia y aumenta día a día. A eso ayuda la forma en la que se ha desarrollado la ocupación, cómo han tratado a los iraquíes, sus malas prácticas y la mala gestión de aquellos a los que la ocupación ha colocado en el poder. Además desde el principio, nosotros, avisamos del peligro de la ocupación, de sus proyectos ocultos. Denunciamos a los sectores sobre los que se apoya la ocupación, con los que se ha aliado para poner en funcionamiento sus proyectos a costa de los intereses supremos de Iraq y de su pueblo.
P.: ¿Por qué trabajan desde el exilio?
R.: Salimos de Iraq el 9 de marzo de 2006, después de que nuestra casa, en la zona de Abu Ghraib, fuese atacada por las fuerzas de seguridad pertenecientes al Ministerio de Interior del gobierno de Ibrahim al-Yafari. Se produjo un enfrentamiento en el que murieron muchas personas. Salí de Iraq, pero con la intención de regresar en una semana, sin embargo, la asociación decidió que no regresase a Iraq. Después, a finales de 2006, el gobierno de al-Maliki hizo pública la orden de detención contra mí. Entonces decidí quedarme aquí y realizar mi actividad política de lucha desde el exterior.
P.: ¿Se puede recuperar Iraq desde el exterior?
R.: Nosotros actuamos desde el exterior y desde el interior. Nuestros medios están en el interior, nuestro trabajo básico está en el interior, pero nuestro trabajo político en el exterior. Nuestra arma en el exterior es muy fuerte y tiene un vínculo cuasi directo con el interior a través de los seguidores de nuestra organización y de todos los que se oponen a la ocupación
La nueva Administración Obama
P.: ¿Cree usted que se ha producido algún cambio respecto a Iraq con la llegada a la Casa Blanca del presidente Barack Obama?
R.: No ha cambiado nada, no hay nada nuevo. Obama aplica la misma política que marcó el gobierno estadounidense anterior.
P.: Pero en junio de este año se supone que las tropas estadounidenses se retirarán a sus bases fuera de las grandes ciudades de Iraq. ¿Qué ocurrirá?
R.: La resistencia luchará contra la ocupación mientras dure. La decisión de retirada de las tropas [de EEUU] de forma escalonada ha sido unilateral. Obama no consultó con nadie, ni con el gobierno, ni con la resistencia, ni con la oposición política iraquíes. Por lo tanto, los iraquíes que se oponen a la ocupación no están ligados a ninguna de las decisiones del gobierno estadounidense. De todas maneras, la situación se mantendrá como hasta ahora.
P.: Si se retiran a sus bases las tropas estadounidenses, ¿la resistencia atacará a la policía y al ejército del gobierno iraquí?
R.: No, la resistencia seguirá combatiendo contra la ocupación en las ciudades, en las calles y en sus bases, porque el objetivo de la resistencia es la salida de la ocupación de todo Iraq, no que se queden en sus sedes, en lugares específicos, o en sus bases..
Carla Fibla
IraqSolidaridad
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