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Los crímenes de guerra de Israel |
Le declaración que sigue fue redactada el pasado 27 de diciembre como respuesta de urgencia al ataque israelí sobre Gaza por el profesor Richard Falk, Relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Territorios Ocupados.
Los ataques aéreos de Israel sobre la Franja de Gaza representan graves y masivas violaciones de leyes internacionales humanitarias definidas en las Convenciones de Ginebra, tanto en lo que hace a obligaciones de una potencia ocupante, cuanto en lo atinente a las exigencias de las leyes de Guerra.
Entre esas violaciones, las que siguen:
• Castigo colectivo: el millón y medio de personas que viven en la densamente poblada Franja de Gaza está siendo castigado por las acciones cometidas por un pequeño número de militantes.
• Objetivos civiles: los ataques aéreos lo son contra áreas civiles en una de las franjas más densamente pobladas del mundo, y desde luego la más densamente poblada de todo el Oriente Próximo.
• Respuesta militar desproporcionada: los ataques aéreos no solo han destruido todas y cada una de las instalaciones policiales y de seguridad del gobierno electo de Gaza, sino que han matado y herido a centenares de civiles; de acuerdo con la información disponible, al menos uno de los ataques alcanzó a un grupo de estudiantes en busca de transporte para volver a sus casas desde la universidad.
Anteriores acciones israelíes, particularmente el hermético sellado de las entradas y salidas en la Franja de Gaza, han llevado a graves carencias de medicamentos y combustible (así como de comida), resultando en la incapacidad de las ambulancias para responder a las llamadas de los heridos, en la incapacidad de los hospitales para suministrar los medicamentos y el equipo médico necesarios para los heridos y en la incapacidad de los asediados médicos de Gaza y otros trabajadores sanitarios para tratar adecuadamente a las víctimas.
Es cierto que los ataques con cohetes contra la población civil israelí son ilícitos. Pero esa ilegalidad no confiere a Israel, ni como potencia ocupante, ni como Estado soberano, derecho alguno a violar el derecho internacional y a cometer crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad como represalia. Me permito observar que la escalada israelí de asaltos militares no ha aumentado la seguridad de los civiles israelíes; al contrario, el israelí asesinado hoy, tras el estallido de violencia israelí, es la primera víctima en un año.
Israel también ha ignorado las recientes iniciativas diplomáticas de Hamás tendentes a restablecer la tregua o el alto el fuego tras su expiración el 26 de diciembre.
Los ataques aéreos israelíes de hoy, y la catastrófica mortandad por ellos causada, presentan un desafío a aquellos países que han sido y siguen siendo cómplices, directa o indirectamente, de las violaciones israelíes del derecho internacional. Son cómplices aquellos países que notoriamente le suministran equipo militar, incluidos los aviones de combate y los misiles empleados en estos ataques ilegales, así como los países que han apoyado y aun participado en el asedio de Gaza, asedio que, por sí mismo, ha causado ya una catástrofe humana.
Recuerdo a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas que la ONU sigue vinculada a una obligación de proteger a toda población civil enfrentada a masivas violaciones de las leyes internacionales humanitarias, con total independencia de la autoría de esa esas violaciones. Llamo a todos los Estados miembros, así como a los funcionarios y a todos los órganos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, a reaccionar con urgencia, no sólo para condenar las graves violaciones de Israel, sino para desarrollar nuevas vías de protección real del pueblo palestino.
Richard Falk, profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, es el Relator de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en los Territorios Ocupados. Es autor de numerosos libros, entre ellos: The Costs of War: International Law, the UN, and World Order After Iraq (Los costes de la Guerra: el Derecho Internacional, la ONU y el orden mundial después de Irak).
(continue)

Etiquetas: conocimiento, inteligencia, memoria, multitud, politica, violencia.
Faulk es profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, Estados Unidos.
¿Cómo usted caracterizaría lo que los israelíes están haciendo en Gaza?
Israel está cometiendo una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa, atacando a una población que ha estado sufriendo un severo bloqueo durante muchos meses, e ignorando la posibilidad de restablecer un cese el fuego que los líderes de Hamas habían propuesto.
Me siento estupefacto por el hecho de que la comunidad internacional no haya tomado medidas más decisivas como respuesta ante lo que está ocurriendo.
Usted utilizó la palabra "atrocidades". ¿Considera que se están cometiendo violaciones de las leyes internacionales en materia humanitaria?
El propio bloqueo incumple las dos obligaciones más fundamentales de una fuerza de ocupación: en primer lugar, evitar castigar colectivamente a la población civil y, en segundo, garantizar que la población ocupada tenga suficientes alimentos y suministros médicos.
Este bombardeo no se puede ni siquiera describir como desproporcionado: es un acto de agresión incondicional contra una población indefensa hacia la cual Israel tiene especiales responsabilidades internacionales bajo la Convención de Ginebra y en relación con la Carta de Naciones Unidas.
Usted dice que lo que está pasando no tiene justificación. Pero, en su calidad de relator especial de Naciones Unidas en temas de derechos humanos en los territorios ocupados, usted tiene el deber -hasta cierto punto- de ser imparcial sobre lo que está pasando. ¿Las personas que viven en el sur de Israel, que se han visto sometidas a repetidos ataques con cohetes desde Gaza, no tienen también derechos?
Por supuesto que tienen derechos y yo he dicho, una y otra vez, que los ataques con cohetes son inmorales e ilegales.
Pero, desde ningún punto de vista legal o moral, esos ataques pueden justificar represalias de esta magnitud.
¿Y qué cree de la acusación de los israelíes de que usted no es nada imparcial?
¿Y por qué deberían ellos considerarme imparcial?
Eso no es más que una desviación de las verdaderas preguntas que se deben hacer: ¿Estoy siendo preciso? ¿Estoy siendo veraz?
No es mi deber decir que realidades desiguales son iguales.
Si lo hiciera, estaría incumpliendo con mi responsabilidades como relator especial.
El relator, especialista en derecho internacional, afirmó que el bloqueo israelí de Gaza de los últimos 18 meses es "una infracción al derecho humanitario", porque "la potencia ocupante debe garantizar el acceso de la población civil a alimentos y medicamentos".
Esta violación del derecho internacional humanitario "constituye crímenes contra la humanidad y los responsables de imponer esa situación deben ser responsabilizados".
Falk apuntó que si el Gobierno israelí es declarado culpable en una investigación, los responsables deberán someterse a un juicio en un tribunal creado especialmente, como sucedió con Ruanda, pues Israel no forma parte de la Corte Internacional de Justicia.
La Franja de Gaza, sometida a bombardeos desde el 27 de diciembre pasado y donde ya hay más de 700 muertos y varios miles de heridos, es la región más densa del mundo, con 4.500 personas por kilómetro cuadrado. El hacinamiento ha sido uno de los factores que más ha contribuido a aumentar el número de víctimas civiles.
El experto en temas internacionales lamentó también el hecho de que el Gobierno de Israel haya privado a los civiles palestinos de la Franja de Gaza de su derecho a refugiarse en otros países.
"En Irak, África, hay personas intentado escapar de los conflictos armados y muchas lo consiguen, pero en este caso Israel prohíbe a los civiles refugiarse. Eso es lamentable y casi que único. La ausencia de refugiados muestra que Israel impuso tal fuerza para que nadie pueda salir de Gaza", manifestó.
Falk evitó calificar de "terrorista" al grupo palestino Hamás, que es el principal blanco de Israel en esta ofensiva, y tampoco quiso referirse a la situación como un "genocidio".
"Es una crisis profunda, con un desequilibrio desproporcionado de armamento moderno, pero no es útil utilizar el término "terrorista", porque ilegales e inmorales crean una disculpa legal para lo que Israel quiere hacer. El problema no es Hamás, pero el liderazgo político de Israel utiliza eso como disculpa para atacar", señaló.
De acuerdo con Falk, "eso es una fuga de la diplomacia, una justificativa para usar la fuerza" y la palabra "genocidio" es una expresión "también muy delicada".
"Las Naciones Unidas solo actúan de manera eficaz cuando sus principales miembros lo desean y la oposición de Estados Unidos a la protección de los palestinos hizo que la ONU no cumpla su propia carta", subrayó.
El internacionalista aconsejó que cualquier medida adoptada debe partir de tres principios: "tregua inmediata, suspensión del bloqueo por parte de Israel y fin del lanzamiento de misiles de parte y parte".
El especialista se refirió también al papel del nuevo Gobierno estadounidense frente al conflicto y su participación en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Es muy difícil lo que va a pasar con la política exterior del presidente Barack Obama (quien asumirá el cargo el 20 de enero). Creo que él va a intentar usar a la ONU desde una posición más constructiva, excepto en la situación Israel-Palestina, por las fuertes presiones que tiene", opinó.
El relator descartó dejar su cargo ante la ONU, a pesar de ser impedido para ejercerlo por Israel, país que sólo le concedió visa para dictar clases en universidades.
"No pretendo abandonar el puesto y mucho menos ahora. Puedo colaborar con otros relatores de la ONU que están allí y en países vecinos. Quien critica la ocupación no es recibido por Israel, pero este hecho no me hará renunciar al cargo", indicó.
Los poco más de 360 kilómetros cuadrados de la Franja de Gaza, donde habitan más de un millón y medio de personas, convirtiéndola en una de las partes del mundo más densamente pobladas, son desde 1967 un territorio ocupado por Israel, condición que no ha cambiado tras la “desconexión unilateral” de Sharon llevada a efecto en agosto de 2005. La IV Convención de Ginebra, de la que Israel es signatario, ampara y protege a la población palestina y obliga al ocupante a responsabilidades derivadas de la misma. Ninguna de las Altas Partes Contratantes de la Convención ha tomado medida alguna, incluyendo las previstas en la propia Convención para hacer que Israel cumpla con tales obligaciones.
Una acción más decidida, firme y resuelta de la comunidad internacional, más allá de las consabidas declaraciones retóricas de condena, hubiera podido evitar estas matanzas y todo este sufrimiento humano. Esa acción no es un acto de volunatriedad, es una obligación que el concierto de naciones tiene bajo la legalidad internacional vigente.
El ataque a Gaza que ha sido preparado con al menos 6 meses de antelación, es fruto de consideraciones políticas (traspaso de poder en Washington, que la nueva administración estadounidense se encuentre con un escenario determinado, elecciones israelíes, etc.) y constituye una fase más de un plan ideado para hacer imposible cualquier acuerdo que permita el establecimiento de un estado palestino viable, favoreciendo de paso las tensiones interpalestinas. Hoy se favorece a Fatah en detrimento de Hamas, como en su día se favoreció a Hamas en contra de la OLP; una estrategia que parece no tener fin hasta arrebatarles a los palestinos el último palmo de tierra. A menudo se olvida como es la vida bajo una ocupación militar feroz que ya dura 41 años, lo que tristemente la convierte en la más larga de la historia contemporánea.
Los inaceptables crímenes de guerra, las graves, reiteradas e insultantes violaciones del Derecho Internacional por parte del gobierno israelí deben ser perseguidas sin demora. Los ciudadanos hemos de insistir una vez más ante nuestros gobernantes y exigirles que cumplan y hagan cumplir de forma eficaz lo previsto en las leyes y disposiciones internacionales. Para ello, debemos movilizarnos activamente. Nuestro silencio no puede ser cómplice. Aquí no vale pasarse la pelota y decir que le corresponde a la instancia superior. La colaboración con Israel de las diferentes administraciones, locales, autonómicas, nacionales y europeas, debe suspenderse en los ámbitos comerciales, culturales, académicos etc., hasta que este no se avenga a respetar el ordenamiento internacional, particularmente en materia de derechos humanos y a cumplir sus obligaciones con la IV Convención de Ginebra, la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, con la Carta y las Resoluciones de las Naciones Unidas y con los Convenios y Tratados Internacionales. Los particulares y las instituciones deben participar activamente en estas medidas de presión proque esta atroz impunidad debe finalizar inmediatamente. No es de recibo que al mismo tiempo que se emiten comunicados de condena y llamamientos al alto el fuego, estemos firmando contratos de compraventa incluso de armas.
Buena parte de la paz y del progreso del área euro-mediterránea depende de la paz en Palestina, es por tanto nuestra paz y nuestro progreso. Hoy es absolutamente necesario que la UE adopte una postura diferente de la de los EE.UU. y haga que su influencia económica se corresponda con su acción política y diplomática que debe ejercer sin dilación y sin complejos de forma efectiva.
La decisión de formar un grupo de expertos se enmarca en los preparativos de las fuerzas israelíes ante la posibilidad de u a oleada de demandas internacionales referente a los crímenes israelíes contra civiles en Gaza durante la operación "Plomo Sólido" que comenzara ael 27 de diciembre y que en 19 días ya causado casi un millar de muertos, 4.400 heridos, incluido el asesinato de 386 niños y 90 mujeres.
El fiscal general israelí, Menahem Mazuz, alertó el pasado domingo de que archivará expedientes contra los soldados que participen en dicha operación, y en ese sentido, un oficial de Defensa israelí reconoció que necesitan estar preparados "para las posibles demandas que puedan recaer contra altos cargos militares".
"El equipo estudiará las secuencias, la información de inteligencia y además, formulará argumentos que podrán utilizarse en defensa de quienes acusen a Israel de cometer crímenes de guerra en Gaza", agregó la fuente.
El material dado al equipo de expertos fue grabado por una brigada de combate que recibió entrenamiento especial sobre cómo filmar las secuencias además de documentación de las operaciones militares en condiciones de combate.
Asimismo, el Ejército estadounidense trabaja con un modelo similar y tiene un soldado desplazado en cada sección de infantería que siempre lleva consigo una videocámara además de su ametralladora.
Este miércoles la ONU condenó el asesinato de niños, y su secretario general Ban Ki-mon, de vista en la región, afirmó que son demasiados los muertos y que es demasiado grande el sufrimiento de los civiles a consecuencia de los bombardeos.
El gobierno israelí se ha negado a firmar la Convención de Ginebra, que regula las guerras y el trato a los civiles en caso de conflicto; así como los tratados de no proliferación de armas nucleares, de prohibición de las armas químicas y biológicas y las normas internacionales que prohíben la utilización de bombas de racimo y de fósfro blanco.
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