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China tomará la delantera mundial |
¿Quién saldrá primero de la crisis? Sin duda alguna esto es un problema que concita la atención de todo el mundo. Zuo Xiaolei, economista jefe de China Galaxy Segurities, escribió recientemente un artículo para el Diario del Pueblo.
Se fundó en tres razones para sostener su tesis de que China será el primer país en salir de la crisis.
A juicio de Zuo, lo que más nos preocupa no es que China ocupe el primer o el segundo lugar en la recuperación económica, sino que, eso en mayar medida, si estamos capacitados para poner el punto final a la crisis en 2009. Desde luego, tiene un gran significado discutir las condiciones para la recuperación relativamente rápida de la economía china, o sea, porqué decimos que China saldrá primero de la crisis, porque podrá por lo menos fortalecer nuestra confianza en la superación de la crisis.
A su juicio, tenemos tres razones para apoyar la tesis de la recuperación económica de China por delante de los países desarrollados de Europa y América.
En primer lugar, China tiene una poderosa base de economía real. La recuperación económica se refiere a recuperar la "economía real", y no a la "economía virtual".
Durante muchos años China se dedica al desarrollo a la economía real, que es la economía más tradicional.
Gracias a ello ha pasado a ser el "Centro de la Manufactura" y "Fábrica Mundial".
Además los productos de China se hallan en parte mediana o baja de la cadena de división internacional del trabajo.
En el período de la crisis, la gente ha visto descender en gran medida sus ingresos, y bajar su poder adquisitivo.
El cambio de ingresos es muy sensible para la demanda de los productos baratos.
Esto, porque es indispensable la satisfacción de las necesidades diarias, y por ello es posible que durante la crisis la demanda de los productos primarios sea más estable.
Esto es porqué el consumo de automóviles en EEUU baja en gran medida pero las ventas de Wal Marte son estables.
Muchos productos "hechos en China", de bajo precio, son artículos de necesidades diarias, y por ello sus mercados en el exterior no se derrumben y las exportaciones de artículos para el consumo masivo podrán mantenerse a un nivel relativamente estable.
Lo más importante es que después del presente "cambio brusco" en lo económico, China ha adquirido una comprensión aún más profunda sobre la fragilidad del modo de crecimiento de alto grado de dependencia de la demanda exterior.
Los chinos han llegado a un consenso sobre la necesidad de impulsar la demanda interna en todos los sentidos, prevenir el desliz económico hacia abajo y recuperar el crecimiento económico.
La importancia de este consenso reside en dos aspectos:
En primer lugar, es necesario encontrar la clave para hacer frente a corto plazo a la crisis.
Impulsar la demanda interna es impulsar las inversiones y especialmente el crecimiento del consumo.
La demanda externa desminuye en gran medida, y los mercados externos de consumo se contraen.
Si China puede estabilizar a corto plazo el mercado de empleo, relanzar los proyectos de la construcción de nuevas zonas rurales, intensiticar la construcción de carreteras, redes eléctricas, sistemas de agua potable, obras hidráulicas, e intensificar la construcción de otras obras para el mejoramiento de la vida popular y elevar los ingresos campesinos, es totalmente posible que establezca el crecimiento económico dependiendo del aumento de consumo interno, sobre todo del consumo rural de alta tendencia marginal y asimilando las bajas de las exportaciones.
En segundo lugar, en la post era de la crisis subprime es posible que EEUU cambie su modelo de pedir prestados a todo el mundo para impulsar el crecimiento de su economía con un consumo excesivo.
Esto hará imposible que China continúe su antiguo de modo de desarrollo.
Ahora, el consenso de impulsar la demanda interna puede atender simultáneamente la táctica a corto plazo y la estrategia a largo plazo, y cambiar a tiempo su modo de crecimiento convirtiendo realmente la crisis en la oportunidad.
En segundo lugar, China cuenta con una fuerza fiscal relativamente poderosa en cuanto a su volumen económico.
En los últimos años, China registra un alto ritmo de crecimiento económico, lo que le posibilita aumentar ingresos fiscales en forma estable y potenciar incesantemente su poderío económico.
Esto asegura que el Gobierno chino puede invertir fondos para solucionar el problema del bienestar del pueblo, promover el crecimiento del consumo e impulsar el desarrollo económico.
Por otra parte, China tiene otro recurso: alta tasa de ahorro de su pueblo. La tasa de ahorro de China se mantiene durante mucho tiempo a un alto nivel por encima del 40%.
Grandes ahorros permiten que en la presente crisis el Gobierno chino pueda mover suficientes recursos para hacerle frente y servirse de ello como espaldo poderoso para la recuperación económica.
En contraste, la tasa de ahorro de EEUU es casi a nivel de cero. Para la recuperación económica, depende más de un presupuesto gubernamental en cifra roja. Esto puede traer un mayor desequilibrio económico a EEUU.
Desde luego, debemos estar atentos a la influencia que tienen los cambios de la tasa de ahorro de EEUU en la configuración económica mundial.
En tercer lugar, China cuenta con un sistema bancario estable. Hace varios años China efectuó una reforma y un reajuste de gran escala en su sistema monetario.
La construcción institucional en todos los aspectos y la realidad de una autarquía relativa permiten que el sector bancario de China sufra un impacto relativamente suave en la presente crisis.
El ambiente estable en el sector bancario de China asegura que puede prestar un servicio estable.
Al mismo tiempo provee un gran espacio para que la política monetaria juegue adecuadamente su papel para la recuperación económica en la crisis.
De manera que la política de reajuste macroeconómico tenga espacios flexibles de maniobra.
La presente crisis, caracterizada por un reventón brusco de la burbuja de sus derivados, ha derribado casi por completo los mercados financieros de Wall Street, Londres y otros países europeos.
Están gravemente heridos sus mercados de capital, desde la financiación directa a la indrecta, desde bancos comerciales a bancos inversionistas.
Como necesitan ayuda en gran escala del Gobierno, los sistemas financieros de Europa y EEUU están paralizados en lo fundamental sin poder jugar su papel para apoyar a las economías reales.
A comienzos del presente año, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de EEUU, destacó que no es suficiente depender de la política fiscal del Gobierno norteamericano para la recuperación económica, y es necesario la participación del sistema bancario. Y llamó al Gobierno de Obama a prestar una ayuda de gran escala para salvar el sistema monetario.
Esto lleva dos mensajes: por una parte, señala la importancia del sistema financiero para la recuperación económica, y por la otra, el problema del sistema monetario es aún muy serio, que no sólo no puede jugar su papel sino que necesita ayuda del Gobierno.
Posiblemente la idea principal de Bernanke es salvar primero el sistema monetario y después la economía.
Si son así las cosas, sólo con la recuperación monetaria de EEUU y Europa se podrá considerar la recuperación económica.
Si bien no consideramos que el punto de vista de Bernanke es la lógica para la recuperación económica de EEUU, estamos seguros de que el sistema monetario de EEUU en múltiples dificultades es el factor que condiciona la rápida recuperación económica del país.
Pueblo en línea
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, medios, monopolios, multitud, politica.
La actual economía estadounidense se encuentra en una seria recesión sin precedentes en los últimos decenios.
En estas circunstancias difíciles, aparecieron últimamente unos ruidos en Washington.
Primero algunos funcionarios echaron a China la culpa de la crisis financiera y, más tarde, un funcionario acusó a China de manipular el tipo de cambio del renminbi.
Estas declaraciones y acciones irresponsables han hecho daño a la confianza mutua entre China y Estados Unidos y han provocado preocupaciones de la opinión pública mundial.
A juzgar por la experiencia histórica de las relaciones chino-estadounidenses, cada vez que EEUU cambia de presidente, se atraviesa una etapa de vicisitudes a la estabilidad.
¿Significarán los ruidos emitidos días atrás por Washington que Obama recorrerá el viejo camino?
Sobre todo en momentos en que la economía global anhela la luz de la recuperación, no sería una buena noticia en modo alguno que China y Estados Unidos, los dos países considerados como “motores de la economía mundial”, entren en una guerra comercial y una guerra de tipos de cambio.
No obstante, no pocos medios de comunicación occidentales también han visto que en los 30 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, las relaciones entre China y Estados Unidos han experimentado profundos cambios, de modo que el efecto de las presiones de Washington es limitado y su voz dura no hará vacilar a Beijing de ninguna manera.
A criterio de la agencia AFP, debido a la presión adicional traída por la crisis económica, volverá a aparecer una tensión en las relaciones entre China y Estados Unidos durante el mandato de Obama, pero es muy probable que los dos países superen juntos las diferencias.
Tras la aparición de los ruidos, el presidente del Grupo de Trabajo de China de la Cámara de Representantes de EEUU, Cork, dijo que el presidente Obama mostrará a los dirigentes chinos que Washington no tiene intención de librar una monetaria “guerra de tipos de cambio” con China.
Acto seguido, en su conversación telefónica con el presidente Hu Jintao, el presidente Obama expresó explícitamente que el gobierno norteamericano está dispuesto a esforzarse junto con la parte china por desarrollar relaciones chino-norteamericanas más dinámicas y constructivas.
China y Estados Unidos tienen diferentes sistemas políticos, ideologías y tradiciones culturales y, además, se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, de modo que es extraña la aparición de fricciones y reveses en las relaciones bilaterales.
Pero la clave reside en si las dos partes pueden librarse de las limitaciones de las miras estrechas y manejar estas relaciones partiendo de comprender profundamente los intereses esenciales de la otra parte y desde la altura de beneficio muto y desarrollo pacífico del mundo.
Visto a largo plazo, Estados Unidos es el más grande país desarrollado y el predominante en el actual orden mundial en tanto que China es el más grande país en vías de desarrollo y un gran país que recorre el camino de renacimiento; si China y Estados Unidos pueden vencer la desconfianza derivada de sus diferencias y aprender a vivir juntos como socios equitativos en el sistema internacional, podrán abrir un completamente nuevo camino exitoso de coexistencia pacífica para el futuro del mundo.
Visto a corto plazo, numerosos problemas que enfrentan China y EEUU ya han excedido de la bilateralidad y adquieren cada vez más un carácter multilateral y global.
Siendo motores de la economía mundial, si China y EEUU, en los momentos cruciales para enfrentar la crisis financiera, pueden avanzar cogidos de la mano y aumentar continuamente su confianza mutua y resolver los problemas a través de la cooperación, podrán constituir una importante fuerza motriz para impulsar la recuperación económica mundial.
2009 será un año lleno de desafíos y también un año de nueva vida.
Al marchar hacia la nueva vida, se tiene que encarar con valentía los desafíos y vencerlos.
En los últimos 30 años, las relaciones chino-estadounidenses han avanzado continuamente en medio de todo tipo de desafíos y pruebas, y ahora se han topado con el impacto de la crisis financiera internacional.
A pesar de que son distintos los desafíos, la gente tiene puntos comunes para enfrentarlos, a saber, fortalecer el diálogo, incrementar la confianza mutua y ampliar la cooperación.
(Pueblo en Línea)
Estos diálogos cubren diversos terrenos como político, económico y de seguridad.
Obama espera que estos diálogos se realicen a través de las visitas mutuas entre el vicepresidente norteamericano Joe Biden y el primer ministro chino Wen Jiabao.
El nuevo diálolgo estratégico tiene como objetivo transformar el diálogo estratégico económico en diálogos aún más amplios incluyendo diálogo en el terreno militar.
El artículo señala que durante el mandato de Clinton, el presidente norteamericano hizo visitas a China, y el vicepresidente norteamericano sostuvo conversaciones regulares con el primer ministro de Rusia. Evidentemente el equipo diplomático de Obama espera repetir esta táctica. Esto se puso manifiesto a comienzos de la campaña electoral de Obama.
Deben ser prioritarias de esta táctica las conversaciones regulares entre Biden y Wen Jiabao.
The Washington Post señala que durante el segundo mandato de Bush, el diálogo estratégico económico entre China y EEUU pasó a ser un mecanismo eficaz para resolver los importantes problemas económicos entre los dos países.
El artículo dice que debe mantener un mecanismo sólido de diálogo de alto nivel entre China y EEUU, que cubre los diversos terrenos como comercial, financiero, medioambiental, de cambio climático, de seguridad de alimentos y de la salud pública.
Además los dos países deben introducir un nuevo mecanismo de diálogo para resolver otros problemas espinosos.
El artículo considera que el vicepresidente Biden tiene ricas experiencias diplomáticas, y en el momento en que el Departamento del Tesoro de EEUU está ocupado en la tarea para hacer frente a los problemas difíciles financieros del país, es muy apropiado que el vicepresidente, a la cabeza de funcionarios norteamericanos, participe en el diálolo de alto nivel con China.
La secretaria de Estado norteamericano Hillary Clinton manifestó la semana pasada:
"El diálogo estratégico (entre EEUU y China) iniciado por el Gobierno de Bush ha pasado a ser un diálogo económico".
Con respecto a esta afirmación, The Washington Post dice que el diálogo estratégico económico entre China y EEUU no es más que uno de los más 50 mecanismos de diálogos entre los dos países.
No es el único ni el más importante.
Es un diálogo que transcurre con relativa fluidez, y se conoce ampliamente por la gente, y nada más.
Sin embargo, es absolutamente correcta la afirmación de Hillary en el sentido de que las relaciones entre EEUU y China deben ampliarse aún más.
Sin embargo, no es fácil llevar a cabo este mecanismo de diálogo regular entre dirigentes de las dos partes.
Yomiuri Shimban reveló que un ex responsable de la seguridad nacional del Gobierno norteamericano se preocupó que "esto podría dar la impresión de que los dos polares, EEUU y China, controlan Asia.
Y esto afecta grandemente a los aliados de EEUU como Japón, República de Corea, India y Australia.
Y señala que la Administración de Obama tiene que efectuar un seria discusión al respecto despúes de someter este plan a una prudente consideración sobre sus impactos en el exterior.
(Pueblo en línea)
Los dos países están "colaborando estrechamente" en la preparación de la misma visita, enfatizó la portavoz.
(Xinhua)
Recuperación que se espera comience en 2009, pese al dramático aumento del desempleo y la desaceleración económica. Y es que unos 20 millones de obreros –más de un 15% de los 130 millones de campesinos que emigran a la ciudad- se encuentran en el paro ante la caída del crecimiento económico, que ha pasado del 13% en 2007 al 9% en 2008. Además, el desplome de las exportaciones del 17,5%, su nivel más alto en diez años, ha provocado el cierre de fábricas a lo largo y ancho del país.
No obstante, a diferencia de los sistemas liberales de occidente, el gobierno de Pekín juega con la baza de que sus palabras van a misa. Prueba de ello es que los préstamos bancarios crecieron el pasado mes de enero un 103,6%, hasta los 183.400 millones de euros, después de que la Administración central exigiera a las entidades ofrecer financiación para cumplir con el plan de estímulo, del que, en realidad, el estado sólo desembolsará una tercera parte del total.
El Baltic Dry Index anticipa la recuperación de China
Por otro lado, es revelador que el Baltic Dry Index, el indicador que valora el coste medio de transporte de mercancías secas a través de las 26 principales rutas marítimas del mundo, ha crecido más del doble en lo que va de año. Este índice ofrece una muestra significativa del comportamiento de la oferta y la demanda de materias primas no agrícolas, generalmente hierro, carbón y materiales para la construcción. En consecuencia, anticipa el comportamiento de la producción industrial y en definitivas cuentas, sirve de orientador de la salud económica global.
Por otro lado, según informó esta semana la Administración General de Aduanas, China compró a otros países 32,65 millones de toneladas de hierro en enero, aparte de 12,82 millones de toneladas de crudo y 2,39 millones de toneladas de petróleo refinado.
Dicho esto, una gran responsabilidad de la fuerte subida del BDI la tiene el acopio de commodities que está llevando a cabo la tercera economía del mundo. No deja de ser, por tanto, representativo del momento económico que vive el país. Además, esta demanda de hierro y de otros materiales pone de manifiesto que el plan de estímulo comienza a mover de nuevo la maquinaria del sector industrial y de la construcción. De hecho, esos 585 millones de dólares van a destinarse, además de ayudas al motor, a la industria siderúrgica y a la textil, al fomento de obra pública.
A esto hay que sumar que el Gobierno va a anunciar pronto un nuevo paquete de medidas, entre las que se encuentra una posible reducción de impuestos. Con ello se espera ayudar, no sólo a la industria ligera, sino impulsar el consumo doméstico e incentivar fiscalmente a los exportadores de productos made in china.
A la espera de ver si finalmente todas las medidas puestas en marcha por el equipo de Jiabao son realmente efectivas, lo cierto es que la bolsa ya está anticipando la recuperación de la tercera economía del mundo.
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