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OCDE riesgo político empeora en Europa |
La estabilidad política es la víctima de la crisis financiera y Europa también se ve afectada por el empeoramiento económico y político generalizao. Ésta es una de las principales conclusiones del Mapa de Riesgo Político 2009 realizado por Aon, junto con Oxford Analytica, que muestra la situación política de más de 200 países no miembros de la OCDE indicando el tipo, nivel o grado de riesgo político de cada país y mercado según la evaluación y apreciación de los suscriptores del mercado asegurador.
El estudio presentado hoy señala por primera vez países con riesgo muy alto, categoría en la que se incluyen Afganistán, República Democrática del Congo, Irán, Irak, Corea del Norte, Somalia o Zimbawe. Asimismo, especifica que trece países han visto como su riesgo ha mejorado respecto al año pasado, entre ellos figuran Malawi, Moldavia, Siria, Turkmenistán, Benin, Colombia, Lesoto y Libia. En el lado opuesto, están aquéllos que han visto deteriorado su riesgo. En esta categoría, se observa por primera vez a países de Europa y Europa del Este. Países como Estonia, Grecia, Hungría, Islandia, Lituania, Eslovaquia y Eslovenia han pasado de tener un riesgo bajo en 2008 a ser países de riesgo medio-bajo en 2009.
Para determinar el ráting de los países se establecen una serie de indicadores. Seis de ellos los establece el mercado asegurador: riesgo de transferencia, huelgas y disturbios sociales, interferencia política, impagos de los estados soberanos, guerra y terrorismo. Dos los fija Oxfor Analytica: análisis de la vulnerabilidad de la cadena de suministro y análisis del sistema legal y regulatorio. Durante 2008, prácticamente todos los riesgos específicos tuvieron una mayor incidencia, a excepción de guerra y terrorismo. Los que más se han incrementado han sido el riesgo de transferencia, el de impago del estado soberano y la vulnerabilidad de la cadena de suministros.
El estudio de este año cuenta con un nuevo índice denominado "global commodity crunch", que analiza la exposición de los mercados emergentes a sufrir inestabilidad política debido a la volatilidad del precio de las materías primas. Encabezan esta clasificación: Zimbawe, Congo y Tayikistán. Venezuela se encuentra en el puesto 16 del palmarés. Son, precisamente, los países con una mayor dependencia de las exportaciones de sus materias primas los que tienen un mayor riesgo político y económico.
Otra de las novedades del Mapa de Riesgo Politico 2009 de Aon es el Índice de Riesgo de Impago de Deuda Soberano. En este caso, los países con mayor exposición son Argentina, Bolivia, República Dominicana y Ecuador.
Las entidades más susceptibles de sufrir este riesgo político son las empresas de fabricación, minería, de gas, aviación, energéticas de telecomunicaciones y de leasing. También pueden verse afectadas las instituciones financieras. De ahí que tanto éstas como los bancos muestren un alto grado de interés en el uso de las herramientas de protección ante riesgos de crédito y políticos, que protegen tanto los contratos como los activos.

Etiquetas: conocimiento, medios, memoria, monopolios, multitud, politica.
El país que mayor ratio de deuda pública bruta alcanzará en 2009 será Italia con un 109,3%, seguida de Grecia (96,2%), Bélgica (91,2%), Hungría (73,8%), Francia (72,4%), Alemania (69,6%) y Portugal (68,2%).
Por debajo de la media se situarán Malta (64%), Reino Unido (62,6%), Austria (62,3%), Irlanda (54,8%), Países Bajos (53,2%) y Polonia (47,7%).
A continuación se situarán España (46,9%), por delante de Chipre (46,7%), Suecia (36,2%), Finalndia (34,5%), Letonia (30,4%), Eslovaquia (30%), República Checa (29,4%), Dinamarca (28,4%) y Eslovenia (24,8%). Completan la lista Rumania (21,1%), Lituania (20%), Luxemburgo (15%), Bulgaria (12,2%) y Estonia (6,1%).
La CE pide a España mejorar el alquiler
La Comisión Europea insistió hoy en que España debe introducir más competencia en los servicios y en el sector eléctrico y pidió, en concreto, mejoras en la regulación del mercado de alquiler de viviendas y la supresión de las tarifas eléctricas reguladas.
Además, es necesario seguir reformando el sistema educativo y garantizar que se aplican las reformas ya adoptadas, para reducir el abandono escolar y aumentar la formación del capital humano.
En su evaluación anual sobre los avances de cada Estado miembro en reformas estructurales, Bruselas valora los progresos logrados por España en mejorar el acceso a guarderías, las interconexiones energéticas con los países vecinos y la reducción de la burocracia.
Pero deja claro que, a medio plazo, debe seguir con las reformas estructurales, para sostener el crecimiento, corregir el abultado déficit por cuenta corriente y facilitar la reestructuración del sector de la vivienda.
El ejecutivo de la UE reitera sus habituales recomendaciones a España de incentivar la innovación, aumentar la competencia y mejorar la cualificación de los trabajadores. En el área laboral, considera fundamental que se facilite la transición entre empleos, con especial atención al fomento de la movilidad. Respecto a la competencia, la Comisión pide al Gobierno que continúe sus esfuerzos para eliminar las tarifas reguladas, por debajo del coste real de la electricidad.
Bruselas abrió a principios de 2007 una investigación sobre este sistema en el caso de los clientes industriales y advirtió a España de que si concluye que las tarifas reguladas constituyen una ayuda de Estado ilegal podrá exigir su recuperación.
Respecto al sector servicios, incide en que la introducción de más competencia -en este ámbito, aconseja revisar la regulación del mercado de alquiler- ayudaría a contener la inflación y reforzaría la competitividad en precios de las exportaciones.
También para mejorar la competitividad de la economía, incide en que los incrementos salariales deben alinearse con la evolución de la productividad.
La caída del ISE se atribuye a un declive general de la confianza en todos los sectores, excepto en el comercio minorista, que permaneció sin cambios. Por sectores, el de servicios, que bajó 4,8 puntos en la zona del euro y 4,9 en el conjunto de la UE, y el de la construcción, con una caída de 4 puntos la UE y 3,3 en la zona euro, son los más perjudicados.
La confianza en el sector industrial cayó 1,8 puntos en la UE y 0,4 en la zona del euro, mientras que la confianza de los consumidores descendió 2,3 puntos y 0,8, respectivamente. La mayoría de los países de la UE registraron una caída de su confianza económica en enero como Reino Unido (donde cayó 7,4 puntos), Polonia (8,6), Alemania (3,1), Italia (1) o Francia (0,9).
Por su parte, el ISE en España creció 2,5 puntos, tras la bajada de 6,3 puntos del pasado mes. El indicador de confianza de los servicios financieros, no incluido en el ISE, registró una bajada "significativa" en la zona del euro de 13 puntos, para situarse en los menos 22 puntos, mientras que en la UE cayó cinco puntos hasta los 20 puntos negativos.
Asimismo, la encuesta trimestral del sector manufacturero, llevada a cabo en enero de 2008, refleja que la capacidad de utilización cayó "notoriamente" hasta su nivel más bajo desde 1990. El análisis de los empresarios de la evolución de la producción y del número total de pedidos recibidos y de los pedidos para la exportación sufrieron un recorte y, además, esperan que la situación empeore en los próximos meses.
El banco ha rebajado los tipos de interés en 225 puntos básicos al dos por ciento desde octubre ante un descenso de los precios del petróleo que redujeron a la mitad la tasa de inflación en el mismo período, y unos datos que apuntan a la primera contracción anual de la economía este año de casi el dos por ciento.
El desplome en los indicadores fue provocado por el declive general de la confianza en todos los sectores, excepto en el comercio minorista, que permaneció sin cambios. Así, servicios bajó 4,8 puntos en la zona del euro, la construcción 3,3 y 0,4 la industria. Por otro lado, el indicador de confianza de los servicios financieros —estudiado al margen— cayó en el mes de enero 13 puntos, hasta situarse en 22.
Entre los estados miembros, la caída de la confianza más fuerte en el último mes ha sido la de Alemania (-3,1 puntos), seguida de Italia (-1) y Francia (-0,9). Curiosamente, y contra todo pronóstico, el indicador en España crece 2,5 puntos, tras la caída de 6,3 puntos del mes anterior. Fuera de la zona euro destacan los malos resultados de Reino Unido (-7,4) y Polonia (-8,6).
Las perspectivas para el próximo trienio también empeoran: un 34% de los máximos ejecutivos preguntados cree que la compañía que dirige aumentará su actividad en los próximos tres años, ocho puntos menos que en la encuesta del año pasado, porcentaje que, en el caso de los altos directivos europeos, desciende hasta el 26%.
Los presidentes identifican en la encuesta algunas de las amenazas potenciales para el crecimiento de su compañía. Al igual que el año pasado, a la cabeza del ranking figura la desaceleración de las principales economías mundiales -un 85% se muestra extremada o moderadamente preocupado por esta cuestión-.
El colapso de los mercados financieros –que aparece un 72%-, es una novedad de este año. Y por muestra, un botón: en España, la Oficina de Atención al Inversor de la CNMV está recibiendo consultas de inversores preocupados por la seguridad y el grado de cobertura que tienen sus ahorros e inversiones. Tras esta amenaza le siguen en el ranking el exceso de regulación y los elevados costes energéticos.
En cuanto al impacto de la crisis financiera global sobre las compañías, un 69% de los presidentes y consejeros delegados encuestados cree que las dificultades para obtener financiación frenarán sus planes de crecimiento en los próximos años. Un 79% de los altos ejecutivos preguntados prevé un significativo aumento de los costes financieros, un 73% teme la falta de liquidez, un 69% anticipa un retraso en sus planes de inversión y un 67% reduce sus expectativas de crecimiento para el próximo trienio.
La encuesta también sondea la opinión de los altos directivos mundiales sobre algunos aspectos de índole regulatoria que entienden clave para el desarrollo de su negocio. Preguntados sobre qué aspectos del marco tributario son más importantes a la hora de invertir en un país, los presidentes y consejeros delegados apuntan la claridad y la estabilidad del sistema –un 80%-, la presión fiscal global -un 73%-, y la facilidad para cumplir con los trámites burocráticos que exigen las administraciones tributarias –un 66%-.
El grado de incertidumbres que depara la globalización también se ve reflejado, los presidentes pasan a situar en primer plano de sus preocupaciones el incremento de las tensiones políticas, la fortaleza de los países emergentes y la eventual escasez de algunos recursos naturales –ver cuadro adjunto-.
Fusiones y adquisiciones
La encuesta también reserva un apartado para Fusiones y Adquisiciones, en el que uno de cada cinco presidentes encuestados afirma haber cerrado recientemente una compra o una fusión, resultado que apenas difiere del 25% de respuestas afirmativas contabilizado el año pasado. Respecto al número de compañías que planea llevar a cabo una operación de este tipo en los próximos doce meses, el porcentaje sube hasta el 25% a nivel global –algo por debajo del 31% obtenido el pasado ejercicio- y al 30% en Europa occidental –un 35% en 2008-. Cada una de las compañías con interés en operaciones de fusión o compra se enfoca hacia su propio mercado, aunque Europa occidental y Asia siguen siendo los destinos favoritos para las empresas.
Los tres principales obstáculos para conseguir cerrar con éxito las operaciones de compra o de fusión son, según los presidentes sondeados, los conflictos culturales, un 54%; los costes inesperados, un 45%; y conseguir el precio esperado para realizar la operación, un 42%.
Por áreas geográficas, los presidentes y consejeros delegados estadounidenses son los que confían en mayor grado en las fusiones y adquisiciones transfronterizas para impulsar el crecimiento de sus negocios, mientras que los altos directivos europeos consideran más probables las alianzas estratégicas y las joint ventures para alcanzar dicho objetivo.
El caso de España
El porcentaje de presidentes de compañías españolas que se muestra "muy confiado" en el sólido repunte de su negocio en el presente ejercicio -el 13%- discurre en la misma línea que el 15% registrado en las empresas de Europa Occidental. Respecto a las amenazas para el crecimiento de sus negocios, los presidentes españoles se muestran especialmente alarmados por la desaceleración de las principales economías mundiales –un 91%-.
En cuanto a las vías de crecimiento empresarial, la inclinación de los presidentes españoles hacia la mejora en los mercados en los que ya opera su compañía es todavía más acusada que la de sus homólogos europeos, de la misma forma que la confianza en futuras fusiones o adquisiciones es menor que en el resto de países europeos.
Y los estallidos empiezan a tener ya consecuencias políticas, por ejemplo, en Islandia, donde el primer ministro, el conservador Geir Haarde, anunciaba el día 23 la convocatoria de elecciones anticipadas, y tres días después caía su Gobierno. Aunque Islandia no es miembro de la UE –el debate, como siempre en tiempos de crisis, se ha reabierto ahora–, se trata del primer ejecutivo europeo que cae por la situación económica y financiera.
El anuncio se produjo tras una semana de protestas populares contra el Gobierno por su actuación durante la crisis económica, que ha dejado el país al borde de la bancarrota.
Los enfrentamientos han sido los más violentos en 50 años. La Policía utilizó sprays con pimienta y gases lacrimógenos contra los más de dos mil ciudadanos que protestaban ante la sede del Parlamento.
Lo ocurrido en Islandia llega tras una serie de revueltas antigubernamentales en Letonia, Lituania y Bulgaria, que siguieron, a su vez, a las que tuvieron lugar durante varios días seguidos en Grecia, donde los sindicatos y los estudiantes pusieron en jaque al Gobierno a finales de diciembre.
Las turbulencias financieras ya se habían llevado antes por delante al Gobierno belga, aunque, en este caso, la situación política interna desde hace casi dos años tuvo mucho que ver.
En Francia, han sido los obreros del sector automovilístico –y, puntualmente, del ferrocarril– quienes han protagonizado las movilizaciones, pero a ellos vuelven a sumarse los estudiantes, con sus protestas contra las reformas de Nicolas Sarkozy.
Ambos sectores son claves en el Estado francés: de hecho, el lobby universitario es muy potente –y más impredecible que el obrero– y muchos políticos proceden del movimiento estudiantil.
Los portavoces de los sindicatos han recordado esta pasada semana lo ocurrido en Grecia para advertir de que las movilizaciones podrían ser cada vez más duras: "También en Francia hay una bomba social a punto de explotar".
La crisis económica y financiera preocupa a las autoridades europeas tanto como las consecuencias que puede tener en el ámbito social.
Los funcionarios de la Unión Europea reconocen en privado que la preocupación es muy grande en Bruselas y que todos los estados miembros están adoptando nuevas medidas de control y seguimiento del descontento popular.
De hecho, los embajadores permanentes de los Veintisiete en Bruselas ya han tratado el tema en varias reuniones, y están compartiendo y actualizando constantemente datos e informaciones al respecto.
El Consejo Europeo informal de primavera se centrará, previsiblemente, en esta cuestión.
Estas mismas fuentes reconocen abiertamente que los 27 no saben cómo enfrentarse a la situación y, de momento, han solicitado más informes a sus respectivos servicios de inteligencia para saber si las revueltas marcan ya una tendencia o son, por el contrario, hechos aislados o dinámicas de oposición internas (en la jerga comunitaria, "manipulación por elementos de la oposición").
Ante las elecciones europeas de junio, el Partido Popular Europeo ha llegado a acusar al Partido Socialista Europeo de tratar de recuperar su hegemonía en la Cámara Europea utilizando la crisis como base de una campaña de "agitación y propaganda".
Las protestas han provocado, por ejmplo, una reunión de seguridad conjunta entre los gobiernos de Letonia y Lituania, tras los enfrentamientos del día 16 en Riga –26 manifestantes y 14 policías heridos, y 106 detenidos– y Vilnius.
Un funcionario lituano reconocía el viernes en Bruselas que su Gobierno está recabando información de estallidos similares en Francia, Estonia y Alemania. Además, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia estarían también intercambiando información de forma intensiva al respecto. En Vilnius, en los últimos días han tenido lugar al menos once marchas convocadas por los sindicatos.
Previsiones
El presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, predijo hace dos semanas en la BBC que la debacle económica causará sin duda un malestar creciente: "Puede ocurrir en cualquier lugar de Europa, y seguramente irá a peor en los próximos meses".
En su opinión, los países con mayor riesgo de estallidos son Hungría, Letonia y Bulgaria –en estos y, en general, en todos los estados centroeuropeos, ya se están preguntando si son políticamente asumibles y tolerables las condiciones impuestas tanto por la propia Unión para la adhesión como por los planes de rescate europeos o internacionales–, pero también Francia y Gran Bretaña. "La situación es muy, muy seria", declaró Strauss-Kahn.
La mayoría de los analistas consideran que, si las previsiones de caída del empleo continúan a este ritmo, el descontento social puede pasar a ser explosivo después del verano, especialmente allí donde el paro está aumentando de forma más rápida, caso, por ejemplo, del Estado español.
El descrédito de la clase financiera y política es enorme y eso está teniendo ya consecuencias en la UE. Y es muy posible que las elecciones al Parlamento Europeo de junio marquen otro punto de inflexión en ese progresivo alejamiento de la estructura comunitaria de sus ciudadanos.
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