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Banco de España ataque de inseguridad |
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, advirtió ayer de que "no se puede descartar" una intervención estatal en los bancos y cajas de ahorros españoles, si bien matizó que por el momento "no es necesario".
"Hasta ahora en España no es necesario, pero a la vista de la intensidad de la crisis, no se puede descartar nada", dijo Fernández Ordóñez al término de su intervención en unas jornadas organizadas por la Federación de Usuarios de Cajas de Ahorros.
El gobernador contestaba así a una pregunta de los periodistas sobre si veía factible la posibilidad de una intervención estatal en las cajas de ahorros si la crisis se endurece, a la que Fernández Ordóñez contestó refiriéndose a todas las entidades financieras, no sólo a las cajas, según precisó posteriormente el Banco de España.
El máximo responsable del instituto emisor recalcó que el sistema financiero español es "muy sólido", pero se enfrenta a "problemas importantes" como el aumento de la morosidad y su elevada exposición al sector inmobiliario.
En este escenario, ahondó, es evidente que no asistiremos a un crecimiento del crédito como en años anteriores, lo que afecta a los resultados empresariales, a lo que se añade el mayor coste de la financiación exterior.
"Todo eso debe llevar a las entidades a saber que necesitan reestructurarse, se fusionen o no", dijo el gobernador, para quien, a veces, "es buena una fusión" como fórmula de aunar fuerzas, de reestructurarse.
"Si una fusión mejora la solvencia y la situación financiera, adelante, lo que nos importa es tener un sistema financiero sólido", insistió el gobernador del Banco de España.
En cualquier caso, Fernández Ordóñez, aseguró ayer que "hay que estar contentos" de que los bancos y cajas de ahorros tengan buenos beneficios, porque éstos son la primera linea de defensa de las entidades frente a la crisis.
"Depositantes y usuarios deben estar muy contentos de que las entidades tengan buenos resultados, es satisfactorio", dijo al término de su discurso en unas jornadas organizadas por la Federación de Usuarios de Cajas.
Fernández Ordóñez afirmó que los beneficios de las entidades financieras están cayendo, pero confió en que desciendan "poco", al tiempo que incidió en la necesidad de que se utilicen para afrontar adecuadamente el "oscuro" escenario.
VIGILARÁ QUE HAYA PROVISIONES SUFICIENTES
En este sentido, sostuvo que en el reparto de los beneficios las entidades financieras deben tener en cuenta que la crisis "puede ser muy duradera y deben dejar recursos dentro de las instituciones, no como en otros años", por lo que el organismo vigila "estrechamente" las provisiones que realizan las entidades.
Sobre la contracción del crédito, Fernández Ordóñez describió la situación de "círculo vicioso" en la que cae tanto la demanda como la concesión de los mismos en un entorno de contracción del consumo.
"Todo es verdad, que la demanda de créditos cae es evidente, como pone de manifiesto que se compren menos casas y menos coches, pero es verdad que los bancos, en la medida que la morosidad aumenta y la financiación es complicada, tienen una actitud más cuidadosa a la hora de dar créditos", argumentó.
El Banco de España pide reformas laborales "urgentes"
El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, advirtió ayer de que las numerosas ineficiencias en el sistema laboral español determinan el "rotundo fracaso" en el objetivo de reducir el desempleo, por lo que insistió en la necesidad de emprender "con urgencia" reformas de las instituciones laborales.
"La grave crisis de desempleo que estamos sufriendo actualmente debería llevarnos a examinar qué podemos cambiar de nuestro mercado de trabajo", dijo Fernández Ordóñez en las Jornadas sobre 'la singularidad de las cajas de ahorros' organizadas por la Federación de Usuarios de Cajas.
Fernández Ordóñez explicó que España sigue con un sistema de tratamiento de la contingencia por desempleo que en su día fue parecido al de otros países europeos, pero que todos han reformado en las últimas décadas.
Según concretó, en el sistema español la ayuda al desempleado combina la prestación pública con el pago de una cantidad que se abona de una vez, relacionado con el tiempo que ha permanecido en una sola empresa, pago que corre a cargo de la empresa y no del Estado, lo que provoca una menor productividad y el fracaso en el objetivo de reducir el desempleo.
El gobernador del instituto emisor precisó que los costes del despido descansan a cargo exclusivamente en el sector privado, lo que desanima la creación de empresas y la contratación en general, si bien se mostró contrario a centrar el debate exclusivamente sobre el abaratamiento del despido.
"El sistema español es ineficiente", sostuvo Fernández Ordóñez, para quien es absolutamente necesario estudiar y difundir las reformas que han hecho otros países europeos y escoger aquellas alternativas que permitan aumentar la productividad.
Fernández Ordóñez recalcó que los principales problemas de la economía española son estructurales, por lo que "la tarea principal es mejorar e impulsar la productividad y aprovechar estos momentos para reformar las normas e instituciones, porque aquello que hagamos para mejorar la productividad no tiene contraindicaciones para salir de la crisis".
Al contrario, estimó el máximo responsable del instituto emisor, "lo que hagamos para mejorar la productividad puede ayudarnos a salir más rapidamente de la crisis". A su parecer, la reforma laboral es "la más importante de cara a relanzar la creación de empresas y reducir el paro".
Según sus previsiones, es "altamente improbable" que la economía española pueda crecer como en el pasado si no se acometen reformas, especialmente laborales. "Es muy difícil imaginar cómo, sin reformas, la economía española podría comportarse en el futuro tan positivamente como lo ha hecho en las pasadas décadas.
"LAMENTABLE RÉCORD" DEL PARO
El gobernador del Banco de España consideró "palmario" que los mecanismos de ajuste laboral de la economía española no funcionan de la forma adecuada, e incidió en que España ha conseguido en 2008 lucir "una vez más el lamentable récord" de contar con la tasa más alta de desempleo de la OCDE, así como registrar la mayor velocidad en el aumento del paro de todos los países desarrollados.
"La práctica imposibilidad de descolgarse de la negociación colectiva", la escasa participación de las remuneraciones en los beneficios empresariales, los mecanismos de indiciación salarial sin ninguna conexión con la situación de las empresas y la intervención del Estado por medio de autorizaciones preceptivas que impide que las empresas aumenten su productividad, son otras de las singularidades del mercado laboral español frente al de otros países desarrollados, especificó.
LIBERALIZAR LOS PLAZOS DEL ALQUILER
La liberalización de los plazos de alquiler es otra de las medidas que Fernández Ordóñez considera "crucial" para reducir el coste de los alquileres y poder hacer un ajuste inmobiliario más suave, sin que se desplome el valor de las viviendas, la riqueza en la que los españoles tienen concentrado su patrimonio.
Relanzar las privatizaciones, el impulso de la competencia en numerosos sectores también es fundamental, en su opinión, porque reduciendo los márgenes empresariales injustificados se consigue aumentar los salarios de los trabajadores sin perjudicar la competitividad.
En cualquier caso, dejó claro que las reformas estructurales sólo pueden llevarse a cabo si cuentan con la necesaria aceptación social.

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Ordóñez ha insistido en que el sistema financiero español está sano, pero también ha admitido que las entidades tienen que enfrentarse a problemas serios, como la subida de la morosidad. Este incremento, destacó el gobernador, "no está siendo tan rápido como en otros países", cuyos bancos "se han encontrado con productos tóxicos en sus balances". Sin embargo, bancos y cajas tienen que lidiar que un importante problema inmobiliario, y con el crédito que ya no va a crecer como antes, "como es lógico en una situación de crisis", dijo. Por eso, el Banco de España lleva meses diciendo a la banca que necesita reestructuraciones para no perder su eficiencia y seguir siendo rentable a pesar de la caída de los ingresos.
Eso sí, el gobernador ha matizado que el Banco de España "no impulsa las fusiones", aunque reconoce que hay algunas que sí servirían para alcanzar los objetivos. Estas metas, según Ordóñez, pueden alcanzarse también con otras vías, como las reestructuraciones de las redes de oficinas.
Ante la pregunta de si el regulador está satisfecho con la "moderación de los beneficios" que han presentado las entidades a cierre de año, tras las abundantes provisiones realizadas, Ordóñez ha recordado que la banca "tiene que hacerlas", y ha matizado que el Banco de España espera que los resultados "no caigan tanto", porque el beneficio es la primera línea de defensa ante la crisis. Lo que sí quiere el regulador, es que las entidades sean prudentes con respecto "al reparto del beneficio", y que guarden un porcentaje elevado de lo que ganan para engordar las reservas de cara al futuro.
Sobre la polémica que se ha generado en los últimos meses por el frenazo brusco del crecimiento del crédito, el gobernador afirmó que "se trata de un problema tanto de demanda como de oferta". Las peticiones de crédito bajan porque la economía está en crisis y, en el mismo tiempo, las entidades se hacen más prudentes a la hora de prestar.
Reforma urgente del mercado laboral
Con una orientación más macroeconómica, Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha pedido esta mañana una reforma urgente del mercado laboral, para que España pueda volver a crecer por encima del promedio europeo cuando pase la crisis.
El gobernador culpó al sistema de indemnización por despido el hecho de que en España el paro sea estructuralmente más alto que en el resto de países, y que crezca más en momentos de crisis.
El hecho de que parte de la ayuda al desempleo dependa del dinero que el trabajador recibe de la última empresa en la que ha trabajado desincentiva, según Ordóñez, la movilidad laboral así como la contratación de nuevos trabajadores. El gobernador pidió un debate público sobre estos temas que, según dijo, no se pueden reducir a la cuestión de abaratar el despido.
En las declaraciones realizadas en las 'Jornadas sobre la singularidad de las cajas de ahorros', el gobernador del Banco de España reconoció el "rotundo fracaso" en el objetivo de reducir el desempleo.
El endeudamiento de las familias y empresas españolas, dijo, se duplicó entre 1999 y 2007, y en el caso de las empresas pasó del 270% a casi el 600% del excedente bruto de explotación.
Para las familias, el ratio pasó del 60% al 130 % de la renta bruta disponible.
Sin embargo, este excesivo nivel de la deuda ha provocado ya un descenso de la competitividad y es previsible que en los próximos años vivamos un proceso de desapalancamiento o desendeudamiento.
Desaparecido así uno de los motores del milagro español de los últimos años, el gobernador del Banco de España señaló también la devaluación como uno de los recursos que ya no están al alcance de la economía española.
Por todo ello, indicó, es muy difícil que la economía española pueda volver a crecer al ritmo en que lo ha hecho en los últimos años.
En los últimos años, recordó también Ordóñez, la economía española ha experimentado un crecimiento espectacular pese a la existencia de "puntos débiles" como el sistema educativo, el desarrollo tecnológico o el mercado laboral.
Ello ha sido posible gracias, entre otras cosas, al menor peso del sector público en la economía, que permitió márgenes empresariales por encima de los de la zona euro.
Sólo unas horas después de anunciar que cerró 2008 con una morosidad del 3,96%, ha augurado que a finales de año esta tasa crecerá en más de tres puntos porcentuales, hasta situarse por encima del 7%. A pesar de este ascenso, supondría niveles "bastante asumibles" para la caja, según ha destacado su director general.
El deterioro evidente de las condiciones económicas podría generar el escenario adecuado para activar el tan comentado proceso de concentración entre las cajas de ahorros.
El director general de la entidad, Roberto López Abad, ha dejado claramente la puerta abierta a este proceso de fusiones. "Sería razonable pensar que sí, que iremos caminando por esta senda". Pero también ha añadido un matiz, al apuntar que al final "dependerá de la voluntad de las propias entidades".
En el horizonte de las cajas de ahorros no sólo planea la opción de las fusiones. El director general de la CAM baraja la posibilidad de recapitalizaciones en el sector financiero español. Si otros países europeos han fortalecido el capital de sus entidades, incluso sin necesitarlos, "habrá que plantearse algo similar aquí".
Roberto López Abad se sumó a las críticas sobre la desigualdad de condiciones que están generando los distintos planes de rescates lanzados por los gobiernos de cada país. En este punto, subraya que si Francia ha inyectado capital a entidades como BNP Paribas, "sin que lo necesitara", y el gobierno inglés y el alemán también han hecho lo mismo con otros bancos, las entidades españolas no pueden competir de la misma manera con ellas.
Los comentarios realizados por su director general han sido precedidos de la publicación de los resultados de la caja, correspondientes a 2008. El beneficio neto fue de 390,4 millones de euros, un 1,2% más, si bien el beneficio recurrente creció un 9,4%, hasta los 421,9 millones.
Es más, Mafo alerta de males aún mayores si, en vez de profundizar en las reformas, el actual Gobierno da marcha atrás en alguna de las ya realizadas: "Si se diera marcha atrás en la competencia, o el déficit friscal se disparara a niveles insostenibles, nuestro crecimiento se resentiría aún más", añadió.
Su diagnóstico de la sittuación actual fue demoledor. Para empezar, situó a España en el pelotón de los torpes frente a los paises más virtuosos que "actuaron prudentemente, esto es, aquéllos que no se endeudaron en exceso ni empeoraron su competitividad". Precisamente, la pérdida de competitividad por la bajísima productividad española es la principal causa de nuestra mala situación para poder salir de la crisis.
Un rosario de debilidades
El recuento de los puntos débiles de la economía española no dejó títere con cabeza:
"Un nivel educativo mucho más bajo que otros países europeos, un stock de capital reducido, un nivel tecnológico inferior y unas institucines laborales que no generan los incentivos necesarios para mejorar la eficiencia individual y colectiva".
Frente a estas deblidades, las fortalezas de España, a juicio de Mafo, son el reducido peso del sector público, la descentralización del gasto público, las privatizaciones y el equilibrio fiscal y la reducción de deuda pública "hasta 2007", como puntualizo muy significativamente.
Pero si este diagnóstico de lla situación de España fue llamativo, no menos clamoroso fue el silencio del gobernador respecto a otros problemas que le caen más cerca de sus competencias: la necesidad de ajustar a la baja la tremenda sobrevaloración de los activos inmobiliarios, la debilidad del capital de muchos bancos y cajas derivada del vertiginoso aumento de la morosidad y de la depreciación de los activos colaterales de los créditos, o la ausencia de sectores productivos capaces de tomar el relevo al ladrillo como motor del crecimiento, como han señalado en reiteradas ocasiones los columnistas de El Confidencial.
Sí se refirió, en cambio, al "extraordinario aumento del endeudamiento de las familias y las empresas" y a que el proceso de desapalancamiento actual, que durará varios años, "reducirá nuestra tasa de crecimiento". No obstante, más que como una causa de la crisis, Mafo lo ve como la pérdida de uno de los grandes factores que explican el fuerte crecimiento de España desde 1985 -el otro era la devaluación hasta 1999-, con el que no podremos contar tras la crisis para salir del atolladero.
Reformas necesarias y urgentes
En esta tesitura, el Banco de España insta a Zapatero a que acometa de forma urgente una serie de medidas estructurales que dejen a España en condiciones de volver a crecer como antes de la crisis. La más importante es la reforma laboral, que debe comprender un cambio radical en la prestación por desempleo. Dicho cambio incluye la reducción de los costes de despido, como piden los empresarios y en contra de lo prometido por el presidente de Gobierno, pero debe ir mucho más allá.
Mafo propone un sistema en el que la indemnización por parte de la empresa desaparezca a cambio de elevar los pagos mensuales a cargo de Estado -lo que incentivaría la contratación-, o bien que ésta indenización no dependa de cuánto tiempo lleva el trabajador en su última empresa -que actualmente desincentiva la movilidad laboral-, sino que se acumule a lo largo de toda la vida laboral.
Otras reformas consideradas imprescindibles por el gobernador son la liberalización de los plazos del alquiler, para reducir su coste y suavizar el ajuste inmobliario; el relanzamiento de las privatizaciones; y la liberalización e impulso de la competencia en muchos sectores, para reducir los márgenes empresariales injustificados y elevar los salarios reales.
El Banco de España también propone abaratar los despidos
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ve urgente e imprescindible una amplia reforma laboral, en la que uno de los aspectos sería abaratar el coste del despido, algo a lo que se oponen el Gobierno y los sindicatos.
El Banco de España se ha sumado al coro que reclama una reforma del mercado laboral para abaratar el despido. Hace un par de meses lo hizo el Fondo Monetario Internacional (en realidad, reclamó el despido libre); la semana pasada fueron los empresarios. Ambos lo hicieron abiertamente.
El Banco de España, en cambio, plantea una reestructuración mucho más profunda, "urgente" e "imprescindible". "Mi planteamiento está totalmente alejado de los que lo reducen a si se debe o no abaratar el despido", afirmó ayer el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Pero las palabras que el máximo dirigente del Banco de España pronunció ayer en Zaragoza en unas jornadas sobre cajas de ahorros, ponen sobre la mesa la reducción de los costes de despido para las empresas. Y ahí choca con el Gobierno, que con el presidente a la cabeza lo ha rechazado en repetidas ocasiones. "No es la cuestión ni la discusión en este momento", declaró el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, a EL PAÍS el pasado domingo.
La existencia de "unas instituciones laborales inadecuadas ha generado efectos perniciosos no sólo sobre la productividad y el crecimiento económico, sino sobre el bienestar de los trabajadores", explicó Fernández Ordóñez. "Deberíamos estar todos de acuerdo en que la mejor protección al desempleo no es la que se preocupa del subsidio al parado sino la que consigue que la mayoría no pierda el trabajo", añadió.
Tras este discurso, está el intenso deterioro del mercado laboral español en 2008 que le ha llevado a liderar la destrucción europea de empleo y las tasas de paro. Y la tendencia continúa este año. Ayer Agett, la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal, en su Avance del Mercado Laboral, vaticinó que en el primer trimestre el paro acabará en el 16%.
En una intervención dedicada "exclusivamente" al mercado laboral -aunque también reclamó reformas en otros ámbitos (alquiler, servicios, transporte, energía, etcétera)- el gobernador se extendió sobre los costes de despido, que suponen una indemnización de 20 a 45 días por año trabajado.
Del sistema español dijo que "no favorece ni la creación de empleo ni el crecimiento de las empresas más competitivas"; "desincentiva la nueva contratación"; "introduce numerosas distorsiones"; "es ineficiente".
Al gobernador le preocupa especialmente que el sistema "desincentiva absolutamente la movilidad de los trabajadores entre empresas", dado que la indemnización está vinculada a la antigüedad.
Llegado a este punto, Fernández Ordóñez propone "estudiar" los mercados danés y austriaco y sacar conclusiones.
En ambos países, el paro en plena crisis se sitúa en torno al 4% frente al 13,9% español. En Dinamarca, el coste del despido es casi nulo y se compensa con una elevada prestación por desempleo y mucha formación.
En Austria, la empresa constituye un fondo individual para el trabajador que complementa su subsidio en caso de ir al paro.
Las lecciones que se pueden extraer están claras: menores costes de despido para las compañías y menos trabas al cambio de empresa.
Este planteamiento difiere del que contempla el Gobierno. Corbacho, en línea con los argumentos sindicales, ha afirmado en diversas ocasiones que el origen de la crisis actual proviene del mercado financiero y no del laboral.
Por tanto, la conclusión del Ejecutivo es que no hay porqué rebajar el coste del despido, ni buscar en el mundo del trabajo la solución a la crisis.
El gobernador pide que se abra un debate, pues, aunque "el sistema español es ineficiente", "gran parte de la opinión pública piensa que protege a los trabajadores". "Y es claro que si no hay una conciencia generalizada de los daños que produce, no habrá reformas", añadió el gobernador.
La propuesta de la máxima autoridad monetaria va acompañada de otro frente: la educación. "Es la tarea pendiente en España de mayor trascendencia para el crecimiento económico, la mejora de la productividad, la más justa distribución de la renta y la consecución de unas tasas reducidas de paro", según Ordóñez.
Por otro lado, en el mismo acto el gobernador del Banco de España dijo que no se puede descartar que haya que intervención en alguna entidad financiera si en el futuro fuera necesario, tal y como ya ha ocurrido en otros países (Reino Unido, Holanda, Bélgica, Alemania, Estados Unidos...).
Indemnizaciones
- 45 días por año trabajado. Es la cuantía máxima. Se aplica cuando un empresario despide a un trabajador con contrato indefinido de forma improcedente. Tiene un tope de 42 mensualidades.
- 33 días. Esta compensación se estipula para los contratos firmados dentro del plan de fomento del empleo indefinido.
- 20 días. Es la indemnización fijada para los casos de despido objetivo o despido colectivo, los conocidos ERE.
La CEOE bloqueará la renovación de convenios si no se abarata el despido
La patronal CEOE afirma que no firmará ningún nuevo Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva si éste no está acompañado de "una reforma laboral integral"
El Gobierno y los sindicatos ya pueden darse por enterados: la patronal CEOE no firmará ningún nuevo Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva si éste no está acompañado de “una reforma laboral integral”.
Es decir, que, según los empresarios, un eventual acuerdo salarial tendría que recoger, como mínimo, un nuevo recorte de la indemnización en el despido improcedente del trabajador. De lo contrario que ni el Gobierno ni los sindicatos cuenten con la patronal.
Éste es el mandato que, en este ámbito, recibió ayer el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, cuando la Junta Directiva aprobó el acta de la reunión anterior, celebrada el pasado 21 de enero.
El documento, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, dice que el Comité Ejecutivo [previo a la Junta Directiva] ha decidido lo siguiente “sobre la posición a adoptar en el marco del Acuerdo Nacional para la negociación colectiva y sobre el aumento máximo de salarios a acordar: la necesidad de una negociación globalizada, en la que ha de pretenderse una reforma laboral integral”.
Es decir, incluyendo la flexibilización del despido, de acuerdo con las constantes reclamaciones de los empresarios.
La última, de la patronal madrileña CEIM, que en realidad es de la misma CEOE, con un contrato indefinido con una indemnización de veinte días por año trabajado –ver información en esta misma página–.
En segundo lugar, y en consecuencia con este primer punto, CEOE ha decidido “que no se firme el acuerdo de convenios, salvo que su clausulado sea razonable y que se intente por todos los medios que su vigencia sea a largo plazo”.
Precisamente, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pidió ayer una “reforma urgente del mercado laboral”, para que la economía pueda volver a crecer por encima del promedio europeo cuando pase la crisis.
En una intervención en una jornada, organizada en Zaragoza por la Federación de Usuarios de Cajas, el gobernador culpó a la indemnización por despido de que en España el paro sea “estructuralmente más alto” que en el resto de países, y que crezca más en momentos de crisis.
El hecho de que parte de la ayuda al desempleo dependa del último salario “desincentiva”, según Ordóñez, la movilidad laboral así como la contratación de nuevos trabajadores.
En consecuencia, el gobernador señaló también que los mecanismos de ajuste laboral de la economía española “no funcionan de forma adecuada al favorecer el desempleo y provocan efectos perjudiciales sobre la productividad”.
Aunque Fernández Ordóñez señaló que la del mercado laboral no es la única “reforma estructural” que la economía española debe abordar, “sí es la más importante para recuperar los niveles de productividad de los últimos años y volver a crecer tan positivamente”.
Curiosamente, tanto el cambio de estrategia de la patronal en la negociación con los sindicatos como las importantes declaraciones de Fernández Ordóñez sobre el despido introducen más presión sobre el Gobierno.
El pasado martes, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró ante el Congreso de los Diputados que no hará ninguna reforma laboral ni social “que no cuente con el respaldo de la patronal y de los sindicatos”.
Qué cambio laboral pretenden los empresarios
En el mensaje de CEOE, por “reforma laboral integral” debe entenderse la posibilidad de alcanzar sus propuestas más ambiciosas.
Es decir, algunas de las siguientes: un recorte de la indemnización por despido improcedente hasta los veinte días por año de trabajo, con un cuantía máxima de 12 meses de salario.
Actualmente, la compensación por este tipo de despido está en 33 días por año de trabajo, hasta una cuantía máxima de dos años de salario, si se trata del contrato salido de la reforma laboral de 1997, o de 45 días por año en la empresa, si es el contrato indefinido ordinario.
Directamente relacionado con esta cuestión, los empresarios desearían suprimir el permiso administrativo para el despido colectivo, lo que, a su juicio, agilizaría la toma de decisiones de las compañías.
Otra cuestión que busca la patronal desde hace tiempo es tener mayor flexibilidad en la movilidad laboral, tanto geográfica como funcional y, relacionado directamente con este último punto, está la pretensión de flexibilizar el contrato a tiempo parcial.
En el capítulo de costes, y junto al recorte de la indemnización por despido, los empresarios quieren una rebaja de las cotizaciones sociales en todos los contratos.
En consecuencia, CEOE piensa que la negociación del acuerdo de convenios puede embarrancar o, incluso derivar en otra cosa, si consigue sentar al Gobierno con la reforma laboral.
Considera que las entidades españolas están aguantando la crisis comparativamente mejor que la media mundial, pero que con un momento tan complejo y con una concentración tan fuerte en el sector inmobiliario (el 47% por ciento del crédito concedido a las empresas está en el ámbito inmobiliario), las entidades tienen que ser "extremadamente cautas".
Sobre la adopción de medidas para limitar los sueldos de los directivos dice que más que cambiar las cantidades cambiaría el sistema, porque las retribuciones se han fijado en el corto plazo y "algunas de las operaciones que se han acometido quizá no se hubieran hecho en un contexto de largo plazo, a cinco o diez años".
Respecto a la solución a la crisis financiera actual dice que la idea es buscar fórmulas para ganar tiempo y que el ajuste se haga a más largo plazo.
Agrega que la creación de un banco malo es una salida para ganar tiempo y reconoce que no se sabe cuántos son los activos con problemas ni a que ritmo crecen y añade que no ve por ahora la creación de un banco de estas características en España.
En su comparecencia ante los medios, el vicepresidente segundo del Gobierno ha asegurado que el discurso que pronunció Fernández Ordóñez la semana pasada en Zaragoza ha sido malinterpretado por los "concisos titulares" de la prensa.
En este sentido Solbes ha destacado que Fernández Ordóñez no entró a valorar el despido libre ni el despido barato, sino que hizo una serie de propuestas alejadas de "posturas simplistas e integradas en un debate sobre la reforma que, a su juicio, "hay que analizar en profundidad".
Solbes ha aprovechado para reiterar que la postura del Gobierno en este sentido "es clara" y consiste en remitir al diálogo social a la hora de afrontar cualquier reforma laboral, buscando el consenso de los agentes sociales.
Postura de la OCDE
Por su parte, Angel Gurría ha defendió la posición de la OCDE al asegurar que en el una mayor flexibilidad del mercado laboral favorece las contrataciones.
En este sentido, el secretario general de este organismo ha explicado que los países con "mayor cintura" a la hora de facilitar los despidos a las empresas, son los que menos afectados se han visto por la destrucción de empelo asociada a la actual crisis económica.
"Nuestra evidencia es absolutamente objetiva en ese sentido", ha apuntado Gurría, quien, no obstante, ha evitado valorar la situación concreta del mercado laboral en España.
Gurría sí ha admitido la "complejidad" del mercado laboral español por sus diferentes modelos de contratación frente a los países del entorno.
En este sentido, también ha destacado que en épocas de bonanza económica no fue un "obstáculo" para que se generase empleo.
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