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La comedia de Solbes |
El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, afirma que el Gobierno ha utilizado "todo el margen de gasto público" que tenía y añade que "incluso hemos ido un poco más lejos de lo que según una interpretación estricta del pacto de estabilidad deberíamos".
En una entrevista concedida al diario "El País", Solbes responde así a la cuestión de si queda margen para tomar nuevas medidas contra la crisis que, aunque augura que será prolongada, al final de la legislatura se acabará saliendo de ella "sin duda alguna".
Con respecto a las entidades financieras, el vicepresidente segundo no descarta la posibilidad de inyectarles dinero público porque "en una situación como la actual no hay que descartar nada".
Solbes manifiesta que, con las ayudas concedidas a la banca, el Gobierno ha intentado resolver que las entidades financieras dispongan de recursos suficientes para ofrecer a las familias y a las empresas, aunque no se mostró "satisfecho" con el resultado "porque no vemos que el sistema esté funcionando como nos gustaría".
Añade que los bancos "no son malos", pero que ante una situación como la actual, "tienen mayor aversión" al riesgo de la que tenían hace uno o dos años. En este sentido, señala que los bancos viven de prestar dinero y si no venden dinero a sus clientes "mal negocio están haciendo".
Con respecto a una mejora de las prestaciones por desempleo, Solbes afirma que ahora se ve muy poco margen "por no decir ninguno" para incrementarlas, aunque señala que siempre queda el margen de reducir gasto en otras cosas para aumentarlo en algo que se considere prioritario.
En cuanto al fondo de reserva de la Seguridad Social, insiste en que "está clarísimo" que sólo puede utilizarse para pensiones contributivas.
Preguntado acerca de si el Gobierno planteará recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Cajas de Madrid, Solbes responde que "se juzgará de acuerdo con la Ley". El responsable de economía considera que aunque en el Consejo de Administración de Caja Madrid participen entidades públicas, como diputaciones, ayuntamientos o comunidades autónomas, "esto no debe incidir para nada en la operativa financiera, que debe manejarse con criterios claramente técnicos".

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"El déficit se va a corregir, no como pide el consenso europeo, medio punto anual, sino un punto anual. Es un compromiso claro", subrayó.
El vicepresidente segundo del Gobierno pronostica que a finales de 2010 se producirá un repunte del crecimiento y del empleo, y sobre el paro afirma que "cualquier aumento de las prestaciones tiene ahora muy poco margen".
Respecto a la actividad del sector financiero, Solbes considera que "si los bancos no prestan dinero están haciendo un mal negocio".
Además no descarta, "en una situación como la actual", que los bancos españoles puedan necesitar aportaciones de capital público. "No hay que descartar nada, ni la entrada en el capital de los bancos", indica.
Respecto a Caja Madrid, el vicepresidente segundo pide menos política y más criterios técnicos. "Lo que no es bueno para ninguna entidad es estar en los medios de comunicación permanentemente", señala.
La economía nacional se enfrenta a un escenario “extremadamente difícil”, pero en 2010 volverá a repuntar “con fuerza” y “recuperará su crecimiento potencial”, prevé ahora el Ejecutivo.
Esa fortaleza se traduce, según los números de La Moncloa, en un crecimiento del 1,2%, un avance del consumo privado del 0,7% y una creación de empleo de sólo el 0,2%. “En ningún caso llegaremos a cuatro millones de parados”, replica Solbes a las voces más agoreras.
Pero en ningún caso tampoco, las previsiones del Gobierno ofrecen la garantía de que el paro deje de afectar a tres millones de personas. Al menos, durante lo que queda de legislatura –para ello, la tasa de paro debería volver a situarse en el entorno del 11% ó 12%–.
Solbes juega ahora al equilibrio.
A corto plazo prefiere quedarse en la banda de previsiones más pesimistas. Pero a medio plazo, deja terreno para un triple salto sobre la cuerda.
El director del servicios de estudios de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Ángel Laborda, considera que el Ministerio de Economía ha sido realista en 2009, pero admite que es “imposible” una recuperación como la que Solbes propone en 2010.
El lastre de la recesión, la mayor desde la década de los cincuenta, es demasiado pesado.
El mediático Plan E, de estímulos económicos, parece demasiado corto para reflotar la agonía del mercado laboral. “Sus efectos se sentirán plenamente en los próximos meses”, afirma el Gobierno.
Pero sus cifras arrojan un balance algo más pobre.
El Estado engordará su déficit este año en 30.000 millones de euros más, hasta superar los 65.000 millones (5,9% del PIB).
Pero este importante esfuerzo en el gasto público sólo logrará recortar un punto la tasa de paro durante los próximos tres años (seguirá en el 15% en 2011). O lo que es lo mismo, salvar del desempleo a unas 230.000 personas –tomando como referencia la población activa en 2008, de 22,9 millones de personas–.
Solbes advierte signos positivos en el patrón económico.
Entre otras cosas, argumenta que, una vez se recupere la senda de crecimiento, España dependerá menos del sector de la construcción, habrá conseguido reducir su deuda frente al exterior y gozará de un escenario de precios más estable.
Siempre que la bestia del mercado energético, el petróleo, continúe hibernando.
Pero los desequilibrios de la recesión parecen más acuciantes.
España tardará, al menos, cuatro años para rebajar de los tres millones el número de parados. Y un periodo similar necesitará para devolver las finanzas públicas a un tono saludable.
España ha roto por primera vez el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que marca Bruselas y el déficit estimado para 2009 duplica el límite permitido por la Comisión.
En septiembre, Solbes aseguraba en la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2009 que si España se enfrentara a un déficit fiscal mayor del 3%, la “prioridad” sería “recortar el gasto”. Pero al igual que las previsiones de crecimiento, el vendaval financiero ha enturbiado los objetivos de La Moncloa.
“Es difícil reducir los gastos en un apartado distinto al de la inversión pública. Los Presupuestos ya estaban muy ajustados”, sentenciaba ayer.
Retraso en las reformas estructurales
Para recuperar el impulso de la economía, es “imprescindible continuar con las reformas estructurales”, reiteró ayer hasta en tres ocasiones el vicepresidente económico, Pedro Solbes.
Aunque reconoció que “la acumulación de tareas” ha retrasado la convocatoria de la mesa de partidos que, supuestamente, deberá consensuar esas reformas.
Pese a los mensajes, el Gobierno todavía no tiene muy claras cuáles serán esas reformas estructurales. “Deberíamos debatir algunos asuntos como la nueva Directiva de Servicios”, dijo Solbes, que no dio más detalles.
Ideas no le faltan, porque en los últimos años la Comisión Europea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado, sin mucho éxito, emprender algunas de calado.
Entre ellas, la revisión del sistema de pensiones, la flexibilización del mercado de trabajo, la apertura de los mercados más regulados o la transformación del mercado del alquiler.
A su parecer, no sólo no se ha registrado una crisis similar en los últimos setenta años, sino que "en algunos aspectos ésta es más complicada que la de los años 30".
En este sentido, recordó que en 2008 han caído o están al borde del colapso algunos de las grandes firmas de las finanzas, se ha hundido la banca de inversión y la propagación de la desconfianza ha paralizado los mercados financieros mayoristas.
Sobre el papel que han jugado los distintos gobiernos e instituciones ante la crisis, apuntó que, aunque se han cometido errores, "pocas veces las autoridades han actuado con tanta diligencia".
El presidente de la patronal de las cajas de ahorros consideró también que si se hubieran retrasado las medidas adoptadas, especialmente en Estados Unidos, los efectos de la crisis "habrían sido mucho peores".
La Comisión Europea ofreció hoy sus nuevas previsiones económicas para la zona del euro, y auguró una caída económica en España del 2 por ciento este año -cuatro décimas más que la que calcula el Gobierno-, además de señalar que la recesión no acabará este año y habrá un nuevo retroceso del PIB, del 0,2 por ciento en 2010, frente al crecimiento del 1,2 por ciento que estima el Ejecutivo.
Bruselas cree incluso que la tasa de paro en España subirá hasta el 16,1 por ciento este año y se disparará el que viene hasta cerca del 19 por ciento, (el 18,7%), cálculos ambos mucho más pesimistas que los del cuadro macroeconómico del Ejecutivo, que hablaban de un desempleo del 15,9 y del 15,7 por ciento, respectivamente.
Los augurios no son mejores para las cuentas públicas españolas: frente al déficit del 5,8 por ciento del PIB que el Gobierno calcula habrá este año, la Comisión eleva este porcentaje al 6,2 por ciento y el de 2010 al 5,7 por ciento (frente al 4,8% del Gobierno).
La recuperación en España, según Bruselas, será más lenta que en la mayoría de los países del euro, que volverán a crecer en 2010.
Esto será así, según el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, por la corrección del mercado inmobiliario español, "que es más difícil y toma más tiempo que otros sectores". "Y de todos es conocidos el peso que tiene la vivienda en la economía española", añadió.
Desde el Gobierno español no se tiene esta impresión, y el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, insistió en que la economía española tocará fondo este año y volverá a crecer en 2010, además de descartar una tasa de paro del 19 por ciento o cuatro millones de desempleados.
Pese a subrayar que la Comisión evalúa de forma distinta el efecto de las medidas contra la crisis y otros factores como la evolución de la población activa y la generación de empleo, Solbes reconoció que, en el actual contexto de gran volatilidad, es "muy complicado" intentar afinar mucho las previsiones.
Antes de conocerse las previsiones de Bruselas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró convencido de que la economía española se va a recuperar "en el mismo momento en el que el contexto internacional lo facilite".
Zapatero pidió a los ciudadanos, sobre todo a los que no tengan problemas de empleo y dispongan de ingresos "normales", que mantengan el consumo, y anunció que en su próxima reunión con la banca reclamará a las entidades que "agilicen y faciliten" el crédito a las pymes y a las empresas.
Por otra parte, Pedro Solbes restó también importancia a la decisión de Standard & Poor's (S&P) de rebajar la calificación de la deuda española y subrayó que, "en estos momentos, en España no hay ningún problema de colocación" de las emisiones de bonos, e insistió en que el cambio supone pasar de "sobresaliente cum laude" a "un notable alto o un sobresaliente bajo".
La propia agencia de medición de riesgo aseguró hoy que el nuevo "rating" otorgado a España refleja "una probabilidad de impago muy reducida y sólo ligeramente superior" a la máxima calificación.
Sin embargo, Standard & Poor's avisó de que la economía española "deberá encontrar en los próximos años fuentes de crecimiento distintas" para volver a ser ascendida, según la analista de S&P Miriam Fernández de Heredia.
La principal razón de quitarle a España la máxima calificación son las "rigideces estructurales" de su economía, que incluso la sitúan entre los países "más débiles" dentro de su nueva categoría.
También ha contribuido, según Fernández, el deterioro de las finanzas publicas, cuya solidez era antes "la principal ventaja competitiva" respecto a otros países AAA y ahora van a sufrir un deterioro considerable en los próximos años.
Varios expertos consultados por Efe coincidieron en calificar de realistas las previsiones de la Comisión Europea, aunque vieron exageradas las referidas al paro, y calificaron de justa la bajada de la calificación de la deuda española dada la situación económica actual, aunque injusta respecto al trato dado a otros países.
Según las nuevas previsiones que hoy difundió el Ejecutivo de la UE, el PIB español caerá en 2009 el 2% y en 2010 volverá a bajar (el 0,2%), mientras que el paro escalará hasta el 16,1% este año y el 18,7% el próximo.
En declaraciones a los periodistas a su llegada a la reunión mensual del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona euro), Solbes admitió que los cálculos de Bruselas son más pesimistas que los del Gobierno -que prevé una contracción del 1,6% este año, pero un crecimiento del 1,2% en 2010-.
Para el vicepresidente, la Comisión evalúa de forma distinta el efecto de las medidas contra la crisis y también la evolución de la población activa y la generación de empleo.
No obstante, consideró que en el actual contexto de gran volatilidad, "intentar afinar mucho las previsiones es muy complicado".
Construcción, principal handicap
Respecto a la vuelta a la senda de crecimiento, el ministro rechazó el supuesto del que parte la Comisión de que los países que están sufriendo un proceso de ajuste en la construcción tendrán dificultades adicionales.
"Creemos que las posibilidades de tocar fondo en 2009 son claras", recalcó Solbes, que apuntó que "ya en el segundo semestre deberíamos ver más claro el futuro y 2010 debería ser un mejor año".
Precisó, en cualquier caso, que la superación de la crisis depende en parte del contexto internacional y reseñó que "nuestro trabajo ahora es hacer las reformas necesarias para salir de ella cuanto antes y de la mejor forma posible".
Sobre el mercado laboral, reconoció que la cifra calculada por Bruselas (la más alta de los Veintisiete) "impresiona", pero recalcó que, según las perspectivas del Ejecutivo, al final será menor.
"No veo en estos momentos que el paro alcance a cuatro millones de trabajadores", agregó el vicepresidente, que explicó que las cifras de la CE parten de hipótesis (sobre evolución de la población activa y la tasa de PIB a partir de la que España genera empleo) que, como en toda previsión, son discutibles.
"Es verdad que en los últimos meses se ha producido un deterioro de la situación económica que podría marcar una tendencia negativa para los próximos meses y el turismo no es un oasis dentro de esta situación", reconoció Mesquida, quien recordó no obstante que en términos cuantitativos 2007 fue "el mejor año turístico de la Historia".
Asimismo, indicó que el sector turístico depende mucho de la evolución de los países emisores -Inglaterra, Alemania, Francia e Italia-, especialmente en Europa, mercado del que procede el 93% del turismo en España, además de la lógica evolución económica nacional.
Al respecto, el secretario de Estado de Turismo admitió que existen "dosis de incertidumbre importantes" de cara a 2009 que "no beneficiarán al turismo", aunque señaló que es muy difícil realizar un pronóstico "viendo las turbulencias en el sector financiero y bursátil y la situación de la economía" actuales.
No obstante, calificó esta situación de "excepcional" dentro de un deterioro económico "acelerado" que refleja la "defunción de las predicciones".
"Yo creo que hay dosis de incertidumbre importantes para el año que viene, como las previsiones de crecimiento de la Unión Europea, muy cercana a un -2 por ciento en España y a una media del 1,9% en la zona euro que, obviamente, no benefician tampoco al turismo", resaltó.
Preguntado por el recorte de empleo en la industria turística, que según estimaciones de Exceltur podría alcanzar los 100.000 empleos, Mesquida destacó que el 'Plan Renove' permitirá además de crear empleo -se espera que genere 15.000 empleos nuevos- algo "más importante si cabe, mantenerlo".
"Posiblemente el Plan Vive no cree muchos empleos en el sector del automóvil pero ayuda a no destruirlos", puso como ejemplo, tras destacar que "poner en manos del sector 400 millones de euros es un esfuerzo muy importante".
En esta línea, subrayó que el 'Plan Renove del Turismo' es la primera medida que se pone en marcha de las 82 anunciadas por el Gobierno dentro del PlanE (Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo) para 2009, con "presupuesto de este año" y agradeció al presidente del ICO, Aurelio Martínez, el esfuerzo realizado para aprobarlo.
TODA LÍNEA ICO "LLEVA SU TIEMPO"
El presidente del ICO, Aurelio Martínez, informó de que se analizarán los resultados del Plan, del que dijo "ha despertado mucho interés entre el sector turístico", para verificar el éxito de dicha vía de financiación que, en principio sólo tendrá vigencia para 2009. "Yo deseo y confío en que tenga mucho éxito".
Preguntado por la posibilidad de que sufra retrasos como el Plan Vive, Martínez apuntó que como en cualquier línea de financiación "se empezará despacio", ya que "hay elementos técnicos que pueden retrasar la puesta en marcha de su funcionamiento", como ya ocurrió con el Plan Avanza. "Costó tres meses que cogiera velocidad de crucero y ahora va espectacularmente", apuntó.
"Yo espero y deseo que tenga mucho éxito, pero hay que entender que primero las entidades deben apuntarse y aprobar su participación en sus respectivos consejos de administración, posteriormente deben firmarse los convenios, distribuirse a través del ICO a toda la red de agencias, a continuación estudiarse las concesiones y finalmente otorgarse y esto, desgraciadamente, lleva su tiempo", concluyó.
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